chapurreau, Arag. s.m. "así llaman en Aguaviva a un estilo de hablar que no es catalán ni valenciano, sino descendiente del latín y mozárabe con paralelismos en el cast. catalán y valenciano y aragonés de Ribagorza". Los hablantes son bilingües y no mezclan nunca el castellano con el chapurreao (Andolz 1977: 88).
CHAMPOUIRAU (rom. Champoiral) n. de l. et s.m. Champoiral (Gard) On appelle ansi "champouirau" ou "champourrau" un jargon composé d'espagnol, d'italien, de portuguès et de provençal, parlé par des étrangers que frequentent nos côtes. On donne le même nom à ces étrangers.
chapurreau, Arag. s.m. "así llaman en Aguaviva a un estilo de hablar que no es catalán ni valenciano, sino descendiente del latín y mozárabe con paralelismos en el cast. catalán y valenciano y aragonés de Ribagorza". Los hablantes son bilingües y no mezclan nunca el castellano con el chapurreao (Andolz 1977: 88).
CHAMPOUIRAU (rom. Champoiral) n. de l. et s.m. Champoiral (Gard) On appelle ansi "champouirau" ou "champourrau" un jargon composé d'espagnol, d'italien, de portuguès et de provençal, parlé par des étrangers que frequentent nos côtes. On donne le même nom à ces étrangers.
chapurreau, Arag. s.m. "así llaman en Aguaviva a un estilo de hablar que no es catalán ni valenciano, sino descendiente del latín y mozárabe con paralelismos en el cast. catalán y valenciano y aragonés de Ribagorza". Los hablantes son bilingües y no mezclan nunca el castellano con el chapurreao (Andolz 1977: 88).
CHAMPOUIRAU (rom. Champoiral) n. de l. et s.m. Champoiral (Gard) On appelle ansi "champouirau" ou "champourrau" un jargon composé d'espagnol, d'italien, de portuguès et de provençal, parlé par des étrangers que frequentent nos côtes. On donne le même nom à ces étrangers.
Un poco tristes por no poder entrar en la ermita de la Balma, continuamos nuestro camino hacia el norte, siguiendo el cauce del río Bergantes hasta llegar a la población turolense de Aguaviva. Es un trayecto muy interesante, especialmente en su primer tramo cuando la carretera se acerca más al río (bastante caudaloso en esta zona), y discurre por una garganta. Poco a poco el paisaje se hace más seco y menos arbolado al entrar en la provincia de Teruel.
Lo más destacado de la población es su Iglesia Parroquial de San Lorenzo, una gigantesca mole en el centro de la población; construida en el siglo XVII es de estilo manierista-barroco con tres naves, cabecera poligonal y torre campanario. También es curioso el conjunto formado por el ayuntamiento y la plaza, junto a la Iglesia; y sus dos ermitas la de San Gregorio (barroco del siglo XVIII) y la de Santa Bárbara renacentista del Siglo XVII. Quedan algunas casas señoriales de estilo renacentista aragonés, como la Casa Mir en la calle Larga.
La Iglesia Parroquial, el edificio más notable de Aguaviva
De los alrededores caba citar el puente Cananillas del siglo XVII, el molino harinero y la nevera. El entorno natural, especialmente el cercano río Bergantes, es de gran belleza y, en verano, un lugar ideal para hacer excursiones y contemplar la flora y la fauna, pero en esta época del año es poco apetecible.
Zorita del Maestrazgo
Por la misma carretera regresamos a la provincia de Castellón y visitamos la población de Zorita. El pueblo está en un pequeño cerro por lo que, tras abandonar la carretera, ascendemos por calles irregulares aparcando en las eras. A lo lejos podemos ver la ermita de la Balma suspendida sobre la montaña.
La estructura del pueblo nos hace adivinar que la villa estaba amurallada, de hecho podemos ver enclavado en una casa (Casa Peralta-el Castell) los restos de un torreón defensivo del siglo XIV. Los edificios más destacados son la Iglesia de la Virgen de la Asunción (siglo XVIII) y el ayuntamiento.
El torreón (XIV) de la casa Peralta es un vestigio de la muralla
La Iglesia, como las del resto de las poblaciones de la comarca, es un edificio enorme desproporcionado y sobrio, una mole gigantesca que parece caída del cielo en medio del resto de las casas. La cúpula muestra los típicos azulejos azules brillantes. Su portada es renacentista herreriana sin adornos ni alardes, elegante, y frente a ella se abre una plazoleta, un lujo en este entramado de calles estrechas y empinadas, adornada por los restos de una campana.
La Iglesia aparece como una gigantesca mole caída del cielo
Hay junto a la Iglesia un bar-restaurante-centro social donde aprovechamos para almorzar unos magníficos bocadillos de tortilla de jamón tamaño familiar. Tras reponer fuerzas paseamos por Zorita, un pueblo encantador, precioso, con casas de piedra muy bien arregladas, de las que sobresalen los balcones de madera y los trabajados aleros.
Casas de piedra con balcones y aleros de madera
De todos los edificios merece especial mención el ayuntamiento, construcción de piedra con un pequeño porche al que se accede por un airoso arco de medio punto. En él podemos contemplar, a izquierda del arco, el escudo de la ciudad esculpido en piedra en el año 1889.
El ayuntamiento aparece como un coqueto palacete
Palanques
Abandonamos Zorita y regresamos a la CV-14, a pocos kilómetros un desvío a la derecha nos llevará al pueblo de Palanques tras atravesar un largo puente sobre el cauce del Bergantes. Palanques es un pequeño pueblecito que parece desparramado por la falda de una montaña. Subimos por sus estrechas calles y dejamos el coche en la plaza del ayuntamiento, un coqueto edificio del siglo XVIII con un porche y arcadas.
El pueblo ascendiendo por la ladera de la montaña
En la parte alta de la población se encuentra la Iglesia Parroquial, destacan en ella el airoso campanario y la portada barroca. A la derecha de la fachada principal, tras atravesar un pequeño arco, se abre un bonito jardín que ocupa la parte trasera del templo. Además en la pared lateral podemos ver la antigua portada gótica (un sobrio arco de medio punto con grandes dovelas). Desde la Iglesia podemos seguir un sendero donde se indica el camino para llegar a las pinturas rupestres. Siguiendo las indicaciones llegamos a un precioso mirador desde el que se contempla todo el valle del Bergantes y la población de Zorita.
La Iglesia queda en la parte alta de la población
Seguimos ascendiendo hasta el camposanto que corona la colina, el sendero hacia las pinturas pasa junto a su tapia, una vez coronada la montaña (donde de nuevo tenemos unas preciosas vistas del valle) descendemos por la vertiente contraria al pueblo. Entre pinos y un penetrante olor a romero y tomillo llegamos a unos abrigos rocosos donde contemplar los restos de la pinturas tras una reja. Como siempre que hemos intentado contemplar arte rupestre, la búsqueda y el entorno siempre han superado a las propias pinturas, de las que quedan escasos restos, son curiosas escenas de caza que podemos reconocer por los paneles explicativos que les acompañan.
Contemplamos el valle del Bergantes con Zorita al fondo
Tras visitar la Balma quedamos con la reflexión sobre la gran importancia que los abrigos rocosos tienen en la cultura de toda la zona. En ellos pintaron los prehistóricos, no sabemos si con fines mágicos o como mera forma de expresión, pero también es en estos abrigos donde aparecieron milagrosamente figuras de vírgenes y donde lenvantamos templos que cuelgan sobre acantilados, como el de la Balma. El abrigo rocoso es un escondite que la naturaleza nos ofrece para defendernos de la naturaleza misma, pero un refugio frágil.
Se pueden contemplar curiosas escenas de caza
Ortells
Seguimos hacia el sur, dirección Morella y llegamos a la población de Ortells, una pedanía morellana. El pueblo está muy arreglado en la zona baja con casas de piedra usadas en vacaciones. La mayoría son de piedra y han tratado de conservar el aspecto general del pueblo. El centro de la población es la plaza mayor en la que se encuentra el imponente edificio del Palacio de los Brusa del siglo XV. Un enorme caserón con aspecto de invulnerable fortaleza, cuyas ventanas parecen puestas al azar y se protegen con fuertes rejas de hierro. Frente a él un edificio, centro social, con arcadas, cierra la plaza.
El palacio de los Brusa parece una invulnerable fortaleza
El otro gran edificio de la población es la Iglesia Parroquial de San Blas y Santa Magdalena, con muros de piedra lisos y una portada barroca añadida, el campanario cuadrado está rematado en punta y tiene reloj. Alrededor de la Iglesia hay una zona con casas casi abandonadas y balcones destartalados pero de encanto decadente, casi de pueblo abandonado.
Casas con encanto decadente, de pueblo abandonado
Tiene fama Ortells de una excelente gastronomía, de hecho es habitual que gentes de la provincia realicen excursiones los fines de semana para comer allí. Sus platos más conocidos son la coqueta de panoli y, para el duro invierno, la Olla de Ortells un chute de calorías contra el frío. Sin embargo nosotros decidimos comer en Forcall, nuestra siguiente parada.
Un poco tristes por no poder entrar en la ermita de la Balma, continuamos nuestro camino hacia el norte, siguiendo el cauce del río Bergantes hasta llegar a la población turolense de Aguaviva. Es un trayecto muy interesante, especialmente en su primer tramo cuando la carretera se acerca más al río (bastante caudaloso en esta zona), y discurre por una garganta. Poco a poco el paisaje se hace más seco y menos arbolado al entrar en la provincia de Teruel.
Lo más destacado de la población es su Iglesia Parroquial de San Lorenzo, una gigantesca mole en el centro de la población; construida en el siglo XVII es de estilo manierista-barroco con tres naves, cabecera poligonal y torre campanario. También es curioso el conjunto formado por el ayuntamiento y la plaza, junto a la Iglesia; y sus dos ermitas la de San Gregorio (barroco del siglo XVIII) y la de Santa Bárbara renacentista del Siglo XVII. Quedan algunas casas señoriales de estilo renacentista aragonés, como la Casa Mir en la calle Larga.
La Iglesia Parroquial, el edificio más notable de Aguaviva
De los alrededores caba citar el puente Cananillas del siglo XVII, el molino harinero y la nevera. El entorno natural, especialmente el cercano río Bergantes, es de gran belleza y, en verano, un lugar ideal para hacer excursiones y contemplar la flora y la fauna, pero en esta época del año es poco apetecible.
Zorita del Maestrazgo
Por la misma carretera regresamos a la provincia de Castellón y visitamos la población de Zorita. El pueblo está en un pequeño cerro por lo que, tras abandonar la carretera, ascendemos por calles irregulares aparcando en las eras. A lo lejos podemos ver la ermita de la Balma suspendida sobre la montaña.
La estructura del pueblo nos hace adivinar que la villa estaba amurallada, de hecho podemos ver enclavado en una casa (Casa Peralta-el Castell) los restos de un torreón defensivo del siglo XIV. Los edificios más destacados son la Iglesia de la Virgen de la Asunción (siglo XVIII) y el ayuntamiento.
El torreón (XIV) de la casa Peralta es un vestigio de la muralla
La Iglesia, como las del resto de las poblaciones de la comarca, es un edificio enorme desproporcionado y sobrio, una mole gigantesca que parece caída del cielo en medio del resto de las casas. La cúpula muestra los típicos azulejos azules brillantes. Su portada es renacentista herreriana sin adornos ni alardes, elegante, y frente a ella se abre una plazoleta, un lujo en este entramado de calles estrechas y empinadas, adornada por los restos de una campana.
La Iglesia aparece como una gigantesca mole caída del cielo
Hay junto a la Iglesia un bar-restaurante-centro social donde aprovechamos para almorzar unos magníficos bocadillos de tortilla de jamón tamaño familiar. Tras reponer fuerzas paseamos por Zorita, un pueblo encantador, precioso, con casas de piedra muy bien arregladas, de las que sobresalen los balcones de madera y los trabajados aleros.
Casas de piedra con balcones y aleros de madera
De todos los edificios merece especial mención el ayuntamiento, construcción de piedra con un pequeño porche al que se accede por un airoso arco de medio punto. En él podemos contemplar, a izquierda del arco, el escudo de la ciudad esculpido en piedra en el año 1889.
El ayuntamiento aparece como un coqueto palacete
Palanques
Abandonamos Zorita y regresamos a la CV-14, a pocos kilómetros un desvío a la derecha nos llevará al pueblo de Palanques tras atravesar un largo puente sobre el cauce del Bergantes. Palanques es un pequeño pueblecito que parece desparramado por la falda de una montaña. Subimos por sus estrechas calles y dejamos el coche en la plaza del ayuntamiento, un coqueto edificio del siglo XVIII con un porche y arcadas.
El pueblo ascendiendo por la ladera de la montaña
En la parte alta de la población se encuentra la Iglesia Parroquial, destacan en ella el airoso campanario y la portada barroca. A la derecha de la fachada principal, tras atravesar un pequeño arco, se abre un bonito jardín que ocupa la parte trasera del templo. Además en la pared lateral podemos ver la antigua portada gótica (un sobrio arco de medio punto con grandes dovelas). Desde la Iglesia podemos seguir un sendero donde se indica el camino para llegar a las pinturas rupestres. Siguiendo las indicaciones llegamos a un precioso mirador desde el que se contempla todo el valle del Bergantes y la población de Zorita.
La Iglesia queda en la parte alta de la población
Seguimos ascendiendo hasta el camposanto que corona la colina, el sendero hacia las pinturas pasa junto a su tapia, una vez coronada la montaña (donde de nuevo tenemos unas preciosas vistas del valle) descendemos por la vertiente contraria al pueblo. Entre pinos y un penetrante olor a romero y tomillo llegamos a unos abrigos rocosos donde contemplar los restos de la pinturas tras una reja. Como siempre que hemos intentado contemplar arte rupestre, la búsqueda y el entorno siempre han superado a las propias pinturas, de las que quedan escasos restos, son curiosas escenas de caza que podemos reconocer por los paneles explicativos que les acompañan.
Contemplamos el valle del Bergantes con Zorita al fondo
Tras visitar la Balma quedamos con la reflexión sobre la gran importancia que los abrigos rocosos tienen en la cultura de toda la zona. En ellos pintaron los prehistóricos, no sabemos si con fines mágicos o como mera forma de expresión, pero también es en estos abrigos donde aparecieron milagrosamente figuras de vírgenes y donde lenvantamos templos que cuelgan sobre acantilados, como el de la Balma. El abrigo rocoso es un escondite que la naturaleza nos ofrece para defendernos de la naturaleza misma, pero un refugio frágil.
Se pueden contemplar curiosas escenas de caza
Ortells
Seguimos hacia el sur, dirección Morella y llegamos a la población de Ortells, una pedanía morellana. El pueblo está muy arreglado en la zona baja con casas de piedra usadas en vacaciones. La mayoría son de piedra y han tratado de conservar el aspecto general del pueblo. El centro de la población es la plaza mayor en la que se encuentra el imponente edificio del Palacio de los Brusa del siglo XV. Un enorme caserón con aspecto de invulnerable fortaleza, cuyas ventanas parecen puestas al azar y se protegen con fuertes rejas de hierro. Frente a él un edificio, centro social, con arcadas, cierra la plaza.
El palacio de los Brusa parece una invulnerable fortaleza
El otro gran edificio de la población es la Iglesia Parroquial de San Blas y Santa Magdalena, con muros de piedra lisos y una portada barroca añadida, el campanario cuadrado está rematado en punta y tiene reloj. Alrededor de la Iglesia hay una zona con casas casi abandonadas y balcones destartalados pero de encanto decadente, casi de pueblo abandonado.
Casas con encanto decadente, de pueblo abandonado
Tiene fama Ortells de una excelente gastronomía, de hecho es habitual que gentes de la provincia realicen excursiones los fines de semana para comer allí. Sus platos más conocidos son la coqueta de panoli y, para el duro invierno, la Olla de Ortells un chute de calorías contra el frío. Sin embargo nosotros decidimos comer en Forcall, nuestra siguiente parada.
El habla de esta localidad, una variante del valenciano-catalán, (catalán se entiende como dialecto occitano) es una de las más originales e interesantes de toda la frontera lingüística catalano-aragonesa. Los técnicos en lingüística se refieren a ella como "Parlar d'Aiguaiva" (Aiguaiva) y popularmente es conocida como "chapurriau". Presenta sus similitudes y diferencias con los pueblos cercanos.
En el vocalismo destaca la presencia del diptongo ia, que no es, como en el aragonés central, consecuencia de la diptongación de E breve latina, sino que parece está relacionado con la e abierta del catalán occidental y el valenciano, de la cual se considera un cambio espontáneo (cial, cielo; pial, piel; tiarra, tierra). Es decir, este diptongo ia parece que no tiene nada que ver con la etimología: sería un cambio espontáneo bastante tardío (tuvo que ser después del siglo XII, pues Aguaviva fue reconquistada en 1169 por Alfonso II de Aragón) que algunos han achacado a la influencia del mozárabe local. Por el contrario, la O breve evoluciona siempre a o: bona (buena). No existe seseo (zelles, cejas; zent, cien), por lo que contrasta con otras hablas catalanas en las que es normal, pero, además, en el habla de Aguaviva, igual que en Torrevelilla, La Ginebrosa (Chinebrosa) y La Cañada de Verich a la fricativa interdental sorda (falz, hoz, falce, fals pronunciado con z como en aragonés) se opone una africada interdental sonora dotze, doce, pronunciando más o menos como "dodde"; setze, pronunciado "sedde", etc.). Es común la e en los plurales (la casa/les cases; valenciano, asturiano) - el catalán tiene plural en as - y en los verbos (cantes, canten) y la pérdida de -o final (moliner, molinero; castell, castillo). Se conserva la s sonora [z]: casa [káza]. Pero, frente a las hablas catalanas vecinas, mantiene la -r final (ferrer, herrero; parlar, hablar). La x inicial(pero qué x, pedazo de idiotas como Tomasico Bosque?) o tras consonante se pronuncia como prepalatal africada sorda (chuflar por xuflar, colchó por colxó), pero se conserva la g-, j- inicial como fricativa sonora, por ej. en gent, junt, frente al valenciano, en que se hace africada.
Aiguaviva se situa a la confluència dels rius Guadalop i Bergantes, al límit històric dels regnes d'Aragó i de València. La població, estable fins al 1930, ha disminuït de més de la meitat des d'aleshores. El conreu de regadiu (400 hectàrees) aprofita les aigües del Guadalop a través de séquies administrades per una comunitat de regants. El secà (vinya, cereals i oliverar) ocupa unes 820 hectàrees, i a les terres no conreades (2800 hectàrees), cobertes en part de romaní i de carrasca, hi pasturen més de mil caps de bestiar, especialment oví i cabrum. Al s. XVIII tenia importància el conreu de moreres als marges de les feixes, les fulles de les quals eren destinades a la cria dels cucs de seda. Les terres de conreu estan força repartides i, en general, són explotades pels propietaris. La vila (677 hectàrees [1981], aiguavivans; 549 m alt), gairebé equidistants d'ambdós rius, fou reconquerida al final del s. XII per Alfons I de Catalunya-Aragó. Al temple parroquial de Sant Llorenç, del s. XVIII, són venerades quatre hòsties consagrades, les quals, segons la tradició, se salvaren de l'incendi que el 1475 destruí l'antiga església. Durant la Primera Guerra Carlina fou batuda a Aiguaviva, el 29 d'abril de 1838, la partida del guerriller carlí Lluís Badoy (batalla d'Aiguaviva).
El parlar d'Aiguaviva, al límit lingüístic del català amb el castellà, té unes característiques peculiars, que no es retroben exactament en cap altra població veïna, amb l'excepció de la Ginebrosa, a causa de l'aïllament de la vila de la resta del territori català (els seus habitants tenen més relació amb Morella i amb Alcanyís que no pas amb Vall-de-roures).
Té com a particularitats fonètiques davant el català general: manca dels fonemes [ɛ] [ɔ] el primer substituït, en determinats casos, per l'articulació [ja]: [pjál] per pèl; interdental fricativa sorda [θ] com a resultat de c davant e i i: (θẹles], (θiştéla] per celles, cistella; articulació apicointerdental africada sonora [d] com a resultat del grup de c davant e i i: [dọðe] per dotze; articulació d dels grups romànics contínua (l,n,r)+c davant ei i i: [dọņðẹla], [katorðe] per donzella, catorze, i inversió del grup tl procedent de t'l, que passa a ld: [ŕɔlde] en lloc de la forma rotlle o rotle.
Com a particularitat morfològica, cal destacar el fet que a la primera persona del singular del present d'indicatiu de la primera conjugació empren una <a>: jo canta.
El conocido como “chapurriau” o “Parlá de Aiguaviva” ha sido estudiado por numerosos lingüistas de todo el mundo, sorprendidos por su pervivencia y peculiaridades
. ¡Bien dicho! lo practica con los “aiguavivanos”, para acercarlo de manera divertida a los aragoneses.
El programa visita el colegio de esta localidad de poco más de 700 habitantes donde convive la lengua de los libros con la que los alumnos escuchan en casa. Da un paseo por sus comercios y, acude al campo y a la almazara municipal para descubrir lo que le da sentido a las torradetas.
Aguaviva tiene un lenguaje tan particular que no se parece al que hablan en La Ginebrosa, que está a 4 kilómetros. María de Miguel se encuentra con unos y otros en el puente que los separa para entender sus diferencias y tratar de reconciliarles.
Saluden en un bona tarda
lloc , Aiguaiva , fetge crugo , esporgá , oli, malles (borrasses), cadira, clau, silló (sofá), aquells chics chuguen , bé (ben) dit , cañada, lamines, sequillo, hort, l'hort, ahí tinc dos eixades, eixadella, aixadella,
l'hort, sil vols treballaR, ha de estar ben femat, precís, Aljerez (Bergantes), al jerez no, caballó, pataques, gorrino, sanC, arrós, borrifaldes, torçut (torcit),
jasco (aragonés, seco), salchiches de fira, contornada, el oli, olives, llaurar, fem, se replegue a ma y tamé se replegue en les maquinetes, duen com un batidó, rames, sostove,cauen les olives, caixes, estic llimpián la olivera, chitos (pullissos, chupones), molí del oli,
baixaven les olives de casa, les pesaven y les pujavej a dal y en tot lo graner se posave com un tall aixina de olives.
Amb aquesta carta de presentació, Aragón TV compta dins de la seva programació amb l’espai anomenat ¡Bien dicho!, que recentment dedicava un capítol al poble de la província de Terol Aguaviva, on els seus 700 habitants tenen una parla tan curiosa que “ha estat estudiada per nombrosos lingüistes de tot el món”.
En la gairebé mitja hora de programa la presentadora parla amb la gent del carrer, del mercat, el forner, els nens de l’escola, els pagesos i va descobrint paraules i frases pròpies d’aquesta població. La presentadora es mostra totalment sorpresa quan descobreix que a Aguaviva, o a Aiguaiva com li diuen els seus oriünds, anomenen als llibres, “llibres”; a les claus, “claus”; al raïm, “raïm”, (raím) a l’hort, “hort” i així fins a un llarg etcètera. (et cetera en latín) El més curiós no és només aquesta parla peculiar única en tot el món, sinó que els seus propis parlants en diuen “chapurreau” o “chapurriau”.
“Xampurrejar”, segons el diccionari de l’Institut d’Estudis Catalans, és “parlar molt imperfectament una llengua barrejant-hi mots, expressions, etc., d’una altra”.
En castellà, “chapurrear”, segons el diccionari de la Reial Acadèmia de la Llengua Espanyola, és “hablar con dificultad un idioma, pronunciándolo mal y usando en él vocablos y giros exóticos”. Per tant, els propis parlants han adoptat una denominació de la llengua pròpia que indica que és imperfecta, que no és la correcta, la normativa. L’única persona que mostra una mica de consciència lingüística de tots els aiguaivans que surten al programa és un home que porta una parada al mercat que diu que no parlen “ni català, ni valencià, sinó chapurriau”, tot i que després aclareix: “pero MOS entenem tots”.
Doncs vet aquí que gràcies a Aragón TV descobrim que existeix un poble a la Franja de Ponent que té una parla única al món on llapis es diu “llapis” i cadira, “cadira”. No sé a vosaltres, però a mi encara em cau la cara de vergonya. //Tos hauríe de caure la cara de vergoña per moltes atres coses, pero no ne teniu ni gota.//
Manel, no tothom a Aiguaviva parla en català, també parlen castellà, i molt més que en català.
Damià, t’agradaria que et diguessin ignorant per què no saps escriure correctament la llengua que parles?
Senyors, una mica més de criteri per fer els comentaris; considerin el català que es parla a Aiguaviva (que no és a La Franja) com una variant dialectal més del català, que potser caldria conéixer per ampliar el coneixement de la nostra llengua.
JoanC
12/04/2012 16:26
Tant de bo la televisió p’ublica Aragón TV tinguessin l’obertura mental de la Mònica. Començaria a desenvolupar-se un vertader interès per totes les llengües del món i apareixerien més Lévi-Strauss que estimularien la diversitat lingüística, en comptes de destruir-la.
Senyors… soc català però de pares d’aiguaiva i puc ben assegurar que el “chapurriau” al que fa referencia Arago TV es un dialecte del ctalà o del valencià però amb moltes diferencies, llegua que ha passat de pares a fills i que que té una llarga tradició.
D’aquesta manera crec que alguns dels que han opinat faltant al respecte demostren la seva falta de cultura i ser molt tancats de mires…
Damià, t’agradaria que et diguessin ignorant per què no saps escriure correctament la llengua que parles?
Senyors, una mica més de criteri per fer els comentaris; considerin el català que es parla a Aiguaviva (que no és a La Franja) com una variant dialectal més del català, que potser caldria conéixer per ampliar el coneixement de la nostra llengua.
D’aquesta manera crec que alguns dels que han opinat faltant al respecte demostren la seva falta de cultura i ser molt tancats de mires…