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domingo, 30 de agosto de 2020

Rossello Arrom, el catalán es un dialecto.

rosselloarrom wordpress el-catalan-es-un-dialecto

La construcción nacional catalana se levanta sobre mentiras y uno de los pilares sobre el que se edifica esta gran farsa es la lengua. El catalán es un invento reciente del siglo XX a través del cual los pancatalanistas han adornado sus reivindicaciones, victimismo e historia inventada.

¿Cuatro barras?

A imagen y semejanza del nacionalismo alemán, el catalanismo tiene vocación colonial. Descartada la base racial, el único instrumento que le permite expandirse en su imaginado lebensraum es el idioma. El único problema es que nunca existió esa lengua por lo que para legitimar las aspiraciones pancatalanistas fue necesario construirla con los retazos de un idioma de frontera nacido en el Imperio Carolingio, el lemosín. En la misma fundación de España, en la Marca Hispánica, la lengua lemosina descendió con la reconquista por todo el levante español y se fundió con el habla de cada lugar alumbrando diferentes dialectos.

Rossello Arrom, el catalán es un dialecto.


Una lengua no codificada y fragmentada en variantes que arraigaron en territorios dispares e incluso aislados como en el archipiélago balear hasta la autodesignada reinaixença. Incluso entonces, el fundador del Institut d’Estudis Catalans presidía la Diputación provincial de Barcelona desde la que se creó esta institución (18 de junio de 1907) que se convertiría con el tiempo, y por Real Decreto, en la autoridad única sobre el catalán en “todos los lugares de lengua y cultura catalanas” (sic). Antes de que se iniciara este proceso en 1833, Buenaventura Carlos Aribau, uno de los impulsores de la Reinaxença, escribía en su Oda a la Pàtria  que “en llemosí sonà lo meu primer vagit”.

Del proceso de normativización de la lengua se expulsó a todos aquellos que no compartían la visión catalanista y el mallorquín Antonio María Alcover tuvo que publicar por su cuenta el Diccionari català-valencià-balear. No tenían cabida en el catalanocentrismo que terminaría imponiéndose con la Gramática (1918) y el Diccionario (1932) inventados por el ingeniero industrial Pompeyo Fabra. La gran obra de un planificador barcelonés con la que se ha cometido un verdadero genocidio cultural que los valencianos han conseguido limitar gracias a la creación de una autoridad lingüística alternativa a la implantada desde Barcelona.

Gramática (1918) y el Diccionario (1932) inventados por el ingeniero industrial Pompeyo Fabra.


En Mallorca, el artículo salado ya solo se conserva en el habla popular de la gente. Desde las organizaciones pancatalanistas regadas con dinero público (balear y catalán) se ha perseguido su uso. La Universidad de las Islas Baleares ha actuado como cómplice necesario para barnizar de cientifismo este acoso cultural dictando que, salvo en situaciones “marcadamente informales”, se utilizará el artículo “literario” o “estándar”. Eso mismo nos obligaban a aprender en las escuelas, e incluso para conseguir el título de catalán exigido para optar a la mayoría de puestos de funcionario el artículo salado se tacha como “incorrecto” en los exámenes. La propia página web de lo que antes se conocía como “Junta Avaluadora del Català” deriva a recursos lingüísticos que dependen directamente del gobierno catalán. Una invasión de terciopelo que ha uniformizado todos los dialectos del lemosín para asimilarlo a la variante catalana tildando a todas las demás de “vulgares”.

Los pancatalanistas han “normalizado” también los topónimos procurando borrar todo rastro del artículo salado que cuestiona la unidad de la lengua impuesta desde el siglo XIX por el Instituto de Estudios Catalanes. El rodillo pancatalanista no ha respetado ni las calles del casco antiguo de Palma de Mallorca aunque todavía pueden encontrarse  rastros de la lengua de nuestros abuelos.

Costa de SA pols

La “Costa de sa pols” es una de esas calles en las que la antigua placa con el artículo salado ha sobrevivido. Muchas placas de las calles con su nombre en mallorquín que sobrevivieron al franquismo no han conseguido resistir al pancatalanismo democrático”.

El catalán es un dialecto, Ausias March era valenciano y, Raimundo Lulio, mallorquín. Los catalanes pueden seguir hablando en su dialecto que los mallorquines seguiremos hablando el nuestro, como ya escribió Mossén Alcover “que no s’escandalisin els nostres mallorquins catalanistes de que diga aquí llengo i no llengua” porque en Mallorca hemos sido aragoneses, independientes o españoles pero nunca, nunca, catalanes. Hemos soportado muchos años de neocolonialismo pancatalanista y ya es hora de que volvamos a escribir en mallorquín en lugar de usar el dialecto de Barcelona.

Rossello Arrom, el catalán es un dialecto.

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La construcción nacional catalana se levanta sobre mentiras y uno de los pilares sobre el que se edifica esta gran farsa es la lengua. El catalán es un invento reciente del siglo XX a través del cual los pancatalanistas han adornado sus reivindicaciones, victimismo e historia inventada.

¿Cuatro barras?

A imagen y semejanza del nacionalismo alemán, el catalanismo tiene vocación colonial. Descartada la base racial, el único instrumento que le permite expandirse en su imaginado lebensraum es el idioma. El único problema es que nunca existió esa lengua por lo que para legitimar las aspiraciones pancatalanistas fue necesario construirla con los retazos de un idioma de frontera nacido en el Imperio Carolingio, el lemosín. En la misma fundación de España, en la Marca Hispánica, la lengua lemosina descendió con la reconquista por todo el levante español y se fundió con el habla de cada lugar alumbrando diferentes dialectos.

Rossello Arrom, el catalán es un dialecto.


Una lengua no codificada y fragmentada en variantes que arraigaron en territorios dispares e incluso aislados como en el archipiélago balear hasta la autodesignada reinaixença. Incluso entonces, el fundador del Institut d’Estudis Catalans presidía la Diputación provincial de Barcelona desde la que se creó esta institución (18 de junio de 1907) que se convertiría con el tiempo, y por Real Decreto, en la autoridad única sobre el catalán en “todos los lugares de lengua y cultura catalanas” (sic). Antes de que se iniciara este proceso en 1833, Buenaventura Carlos Aribau, uno de los impulsores de la Reinaxença, escribía en su Oda a la Pàtria  que “en llemosí sonà lo meu primer vagit”.

Del proceso de normativización de la lengua se expulsó a todos aquellos que no compartían la visión catalanista y el mallorquín Antonio María Alcover tuvo que publicar por su cuenta el Diccionari català-valencià-balear. No tenían cabida en el catalanocentrismo que terminaría imponiéndose con la Gramática (1918) y el Diccionario (1932) inventados por el ingeniero industrial Pompeyo Fabra. La gran obra de un planificador barcelonés con la que se ha cometido un verdadero genocidio cultural que los valencianos han conseguido limitar gracias a la creación de una autoridad lingüística alternativa a la implantada desde Barcelona.

Gramática (1918) y el Diccionario (1932) inventados por el ingeniero industrial Pompeyo Fabra.


En Mallorca, el artículo salado ya solo se conserva en el habla popular de la gente. Desde las organizaciones pancatalanistas regadas con dinero público (balear y catalán) se ha perseguido su uso. La Universidad de las Islas Baleares ha actuado como cómplice necesario para barnizar de cientifismo este acoso cultural dictando que, salvo en situaciones “marcadamente informales”, se utilizará el artículo “literario” o “estándar”. Eso mismo nos obligaban a aprender en las escuelas, e incluso para conseguir el título de catalán exigido para optar a la mayoría de puestos de funcionario el artículo salado se tacha como “incorrecto” en los exámenes. La propia página web de lo que antes se conocía como “Junta Avaluadora del Català” deriva a recursos lingüísticos que dependen directamente del gobierno catalán. Una invasión de terciopelo que ha uniformizado todos los dialectos del lemosín para asimilarlo a la variante catalana tildando a todas las demás de “vulgares”.

Los pancatalanistas han “normalizado” también los topónimos procurando borrar todo rastro del artículo salado que cuestiona la unidad de la lengua impuesta desde el siglo XIX por el Instituto de Estudios Catalanes. El rodillo pancatalanista no ha respetado ni las calles del casco antiguo de Palma de Mallorca aunque todavía pueden encontrarse  rastros de la lengua de nuestros abuelos.

Costa de SA pols

La “Costa de sa pols” es una de esas calles en las que la antigua placa con el artículo salado ha sobrevivido. Muchas placas de las calles con su nombre en mallorquín que sobrevivieron al franquismo no han conseguido resistir al pancatalanismo democrático”.

El catalán es un dialecto, Ausias March era valenciano y, Raimundo Lulio, mallorquín. Los catalanes pueden seguir hablando en su dialecto que los mallorquines seguiremos hablando el nuestro, como ya escribió Mossén Alcover “que no s’escandalisin els nostres mallorquins catalanistes de que diga aquí llengo i no llengua” porque en Mallorca hemos sido aragoneses, independientes o españoles pero nunca, nunca, catalanes. Hemos soportado muchos años de neocolonialismo pancatalanista y ya es hora de que volvamos a escribir en mallorquín en lugar de usar el dialecto de Barcelona.

miércoles, 13 de junio de 2018

Buenaventura Carlos Aribau




D. Buenaventura Carlos Aribau, 1817, ensayos poéticos

En llemosí sonà lo meu primer vagit
quan del mugró matern la dolça llet bevia;
en llemosí al Senyor pregava cada dia
e càntics llemosins somiava cada nit.
Si quan me trobo sol / no em trobo / parl amb mon esperit,
en llemosí li parl, que llengua altra no sent....



Carlos Buenaventura Aribau


Bonaventura Carles Aribau (1844), oli de Joaquim Espalter i Rull (1809-1880), a la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi de Barcelona.
1844, oli de Juaquín Espalter Rull (1809-1880), a la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi de Barcelona.

Buenaventura Carlos Aribau Farriols (Barcelona4 de novembre de 1798 - 27 de setembre de 1862) va ser un escriptoreconomistapolítictaquígraf i funcionari català.
Era fill d'un comerciant. 


Escrigué textos en castellà, català, llatí i italià. Del llemosí no diuen res a la wikitroles - viquipèdia, no es d'estranyar JA JA :)




Amb una enorme curiositat intel·lectual, va estudiar retòrica i poètica al Seminari Conciliar.

No acabà els estudis d'hidroestàtica, estàtica i física experimental a la Junta de Comerç, a causa de greus problemes familiars. Amb dinou anys, l'any 1815, va ser un dels fundadors de la Societat Filosòfica i va publicar Ensayos poéticos. L'any 1820 va participar de manera entusiàstica a la revolució que va iniciar el Trienni Liberal de Riego. Aleshores va col·laborar amb el Diario Constitucional tot iniciant-se en el periodisme, i també s'inicià en política en esdevenir secretari de la Diputació de Lleida (1823). En aquella època va ingressar a l'Acadèmia de les Bones Lletres (1820) i el 1823 era un dels cofundadors i redactors d'El Europeo, el primer gran projecte català del periodisme romàntic. Bon nom per a un diari català, però s'haguès pogut anomenar l'Europeu, o lo Europeu.



Escultura d'Aribau feta per Manel Fuxà i conservada al Museu Víctor Balaguer.

Escultura d'Aribau feta per Manuel Fuxà i conservada al Museu Víctor Balaguer.

En aquest sentit, es considera que va rebre influències de l'escriptor italià romàntic Alessandro Manzoni, qui va fundar la revista Conciliatore. Aribau, a més, va suggerir al seu amic Juan Nicasio Gallego traduir Manzoni al castellà. Aribau també compartí amistat amb l'escriptor i advocat Ramon Muns Serinyà. Resident a Madrid des de 1826 per treballar com a home de confiança a la casa de comerç de Gaspar Remisa Miarons, va escriure a El Corresponsal, diari proteccionista fundat el 1839 pel mateix Remisa i del qual fou director, així com a La Nación, La España, El Tío Vivo, La Tribuna de los Economistas i El Correo Español. En aquestes publicacions va utilitzar, a més del seu nom, els pseudònims «Jacinto Arístides» i «Ubariso». Va fundar la col·lecció Biblioteca de Autores Españoles juntament amb Manuel Rivadeneyra i va preparar-ne algunes obres de Cervantes i los Moratín. A partir del 1837 el seu fervor liberal es va situar a les files del Partit Moderat, però oposant-se sempre a la dretanització que exigia l'ala dels antics carlins: de fet el 1844 era dels que es negava a modificar la Constitució de 1837. Va ser nomenat director general del Tresor el 1847, de la Junta de Duanes i Aranzels el 1850 i de cases de moneda, mines i propietats de l'Estat espanyol el 1852; a més, també va ser secretari de la Intendència de la Casa Reial i Patrimoni el 1857 i bon amic de l'economista Luis María Pastor Rodríguez. Va viure els seus darrers anys en una casa del tercer pis del número 36 de la Rambla dels Caputxins, de Barcelona, on va morir el 27 de setembre de 1862. Fou enterrat al Cementiri del Poblenou; les restes, dipositades en la capella, desaparegueren en l'incendi i profanació de 1936, cosa a agrair a Luisico Companys.



La seva obra poètica en llemosí, tot i la seva escassetat, fou renovadora. El 1833 va aparèixer el poema La pàtria. Trobes (sic) després rebatejat simplement com a La Pàtria i que és àmpliament conegut com a Oda a la Pàtria, publicat al diari El Vapor, considerada com l'obra iniciadora del moviment cultural de la Renaixença.
El poema és un cant d'enyor a la terra de naixement escrita per al seu patró, el banquer Gaspar de Remisa, que com ell també residia a Madrid.
Eixes són algunes de les seves obres:
  • Ensayos poéticos (1817)
  • Libertad, libertad sacrosanta, himne revolucionari (1820)
  • La libertad restaurada, col·laboració amb altres autors (1820)
  • A la señora Leticia Cortesi (1821)
  • La Pàtria (1833)
  • All'eximia artista cantante Manuela Oreira Lema de Vega, che dimorava nella casa contigua a quella dell'autore (1840)
  • A la virgen de los Dolores (1845) traducció d'Albert Pla, a la verge dels Dolors (2018)
  • A la Srta. Maria Dolors de Belza
Cal dir que si bé la seva obra literària ha estat àmpliament estudiada, també va publicar en diaris i revistes diversos manuscrits de temàtica econòmica i políticoeconòmica de tendència genuïnament proteccionista que en general han rebut una atenció menor per part dels investigadors. Bona part de la seva obra roman inèdita en forma de manuscrits i esborranys.
  1.  «Bonaventura Carles Aribau». L'Enciclopèdia.cat. Barcelona: Grup Enciclopèdia Catalana.
  2.  Nota d'aclariment sobre la data de defunció
  3.  Diccionari d'Història de Catalunya. Barcelona: Edicions 62, 1998. ISBN 84-297-3521-6, p. 58, entrada: "Aribau Farriols, Buenaventura Carlos"
  4.  Casasús, José MaríaPeriodisme català que ha fet història. Proa, 1996, pp. 21-23.ISBN 84-8256-232-0.
  5.  LletrA. «Bonaventura Carles Aribau». Universitat Oberta de Catalunya i Institut Ramon Llull.
  6.  «Societat Filosòfica». L'Enciclopèdia.cat. Barcelona: Grup Enciclopèdia Catalana.
  7.  Montoliu, Manuel de. Aribau i el seu temps. Alpha, 1962, p. 58. ISBN 978-84-9859-095-1.
  8.  Isidor Cònsul Llorenç Soldevila. Antologia de poesia catalana. Sisena. Proa, 2006, pàg. 87. ISBN 978-84-8437-809-9.
  9.  Agustín Durán SanpereLa galeria de catalans il·lustres, dins Barcelona i la seva història. L'art i la cultura. Barcelona: Curial, 1975 p. 458-461