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viernes, 10 de marzo de 2023

XVII. Epitafio sapientísimo doctísimo varón Antonio Agustín, Cesaraugustano, Gerónimo Ezquerra

XVII.

Epitafio al sapientísimo y doctísimo varón D. Antonio Agustín, Cesaraugustano, Arzobispo de Tarragona, hecho por Fr. Gerónimo Ezquerra, Carmelita descalzo, Aragonés. (Vid. pág. 39.)

“Oye Agustín la fama de un Antonio,

y herido de la gloria que le inflama,

dio en una voz de entrambos testimonio.

Qué es esto, amigos? Los indoctos (clama)

se levantan, y osados ese cielo

nos arrebatan con perpetua fama?

Nosotros fabricando de cerbelo

en nuestra carne y sangre revolcados

yacemos miserables en el suelo.

Con nuestras letras y doctrina hinchados

andamos tras el aire; cuando aquellos

son por el aire al cielo levantados.

Qué nos importa con soberbios cuellos,

frente arrugada, y arrogantes labios,

buscar el nombre que aborrecen ellos?

Aquellos son los verdaderos sabios

que saben con doctísima ignorancia

trocar en alabanza sus agravios.

Dejemos pues, amigos, la arrogancia,

juntemos el estudio de inocencia

con el de la elocuencia y elegancia.

Esta fue de aquel Padre la sentencia:

juntar contra las fuerzas del demonio

de Antonio y Agustín virtud y ciencia.

Tú, célebre Agustín, piadoso Antonio,

que en letras y piedad de aquesta junta

un vivo das al mundo testimonio:

Cuando por su memoria nos pregunta,

le podrás responder con la memoria

que en ti quedó del uno y otro junta.

Del gran Egipcio la piedad notoria,

y el labio del doctísimo Africano

en ti compiten una misma gloria.

Dígalo el foro superior Romano,

que de tu sacra trípode suspenso

oráculo esperaba soberano.

El pastoral cayado, tanto ascenso,

las graves legaciones de Alemaña,

medida corta de un valor inmenso.

El valor que a un Fernando, de la extraña, 

a un Príncipe Filipo de la nuestra

a toda gente acepto te acompaña.

La docta pluma en altos vuelos diestra,

la verdad a la ley restituida

con llave de sus títulos maestra.

La cana antigüedad reflorecida,

nuestro siglo con ella en su tesoro

y la futura edad enriquecida.

El sacro, el docto, y el piadoso coro

que en Lérida, Alifán, Sicilia y Trento,

tu pecho admiran con igual decoro.

El huérfano, el desnudo y el hambriento,

el sabio, el ignorante, el rico, el pobre,

y todos juntos con un mismo acento

Harán que el nombre de Agustino sobre-

puje la edad y la común miseria

mal defendida en bien fundido cobre.

La cabeza levanta Celtiberia,

y el honor de tal hijo comunica

a los maternos límites de Iberia.

Salduba aquesta gloria se adjudica, (Salduie, Caesaraugusta, Zaragoza)

y por el de Agustín con el de Augusto

el título de Augusta ya duplica.

Pues ni el vigor pacífico y robusto

del César pudo hacerla más ilustre

que el pecho de un varón tan sabio y justo.

También le cabe parte de este lustre

a la mayor del mundo insigne Atenas,

Con que de nuevo su grandeza ilustre.

Pues pisando de Tormes las arenas,

de otras tantas grandezas con su nombre

dejó las musas de su escuela llenas.

Ni menos ennoblece su renombre

a la colonia Julia vencedora,

donde encerró en su edicto a Dios un hombre (a).

Al sucesor de Fructuoso adora

su cátedra, metrópoli de España,

con que el antiguo título mejora.

Del Tirrénico lago que la baña,

del circo, foro, emporio, anfiteatro,

y otras ruinas de grandeza extraña.

Solo a su Antonio saca en su teatro

después de Eulogio, Augurio, y Fructuoso,

cuyo fue sucesor cincuenta y cuatro.

Tú, espíritu gentil y glorioso,

que en el empíreo alcázar sublimado

gozas seguro de inmortal reposo:

Si admite aquesa paz algún cuidado,

tenlo del patrio suelo, de la Silla

que honraste, que ocupaste venerado.

Y al que buscando la verdad sencilla

para entender las leyes, y explicallas

en tus profundas páginas se humilla;

Al que adorando sacras antiguallas,

piedras, letreros, cifras, inscripciones,

tus Diálogos revuelve, y tus Medallas;

A todos los ardientes corazones

que en las reliquias de tu ingenio y vida

buscan ingenio y vida a sus acciones,

Acúdeles, Antonio, sin medida,

alcanzándoles luz sobreeminente

de caridad en Cristo reducida

para contigo amarle eternamente.”

(a) En tiempo de este buen poeta andaba muy valida la autoridad de que César publicó en Tarragona el famoso edicto del censo que comprendió a S. Joseph y su Sma. Esposa. El cit. Flórez, t. 25, nos ha desengañado.

jueves, 4 de febrero de 2021

Ensayo de un Diccionario aragonés-castellano

ENSAYO
DE UN
DICCIONARIO
ARAGONÉS-CASTELLANO
POR
DON MARIANO PERALTA,
ABOGADO DE LOS TRIBUNALES DEL REINO
**(dedicatoria y firma: Al Sr. Conde de Ay*
Su *ser.° de aprecio
El autor)
CON LICENCIA:
ZARAGOZA. IMPRENTA REAL. AÑO 1836.

(Edición: Ramón Guimerá Lorente. Se actualiza la ortografía. Ejemplo, mio : mío; Gerónimo Borao amplió este ensayo en su DVA, Diccionario de voces aragonesas)

Ensayo de un Diccionario aragonés-castellano, Mariano Peralta, Braulio Foz

A DON BRAULIO FOZ:

PROFESOR DE LENGUA GRIEGA EN LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA.

Amigo mío: aunque no mediasen los motivos de la amistad, que para mí siempre serán muy principales, bastaría para ofrecerle este Ensayo el derecho que tiene V. a ello, como escritor aragonés, que no se deshonra de parecerlo en su estilo, si es que no fue envidia del crítico que le notó de provincialismo. No soy tan lince que en las obras de V. señaladamente en la del Verdadero Derecho Natural conozca la patria de su autor, y aun me atrevo a decir, que no la conociera ningún español, ni sospechara nadie que había nacido en las riberas del Ebro, (en Fórnoles, comarca del Matarraña) si V. mismo no lo hubiera asomado en aquellas expresiones, nuestro fuero aragonés, nuestros mayores y otras que V. usa en esta obra. Pero habiendo sabido, que no se defendió V. de la crítica de aquel temerario, diciendo, “que caso de ser fundada la miraba V. como un testimonio del mérito de su estilo, y que si podían tacharle de aragonés, nunca le podían calificar de afrancesado,” lo que es muy raro entre nuestros modernos escritores: me ha parecido que era este un título de justicia *para que le dedicase esta obrita, cuya publicación se debe sólo a las instancias de V.
A la autoridad del hecho que he referido se debe la idea general del discurso preliminar; y aun las observaciones oportunas (en mi concepto) con que en él se defienden del supuesto provincialismo de nuestros escritores.

Antes de conocer a V. tenía ya compuesto mi Diccionario, pero ha sido suerte muy feliz no haberle publicado, pues así ha merecido la aprobación de un escritor castizo e inteligente con cuya amistad se honrará siempre. S. S. S. Q. B. S. M.

Mariano Peralta.

https://an.wikipedia.org/wiki/Mariano_Peralta_Horte

(Quizás en otra edición aparece: Zaragoza 6 marzo de 1835. En esta no.)

PRÓLOGO.


Para aquellos que pretenden reducida la España en materia de idioma culto a los confines de la Castilla y que sólo juzgan que allí se habla el lenguaje puro y castizo de los hijos de Pelayo, parece una empresa ridícula y mezquina la de un Diccionario de las voces que se usan en Aragón y que no han merecido tener cabida en el de la Academia. Sin embargo un trabajo de esta naturaleza no sólo es un testimonio de laboriosidad y de que se ha fijado una atención filosófica sobre cosas, que no llaman ordinariamente la de los que sólo viven en el mundo de los muertos conversando únicamente con los autores que fallecieron en siglos remotos y apartados, sino que es un medio asimismo de presentar materiales para enriquecer nuestra lengua. Los idiomas pobres en su principio crecen como los ríos con los caudales que se les agregan. Los romanos que sojuzgaron la Italia y que trasladaron al recinto de su ciudad pueblos enteros adoptaron también parte de las palabras de que usaban aquellos. Podría citarse la voz Quírites tomada de los sabinos, y aun se podría hacer patente que fueron a enriquecerse fuera del Lacio con los despojos de otras naciones acogiendo una palabra española para significar el escudo. ¿Los franceses no han tomado también de nosotros la palabra número para evitar las equivocaciones que produciría la ambigua aplicación de nombre? Estas adopciones frecuentes en todos los idiomas comprueban lo conveniente, que es recoger dentro de una misma nación las palabras que se usan en las provincias. Un gran provecho resultará a los magistrados para entender las declaraciones de los testigos, para penetrar la fuerza de los contratos y ordinaciones redactadas en este lenguaje, pero también se originará otro beneficio y es que muchas de estas voces desechadas ahora con hastío como bárbaras puedan ser admitidas algún día en el Diccionario de la lengua, después de haber observado, que escritores profundos y cultos, no reparan en valerse de ellas, para expresar ciertas ideas, que antes las significaban con rodeos y circunloquios. ¿Por qué no había de adoptarse en un código rural, la Agüera, Alfarda, Aguacivera y otras? Será más castellano ni más propio decir acequia de aguas pluviales, pago de aguas o contribución de estas, que alfarda? Lo único, pues, que puede oponerse contra las palabras que contiene el catálogo, que presento, es que no se hallan, o muy pocas en el Diccionario de la Academia. Pero ¿acaso esta omisión o calificación de provinciales puede ser un anatema invencible, ni un justo título de proscripción?

La Academia no puede ejercer una autoridad tan ilimitada, ni los castellanos pueden dar la ley hasta tal punto a los aragoneses. Quieren ser los jónicos de la lengua castellana; pues nosotros seremos los áticos o los dóricos, y con cualquier título tan castizos y tan buenos como ellos. Los andaluces alegarán el mismo derecho, que es el uso de su país, derecho muy legítimo, como que no tienen otro los castellanos, y podrán también formar su Diccionario.

Es una paradoja gálica, porque los franceses son los que lo han inventado, para consolarse de la pobreza de su lengua, y un engaño decir, que la riqueza de una lengua no consiste en la abundancia de voces, sino en la diversa significación que tienen, en la variedad y diferencia de ideas, que unas mismas representan. No sé como los que así sienten, puedan entender la riqueza de los idiomas. Y lo peor es, que al fin han llegado a hacer su opinión de moda, porque es corriente entre nuestros filólogos. Siempre el prólogo de Huerta a sus Sinónimos me ha parecido obra de un filólogo educado fuera de su patria, en esa Nación donde es muy usado ese estilo, porque así cree que conviene a su estimación y al desprecio de las cosas en que otros le llevan alguna ventaja. Vaya aparte la cuestión, si hay o no verdaderos sinónimos, que ya sólo puede ponerse a ventilarla el que nunca haya examinado en dos voces que lo parecen, las ideas ya simples, ya compuestas que encierran. Pero con todo no puedo menos de advertir que siempre es argumento en favor de la opinión contraria a la del Sr. Huerta y de los franceses. Aun en las anticuadas se hallarán ideas que faltan a las que el uso les ha sustituido, aun en las simples conjunciones. ¿Quién dirá que por tanto, así que son absolutamente lo mismo que por ende? Séanlo dende y desde, porque la diferencia no está en la voz, sino en las letras de una misma; pero si aquella es diferente, apenas se hallará una en que las ideas no lo sean. Doy sin embargo que haya una absoluta identidad, ¿nada es la variedad, la armonía, la facilidad de asonantes y consonantes por las diferentes terminaciones? Dejemos pues esas paradojas, esos errores, esas artes a los franceses, llamen ellos claridad a la mezquindad, exactitud a la ruindad y monotonía de su sintaxis (sintácsis): y formando la opinión por nosotros mismos, y por nuestras cosas nacionales, atrevámonos a estimar nuestra riqueza, y la abundancia, variedad y la generosidad de la más hermosa lengua de Europa.

No se trata en este Diccionario de la las voces particulares de un dialecto, porque este nombre no se puede dar sino a una lengua distinta de otra en algo en la sintaxis, o por lo menos de la declinación de los nombres y conjugación de los verbos, y semejante a la misma en lo general de ella. Sería dialecto del español la lengua que hablan nuestros aragoneses del Somontano, porque sin dejar de ser española tiene diferencias bastante considerables en lo esencial de todo idioma. Allí dicen, o mulo, os mulos por el mulo, los mulos: tu yés, el yé, por tú eres él es: vinon, tubon, se fuen: por vinieron, tuvieron, se fueron: a yo, por a mí: subiba, teneba: por subía, tenía: gosa ser, gosa tener: por debe de ser, debe de tener: bel tunante que la quie engañar, por algún tunante que la quiere engañar: bella muller d'a galera, por alguna mujer de la galera. Esto es un verdadero dialecto de la común lengua española; pero no lo es la que se habla en Zaragoza ni en parte alguna de Aragón (fuera de esa), porque es absolutamente la misma de Castilla. Una que otra voz ni muchas no hacen diferencia de idioma.

Muchas de estas son tomadas del lemosín o catalán, por la proximidad a Cataluña y la antiquísima unión de estas dos naciones. Pero no por eso se crea que en Aragón se habló el catalán en algún tiempo, como dice sin ningún fundamento el Marqués de Mondéjar, que quiere atribuir al rey Fernando 1.° la introducción de la lengua castellana. Poco había leído de nuestros antiguos escritores, y poco sabía de nuestras cosas. El rey Fernando vino a principios del siglo XV (después del Compromiso de Caspe) y ya mucho antes hablábamos la misma lengua que ahora, si bien usábamos algunas voces que poco a poco se fueron dejando, como también ha sucedido en Castilla. En 1385 decía D. Juan 1.° escribiendo a los jurados de Zaragoza. Omes buenos, bien creemos que habedes sopido, como en el principado de Cataluña no hay aquella abundancia de pan que sería menester. Pregunto; ¿cómo se diría esto en Castilla en aquel tiempo? ¿Era otra lengua o estaba más adelantada la que entonces hablaban los castellanos? Sin embargo aún tardó más de veinte años a venir el rey Fernando del Marques de Mondéjar.

Que en Aragón resultase del latín, del arábigo y del gótico una lengua tan parecida, o la misma que resultó en Castilla, no debe admirar, porque con los mismos elementos en el idioma, la misma pronunciación, las mismas costumbres, las mismas causas políticas y religiosas, el mismo cielo, el mismo carácter y una comunicación y mezcla tan continua entre ambas naciones, fuera imposible suceder otra cosa. No así en Cataluña donde la corrupción del latín vino de la Provenza con los primeros reconquistadores. Conque ni los castellanos introdujeron aquí su lengua, ni es diferente la nuestra de la de ellos: es uno mismo y solo idioma.

No todas las voces que usamos nosotros y son extrañas en Castilla pertenecen al lemosín, aunque hay algunas que tienen este origen. Unas son latinas, otras derivadas de raíces españolas, otras arábigas, lo que demostraría su etimología si se examinase.
Pero para prueba véase en estas. Concieto (apetito fuerte y especial de comer o beber alguna cosa determinada) viene de conceptus (deseo concebido) que es muy latino. Porgar (acribar, ahechar) de purgare, (limpiar). Pinocha de Pinna o pinus, por la figura. Trasmudar de transmutare. Remondar de mundare (limpiar) Recantillo de canto (extremo) y re que tiene fuerza de trabajado, repetido, redoblado, porque así se hace una buena barda. Vesque (liga) de Viscus. Botinflado de boto (cuero) e inflar. Basta de etimologías. Las voces arábigas son harto conocidas, y no es menester citarlas. En fin tenemos también algunas griegas, como entre otras: aturar, que es parar en un sitio por estar entretenido o cebado en alguna distracción o juego. Caloyo, recental, cabritillo.

El desprecio o nota infamatoria con que los castellanos desechan algunas voces nuestras es una injusticia, y una presunción exorbitante; y esto se funda en que los castellanos tienen un diccionario de su idioma, en el cual se han visto obligados a dar lugar a algunas voces extrañas a su provincia, como lo son muchas de las suyas para nosotros. La disputa, pues, debe ser, si un escritor aragonés puede usar las voces que aquí usamos propias de nuestra provincia, que usaron ya, o no usaron, nuestros escritores de otros siglos.

Que los castellanos se rían, sólo prueba que les sorprende un lenguaje a que no está acostumbrado su oído. Porque ¿en qué se funda la autoridad de las lenguas?
La contestación no la darán sin que podamos sacar ventajas. Así también un ateniense se burlaba de unas sicilianas porque dorizaban, y con todo nunca aquellos en su dialecto supieron componer cosas tan amables y preciosas y en estilo tan dulce.

No podemos los aragoneses oponer a los castellanos un poeta que haya usado nuestras voces provinciales, igual a un Garcilaso. Pero sin esta circunstancia, aunque algunas quizá (quizà, con à) se les encontrarían, permítaseme citar a los Argensolas, los cuales no aprendieron su lengua en Castilla, en Toledo, Valladolid, o Alcalá de Henares, sino en Aragón, en Barbastro, Huesca y Zaragoza. Y dijo de estos (Lopez) Lope de Vega, que habían ido de Aragón a Castilla a enseñar la lengua a los castellanos. En efecto así estos dos escritores célebres, como otros de menos nombre, hablaron la lengua española tan bien como los más cultos toledanos del siglo XVI. Que si Cervantes reprende, no sé qué dialectismo en el autor tordesillesco, ya se sabe que habló en odio de los Argensolas, y con tan mala prueba no obstante, que ni Tordesillas es pueblo de Aragón, ni se conoció acá ningún Avellaneda. (Tordesilos sí es de Aragón, cerca de Alustante, Guadalajara)

No diré yo que los antiguos escritores aragoneses no se pueden conocer por el estilo; y aun los modernos; pero será como se distinguen los toledanos de los sevillanos de aquel siglo, y unos y otros de los que se criaron en Castilla la Vieja. Notarase lo más un cierto carácter, una índole, que consistirá precisa y únicamente en más o menos naturalidad, candor, popularidad, ingenuidad: en mayor o menor concisión, gracia, energía o suavidad. Pero todos hablan la misma lengua, y fuera de una que otra voz o frase, tan la misma, que sólo un filólogo consumado podrá conocer por el estilo donde aprendió a hablar y cultivó la lengua el escritor que se examina. ¡Ojalá todos ellos hubieran tomado más de la índole de sus respectivas provincias, más de su diccionario particular, de sus costumbres y leyes: así tendríamos una lengua más abundante y varia, como hicieron y lograron los italianos, y como sobre todos hicieron y lograron los griegos; pues no se deben a otra causa sus varios, hermosísimos y encantadores dialectos. Si yo hubiese nacido en Somontano, o hablase con perfección aquel dialecto, puede ser que me probase a componer en él algunas églogas, que respecto de la común lengua española, presentarían el rústico pero suavísimo dialecto dórico de Bion y Teócrito en la griega.

Advierto que no todas las voces de este Diccionario son igualmente cultas: hay algunas bajas, otras son familiares, otras burlescas, otras jocosas: pero este juicio se deja a la educación, gusto y oído del que conoce la lengua.

Decimos pues, respondiendo a la pregunta de arriba, que con la debida elección, y según la naturaleza de la obra que se escribe, se pueden usar estas voces en escritos para el público, y por supuesto en instrumentos de notarios, en la conversación y trato familiar, sin ningún escrúpulo, como las más puras castellanas, o de la común lengua española. ¿Qué poeta reparará en una égloga en usar de la voz ternasco, (cabritillo destinado para regalo de la mesa), tan legítima por su etimología (tierno) y tan castiza por el sonido? ¿Qué poeta describiendo el campo no usará la suave y hermosa voz, Ababol, por la especie de amapolas que se crían en las mieses en primavera, y que en lemosín se llaman, ruellas, ruillas, por su color rojo? Pues no menos hermosas que esta hay muchas en este diccionario. Otras son expresivas de un modo particular. Otras graciosas; otras sonoras: y aunque todas tuvieran sus equivalentes en castellano, y equivalentes rigurosos ¿quién se privará de esta riqueza y variedad; sobre todo en poesía, por un respeto casi idólatra a la Academia de Madrid? Si en vez de ir Fernando el Católico a Castilla, hubiese venido la reina Isabel a Aragón y fuera Zaragoza la corte de España; aquí se hubiese formado el diccionario de la lengua, y contendría nuestras voces como primeras y las provinciales de Castilla como segundas.

Prevengo que los zaragozanos hallarán aquí algunas voces que ellos no usan, y quizá echarán (de) menos una que otra de las más usadas en esta capital: pero aquello deben atribuirlo a la generalidad del diccionario, y esto a un cuidado muy especial, que hemos puesto en el discernimiento de las mismas voces. Las hay en todas las lenguas que por su rustiquez, inutilidad o corrupción no deben estar en ningún diccionario. Las propias de nuestros fueros se darán en un apéndice al que precederá un tratadito del derecho público político y civil de los aragoneses, cuando tomando consejo de las circunstancias, me parezca que puedo y debo publicarle.

Explicación de las abreviaturas.
Agr. Agricultura.
Adj. Adjetivo.
Adv. Adverbio.
Ant. Anticuado.
P. u. Poco usado o sólo en algunos pueblos.
For. Forense.
n. Nombre.
V. Véase.
v. a. Verbo activo.
v. n. Verbo neutro.
v. r. Verbo recíproco.
- Separación de las varias acepciones de un vocablo, o señal para excusar la repetición de las voces.

DICCIONARIO

ARAGONÉS-CASTELLANO.


A

Ababol. n. Amapola que nace en la mies en primavera.


Abadía. n. Casa del cura de un pueblo.
Abadiado. n. Territorio de la abadía.
Abejero. n. Abejaruco.
Abispado (avispado). adj. Agudo, vivo, entendido y activo.
Abolorio. n. for. Abolengo. Retracto gentilicio.
Abrahonar. v. r. Ceñir por los brahones.
Abrevador. n. Abrevadero.
Acacharse. v. r. Agacharse.
Acampo. n. Dehesa.
Acantalear. v. a. Caer granizo grueso.
Acapizarse. v. r. Asirse a las greñas.
Acoplar. v. a. Atraillar, unir dos personas o bestias.
Acortadizos. n. Cortaduras, desperdicios de papel, guantes, etc.
Acorzar. v. a. Acortar.
Acotolar. v. a. Aniquilar, acabar con alguna cosa.
Ademprío. n. Ejido, término común de pasto.
Ador. n. Turno en el riego.
ADULA. n. Hato de ganado mayor de todo un pueblo, reunido para pacer (la dula).
- Terreno que no tiene riego destinado.
AFIRMARSE. v. r. Ajustarse, contratar un criado o criada su servicio.
AGRAMAR. v. a. Machacar cáñamo, lino.
AGUA ESMERADA. Agua reducida a menor cantidad por la acción del fuego.
AGUACIBERA (aguacivera). n. Tierra sembrada en seco y regada después.
AGUAITAR. v. a. Acechar.
AGÜERA. n. Acequia para dirigir el agua pluvial a los campos.
AGUJA. n. Alfiler.
AGUATIELLO. n. Abertura hecha en la pared, para despedir el agua de un patio, calle etc. ALACET. n. Fundamento de un edificio.
ALADRO. n. Arado.
ALAICA. n. Aluda, hormiga con alas.
ALAMBRE. n. Hilo de hierro.
ALBADA, n. Alborada. - Canción de los mozos al rayar el día.

ALBARÁN. n. Papel de obligación privada. - El que se da en Cuaresma para acreditar el cumplimiento con la iglesia.
ALBELLÓN. n. Arbollón. n. Albañal. - Conducto subterráneo de piedra en los campos para dar salida a las aguas sin perjuicio de la labor.
ALBERGE. n. Albaricoque.
ALCOVILLA. n. Chimenea sólo para calentarse.
ALCORZAR. v. a. V. Acorzar.
ALERA FORAL. n. agr. Pastos comunes a dos o más pueblos.
ALFALZ o ALFALCE. n. Alfalfa.

ALFARDA. n. Contribución por el riego.

ALFARDÓN. n. Arandela.

ALFARRAZAR. v. Pactar el pago de una cosa por otra.

ALFÓNDIGA. n. Alhóndiga.

ALGORÍN. N. Atajadizo para poner la aceituna separadamente. - Sitio para tener a mano harina, cebada etc.

ALGUAZA. n. Visagra, gozne.

ALIRÓN. n. Alón de pavo, gallina, sin plumas.

ALJEZ. n. Yeso.

ALJECERÍA. n. Yesería.

ALJEZÓN. n. Yesón.

ALMADÍA. n. Balsa de maderos, o conjunto para conducirlos por los ríos.

ALMENARA. n. Zanja para conducir al río el agua sobrante de una acequia.

ALMOGÁBARES (almogávares). n. Tropa irregular de Aragón.

ALMUD. n. La dozava parte de una fanega aragonesa.

ALMUDÍ. n. Alóndiga.

ALMUESTAS. n. Tributos reales.

ALMUTAFAT. n. Almotacén, fiel de pesos y medidas.

ALQUEZ. n. Medida de doce cántaros de vino.

ALUFRAR. v. a. Ver con prontitud. - preveer.

ALUM. n. Alumbre.

AMANTA. adv. Mucho.

AMERAR. v. a. Merar, mezclar el agua con vino, etc. - Amerar la olla: echar agua en olla de nuevo.
AMORGONAR. v. ac. agr. Tender los sarmientos para que arraiguen.
AMOSTA. adv. Lo que puede cogerse con las palmas de las dos manos juntas.
AMPRAR. v. a. Pedir o tomar prestado.

ANDADERAS. n. Secas.

ANDADOR. n. agr. Andén, calle de jardín. - Ministro de Ayuntamiento.

ANDALOCIO. n. Lluvia de poca duración.

ANEGA. n. Fanega.

ANTECOGER. v. a. Coger las frutas antes de tiempo.

ANTIPOCA. n. Instrumento, por el cual uno se declara deudor.
ANTORCHERA. n. Velón de cobre.
ANTOSTA. n. Tabique.
APAÑAR. v. a. Remendar.
APARADOR. n. Basar.
APENAR. v. a. Intimar una pena ya señalada.
APERCAZAR. v. a. Coger con alguna dificultad.
APETENCIA. n. ant. Apetito.
APOCA. n. Recibo. - Testimonio que dan los curas y frailes por las misas de algún cargo que han celebrado.
APRENSIÓN. n. for. Uno de los cuatro procesos forales.
ARGUELLADO. adj. Desmedrado en salud.
ARGUELLARSE. v. r. Parecer enfermizo y desmejorado. - No blanquear la ropa, lo que debiera.
ARGUELLO. n. Desmedro. - Suciedad.
ARIBOL. n. Aspa:
ARMADÍA. n. V. Almadía.
ARQUIMESA. n. Papelera.
ARRAMBLAR. v. a. Dejar una avenida llena la tierra de arena. - Llevarse uno todo lo de una especie o muchas cosas con grande ambición o codicia.
ARTIGA. n. Tierra recientemente roturada.
ARTO. n. Espino. (??? si florecen os artos, nieve en os altos)

http://miscelaneaturolense.blogspot.com/2018/11/noviembre2018miscelanea-lexico-aragones.html

ASOLARSE. v. r. Aclararse los licores turbios bajando al suelo las partículas más gruesas. ATAR, fardos, paquetes. v. a. Liar, etc.
ATRAZAR. v. a. Trazar, disponer el éxito de alguna cosa.

ATRAZO. n. Persona desaseada y despreciable.
ATURAR. v. a. Hacer parar o detener las bestias. - El que a 40 años no atura, a 50 no adevina, a 60 desatina. V. el prólogo.
AUGETAS. n. Albricias, gratificación que se suele dar a las criadas en casas particulares, mesones, diligencias. - Especie de pastel. - Penca de escarola cocida.
AVEZAR. - AMALVEZARSE. v. r. Aficionarse, cebarse. (chap. aveá, aveás, malveá, malveás)

AZAROLLA. n. Serva. (acerola)

AZUD. n. Presa para sacar agua de un río.

AZUDA. n. Noria.


B

BABAZORRO. adj. Rústico, tosco. - Dícese con desprecio del joven que se atreve a mayores empresas de lo que está bien a su edad.
BADAL. n. Carne de las espaldas y costillas.
BADINA. n. Charco o laguna que deja un río. - De aquí embadinar.
BANDEAR LAS CAMPANAS. Tocarlas, haciéndoles dar vueltas.
BAGA. n. Cuerda para atar cargas.
BAGUETA o BAGUERETA. V. Baga.
Ballón. n. agr. Arroyo pequeño.
BALLUECA. n. agr. Ballico, joyo, especie de cizaña.

BÁNOVA. n. Colcha de lana, cubierta de cama.
BARBADO. n. agr. Sarmiento con raicillas para plantarse.
BARCHILLA. n. La doceava parte de un caiz de granos.
BARDO. n. Barro.
BARRAL. n. Garrafa.
BARREÑO. n. Jofaina.
BASTA. n. Hilván.
BASTARDELO. n. Minutario, cuaderno de borradores de las escrituras.
BASTE. n. Basto, especie de albarda.
BATEAGUAS. n. Paraguas.
BATIR. v. a. Verter, arrojar, desechar, derribar.
BATUECO. adj. Huevo huero.
BÁZARO de cera, pez, etc. n. Escoria.
BECCARDÓN. n. Agachadiza.
BERGANTO. n. Cardenal, señal o hinchazón que deja el látigo.
BERLANCO. n. V. Berganto.
Besque. n. Liga.
BIMARDO. n. Novillo, buey de dos a tres años.
BISALTO. n. Guisante.
Bisca. n. Remurguillo, viento no muy fuerte, pero frío y penetrante.
BISTRAER. Sonsacar.
BISTRETA. n. Cantidad que en lo antiguo se adelantaba a un procurador.

BLANQUERO. n. Blanqueador.

BOALAR. n. agr. Dehesa.

BOIRA. n. Niebla muy espesa.

BOJARDONES. n. agr. Especie de setas.

Bofo. adj. Fofo.
Bolado. n. Pan de azúcar rolado. (panal de azúcar).
BOLEA. n. Pelota jugada al aire. - fam. mentira.
BOLISA. n. Pavesa, motilla en la ropa, y la que vuela en el aire.
BOLLO. n. Chichón.
Boñiga. n. Excremento del ganado vacuno (bacuno).
Boque. n. Macho cabrío.
Botiga. n. Tienda de mercader. - Taller de un artista.
BOTINFLADO. adj. Hinchado.
Boto. n. Pellejo, cuero para poner vino.
BRAZAL. n. agr. Arroyo, hijuela de acequia.
BRESCA. n. Panal de miel.
BRISA. n. Orujo de la uva.
BROCAL de canal. n. Bocal, azud (o presa).
BROCUL, BROQUIL o BRÓCULI. n. Brócules, col.
Buco. n. V. Boque.
BUEGA. n. Mojón, linde.
BULCAR. v. a. Volcar.
BURO. n. Greda, arcilla.
BUSCA. n. Mota.
BUIDADOR o BUIRADOR. n. El que trabaja en latón o cobre.



С

Cabezana. n. Cabestro.
CABIDAR. v. a. Ahorrar, economizar.
CABALLÓN. n. agr. Lomo de tierra que divide las eras de los huertos.
CABEZERO. n. Inquilino principal de una casa.
CABREO. n. Libro becerro.
Cacha. n. Envite falso en ciertos juegos de naipes,

CACHILADA. n. Lechigada.

Cacho. adj. Gacho.

Cadejo. n. Madeja.

CADILLO. n. La flor del olivo cuando sale el fruto. - Cachorro.

CADIELLO. V. Cadillo.

CADIERA. n. Escaño, banco de respaldo.

Cado. n. Madriguera.

CALAJE. n. Cajón o naveta.

CALAMONAR. v. a. Corromperse o fermentar la yerba u otro vegetal.

CALIBO. n. Rescoldo.
CALOYO. n. Recental, cabritillo destinado para el plato.
Callizo. n. Callejuela, calleja.

CAMAL. n. Rama.

CAMPAR. v. n. Solazarse. - Descollar, sobresalir: lucir el garbo, pasear con vanidad u ostentación de la ropa, riqueza, etc.
CANALERA. n. Canal de tejado.
CANERO. n. Salvado grueso.
CANSO, CANSE o CALSO DE AGUJA. n. Ojo de aguja.
CANTAL, CANTALAZO. n. Canto o piedra grande.
Caño. n. Cueva para refrescar el agua, vino en verano.
CAÑUTO. n. Alfiletero.
CAPAZA. n. Espuerta para los molinos de aceite.
Capazo. n. Esportilla.
CAPARRA. n. Garrapata.
CAPARRÓS. n. Caparrosa.
CAPEL. n. Capullo, se dice del gusano de seda.
CAPELARDENTE. n. Tumba. (capilla ardiente)
Capítulo. n. Cabildo de cualquiera iglesia.

CAPOLAR. v. a. Cortar menudamente carne, cebolla.
CAPSUELDO. n. Ventaja del uno por diez le da al que paga ciertas deudas antes del término. Y así se dice ganar capsueldo o capsuelda, por pagar anticipadamente. CARAMULLO. n. Colmo.
CARDELINA. n. Jilguero.
CARDÓN. Árbol. n. agr. Laurel silvestre.
CARIÑAR. v. a. Echar (de) menos a una persona, lugar, etc. sentir su ausencia y privación.
CARIÑARSE. v. r. Sentir tristeza por la ausencia de los amigos, padres, etc. Sentir novedad triste de un lugar, de gentes no conocidas, etc.

CARNERARIO. n. Panteón u osario.

CARPETA. n. Cubierta de carta.

CARRAÑA. n. Ira: persona de mal genio.

CARRAÑAR. v. n. Regañar.

CARRAÑÓN. adj. Regañón.

CARRAZA de n. Ristra de ...

CARRAZO de uva. n. Racimito de la uva.

CARRADA. V. Carraza.

CASAL. n. Solar: edificio de casa arruinado.

CASERA. n. Ama de gobierno.

CAJETA. n. Cepo para pedir limosna.

CAVAL (cabal). n. Peculio, pegujar, de los hijos segundos.

CAVALERO. n. El hijo que no es heredero.
(aquí aparece cabezero. n. Inquilino principal de una casa.)

CAZUELO o CAZUELA. n. Cacharro.

CENERO. n. Terreno no pacido.

CENTENAR, CENTENAL O CENTENERO. n. Cuenda de madejas.

CENSAL. n. Censo.

CENSALISTA. n. El acreedor a los censos.

CEÑAR, v. a. Guiñar, hacer señas.

CEPRÉN, CEPRENAR. Palanca: mover algo con ella.
CERCILLO. n. Arco de cuba.
CERPA DE LANA. n. La porción que puede cogerse con los dedos.
CHAFAR. v. a. Escachar, machucar: - dejar burlado a uno con una salida que no esperaba.
CHAFARREAR. v. a. Hablar, platicar.
CHANDRO. adj. Flojo, desaseado.
CHANCHULLO. n. Bahorrina, conjunto de cosas despreciables y asquerosas. CHAPARRAZO. n. Chubasco.
CHAPEAR o CHAPIAR. v. a. Chapotear.
CHARADA DE FUEGO. Llamarada de poca dura duración.

CHARRAR. v. a. Charlar, hablar con indiscreción.

CHEMECAR. v. n. Quejarse.

CHEMECO. n. Quejido.

CHIRNETE. N. Chichón.

CHIRIGOL. n. Pisto.

(algunas no están en este orden en el texto que tengo delante)

CHORDÓN. n. Frambuesa: zumo de fresas.

CÍA. n. Silo.

CIBIACA. n. Parihuelas, andas.

CIRIUELO. n. Libro de cerilla.
CHOLLAZO. n. Pescozón.
CHOTA. n. Vaca. - Ternera.

CHULLA. n. Lonja de tocino, carnero, etc.

CLAMOR. n. f. Barranco o valle, que es arroyo crecido en las lluvias copiosas.

COBAR. n. Cobijar.

COCINILLA. V. Alcobilla.

Cocio. n. Cuenco.

Coconas (nueces). adj. Nueces vanas.

Cocote. n. Cogote.

COGER. v. n. Caber.

COGULLADA. n. Cogujada.

COLLETE. n. Alzacuello.

Concieto. n. Apetito semejante al de las mujeres preñadas.
CONFITAR. v. a. Cocer las frutas en almíbar y cubrirlas con azúcar.
CONSUETA. n. Añalejo. - Apuntador de teatro.
CONVOLAR A SEGUNDO MATRIMONIO. Contraer segundo matrimonio.
COQUETA. n. Palmeta. - Especie de pan.
CORCARSE. v. r. Se dice de la madera cuando la roe el gusano.
CORRENTIAR. v. a. agr. Echar agua en los campos para beneficiarlos.
CORRINCHE. n. Círculo de gente.
CORRO. V. Corrinche.
COSCARANA. n. Torta delgada y seca.
Coso. n. Calle muy ancha, que suele ser la principal de una ciudad.
Cosero. n. Arroyo para regar un campo.
Cospillo. n. Orujo de oliva.
COTILDEQUÉ (de) m. ad. Clase ínfima de un mismo título de nombre, autoridad, dignidad, etc.
CREMALLOS. n. Llares.
CRESARSE LA MADERA. V. Corcarse.
CUARTEAR. v. a. Cuartar, sacar la cuarta parte de la décima.
CUARTEADOR. n. El encargado de esta operación.
Cuezo. V. Cocio.
CULTARAR. v. a. Cultivar.
CUITAR. n. Reja para arar cuando la tierra está seca.
CUNAR. v. a. Mecer.


D


Dalla o dallo. n. Dalle.

DAZA o ADAZA. n. agr. Cierta semilla parecida al trigo cuando está en cierne. DEGÜELLA. n. La res que se mata por haber entrado en vedado.
Degüello.n. Degolladero.
DENTERA. n. Apetito de comer una cosa excitado por su presencia.
DESCAI O DESGAI. n. Retal, pedazo de tela. - El tanto en dinero que se paga cuando en los diezmos no llega al número la especie.
DESGANA. n. Desmayo, congoja.
DESMADEJADO. adj. Flojo, desmazalado.
Despedida. n. Salida, desaguadero.
Dica. adj. Hasta.
DIEZMADOR. n. El preceptor de diezmos.
DOBLERO. n. Panecillo de cierta especie.
DOMINICATURA. n. Cierto derecho del señor temporal.
Doncel. n. Ajenjo.
DORONDÓN. n. V. Boira. Niebla espesa y fría de invierno.

Dropo. adj. haragán (aragan en el original), inaplicado.

DULA. V. Adula.

DURAZNILLA. n. Durazno.

DESJUÑIR. v. a. agr. Desuncir.

E

ECHAR GATOS AL EBRO. (No estar para) estar miserable, etc.
EJECUTOR, n. Albacea.
EMBAFAR. v. a. Empalagar.
EMBASTAR. v. a. Hilvanar.
EMBASADOR. n. Embudo.
EMPANDULLO O EMPANTULLO. Pastel, ensuciada, mala salida de un negocio, - embolismo, embrollo.
Enverar las uvas y demás frutas. v. a. Principiar a sazonar las frutas.
EMPEDREAR. v. a. Empedrar.
EMPELTRE. n. Olivo (injertado) engertado.
EMPENTA. n. Empujón, empellón.
EMPENTÓN V. Empenta.
EMPENTAR. v. a. Empujar.
Enatizo. n. Desmedrado, mal nacido físicamente. - De ánimo apocado, ruin.
ENCANTAR. v. a. Vender en almoneda.
ENCANTE, ENCANTILLO. n. Lugar en que se venden las cosas viejas o de desecho. ENCARRAÑARSE. v. r. Irritarse, incomodarse.
ENCETAR. v. a. Decentar, empezar.
ENCORRER. v. a. Correr tras alguno para cogerle.
ENDURAR. v. a. Pasar hambre, sufrir.
ENGALZAR. v. a. V. Encorrer.
ENGARDAJINA. n. Lagartija.
ENGLUCIAR. v. a. Mirar con intensión, hacer gestos para conseguir alguna golosina. ENGULLIDOR. n. Sumidero.

ENRONA. n. Escombros, desperdicios de obra.

ENRONAR. v. a. Envolver con escombros.

ENRUENA. V. Enrona.

ENSOBINARSE. v. r. Caer una caballería en postura supina con peligro de perecer. ENTORNAR. v. a. Hacer el dobladillo.
ENTRECABAR. v. a. Sachar, limpiar de yerbas la hortaliza.
ERAGE. n. Miel virgen.
ESBARAR. v. a. Resbalar.
ESBARRAR. v. a. Asombrar, espantar la caza, caballerías, etc.
ESBAFAR. v. a. Evaporar.
ESCACHAR. v. a. Despachurrar met. Chasquear, dejar burlado con admiración. ESCALFETA. n Braserillo.
ESCAHAR. v. a. Roturar.
ESCAÑARSE. v. r. Desgañitarse, ahogarse de una tos fuerte.
Escaño. n. Féretro.
ESCACILAR. v. a. Cacarear.
ESCALIBAR. v. a. Sacar el rescoldo.
ESCAMPAR. v. a. Tender el estiércol por la tierra. - Derramar granos y cualquiera cosa. ESCOBAR. v. a. Barrer.
ESCOPETADA. n. Escopetazo.
ESCORCHA. n. Túrdiga, correa ancha de cuero sin curtir.
ESCORCHAR. v. a. Levantar la corteza de un mal.
ESCOTOLARSE. v. r. Frotarse el cuerpo con la camisa moviéndose.
Escudillar las sopas, chocolate. Calar las sopas.
ESGARRIFAR. v. a. El efecto que nos causa la lima cuando da en falso. - Espeluzarse (espeluznarse) de estremecimiento y horror por un hecho atroz.

ESMUIRSE. v. a. Deslizarse, escurrirse, zafarse.

ENAVESAR. v. a. Trasponer.

ESPEDO. n. Asador. (espeto)

ESPERREQUE. n. Niño u hombre mal sano, regañón. Cosa despreciable.

ESPICHAR. v. a. Morir.

Espinai. n. Espinaca.

ESPONJADO. n. Azucarado.

ESPORTÓN. n. Serón.

Espuenda. n. Margen de río, campo.

ESQUILA o ESQUILO. n. Cencerro.

ESQUILADA. n. Cencerrada.

ESQUIROL. n. Ardilla.

ESTADAL. n. Librito de cerilla.

ESTREÑIR. v. a. Entornar una puerta, medio cerrar.
ESTRENAS. n. V. Augetas en su primera acepción.
ESTRICALLAR. v. a. Hacer pedazos.
ESTREUDES. n. Trébedes.
ESVIRAR. v. a. Bruñir.


F


FABOLINES. n. Especie de habas pequeñas.

FABUEÑO. n. Fabonio, viento.

Fajo. n. Haz.

FALCA. n. Cuña.

FALAGUERA. n. Deseo impertinente y extravagante.

FALORDIA o FALORÍA (hay tilde, faloria). n. Cuento, Fábula.

FARDACHO o HARDACHO. Lagarto.

Falsa. n. Desván. - zaquizamí.

FARACHAR. v. a. Espadar el cáñamo, lino.

Farfalloso. adj. Tartamudo, balbuciente.

FARINETAS, n. Puches.

FARNACA. n. Lebrato.

FASCAL. n. Hacina de 30 haces de mies.

FEJUDO. adj. Basto, pesado: se dice de las ropas.

FEJUDEZ. n. Pesadez.

FEMERA. n. Estercolero.
FENDILLA. n. Grieta.

FENAL. N. Prado.

FERGENAL, FERGINAL o FREGENAL. n. Campos que se comprenden en la redonda de un pueblo.

FIEMO. n. Estiércol.

FILA. N. Madero, viga.

Findoz. n. Regaliz.

FIRMA. n. Uno de los cuatro procesos forales.

FITERO DEL SOL. n. Resistero.

FIZAR. v. a. Clavar el aguijón la abeja o algún animal ponzoñoso.
Fizón. n. Aguijón.
FONDELLÓN. adj. Vino muy bueno que tiene fondo o madre antigua en la vasija. FOSQUETA. n. Calabozo.
Fraga. n. Fresa en la parte septentrional de Aragón. (Fraula en Valencia)
FRAGENCO. n. Cerdo de dos años.
Fres. n. Galón de plata u oro.
FRITADA. Pisto.
FRIOLENCO. adj. Friolento.
FRONTINAZO. n. Golpe dado en la frente, contra una pared, puerta, etc.
FULCO. n. Geme.
FURO. adj. Fiero, huraño, animal coceador. - Mujer esquiva, cerrera. - Hacer fura alguna cosa. - Trasnocharla. - Hurtarla.


G

GABOTE. n. Volante, juego.
GAFETE. n. Corchete.
GAJO. n. Porción de manzana, naranja.
GALACHO. n. Hoyo o cortaduras que dejan las avenidas o aguas derrumbadas. GALDRUFA. n. Peonza.
GALERA. n. Casa de corrección para mujeres.
GALLINERO. Cazuela de teatro.
GALLIPUENTE. n. Puente que llevando una acequia, sirve también para paso.

GALLOFA. n. Añalejo.
GALLÓN. n. Césped arrancado de los prados para hacer paredes.
GANA, tenerla o darla. Querer o no querer.
GAÑA. n. Extremos de herradura, reja o azada.
GARGOL. V. Batueco.
GARNACHA. n. Uva y vino de cierta especie.
GARRAMPA. n. Calambre.
GARRASPA. n. Escobajo.
GARRÓN. n. Calcañar.
GARROSO. adj. Patituerto.
GARVA. n. agr. Gavilla de mies.
GARUFO. adj. Garifo.
GAVIÑO. n. Pretil.
GAY o GAYO. n. Cierta ave.
GENERAL. n. ant. Rentas generales.
GENERALILIDADES. n. ant. Contribuciones.
GETA. n. Grifo - boca y aun mejillas. - Hinchar a uno la geta - darle de mogicones. GETAZO. n. Bofetón.
GIGUENTENA. n. Multa o pena por abuso de las aguas de riego.
GIMENZAR. v. a. Sacudir a golpes la simiente de lino, cáñamo.
Ginjol. n. Ginja, azofaifa.
GORITO. adj. Ruin.
GRAMEN. n. Grama.
GRATAR. v. a. Rascar poquito a poco.
GRIPIA. n. Mujer díscola y pendenciera.
GRITAR. v. a. Reprender reconvenir.
GRUENZA, n. Tolva.
GUARDA o GUARDIA. V. Dula o adula.
GUANTĄZO. V. Getazo.
GUAJO. n. Pie de trigo, cebada con más de una espiga.
GUAJAR. v. n. Echar muchas espigas.
GUARÁN. N. Garañón.
GÜELLAS. n. Ovejas.
GUIJA. n. Amorta (almorta), especie de legumbre.
GUIJONES. n. Especie de guisante.
GUIÑOTE. n. Brisca real, tute, juego de naipes.
GUINGORRIA. (a la) mod. adv. Se dice de un traje mal puesto, extravagante.
Guito. adj. Mulo o asno coceador.
GUSANERA. n. Herida hecha con palo o piedra en la cabeza.


H


HILARZA. n. Hilaza.

HILADILLO. n. Cinta de algodón.

HILERA. n. Hueca del uso.

Hilete. n. Hilo delgado.

HORCA PAJERA. n. Aviento.

Hoya. n. Terreno llano y dilatado rodeado de montes.

Huega. V. Buega.

HUEBRA. n. Barbecho.

HURTA-DINEROS. n. Alcancía, hucha.


I


INDIGNARSE LA LLAGA. Enconarse la.
INGENIO. n. Fábrica donde se elabora la cera.
INTIMA. n. El acto de apenar.
INVENTARIO. n. Uno de los cuatro procesos forales de Aragón.
IRASCO. n. Macho cabrío.

J

JARRO. n. Medida de vino. - el cacharro.
Jasco. adj. Desabrido, áspero al paladar.
JAUTO. adj. Soso.
Jota. n. Baile (bayle) de Aragón. - Sonata de la provincia. - Canto.
JORDIGA. n. Ortiga.
JUBO. n. Yugo.
JUBADA. n. Yugada.
JUÑIDERA. n. Coyunda.
JUÑIR. v. a. Uncir.
JUSTILLO. n. Ajustador de las mujeres. - En francés y en Castilla corsé.


L

LABOR. n. Simiente de seda que se aviva.
LAMÍN. n. Golosina.
LAMINERO. adj. Goloso.
Lapo. n. Bofetón no fuerte y dado por venganza y con desprecio.
LASTÓN. n. Yerba seca.
LATONERO o LITONERO. n. Almez, árbol.
Ley. n. Cariño, afecto. - Tener poca o mucha ley. - Querer poco o mucho. - No tener ley al pan que se come. - ser un descastado.
Libón. a. Fuente donde borbolla el agua de abajo arriba. - Depósito de agua para una fuente.
LIBRA. n. Peso en los molinos de aceite. - veinte sueldos moneda; libra jaquesa. LIESTRA. n. Planta silvestre parecida al mimbre.
LIGALLO o LIGAJO. n. Junta de ganaderos que determina el paso de los ganados, y en lo antiguo dirimía las controversias que de esto se producían.
Lillas. n. Aguinaldos.
LISIADO. adj. ant. Aficionado.
LITÓN. n. El fruto del almez, almez.
LIZA. n. Bramante.
LOMILLO. n. Solomillo.
LONJA. Edificio público para depositar artículos de comercio.
Loseta. n. Trampa hecha de un ladrillo o losa pequeña para coger ratones y pájaros. LUCIAR. v. a. Apuntar la reja o arado.
LUCERO. n. Libro Becerro.

LUMINERO. n. Mayordomo de cofradías.

LUMEN-DOMUS. V. Lucero.

LUNA. n. Patio.

LUQUETE. n. Pajuela.

Lorza. n. Alforza, pliegue que se hace en los vestidos para alargarlos, si acomoda. LLEGA, (hacer la) n. Recoger limosna, o lo que la caridad da aún a los que no son pobres, como los frailes.
LLEGAR. V. Llega.


M


Macelo. n. Rastro.
MADRAZA. n. Madrona.
MAIGAR. V. Entrecavar.
MALBUSCA. n. Mujer inquieta, sagaz y muy astuta.
MALMETER. v. a. Echar a perder.
MANCHA. n. Fuelle.
MANCHAR. v. a. Mover los fuelles.
MANCHADOR. n. El que los mueve.
MANIFACERO. adj. Entrometido en lo que no le importa.
MANIFESTACIÓN. n. for. Uno de los cuatro procesos forales.
MANTORNAR. v. a. agr. Binar.
MANZANA DE DAMA. n. Azarolla.
MARDANO. n. Morueco, carnero que se deja para padre.
MÁRFEGA. n. jergón.
MÁRRAGA. n. Tela basta de estopa y pelo de cabra.
MARTÍN-PASEO. V. Fritada. (pisto; chirigol)
MAS. n. Casa de campo en secano.
MASADA. V. masía.

MASAR. v. a. Amasar.

MASÍA. v. a. agr. Cortijo.

MASOBERO. El que vive en cortijo.

MASCARA. n. Tizne.

MASCARAR. V. Tiznar.

MATA DE PELO. n. Crencha.

MATACABRA. n. Granizo muy menudo y frío que cae en invierno.

MAYENCO. n. Deshielo de nieve en primavera.

MAZA. n. Pértiga.

MAZERO (macero). n. Pertiguero, oficio de las iglesias.

MEJANA. n. Isla de río.
MELSA o MIELSA. n. Bazo.

MELÓN DE AGUA. Sandía.

melón de carne o de tierra. Melón.

MEMORIA, (caer o dormir de) boca arriba, panza arriba, posición supina.
MENUCELES, MINUCIAS. Los perceptores de décimas entienden todos los frutos, menos los granos, vino y aceite, que llaman mayores.
MENUDILLO. n. Moyuelo, salvado menudo.
MESTURA o MISTURA. n. Trigo mezclado con centeno.
MERMAR. v. n. Disminuirse el agua, la cera, y cualquier líquido por la acción del fuego. Mida. n. Medida, sincopada de medida.
Milocha, o MILORCHA. n. Cometa.
MITADENCO. n. V. Mestura.
MOLADA. n. Cantidad de aceituna que se deshace de una vez.
MOLTURA. n. Maquila.
Molla, musgo, mohó. n. Tierra sustanciosa.

Momo, momero. n. Fisgón.

MOÑACO. n. Muñeco.

MORCACHO. V. Mestura.

MORCAS. n. La hez del aceite.

MORGUERA. n. Tomillo.

MORGÓN DE VID. n. Mugrón.

MORGONAR. v. a. Tender los sarmientos para que arraiguen.
MORTIJUELO. n. Párvulo, niño muerto dispuesto para enterrarle.
MORÚGULA o MÚRGULA. n. Criadilla de tierra.
Mosen. Título o tratamiento. Equivale a Don: y se da a los clérigos. Antiguamente se daba

a los nobles.

MOTACÉN. V. Almotacén.

MUTAFA. V. Almotacén.

MOTILAR. v. a. Cortar el pelo.

Mueso. n. Bocado.

MUIR. v. a. Ordeñar. (muñir)


N


NANTARSE. v. r. p. u. Apresurarse.
NATILLA. n. Natillas.
NAVESAR. V. Esnavesar.
NAYA. n. Galería dentro de sala, iglesia, etc.
NIETRO. n. Medida de 16 cántaros de vino.
Niquitoso. adj. Dengue, hombre que se emplea en menudencias y reparos despreciables. No-cosa. mod. adv. p. u. Nada.


O

OLEAZA. n. El agua sucia que sobra después de sacado el aceite de la pila.
OLIVA. n. Aceituna.
OLIVERA. n. Olivo árbol.
ONCEJO. n. Vencejo.
ORDINACIÓN. n. Ordenanza.
ORDIO. n. Cebada.
OTRI-OTRIE. adj. p. u. Otro. - Ocupa hacienda, ropa ajena.


P


PACENTAR o PAGENTAR. v. a. Apacentar.
PAJUZ, PAJUZO. n. Paja desecha en los pesebres y eras.

Panes. n. El trigo en yerba.

PANIZO, n. Maíz.

PANIQUESA. n. Comadreja.

PANOLLA. n. Mazorca.

PAREJO. adj. Poco limpio en guisar y gobernar la comida.

PASAMÁN. n. Pasamanos.

Paviso. n. Pavía. - adj. - Tonto, lerdo.

PAÚL. n. Pradería común.

PECINA. n. Riña.

PECULLO. n. ant. Peculio.

PEDRADA. n. Apedreada.

PEDREÑA. n. Pedernal.

PELELE. n. Pobre en potencias y fortuna.

PELLA DE COL. n. El cogollo de la col.

PENAR. v. n. Pesar, arrepentirse.

PENAMÉ. Pésame.

PENEQUE. n. Borracho. Ponerse peneque, embriagarse.

PEONÍA. n. Peonada, jornal.

PERCAZAR. V. Apercazar.

PERDIQUERO. n. Perdigón.

PERERA. n. Peral.

PETENAR. v. a. Retozar.

Pezolaga, n. Hombre o mujer tronera, de poco asiento y malas mañas.
PICAR. v. a. en el almirez. - Machacar.
Pichón. n. Palomino, el polluelo de paloma casera.
Picor. n. Picazón, escozor.
Pie. n. Medida de aceituna.
PIGRE. n. Negligente, el peor de la escuela.
PILLA. n. Pillaje.
Pilma. n. Vizma. - Deuda o trampa.
PINOCHA. V. Panolla.
PIÑORAR o PEÑORAR. ant. Sacar prendas.
PINCHE. n. Ayudante, marmitón de cocina.
PIQUERO. n. Albañil, alarife.
PIGÜESA. n. Viruelas.
Picota. V. Pigüesa. (pigota)
Pizco. n. Pellizco.
PLACER (A). mod. adv. Despacio, poco a poco.
Planzón. n. Estaca de olivo vivo; y de cualquier árbol.
PLEGAR. V. Llegar.
PLEGADOR. n. El que recoge la limosna.
Pocear. v. a. Sacar agua de un pozo con pozales.
PORCHE. n. Poste, soportal.
PORGADERO. n. Arnero.

PORGAR. v. a. Aechar.
PORGUESAS. n. Aechaduras.
(Pocha. n. Faldriquera.)
Pocho. adj. Pálido, descolorido.
Pollos. V. Caballón.
POLPA. n. Pulpa.
Poso. n. La parte gruesa de líquidos que se queda o baja al fondo de la vasija.
POZAL. n. Cubo de pozo.
POZALEAR. v. a. Revolver la agua de un pozo con los cubos y cuerda subiendo y bajando.
PRECIOS. n. Estimación de daño causado en campo.
PREDICADERA. n. Púlpito.
PRESA. Puchero de enfermo.
PRESTAR EL PAÑO. v. a. Dar de sí extendiéndose.
PRIETO. adj. Mezquino, mísero, tacaño.
PROCURA. n. Procuradoría.
PROBAR. v. a. Catar.
PUDIR. v. n. Heder.
PUDOR. n. Hedor, hedentina.
PUNCHAR o PINCHAR. v. a. Punzar.
PUNCHÓN, PINCHÓN. n. Punzón.
PUNCHAZO. n. Punzada.
PURNA. n. Chispa.
Puya. n. Poya.


Q


QUADERNA. n. La cuarta parte de alguna cosa. - Moneda de dos cuartos. - El prest de los presos.
QUERA. n. Carcoma.
QUERAR. v. a. Carcomer.
QUEBRAZAS, de aquí AQUEBRAZARSE. n. Herpes en pies y manos.
QUIÑÓN. n. Almenara; turno para regar algún término o huerta.


R


RABADA n. Rabadilla.
RACIMAR. v. a. Recoger los racimos después de vendimiada una viña.
RACIMO, n. Hijuela, parte de uva.
RAEDOR. n. Rasero.
Rafe. n. Alero de tejado.
RAN DE TIERRA (cortar al) Cortar la raíz. (cortar por la parte más baja, la raíz queda aún más abajo)
RAMPA. n. Calambre.
RAMPALLOS. n. Pimpollos.
Ras. (Paño de tapiz).
RASAS. n. Porción elevada de tierra de regadío.
Raso, adj. Lleno, colmado, lengua rasa, (hombre o mujer de) desbocado, desvergonzado. Raspa. n. Escobajo.
RASTRA. n. Rispa (ristra), Sarta.
REAL o REAL DE PLATA. Diez y seis cuartos.
REBÉS (revés). n. Sornavirón, bofetón dado vuelta la mano.
REBECAR. v. Pandear, inclinarse un árbol o sus ramas por el peso del fruto.
REBUSCAR. v. a. V. Racimar.
REBLAR. v. n. arredrar. - Hincar en la madera la punta de un clavo cuando sale otro.

REBOTIGA. n. Trastienda.

REBUÑOSO. ad. Tomado de orín.

RECADO. (buen) mod. adv. Mucho.

RECANTILLO. n. Barda de tapia.

RECARDERO. n. Revendedor.

RECIBIDOR. n. Recibimiento. - Cierto oficio honorífico de alguna encomienda.

Rechichivado. adj. Guisado demasiado cocido o pasado de fuego.

REGACHO, REGACHADO. n. Canal que abre agua derrumbada de los montes. (regall; regallo)

REPARAR. v. Operación del pan.

Reposte. n. Despensa.

REPOSTEAR. v. n. Mirar, registrar con curiosidad reprensible lo que no importa.

REPROPIAR. v. a. Resistir el freno las caballerías. - Repetir con impertinencia y poca atención una misma respuesta, unas mismas palabras.

RESTIL. n. Resistero del sol.

RETASTINARSE. (el guisado) v. Asurarse.

REVISALSEAR. V. Repostear.

REVISALSERO. adj. Curioso, bachillero.

REVOLTINA. n Motín, conmoción (comocion) popular.

REZAGO. n. Ganado endeble, que se separa del rebaño para mejorarle en otro pasto. (rezagado, de zaga: detrás, atrás; zaguera, zaguero)

RIADA. n. Avenida de río.

RIOSTRA. n. Aldava. (aldaba ?)
REBELLONES. n. Especie de hongos. (robellones, rovellones, níscalo, lactarius)

ROLDE. n. Círculo.

ROÑAR. v. a. Regañar, roñón. adj. Regañón.

Roncha. n. Lonja (loncha) de tocino, carne, salchicha, etc.

Rónego. adj. Descarnado.

Royo. adj. Rojo.
Robel. V. Labacio.

Roscadero. n. Cuévano.

ROSADA. n. Escarcha.

Roya. n. Cierta yerba. - Cierta enfermedad del trigo.

Ruejo o rollo de molino. n. Rodillo. (roll)

Rufo. V. Garufo.
Rusio rusiente. adj. Candente.

RUJAR. v. a. Rociar.

RUJADA. n. Rociada.


S


SABANILLA. n. Pañuelo.
SACAFUEGOS. n. Eslabón.
SACA. (derecho de) V. Abolorio.
SANSA. n. Orujo de oliva.
SAQUERA. n. Aguja de coser sacos.
SARGANTANA. n. Lagartija.
SARRAMPIÓN. n. Sarampión.
SARRIO. n. Especie de cabra montés.
Saso. n. Tierra ligera y opuesta a la vega.
SEÑAR. v. a. Hacer señas.
SIRGA. n. Maroma.
SIRRIO. n. Sirle, Sirria.
SITIADA. n. Junta de gobierno de una casa de beneficencia.
SOBA. n. Cueva o boquerón profundo horizontalmente.
SOBATER. v. n. Agitar líquidos, sacudirles.
SOMARRARSE o SUMARRARSE. v. a. Pegarse un guisado.

SOPAPO. V. Revés.

SOTOBAR o sostobar. v. a. Mullir.

SUELDO, SUELDO JAQUÉS. Ocho cuartos.

SUPLICACIONES. n. Barquillos.


T


TABLERO. v. n. Mostrador.

Taca. n. Mancha.

TAFARRA. n. Atarre.

TAJADERA. n. Tabla para detener el agua.

TALA. n. Tara.

TALEGAZO. n Caída de resbalón. - Costalada.

TANERÍAS. n. Tenerías.

Tano. n. Nudo en la madera.

TÁPARA. n. Alcaparra.

TARDANO. adj. Tardío.

Tarde. adv. Las primeras horas de la noche.

TARQUÍN. n. Cieno.

TARRANCO, o TARRANCHO. V. Garrancho.

TARRANCAZO. V. Garrancho.

TASTAR. v. a. Probar, gustar.

TERCIAR. v. Dar la tercera reja a la tierra.

TERNICES. n. Gusanillos que se ven en la carne que empieza a podrirse.

TERNASCO. n. Recental.

TERUELO. n. Bolita de lotería, o semejante.

TINGLADO. n. Tablado en alto, poco seguro.

TIRETA. n. Tira de piel sobada.

TITADA. n. Monería.

Tobo. adj. Hueco, mullido.

Tocho. n. Cachiporra.

TONGADA. n. Capa de tierra, paja alternada con fruta.

Toña. n. Pan grande.

TORMO. n. Terrón.

TORRE. n. Quinta, Carmen, casa de recreo.

Toza. n. Chueca.
TOZAL. n. Monte, collado.
TOZUDO. adj. Obstinado, testarudo.
TOZOLADA. n. Tozolón.
Trallo, n. Cuartón.
TRANZA. n. Trance.
Trapal. n. Paño para recoger la aceituna, tendido debajo del árbol. - Agujero grande en ropas.
TRASCA. n. Pellejo grande de buey.
TRASCÓN. n. Pezcuño.
TRASMUDAR. v. a. Trasegar.
TREMEDAL. n. Páramo, montes despoblados. (Como los de Orihuela, en Teruel)
TREMONCILLO. n. Tornillo.
TRENA. n. Trenza.
TRENCHA n. Pretina.
TRENZADERA. n. Cinta de hilo.
TRIBUTACIÓN. n. ant. Reconocimiento de los límites concedidos a la mesta. - El contrato constitutivo del treudo.
TRINGOLA. n. Campanilla de cabestro.
TRIPLICA. n. Petición respondiendo a la segunda contradicción.
TROMPICHÓN. n. Perinola.
(Esta palabra no está en la versión que tengo delante. TRIUNFA. n. Patata.)
TRUJAL. n. Lagar.
TRUJALETA. n. Vasija o tarro para recibir el vino del lagar o de las cubas.
TRUCAR a la puerta. v. a. Golpear a la.
TÚBERAS o TÚFERAS. n. Especie de criadillas de tierra.
TUMBILLA. n. Calentador.
TRASCOLAR. v. a. Trasegar.

U
Uva (uba en el original). n. El racimo de la uva (uba).

V

VALONES. n. Calzones.
VELLUTERO. n. Oficial que trabaja en seda.
Vendema. n. Vendimia.
VERDUZCO, VERDUSCO, o VERDIASCO. n. Látigo hecho de rama de un árbol. VERGUER o VERGUERO. Alguacil de vara. - V. Mazero (macero).

VETA. n. Cinta de algodón. - Hebra de hilo.

Vicioso. adj. Mimado.

Vicios. (dar) v. a. Mimar.

VIOLA. n. Violeta.

VIRAGA. n. Especie de zizaña. (cizaña)

VISTRAER. v. n. Desembolsar. ant. Sonsacar. V. Bistreta.

VIZALERO. V. Dulero.

VOLADA DE AIRE. n. Ráfaga.

VUELTAS. n. Techo.

VULTURINO. n. Nasa de hilos para pescar.

X


Xada: ni. Azada

XAMBOLIER. n. Camarero. (chambre : cámara : cámara)
XAMBRAR v. a. Enjambrar.
XAPURCAR o CHAPURCAR. v. a. Revolver el agua u otro líquido.

XAQUE. n. Cualquiera de los dos lados de las alforjas. (en esta edición no aparece:
- Estar hecho un xaque. - Estar ebrio
)
XARAPOTEAR. n. Xaropear.
XEPE. n. Azumbre.
XETAR. v. a. Desatar algo en cosa líquida. - Frotar una cosa con otra, v. gr. un ajo.
Xeto. n. Colmena vacía, untada con miel.
XIMENZAR. v. a. Quitar a golpes la simiente del cáñamo, lino, etc.
XINGLAR. v. a. Chinglar, gritar con regocijo.
Xisca. n. Especie de caña basta en lugares húmedos.
XIJALLO o SISALLO. n. Arbusto para el ganado.


Z

ZABACEQUIAS. El que cuida de los turnos del riego y de multar a los que abusan de las aguas, o cierran mal las atajaderas.
ZABORRA. n. Piedra pequeña y sin labar. (lavar; zahorra)
ZABORRERO o ZABURRERO. adj. Albañil que trabaja con zaborras. - Poco esmerado en su oficio cualquiera que sea.
ZAL-MEDINA (zalmedina) o SALMEDINA. n. Antiguamente era el alcaide, ahora el preso que hace de caporal en una estancia de la cárcel. Suele ser el más antiguo y el más esforzado y valentón. Está encargado del orden interior. No obstante que su causa sea grave, como no esté en incomunicación.
ZALEAR. v. a. Ajar la fruta, carne, etc. manoseándola.
ZANCOCHAR. v. a. Guisar con poca limpieza, revolver, desgobernar.

ZANCOCHO. n. Derivado de zancochar V. Empandullo.

ZAPOTAZO. V. Talegazo.

ZARANGA. V. Fritada.

ZERIGALLO. n. Pingajo. - Joven que se lleva y sigue impertinentemente a donde y con quien no debe.

ZOCA. V. Choca.

ZORRA DE CARNE. n. Piltrafa.

Zoque. n. Tarugo o pedazo grande del tronco de un árbol para cortar las carnes.

Zote. adj. Ignorante, lerdo.

ZUCRERÍA. n. Confitería.

ZURO. n. Corcho.

ZURRACO. n. Bolsón muy escondido de dinero.

FIN

Nota. Por un descuido involuntario dejó de ponerse en la página 4.a del prólogo la nota de que: las observaciones pertenecientes a la lengua griega se deben a un Helenista aragonés, que las suministró habiéndole consultado el diccionario.
(Supongo que era Braulio Foz, helenista, le gustaban las mujeres con nombre Helena, y otras con diferentes nombres y apellidos, como Nogués, aragonés de Fórnoles, ver la dedicatoria:
A DON BRAULIO FOZ:

PROFESOR DE LENGUA GRIEGA EN LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA.)

(Ejemplar de la Biblioteca de Montserrat, F, Varia Octavo 96 número 1. En la biblioteca de Monserrate Ferreró de Fórnols igual también está)



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