Mostrando entradas con la etiqueta Bernardo Oliver. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bernardo Oliver. Mostrar todas las entradas

viernes, 8 de julio de 2022

CARTA XXXIX. Conclúyese el episcopologio de la misma iglesia.

CARTA XXXIX. 

Conclúyese el episcopologio de la misma iglesia. 

Mi querido hermano: Varias veces he dicho que las reservas pontificias, por lo tocante a la provisión de obispados, comenzaron en España hacia la mitad del siglo XIV. De lo cual ofrece una nueva prueba esta iglesia, cuyo obispo electo Don Guillermo Sentmanat, no llegó a ser confirmado en ella; porque el papa Benedicto XII en 2 de Octubre de 1341, año VII de su pontificado, nombró a 

XI. D. Arnaldo de Lordato o Lordaco, obispo que era de Urgel. De esta elección dio aviso el papa al rey D. Pedro IV de Aragón. He visto y copiado las constituciones que hizo este prelado en el sínodo que celebró a 29 de Abril de 1343. Otra hizo con el cabildo de anniversariis in ecclesiâ ordinandis. Dotó a la catedral en 500 ducados para la construcción de una capilla, donde fue enterrado. El necrologio anuncia su óbito con estas palabras: V. non. Maii anno Domini M.CCC.XLVI. obiit reverendus, ac nobilis, Arnaldus de Lordato, episcopus Dertusens. A los cinco días de su muerte eligió el cabildo sin contradicción a 

XII. D. Fr. Bernardo Oliver, de la orden de S. Agustín, obispo que era de Barcelona. Fue breve su nuevo pontificado; mas hizo dos cosas harto memorables: 1.a comenzó la obra de la iglesia actual, poniendo él mismo la primera piedra a 21 de Mayo de 1347: 2.a hizo con su cabildo siete días después una constitución, en la cual se manda qtie así en la iglesia catedral como en todas las de la diócesis se canten solemnemente himnos a todas las horas diurnas y nocturnas, según la costumbre ya introducida en casi todas las iglesias del orbe cristiano: que en las antífonas O sapientia &c. no se diga el salmo Miserere mei &c.: que en adelante se celebre la fiesta de S. Agustín, de cujus regulâ sumus, con rito de seis cantores, y la de su traslación de cuatro cantores: que la fiesta del Corpus tenga octava solemne, como la de la Asunción de nuestra Señora; y por último, que las cuentas de los oficios, que solían darse dos veces al año, se diesen solamente una vez en todo el mes de Junio. Del mismo año 1347 son las constituciones de capellis et sepulturis: de vestibus et jocalibus episcoporum, et canonicorum: y de libris ecclesiae conservandis. La muerte de este prelado la anuncia así el necrologio: II. id. Julii obiit vener. Dominus Fr. Bernardus Olivarii, episcopus Dertusensis, ac magister in sacrâ paginâ, anno Domini MCCCXLVIII., quem fecit translatari vener. G. Oliverii, prior claustralis quondam. Nada más añade el sencillo epitafio que se puso sobre su sepulcro en la capilla de Santa Candia. Muerto este obispo, eligió el cabildo a D. Francisco de Monte Olivo, prior mayor de la iglesia. Mas ocurrió lo que con Sentmanat, que el papa nombró al obispo de Lérida

XIII. D. Jayme Cyon, el cual tomó posesión de esta silla a 24 de Diciembre de 1348. Entre otras memorias de este prelado hallo que hizo algunas constituciones en 1350: una de electione prioris majoris ecclesiae, en que manda sea elegido por compromiso y no por escrutinio: otra concebida en estos términos: Statuimus quod in diebus dominicis, in festis novem lectionum, et colendis, vel duarum caparum, introitus missaenon triplicetur, ut inter illa, et alia majora et praecipua festa differentia cognoscatur. 

No he hallado otro vestigio de este rito. Murió este obispo visitando su diócesis en la villa de S. Mateo a 18 de Octubre de 1351. No perdió el cabildo esta ocasión de recobrar sus derechos, y eligió segunda vez obispo a D. Francisco de Monte Olivo. 

De nada sirvió esta elección, sino para que el electo fuese promovido a la iglesia de Elna, donde murió a 12 de Octubre de 1354, como se nota en el necrologio. Al de Elna le trasladó el papa a Tortosa. Se llamaba 

XIV. D. Esteban, del cual nada sé sino que murió en Roma el año 1356: sucedióle 

XV. D. Juan Fabra, electo por Inocencio VI a 27 de Febrero de 1357. Antes de venir a esta iglesia, su vicario general Pedro de Urgel hizo con el cabildo varias constituciones dirigidas a la perfección del culto y de la vida regular. Entre las constituciones del sínodo que celebró en 1359 se manda quòd nullus praesbyter.... portet gladium vel ensem, seu maneresium in parte dextrâ, vel sinistrâ.... tabargia, sive mantanos... habeant. Permaneció en esta silla hasta 1362, en que fue trasladado a la de Carcassona. Sucedióle 

XVI. D. Jayme de Aragón, electo en la edad de veinte y un años por Inocencio VI. 

Del tiempo de este prelado, es a saber, del año 1363 es la constitución que establece el modo como debía ser llevada la santa cinta ad parterias, de lo cual hablaré de propósito en otro correo. En el año siguiente mandó que en todos los miércoles, a excepción de los de Adviento y Cuaresma, se rece de S. Agustín. En 1365 dotó suficientemente el oficio de lectoral, instituido por su antecesor D. Esteban. 

Otras muchas constituciones quedan de este obispo; entre las cuales quiero referir a la letra la siguiente: quòd in missâ non cantentur prosae nisi in festis duorum, aut quatuor, aut sex cantorum, et tunc non antiquae et longae, sed aliae pulchrae; cùm decentius sit celebrare officium missae spatiosè, quàm illud properando, occupari seu detineri tempus per dictas prosas antiquas et longas. Fue trasladado a la silla de Valencia al año 1369, y en el mismo le sucedió 

XVII. D. Guillermo de Torrellas, trasladado a esta iglesia de la de Barcelona por el papa Urbano V. Del 1371 he visto varias constituciones suyas, es a saber: quod tantum quatuor canonici ad studia mittantur: de cereis ante altare B. Mariae: quod canonici non fiant compatres absque licentiâ, nec intersint in nuptiis, nec in eis comedant: y la abolición de la subtesorería, oficio que obtuvo el último Juan Espuny. Adelantó mucho este prelado la fábrica de la iglesia, ya publicando indulgencias, ya aplicando varios réditos de beneficios como dije. Celebró un sínodo en 1378 a 4 de Mayo, en el cual ordenó que los sínodos se tuviesen en adelante en la dominica in albis, porque en la del pastor bonus ocurrían las ferias de Tortosa, con lo cual estaban incomodados los curas de la diócesis, por la escasez de habitaciones. Murió D. Guillermo a 16 de Febrero de 1379. En el testamento que otorgó dos días antes ante Pedro Sunyol, firma un Arnaldo Torrelles, que debía ser hermano suyo. En su entierro se gastaron 1575 sueldos en cera, como se ve en una apoca (ápoca en el texto; apocha : como un albarán, detalle de gastos) de Domingo Ciurana. Su epitafio en Santa Candia nada contiene de particular. A la muerte de este prelado siguió una larga vacante, ocasionada por el funesto cisma que tanto afligió a la iglesia de Dios en el remate de aquel siglo y principios del siguiente. El cabildo hizo de su parte cuanto pudo para recobrar su antiguo derecho; y efectivamente llegó a elegir obispo a D. Miguel Cirera, prior mayor de esta iglesia, el cual había sido vicario general del obispo D. Jayme de Aragón. Pero al cabo tuvieron que ceder el electo y los electores al nombramiento que Clemente VII hizo de 

XVIII. D. Hugo de Lupia y Bages, quien tomó posesión de esta silla a 4 de Febrero de 1387, y a 15 de Octubre del año siguiente ya celebró sínodo. En una de sus constituciones manda quòd rectores et vicarii utantur vestibus non nimis scotatis, longis, vel brevibus.... et non botonatis; ita quod botones non portent in dictis indumentis superioribus, sive sit gramasia (gramalla, gramalles), aut supertunicale, vel tabargium... Non utantur sotularibus nimis apertis, et scotatis, et sine puntis, seu restris, sed tantum apertis ut pes possit intrare. Establece en el mismo la fiesta de la concepción de nuestra Señora con rito de dos cantores, y que las horas diurnas y nocturnas en las tres ferias mayores se terminen con la oración Respice, conforme al uso introducido en otras iglesias de esta provincia. Otras constituciones hizo para la catedral en 1390, 93 y 98, las cuales se conservan en la colección de ellas que está en el archivo. Nada más sé de esta prelacía, que duró hasta fin del año 1398, en que Benedicto XIII (Luna) le trasladó a la silla de Valencia. A 1.° de Junio de 1399 eligió el cabildo para obispo a su prior mayor Juan Ciurana. El rey D. Martín quería que lo fuese D. Pedro de Luna; mas esto era contra la constitución de la iglesia, según la cual el electo debía ser canónigo reglar. Resolvió el papa en este negocio a favor del rey, dando en administración esta iglesia al mismo

XIX. D. Pedro de Luna, que la gobernó hasta que fue electo arzobispo de Toledo en 1407. En el mismo año le sucedió

XX. D. Francisco Clemente Pérez, trasladado en 1410 a la silla de Zaragoza. Tan escasas son las noticias que tenemos del sucesor 

XXII. Pedro de Luna, segundo de este nombre, el cual gobernó esta iglesia hasta fines de 1415. En tiempo de este prelado hizo el papa Luna la famosa reforma de esta catedral, de cuyas constituciones envío copia. También se tuvieron entonces en esta ciudad las célebres disputas entre cristianos y judíos, a las cuales asistió aquel papa, y de ellas tomó ocasión para formar la grande constitución, que publicó poco después en Valencia in favorem fidei nostrae, et in opprobium judaicae caecitatis. El original existe en este archivo, y una traducción lemosina en la biblioteca de mi convento de Valencia en un códice MS. de constituciones tarraconenses. A tan breves pontificados siguió uno, que duró cincuenta y ocho años, y fue el de

XXII. D. Otón de Moncada, electo a 21 de Diciembre de 1415: celebróse en su tiempo el famoso concilio provincial de Tortosa de 1429, presidido por el cardenal Pedro de Fox, legado de Martino V, cuyo objeto fue extinguir las reliquias del cisma, y reparar las quiebras que había padecido con aquella ocasión la disciplina eclesiástica. Había ya renunciado el antipapa Gil Muñoz en manos del mismo cardenal su supuesto derecho al pontificado a 14 de ese año, en la villa de S. Mateo; de donde pasaron a esta ciudad al sínodo, que comenzó el día 10 de Septiembre. El cardenal Aguirre publicó las actas y constituciones de este sínodo; y esto me consuela en la escasez de documentos que hay aquí sobre él. Sin embargo va copia de la convocatoria que expidió aquel legado omitida por Aguirre. La saqué del original que se guarda en el archivo de la iglesia de Segorbe. En el año 1432 celebró nuestro prelado sínodo en Ulldecona, cuyas constituciones, con las correcciones que parecieron oportunas, renovó en el que tuvo el año siguiente en Tortosa a 1° de Febrero. Van copiadas. Otras hizo para el gobierno de la iglesia en distintas ocasiones: en una de ellas ordenó que nadie fuese admitido por canónigo de esta catedral, que no fuese graduado en derechos o teología, y profeso ya cinco años en la vida reglar de S. Agustín. Hallóse D. Otón en el concilio Basileense, y fue creado cardenal de Santa Potenciana por el antipapa Félix V; por donde se ve haber sido de los que se mantuvieron en Basilea, y se opusieron a la traslación del concilio a Ferrara, mandada por el papa Eugenio IV. Sábese que este papa aprobó todas las creaciones de cardenales que el cismático había hecho: y así el nuestro fue siempre reconocido por tal. Durante su ausencia de esta silla, que fue como de cuatro años, gobernó la iglesia D. Bernardo, obispo Caratense, el cual consagró el altar mayor del nuevo templo en 1441. Dicen que fue D. Otón muy liberal con su iglesia: murió a 20 de Febrero 1473.

XXIII. D. Alonso de Aragón, hijo del conde de Ribagorza y maestre de Calatrava, fue promovido a esta silla por Sixto IV a 31 de Julio del año 1475, a los 20 de su edad. Tomó posesión de ella a 21 de Agosto del año siguiente por medio del arzobispo de Cáller, que estaba en esta ciudad. Esto dicen Macip y Martorell. Mas yo hallo algunas constituciones capitulares hechas por los vicarios generales del cabildo en sede vacante en el año 1477. No constan las cosas que debió de hacer para bien de su diócesis, aunque su pontificado duró hasta 1512, en que fue trasladado a la metrópoli de Tarragona. Con esta ocasión fue electo D. Fr. Juan de Enguera, dominico, obispo que era de Lérida; mas por haber muerto en Valladolid antes de tomar posesión, no se cuenta en este catálogo. Fue luego nombrado

XXIV. D. Fr. Luis Mercader, cartujo, del cual sólo sé que tomó posesión a 13 de Enero de 1514, y que murió de allí a dos años por el mes de Junio. Seguidamente eligió el cabildo al noble D. Luis de Cardona; y esta es la última vez que intentó este cuerpo recobrar sus derechos. Estaba ya concordado el patronato real; y así sin hacer caso de esta elección fue nombrado por el rey

XXV. Adriano de Florencia, deán de Lovaina y maestro de Carlos V. Tomó posesión a 18 de Noviembre de 1516, y antes de cumplirse el año fue creado cardenal título SS. Joannis et Pauli, por el papa León X, a quien sucedió en la silla de San Pedro a 26 de Enero de 1522. Estaba entonces el electo en Victoria, adonde fueron para cumplimentarle por parte de esta iglesia Miguel Boteller, camarero, Francisco Oliver, prior claustral, Juan Pellicer, sacrista, Juan Llaurador, canónigo, y el M. Fr. Baltasar Sorió, dominico, lectoral de la misma. Viniendo después el papa por Zaragoza a Tortosa asistió de pontifical a las primeras vísperas del Corpus a 18 de Junio, y últimamente se hizo a la vela en Tarragona a 6 de Agosto. Retuvo esta silla hasta poco antes de morir, en que la dio a 

XXVI. D. Guillermo Enchifort, su datario, y cardenal como el de S. Juan y S. Pablo: se mantuvo en Roma, donde murió en 1534 como dice Alfonso Chacón. Sucedióle 

XXVII. D. Fr. Antonio de Calcena, de la orden de S. Francisco. Tomó posesión a 5 de Octubre de 1537, y murió a los dos años de su gobierno. Otros dos estuvo vacante la silla hasta 29 de Julio de 1542 en que entró a ocuparla

XXVIII. D. Gerónimo de Requesens, del cual conserva esta iglesia la corrección del breviario que ordenó de nuevo, y se imprimió en León de Francia por Dionisio Herseo en 1547 a expensas de Bartolomé Masía. Es graciosa y estimable la prefación de este libro. Nada más sé de aquel prelado sino que murió en Barcelona a 21 de Noviembre de 1548. Pasados cinco años le sucedió

XXIX. D. Fernando de Loazes, natural de Orihuela, y obispo que había sido de Elna y Lérida: en 1560 fue trasladado a Tarragona, y el mismo año fue provisto

XXX. D. Fr. Martín de Córdoba y Mendoza, religioso dominico: tomó posesión a 1.° de Diciembre de ese año, y poco después partió al concilio de Trento, llevándose consigo por teólogos al camarero de esta iglesia Mateo Boteller, y al M. Fr. Pedro Satorre (igual que Latorre, de ipsa turre : torre),  dominico. El cabildo le señaló en 14 de Octubre de 1561 cien ducados cada año de los que estuviese ausente por tan justa causa. Subscribió al concilio, y vuelto a su iglesia la gobernó hasta el 1574, en que fue trasladado a Córdoba su patria. Sucedióle otro religioso de su orden, que fue 

XXXI. D. Fr. Juan Izquierdo, el cual había sido lector de esta catedral, y provincial de su provincia, a 21 de Julio del mismo año. En el siguiente 1575 celebró un sínodo, cuyas constituciones publicó su sucesor el señor Márquez de Prado. Fabricó a su costa la iglesia del colegio de su orden de esta ciudad, en la cual está enterrado; sobre su sepultura se hallan estos versos: (*borroso)

Qui summâ cum laude sui bis rexit habenas

Ordinis, antistesque fuit Dertusae, et egenis

Perfugium, fratris recubant hic ossa Joannis

Hizquierdi; felix animus migravit olympum.

Obiit 30 Septembris 1585.

XXXII. D. Juan Terés, natural de Verdú en Cataluña; fue trasladado a esta silla de la de Elna en 1586, y apenas comenzó a mostrar en ella su celo pastoral, fue promovido en el año siguiente a Tarragona. Le sucedió luego

XXXIII. D. Juan Bautista Cardona, natural de Valencia, obispo de Vique, y uno de los sabios más acreditados de su tiempo, el cual ayudó con sus luces a Felipe II en la formación de la biblioteca escurialense (Escorial), sobre lo cual imprimió un tratadito intitulado de regia S. Laurentii bibliothecâ (San Lorenzo): en que sobre las ideas necesarias para aquella empresa, se hallan noticias de bibliotecas particulares y códices raros. Gobernó esta iglesia solos dos años, y murió en Valencia a 30 de Diciembre de 1589. Está enterrado en el claustro junto a la puerta por donde se entra a la iglesia: y en lo alto de la pared se halla este letrero: Joannes Baptista Cardona, vir suorum temporum eruditissimus, primò Ausetanae (Ausonia: Vich, Vique), secundò Dertusanae ecclesiae episcopus, hic conditur. Vitâ functus III. cal. Jan. 1589.

XXXIV. D. Gaspar Punter, natural de Morella, canónigo de esta iglesia y su prior claustral, comenzó el gobierno de ella a 21 de Febrero de 1590. Grandes memorias quedan del amor y liberalidad con que trató este prelado a su esposa. Apenas hay iglesia en toda la diócesis que no tenga alguna muestra de ello. En la catedral costeó la preciosa y bien entendida reja del coro, y también la del altar mayor gastando en estas y otras obras más de 10 (símbolo parecido a la @)ducados de oro; fundó un monte de piedad para remedio de los males y escasez que padecían los labradores. Consagró la iglesia a 8 de Junio de 1597, y desde entonces se celebra la fiesta de su Dedicación en la dominica II del mismo mes, no estando impedida con la octava del Corpus. También entendió en reformar los ordinarios de la iglesia de acuerdo con el cabildo, quien nombró a D. Gerónimo Tersá, arcediano de Culla, y al canónigo D. Jayme Miró; imprimiólos en Valencia en 1592. Murió este gran prelado a 13 de Mayo de 1600: sepultáronle delante de las gradas del presbiterio, donde se lee este epitafio, que ciertamente desdice de su literatura:

Gaspar obiit cum Punterius, qui rexerat annos 

Bis quinque hanc sedem (hic illius ossa cubant): 

Mille sequebatur jam sexcentessimus annus

Lux decima et Madii tertia mensis erat. 

XXXV. D. Fr. Pedro Manrique, de la orden de S. Agustín, tomó posesión de esta silla a 30 de Abril de 1601, y la gobernó hasta el 1611, en que fue electo arzobispo de Zaragoza. Era muy estimado de Felipe III, quien le nombró su virrey en todo el principado de Cataluña. Le sucedió

XXXVI. D. Fr. Isidoro Aliaga, dominico, en 25 de Agosto de 1611, y antes de cumplirse el año fue trasladado a la iglesia de Valencia. Poco más duró el pontificado de

XXXVII. D. Alfonso Marques de Prado, natural de Segovia; es a saber, desde 3 de Agosto de 1612 hasta 1626, en que le promovieron a la iglesia de Cartagena. Tuvo un sínodo en 1615, el cual imprimió poco después con este título: Constitutionum synodalium *Dertus. partes V, compilatae sub episcopo Dertusensi Alphonso Marques de Prado. = Valentiae ap. *Petrum Patricium Mey 1616, 4.° Contiene también las que hizo su antecesor D. Fr. Juan Izquierdo en el sínodo de 1575. Fue su sucesor 

XXXVIII. D. Luis de Tena, canónigo de Toledo, y tomó posesión a 26 de Octubre de 1616. Fue muy liberal con esta iglesia, y devotísimo de la reliquia de la santa Cinta, cuyo actual relicario hizo a sus expensas, como se ve en las inscripciones que en él se grabaron; y aun quiso ser enterrado en la capilla de esta advocación. Murió a 26 de Septiembre de 1622. Su epitafio dice así: 

His nostrae aetatis futurae et gloria Tenae

Praesulis ossa cubant, spiritus astra colit. 

Sucedióle un prelado muy ilustre, que fue

XXXIX. D. Agustín Espínola, genovés, cardenal de S. Cosme y S. Damián; era entonces de 27 años, tomó posesión en el de 1613 a 12 de Abril. El año siguiente vino a su iglesia, y debió traerse consigo el cuerpo del niño S. Clemente mártir, que le había dado urbano VIII, el cual regaló después a esta catedral: dio además quinientas libras para la nueva custodia trabajada por los plateros Aloy Camañes y Agustín de Roda: puso la primera piedra de la actual iglesia parroquial de Santiago. Todo esto y mucho más hizo en solos dos años, hasta que fue trasladado a la silla de Granada a 16 de Octubre de 1625. Tres años estuvo esta iglesia sin pastor, hasta que tomó posesión de ella en 7 de junio de 1628

XL. D. Justino Antolínez de Burgos, deán que era de Granada. Gobernóla hasta 9 de Julio de 1637 en que murió, sin que podamos referir ninguna particularidad del tiempo de su prelacía. 

XLI. D. Juan Bautista de Campana, napolitano, tomó posesión de esta iglesia a 25 de Enero de 1641. Era General de la orden de S. Francisco, y quiso ser consagrado en esta catedral por los obispos de Lérida, Segorbe y el auxiliar de Valencia. Pasó al obispado de Puzol en Nápoles, no se sabe cuando, porque tampoco consta el año en que fue electo obispo de esta iglesia D. Francisco Aguilón y Sentís, camarero de la misma, el cual no llegó a tomar posesión. Lo que se sabe es que ya en 1656 era obispo 

XLII. D. Fr. Gregorio Parcero, Benedictino y natural de Tuy, obispo que había sido de Elna y Gerona, y que murió de más de 100 años en el de 1663. Fue su sucesor 

XLIII. D. Fr. Josef Fageda, de la orden de S. Gerónimo, natural de Vique, y obispo antes de Gerona. En tiempo de este prelado se comenzó la capilla de nuestra Señora de la Cinta, en que brilla más la naturaleza que el arte; puso él mismo la primera piedra. Murió de edad de 77 años en el de 1685. Le sucedió en el mismo año 

XLIV. D. Fr. Severo Tomás Auther, natural de Puigcerdá, de la orden de Santo Domingo, y obispo que era de Gerona: celebró dos sínodos, uno en 1687, y otro en 1696, cuyas constituciones publicó él mismo en un volumen con una prefación latina. Falleció en el año 1700, y fue enterrado en el convento del Rosario de esta ciudad. 

A proporción que nos acercamos a nuestros tiempos, son más escasas las noticias de estos prelados. Algunos elogios que aquí quedan, son más académicos que históricos. 

Lo contrario sucede en los prelados del siglo XII; vamos adelante. Llamábase el sucesor 

XLV. D. Silvestre García Escalona, natural de Almonacid, del cual no se conserva más memoria que la de su traslación a Salamanca en 1714: tuvo por sucesor a 

XLVI. D. Juan Miguélez de Mendaña y Ossorio, de la casa de Astorga, el cual tomó posesión el año siguiente, y dentro de dos años murió de vuelta de un sínodo provincial celebrado en Gerona.

XLVII. D. Bartolomé Camacho y Madueno fue promovido a esta silla por Felipe V en 1716 a los 27 de su edad; era natural de Montoro, diócesis de Córdoba, y canónigo lectoral de Palencia: tomó posesión de allí a dos años, y en su largo pontificado dio grandes muestras de celo pastoral y amor a la disciplina eclesiástica y a sus ovejas; por lo cual renunció constantemente el obispado de Palencia en 1749. Falleció a 1.° de Abril de 1757. No eran menores las esperanzas que daba por sus grandes prendas el sucesor 

XLVIII. D. Francisco Borrull, natural de Valencia, y canónigo de aquella iglesia; pero a los diez meses de su pontificado murió visitando la diócesis en la villa de San Mateo a 5 de Agosto de 1758. Sucedióle de allí a dos años

XLIX. D. Luis García Mañero, natural de Sotillo, diócesis de Osma, y canónigo de Santiago; fue trasladado a Zaragoza a fines de 1764. A 22 de Abril del siguiente ya tomó posesión el sucesor 

L. D. Bernardo Velarde y Velarde, natural de Santillana, diócesis de Santander, doctoral de Sevilla: entró en esta ciudad el día 8 de Octubre del mismo año 1765, y en 1779 fue trasladado a la metropolitana de Zaragoza. En Agosto del mismo año fue nombrado para esta silla 

LI. D. Pedro Cortés (Cortes en el original) y Larraz, natural de Belchite (Cortes de Aragón, pueblo, está a unos 42 km) en Aragón, y arzobispo que era de Guatemala: tomó posesión de ella a 4 de Febrero del siguiente, y la gobernó hasta fines de 1786, en que retirándose a Zaragoza renunció el obispado, y murió de allí a poco, día 7 de Julio. Sucedióle 

LII. D. Victoriano López Gonzalo, natural de Terzaga, diócesis de Sigüenza: era obispo de la Puebla de los Ángeles. Apenas tomó posesión de su silla, padeció Tortosa grandes males con la furiosa inundación del Ebro, que destruyó sus campos, y arruinó gran multitud de casas, aun dentro de la ciudad. Fue esto en Octubre de 1787. Buena ocasión para que el obispo mostrase su celo y caridad con su nueva esposa

De aquí le trasladaron al obispado de Cartagena a principios del 1790. Le sucedió el actual prelado 

LIII. D. Antonio Josef Salinas y Moreno, natural de Hellín, diócesis de Cartagena, de la orden de S. Francisco, cuyo Comisario general había sido. Tomó posesión en 29 de Julio mediante procurador, e hizo su entrada pública a 19 de Diciembre del mismo año 1790. Si algún sujeto curioso y laborioso de los muchos que hay en este cabildo no se toma el trabajo de continuar históricamente el episcopologio de la iglesia, vendrá tiempo en que apenas se sabrá si han existido algunos de estos prelados. Respecto de los cuatro últimos a duras penas hubiera podido hallar las épocas de sus pontificados, si no fuera por la curiosidad de Don Juan Bautista Peña, penitenciario de esta iglesia, que reside en ella desde el año 1765.

Debo prevenirte que no esperes noticia separada de los sínodos de esta iglesia, supuesto que ya la he dado hablando de los prelados que los presidieron, con expresión de lo particular y más notable que contienen: ahí envío copias de todos ellos que hablarán por mí (a). A Dios. Tortosa &c. 

lunes, 20 de diciembre de 2021

Biblioteca valenciana. ESCRITORES DEL SIGLO XIV.

BIBLIOTECA VALENCIANA.

ESCRITORES DEL SIGLO XIV.

FRAY ARNALDO DE ROSIGNOL.

1314.

Religioso Mercenario, conventual del convento del Puig, cerca de Valencia, de quien habla Nicolás Antonio (1: Biblioteca Vet. tomo 2, lib. IX, cap. 2, núm. 69), manifestando, que según se decía, escribió cerca de los años 1314: 1 Commentarium ad cap. Nunquam de consecratione distinct. 5 in Decreto Gratiani contra otium Religiosorum.

Cuyo manuscrito, asegura el Ilmo. Arzobispo Hydruntino D. Gabriel Adarzo y Santander, existía en el mismo Monasterio del Puig, en carta que escribió a D. Nicolás Antonio, como lo dice este en el lugar citado.


PEDRO DE VILLARRAS.

1322.

Jurisconsulto valenciano, de familia muy ilustre; puede creerse estudió en Bolonia, según el número de los muchos españoles que acudían a cursar a su Universidad: se graduó de doctor en leyes, en que salió tan ilustrado, que su ciencia le proporcionó el cargo de Juez de Corte del Rey D. Jaime II de Aragón, y conociendo este Monarca su gran talento para manejar también los asuntos políticos, le envió dos veces, la última en 1322, por su Embajador a las Señorías de Florencia y Luca, y a otras ciudades para tratar sobre la conquista de Cerdeña y Córcega, según lo refiere Zurita, lib. V, cap. 24, núm. 8, y otros. Compuso: 1 Notae super Foris Regn. Valentiae.

Manuscrito, en la librería sel señor Borrull.

Se ciñó sólo a ilustrar los de Don Jaime I.


PEDRO CALBET.

1329.

Jurisconsulto valenciano, y como a tal, fue nombrado Jurado en 1329. De este autor se halla memoria en el tomo de los antiguos Privilegios de Valencia, fol. LXXXII, pág. 2, col. 1, en donde dice: Petrus Calbet Iurisperitus; y en las Cortes celebradas el mismo año en Valencia por el Rey D. Alfonso I, se lee al principio: En Pere Calbet.

En las glosas sobre los Fueros de Guillermo Jaffer, se dice escribió:

1. Comentarios sobre los Fueros de Valencia, manuscrito. Véase a Bayer en las notas a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 146.


GUIDO DE MONT-ROCHER.

1333.

Juan Alberto Fabricio (2: Mediae et infimae latinit. tomo 3, pág. 133), León Alacio (3: En su Apes urbanae) y Posevino (4: Biblioteca selecta), con el mismo Fabricio, Bibliot. graeca (5 : Tomo X, pág. 786, núm. LVIII. Dissert. de Georgiis), lo hacen de nación francés, siendo ciertamente catalán o valenciano; a juicio del Sr. Bayer, en sus notas a la Biblioteca Vetus, tomo 2, pág. 155, omnino Valentinus aut Catalanus. Pero es muy regular fuese de nuestro reino, cuando dedicó su obra al Obispo de esta Diócesis, cuyo pueblo no había cumplido un siglo después de su abrazamiento con la fe. Escribió: 1. Manipulus Curatorum. Libro que repetidas veces se imprimió en latín, y fue traducido al griego en el año 1333, por Jorge Coriliano, como lo asegura Alacio. Dedicó su autor esta obra a D. Raimundo Gastón, obispo de Valencia.

Además de las ediciones de París de 1473, de otra sin nombre de impresor ni lugar, hecha en 1484, en Venecia 1491, y Antuerpia (1570), alabadas por Fabricio; hay otra hecha en Zaragoza 1475, con este título: Incipit Manipulus curatorum compositus à Guidone de Monteroteri sacrae theologiae profesore; con muchísimas que se hicieron en el siglo XV, y que por no ser molesto no inserto.

La dedicatoria de la edición de Zaragoza, empieza: “Reverendo in Christo patri ac Dño. Dño. Raimundo divina providentia sancte valentinae sedis Episcopo suorum devotorum minimus Guido de Monteroteri cum devota et humili recomendatione se totum suis obsequiis mancipatum... Hec autem attenta vigili meditatione perpensans, sequens opusculum de instructione neophitorum curatorum composui. Quod quidem opusculum ad vos qui estis sacrosante ecclesiae luminare perclarum...” Más extensamente puede verse en la pág. 123 de la Tipografía Española del P. Méndez.

El Sr. Bayer, en las notas a la Vet. de D. Nicolás Antonio, nos da noticia de estas dos ediciones de Zaragoza de 75, y 84, (ambas existen en la biblioteca real; y a más dice: que en ella hay un códice en pergamino bastante antiguo, el que escribió, como se lee en el mismo, un cierto Alfonso Segoviense, por lo que falsamente se le atribuye: las palabras escritas en él son: “Alfonso Segoviensi in loco de Ajofrin Toletanae Diocesis anno MCCCCXLV exaratum” empieza: Reverendo in Christo &c. como hemos ya notado.

Él mismo manifiesta que dedicaba esta obra a Raimundo, Obispo de la Santa Iglesia de Valencia, lo cual conviene con el tiempo del gobierno de este Mosen Raimundo Gastón, que empezó a ser Obispo en el 1312, continuaba en el de 1333, en que se escribió dicha obra, y no murió hasta el 18 del mes de Junio de 1348.


D. FR. BERNARDO OLIVER.

1348.

Ximeno, tomo 1, pág. 10.

Fue hijo de la ciudad y convento de S. Agustín de Valencia. Añadimos a lo que de este autor habla la biblioteca referida, que la obra notada en el núm. 5.° Exercitatorium mentis ad Deum, existe en un códice manuscrito en la librería del Escorial, let. b, armario III, núm. 3 (tom. 1, pág. 211) con este título:

1. Exercitatorium mentis in Deum, ad Raimundum Gastonem Episcopum Valentinum: por ello se ve, no estar dedicada la obra a Don Rodrigo, obispo de Valencia, como dice Ximeno, citando a Nicolás Antonio: error que no creyó.

Se halla también en la misma biblioteca, let. b, armario III, núm. 19 (tomo 1, pág. 206) traducida esta obra por un anónimo, con el siguiente título: Espertamento o levantamento de la voluntad en Dios. Cuatro libros. Añádense a sus obras:

2. Tractatus contra Iudaeos. Existe en la biblioteca real de Francia, tomo III, pág. 365, cod. 4230. Véase al Ilmo. Sr. Bayer, en las notas a la bibliot. Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 155.


ARNAU DE MORERA.

1348.

A este autor coloca D. Nicolás Antonio (1) entre los escritores de tiempo incierto, haciéndole catalán e ilustrador de las costumbres y usajes de aquel Principado; siendo así que fue valenciano, y de tan gran mérito, que el Rey D. Pedro II, o IV de Aragón, enterado de su gran ciencia, le dio el importante cargo de Baile General de este Reino, en el año 1336; le confió varios delicados encargos, y satisfecho de su gran desempeño, le promovió a Vice-Canciller suyo.

Fue muy celebrada su integridad; pues habiendo convocado el Rey, en el año 1347, a veinte y dos teólogos y jurisconsultos de los más acreditados en su Reino, para que juntándose en Valencia, declarasen a quien, en caso de morir, pertenecía la corona; no obstante de estar el Rey decidido a favor de su hija Doña Costanza, y conocer la terribilidad de su genio contra los que no seguían sus ideas, manifestó que no podía succeder la misma; y lo apoyó en gravísimos testimonios, de que se irritó tanto el Rey, que le quitó el empleo de Vice-Canciller; lo que le proporcionó crédito en todas partes. Escribió: 1. Notae super Foris Regni Valentiae, las que trabajó por los años de 1340.

Hacen memoria de nuestro autor, Zurita (1: Libro VIII de sus Anales, cap. V.), alabándole con grandes elogios; y Abarca (2: Tomo 2, folio 103 v. en D. Pedro II, cap. IV, núm. 2.) le elogia por su sinceridad en aconsejar al Rey.


JAIME CABALLER, GUILLEM ANDREU, JUAN ALEPÚS.

1350.

Jurisconsultos valencianos, de quienes apenas nos queda más memoria que la de haber sido licenciados en leyes, y de los que nos da noticia en las notas que puso el Ilmo. Sr. D. Francisco Pérez Bayer a la Biblioteca Vetus de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 147, col 1, allí nos dice: que fueron Anotadores a los Fueros de Valencia, y como casi coetáneos de D. Juan Ximénez de Salanova, del que se trata el año 1369: me ha parecido colocarlos a la mitad del siglo XIV.


JAIME CONESA.

Valenciano Protonotario real. Ximeno, tomo 1, fol. 12, hablando de este autor, dice que Morlá refiere estas palabras: (3: Morlá in Praefat. Empor. pág. 4.) Jacobus Conesa Protonotarius Regius, Graecorum, et trojanorum res gestas, Ilii eversionem toties ab antiquis Poetis decantatam, patrio sermone Valentino, non sive ingenti industria, et arte donavit. En prueba de ser cierto cuanto nos dice Morlá, añadimos: que en la preciosa biblioteca del Excmo. Sr. Marqués de Dos Aguas, hay un ejemplar manuscrito de la referida obra, con este título:

Guerres troyanes per en Jac. Conesa, protonotario del Rey d'Aragó.


GINER O JANER (GENARO) RABAÇA.

1358.

Que llamaremos el padre, para distinguirlo del hijo, de quien se hablará después.

Fue de una familia muy distinguida: se aplicó a la jurisprudencia, en que hizo grandes progresos, pero se contentó sólo con el grado de licenciado en leyes, de que constantemente usaba; y con el cual se distinguía del hijo, que se titulaba siempre Doctor en leyes: y los copiantes de los comentarios, para no confundir las obras de uno con las del otro, ponían al fin de las de aquel: Rabaça P., y al de las de este: Rabaça F.

Mereció especiales confianzas a esta ciudad, habiéndole empleado en su gobierno, nombrándole por su Jurado en los años 1325, 33 y 57.

Asistió también, en representación de la misma, a las Cortes celebradas por el Rey D. Pedro II en Valencia (no Pedro II de Aragón, padre de Jaime I), los años de 1342, y de 1349. Y conociendo que el Rey, que necesitaba tener cerca de sí un sujeto de su ciencia y recomendables circunstancias, le nombró consejero suyo; cuyo cargo ejercía en el año 1358, según demuestra el Privilegio 88 del Aureum Opus Privil. fol. 125. Escribió: 1. Comentarium in aliquas leges jur. civil. Al cual se refiere en el que trabajó sobre los Fueros.

2. Notae super Foris Regn. Valentiae.

3. Un largo comentario del Fuero único, Rúbr. 5 de las Cortes de 1358, sobre poder dejar cada uno los bienes a quien quiera, excepto a los generosos.

Parte de esta obra, existe manuscrita en la copiosa librería del Sr. Borrull.


ARNAU JOAN.

1363.

Abogado valenciano, graduado de doctor en leyes; lo que consta por la memoria que hace de este escritor al año 1351 el Aureum Opus, Privil. Civ. et Regni Valentiae, donde al folio CXX, pág. 1, col. 2, se firma: Arnaldo Iohanis legum Doctori per Nos (habla el Rey D. Pedro II) deputato; y folio 126, part. 1, col. 2: Micer Arnau Iohan doctor en leis; y en las Cortes celebradas a 20 de febrero 1348 en Valencia, se lee: N'Arnau Ioân doctor en leis tudor del noble En Ramonet de Ruisech. 

Hubo nuestro Arnau de estudiar también en Bolonia, como otros muchos españoles. Su grande ciencia e integridad atrajeron la voluntad del Rey, que le honró con diferentes comisiones, como fue: encargarle a fines del año 1348, la averiguación de los daños ocasionados por los de la unión, a los que defendían la parte del Rey (1): conferirle el empleo de asesor del tribunal del gobernador (consta por la obra que después citaremos al núm. 3); y elevarle al de consejero suyo, siéndolo ya en el año de 1358, según demuestra el Privil. 88, folio 126 del Aureum Opus. &c.

Se equivocó Ximeno, tomo 1, pág. 16, col. 2, en asegurar que este Comentador de los Fueros fue Jurado de Valencia en 1411; pues ni podía vivir en dicho año, ni siendo Consejero del Rey, servir el destino de Jurado, ni hubo jurado alguno del nombre de Arnau.

Como Ximeno no examinó las obras de este autor, cometió otro error, asegurando que las trabajó juntamente con Jaffer, cuando las mismas demuestran que lo hizo separadamente; y según varias razones que ha tenido presentes, y manifestando el erudito Sr. Borrull, deduciéndolas de sus mismas obras, las formó desde el año de 1358 hasta el de 1363.

Zurita (2: Lib. VII de los anales, capítulos 33 y 54), hacia el fin, hablando de este autor, dice que escribió:

1. Notae super Foris Reg. Val.

2. Quodque non competat Judici Ecclesiastico laicos corporaliter neque pecuniare punire aut multare ob crimen sacrilegii &c.

Es una juiciosísima y muy fundada disertación con el referido título.

3. Lo stil de la Gobernació. En lemosín, que existe al fin del libro de los antiguos Fueros de Valencia, impresos en 1482, donde se firma Arnaldus Johannes legum doctor.


FR. GUILLERMO ANGLÉS.

1368.

Ximeno, tomo 1, pág. 12.

Religioso Dominico, natural de Valencia.

Con el motivo de haber visto, y aún por una casualidad tenido en mi poder la obra qe refiere de este autor, y existe en la exquisita librería de la Catedral de Valencia, me ha parecido dar con más individualidad la noticia de tan precioso manuscrito. Empieza pues así: “In nomine Domini incipit Expositio de Ordine Missae sumpta à multus dictis Sanctorum doctorum, compilata à Reverendo Domino Fratre Guillermo Anglesii de Ordine fratrum Praedicatorum, Lectore Sedis Valentiae.” 

Llega dicha exposición hasta el fol. 107, donde dice: “finito libro sit laus gloria xpto. Amen. Manus scriptoris requiescat fessa laboris, que manus Guillermi de pomerada nots. complevit scribere psentem reportattes. reverendi religiosi fratris Guillelmi Anglesii, lectoris Sacre Sedis Valencie sup. tractatum misse in Civitate Valentina die mercurii decima januarii anno a nativitate domini millesimo quadrigentesimo vicesimo.”

Al dicho folio 107 vuelta, hay esta rúbrica: In nomine Sanctae Trinitatis, Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Comença la exposició breu gramaticalment, en romanç del Canon y del himno angélico del Sanctus.

Esta exposición en lengua valenciana, comprende 15 folios. Siguen las oraciones que dice el Sacerdote al revestirse, y después una exposición de las rúbricas. Faltan algunas hojas. De esta obra y de su autor, hace memoria el P. Fr. Francisco Guzmán, franciscano, en su libro de Recta sacrificii oblatione et caeremoniis ad Missam, que imprimió en León en 1542, folio 44, pág. 2.


JUAN EXIMENS (O XIMÉNEZ) DE SALANOVA.

1369.

Jurisconsulto valenciano, por ventura hijo del célebre Eximens Pedro Salanova, también Jurisconsulto, del cual habla el Ilmo. Pérez Bayer en las notas a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, tomo 2, pág. 146, col. 1, nota 1; así como también en la siguiente página trata de nuestro autor. Se graduó de licenciado en leyes; constando dársele este título en la sentencia publicada en Valencia en 15 de septiembre de 1369, que se contiene en el Aureum Opus. Privil. Civ. et Regni Valentiae. Escribió después de los años de 1360: 1. Notae super Foris Regni Valentiae.


GUILLEM JAFFER.

1372.

Generoso natural de Valencia, doctor en leyes; distinto del que habla Ximeno, tomo 1, pág. 16, al año 1411.

Ha habido tres de este nombre: el primero, Juez de Corte en 21 de mayo de 1298, según es de ver por el Privil. folio 140 v. del Aureum Opus Privil. Civit. et Regni Valentiae; y no puede ser este el comentador de los fueros, pues cita en ellos a Bartolo, y no podía ejecutarlo habiendo nacido 15 años después de aquel, en que se hallaba juez de corte.

El tercero es el que trae Ximeno en la página expresada, que fue jurado en esta ciudad en los años de 1380, 85, 89 y 95.

El segundo es del que hablamos en este artículo. Fue hijo o sobrino del primer Guillem Jaffer; estudió en la universidad de Bolonia, habiendo tenido por maestro a Jacobo de Bellvís (Bellovisu), a quien cita varias veces con tanto respeto, como es decirle: Dominus meus Jacobus de Bellovisu; y después de graduado de doctor en leyes (de cuyo dictado usaba frecuentemente), se restituyó a Valencia; y adquirió desde luego un gran concepto, habiéndose acreditado de excelente jurisconsulto en el patrocinio de varias causas. Fue nombrado jurado de la ciudad en los años 1330, 66, 67 y 72.

Asistió en estamento militar en las cortes celebradas por el Rey Don Pedro II en esta ciudad, año 1342; y se halla su firma en la impresión de las mismas del de 1482: escribió sus Comentarios a los Fueros, desde dicho año hasta el de 1349, como lo acredita no citar en ellos fuero ni privilegio posterior a los de 1348; y esto mismo descubre no poderse atribuir la obra a otro sujeto, ni más antiguo, ni más moderno; y así ni tampoco al otro de quien habló Ximeno, al año 1411.

Habiendo conocido el Rey su gran mérito, lo eligió consejero suyo, de cuyo título usa en la obra, núm. 3.

Su ciencia ha merecido en todos tiempos mucho aprecio, y en prueba de ello, le citan y se valen de sus escritos, Belluga, León, Matheu &c. Escribió:

1. Commentarium in Leges Juris Romani. Manuscrito.

2. Notae super Foris Regni Valentiae; a saber: a los de D. Jaime I, y de Alonso II. Manuscrito. Y en su lengua patria:

3. Declaracions dels duptes sobre los furs nous, fetes per Miser Guillem Jaffer. Manuscrito que existe en la biblioteca del Sr. Borrull. Trabajó esta obra a instancia de Don Pedro Thous, Maestre de la Orden militar de Montesa; declarando qué especie de jurisdicción se concedió en las Cortes de Valencia, celebradas en esta ciudad en 1329, a los que fundasen lugares de 15 casas en heredad suya, dentro del término de otra villa: cuya jurisdicción se llamó Alfonsina, con alusión al nombre del Rey que la sancionó; y cuya política idea facilitó la fundación de un gran número de lugares, y muchas ventajas a la población y a la agricultura en este Reino.


DOMINGO AIMERIC.

1373.

Jurisconsulto valenciano, y sujeto tan acreditado, que ya en el año 1342 tenía alguna representación y adquirido mucho concepto; y por ello Valencia le dio poderes para asistir en su nombre a las Cortes, que en dicho año habían de celebrarse en

esta Ciudad, como lo ejecutó, firmándose con la adición de jurisconsulto, en las ordenanzas que hay después de los Fueros, y antes de los actos de Corte; así se lee en la edición de las mismas, y de los Fueros, hecha en 1482. En 1344, fue nombrado jurado de la ciudad de Valencia. Ilustró con sus: 1. Comentarios a los fueros. Que hizo después de haberlos esplanado Morera y Jaffer por lo que arbitramos colocarle posterior a estos.


EN MARTÍ DE TORRES.

1376.


Valenciano jurisconsulto muy acreditado, de quien hizo Valencia las mayores confianzas; pues en 1357, titulándole Savi en dret (sabio en el derecho), le nombró Asesor del Justicia Civil; en 1359, por uno de sus Síndicos, para disponer lo que pareciese conveniente, con motivo de la guerra con el Rey de Castilla Don Pedro el  cruel; en 1362, por uno de los doce Síndicos que, en representación de esta Ciudad, debían asistir al Parlamento que dispuso el Rey D. Pedro se celebrase por D. Alfonso Conde de Ribagorza, en su nombre; y en 1376, fue jurado en esta Ciudad, en cuyo año el Rey Don Pedro IV de Aragón, por la fidelidad de la gente de Valencia; en la guerra que tuvo con Castilla, coronó las dos LL de las armas de la Ciudad: según consta en el 2.° libro de Bartolomé Villalva, notado a fojas 88. Escribió:

1. Anotaciones a los Fueros de Valencia. Manuscrito que se conserva en la librería del Sr. Borrell.


PEDRO JUAN MARTORELL. (Joanot Martorell)

1383.

Caballero valenciano, de quien Ximeno habla en el tomo 1, pág. 12, diciendo que el libro Tirant lo blanc se imprimió en Valencia año 1480; pero el P. Méndez en su Tipografía Española, manifiesta que fue impreso en 1490, citando el ejemplar que se guarda en la biblioteca de la Sapienzia de Roma, que poco ha vio (dice) el P. Mtro. Fr. Isidro Hurtado, Agustino, quien ha escrito una noticia individual de dicho libro, que se podrá ver en el del P. Méndez, pág. 72, el cual en la pág.115, dice que se imprimió también en Barcelona año 1497 en folio: edición que otros varios bibliógrafos mencionan, añadiendo ser en letra de tortis, y en lemosín; la que podemos contar por la segunda de la referida obra. 

Esta se tradujo al castellano con este título: Los cinco libros del esforzado e invencible caballero Tirante el Blanco de Rocasalada, Caballero de la Jarrotorra, el cual por su alta Caballería alcanzó a ser Príncipe y César del Imperio de Grecia.

Libro en folio, letra de tortis, a dos columnas, y 288 fojas: al fin se lee: A loor y gloria de nuestro Señor, y de la bendita Virgen María su Madre y Señora nuestra, fue impreso el presente libro del Caballero Tirante el Blanco, en la muy noble Villa de Valladolid, por Diego Gumiel, acabóse á XXVIII de Mayo del año MDXI.

El mismo Ximeno, en el apéndice a las adiciones, tomo 2, pág. 374, dice: que Juan Bautista Souchay tradujo y publicó en francés la referida obra; tal vez será distinta de la que con el siguiente título he visto, y es: Historie du vaillant Chevalier Tirant le Blanc, traduit de l'espagnol. A Amsterdam chez Westein et Smith, 12.° 3 tomos. Sin año ni nota de traductor.

También Lelio de Manfredi lo tradujo al italiano, y hay tres ediciones: en Venecia por M. Federico Torregiano 1538, en 4.°. La segunda también en Venecia, por Dominico Sarri, 1566, en 3 tomos en 12.° Y la tercera sin lugar ni nombre de impresor, en 1611, 8.°, 3 tomos.

La cuarta parte de esta historia, que dice Ximeno fingió haberla traducido a la misma lengua valenciana, Martín Juan de Galla, debe decir Gralla: equivocación que no enmienda en la fe de erratas.

http://www.cervantesvirtual.com/portales/joanot_martorell_i_el_tirant_lo_blanc/traduccions/

MOSEN ANTONIO VILARAGUT.

1388.

Caballero valenciano, del que dice Escolano, que el Rey D. Juan I de Aragón, le hizo su Mayordomo, y agració por sus servicios con la merced de la baronía de Dos Aguas, en Privilegio dado en Monzón a 11 (o 2 en números romanos) de diciembre de 1388.

Tradujo al lemosín, y dedicó a dicho Rey: 1. Las diez tragedias de Séneca, de las que sólo he visto y tenido la primera, que es: Ercules (Hércules) y Medea, manuscrito en folio, de letra del siglo XIV.

Este códice seguramente contenía las nueve restantes tragedias, porque además del argumento de dicha primera tragedia, que no tiene frontis, y parece no haberlo tenido nunca, empieza sin la primera letra inicial: a primera tragedia conté la gran furor de Ercules. Sigue el argumento de la segunda, que es: Thiestes é Atreu: la tercera de Thebaris: la cuarta, Ipolit: la quinta, Edipo: la sexta de Troas: la séptima, Medea, la octava, Agamenon: la novena, Ortonia; y la décima de Ercules Octhon, axi nomenat per la selva Othea, en la cual morí.


ANTONIO RIERA.

Presbítero valenciano, de quien habla D. Nicolás Antonio, diciendo (1: Nicol. Ant. Bibliot. Vet. tomo 2, pág. 124, col. 2): que un tal Eimerico fue acusado por Riera, de enemigo de la doctrina de Raimundo Lulio ante Benedicto XIII cuando estaba la Silla en Aviñón, y que mandando comparecer Eimerico, se declaró, después de un solemne examen, por católica la doctrina de Lulio, no encontrando en ella nada de cuanto se le imputaba. Esto sucedió en el año 1395; pero nada nos dice de que compusiese obra alguna nuestro Riera, y debemos a la perspicaz diligencia del erudito Sr. Don Francisco Pérez Bayer que nos diese esta noticia en las notas que puso a la Biblioteca Vet. de D. Nicolás Antonio, en el tomo y página insinuados, diciendo: que en la Biblioth. Regis Galiarum, tomo III, pág. 381, códice 3171, está notada entre los escritos de Nicolás Eimerico, la obra siguiente: 1. Incantatio studii Ilerdensis super XX. articulis per quondam Antonium Riera studentem Valentinum ut defertur, inibi disseminatis. 

También habla de este autor, Quietif y Echard, Ord. Proedic.


JAIME MARCH.

1396.

Poeta valenciano, de quien hablaremos copiando puntualmente lo que nos suministró nuestro erudito paisano D. Francisco Cerdá, en sus notas al canto del Turia, de Gil Polo, pág. 294, impresión de Madrid de 1778, dice pues: “Jaume March, del cual hasta ahora no teníamos la menor noticia, pero nos la ha suministrado nuevamente D. Tomás Sánchez, bibliotecario de S. M. en las eruditas notas a la citada Carta del Marqués de Santillana, impresa al principio del tomo 1 de la apreciable colección de poesías castellanas anteriores al siglo XV, pues en la pág. 77, dice: que el año de 1371 vivía Jacme March (que acaso sería abuelo o tío de Ausias) del cual se conserva en la biblioteca de la Santa Iglesia Metropolitana de Sevilla, let. AA, tab. 144, núm. 39, un códice manuscrito en folio de letra del siglo XIV, con este título: “Libre de concordançes, de rimes è concordans, appellat dictionari (diccionari de rims); e primerament tracte de les vocales, e apres de les mudes, seguent l'ordre del ABC. 

Sigue: “Presentació e prolech del libre de concordances apellat dictionari, ordenat per en Jacme March á instancia del molt alt e poderós Senyor En Pere per la gracia de Deu Rei d'Aragó e fonc fet en l'any MccccLxxi (1471).       

Este libro (como se ve, continúa Cerdá) es un diccionario de consonantes y asonantes para el uso de los poetas, y contiene veinte y seis folios.” Fue mandado hacer, según se ve, por el Rey D. Pedro de Aragón (IV), llamado el ceremonioso. Es asimismo un arte de trobar, adornado de coplas que sirven de ejemplar para las reglas, y además contiene un corto poema de cincuenta versos de a diez sílabas cada uno.

Muy conducente hubiera sido publicar dicha obra a beneficio de la poesía lemosina, por ser un códice tan antiguo, y por ello estimable, pudiendo acomodar aquí lo que dice el P. Sarmiento: (1: Núm. 789 pág. 357) Memorias para la historia de la poesía. “Yo quisiera noticias antiquísimas, y del tiempo anterior a la imprenta, o cuando más acá, que comprendan todo el siglo XV.” De cuya época es dicha obra; pudiendo quejarse nuestros literatos con más razón de lo que se lamenta el P. Sarmiento, en el citado libro (2: Núm. 865, pág. 395): porque no se hubiese vuelto a imprimir la obra de Mosen Fenollar, poeta valenciano, donde dice: “Este libro precioso por la antigüedad de la impresión, y por lo notable del asunto, debiera reimprimirse entre tantos como cada día se reimprimen; y con su publicación, recibiría nuevas luces la historia de los poetas de este siglo decimoquinto.”

Si así sentía este celoso escritor la escasez de una obra, de la que por haberse impreso, han visto la luz pública, ¿cuánto más sensible deberá ser, ver una obra de nuestro idioma y patria, en manos del todo ajenas, y con débiles o ningunas esperanzas de que se publique?

En la Capilla del claustro mayor del Convento de Predicadores de Valencia, que tenía por titular a S. Pedro, y está al lado del Capítulo, a la parte de la Epístola, hay un sepulcro, en el que se ven armas de March y de Esplugues, con la inscripción siguiente, que por la era en que se hizo, parece ser de nuestro autor. Es como sigue:

ACI JAU LA HONORABLE MADONA

GUILLEMONA DESPLUGUES MULLER QUE

FON DEL HONORABLE MOSEN JACME MARC

QUI MORI LANY DE NOSTRE SENYOR Mcccc.

Como la muerte de esta señora sucedió en 1400, arbitramos colocar a nuestro March en el de 1396.


FR. DOMINGO AGRAMUNT.

1400.

Religioso dominico, natural de Valencia, de linaje noble: ilustró su sangre con las letras y virtudes. Son pocas las memorias que se conservan de sus hechos; sabemos sólo que tomó el hábito en el convento de Santo Domingo de esta ciudad, que fue Doctor Parisiense y Catedrático de Teología en la universidad de Lérida, que después reunió a la de Cervera, año 1717, por Felipe V, la que se estableció por la extinción de aquella y la de Barcelona. Escribió: 1. Commentarii super libros tertium et quartum Mag. Sententiarum. Así lo aseguró Fr. Juan Micón, como lo notó el Maestro Antist, al último del tratado de Viris illustribus Prov. Aragoniae de Fr. Baltasar Sorio (1: Del que habla Ximeno, tomo 1, col. 2, pág. 133, núm. 11), como puede verse en el Convento de S. Onofre, Religiosos Dominicos. Añade allí mismo que floreció por los años de 1400.

El. P. Echard, Bibliot. Script. Ord. Praedic. (2: Tomo 1, pág. 708) le atribuye un Tratado sobre la Salve Regina; pero es incierto que sea de Agramunt, porque su verdadero autor es Fray Pedro de Canals, como lo dice Diago (3: En la Historia de la Provincia de Aragón, lib. 1, cap. 21); y lo mismo hace Echard, pág. 749, hablando de Canals. Quizá este bibliógrafo no comprendió la índole de la lengua española.

Ximeno, en el tomo 2, pág. 234 de sus escritores valencianos, artículo de Fr. José Agramunt, rehúsa contar entre ellos a Fr. Domingo, y reprende a Rodríguez, porque en la pág. 113 le puso como escritor; y el fundamento de que se valió Rodríguez, que es el mismo que yo tengo, es indubitable. “Lo he visto por mis ojos (me aseguró D. Jaime Villanueva, antes religioso del orden de Santo Domingo), y copiado auténticamente en la biblioteca del convento de S. Onofre.” Y en esto no cabe duda, y me admiro verdaderamente, que un escritor tan exacto como Ximeno, diga que en las bibliotecas de la Orden no se halla que hubiese escrito nada; porque Echard, en el lugar arriba citado, hace mención de él, aunque equivocadamente, como dije, le atribuye lo que no es suyo.

Siglo XV