sábado, 7 de marzo de 2020

Catálogo 6-10


6. RAIMUNDO MARTÍN. EXPOSICIÓN DEL SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES.
Un tomo en 4.° de 138 páginas. Es de últimos del siglo XIII, o de principios del XIV. Está escrito parte en pergamino y parte en papel cartulina. En la primera página dice: Iste liber est sedis Dertusae«este libro es de la catedral de Tortosa»; pues antiguamente las palabras sede y catedral eran sinónimas.
Su autor Fray Raimundo Martín, fue un célebre dominico español que brilló a mediados del siglo XIII. Según se deduce de algunos párrafos, lo escribió por los años 1256 o 1257. Al hacer este trabajo, dice que se propuso instruir bien a los cristianos en los fundamentos de la religión católica, para poder rebatir los argumentos que solían proponerles los judíos y sarracenos, que entonces abundaban mucho en España. Pero atendido el gran fondo de doctrina que contiene este libro, y el estar en latín, parece indicar que se escribió principalmente para los párrocos y demás sacerdotes, a fin de que pudiesen instruir con facilidad al pueblo cristiano, y tuviesen al mismo tiempo razones y pruebas para convertir a los infieles.
Además tiene el singular mérito, de que como ya hemos dicho, el P. Denifle manifestó que no había visto ningún otro ejemplar en las muchas bibliotecas de Europa que ha examinado, y por ello ninguno de los bibliógrafos antiguos hace mención de este Códice. El expresado P. Denifle es el primero que ha dado noticia en una obra que publicó en alemán el año 1887.

7. BIBLIA SACRA. Un tomo en 4.° mayor prolongado, de 1.024 páginas. Es del siglo XIII. Está escrita en pergamino sumamente fino, de modo que por esto también es una especialidad, así como por la letra tan diminuta, hecha con una perfección admirable. En la parte superior de la primera plana hay una nota de época más moderna, que traducida del latíndice así: «Comienza la carta de San Jerónimo presbítero, sobre todos los libros de la historia divina « divinae historiae. Luego sigue el prólogo. Al fin del mismo hay otra nota en el margen que dice así: «Concluye la carta de San Jerónimo presbítero, sobre todos los libros de la historia divina» Después dice: «Comienza la carta de San Jerónimo presbítero, sobre el Pentatéucode Moisés.» A continuación sigue otro prólogo, y después el libro del Génesis.

En la confección de este Códice, además del gran trabajo que hubo reduciendo a tan pequeño volumen todo el texto de la Sagrada Escritura, se manifestó un gusto muy delicado en el ornato. Todas las iniciales de los capítulos están adornadas con preciosos dibujos de colores. También merecen notarse las viñetas del principio de cada libro de la Escritura, en las cuales se indica con figuras alegóricas algún suceso del mismo.
En el margen se ven algunas notas más modernas. Al final hay unos versos latinos sobre el asunto principal de cada libro de la Sagrada Escritura. Después sigue un índice alfabético que comprende muchos folios.

8 y 9. MISAL SEGÚN EL RITO DE LA IGLESIA DE TORTOSA. Un tomo en folio de 474 páginas. fue impreso en Barcelona por Juan Rosembach el año 1524, habiéndose terminado la impresión el día 21 de Mayo de dicho año. Así consta en una nota impresa que hay al fin. La edición de este Misal se hizo en papel cartulina con algunas láminas y viñetas; pero todo en negro y de un estilo muy sencillo. En el archivo de esta catedral se conserva un ejemplar de la expresada edición sobre papel cartulina, que es el señalado con el número 8.
Mas el Cabildo de aquel tiempo utilizando la misma edición, dispuso que se imprimiese separadamente un ejemplar sobre pergamino,que también se conserva y en el inventario de estos Códices tiene el número 9.
El Cabildo lo hizo ilustrar con gran lujo, con viñetas doradas, y con tal profusión de dibujos y figuras de todas clases, que sería muy prolijo referir. El artista tuvo la feliz idea de no salir para ello del plan u orden del otro Misal; de modo que a la vista de éste, que está sin ilustrar y todo en negro, es como se puede comprender la riqueza y el mérito de los trabajos hechos en el Misal que nos ocupa.
Como el arte de la imprenta entonces todavía estaba formándose, digámoslo así, los tipos de letra de estos dos Misales aún son iguales al de los Códices manuscritos, y tienen las mismas abreviaturas, siendo muy probable que los tipos también fuesen de maderasegún se usaban en las primitivas impresiones.

10. MISAL. Un volumen en 4.° menor, en pergamino, de 448 páginas. Es del siglo XI. Este Códice es sin duda el más antiguode todos los que existen en el archivo de esta catedral, pues fue escrito el año 1055. Así consta en el folio 18, vuelto, linea l.a
Lo que principalmente se observa en este curioso Misal, es que contenga tantas materias, que aunque a primera vista parecen distintas, no lo son si se atiende a que todas pertenecen a la sagrada liturgia. Para comprenderlo téngase presente la escasez de libros en aquellos tiempos, y los cuantiosos gastos que se ofrecían para poderlos adquirir; de ahí que un mismo libro o Misal servía para varios objetos, siendo como un repertorio litúrgico.
Al principio tiene un Calendario, con varias apuntaciones o notas históricas. Siguen luego muchas fórmulas de bendiciones,y unas Misas a canto llano. Después está el Cánon de la Misa; y a continuación varias oraciones y preces, según la liturgia de aquel tiempo, y una especie de catálogo de las penitenciasque se imponían entonces por los pecados públicos. También está el oficio de difuntos, con los responsoriospuestos en notas de música.


JORNADA QUINTA. NOVELA SEXTA.

JORNADA QUINTA. NOVELA SEXTA. 

Gian de Prócida, trobat en una jove volguda per nell y regalada al rey Federico, (re Federigo) per a sé cremat en ella es lligat a un poste, reconegut per Ruggieri de Loria, se salve y la pren per dona.

Gian de Prócida, trobat en una jove volguda per nell y regalada al rey Federico, per a sé cremat en ella es lligat a un poste, reconegut per Ruggieri de Loria, se salve y la pren per dona.


Acabada la história de Neifile, que mol habíe agradat a les donetes, li va maná la reina a Pampínea que ne contare un atra; ella, enseguida, eixecán la seua careta blanca, va escomensá:
grandíssimes forses, amables siñores, són les del Amor, y a grans fatigues y exorbitáns perills exposen als amáns, com per moltes coses contades avui y datres vegades, pot compéndres; pero no dixo de tornáu a probá en la ossadía de un jove enamorat.
Ischia es una isla que está mol prop de Nápoles, a la que antigamén hi va ñabé una joveneta mol guapa y alegre, de nom Restituta, y filla de un home noble de la isla que se díe Marín Bólgaro; ésta, a un mosset que ere de una isleta prop de Ischia, la isla Prócida, de nom Gian, volíe mes que a la seua vida, y ella an ell. Éste, no sol de día passáe a Ischia per a vórela, sino que moltes vegades u fée de nit. Un día, no habén trobat una barca, desde Prócida a Ischia habíe passat nadán, per a pugué vore, si datra cosa no podíe, al menos les parets de la casa de ella. Y durán estos amors tan ruéns va passá que, están la jove un día de estiu sola a la voreta del mar, anán de roca en roca desenganchán de les pedres pechines y atres clasques en un gaviñetet, se va vore a un puestet amagat per les rocotes, y allí, tan per la sombra com per la comodidat de una fon de aigua fresquíssima que ñabíe, habíen arribat en la seua fragata uns joves sissiliáns, que veníen de Nápols. Estos, veén sola a la majíssima jove, que encara no los veíe, an ells, van dessidí entre ells péndrela y emportássela; y tot va sé dessidit y fet. Los jovens, per mol que ella cridare, agarránla, la van pujá a la barca y la van portá a la fragata. Cuan van arribá a Calabria van escomensá a discutí quí se quedaríe en la jove y, en ressumen, tots la volíen, per lo que no trobán acuerdo entre ells, en temó de arribá a les mans y per ella arruiná los seus assuntos, van acordá regalálay al rey Federico de Sicilia, que entonses ere jove y se entreteníe mol en coses de estes. Una vegada a Palermo aixina u van fé. Al rey, veénla mol hermosa, li va agradá, pero com se sentíe fluix de salut, hasta que se sentiguere mes fort, va maná que fore tinguda a uns edifissis mol majos de un jardí seu al que díen La Cuba y que allí fore ben servida; y aixina se va fé. Lo abalot per lo rapte de la jove va sé gran per tota Ischia, y lo que mes los dolíe ere que no podíen sabé quí la habíe raptat. Pero Gianni, a qui mes que als demés li importabe, sense esperá pugué averiguáu a Ischia, sabén cap aón sen habíe anat la fragata, ne va fé armá una, va pujá an ella y tan pronte com va pugué, recorrén tota la costa desde lo Minerva hasta lo Scalea a Calabria, y per totes parts preguntán per la jove, li van di a Scalea que habíe sigut portada per los comersiáns sissiliáns a Palermo; en lo que Gianni se va fé portá cap allí, y después de mol buscá, sabén que la jove habíe sigut regalada al rey y per nell estabe vigilada a La Cuba, se va enfadá mol y va pedre la esperansa, no ya de pugué torná a tíndrela, sino de sol vórela.
Pero, retingut per l´amor, despedín la fragata, veén que per dingú ere conegut, allí se va quedá, y assobín passán per La Cuba va arribá a vórela un día a una finestra, y ella lo va vore an ell; en lo que los dos bastán conténs se van ficá. Veén Gianni que lo puesto estabe solitari, arrimánse com va pugué, li va parlá, y informat per nella de lo que teníe que fé si volíe parláli mes de prop, sen va aná, habén primé considerat en tots los detalles la disposissió del puesto, y esperán la nit, y dixán passá bona part de ella, allá va torná, y agarránse a puestos aon no se hauríe pogut enclavá una piqueta, al jardí que va entrá, y trobán allí una pértiga, a la finestra que li habíe enseñat la jove la va apoyá, y per nella en bastanta fassilidat va pujá.
La jove, pareixénli que ya habíe perdut lo honor per lo que se mostráe algo fura en ell al tems passat, pensán que a cap atre home mes dígnamen que an ell podíe entregás y pensán en que ell podíe tráurela de allí, habíe dessidit asseptá tots los seus dessichos, y per naixó habíe dixat la finestra uberta, per a que ell rápidamen puguere colás a dins. Gianni, trobánla uberta, en silénsio va entrá y se va gitá a la vora de la jove, que no dormíe, y ella, antes de passá a datres coses, li va manifestá tota la seua intensió, demanánli que la traguere de allí y se la emportare en ell; y Gianni li va di que res li agradaríe mes que fé alló, y que, sense falta, cuan se separare de ella, de tal manera ordenaríe les coses que la primera vegada que tornare allí se la emportaríe. Y después de aixó, abrassánse en grandíssim plaé, van chalá moltes vegades, y sense donássen cuenta se van quedá adormits la un als brassos del atre.
Lo rey, com ella li habíe agradat mol a primera vista, enrecordánsen de ella, se va sentí milló de salut y forses, y encara que ya casi clarejáe lo día, va pensá en aná a vórela un rato; y en algúns dels seus criats y lo camarlengo, en silénsio, sen van aná cap a La Cuba, y entrán als edifissis, fen obrí sense ruido la alcoba aon sabíe que dormíe la jove, allí va entrá en un gran cresol de oli ensés per dabán; y mirán lo llit, an ella y a Gianni, despullats y abrassats, va vore que estaben dormín. Enseguida se va enfadá mol, y tanta va sé la seua ira, que poc va faltá per a que allí, en un puñal que portabe al sinto, los matare. Después, mes calmat, jusgán que ere una cosa mol fea que consevol home, no ya un rey, matare a dos persones despullades que dormíen, se va contíndre, y va pensá fels morí en públic, cremats. Y giránse cap al compañ que teníe en ell, li va di:
- ¿Qué te pareix esta dona roína en qui había ficat la meua esperansa?
Y después li va preguntá si coneixíe al jove que habíe vingut a casa seua a féli tan gran ultraje y disgust. Aquell va contestá que no lo habíe vist may. Sen va aná lo rey, pos, enfadat, de la alcoba y va maná que los dos amáns, despullats com estaben, foren apresats y lligats, y al fés de día cla los portaren a Palermo y a la plassa, lligats a un poste en la esquena de un contra la del atre y hasta la hora de tercia foren tinguts allí, per a que pugueren sé vists per tots y después foren sucarrats com los de Monroch, tal com su mereixíen; y dit aixó sen va entorná cap a Palermo a la seua cámara mol enfadadot.
Anánsen lo rey, de repén mols se van aviá damún dels dos amáns y no sol los van despertá sino que rápidamen sense cap piedat los van agarrá y los van lligá. Veén aixó, los dos joves, mol dolguts y en temó de pedre la vida, van plorá y se van queixá. Van sé portats. segóns lo manamén del rey, a Palermo, y lligats a un poste a la plassa, com si fore lo pelleric, y dabán dels seus ulls se va prepará la lleña, les rames y les tees de melis per a enséndrela a la hora manada pel rey. Allí van acudí tots los de Palermo, hómens y dones, corrén a vore als dos amáns; los hómens tots veníen a mirá a la jove, y lo hermosa que ere per totes parts y lo ben feta alababen, com les dones, que a mirá al jove corríen, an ell per atra part se desféen en paraules per lo guapo y ben format que ere. Pero los desventurats amáns, avergoñínse mol, estaben en lo cap baix y plorán la seua mala sort, passán les hores, esperán la cruel mort minjats pel foc.
Y mentres aixina hasta la hora fixada eren tinguts, pregonánse per tot arreu la falta cometuda per nells y arribán als oíts de Ruggieri de Loria, home de inestimable valor y entonses almirán del rey, per a vórels sen va aná cap al puesto aon estaben lligats y arribat allí, primé va mirá a la jove y va alabá la seua hermosura, y después venín a mirá al jove, sense massa esfors lo va reconeixe; y arrimánse mes an ell, li va preguntá si ere Gianni de Prócida.
Gianni, alsán la cara y reconeixén al almirán, va contestá:
- Siñó meu, be vach sé aquell per qui preguntéu, pero estic a pun de dixá de séu.
Li va preguntá entonses lo almirán qué l´habíe portat an alló, a lo que Gianni va contestá: - Lo Amor y la ira del rey.
Se va fé lo almirán explicá mes la história, y habén sentit cóm habíe passat tot, y cuan ya sen anabe, lo va quirdá Gianni y li va di:
- ¡Ay, siñó meu! Si pot sé, li demano una radera grássia o mersé. -
Ruggeri li va preguntá: quina es esta mersé.
Gianni li va di:
- Vech que moriré pronte. Vull, pos, de grássia, que, com estic en esta jove, a qui mes que a la meua vida hay vullgut, y ella a mí, donánme la esquena, y ella a mí, que mos ficon cara a cara, per a que al vóreli la cara mentres me estiga morín puga anámen consolat. Ruggieri, en una sonriseta, li va di:
- Faré en gust que la veigues potsé tan que ten fartos de ella. Y separánse de ell, va maná an aquells a qui los habíe sigut ordenat ficá alló en dansa, que sense datra órde del rey, no teníen que fé mes de lo que ya habíen fet; y sense esperás, sen va aná cap al rey, al que, encara que lo veiguere enfadat, no va dixá de díli lo que pensáe, y li va di:
- Rey, ¿en qué te han ofés los dos joves que allí dal, a la plassa, has manat que siguen sucarrats?
Lo rey lay va di.
Va continuá Ruggieri:
- La falta que han fet u mereix, pero no de tú; y com les faltes mereixen un cástic, aixina los benefissis mereixen recompensa, ademés de la grássia y la misericordia. ¿Saps quí són eixos a qui vols cremá?
Lo rey va contestá que no.
Va di entonses Ruggieri:
- Vull que u sápies per a que veigues cuán discretamen te abandones als impulsos de la ira. Lo jove es fill de Landolfo de Prócida, germá carnal de micer Gian de Prócida per obra de qui eres rey y siñó de esta isla; la jove es filla de Marín Bólgaro, y lo seu poder fa avui que lo teu señorío no sigue expulsat de Sicilia. Són, ademés de aixó, joves que llárgamen se han volgut y espentats per l´amor y no per lo dessich de desafiá la teua señoría, han acudit al pecat, si se pot di pecat. Per lo que ¿cóm vols féls morí cuan en grandíssims plaés y preséns hauríes de honráls?
Lo rey, sentín aixó y sersioránse de que Ruggieri díe la verdat, no sol no va prossedí a fé lo pijó contra ells sino que se va arrepentí de lo que habíe fet, per lo que incontinenti (a escape) va maná que los dos jovens foren deslligats de la estaca o poste y portats dabán dell; y aixina se va fé. Y habén sabut del tot la seua condissió va pensá que en honors y en dons teníe que compensá la ofensa; y fénlos vestí honorablemén, a Gianni lo va fé casás en la joveneta, y fénlos magnífics regalos o preséns, ben conténs los va enviá cap a casa seua, aon van sé ressibits en grandíssima festa, y mols añs van viure juns y felísos.


JORNADA QUINTA. NOVELA SEXTA.

JORNADA QUINTA. NOVELA SEXTA. 

Gian de Prócida, trobat en una jove volguda per nell y regalada al rey Federico, (re Federigo) per a sé cremat en ella es lligat a un poste, reconegut per Ruggieri de Loria, se salve y la pren per dona.

Gian de Prócida, trobat en una jove volguda per nell y regalada al rey Federico, per a sé cremat en ella es lligat a un poste, reconegut per Ruggieri de Loria, se salve y la pren per dona.


Acabada la história de Neifile, que mol habíe agradat a les donetes, li va maná la reina a Pampínea que ne contare un atra; ella, enseguida, eixecán la seua careta blanca, va escomensá:
grandíssimes forses, amables siñores, són les del Amor, y a grans fatigues y exorbitáns perills exposen als amáns, com per moltes coses contades avui y datres vegades, pot compéndres; pero no dixo de tornáu a probá en la ossadía de un jove enamorat.
Ischia es una isla que está mol prop de Nápoles, a la que antigamén hi va ñabé una joveneta mol guapa y alegre, de nom Restituta, y filla de un home noble de la isla que se díe Marín Bólgaro; ésta, a un mosset que ere de una isleta prop de Ischia, la isla Prócida, de nom Gian, volíe mes que a la seua vida, y ella an ell. Éste, no sol de día passáe a Ischia per a vórela, sino que moltes vegades u fée de nit. Un día, no habén trobat una barca, desde Prócida a Ischia habíe passat nadán, per a pugué vore, si datra cosa no podíe, al menos les parets de la casa de ella. Y durán estos amors tan ruéns va passá que, están la jove un día de estiu sola a la voreta del mar, anán de roca en roca desenganchán de les pedres pechines y atres clasques en un gaviñetet, se va vore a un puestet amagat per les rocotes, y allí, tan per la sombra com per la comodidat de una fon de aigua fresquíssima que ñabíe, habíen arribat en la seua fragata uns joves sissiliáns, que veníen de Nápols. Estos, veén sola a la majíssima jove, que encara no los veíe, an ells, van dessidí entre ells péndrela y emportássela; y tot va sé dessidit y fet. Los jovens, per mol que ella cridare, agarránla, la van pujá a la barca y la van portá a la fragata. Cuan van arribá a Calabria van escomensá a discutí quí se quedaríe en la jove y, en ressumen, tots la volíen, per lo que no trobán acuerdo entre ells, en temó de arribá a les mans y per ella arruiná los seus assuntos, van acordá regalálay al rey Federico de Sicilia, que entonses ere jove y se entreteníe mol en coses de estes. Una vegada a Palermo aixina u van fé. Al rey, veénla mol hermosa, li va agradá, pero com se sentíe fluix de salut, hasta que se sentiguere mes fort, va maná que fore tinguda a uns edifissis mol majos de un jardí seu al que díen La Cuba y que allí fore ben servida; y aixina se va fé. Lo abalot per lo rapte de la jove va sé gran per tota Ischia, y lo que mes los dolíe ere que no podíen sabé quí la habíe raptat. Pero Gianni, a qui mes que als demés li importabe, sense esperá pugué averiguáu a Ischia, sabén cap aón sen habíe anat la fragata, ne va fé armá una, va pujá an ella y tan pronte com va pugué, recorrén tota la costa desde lo Minerva hasta lo Scalea a Calabria, y per totes parts preguntán per la jove, li van di a Scalea que habíe sigut portada per los comersiáns sissiliáns a Palermo; en lo que Gianni se va fé portá cap allí, y después de mol buscá, sabén que la jove habíe sigut regalada al rey y per nell estabe vigilada a La Cuba, se va enfadá mol y va pedre la esperansa, no ya de pugué torná a tíndrela, sino de sol vórela.
Pero, retingut per l´amor, despedín la fragata, veén que per dingú ere conegut, allí se va quedá, y assobín passán per La Cuba va arribá a vórela un día a una finestra, y ella lo va vore an ell; en lo que los dos bastán conténs se van ficá. Veén Gianni que lo puesto estabe solitari, arrimánse com va pugué, li va parlá, y informat per nella de lo que teníe que fé si volíe parláli mes de prop, sen va aná, habén primé considerat en tots los detalles la disposissió del puesto, y esperán la nit, y dixán passá bona part de ella, allá va torná, y agarránse a puestos aon no se hauríe pogut enclavá una piqueta, al jardí que va entrá, y trobán allí una pértiga, a la finestra que li habíe enseñat la jove la va apoyá, y per nella en bastanta fassilidat va pujá.
La jove, pareixénli que ya habíe perdut lo honor per lo que se mostráe algo fura en ell al tems passat, pensán que a cap atre home mes dígnamen que an ell podíe entregás y pensán en que ell podíe tráurela de allí, habíe dessidit asseptá tots los seus dessichos, y per naixó habíe dixat la finestra uberta, per a que ell rápidamen puguere colás a dins. Gianni, trobánla uberta, en silénsio va entrá y se va gitá a la vora de la jove, que no dormíe, y ella, antes de passá a datres coses, li va manifestá tota la seua intensió, demanánli que la traguere de allí y se la emportare en ell; y Gianni li va di que res li agradaríe mes que fé alló, y que, sense falta, cuan se separare de ella, de tal manera ordenaríe les coses que la primera vegada que tornare allí se la emportaríe. Y después de aixó, abrassánse en grandíssim plaé, van chalá moltes vegades, y sense donássen cuenta se van quedá adormits la un als brassos del atre.
Lo rey, com ella li habíe agradat mol a primera vista, enrecordánsen de ella, se va sentí milló de salut y forses, y encara que ya casi clarejáe lo día, va pensá en aná a vórela un rato; y en algúns dels seus criats y lo camarlengo, en silénsio, sen van aná cap a La Cuba, y entrán als edifissis, fen obrí sense ruido la alcoba aon sabíe que dormíe la jove, allí va entrá en un gran cresol de oli ensés per dabán; y mirán lo llit, an ella y a Gianni, despullats y abrassats, va vore que estaben dormín. Enseguida se va enfadá mol, y tanta va sé la seua ira, que poc va faltá per a que allí, en un puñal que portabe al sinto, los matare. Después, mes calmat, jusgán que ere una cosa mol fea que consevol home, no ya un rey, matare a dos persones despullades que dormíen, se va contíndre, y va pensá fels morí en públic, cremats. Y giránse cap al compañ que teníe en ell, li va di:
- ¿Qué te pareix esta dona roína en qui había ficat la meua esperansa?
Y después li va preguntá si coneixíe al jove que habíe vingut a casa seua a féli tan gran ultraje y disgust. Aquell va contestá que no lo habíe vist may. Sen va aná lo rey, pos, enfadat, de la alcoba y va maná que los dos amáns, despullats com estaben, foren apresats y lligats, y al fés de día cla los portaren a Palermo y a la plassa, lligats a un poste en la esquena de un contra la del atre y hasta la hora de tercia foren tinguts allí, per a que pugueren sé vists per tots y después foren sucarrats com los de Monroch, tal com su mereixíen; y dit aixó sen va entorná cap a Palermo a la seua cámara mol enfadadot.
Anánsen lo rey, de repén mols se van aviá damún dels dos amáns y no sol los van despertá sino que rápidamen sense cap piedat los van agarrá y los van lligá. Veén aixó, los dos joves, mol dolguts y en temó de pedre la vida, van plorá y se van queixá. Van sé portats. segóns lo manamén del rey, a Palermo, y lligats a un poste a la plassa, com si fore lo pelleric, y dabán dels seus ulls se va prepará la lleña, les rames y les tees de melis per a enséndrela a la hora manada pel rey. Allí van acudí tots los de Palermo, hómens y dones, corrén a vore als dos amáns; los hómens tots veníen a mirá a la jove, y lo hermosa que ere per totes parts y lo ben feta alababen, com les dones, que a mirá al jove corríen, an ell per atra part se desféen en paraules per lo guapo y ben format que ere. Pero los desventurats amáns, avergoñínse mol, estaben en lo cap baix y plorán la seua mala sort, passán les hores, esperán la cruel mort minjats pel foc.
Y mentres aixina hasta la hora fixada eren tinguts, pregonánse per tot arreu la falta cometuda per nells y arribán als oíts de Ruggieri de Loria, home de inestimable valor y entonses almirán del rey, per a vórels sen va aná cap al puesto aon estaben lligats y arribat allí, primé va mirá a la jove y va alabá la seua hermosura, y después venín a mirá al jove, sense massa esfors lo va reconeixe; y arrimánse mes an ell, li va preguntá si ere Gianni de Prócida.
Gianni, alsán la cara y reconeixén al almirán, va contestá:
- Siñó meu, be vach sé aquell per qui preguntéu, pero estic a pun de dixá de séu.
Li va preguntá entonses lo almirán qué l´habíe portat an alló, a lo que Gianni va contestá: - Lo Amor y la ira del rey.
Se va fé lo almirán explicá mes la história, y habén sentit cóm habíe passat tot, y cuan ya sen anabe, lo va quirdá Gianni y li va di:
- ¡Ay, siñó meu! Si pot sé, li demano una radera grássia o mersé. -
Ruggeri li va preguntá: quina es esta mersé.
Gianni li va di:
- Vech que moriré pronte. Vull, pos, de grássia, que, com estic en esta jove, a qui mes que a la meua vida hay vullgut, y ella a mí, donánme la esquena, y ella a mí, que mos ficon cara a cara, per a que al vóreli la cara mentres me estiga morín puga anámen consolat. Ruggieri, en una sonriseta, li va di:
- Faré en gust que la veigues potsé tan que ten fartos de ella. Y separánse de ell, va maná an aquells a qui los habíe sigut ordenat ficá alló en dansa, que sense datra órde del rey, no teníen que fé mes de lo que ya habíen fet; y sense esperás, sen va aná cap al rey, al que, encara que lo veiguere enfadat, no va dixá de díli lo que pensáe, y li va di:
- Rey, ¿en qué te han ofés los dos joves que allí dal, a la plassa, has manat que siguen sucarrats?
Lo rey lay va di.
Va continuá Ruggieri:
- La falta que han fet u mereix, pero no de tú; y com les faltes mereixen un cástic, aixina los benefissis mereixen recompensa, ademés de la grássia y la misericordia. ¿Saps quí són eixos a qui vols cremá?
Lo rey va contestá que no.
Va di entonses Ruggieri:
- Vull que u sápies per a que veigues cuán discretamen te abandones als impulsos de la ira. Lo jove es fill de Landolfo de Prócida, germá carnal de micer Gian de Prócida per obra de qui eres rey y siñó de esta isla; la jove es filla de Marín Bólgaro, y lo seu poder fa avui que lo teu señorío no sigue expulsat de Sicilia. Són, ademés de aixó, joves que llárgamen se han volgut y espentats per l´amor y no per lo dessich de desafiá la teua señoría, han acudit al pecat, si se pot di pecat. Per lo que ¿cóm vols féls morí cuan en grandíssims plaés y preséns hauríes de honráls?
Lo rey, sentín aixó y sersioránse de que Ruggieri díe la verdat, no sol no va prossedí a fé lo pijó contra ells sino que se va arrepentí de lo que habíe fet, per lo que incontinenti (a escape) va maná que los dos jovens foren deslligats de la estaca o poste y portats dabán dell; y aixina se va fé. Y habén sabut del tot la seua condissió va pensá que en honors y en dons teníe que compensá la ofensa; y fénlos vestí honorablemén, a Gianni lo va fé casás en la joveneta, y fénlos magnífics regalos o preséns, ben conténs los va enviá cap a casa seua, aon van sé ressibits en grandíssima festa, y mols añs van viure juns y felísos.