domingo, 12 de junio de 2022

El estudioso de la aldea. Lorenzo Palmireno

El estudioso de la aldea

De Lorenço Palmyreno (Lorenzo Palmireno). 

Añadiose en esta segunda impresión (impreßion) el borrador; y la declaración de lo que el cristiano ve (vee) en los sagrados templos.

El estudioso de la aldea. De Lorenço Palmyreno (Lorenzo Palmireno)
Disponible en Amazon, Kindle y tapa blanda


El estudioso de la aldea.   De Lorenço Palmyreno (Lorenzo Palmireno).


// Nota del editor, Ramón Guimerá Lorente. Se actualiza la ortografía en la mayor parte, dejando algunas palabras como están escritas en el original. //

En Valencia

Impreso en casa de Pedro de Huete, a la plaça de la Yerua (yerba, hierba); Año 

M. D. LXXI.

Ego frater Michaël Carraça sacrae Theologiae doctor, ac humilis prior Provincialis & servuus Carmelitarum provinciae Aragoniae regularis observantiae, & ab illustriss. & Reverendiss. D. Domino Ioanne à Ribera Dei & Apostolicae Sedis gratia, Patriarcha Antiochiae, ac Archiepiscopo Valentino; librorum imprimendorum examinator & corrector deputatus, vidi & diligenter perlegi librum Estudioso de la aldea nuncupatum; quem diligentissimus, perinde ac doctissimus vir Laurentius Palmyrenus, olim in florentissima Valentinorum Academia Rhetorices professor, nunc autem Scholae Alcannisij primarius, conscripsit: in quo sanè nihil quod cum Ecclesiae Catholicae, vel Fidei Orthodoxae sacris sactionibus pugnare videatur, inueni. Quin potiùs Grammaticae tyronibus, atque etiam in ea mediocriter instructus; denique his qui fastigium illius conscenderunt, utilia; & verum fatear, necessaria. In quorum fidem, praesens examinationis, & approbationis meae testimonium manu propria subsignatum dedi. Valentiae in Carmelo nostro, die 7. Maij. 1571.

Frater Michaël Carrança

Provincialis Carmelit. Aragoñ


A los muy ilustres señores Valencia.

Acostumbran los que tienen algún cortijo encomendado, llevar la primera fruta que en él se produce, al dueño, en señal de amor, vasallaje, y obediencia. En este cortijo de las Musas, y lucida escuela, donde V. S. a todos los estudiosos hacen larga merced, nació esta nueva fruta, hasta hoy no vista en España; va derecha a hacer la obediencia que debe, como a señores de esta casa. Suplico a V. S. no miren la poquedad, o bajeza del presente, sino el ánimo con que este su siervo le ofrece. En una cosa confío habré (haure) acertado, que es en imitar a V. S. porque luego que sienten que viene pestilencia, acuden a los mojones y aledaños del reyno, para defender la tierra de cualquier mal contagioso que corre en la comarca. Yo imitando una tan buena orden y provisión; he salido por las aldeas a instruir los mozos (moços), de tal modo, que antes que lleguen a esta ciudad, pierdan las rústicas costumbres y bárbara doctrina, con que podrían infectar (inficionar) los niños de los ciudadanos, en cuyas casas asientan por ayos y maestros particulares. Y pues en toda España no hay pueblo que sustente más mozos forasteros, no será bien que esta liberalidad redunde en daño de sus hijos. Para remedio de esto encomiendo a vuestras señorías esta mi pobre diligencia, para que debajo de sus alas y protección sea amparada y más acepta a los lectores: so cuya censura y corrección someto y sojuzgo todo lo que en ella se hallare dicho menos útil, o incomodamente. De Valencia y Hebrero à quinze, año 1568.

Besa las manos de Vs. Ss. este su insigne catedrático de retórica 

Lorenço Palmyreno.


Intención del autor.

(margen izquierdo) No quisiera el autor poner su nombre, porque hiciera más fruto el libro.

(margen izquierdo) Porque escribió en romance.

Si hoy se nos permitiese imprimir sin nombre de autor, no temería lo que al presente me fatiga, que es el juicio, y voto de los que esta mi poquedad vieren.

Si hoy se nos permitiese imprimir sin nombre de autor, no temería lo que al presente me fatiga, que es el juicio, y voto de los que esta mi poquedad vieren. Cuando los tiempos no eran tan peligrosos, imprimió un estudioso en Zaragoza (Çaragoça) quinta y sexta parte de la Sylua (Silva) de varia lección; y como no puso su nombre, librose de todo encuentro: yo no puedo librarme por esa vía, sino suplicándote mires mi intención, y no la obra. Veo que hay muchos libros en latín de como ha de estudiar el niño; pero esos cuando vienen a sus manos, ya es tarde: porque a enconado en ruin latín, no agradan; o paso ya en él la sazón de aquellos buenos consejos. Por tanto es bien se le den en lenguaje que los entienda; y el lector con toda benignidad me dé licencia, que en nuestra España introduzca yo esta novedad, para que los doctos acaben lo que yo no puedo. Yo fui el primero que osé imprimir retórica en esta insigne escuela de Valencia; saliome tan bien, que luego se imprimieron de dos autores tan excelentes, que bastaron a enmendar mis faltas: así confío ahora, que visto este mi buen propósito, pondrán (pornan) sus fuerzas (fuerças) en enmendar, y acabar lo que yo con mi poca habilidad quiero, y no puedo. 

De la necesidad que hay de semejantes libros, no cumple traer otro argumento; sino que vemos venir a esta escuela mozos de 16 y 18 años a oír curso de artes, con tanta inhabilidad que es lástima: no solamente vienen groseros en crianza, pero aun tengo que hacer en enmendarles el mal construir y arromanzar (arromançar) los autores, en hacerles escupir las duras metáforas, y bárbaros vocablos que traen. Pues tratando yo aquí como ha de ordenar sus estudios en el Aldea, vendrá (verna) mucho más acomodado para la ciudad, hallará mejor asiento, para que según su habilidad le den posada, y alivie sus gastos en los más graves estudios. Y si entra en casa de un ciudadano, podrá con buena conciencia llevar el partido que le den, por ser ayo de un niño. Y pues en esto estoy, no me parece será fuera propósito advertir a los padres lo que tanto importa, por ver si podría con la ayuda del Señor quitar un tan mal uso como en esto hay con gran daño de los niños. Todos tienen gran cuidado de tomar maestro en su casa, para que les lleve el niño a la escuela: pero hay algunos que no los tratan como deben, o como a sus hijos conviene. No sé si lo hacen por avaricia, o por descuido, o por ventura que así lo heredaron de sus padres.

Toman el maestro en casa, trátanle como un gato: cuando el niño ve aquello, piensa que es caso de menos valer obedecer a tal personaje. Querría que se acordasen de lo que hizo Hernando Cortés en México: llegó allá un fraile de España, arrodillose Cortés, y besole la mano. Decíanle sus amigos: que pues no era Papa, para qué se arrodillaba? Respondió; por dar ejemplo a los indios.

No quiero que el padre se humille al pedagogo de casa, pero querría que diese ejemplo al hijo, y no dijese cosas, o diese cargos al maestro, con que perdiese la autoridad con su discípulo.

Acaeció estos días pasados, que un cierto ciudadano recibió en su casa un mancebo escribiente; y advirtió a las criadas, que le tratasen bien, diciendo: Oísme? Entended que a este no le habéis de tratar de vos, como al maestro, ni me ha de servir a la mesa, dadle silla, y tratadle de v. m. porque es un mozo fiado, y ha de tener el talegón de mi dinero. Miren cuán bien vamos, el que trata una cosa tan baja como es el dinero, llega a v. m. y el que da saber y crianza al hijo de casa, nunca sube de vos; y aun sirviendo a la mesa, baja a que le dicen: como sois tan grande asno, que no quitáis esos platos? Si estos tales tienen ruin hijo, no se maravillen, pues de ellos nace el mal. Quieren que el lacayo guarde todo el día la mula, temiendo no se les pierda, y al hijo dejan solo, porque el maestro vaya a proveer la casa de pescado. O si es casa de más punto, no le mandan comprar, pero envíanle a mandados, o visitas tan continuas, que en este espacio tiene lugar el discípulo para aprender lo que no le conviene.      

Aunque infinitas veces viene el mal, por ser el maestro indigno de más honra: criose en Aldea, estudió poco, tiene bajos pensamientos; aunque le quieran honrar, parece que no caben en él los favores. El aire del Aldea lo destruye, y como allá no aprendió, aquí no tiene que enseñar. Entendiendo el niño, que su maestro sabe poco, tiénelo en poco; y así todo va por tierra. Vemos un muchacho (mochacho) de ricos padres giboso, otro pasmado, si preguntamos la causa, responden nos, que su maestro le dio coces, y lo arrojó contra una arca, y le rompió por la espina; o le sacó fuera al campo, que sus padres no le viesen, y le ató a un moral, y le pasmó a azotes. Él es un camello, que nunca sus parientes le pudieron domar, y por sacarle de la patria, le vistieron de modo que pareciese algo; y el desdichado padre buscando el barato, topó con este; y porque la señora dijo, que para acompañarla este era más abultado, y mejor vestido que los otros, despidieron al que le traían con habilidades, y tomaron la destrucción de sus hijos. Aunque a veces no caen los padres, por no entender, sino por los sobornos grandes que los matan. Sirvió uno toda su vida de lacayo en Sevilla, se le ofrece (offresce se le) una expectativa de un beneficio, recaba carta de favor para un caballero (cauallero) de esta tierra; y este como no lo ha menester en su casa, ruega al vecino que le reciba para su hijo. Si le decís, como despidió aquel docto que tenía, y tomó aquel idiota? responde, Don Luys, o don Francisco me lo rogaron. O cuitado, que tiene cara para negar la mula a un señor, cuando se la pide prestada; diciendo, no puedo, que le doy verde; y para bien de su hijo no osará decir, no me conviene ese maestro!

Demos remedio  a tan gran mal. Yo con la ayuda de nuestro señor Dios procuraré, que el niño se críe tal en la aldea, que cuando venga pueda muy bien servir en la ciudad. Los padres procuren de ser cumplidos, y hallarán quien bien les sirva: porque quien no da lo que duele, no ha lo que quiere. Si entienden los estudiosos este buen tratamiento, tomarán ánimo para hacer lo que son obligados. Si ven que no los aceptan en las casas, sin escudriñar su buena vida, dejarán de jugar a naipes delante del discípulo, amenazándole, si lo descubre a su padre. En Lacedemonia se gastaron los mancebos tan sin remedio, que fue necesario imaginar crueles castigos: y como no aprovechasen, ajuntaron (ayuntaron) consejo; y después de muchos votos, quedaron en lo que un buen viejo propuso, diciendo: mandemos a nuestras hijas, que no admitan por servidor mancebo sin habilidad. Valió tanto, que en pocos días se enmendaron todos los mozos ociosos. Mucho puede el premio, mucho hará en el mozo forastero, ver que le escudriñan su vida, y que la virtud le ha de dar de comer. Para todo aprovechará, que el padre siga estas reglas. Si su hijo es callado, y muy encogido, no le tome en casa maestro de la misma condición, porque se lo convertirá en monstruo; búsquele alegre y cortesano. Si el niño es bullicioso, tome el maestro sosegado, y hará un buen medio.

Si a dos, o tres meses que está en casa luce el niño en crianza, y letras, estrénele unas calzas: con esto abrirá el ojo el maestro, y lo que había de aprender el niño en dos años, aprender lo ha en uno. Y no pido cosa injusta, pues los oficiales cuando se allega la feria, estrenan a sus mozos, para que presto acaben la hacienda.

Dormir el maestro y discípulo en una cama, no es cosa que me agrada: las causas os las diré a la oreja, cuando nos topemos.

Comer en un plato, no conviene; porque hacéis juez al maestro en causa propia. Digo que comíamos juntos dos discípulos y yo: ellos almorzaban ochenta veces, yo ninguna: cuando veníamos a la mesa, ellos no tenían cuenta en comer pan, sino carne, como caníbales, o caribes. Yo caminaba a espacio; lo uno porque la poca carne que me cabía y daban, fuese acompañada, como en razón, con pan: y lo otro por darles ejemplo.

(margen derecho) A los cinco de dos juntos llama Hesíodo pendozio.

Ellos corrían la posta a trece leguas por hora, hinchiendo el pendozio, de modo que yo no tenía más de una entrada en el plato, y no osaba decirles, que comiesen con tres dedos, y a espacio (despacio); porque no lo echasen, que votaba por mi provecho en causa propia, y aunque todo eso no fuese, habemos de procurar, que los niños no decrezcan: porque cuando son de edad, y tienen un cargo importante, pierden la autoridad por ser de cuerpo pequeño: y no hay cosa para esto tan contraria, como el perpetuo temor, que los hace decrecer. Díganme, que provecho le hará comer en un plato, con aquel que le suele azotar, y a quien tiene respeto? Procure no mudar maestro, porque es como la leche de las amas al niño; y lo que el uno habrá enseñado, borrará el otro, y el niño siempre será principiante. 

Si el niño lleva nuevas al padre, o a la madre contra el maestro, no lo crea; porque muchas veces mienten, por vengarse de los azotes que recibieron: pensando, despedirán este, y tomarán otro que será más benigno. Pero porque alguna vez podría ser verdad, aunque el padre diga al hijo, quítateme delante, no me vengas con esas mentiras; ido el niño, con gran cordura y disimulación infórmese de lo que pasa; para que prudentemente, si algo hay, provea en el remedio.

Si las mozas de casa dicen mal del maestro, no las crea, que son enemigas de hombres recogidos; antes procure tener en casa al que ellas persiguen, si la riña no es fingida. Alomenos el maestro que anda por cocina, o enseña latín a las mozas, vaya fuera; pues dicen, no mozo Pedro en casa.

Al maestro de la escuela ha de visitar el padre, lo menos una vez en el mes: porque el ojo del amo hace grueso el caballo. Y pues visitan al que impone la mula, para ver si es espantadiza, si camina a la andadura; miren si importa ver que hacemos nosotros en sus hijos? Principalmente lo ha de hacer quien no tiene maestro en casa. Y porque vea si hablo de veras, pondere esto. Cerraron las escuelas por las fiestas del parto de la reina; yo hallándome desocupado, púseme a componer el librico que se sigue, sin ver discípulo ninguno en estos días. Acabadas las vacaciones, topé un padre, que con grandes admiraciones mostraba estarme muy obligado, decía, cuándo os pagaré lo que hacéis por mi hijo, que no bastaba que cada domingo me lo detenéis en vuestra casa hasta dos horas de la noche, sino que aún en vacaciones le queréis leer en casa? Jurele, que nunca su hijo había entrado en mi casa. Pasmose en verse tan engañado: y al fin halló que en aquellas horas muy apriessa meneaba los pulgares en Ioan Virida. 

Otro discípulo se comió con amigos suyos en cuatro meses una arquilla de confituras en nombre de su maestro, hasta que el padre topándole en una calle, le dijo; que se holgaba, que cada semana enviaba por confitura; que mirase por su hijo, que él no se cansaría de darle. El niño iba tras el maestro; oyendo esto, volviose amarillo de espanto; supo el padre la verdad, que ningún día lo había llevado al maestro, pero que otros discípulos le movían a pedirlo. También un discípulo, pocos días ha, pidió a su padre prestados veinte reales para el maestro, y holgose con ellos. Bien creo lector que te enfadará mucho esta bajeza de materia; pero acuérdate que el negocio es muy importante, donde va la salud de tantos niños: y como los más padres son oficiales, o menestrales; han menester que esto se les descubra, pues son tan rudos, que en medio del día claro han menester candela para ver.

Al maestro, o ayo de casa suplico pondere mucho, cuanto importa que él, y el maestro de la escuela tengan paz; como médico y boticario. esta se conservará, si él no deja el niño hasta entregarlo en la puerta del auditorio al maestro; y no se fatigue de esto, porque pues al de la escuela no le dan sino siete reales, y a él de comer y posada, que son cuarenta libras, a más es obligado. Cuando el niño le repite la lección en casa, si no la sabe, por no recibir azotes, finge que el maestro no leyó, o no declaró o no dio tesis en romance para componer. Piensa el maestro ser verdad, con aquel buen celo dice ma del maestro de la escuela; el niño relátaselo callando la causa: de estos enojos se pierde un muchacho. Todo esto se borra tratando con el maestro, y algunos días que no hay grave ocupación, enterándose un rato a oír al maestro, teniendo al lado a su discípulo, y guiándole.

En el repetir puede haber enojo, por dar el niño un romance a la construcción, y su maestro otro; si el niño porfía que así lo oyó en la escuela. No es posible que el de casa, por docto que sea, estando ocupado en su teología, o medicina, o curso, y con gran deseo de llegar al fin de sus estudios, tenga el ingenio tan pronto en las cosas de humanidad, como el que lee en la escuela, que no trata otra cosa. Ayer el maestro construyó: praedam militibus donat, exercitum Ligerim traducit, atq; in Biturigum fines pervenit. Al repetir vino la riña, porque la interpretación del de casa era: Da el robo a los  soldados, y pasa el río Ligeris con su gente, y llega a tierra de Brujas. Dijo el de la escuela: reparte el despojo entre sus soldados, y pasa su campo de la otra parte del río Loire, y llega a tierras de Burhes en Berri. Como el niño el sábado tiene más en memoria lo que en casa le repitieron muchas veces, que no lo oyó en la escuela, sale en público con aquello; enójase el maestro, dice que el de casa se lo dijo; sale la confusión y rencillas. Quitarse ha todo, con mandar al muchacho que traiga arromanzadas y muy bien escritas las frases del texto: porque si él se ha de poner a buscar en los comentadores, o vocabularios; perdería sus estudios.

Para consuelo de los que entran nuevos en esta mi facultad de enseñar lenguas y retórica; quiero en esta segunda impresión contar lo que me acaeció en esta Cuaresma del año 1570. Repetía el César Felipe Salinas, y como llegase a; influit in Rhodanum, dijo; influit, descarga: el pedagogo que había muy bien leído este libro, y aprobado; a la hora salió de madre, diciendo: Qué asno te ha enseñado eso? sabes que, fluere, quiere decir, correr el río (fluir); y, influere, entrar corriendo? Dijo el discípulo; mi maestro Palmyreno lo ha interpretado así. Respondió el pedagogo; a un tan grande asno bien sería le quitasen la cátedra, pues dice tales badajadas. El día siguiente vino el discípulo muy triste, y contome lo que pasaba; pidiendo algún paso de autor para probar lo que yo decía. Díjele; no recibáis pena, que según decía Antisthenes, Regium est, cùm bene feceris, male audire: dar os testimonio de ese vocablo, no puedo; porque nunca pensé que alguno me le pidiera; sé que no le tomé de mi patria, sino que en conversación de doctos, o en buenos libros lo habré ganado. Rió mucho el pedagogo, triunfando con mi respuesta. Yo reconocí mis libros; y hallé que se me había apegado del viaje del príncipe del maestro Calvete, y de la Cosmographia de Hieronymo Girava, pág. 98. línea antepenúltima, impresa en Milán in 4. también del Bachiller Ioan Pérez de Moya, pág. 519. lin. antep. lib. 2. cap. 10 de sus fragmentos matemáticos. Yo hablando de Jalón (Xaló, o nasal, virgulilla) y Gállego, no diré que descargan en Ebro, sino que entran: pero este aumentado con Cinca, Gállego, Segre, Gadalof, Alcanadre, y otros; bien admitirá que digamos: Ebro junto a Tortosa descarga en el Mediterráneo. Si a mí que he leído veinte y cuatro años en Valencia y Zaragoza se me atreven pedagogos, ten paciencia, pues comienzas.

Algunos maestros que les digo, por qué me traen el discípulo tan tarde? respóndenme, que sus padres que oigan misa cada día. A estos aconsejaría yo que los hiciesen madrugar, o que la oyesen después de lecciones; y que ponderen estas palabras de fray Luis de Granada, en el tratado tercero del Memorial, pág. 293. Dice así: también se debe tener respeto a que primero cumpla cada uno las ocupaciones y cargos del estado que tiene; para que de tal manera se dé a los ejercicios espirituales, que no deje de cumplir con estas obligaciones. Porque la mujer que tiene marido y hijos a quien servir, y hijas que guardar, y casa que mantener; de tal manera se ha de dar a las cosas de devoción, que no deje las de obligación: pues las unas son de voluntad, y las otras de necesidad; las unas de consejo, y las otras de precepto. Y uno de los principales fundamentos de la buena vida, ha de ser, nunca dejar las obras de justicia, por las obras de gracia.

Quiero concluir con esto que aconseja Budeo a los padres, diciendo; que aunque en todo tiempo son obligados a mirar por sus hijos, más de veras lo deben hacer, cuando les huelen los sobacos. Hircus foetor est alarum, quem olent pubescentes, vbi Venerem agnoscere incipiunt. 

División de la obra.

De todos los autores que en latín y griego he podido ver, hallo que la orden buena para enseñar un niño es, que luego le pongamos en cosas de Dios, después en buena crianza, para que no sea molesto a los que con él conversan: y junto con esto aprenda doctrina conveniente, y al fin se dé a las cosas de provisión pública, o particular de su patria, o casa. Estas cuatro cosas, Deo duce, trataremos, por orden, avisando al estudioso cómo, y de qué libros las ha de aprender. Nuestro señor Iesu-Christo nos dé su gracia; para que yo acierte en dar buenos consejos; y el niño tenga fervor, y orden en seguirlos. 

Algunos capitulicos van en latín, porque son muy necesarios, y se han de encomendar a la memoria; y si fueran en romance, no se pudieran decorar tan de presto. Si el niño no los entiende, tendrá esa ocasión para estudiarlos con un condiscípulo más hábil que él, o con un vocabulario.

Cómo alzará el niño de la aldea sus pensamientos para una grande empresa.

Cómo alzará el niño de la aldea sus pensamientos para una grande empresa.

Muy buena obra se le hace al nuevo caminante, cuando llega a la aspereza y fragura de un monte, avisarle que atajo hay, por donde con menos fatiga acabe su jornada. Pero mucho más contento camina cuando le dan retratado el viaje; de tal modo que por él entiende qué recuesto, o vereda ha de buscar, para evitar alguna sierra agra, fragosa, algún cerro, o montaña enhiesta. Caminante eres niño, y si buena guía topas, llegarás descansado al fin del camino de tus estudios: y si no, verte has viejo ignorante, cuando tus lágrimas no tengan consuelo, y tu mal no halle remedio: porque entonces dicen; duro es Pedro para cabrero. Aunque el rey don Alonso de Nápoles comenzó a estudiar a los cincuenta años, y salió con razonable doctrina: pero fue causa su buena bolsa, con que liberalmente satisfacía los trabajos e invenciones de su maestro Lorenzo de Valla: y tú no tienes modo para aguardar tal remedio. Pues si tú estás atento en lo que te digo, espero en nuestro señor Iesu Christo que hallarás fruto muy grande en mis consejos. Todavía te quiero advertir, que si tienes posibilidad, huyas de la aldea, y te entres en universidad; donde tratando con muchos doctos, seas uno de ellos: pues dicen; Beati qui habitant urbes. Créeme, que tanto como aprovecha la aldea al cortesano viejo, que se va a retraer en ella, otro tanto daña al niño que se encona en aquellas toscas y groseras costumbres. Vemos niños trasplantados en la ciudad, admirables doctores y cortesanos: pero los que ya barbados vienen a la frecuencia y policía, aunque lleguen a la doctrina que desean, siempre tienen el aire de Cetres, o Pascasios; y aunque van cargados de tafetanes y chamelotes, el rostro representa la leche de asna que mamaron. San Agustín aconseja que a los niños les pongamos el Virgilio en las manos; porque les alce los pensamientos. Yo para el mismo propósito querría sacarlos de la aldea. Pero si falta la hacienda, sufrirte has con los remedios que aquí te doy. Por las paredes de tu celda, y en las cubiertas de tus libros escribirás; (* letras griegas), ácron lábe, que mé son éxis: Summum cape, & medium habebis. Es título acomodado para lo que tratamos. Con este se consolaron los Aeginetas desterrados, según cuenta Zenódoto. Quiere decir: esfuérzate a tomar cosas muy grandes, y quedarás en posesión de las medianas. Si con poco te contentas, quedarte has con nada. Alexandre Magno lloraba cuando oía a un filósofo disputar que había muchos mundos, porque él aún no había ganado uno. Si tú imaginas, seré maestro de mi patria, ganaré victum & vestitum; yo te doy por un fordido gramático. Pero si imaginas, seré trilingüe, ya que no llegues a eso, quedarás en un estado mediano.    

(margen derecha) Arancel de la doctrina que en esta vida podemos alcanzar.

Imagina que has de tener cognición de toda la Enciclopedia, y tendrás ocasión de alzar el pensamiento, ejercitar tu ingenio, velar y madrugar. Y no serás como aquellos, que si les decís; como no estudiáis para tomar órdenes sacros? responden, ya tengo quien me lee la Postilla. Mira el retrato de la Encyclopedia.

Latín, griego, hebraico, caldeo (chaldeo), historia, poesía, retórica, dialéctica, filosofía natural, moral, política, económica, matemáticas, aritmética, música, geometría, cosmografía, geografía, astrología, astronomía, óptica, teología, medicina, leyes, mecánicas, ars militaris, arquitectura, pintura, escultura, agricultura, venatio, aucupium, piscatus, chemeia, vel alchimia (alquimia), de metallis, statica, & métrica, seu de ponderibus & mensuris, de re náutica, &c. Cuando verás que tantas te quedan por andar, no tendrás ocasión de estar ocioso, llevando siempre en tu entendimiento aquel blasón del norte en el cielo azul estrellado, y el aguja imán de los marineros puesta sobre la carta de marear: significando que aunque en el cielo hay infinitas estrellas, la aguja a sólo el norte mira. Así señaló Simbaldo a su dama celosa, que aunque se requebraba con otras damas, su verdadero amor era en ella. Y tomó por letra: Aspicit unam. Así tú imagina, que has de ser un buen teólogo, o médico: y que aunque estudies todo lo dicho, tu afición aspicit unam. Y procura siempre llevar el libro en la mano: guardándole con el ardor de aquel espartano, que dijo; Aut cum hoc, aut in hoc: O en este pavés me traerán muerto a casa, o con él alcanzaré la victoria. Procura de amar el libro, como Epaminondas amó su escudo. Y para que ningún trabajo te desmaye, ten en memoria estos versos. Qui studet optatam cursu contingere metam,

Multa tulit, fecit que puer; sudavit & alsit; Abstinuit Venere & vino;

De aquí entenderás, que si no te huelgas en trabajar, no te cumple tener esperanza de honra ni descanso: pues de cierto se sigue a juventud apacible, senectud trabajosa. Siempre que oyes un buen predicador, dirás en ti mismo: qué le cuesta a este doctor lo que sabe! qué malas noches, frío, calor, sed y hambre habrá padecido! Así no te espantarás de nada que te suceda. Dirás por ventura; yo soy más desdichado que otros, porque entre arado y albarda poco pueden lucir mis estudios: y esos predicadores que me decía, nunca allegan a mi pueblo, para que yo me anime, o alce mi pensamiento; y nunca de tan pobres padres como los míos, salieron personas señaladas. En breve te quiero responder, que en los más ruines campos y tristes selvas cría el señor las minas, o mineros de fino oro y plata. Procura de ser devoto de nuestra señora, que en esa tu pobre choza resplandecerán tus estudios. 

(margen izquierdo: Hombres de bajo suelo que llegaron a alto estado).

Y porque veas que cada día hace el señor de estos milagros por su omnipotencia, contarte he cuán remunerada fue la virtud y buena inclinación de algunos niños de la aldea; para que con ellos te animes y pierdas la rústica y aldeana cobardía. Saúl apacentaba las asnas, David las ovejas; y por su gran virtud merecieron y llegaron a ser reyes. Tullio Hostilio de una pobre choza llegó a ser rey de Roma. Vendidio Basso de guardar mulas llegó a cónsul, como Gellio dice lib. 15. cap. 4. Telephanes carretero llegó a ser rey; Theodosio caballerizo a Emperador; Agathocles ollero a rey de Sicilia. Tamorlán guardaba puercos, y fue rey de Tartaria. Valentiniano emperador fue hijo de un soguero (de soga), o cordero (de cuerda); Bonoso emperador hijo de un gramático: el Papa Inocencio octavo fue lacayo del rey don Alonso de Nápoles, Sixto Papa hijo de un pastor, Julio segundo hijo de un marinero.

Si por ventura la casa pequeña de tu padre te da congoja, acuérdate que mal de muchos conorte (consuelo) es: y que salen más doctos en las pequeñas chozas, que no en las muy anchas salas de palacio. Yo me quejaba cuando era muchacho, que no podía estudiar con sosiego, hallándome entre el estruendo de los martillos de mi padre, y el torno que hilaba la moza: díjome un viejo; quieres que cualquier casa se te haga muy grande, acuérdate de la sepultura. Yo veo que en casa pequeña nació César, que había de ser señor de todo el mundo: en pastoril choza fueron criados Rómulo y Remo fundadores de tan gran ciudad: en pequeño palacio recibió Evandro al gran Hércules. No moraban Catón ni Sócrates en grandes palacios: Diógenes en media cuba vivía; en pequeños huertos grandes filósofos, y al sereno, o tiendas pequeñas muy grandes capitanes. Si dices que no te fatiga la casa, sino los estorbos, mira que el que es muy amigo de buñuelos, suele decir; que en cabeza de un tiñoso los comería: y no te ha de enfriar eso tu ardor. Testigo soy de vista, que un estudioso con una mano servía a su padre meneando los fuelles, y con otra decoraba los coloquios de Vives: y muchas veces le decían calla en hora mala, que me rompes la cabeza: pero nunca dejó su empresa. Bien sabemos el filósofo Cleanthes haber alcanzado su doctrina, con proveer de noche agua a las escuelas, y estudiar de día. También el gran Euclides iba cada noche desde Megara a Atenas, con peligro de la vida por oír a Sócrates. Pero ninguno tanto te moverá, como el Papa Adriano sexto, que siendo hijo de tejedor pobre, se esforzó tanto, que mereció, que sin procurarlo él, fuese nombrado obispo, y después cardenal, gobernador de toda España, y al fin Papa. Era tanta su pobreza, que siendo niño, no bastaban sus padres a sustentarle en las primeras letras. Y así es más de ponderar la buena conciencia de su madre, que viendo al niño Adriano muy alegre que se volvía a casa, dijo; como no vas a escuela bellaco: respondiendo él; señora traigo un dinero que me he hallado en la calle; diole un bofetón, diciendo; volvedlo en hora mala donde le hallastes, que su dueño volverá por él. Procura de leer su vida, pues la hallarás en romance: yo proseguiré en lo que he comenzado, y diré primero de la devoción.          

Cómo se mortificará, y hará devoto.

Algunos dichos tiene el vulgo, que parece que llevan toda la filosofía en compendio. Entre muchos es de ponderar aquel que dice: El que se salva sabe, que el otro no sabe nada. Digo que vale poco aprender todas las ciencias que arriba te he nombrado, si no te han de aprovechar para el (la) alma. Que será decir, es un mozo muy docto, y que tenga el alma más negra que un idólatra? Entró Diógenes a ver una casa muy bien labrada, con muchos aderezos, preciosa alhaja, y rica tapicería; y reconocida toda muy bien, escupió en la cara al dueño de ella, diciendo: Todo está tan limpio, que no hallo rincón donde escupir, no hallo cosa sucia sino vos, así tengo de hacer lo que veis. Era este hombre de mala vida: y así Diógenes le halló más sucio que su casa. Porque no te acaezca así, primero has de proveer el alma, después adornar tu ingenio. Para esto te aprovechará considerar, que la vida del cristiano ha de ser 

Una perpetua memoria de las mercedes que Dios nos hace.

Agradecimiento al benefactor.

Amor para con aquel, que es la misma bondad.

Reverencia como a potentísimo y sapientísimo.   

Del amor de Dios, amor a los hombres.

Del amor de Dios, recogimiento de cosas vanas, y estímulo para santas obras.

El amor de los hombres, apartarse de hacerles mal, y estímulo para hacerles bien.

Procura luego en despertándote hacerle gracias de la merced que te hizo en despertarte; acordándote, que muchos se acuestan, y los hallamos que se murieron durmiendo. Hallarás para esto oraciones de Luis Vives, que se llaman preces & meditationes diurnae, para cuando te vistes, cuando ves el cielo, sales de casa, &c. 

Van otras cosas de devoción juntas; todo el librico se intitula, Excitationes animi in Deum. Si algún día cansado de tus estudios, o fatigado de algún catarro, no puedes moverte a rezar todo aquello que sueles, porque el demonio tentándote a pereza no saga vencedor, al menos dirás 

Cuando te levantas. Exurge qui dormis & surge à mortuis: & illuminabit te Christus.

Cuando ves la lumbre. Illumina oculos meos, ne unquam obdormiam in mortem: ne cuando dicat inimicus meus, prevalui adversus eum.

Cuando sales de casa. Vias tuas Domine demonstra mihi, & semitas tuas edoce me.

Cuando vuelves a ella. Pax Christi domui, & omnibus habitantibus ea.

Cuando se pone el sol. Mane nobiscum Domine, quoniam aduespera scit, & inclinata est dies.

Cuando encienden lumbre. Signatum est super nos lumen vultus tui Domine, dedisti laetitiam in corde meo. Lucerna pedibus meis verbum tuum, & luum semitis meis.

Cuando te acuestas. In pace in idipsum obdormiam & requiescam. 

Esto es cuando no tienes más espacio, porque el demonio no te halle desapercibido: pero en los otros días decorarás las que arriba he dicho de Luis Vives, y las dirás con mucha devoción.

Cada mañana cuando estás para salir de casa, toma la bendición de padre y madre; y antes de llegar a la escuela, mira si puedes pasar por alguna iglesia, y dirás devotamente la oración de Vives: Nos & in tenebris densissimis, &c.

Los domingos, y fiestas de nuestra Señora, y Apóstoles, querría yo que dejases los libros de Cicerón, y otros profanos; y después de haber oído con mucha devoción misa, sermón, y vísperas, te fueses al hospital a servir en algo. Si en tu pueblo no hay tal ocasión, visitar alguna ermita, leyendo por el camino algún libro de devoción. Y porque en la aldea no se pueden haber los que quieres; direte algunos, porque los tomes prestados; o si tu bolsa lo sufre, tengas algunos de los que se siguen.

Libros devotos.

Memorial de la vida cristiana, de fray Luis de Granada, impreso en Salamanca. 1566.

Guía de pecadores, cómo se ha de alcanzar la virtud, de fray Luis de Granada, añadido año 1567.

Libro de la oración y meditación de los misterios principales de nuestra fe, de la limosna y ayuno, de fray Luis de Granada.

Arte para servir a Dios, de fray Alonso de Madrid. 

Suma de casos de conciencia, de fray Juan de Pedraza, en Valencia, 1568.

Exposición devotísima del miserere mei, de fray Diego Ximénez de Arias, en Pamplona, 1568, por Adrián de Anvers, in 8.  

Remedio de jugadores, de fray Pedro de Covarrubias, in 4. año 1544, en Salamanca, Juan de Junta (Ioan de Iunta).

Manual de confesores, del doctor Azpyricueta (Azpiricueta).

Espejo de conciencia.

Norte de los estados.

Monte calvario de Guevara.

Jardín del alma cristiana.

La vanidad del mundo, de fray Diego de Sancristóbal de Estella, 1567.

Los oficios de san Ambrosio en romance.

Contemptus mundi en romance.

Siete documentos para oír misa.

Tratado de tribulación devoto, 1549.

Juan Climaco de los escalones del cielo.

Espejo de consolación de tristes, de fray Juan de Dueñas.

Purificador de la conciencia, de fray Agustín de Esbarroja.

Oratorio de religiosos, de Guevara.

Meditaciones y soliloquios de san Agustín.

Veinte y dos sermones de la doctrina cristiana, in S. Salamanca, 1570.

Guía del cielo, de fray Pablo de León, en Alcalá de Henares, 1553, trata de los vicios y virtudes.

Historia del divino misterio de los santos corporales de Daroca, que acaeció año 1539, impresa en Alcalá, año 1553.

Tratado de la excelencia de la vida solitaria, de Francisco Petrarca, traducido de latín por el licenciado Peña, en Medina del Campo, 1553. Guillermo de Millis.  

Soliloquio para despertar el ánima cristiana, por don Juan Bernaldíaz de Luco, 1553, en Medina del Campo. 

Representación sobre el aparecimiento del Señor a los discípulos de Emaús, de Pedro Altamirano de Hontiveros.

Armonía del vecchio col nuovo testamento, dal R. padre don Raphaelo Castrucci, in Venetia, 1570.

Teatro del mundo y miserias del hombre, en Alcalá, 1566. Confesionario de Alcocer.

Le fette Chiefe Romanae del R. P. F. Onophrio Panvinio Veronese, tradotte da M. Antonio Lanfranchi (Láfráchi, a con virgulilla), 1570.

Avisos cristianos para vivir en todos estados desengañadamente, del doctor Francisco de Ávila canónigo de la colegial de Belmonte, en Zaragoza, 1566.

Copia de las cartas que los Padres y hermanos de la Compañía de Jesús que andan en Japón, escribieron a los de la misma Compañía de la India y Europa, desde el año 1548, que comenzaron, hasta el pasado de 1563.

Tesoro de misericordia divina y humana, de fray Gabriel de Toro.

Tratado breve para disponerse el hombre a la oración interior, de don Íñigo de Bolea. 

Concordancias de muchos pasos difíciles de la divina historia, de fray Domingo Valtanas, en Sevilla, 1556.

Epístolas familiares de fray Francisco Ortiz; las cuales son de muy santa y provechosa doctrina, in folio, 1552.

Tesoro de la pasión sacratísima de nuestro redentor, por Andrés de Eli de Zaragoza.

Diálogos muy sutiles y notables del señor don Pedro de Navarra obispo de Comenge: hay muchas cosas devotas, in 8. Juan Millán en Zaragoza, 1567.

Sumario de las ceremonias de la misa de Pere Antoni Beuther (Beuter), en Valencia, 1544. Juan Mey.

El libro de la institución y modo de rezar el rosario, de fray Mexía, y otro de fray Taix.

Espejo de la vida humana, en Valencia, 1556.

Tratado del santísimo sacramento de la eucaristía de Pero Díaz de la Plaza, inquisidor de Sevilla, en casa de Juan Millán, en Zaragoza, in 8. año 1567.

La Torre de David moralizada por vía de diálogos para todo género de gentes, de fray Gerónimo de Lemos, in 8. en Salamanca, 1567.

Libro del temor y esperanza del cristiano, de fray Juan de la Fuente, en Alcalá, 1569, en dos tomos.

Compendio breve de ejercicios espirituales, de García de Cisneros, en Valencia, 1564.

Tratado de la oración y meditación, de fray Pedro de Alcántara, en Medina del Campo, año 1563.

Historia de la Reyna (de) Saba, como se ha de servir Jesucristo, de fray Alonso de Orozco (pone Horozco), en Salamanca, 1565. Y las siete palabras de nuestra Señora del mismo.

Los cuarenta cantos, de don Alonso de Fuentes, de Sevilla, con historias de la sagrada escritura.

El libro contra supersticiones, y saludadores, y enxalmos, de Ciruelos, en Salamanca.

Espejo de bien vivir, de fray Montañes (o Montañés), en Valencia, 1567.

Para bien morir, de don Martín de Ayala arzobispo de Valencia. Confesionario del mismo.

Sermón sobre el salmo, Super flumina Babylonis, de fray Cárdenas, en Valencia, 1562. 

Doctrina cristiana, de fray Domingo de Soto.

Memorial del confesor.

El catecismo (Catechismo) de Emondo Auger (Edmund, Edmond), que yo traduje de francés en castellano, 1565.

El Homeliario (homiliario) traducido por el bachiller Molina. 

Diálogos de la verdad.

Abecedarios de Osuna.

No digo que todos los leas: pero cuando en un libro se te enfría la devoción, es bueno mudar otro: porque no se te pierda el fervor, unas veces leer Flos sanctorum, otras la pasión en copla; que por ventura si estás tibio, el verso te moverá los afectos, leyendo la pasión puesta en copla por Diego de san Pedro, o por don Alonso Rebolledo, impresa en Valencia; o de Diego Ramírez Pagán, o Esteban Quirós cura de la iglesia de Sevilla. También te moverá leer algunos milagros en la descripción del reino de Galicia, del licenciado Molina, impreso en Mondoñedo, 1550, y copia de algunas cartas de padres y hermanos de la compañía de Jesús, impreso en Barcelona; y otro que se dice recopilación de las cartas de las Indias e islas a los hermanos de la compañía de Jesús del colegio de Coimbra, impreso en Córdoba en la calle de la Feria, en casa de Juan Baptista, 1557.

Cuando comenzarás de entender medianamente a Terencio, leerás en latín alguno de los siguientes.

Enchiridion Christianae institutionis in Concilio Provinciali Coloniensi editum, in 8. Antuerpiae, 1554.

Flores Bibliae, Lugduni, in 16, anno 1566.

Summa doctrinae Christianae per quaestiones Petri Canisij Societatis Iesu, Salmanticae, 1570. Matthias Gastius. 

Libellus de misericordia Dei fr. Petri Alfonsi, Barcinonae, 1561. Claudius Bornat.

Vita Christi, per sanctum Bonaventuram.

Isidori Hispalensis de summo bono, eiusdem libellus Soliloquiorum.

Rationale divinorum officiorum.

M. Maruli de institutione bene vivendi.

M. Maruli Evangelistarium. 

Vita Christi Ioachimi Perionij.

Acta Apostolorum Ioachimi Perionij.

Vitae Patriarcharum Ioachimi Perionij.

Orationes xj Hexaemeron divi Basilij, Perionio intérprete.

Elucidatorium Ecclesiasticum, Clitovei.

Lippomani, de sanctis.

Summa virtutum & vitiorum.

Dionysius Carhusianus, de quatuor novissimis.

Prognostica futuri seculi.

Blosij Enchiridion.

Clitoveus de methodo moriendi.

Nicephori historia Ecclesiastica.

Divi Cypriani epistolae, Divi Hieronymi Epistolae, Homeliae aliquot Chrysostomi, Divi Gregorij, Ioannis Eckij, Ioannis Feri; Vives de veritate Fidei. 


Andando por el camino hacia la ermita leyendo alguno de los sobredichos libros; cuando ya sentirás en ti fervor y devoción, cierra el libro, y ves muy a espacio; y en sentir la recreación que te da la suave olor del tomillo, del romero, del espliego, la color alegre de otras hierbas y flores, dirás: Quàm magnificata sunt opera tua Domine, omnia in sapientia fecisti; impleta est terra possessione tua. Si estás en pueblo que puedes ver la mar, vuelve los ojos a contemplar su grandeza, diciendo: Hoc mare magnum & spatiosum manibus, illic reptilia, quorum non est numerus: animalia pusilla cum magnis, illic naves pertransibunt: omnia à te spectant, ut des illis escam in tempore. 

Ponderarás qué maravilla fue abrir entre aquellas aguas camino para Moysen (Moisés) con toda su gente, y cerrarle a Pharaon (faraón). Y sobre todo contempla a nuestro Redentor Jesús paseando por aquella ancha plaza de la agua, cuando san Pedro le decía; Domine salva nos, periimus (Señor, sálvanos, perecemos). A esto te ayudará el Vita Christi de fray Luis de Granada. Pasado esto alza los ojos al cielo, diciendo: Caeli enarrant gloriam Dei, & opera manuum eius annuntiat firmamentum. Contempla cuan hermosa cosa es aquella, con tantas estrellas, con el sol dorado, con la luna tan plateada: que tal debe de ser de dentro, pues dice David; Quam dilecta tabernacula tua Domine virtutum, concupiscit & deficit anima mea in atria Domini. Beati qui habitant in domo tua Domine, in secula seculorum laudabunt te. Elegi abjectus esse in domo Dei mei, magis quam habitare in tabernaculis peccatorum.        

Pensando un rato en esto, sentirás un gozo espiritual, que te esforzará mucho para cualquier trabajo y adversidad que te viniere. 

Algunas fiestas, por variar la meditación, puedes contemplar la vida del santo, que en ese día celebra la Iglesia.

Otras fiestas, la miseria de la vida humana, como la pone fray Luis de Granada el martes en la noche. Y porque esos trabajos que allí se ponen, no te desmayen; acuérdate del Patriarca Jacob, que le parecían poco los siete años que había de trabajar para gozar de la hermosura de Raquel (Rachel); cuan poco te parecerá este trabajo por el cielo, si con entera fe lo contemplas. Dijo Dios al patriarca Abraham, cuando le prometió la tierra de promisión: levántate, y pasea toda esa tierra en ancho y largo, porque a ti la tengo de dar. Levanta pues hermano tu alma, y dejando las cosas terrenas, vuela con alas de espíritu, y mira las excelencias de aquella morada celestial, cuan grande y hermosa es. Cuan grande sea, muéstralo un santo, diciendo: Desde el fin de la occidental España hasta lo último de la India corre un navío en pocos días, mas el cielo à estrellas mucho más corrientes que rayos da que caminar por muchos años: y si cada estrella es mayor que la tierra, que tal será la grandeza donde están, y tantas; y aún queda espacio sin ellas?

Cuan hermosa sea, míralo en las espaldas que tal será dentro, y cuan suave; pues de fuera luce con tanta estrella: Quam dilecta tabernacula tua Domine (Dñe), &c. Si acá en la tierra hacen los hombres hermosos edificios, que tales los habrá hecho allá el maestro verdadero de todas las primores y excelencias? Allí en fin el lugar es ancho, hermoso, resplandeciente, y seguro, la compañía muy buena y agradable, el tiempo de una manera; no ya distinto en tarde y mañana sino continuado con una simple eternidad. Allí habrá perpetuo verano, que con el frescor y aire del espíritu santo siempre florece. Allí estarán todos los bienes, y desterrados todos los males. Allí todos se alegran, todos cantan, y todos siempre alaban a aquel sumo dador de todo; por cuya largueza viven y reinan en su gloria.

Pero contemplemos más à espacio los moradores desta celestial Jerusalén. Dice santo Tomás, que son más de lo que se puede pensar, que así como la grandeza de los cielos excede a la de la tierra sin proporción alguna; así la muchedumbre de aquellos espíritus gloriosos excede a todas las cosas materiales que hay en este mundo. Y si cada uno dellos es más hermoso de ver, que todo este mundo visible: que será ver tanto número de hermosos; y ver las perfecciones (perficiones) y oficios que cada uno de ellos tiene en aquella soberana ciudad! Allí discurren los ángeles, ministran los arcángeles, triunfan los principados, alégranse las potestades, enseñorean las dominaciones, resplandecen las virtudes, relampaguean los tronos, lucen los querubines, y arden los serafines; y todos cantan alabanzas de Dios. Y si la compañía de los buenos es dulce, qué será tratar allí con tantos buenos? hablar con los Apóstoles? conversar con los Profetas? comunicar con los mártires? y finalmente con todos los escogidos?

No pienses que aunque son tantos los moradores, por eso están desordenados y confusos; porque no es allí la muchedumbre causa de confusión, sino de mayor orden y armonía. Porque el que crió las estrellas, y a cada una pone su nombre, lo concierta todo, y da a cada uno su asiento. Así un lugar es el que tienen los vírgenes, otro los confesores, otro los santos mártires, otro los patriarcas y profetas. Así los ángeles repartidos en tres jerarquías, los cuales se reparten en nueve coros, sobre los cuales reside el trono de la serenísima reina de los ángeles, que sólo ella hace coro por sí; porque no tiene par ni semejante: y sobre todos preside aquella santísima humanidad de Jesucristo, asentada a la diestra de la majestad de Dios en las alturas.

Tu ánima cristiana discurre por estos coros, pasea por estas plazas y calles, mira el orden de estos ciudadanos, la hermosura de esta ciudad, y la nobleza de estos moradores: salúdalos a cada uno por su nombre, y pídeles el sufragio de su oración. Saluda también esa dulce patria, y como peregrino que la ve aún desde lejos, envíale con los ojos el corazón, diciendo; Dios te salve patria dulce, tierra de promisión, puerto de seguridad, lugar de refugio, casa de bendición, reino de todos los siglos, paraíso de deleites, jardín de flores eternas, plaza de todos los bienes, corona de todos los justos, y fin de nuestros deseos. Dios te salve madre nuestra, esperanza nuestra, por quien suspiramos, por quien hasta ahora damos gemidos, y peleamos; pues no ha de ser coronado, sino el que fielmente peleare.

Acabada esta contemplación, éntrate en la ermita, y con mucha devoción dirás el salmo  203. Benedic anima mea, &c. y alguna oración al santo, a cuya invocación está edificada la ermita, rogándole te sea abogado (aduogado) para con Dios, y que te recabe tal doctrina y letras, que sean para salud de tu alma. Después conversa un rato con el ermitaño; que siempre de semejantes viejos se saca provecho para devoción, o experiencia de la vida humana. Procura no fatigarle, si le ves ocupado. Vente decorando tu lección para el día siguiente: y llegando a casa, mira si puedes servir en algo a tus padres. Si no hay ocasión, ves a tu celda; y como los días de entre semana reconoces tus libros, reconoce ahora las paredes de ella, de este modo.

Pon en la puerta. Cella verecundas, Latiasque sonato loquelas. Esto sodalitijs semper aperta bonis.           

A la cabecera de la cama. Lectule te servet Christus, sed servet utrumque, Te sine labe mihi, me sine labe tibi. 

En el testero. Omnes stabimus ante tribunal.

A los pies de tu cama, digo en la pared. Ecce appropinquat hora.

Otros días, cuando ya esos letreros con la mucha platica, no te mueven; arráncalos, y pon de letra gruesa. Dominus Christus loquitur.

Aër, terra, fretum, sylvae, mons, ignis, Olympus, Omnia transibunt, sed mea verba mea manent. Ad vnumquemq; Christianum de sua cuiq; Cruce ferenda.

Disce crucem, quicumque cupis caelestia regna: qui cupis in Christo vivere, disce crucem. Disce pati omne malum Christi invitantis amore, pro nobis constat quem voluisse mori. Pauperiem, morbos, ventosque, famemque;, sitimque; dedecus, opprobium, flagra, tributa, dolos. Tormenta, invidiamque omnem, infidiasque; malorum, mortem, aut si quid ea durius esse potest. Omnia forti animo perferre incommoda, disce: nec Ducis & Regis desere signa tui. Hoc facere ut possis, venerabile nomen Iesu saepe voca: praesens is tibi semper erit. Disce hanc ferre crucem, gaudebis; despice, flebis; inuitusque, malas experiere cruces.

Para que nunca te falte que variar; un día pondrás cláusula italiana, o francesa, que hallarás en libros doctos: o de estos dichos españoles.

Para con mala persona

yo no hallo otro remedio,

sino mucha tierra en medio.

Puédese decir sin duda

discreto, sabio, y cortés,

quien sufre al que no lo es.

Hallarlos has en trescientos proverbios y consejos de don Pedro Luis Sanz, in 8. en Valencia Juan Navarro, 1535.

Linguae custodia.

Ne temere iuret, ne unquam mendacia promat, turpia ne dictu dicat mea lingua, cavebo.

Spiritus meus attenuabitur; dies mei breviabuntur; & solum mihi superest sepulchrum.

O los versos siguientes.

Praecepta decalogi.

Unum cole Deum, ne iures vana per ipsum:

Tu Domini venerare diem: venerare parentes:

Ne sis occisor, moechus, fur, testis iniquus:

Nec sponsam alterius, nec res optaveris unquam.

De praeceptis Ecclesiae.

Festa colas, presens sacro; ieiunia serves:

Annua sit saltem scelerum confessio Paschae,

Tempore quo sumes Christi venerabile corpus.

De septem peccatis capitalibus.

Fastus, avaritia, & luxus, livor, gula, bilis, 

Segnities: haec sunt capitalia crimina septem.

De quinque sensibus exterioribus.

Corporis humani sensus sunt quinque patentes:

Auditus, visus, gustus, contactus, odorque.

De quatuor virtutibus Cardinalibus.

Fortis in adversis, felici in forte modestus:

Erga alios iustus, prudens in rebus agendis.

De donis Spiritus sancti.

Esto Dei metuens, fortis, pius, & bene consul,

Ingenijque, boni, scius & sapiens: Deus haec dat.

Opera Misericordiae corporalia.

Pasce famescentes, pota nimiùm sitientes,

Indue nudatos, detentos carcere solve,

Vise malè affectos, peregrinos collige porta,

Defunctos sepeli, breviter miseretor egenis,

Corrige peccantes, ac instrue pauca scientes,

Consule non doctis, exora tribulatis,

Conforta moestos, patiens incommoda fer,

Offensasque tuis inimicis sponte remitte.

De Sacramentis.

Peccatum baptisma vetus, veniale suprema

Vnctio, mortale expungit Confessio vera:

In virtute, fide quoque Confirmatio firmat:

Ordo multa docet: venerabile corpus Iesu

Affectus fugat humanos: Veneremque proteruam 

Coniugium: septem haec sanant vulnera mentis.

Cuando estos tuvieres muy usados, y conoces que estás tibio, pondrás estos.

Dónde estaré yo mañana?

Tente fuerte no caigas.

Piensa lo que eras, Nada.

Piensa lo que eres, Pecador.

Piensa lo que has de ser, Polvo;

Y si no hicieres lo que debes, perpetuamente condenado.

Acabados estos ejercicios, subirás a cenar: y en la mesa, si tu padre es hombre que no sabe letras, cuéntale algún ejemplo de santos que has leído. O si ves que él y tu madre tratan algún negocio importante, o hay huésped en la mesa; en acabar de decir la bendición, que hallarás en los coloquios de Vives: Pasce animos nostros, &c. calladamente comienza a comer, imaginando, o meditando de esta manera. 

Admirable misterio es este, y obra tuya, criador, y rector del mundo; que con estos manjares sustentes la vida de los hombres y animales. Bien veo que no está sólo en los manjares tal virtud, sino mucho más en tu palabra y voluntad, con la cual viven y se conservan todas las cosas. El pan y carne puestos en un clavo en dos días se corrompen: pues si a sí mismos no pueden, cómo conservarán a otros? Si tú señor fueses servido, las piedras nos sustentarían. Qué misterio tan grande, qué omnipotencia tan admirable es, bastan cada un año a proveer tantas bocas en mar y tierra! Todos los animales están mirando, alzados los ojos hacia ti, ut des sibi escam in tempore oportuno. Aperis tu Domine manum tuam, & imples omne animal benedictione. Rogamos te Señor clementísimo, que pues tan cumplidamente sustentas estos cuerpos con estos manjares, sustentes nuestras almas con tu gracia; para que de tal manera vivamos, que seamos dignos de recibir los alimentos de tu mano.

Ponderarás con devoción cuantos hay aquella hora, que no alcanzan un pan para cenar, y cuanta merced te hace Dios en tenerte proveído. Después dirás las gracias, Gloria tibi Domine, o las que pone Vives en sus coloquios.

Este orden seguirás algún Domingo, otros tomarás la meditación del monte Tabor a la hoja 178 del Vita Christi de fray Luis de Granada, o del desierto 164. Podrás sentarte en una peña, e imaginar como huía la Señora con su hijo a Egipto 156. Otras veces paseándote cabe (junto a) la ermita, meditarás el capítulo. 9 de Marulo, con aquellos ejemplos de santos ermitaños, y la cueva del santo Hilarión, Onofre, Antonio, &c.

Cuando te quieres acostar.

Los domingos más de propósito te has de poner en esto, que tus estudios te dan lugar, y este es el verdadero estudio. Pues paseándote poco por la cámara, y ponderando como se fue el sol, verás que tenemos a cada paso quien nos avisa de lo que ha de ser: porque el día es la vida, la noche representa a la muerte, la cama a la sepultura. Comenzándote a quitar el sayo, y desatándote las agujetas, dirás: Este cuerpo por el pecado flojo y mal atado, poco a poco se desatará, y será restituido a la tierra, de la cual fue tomado: allí se acabará esta vanidad de estos vestidos e invenciones, que nosotros con nuestra locura habemos imaginado. O padre omnipotente, pues tú me ataste esta alma con el cuerpo; de tal manera me desata a la hora de la muerte, que yo lo sienta, y me acuerde de quien me ató, y pondere adonde tengo de ir; no sea arrebatado súbitamente delante tu tribunal; donde con tanta severidad de mí será hecha justicia. No dejamos la ropa de mala gana, porque tenemos confianza de cobrarla en siendo de día. Así el cuerpo a la hora de la muerte no le dejemos de mala gana, pues sabemos que el día de la resurrección le habemos de cobrar.

Arrodíllate, y reza por las almas de purgatorio, acordándote en medio la oración de nombrar los condiscípulos, o parientes, o vecinos que te son muertos: y ponderando que desde allá te dan voces. Miseremini mei, miseremini mei; saltem vos amici mei. Y después teniendo en memoria lo que esta copla pastoril dice.

Si no tomas mi consejo

Mingo de aquesta vegada,

Hauras tal pestorejada,

Que te escuezga el pestorejo.

Vete, si quieres hermano,

Al pastor del cerro fano; / al sacerdote de la iglesia.

Dile toda tu conseja, / confiesa claramente tus pecados.

Espulgarte ha la pelleja, / limpiarte ha la conciencia.

Podrá ser que vuelvas fano. / si la confesión es cumplida.

La buena confesión.

Mas Revulgo para mientes,

Que no vayas por atajos; / fea pura y verdadera

Harás una falsa de ajos, / contrición

Por miedo de las serpientes: / tentaciones

Sea morterada cruda,

Machacada y bien aguda,

Que te haga estortijar: / quebrante el pecado.

Que no puede peligrar

Quien con esta falsa suda. / si llora con arrepentimiento.

Aconseja aquí el autor del librico que se llama Mingo Revulgo, que nos confesemos muchas veces en el año, porque una sola en Cuaresma ya es obligación. Pues digo que para confesar muchas veces en el templo con el sacerdote, conviene aparejarte, confesando cada noche con Dios.

Y aunque como frágiles podemos pecar en todo género de pecados; pero todavía los estudiosos somos más perseguidos de tres, que son lujuria, soberbia, & ira.     

Contra lujuria (luxuria).

Para (evitar) la lujuria es bueno cenar poco, y no aguardar que te den las seis horas de la mañana en la cama, y no dormir papo arriba, o de espaldas. Las causas de esto no has menester saberlas; cuando seas mayor, las hallarás en la filosofía de Titelmano, y en Dionysio Lambino. Dice la regla de un médico alemán: septem horis dormisse, etiam puero satis est Ponte del lado derecho, y la mano izquierda al hombro derecho, la otra al izquierdo, que hagan cruz: porque estés apercibido contra el Demonio, que en viendo la cruz pierde sus fuerzas. Y para esto leerás la hoja 349 del memorial de fray Luis de Granada. Procura imaginar atentamente como han pintado algunos hombres avisados a Venus, con los cabellos de plata, y ojos de vidrio, y los dientes de cera. Porque tales se paran los lujuriosos. Así Escipión cuando conquistó a Soria, echó dos mil rameras de su ejército, porque no perdiesen las fuerzas sus soldados, como lo cuenta Vale. Max. (Valerio Máximo) lib. 2. de disciplina militari. Así es tan notado el precepto que se da a los hombres de armas, Deuteronomio 23. Y si quieres tomar el remedio pronto, lee mucas veces lo que se sigue. Considera, o lujurioso, que es lo que tanto amas. Mira debajo el cuero delicado de la cara cuanta suciedad hay escondida. Mira dentro las narices y vientre de esa dama que hay: y verás como amas sepultura hedionda, embarnizada por defuera. Mira que ese placer tan sucio profana y ensucia el templo vivo de Dios, que es el hombre, gasta la buena fama, quita las fuerzas, causa enfermedades, acarrea la vejez, acorta la vida y vista; y cuanto más le tratas, menos te harta. Su placer es breve, el tormento para siempre. Y en fin vuelve el alma bestial, embotando los sentidos; destruye la hacienda; hace el hombre glotón, porque son vecinos el vientre y partes vergonzosas. Resiste luego al principio; porque si dejas pasar, no estará en tu mano. No admitas vista, ni conversación, ni presentes de mujeres. Porque esta es brava tentación y cotidiana: y pocas veces alcanzamos la victoria. Ni oigas, ni leas cosas lujuriosas. Lee atentamente la sagrada escritura; piensa   el pesar que después tendrás, si ahora haces lo que esta tentación te dice. Pon delante tus ojos al Ángel Custodio, y a tu acusador el diablo, y a Dios por testigo. Mira el triste fin de muchos lujuriosos, el espantoso juicio venidero, y el ardiente fuego del infierno: y reza con mucha devoción el salmo del Miserere.

Sententiae quaedam contra libidinem, ex Marulo, Eborensi, & aliis.

Animalia multùm coeuntia citò senescunt.

Incipientibus Venerem vox transit in sonum virilem: abstinentibus verò è contrario.

Amatores aggrediuntur audacter terribilia, causa concupiscentiae.

Vino sublato, non est Venus.

Malum est videre foeminam, peius alloqui, pessimum attingere.

Hoc malum veriti plerique Fideles, paternam domum, ne inter mulieres versentur, relinquunt, & deserta loca penetrant, ibi Domino servientes, quò ne nomen quidem foemine possit accedere. Si qua eos aliquando visae mulieris cogitatio molestat, noctes vigiles ducunt, orationibus instant, ieiunia frequentant, pectus pugno verberant, donec Domino miserante, pristina menti reddatur quies. Nihil conspiciunt nisi rupes & sylvas; nihil audiunt nisi rugitum ferarum, & sibila serpentum. Tu quotidie inter foeminas conversando, illas intuendo, domos & cubicula earum adeundo, castitatem servare poteris? 

Veo el mundo tan gastado en esta parte; que me parece, que por largo que sea, seré breve en esta materia: pues hacen hoy los niños cristianos, lo que no se ha visto entre los gentiles e idólatras. Miren qué dice César de los alemanes antiguos: Intra annum verò vigesimum foeminae notitiam habuisse, in turpissimis habent trebus. Qué diremos hoy? hoy a doce y a trece años, con azotes no bastamos a sacarlos del lugar público de rameras. Y así a quince años les sale la barba; quedan chiquitos de cuerpo, y hechos un esqueleto (pone esquelato), con media Francia en las entrañas. (Supongo que se refiere al vino de Francia, hartos de vino).  

Digo pues, que si no te enfría lo que te he dicho, mires qué hicieron los santos; y encomendándote a ellos, recabarte han esfuerzo para la victoria. Acuérdate del abad Paulo, o el abad Amón de Egipto, Ioannes Anachoreta (Juan anacoreta), Pión discípulo de san Antonio, el Emperador Henrrico, san Martín, san Cristóbal, el abad Equitio, el abad Elías, Eusebio obispo y mártir, María de Cegnies, Spoletana virgen; las hermanas, o tías de san Gregorio. Procurarás de saber las vidas de estos santos, y el orden que tuvieron en guardar la castidad; y algunas admirables respuestas, o Apotegmas acerca de esto. Como lo de san Francisco desnudo revolcándose en la nieve; el abad Arsenio cuando topó una mujer en la calle; el Papa León cortándose la mano; san Agustín con su hermana; Anniano de Alexandría, que se quitó el ojo; Viceta mártir con la ramera que le trajeron a la cama; Ursino Nursiense amortecido, y llegándole una mujer al oído.  

Contra soberbia.

Considera cuál fuiste en tu nacimiento, cuál eres ahora, y qué has de ser a la muerte. Fuiste esperma hediondo, eres saco de estiércol y suciedad, has de ser manjar de gusanos. Mira qué te sale por la boca, narices, orejas, y sobacos.

Unde superbit homo, cuius conceptio culpa;

Nasci poena; labor vita; necesse mori?

Post hominem vermis, post vermen (vermis, vermen : gusanos) foetor & horror

Sic in non hominem vertitur omnis homo.

De qué estás soberbio tierra y ceniza? Mira de dónde eres salido, y ten vergüenza; piensa adonde estás, y llora; considera adonde vas, y tiembla. A los ángeles superbos no perdonó Dios, y perdonarte ha a ti postema y gusanos? Aquellos tuvieron soberbia en el cielo, tú en el estiércol de la tierra. Ves a tu maestro desnudo y humilde en la cruz, y tú que eres polvo, estás hinchado? Ten vergüenza vilísima criatura, pues eres miembro, y tu cabeza Cristo. Fue humilde María, y todos los santos con humildad ganaron el cielo. Ninguna cosa tienes que no la hayas alcanzado de Dios: pues dime de dónde sale tu soberbia? por ventura tú serás condenado, y el que tú menosprecias irá al cielo, y quien quiere que sea el día de la muerte será igual contigo. El oro y seda de los ricos míralo en la sepultura, mira allí si conocerás quién ha sido Rey, o siervo; rico, o pobre. Deja las honras humanas, que cada ruin las alcanza, duran poco, traen consigo un mar de pecados, y peligro de la vida a cualquiera que trabaja ser sobre los otros. Un sabio fue elegido por rey; y al mismo tiempo que le daban la corona, túvola gran rato en las manos, diciendo: O noble más que dichosa corona, si conociésemos cuanta congoja y peligro traes, no te querríamos alzar de tierra, aunque te hallásemos muy adornada. Mira soberbio que a ninguno agradas, ni a Dios tu criador, ni a los humildes, ni a los otros superbos (soberbios): porque tú quieres sobrepujar a ellos, y ellos a ti: y por tus pecados aún no mereces el pan que comes. Tú te tienes por bueno, y muchos lo creen; pero avísote que son diversos los juicios de Dios, y de los hombres. Y si por ser bueno estás soberbio, pierdes la paga celestial por la terrena, que tú te tomas.

1. Conócete a ti mismo, no te enamores de tus cosas: mira que eres frágil, y mañana puedes caer en el vicio, de que reprendes a tu prójimo.

2. Mira qué virtud tiene tu prójimo que tú no tengas, y no qué vicio. Si tú puedes trabajar, o ayunar más que él; por ventura él es más humilde, o paciente, o tiene más caridad que tú.

3. Si por haber hecho alguna buena obra estás tan contento, que conoces en ti ramos de soberbia, dirás con san Pablo: Quid habes, quod non accepisti? quid gloriaris, quasi non acceperis? Da gracias al Señor de todo el bien que te da, y piensa que el mal es tuyo: mas lo bueno todo viene del Señor. Mira tus vicios y no te ensoberbezcas de las virtudes, tomando ejemplo del pavón, cuando se mira los pies. 

4. Cuando haces alguna cosa buena, procura lo posible que sea secreta: y no te moverá soberbia, o vanagloria.

Ama la humildad, ten temor al día del juicio; y con esto, y con dejar vestidos suntuosos, matarás la soberbia. Mas no sean los vestidos tan ruines, que escandalices a tu prójimo, si por ello te juzga por hipócrita.

Contra la soberbia del docto.

Dice san Pablo; inflari homines scientia, charitate aedificari. También Séneca dice: Potuisse multos ad sapientiam pervenire, nisi se iam pervenisse crederent. Tamdiu discendum, quamdiu nescias; aut potiùs quamdiu vivas. Dijo Teofrasto: Quae cuncti sciant, minimam esse eorum quae ignorent portionem. 

P. Sé latín, griego, y hebraico. 

R. Que es más que saber italiano, español y francés.

P. Sé retórica y dialéctica.

R. Esos son instrumentos de las artes, y no artes: y mejor las enseña naturaleza, que no el maestro.

P. Sé filosofía.

R. Esa todo su fundamento tiene en opiniones y conjeturas verosímiles: pero pongamos que sabes algo: dime, la ropa ajena te da soberbia? No sabes, que es de Dios? El ingenio, juicio, memoria él te lo dio; el estudio pones tú, y si él no te diera salud, cómo estudiarías (estudiaras)?

P. Yo he tenido voluntad al estudio. 

R. Cuántos la han tenido; y no les ha dado el Señor la ocasión que a ti. Procura de leer atentamente el libro que se llama caída de príncipes, de Boccaccio: y tendrás mucha ocasión para amansar tu soberbia.

Remedios contra ira, llamado Manual de coléricos, para olvidar las injurias.

Porque el pecado de la ira penetra mucho, es muy pronto, y pocos le pueden vencer: te quiero advertir que no tengas en poco lo que se sigue; pues de ello te contaré una buena experiencia. Año 1558, en septiembre hizo uno de Ejea de los Caballeros (Exea de los caualleros) ahorcar su mujer por adúltera en Zaragoza, sin que bastasen ruegos de personas devotas. Estábamos comprando unos libros, cuando la pasaban por la Cuchillería, uno de la compañía suspiró muy agriamente; dijímosle si era parienta suya; dijo; no, pero ha veinte años que maté en Monzón a mi mujer y a un clérigo sin confesión; tuve harto que hacer en huir de la justicia, no me ahorcasen; ahora ni el mundo se acuerda de mi hazaña, ni puedo sosegar de lo que hice: y si yo la despidiera de mi casa, restituyéndola a sus parientes, o la encarcelara, o la tuviera cerrada en mi casa, conservara el alma de ella, dándole tiempo para penitencia, y mereciera que Dios me perdonara, pues yo perdonaba. Conté entonces los remedios que para esto daba Castro de lege poenali, y hablé largo de la ira: rogome uno le diese por escrito aquello; porque pensaba que algún tiempo le aprovecharía. Pedile una semana de tiempo: y como componemos, el deseo de acabar aquella composición, nos mueve a llevar la escritura en las manos. Convidáronme un día de fiesta de aquella semana en casa de un discípulo: paseamos en unos corredores los combinados y yo aguardando la hora; uno de ellos tomome estos cuadernicos postreros, porque yo no llevaba toda la obra: leyó hasta cuatro hojas, y dijo gritando; o dichoso Palmyreno, cuánto te debo! Yo admirando que a un pobre gramático llamaba dichoso, preguntele la causa: díjome; Con estos breves capítulos habéis escusado un gran mal: porque esta noche tenía propósito de hacer matar a cierto personaje: y por más disimular, me venía a este banquete. El Ángel Custodio os ha traído para que me moviésedes a perdonarle. En fin yo me holgué de la buena prueba; aquí no va más de un pedazo del librico; léelo atentamente; y Dios te alumbre de tal modo, que Nunquam occidat sol super iram tuam.

Muchos para dar buen color a la venganza que toman de quien los ha enojado, aprovéchanse de aquel dicho antiguo de Lacedemonia: Veterem ferendo injuriam, irritas novam. Si sufres una injuria, das ocasión a que de nuevo se te haga otra. Pero van muy engañados: porque así ni el que comenzó, ni el que recibió hallarán fin; cada uno querrá ser el postrero. Mucho conviene contemplar lo que Platón dice: Tanto difiere un sabio de un vulgar, cuanto un vulgar de un niño. Los niños y las bestias aunque no pensando les enojéis, luego se vengan. Tropezáis (Estropeçays) en el perro, y él vuélvese a morderos. Pero el hombre vulgar sólo venga las que sabe que le hacen a caso acordado. Pues si el hombre sabio y cristiano solamente perdona las injurias que no pensando le hicieron, qué diferencia hay de él al vulgar? Cuánto más sántamente lo haríamos en seguir el mandamiento; Mihi vindictam & ego retribuam. Y habríamos de tener vergüenza ver a Sócrates con el que le dio la coz, y con Xantippe y Crates, cuando le dio el bofetón Nicodromo el músico; y pensar que las leyes están puestas para castigar los que hacen injuria: y no hay ninguna que mande castigar al que disimuló la injuria recibida. Dijéronle a Antisthenes; Platón dice mal de vos. Respondió él: Regium est cùm benefeceris, malè audire. Decía uno a Platón: Xenocrates dice mal de vos. Respondió; no lo creo. Porfiaba y juraba el otro. Dijo Platón: Nisi expediret, non existimo istum talia dicturum. Nuestra santa ley dice: Percutienti dextram maxillam, sinistram etiam offeras (si te golpean la mejilla diestra, derecha, ofrece la izquierda, siniestra). Y el bienaventurado san Pablo dice: Si malefacienti benefeceris, carbones super illius caput congeris. 

Dejando la ley cristiana aparte, que ya sabes a qué te obliga; dime, cuando te quieres vengar; cuando puedes seguramente, o cuando no? Claro está que aguardarás sazón para tu salud, si no quieres la venganza con tu propia muerte: como Pausanias con Philippo; y los que procuraron matar a Phalaris y Nerón. Pues si dices que cuan seguramente puedes digo que te engañas, porque entonces tienes ocasión de mostrarte magnánimo y generoso, con Parcere subjectis, & debellare superbos; como dice el Poeta. Así decía bien Aristón contra Cleomenes: que a los amigos habemos de hacer bien, y con los enemigos reconciliarnos. Y si tú perdonas a aquel que podías destruir, eres semejante a Dios; que a los sacrílegos e infieles da sol, salud, y lluvia, y de comer. Tenía Adriano un mortal enemigo, y en este tiempo fue elegido Emperador de Roma; y andando por la calle, topose con él, el cual se demudó mucho en el color del rostro. El emperador Adriano riendo díjole: Cómo te me has escapado. Mostró cierto que el poderoso más honra gana en perdonar al inferior, que no en tomar venganza del que poco puede: y no hay mejor cosa para subir y sustentar las dignidades, que perdonar las injurias; porque de otra suerte acontece como con el espejo de Praxíteles, cuantos más pedazos hacía de él, tanto más caras airadas le parecían; y si de uno os vengáis, todos los parientes salen al encuentro. Julio César y Alejandro Magno con eso subieron a la cumbre tan alta que llegaron; lo cual no tuvieran, si fueran vengadores. Mas Cicerón airado por palabras de su mujer contra Clodio, hizo cosas que después fue al destierro: y contra Antonio hizo lo que le causó la muerte.

Dime ya qué te fatiga la afrenta y daño de tu honra, o la pérdida de tu hacienda? Si de la hacienda, con vengarte no la cobrarás: si la honra, no miras que es cosa de virtuosos recibir injurias; y que te duele que te tengan por bueno? Si la injuria se te hizo no pensando injuriarte, ya sabes que la has de perdonar, pues el rey Creso perdonó la muerte de su hijo; porque sabía que Adrasto no quería matar a su hijo, sino al puerco jabalí (jaualin). Y si de su misma voluntad te hizo otro la injuria, mira si le diste ocasión, porque no será injuria, sino paga. Mas si tú no tenías culpa, piensa si por ventura teniendo ocasión, hicieras lo mismo que él ha hecho: y entonces no es injuria, sino batalla, la cual se acaba, cuando la una parte queda vencida. Estaba un muchacho de Lacedemonia herido de muerte, consolábanle (aconsolauanle) sus compañeros, prometiéndole que luego que topasen al otro, lo vengarían: dijo él, no conviene nada de eso; porque si yo pudiera, lo que él me ha hecho, le hiciera. Y por ventura el que te enojó es vil, o loco: o sinó, ya sabes que es de sabios sufrir la injuria, no por temor, sino por fortaleza. Así hicieron Phocion y Arístides en sus destierros. Piensa que hay tres remedios de la injuria; venganza, y olvido y menosprecio. De estos el mejor y más seguro es el menosprecio; porque no trae afrenta como el olvido, y denota magnanimidad; ni tiene obligación de reparar, o rehacer la injuria. Y también es mejor que la venganza porque tiene el fin más seguro, y nunca os da pesar, y os hace semejante a Dios, que menosprecia las injurias que los infieles le hacen. Y pues es cierto, que cuanto mejor o más poderoso fueres, tanto más injurias se te harán, pues ves que vengarte de todos es imposible, no seas como el oso, que enloquece buscando las abejas que le pican. La venganza es propia de mujeres. El varón ha de ser como el que está en una torre muy alta, y menosprecia las piedras que de abajo le tiran. Piensa que muchas veces es provechosa la injuria al que la recibe. Utilis interdum est ipsis injuria passis. De esto hay ejemplo en Valerio Máximo de Gabinio con Sifena, y Quinto Fabio con C. Valerio y Cotta. Allende desto has de pensar, que si vengqnza quieres, nunca has de pensar en otro; porque cada día hablarán mal de ti, y siempre querrás vengarte. Los indoctos ríense de los muy doctos, ellos no hacen caso. Dice S. Gregorio: Qui malos non fert, ipse sibi per impatientiam testis est, quòd bonus non est. El rey Archelao a sus amigos que le decían que castigase a uno que lo había mojado con mucha agua, dijo; no quería mojar a mí (mojarme), sino a otro. Así conservó su honra, y guardó la vida del otro. Decía el Apóstol, I. Corintios. 4. A mí muy poco se me da por ser juzgado de nosotros: el que me juzga es Dios. No juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Señor que alumbrará las cosas escondidas en tinieblas, y manifestará lo intrínseco de los corazones. No hagas mucho caso de los inicuos juicios, y dichos de los hombres: procura de contentar a solo Dios. 

Los que justan, aunque sean alabados, o vituperados del pueblo ignorante, no tienen cuenta sino con los jueces que han de dar la joya. Así no debes hacer caso de los vituperios de los hombres, sino tener todo tu pensamiento en contentar a solo Dios, que te ha de juzgar. 

Contra ira.

Considera ò airado qué cara tienes; mírate al espejo, y verás ser verdad lo que dijo el poeta Ennio, que la ira es un principio de locura. Mira, como te manda Séneca, tu rostro: arden y lucen tus ojos, la cara se vuelve de color de sangre, los labios se menean deprisa (à priessa), los dientes apretados, erízanse los cabellos, mira el relinchar con las narices, el gemir, suspirar, las palabras mal pronunciadas, la cara muchas veces hinchada, herir la una mano con la otra, y dar patadas en el suelo: todo esto no te parece que es obra de locos? y que dijo bien el sabio que le preguntaron, qué cosa es ira? dijo; Locura de poco tiempo. Mira que todas las cosas que haces estando airado, te darán pesar, por la ceguedad que te causa la ira. Dice Plutarco, que los perros que van en la caza muy airados, no ven el venado ni liebre. Mira que la ira muchas veces enciende fiebre. Pon un poco de espacio antes que castigues, que no hay mejor remedio que la tardanza. Por esto Athenodoro filósofo enseñaba a su discípulo Augusto César emperador de Roma, que cuando le tomase la ira, ninguna cosa dijese ni hiciese, sin primero decir todo el A, b, c, decoro, y muy atento, porque entretanto pasase la ira. Charilao rey de Lacedemonia enojado contra un esclavo suyo, dijo; Por Dios que te matara, si no estuviese airado *griego 

Si conoces que eres muy inclinado a ira, quita las ocasiones. Cotys rey de Thracia (Tracia) recibió muy alegre unos vasos muy hermosos, y estrenó a quien se los trajo: después quebrolos todos; porque según era airado, no matase algún criado suyo cuando se los quebrasen. El emperador César Augusto mandó quebrar todos los vasos de cristal de su huésped Vidio Pollion, y henchir la piscina de tierra; porque delante de él mandó echar un cautivo suyo a la piscina, porque había quebrado un vaso de cristal. Los filósofos al airado tienen por ciego, porque los vapores de la cólera tapan (atapan) los ojos. Considera que los animales brutos cada uno en su género viven con grande concordia: así vemos junto un rebaño de puercos, otro de ovejas: vemos la concordia en un ejército de grullas, y en una colmena. Aun los mismos diablos en el infierno tienen entre si concordia: pues por qué tienes tú tanta ira a tu prójimo? que ni tienes uñas, ni cuernos, ni espinas, ni veneno con que vengarte, como las fieras? considera cuántas veces has enojado a Dios, y siempre te ha perdonado. Dice Gregorio: Si la pasión del Señor tienes en la memoria, ninguna cosa hay tan dura, que no la puedas sufrir benignamente; y si el que te ha enojado, no merece que le perdones: merece Cristo que por él le perdones. Considera que en tanto que estás airado, ninguna buena oración puedes hacer, pues está escrito, que si estando junto al altar, te acordares que estás airado con el prójimo, que dejes allí lo que habías de ofrecer; y buscado tu prójimo, te reconcilies con él, y vuelvas a tu oración y misa. Considera que algunas veces habrás tú enojado a ese mismo, con quien lo estás ahora, y él nunca se ha vengado de ti. Allende desto, si al que tú tienes ira, ves ser bueno: gran miseria es querer ser enemigo de aquel que Dios tiene por amigo; y si es malo, fuerte cosa es que para vengarte de él, pierdas tu bondad, y seas tan malo como él. De modo que el bueno cuanto más te vengarás de él, tanto será mejor, ejercitándole tú su paciencia: el malo también se volverá a vengar de ti, y nunca acabaréis. Y si con ese acabas mañana, hallarás otro; porque así está nuestra vida humana. Y si lo haces, porque no parezcas vencido, peor es dejarte vencer de tu ira y deseos. El remedio es, que pues eres cristiano, sigas a Cristo, y no vuelvas mal por mal. Si tu ira es por las desdichas que padeces, mira que dice el señor: Ego quos amo, arguo & castigo. Y el psalmista: Multae tribulationes iustorum, & de his omnibus liberabit eos Dominus. Y que lo que tú padeces, merecen tus pecados, y mucho más. Y si las cosas te viniesen como tú quieres, estarías muy soberbio: porque el Señor a muchos que conoce que serían grandes pecadores, les da azotes y trabajos para remedio; pues dice el Evangelio: Bonum est tibi cum uno oculo in vitam intrare, quàm duos oculos habentem mitti in gehennam ignis. Y castiga el Señor en este mundo los que quiere salvar en el otro. Y dice san Gerónimo: Magna ira est, cùm peccatoribus non irascitur Deus: itaque nos hic ure, hic seca Domine, ut in futuro parcas. El médico que no quiere bien al enfermo, déjale comer todo lo que quiere. El padre que guarda toda su hacienda y patrimonio para el hijo, aun un solo real que le ve, le quita: pues no te maravilles que Dios que tanto te ama, te quite lo que sabe que te ha de dañar: y no te maravilles, o estés airado que padeces por tus pecados; pues el Señor padeció por las buenas obras y milagros que hizo a los judíos. Si alguno te ha enojado, dirás entre ti mismo; enojado me ha? pero poco es, y buen remedio tengo; o muchacho es, y no sabe qué se hace; o mujer, y movida por otro, perdón merece; que borracho, o turbada estaba; o es mi padre, o hermano, o amigo: bien merece el perdón, si ahora me ha enojado, otras veces me ha hecho muchos placeres, y me ha perdonado. Y dice el Sabio: Sol non occidat super iram tuam; sed quàm citissimè poteris, reconciliare fratri tuo. En tres maneras puedes reconciliarte con tu prójimo; o pidiendo perdón: Obsecro te per mansuetudinem Iesu Christi, ignosce mihi: o humillando tu cuerpo, arrodillado, o haciéndole algunas buenas obras. Y guarda no digas: Mihi nocuit, non ego illis; porque pierdes muy gran gloria. Dice san Pablo: Charitas patiens est; y luego añade: Benigna est. Dándonos a entender, que no sólo basta sufrir a quien nos enoja, mas aún le debemos amar.

Manual para la paciencia en las adversidades, puesto por apodos, o símiles: de los santos Crisóstomo, Basilio, y Cipriano, &c.

Todas las desdichas, enojos, pobrezas, tribulaciones que un cristiano padece, has de tener por cierto que son cruz: pero de este modo; si por tu culpa te vienen, es cruz del buen ladrón: si padeces sin culpa, es la cruz de nuestro Redentor.
2. En cualquier trabajo que estamos, está Dios con nosotros, como lo dijo David: Cum ipso sum in tribulatione, erip. Dichosa por cierto la tribulación, pues merece tal compañía. Así dice san Bernardo: Dame Señor siempre tribulaciones, porque siempre estés conmigo. 
3. Así lo hizo con aquellos tres santos mozos que mandó Nabuchodonosor echar en el horno de Babilonia: entre los cuales andaba el ángel del Señor convirtiendo las llamas de fuego en aire templado. De lo cual espantado el mismo tirano comenzó a decir: Qué es esto? no eran tres los que echamos en el fuego atados? pues quién es aquel cuarto que yo veo tan hermoso que parece hijo de Dios?
4. Por no padecer persecución, no por eso eres más acepto a Dios. Cristo dio a Judas el pan mojado en la salsa del cordero, por su propia mano, comiendo los otros discípulos el pan seco y sin levadura. No por eso era Judas más su privado, ni más santo, o perfecto. Comiendo tú el pan con muchos manjares y regalos, no pienses ser mejor que los pobrecillos, que comen el pan seco.
5. Con los malos y pecadores reparte Dios más liberalmente los bienes de este mundo, y a ellos hace más regalos temporales. A Judas dio la bolsa del dinero, y a los otros apóstoles el trabajo de la predicación: a Judas el bocado regalado, a los apóstoles duras persecuciones.
6. Los árboles malos que no dan fruto, no son vareados ni apedreados; pero al fin son cortados y lanzados en el fuego. Al revés acaece a los buenos; que aunque sean sacudidos y maltratados por coger la fruta, no son quemados, ni destruidos.
7. Todos los que quieren vivir en Cristo, padecen persecución, como dice el apóstol: Si fueres perseguido, no te desconsueles; da muchas gracias a Dios, porque te contó en el número de los escogidos.
8. Mira que no es ser buen cristiano solamente rezar y ayunar, y oír misa: sino que te halle Dios fiel, como a otro Job, y otro Abraham, en el tiempo de la tribulación.
9. Los que no tienen caridad, ni paciencia, ni fortaleza, ni esperanza viva; puestos en tormenta perecen con la furia de los vientos, & con las ondas de los trabajos van a dar en las rocas de la ira, y de la braveza, pusilanimidad, impaciencia, blasfemia, y desesperación; y algunos pierden el seso, o la salud, o la vida, o al menos la vista, con el continuo llorar. Pero los buenos como plata fina, perseveran sanos, y enteros en el fuego de la tribulación: los impacientes como vil y bajo estaño, luego se derriten y deshacen con la fuerza del calor: y así donde los unos lloran, los otros cantan; donde los unos se ahogan, los otros pasan a pie enjuto; donde los unos como vil y flaco vaso de barro estallan en el fuego, los otros como oro puro se paran más hermosos.
10. Así como en el mismo fuego se purifica el oro, y el madero se quema; así en el fuego de la tribulación el justo se hace más hermoso como el oro; y el malo como leño seco e infructuoso se hace ceniza.
11. Así como el aire al tiempo del trillar, avienta y esparce las pajuelas livianas; mas con esto purifica el trigo, y lo deja más limpio: así el viento de la tribulación desbarata y derrama los malos como paja liviana: mas por el contrario, recoge y purifica los buenos, como trigo escogido.
12. Las aguas del mar bermejo (rojo; vermell) no solamente no ahogaron a los hijos de Israel al tiempo que por él pasaron, mas antes les eran muro a la diestra y a la siniestra. Y por el contrario, esas mismas aguas envolvieron y anegaron los carros de los egipcios con todo el pueblo de Faraón. De esta manera las aguas de las tribulaciones son para mayor guarda y defensión de los buenos, y para conservación y ejercicio de su humildad y paciencia: mas para los malos son como olas y tormenta que los anega y sume en el abismo de impaciencia, blasfemia, y desesperación.
13. Los buenos consideran que tienen a Dios por padre; y que él es el que les envía el cáliz de la tribulación, como una purga ordenada por mano de un  médico sapientísimo para su remedio.
14. La tribulación es como una lima de hierro, que cuanto es más áspera, tanto más limpia el ánima del orín (óxido) de los vicios, hace al hombre más humilde en sus pensamientos, más devoto en su oración, más puro y limpio en la conciencia.
15. No mires al dolor que ahora pasas, sino a la salud que esperas. No te acuerdes de la pasión que recibes, sino del galardón que alcanzarás.
16. El que pasa un brazo de mar, si no quiere revesar, o que se le turbe la cabeza, pone sus ojos en la tierra. No mires al agua turbia de la persecución, ni que tu enemigo viene turbado contra ti; pero pon tu consideración en el cielo, y en aquella tierra de los vivientes para donde navegas, por el tempestuoso mar de esta vida.
17. No hay médico que con tanto cuidado mida las onzas del acíbar que da a un doliente, conforme a la disposición que tiene, cuanto aquel médico celestial mide el acíbar de la tribulación que da a los justos, conforme a las fuerzas que tienen para pasarla: y si alguna vez acrecienta el trabajo, acrecienta también el favor y ayuda para llevarlo: para que así quede el hombre con la tribulación tanto más enriquecido, cuanto más atribulado: y de ahí adelante huya de ella como de cosa dañosa, sino antes desee como mercadería de mucha ganancia.
18. Era Amán varón grande y muy favorecido, qué provecho le hizo la privanza grande del rey Asuero, ni sus favores? no fueron sino instrumentos de su perdición, que le causaron muy vituperable caída. Son tan peligrosos los favores de esta vida, que dijo el profeta: Nolite confidere in Principibus.
19. No te ensoberbezcas, porque no padeces persecución: porque la mayor persecución que puedes tener, es no ser perseguido. El médico da licencia que haga lo que quisiere el enfermo de quien desconfía; lo cual no permite al que espera sanar.
20. Clara está tu condenación, si todo te sucede a tu sabor; y haces tu voluntad en todas las cosas.
21. Lo que obra la pala en el trigo, la lima en el hierro, y el fuego en el oro hace la tribulación en el hombre.
22. Honrando Ioseph (Josué) a sus hermanos, no fue conocido; y atribulándolos, supieron quién era. Por eso te da Dios tribulaciones, porque le conozcas; pues cuando te hace bien, no quieres conocerle. Duermes descuidado, y olvidado de Dios: y porque despiertes y le conozcas, te quita los regalos y cosas en que confías. Así lo hizo David con Saúl; tomole la lanza y el barril de agua, despertó, y conoció su pecado.                 
23. El trigo que no se traspala, cómelo el gorgojo; la vestidura que no se viste, come la polilla; la madera que no se ahúma, desentráñala la carcoma; el hierro que no se trata, tómase del orín; el pan que mucho se añeja, cúbrele el moho: la virtud luego a la hora se para marchita, cuando no es con trabajos y tribulaciones ejercitada.
24. La pez que es negra, siendo molida torna blanca: si a los buenos con la prosperidad se les pega algún mal, déjanlo, siendo molidos con  adversidades. 
25. Si tienes enemigo que te atribula, huélgate, pues tienes ayo de valde, que te mira cómo vives, cómo andas, cómo hablas. Mucho le debes, pues por su causa enmiendas muchas cosas. Los amigos son capa de vicios, los enemigos freno de pecados. Si guardas una vara, porque con ella sacudes la ropa, y le quitas el polvo: por qué no honrarás a tu enemigo que te limpia del polvo de tus defectos, reprendiendo tus faltas?
Renuit consolari anima mea: memor fui Deu, & delectatus sum
  
Remedios generales contra todos los vicios hallarás en estas consideraciones de la muerte.
Quien desea bien morir, procure bien vivir.
Si estando sano, no eres devoto; estando doliente, no podrás con el desmayo y flaqueza; o con el dolor que la enfermedad te da.
Imagina que ya eres muerto, y que allá te acusan: tú dices; si yo pudiese volver al mundo, yo haría tan buenas obras, que el diablo se iría vencido.
Ten en tu memoria los mensajeros de la muerte, que son enfermedad grave, dolores, hastíos, tristezas, medicinas, molestias, noches largas, oscurecerse y hundirse los ojos, levantarse el pecho, enronquecerse la voz, helarse los miembros, pararse los dientes negros, henchirse la boca de farro (sarro), y mudarse la color del rostro.
Mira que eres hombre y cristiano; y como hombre has de morir, como cristiano sabes que has de dar cuenta, y que esta es una muy gran cosa, y cosas grandes nunca se hacen bien de la primera vez: imagina que cada día te piden esta cuenta, y sabrasla muy bien dar, cuando sea de veras: y un tan gran salto como es de esta vida para la otra, no se salta bien, si no se toma de atrás, y lejos la corrida. Así es bien muramos muchas veces en la ida, porque acertemos a bien morir una vez en la muerte.
Día vendrá, y no sabes cuando, en que te has de ver en una cama con una vela en la mano, esperando el golpe de la muerte. Mira como estás en la cama ya desahuciado de los médicos, aparéjante la mortaja, dícente que ya es llegada la hora de tu partida, el cuerpo queda desamparado de su calor, los miembros sin fuerzas y sin movimiento, como si fuesen de piedra, muérense los pies, yélanse las rodillas, afílanse las narices, párase el color del rostro de plomo, las cuencas de los ojos hundidas, y los mismos ojos envidriados. La boca llena de espuma, la lengua gruesa, y la garganta adelgazada, el pecho con ansias se despedaza, los labios se vuelven azules, los dientes pardos, la prisa del alma que se parte, turba todos los sentidos; porque ama la estada, huye la salida, teme la cuenta; arriba ves la espada de la divina justicia, abajo la sepultura, dentro de ti la conciencia remordiendo, y alrededor ángeles y demonios, aguardando a quien caerá la presa: los criados y parientes se quedan acá, tú solo te partes, querrías echar a huir, si pudieses; porque salir del cuerpo te es intolerable, quedar en él es imposible, dilatar la salida no te es concedido.
P. Ya sales de este mundo.
R. Salgo de triste destierro, y no a mi propia tierra.
P. Las riquezas y hacienda dejas acá.
R. También dejo mayores males.
P. Muchos bienes dejas.
R. Ajeno es lo que dejo, mis bienes conmigo los llevo.
P. Ningún bien llevas.
R. Aquello que Jesucristo me diere, aquello de veras es mío.
P. A tu amada mujer dejas, y a tus dulces hijos.
R. Ella y ellos son de Dios, y a él los encomiendo.
P. De tus amigos te apartas.
R. Muy presto me seguirán por la misma vía.
P. Pues te conformas con lo que Dios quiere, digno eres de la gloria.
R. Por mí solo de ningún bien soy digno.
P. Rezado has, y ayunado, y dado limosnas.
R. Todo esto y más hicieron los fariseos, y se condenaron; si bien he hecho, de Dios vino.
P. Tú has tenido vicios, como otros hombres.
R. Por esto debo dar gracias a Dios, y no a mí, porque si la misericordia de Dios no me hubiera acompañado, o si tales tentaciones me hubieran venido como a ellos, hiciera los males que ellos, o por ventura mayores.
P. Tus pecados son más que las arenas de la mar.
R. Mayor es la misericordia de Dios, que la muchedumbre de mis pecados.
P. Pues tú eres injusto, cómo esperas galardón de tu justicia?
R. Mi justicia es Jesucristo, él ha de cumplir por mí.
P. Estando tú lleno de pecados, cómo esperas ir a la gloria con san Pedro y con san Pablo, y con los santos mártires?
R. En la casa de Dios muchas moradas hay; no merezco yo estar con ellos, mas con el buen ladrón, que de la boca de Dios oyó hoy serás conmigo en Paraíso.
P. La fe del ladrón era firme, y la tuya es flaca.
R. Rogando yo al Señor, él acrecentará mi fe.
P. De dónde tienes tú confianza de ir a la gloria, pues ningún bien has hecho?
R. Buen señor tengo, juez es piadoso para los que se vuelven a él.
P. Al infierno has de ir, que tus pecados lo merecen.
R. Mi cabeza es Jesucristo que está en el cielo, llamándole como debo, él me llevará consigo.
P. Condenado has de ser.
R. Demonio eres tú, no juez, sino acusador; condenado y no condenador.
P. Muchos demonios esperan tu ánima.
R. Mi defensor es Jesucristo, él los venció a todos.
P. Injusticia haría Dios, si por malas obras diese vida eterna.
R. Antes es Dios muy justo, que guarda sus promesas; yo he apelado de su justicia a su misericordia.
P. Sabes lo que en este mundo dejas, y no lo que en otro tendrás.
R. Lo que se ve es momentáneo, y lo que no se ve eterno; y más vale que ver, bien creer.
P. No oye Dios a los pecadores.
R. Mas oye a los penitentes, y él murió por los pecadores.
P. Tarde es tu penitencia.
R. No fue tardía para el ladrón: y mientras vida tuviere, Dios me oirá, volviéndome a él.
P. Por qué quiso Dios que tu muerte fuese tan penosa?
R. El Señor no puede sino querer lo que es bueno: y pues yo soy su siervo, no debo rehusar pasar por donde mi Señor pasó.
P. Miserable cosa es morir.
R. Benditos son los que mueren en el Señor.
P. La muerte de los pecadores es pésima.
R. Pecador deja de ser el que con esperanza de misericordia reconoce su pecado.

De este modo venció san Antonio al diablo, y a la postre le dijo; En vano trabajo: si yo te abato, tú te me ensalzas: si yo te ensalzo, tú te me abates: y así en desesperación ni en vanagloria te podrá engañar aquel que siempre vela contra nosotros.
Decía un santo:
De tres cosas vivo siempre con temor. t. cuándo ha de salir el alma de estas carnes. 2. cuándo ha de ser presentada ante el juicio de Dios. 3. cuándo ha de ser pronunciada la sentencia.        
   
Ejemplo que cuenta san Juan Clymaco.
Un religioso llamado Stephano, habiendo morado muchos años en un monasterio con grandes lágrimas y ayunos; edificó una celda a la raíz del monte, donde Elías vio la sagrada visión: y después deseando hacer más áspera penitencia, pasose a Sydei, lugar de los monjes Anachoritas (anacoretas) setenta millas fuera de poblado. Al fin de la vida, volvió a la primera celda, donde había dos discípulos suyos de Palestina: y pasados pocos días en ella, cayó en una enfermedad, de que murió. Un día antes de su muerte súbitamente quedó atónito; y tendiendo los ojos abiertos, miraba a la una parte, y a la otra de la cama. Y como si estuvieran allí algunos que le pidieran cuenta, respondía; así es, mas por eso ayuné tantos años. Otras veces decía: no es así, mentís, no hice tal cosa. Otras decía; así es verdad, mas lloré, y serví tantas veces a los prójimos por eso. Y otras veces decía: verdaderamente me acusáis, no tengo qué decir, sino que hay en Dios misericordia. Era por cierto espectáculo muy horrible y temeroso, ver aquel invisible juicio. Miserable de mí, que será de mí, pues aquel tan santo en algunos pecados decía que no tenía que responder y había cuarenta años que era monje, y había alcanzado gracia de lágrimas; habiendo testigos muy ciertos, que vieron a este padre en el yermo como daba de comer a un león pardo por su mano? y siendo tal, partió de esta vida, pidiéndosele tan estrecha cuenta, dejándonos inciertos cuál fuese su juicio, cuál su término, y cuál la sentencia de su causa.
Cuenta el mismo santo, que fue a un monasterio de un desierto, donde vio muchos santos penitentes toda la noche al sereno velando, sin moverse de un lugar; y cuando ya el sueño los vencía, peleaban consigo mismos, y deshonrábanse con palabras injuriosas, quitando el sueño de los ojos a fuerza de brazos. Otros los ojos puestos en el cielo, con lágrimas pedían perdón. Otros vestidos de sacos y cilicios con el Publicano, derribados sus rostros, herían las frentes en tierra con amargura de corazón. Entre estos había muchos que tenían el suelo bañado con lágrimas. Otros que porque les faltaban estas lágrimas, dolorosamente se quejaban. Muchos de ellos, como se suele hacer sobre los muertos, hacían llanto sobre sus almas, llorando y lamentando la caída de ellas. Allí viérades aquellos penitentes andar entristecidos e inclinados hacia la tierra. No se oían entre ellos otras palabras, sino estas: miserable de mí, miserable de mí justamente, justamente, perdona señor, perdona señor. Muchos de ellos tenían las lenguas sacadas a fuera, a manera de perros sedientos, traspasados, y desequidos (resecados) con la grandeza de la sed. Otros se estaban quemando al resistidero del sol en medio del estío. Y otros por el contrario se dejaban estar helando en medio del invierno al frío y al sereno. Otros comían un poquito de pan, lo demás arrojaban de si, diciendo que no eran merecedores de manjar de hombres, pues habían hecho obras de bestias. Pues qué cosa era ver la figura y maltratamiento de sus cuerpos? los rostros tenían como difuntos, los ojos sumidos de flaqueza, las mejillas quemadas y embermejecidas (embermegescidas, enrojecidas), los pelos de las cejas caídos con el continuo llorar; en las rodillas tenían hechos callos a la manera de camellos, con el continuo uso de la oración: los pechos tenían tan quebrantados de dar golpes en ellos que muchos escupían la saliva mezclada con sangre. Rogaban estos bienaventurados al padre del monasterio, que era un verdadero ángel entre hombres, que les echase cadenas al cuello y a las manos, y los metiese de pies en un brete, y no los sacase de allí, hasta que los llevasen a la sepultura, y aun de la misma sepultura se hallaban indignos. Mas cuando ya se llegaba la hora de espirar, entonces era ver otra cosa de gran temor. Poníanse alrededor de la cama del que moría, y con muy encendidos deseos, con rostros y palabras dolorosas, le preguntaban diciendo: cómo te va hermano? cómo se hace contigo? qué nos dices? qué esperanza tienes? qué piensas que será de ti? Has por ventura alcanzado lo que buscabas? has llegado a puerto de salud? han te dado alguna prenda de seguridad? has sentido dentro de tu corazón alguna nueva luz? has oído allá dentro alguna voz que te dijese; tus pecados te son perdonados? o tu fe te hizo salvo? O por ventura has oído otra voz que te diga: Desciendan los pecadores al infierno, y todas las gentes que se olvidan de Dios? o atados de pies y de manos echadlos en las tinieblas exteriores? qué nos respondes hermano? Dinos algo, para que sepamos qué nos está guardado. Porque tu pleito está ya para concluirse, y lo que agora recibieres, nunca para siempre lo mudarás; mas nuestra causa está pendiente, y queda por sentenciar. A estas preguntas algunos de ellos respondían: Bendito sea el Señor, que no permitió que fuésemos llevados en los dientes de los enemigos. Otros más tristemente respondían: Ay de aquella ánima, que no guardó su profesión enteramente; porque ahora entenderá bien lo que le está guardado. Para la muerte súbita (subitanea) puedes muchas veces, o por casa, o por la calle, como quien se adoba el cabezón de la camisa, hacer la cruz con el dedo pulgar, y besarla: o debajo de tu capa hacer la señal de la cruz sobre el corazón, diciendo: Omnipotente Dios, nosotros no sabemos lo que ha de acaecer; tú que sabes todas las cosas, en tal tiempo me saca de esta vida, en el cual más convenga a mi ánima salir de ella. O si te parece, dirás muchas veces en tu corazón: Señor otórgame esta merced, que en mi muerte oiga de tu boca: Euge serve bone ac fidelis; qui in modico fuisti fidelis, super multa te constituam.       
No quiero en esto ser más largo, pues en los libros que arriba he nombrado, lo hallarás más cumplidamente: y otras personas devotas, a quien el Señor dio más favor de su espíritu santo, que no a mí, te lo dirán.


Declaración de las cosas que el cristiano ve en los sagrados templos, por Lorenzo Palmyreno. 1571.

Quán curiosos vamos a casa de un señor? qué hacemos de preguntar, si le dicen V. S. ilustrísima, o vuestra excelencia?

Quán curiosos vamos a casa de un señor? qué hacemos de preguntar, si le dicen V. S. ilustrísima, o vuestra excelencia? y a la puerta de su casa quitar el polvo de los zapatos? pero ay de nosotros, al templo vamos sin acordarnos, quién está allí, ni qué es lo que pretendemos. No te descuides niño, porque si de chiquito te crías en ese descuido; cuando serás grande, te encontrarás sin más acatamiento, que si entrases en un corral de ovejas.
2. En lo que pensarás cuando vas a la iglesia, en aquello mismo estarás, cuando te arrodillares. Yo lo he probado: pasando por la Seu de Valencia iba pensando, si hallaría un retrato que había menester: me arrodillé (arrodillé me), cuando estuve al medio Pater noster, vínome al pensamiento si sería de Anvers, o de Lyon, &c.  
3. Bien me cuadra lo que san Bernardo dijo al villano, que la mayor fatiga que sentía, era no poder decir un Pater noster, sin pensar en otra cosa. Y como el villano dijese: yo diré ciento, dijo el bendito santo; Esta mi cabalgadura te prometo, si dices uno. El muy alegre se apartó; y cuando hubo acabado, dijo S. Bernardo; jurad. Respondió el villano, Ya no puedo porque al medio me acordé, si ganaría también la silla, y el freno. Pues tú si faltas, para dar más gran salto vuelves detrás, también el día de la fiesta toma de atrás la corrida piensa en casa y en el camino que vas a la iglesia: y cuando entras en ella, di como decía S. Bernardo a la puerta: cuidados y pensamientos míos esperadme aquí.
4. El ayuntamiento de los católicos se dice iglesia, que es convocación donde todos están convocados; llamábase en la ley vieja sinagoga, que es congregación. También se dijo Sión, que es especulación del peregrino que de lejos mira su patria, digo el cielo. Dícese de otro modo Ierusalem, id est, visio pacis; por la gran paz que los fieles de la iglesia romana tienen; así acá militando, como allá adonde triunfan. 
5. La espiritual fe dice Ecclesia, que es en nuestros espíritus y corazones; la corporal y visible también se llama iglesia, mal que les pese a los herejes, según aquel lugar de S. Mateo 18. Dic Ecclesiae, &c. pero por otro nombre se llama Templum, según algunos glosan, quasi tectum amplum. Este en tiempo de Salomón fue admirable, costole ocho años de edificar al fin del mar Bermejo (Rojo) en tierra de Idumeos en el puerto de Ayllán aparejó navíos para traer oro, navegaron tres años: y porque no sabían navegar a la bolina, soltaban aves. Trajeron de la isla de Ofir, o como otros quieren Tharsis (Tarsis) 430 talentos de oro; algunos los hacen de 17 quintales cada uno. Recabó de Hyran rey de Tyro que le consintiese cortar cedros en el monte Líbano. Ochenta mil varones continuamente cortaban madera, y traíanla setenta mil. Siete años anduvieron sobre ellos tres mil y trescientos que los administraban, y cubrió la casa de oro; porque la arca de Dios no estuviese so pellejos. Hecha la casa, hizo sacrificio de veinte mil vacas, y ciento y veinte mil ovejas. 
6. Este templo que Salomón edificó en Jerusalén, se repartía en Atrium, donde estaba todo el pueblo; los hombres a un cabo, las mujeres a otro. En Sancta, donde estaban todos los Sacerdotes. En Sancta sanctorum, la más secreta parte del Templo, donde el sumo sacerdote entraba una sola vez en el año. Antes de Salomón llamose el templo Tabernaculum, como eran las tiendas y pabellones del ejército de Josué en figura de la Iglesia militante que hoy tenemos, Exodi. 25.
7. El tabernáculo partido de las cortinas por el velo que se ponía en medio para cubrir el Sancta sanctorum. Era el de Salomón de 4 colores de cortinas, como el mundo de 4 elementos, 3. Reg. cap. 8. La parte del tabernáculo donde el pueblo sacrificaba, representaba la vida activa que es en la dilección del prójimo; donde ministraban los Levitas, la contemplativa.
8. Los lugares sagrados de hoy son; Templum, fanum, delubrum, sacellum, coenobium, monasterium.
Lugares venerables son; Xenodochium, coemiterium, polyandrium, sepulchrum, tumulus, monumentum, sarcophagus, bustum, urna, pyramides; aunque estos postreros hoy los cristianos no usamos de ellos. Leerás a Petrus Bellonius, y Lilius Gregorius de funere veterum.   
9. La primera piedra que hoy se pone en el edificio de un templo en los cimientos por mano del obispo, o del clérigo a quien lo manda, tiene la señal de la Cruz, y agua bendita contra los Demonios.
10. El agua bendita que entonces ponen, tiene vino por el gozo nuestro espiritual, y sal por la discreción natural y sapiencia, ceniza por la profunda humildad con que hemos de venir a la iglesia, tiene agua por nuestras lágrimas y penitencia.
11. El hisopo con que esta agua bendita se echaba, por ser de hierba tan baja, denota la humildad de Cristo. Esta crece entre las piedras; así la bajeza de nuestra carne se alzó sobre la piedra de Cristo; es caliente de su naturaleza, así la humildad de Cristo calienta y enciende los corazones fríos para las obras de caridad. Es hierba que los médicos la ponen en jarabes pectorales, porque cura enfermedades de pechos, que es soberbia y fantasía.
12. Echan siete veces esta agua por las siete que el señor derramó su bendita sangre: 1. en la circuncisión, 2. cuando sudó sangre, 3. cuando fue azotado, 4. cuando le coronaron, 5. cuando le desnudaron para crucificar, 6. cuando le clavaron, 7. cuando le abrieron el costado. Cuando la consagran, o dedican, hacen cruces por las paredes como banderas y estandartes del rey de la cruz.
13. Está el altar hacia Oriente equinoccial, no al solsticial; porque la iglesia militante se ha de acomodar al tiempo próspero y adverso. Es el cimiento de cal, arena, agua, y piedras pulidas y bien labradas: lo cual tomado espiritualmente, nos muestra el buen Obispo, que con la cal que es fervor de caridad, abraza la arena, que es el cuidado mezclado de viudas, pupilos, viejos, y enfermos. El agua significa el Espíritu Santo, de donde mana la caridad. Las piedras cuadradas y pulidas representan los santos del mundo, que por mano de Dios están colocados en la iglesia. Cuando edificaban los muros de Jerusalén, eran los enemigos tan importunos, que con la una mano habían de edificar, y con la otra pelear: así cuando edificamos las virtudes, con la una mano nos defendemos de los vicios y malos hombres; con la otra pedimos el favor del cielo.
14. Está el templo como cuerpo de hombre, la cabeza el altar, los brazos aquella cruz que hace el cimborio; lo demás hacia el coro piernas y pies: la madera, o rejado delante  el altar es el estado de las vírgenes: el coro denota los continentes, o castos: lo demás los casados. Dícese coro de Chorea, corona, concordia psallentium. Cantan dos coros, denotando los ángeles y justos que en el cielo alaban a Dios reciproca voluntate. 
15. El pináculo, o cimborio denota el pensamiento alto del obispo, y su vida que siempre tira a las cosas celestes.
16. El gallo que se pone sobre algunos templos, significa el predicador; porque el gallo vela, y con su canto divide las horas de la noche, despierta a los que duermen, señala el día que viene. Empero primero se mueve a sí mismo a cantar, sacudiéndose con sus mismas alas: porque este mundo es noche, duermen en él los pecadores, y el gallo, que es el predicador, grita; diciendo: Vae dormientibus, exurge qui dormis. Y señala el día del juicio que viene, y la gloria de los justos: y antes que enseñe a los otros castiga su cuerpo como el gallo con sus alas: lo suelen poner sobre una vara de hierro sentado, denotando la palabra de Dios recta y firme. Esta vara suele estar sobre una cruz, o sobre lo más alto del templo, declarando que la palabra de Dios se ha cumplido. Vuélvese siempre contra el viento (veleta), porque el buen predicador se ha de volver contra los rebeldes y heréticos: y así no le podrán acusar, que huyó viendo el lobo.
17. Las vidrieras denotan escrituras divinas, que quitan el viento y lluvia, digo las cosas dañosas a nuestras almas, y les dan la claridad del sol divino; y son dentro más anchas que defuera, porque el sentido místico es más ancho y excelente que no el literal. Algunas veces se ponen rejas delante las vidrieras, denotando los profetas y doctores oscuros. 
18. La sacristía donde el sacerdote se viste, significa como el señor salió del vientre de la virgen al mundo al modo que el sacerdote sale al altar.
19. La lumbre en los altares representa a Cristo, y a la doctrina de los apóstoles que resplandece en su iglesia.
20. En algunas iglesias en medio la cruz triunfal, porque de medio el corazón amamos al que en ella nos redimió: está alzada y derecha, mostrando la victoria de Cristo. El altar inventó primero Noé, después Abraham, Isaac y Jacob, que era unas piedras alzadas donde sacrificaban algunas veces. Ara y Altare difieren; porque Altare parece alta res, vel alta ara; y ara quasi area, vel planicies.
21. Las pinturas e imágenes llámanse, Laicorum lectiones Scripturae. Y aunque nos reprenden los de Mahoma porque parecemos idólatras, seguimos la santa iglesia romana según los versos: Nam Deus est, quod imago docet, sed non Deus ipsa; Hanc videas, sed mente colas quod cernis in ipsa. Dios es lo que la imagen representa; mas no es ella Dios ni tal se piense; con los ojos corporales mira su figura, y con el alma adora lo que sientes.
22. Al Señor le pintan sentado (assentado) en un trono, o crucificado, o en la falda (halda) y regazo de su madre, o en figura de cordero (agnus Dei). Algunas veces pintan cabe el Crucifijo el sol y la luna con eclipse, según la Escritura dice: Tenebrae factae sunt per universam terram. Acostumbran los pintores poner una calavera a los pies del santo crucifijo; según algunos porque Adam fue sepultado en el monte Calvario, y la Cruz del Señor fue puesta de modo que la punta tocó en la calavera de Adam. Aunque Egesippo dice que fue sepultado en la ciudad de Ebron en Arabia, o Artea: y después allí mismo Abraham, y Sara su mujer. Algunas veces le pintan como Exodi. 24. le vieron Moisés, Aarón, Nadab, Abiu, y 70. de senioribus, que es sobre un monte, y debajo de sus pies una obra como de zafiro, y color de cielo sereno, y los ángeles cada uno con seis alas, según Esaías, 6. los serafines con dos alas le cubrían el rostro, y con dos los pies, y con dos volaban. 
23. Los ángeles se pintan mozos, porque nunca envejecen; y san Miguel con dragón a sus pies, por lo que dice el Apocalipsis; Factum est praelium, &c. cap. 12. 
24. Cuando pintan 24 seniores con ropas blancas, coronas de oro, y unas lámparas; significan los doctores de la ley nueva y vieja, y los dones del Espíritu Santo.
25. Los Evangelistas pintan de este modo; a san Mateo como hombre, porque habló largamente de la humanidad del Señor, Liber generationis, &c. A san Marcos (Marco) un león que brama en desierto, porque habla muy copiosamente de la resurrección; y dicen que el león al tercero día con gran bramido despierta sus hijos; y san Marcos comenzó con exclamación; Vox clamantis in deserto. A san Lucas novillo, o becerro; porque comenzó su Evangelio desde Zacarías, y trató más anchamente (ampliamente) del sacrificio de la Pasión, y los antiguos sacerdotes sacrificaban becerros, y con sus dos cuernos señala el Testamento nuevo y viejo: los 4 pies las sentencias de los 4 Evangelistas que comprende. Pintan a san Juan (sanct Ioan) como Águila, por la alta materia en el principio de su Evangelio, y el Apocalipsi.  
26. A la mano derecha pintan un hombre y un león, que son S. Mateo, y S. Marcos: porque la Natividad y Resurrección de Cristo que ellos tratan más copiosamente, fueron alegría general. A la izquierda está el becerro, o buey, por la tristeza de la Pasión. Está sobre ellos el águila con libros a los pies; denotando que todo lo que enseñaron en sus libros, pusieron por obra.
27. Los Apóstoles se pintan al lado, o debajo de Christo; porque le fueron testigos en palabras y obras, traen cabelleras luengas (largas), como nazarenos (Nazareos), id est, sanctos. 6. Nu. Novacula non transiret, &c. Píntanlos algunas veces como doce ovejas, porque como ovejas se dejaron matar por Cristo.
28. Pintan a san Pablo a la mano derecha de san Pedro, porque significa la diestra inmortalidad, y san Pablo le predicó inmortal e impasible después de la Ascensión. San Pedro acompañó al Señor a la Pasión. (hasta que cantó el gallo 3 veces)
29. Los Patriarcas y Profetas se pintan con rótulos (pone retulos) y libros en las manos, mostrando la fe oscura hasta que el Señor vino al mundo.
30. Algunas veces pintan a Cristo con libro cerrado en sus manos, porque ninguno lo mereció abrir sino Leo de tribu Iuda. Otras veces con libro abierto, para que cada uno lea allí, como él es Lux mundi, via, veritas, vita.  
31. A san Juan Bautista algunas veces le pintan como ermitaño.
32. Los mártires pintamos con los instrumentos con que padecieron; como a san Lorenzo con las parrillas, a san Sebastián con las saetas; o con palmas en las manos en señal de su victoria.
33. Los confesores con sus insignias; como obispos con sus mitras, abades con su capuz; o con lirios y azucenas, en señal de castidad.
34. Los doctores con libros en las manos; las vírgenes con lámparas, según los retrata el Evangelio. 
35. San Pablo con libro y espada; el libro como a Doctor, o en señal de su Conversión; la espada porque fue o soldado, o caballero. Mucro furor Pauli liber est conversio Sauli.
36. La corona de los Apóstoles pintan como escudo redondo según la sentencia sagrada: Quoniam seuto bonae voluntatis coronasti nos.
37. Pintan las imágenes en las paredes de la iglesia, en las espaldas y puertas de los Altares, y en las capas de los sacerdotes; porque siempre llevemos sus vidas en nuestro corazón.
38. Los dos candeleros, uno a cada parte del Altar, es señal de gozo de los dos pueblos con el nacimiento de Cristo. Dijo el ángel: Annuntio vobis gaudium magnum: porque Christo es el verdadero Isaac, id est, risus. La lumbre de los candeleros señala la fe. La Cruz en medio de ellos es Christus inter duos populos.
39. Los huevos de la Avestruz colgados en los templos, son para mover admiración a los Laicos, como cosa rara: y también porque esta ave es descuidada, y dejase los huevos en la arena; y viendo cierta estrella, acuérdase, y vuelve, y con sola la vista los cova. Y si por el pecado nos olvidamos de nuestra alma, en la iglesia con la lumbre del Señor nos reconocemos, y hacemos penitencia.
40. El cáliz primero fue de Madera, y el Papa Severino lo ordenó de vidrio: y por ser frágil, Urbano mandó que fuese de plata: no quiso que fuese de Madera, porque con sus poros y cuerpo esponjoso se bebe lo que en ella ponen: ni de vidrio, porque a tal hora se podría romper, que sería gran desacato al santo sacramento: ni de latón, o cobre, porque como hubiese mucho tiempo servido, daría vómito al sacerdote. (El que usó Jesús en la Pascua, última cena, ya tenía que ser de un material específico, según la ley judía)  
41. La Patena denota la piedra que se puso sobre el santo sepulcro.
42. Pallae se llaman los Corporales que ponen sobre el cáliz.
43. Las campanas tomaron nombre de Campania, donde se inventaron: y Nolas dicen a las que en la ciudad de Nola se hacían, bendícenlas contra la tormenta y malos nublados: las usamos en lugar de las trompetas de plata de la ley vieja. Tienen estas más alto el son; porque entonces solamente era conocido Dios en Judea. El metal fuerte denota el esfuerzo del Predicador, que hace con gran ánimo su oficio.
El badajo, o plectrum que hiere las dos partes de la campana, es la lengua del predicador, que hace resonar el Testamento nuevo y viejo, hiriéndose a sí primero que a los otros. La cuerda que ata el badajo, es porque tenga la lengua moderada en reprender. El Vicario sin letras, es campana sine plectro (sin badajo). Táñenlas cuando muere alguno, porque nos acordemos de rogar por él. No las tañen en tiempo de entredicho, en señal que muchas veces por pecados del pueblo está impedida la lengua del predicador. (En Viaje literario a las iglesias de España también se habla sobre las campanas, y en otros libros que no he investigado).

(prefiero el toque de domingas al toque de domingo de Alustante)

44. Guárdanse las Reliquias en la arquilla con tres granos de incienso; porque tengamos en memoria los ejemplos de los santos, con la fe de la santa Trinidad, que creamos Unum Deum, unam fidem, unum baptisma
45. Al niño cuando le bautizan, úntanle el pecho con el olio (oleo, aceite; oli, Öl, oil) santo; porque con el corazón cree, y por merced del Espíritu Santo recibe la fe, y deja el error, e ignorancia. Úntanle las espaldas, para que con gracia del Espíritu Santo deje la pereza, y trabaje en buenas obras; pues Fides sine operibus mortua est. De modo que se entiende per pectus fides, per scapulas (escápula) onus.  
46. Llámase Chrisma (crisma) de Cristo. i. uncto per Spiritum sanctum: la ponen en la cabeza (de ahí romperse la crisma), porque es obligado a cualquiera que se lo preguntare, dar cuenta de la fe cristiana que profesa. 
47. Es la crisma de aceite, que significa la misericordia, la cual va sobre todas las buenas obras, como aceite (azeyte) sobre los licores. Hay bálsamo por el buen olor de la buena fama del cristiano. El aceite luce y resplandece; y así la buena conciencia también rehace los miembros cansados: da lumbre en las lámparas; el Espíritu Santo rehace los miembros cansados del pecado, da lumbre a nuestra alma.
48. Denota la crisma que por el santo bautismo (Baptismo) hace Dios Reyes y Sacerdotes espirituales; y eso mismo significa el nombre de Cristianos que tomamos de la unción espiritual de Iesu Christo. (Cristo : ungido, de unción)
49. La sal que dan al niño nos amonesta, que así como ella preserva de corrupción; así la gracia nos es dada, para que con ella nos preservemos de la corrupción del pecado. 
50. La saliva (que aplica el cura) nos señala que seamos muy recatados en las palabras.
51. La ropa blanca, que guardemos la puridad e inocencia que nos da el santo bautismo.
52. Como no podemos según la carne nacer más de una vez, así tampoco según el espíritu: y por eso no se permite bautizar más de una vez: y también porque el pecado original, contra el cual principalmente está ordenado el bautismo, no se comete más de una sola vez: y como Jesucristo, en cuya muerte somos todos bautizados, no murió más de una sola vez; no es razón que nosotros seamos bautizados más de una sola vez. (Recordad que a Jesús lo bautizó Juan Bautista en el río Jordán)

Síguense los que sirven en el templo.
  
Los que sirven en esta casa sagrada son:

53. Clerici, Anachoretae,
Monachi,         Eremitae,
Coenobitae, Gyrovagi.

Religio est uni Deo nos religans ad Divinum cultum.

54. Hay un Pontifex maximus el Papa; cuatro Patriarcas, Romanus, vel Constantinopolitanus; Antiochenus, Alexandrinus, Hierosolymitanus.
Clerici dicuntur. i. forte, vel haereditate Deum habentes.
55. La corona del sacerdote denota limpieza de vida, porque los cabellos son cosa sucia; y porque siendo limpios adornan la cabeza: se los quitan en señal de que ha de renunciar todas las cosas temporales, pues tenga victum & vestitum. Está la cabeza arriba descubierta (tonsura), porque entre él y Dios no ha de haber cosa alguna: a la parte debajo quedan cabellos, porque los pensamientos seculares algunas veces por necesidad los admite el clérigo: y no llegan a las orejas, porque los pensamientos terrestres no han de impedir nuestros sentidos. Esta redonda, representando la (corona) de espinas que el Señor truxo (trajo, llevó): y para mostrar que los clérigos son siervos del que no tuvo principio ni fin.
56. Toman órdenes los clérigos para que de allí adelante sirvan a Dios, no al mundo: y por tanto han de ofrecer sus cuerpos hostiam viventem, sanctam Deo placentem. Se hace esto en las 4 témporas, para que sean adornados de cuatro virtudes, y sobre los cuatro Evangelios sirvan a Dios y a su iglesia. En la primavera florezcan en virtudes, en el estío den fruto, en el otoño le cojan, en invierno alcen lo que cogieron y gocen de ello. Ordenan fe el sábado; porque aquel día es dedicado al Espíritu Santo, cuyos dones reciben en el ordenarse.
58. Exorcista, id est, adiurans; Sacerdote que le da el Obispo facultad para conjurar los Demonios. Si in Beelzebub eijcio daemonia, filij vestri, id est, exorcistae, in quo eijciunt? Jesús usó este cargo, sacando siete Demonios a Magdalena. Cuando el Obispo le concede esto, dale un libro, donde están escritos los Exorcismos, diciéndole; Accipe, commenda memoriae, habe potestatem. Salomón fue el primer exorcista. Energumeni, y Lunatici (energúmenos y lunáticos) se llaman los Endemoniados.
Catechumeni (catecúmenos), los que antes del bautismo aprendían la fe católica.
Acolythi (acólitos), ceroferarij, que llevan los cirios al evangelio, no para alumbrar el aire, sino los corazones. 
Levita, hostiarius, ianitor, lector, psalmista, subdiaconus. 
El diácono en hebraico Levita. i. minister. 
Praesbyter, sacerdos, antistes.
59. La mitra del obispo en el cuerno de delante señala el nuevo Testamento, detrás el viejo; va así en memoria de como Moisés apareció con aquella manera de cuernos del resplandor de su rostro.
60. Las dos correas que cuelgan detrás de la mitra, señalan el espíritu y la letra con el sentido místico e histórico; y al cabo de ellas las veticas (de vetas) coloradas denotan la defensión de la fe hasta padecer martirio: cuelgan sobre las espaldas, señalando que de obra ha de señalar lo que con la boca predica: el círculo de oro, quoniam omnis scriba doctus in regno coelorum debet de thesauro suo proferre nova & vetera.
61. El anillo Fidei sacramentum: las armas que dio Cristo a su esposa la iglesia.
62. El cayado la corrección pastoral, agudo bajo, derecho en medio, tuerto arriba: porque el buen Obispo con su vida recta ha de procurar; pungere pigros, regere débiles (en latín sin tilde), colligere vagos. 
63. El Papa no trae cayado; por cuanto la corvadura de él es para atraer, o tirar hacia sí: (garrota, gayata, gallata; bastón) y no tiene el Papa necesidad de esa atracción, porque al fin ninguno se puede apartar de él: también porque los obispos toman la potestad del superior; el Papa toma la de Dios, y por eso no ha menester báculo. Dicen también que por lo que acaeció a Marcial discípulo de san Pedro en la iglesia de Trevers: y así cuando está allí el Papa, lleva báculo.
64. Los guantes del obispo denotan que la buena obra no se ha de hacer por algún favor vano, sino que la diestra no sienta lo de la izquierda. Algunas veces está sin guantes; porque aún algunas veces las buenas que se encubrían por evitar vanagloria, se descubren para edificación y ejemplo del prójimo. Denotan también los pellejos de Jacob, que por consejo de Rebeca se puso por parecer a su hermano mayor. Aquí Rebeca que es la gracia del Espíritu Santo, da los pellejos del cabrito a Cristo, que es semejanza de pecador, para que el demonio no entendiese el misterio de la Encarnación. 
65. La Iglesia usa colores blanco, negro, verde, violado, azafrán, colorado. En la ley vieja se usaron Byssus, púrpura, iacynthus (jacinto), coccus. Usa color blanco en los ornamentos de las fiestas de los confesores y vírgenes, propter integritatem & innocentiam.
66. Los colorados por la sangre de los mártires, apóstoles y evangelistas: cuando es virgen y mártir, usan coloradas, porque el mártir denota más perfecta caridad, que no el ser virgen.
67. Los negros se usan feria sexta in Parasceve, y en días de penitencia. La ropa verde, porque es color medio entre blanco, negro y colorado, usan en días comunes y feriales, y Adviento, Pentecostés y Epifanía. Al colorado se refiere el cocineo, el azafranado al verde, al negro el morado. La Iglesia Romana muchas veces por negro usa morado, o violado (violeta). 
68. El Papa lleva dentro blanco, por la limpieza de su inocencia: y caridad defuera, por la compasión que de nosotros tiene: y señalando la prontitud de poner su alma por sus ovejas. 
Los Agnus de Plata que los Cristianos llevan colgados al cuello.
El Sábado de la Semana Santa en Roma los acólitos hacen cordericos de cera nueva bendita, o de la del cirio Pascual del año pasado mezclando crisma, y el Papa bendiciéndolos el sábado in albis, los da al pueblo. 
70. El corderico, o agnus significa aquel sin mácula (mancha), qui tollit peccata mundi; la cera su humanidad santísima; la miel en la cera la divinidad in humanitate; la abeja sin lujuria es la gloriosa virgen María; la crisma denota la misericordia del Señor. Pártense estos agnus en la octava de la Resurrección, porque entonces repartió el Señor sus premios entre los suyos. 
Y por estar consagrados y bendecidos por el Papa, defienden a los fieles cristianos de rayo, tormenta, y otras desdichas.

Contemplación en la misa.
El sacerdote representa a nuestro Redentor en su pasión.
El Amito en la cabeza es por la corona de espinas.
La camisa, o Alba; la vestidura blanca en casa de Herodes.
El cordón denota la cuerda con que le ataron en el huerto. (Getsemaní, Jetsemaní)   
La Estola, la cuerda que le pusieron al cuello cuando le llevaron a Jerusalén.
El Manípulo, la cuerda con que fue atado a la columna.
La Casulla, la veste purpurea en casa de Pilatus (Poncio Pilatos).
Saliendo el sacerdote revestido, denota la Encarnación y Adviento del Señor.
El Altar, la mesa en que cenó con sus Apóstoles (Apostolos).
La Ara, la Cruz donde fue sacrificado.
Los Corporales, el lienzo en que le envolvieron en el sepulcro (la sábana santa).
El Cáliz, el sepulcro santo.
La Patena, la piedra de encima. (Si era un tipo de cueva, no estaba encima la piedra)
Acuérdate que no sólo venimos a oír misa, mas a hacerla con el sacerdote, digo a ofrecer ya hacer sacrificio con él: así como cuando van cuatro o cinco embajadores, el más autorizado habla por todos; así por mano del sacerdote ofrecemos todos; pero él es escogido por Dios, para que ofrezca: nosotros para asistir, servir y escuchar atentamente lo que dice con voz alta. 
73. Pues no se puede decir oración mejor, ni palabras más santas que las que en la misa se dicen, no debe el cristiano rezar sino contemplar los misterios de ella: y si todavía quiere rezar, sea desde que dicen Sanctus hasta la Comunión.
Saludando al pueblo dice el sacerdote. 7. veces Dñs vobiscum por toda la misa hasta la fin por los 7 derramamientos de sangre. Leerás arriba número 12.
En el Introito se dice la confesión general; la cual no perdona sino pecados veniales: a aunque el Sacerdote se haya confesado en la sacristía de los mortales, vuelve a confesarse de los veniales con el pueblo, y ministros que le sirven, por no perder algún fruto de la misa. Pues si de los veniales nos confesamos; quién osará llevar mortales a la misa? Lo demás de la misa hallarás en los libricos que arriba he allegado.

Fin del tratado de la devoción.


Tratado segundo, de la buena crianza en la mesa, y en todas partes.

Tratado segundo, de la buena crianza en la mesa, y en todas partes.


Es cierto que la buena crianza no estorba a la devoción: pero avísote, que el cortesano que yo busco, no es el galán que sirve a una Dama, como el Conde Baltasar Castellón lo retrata, sino un docto mozo contrario a grosero y sucio.
Vemos un docto, que sus letras agradan a todos, y su mala crianza los hace huir. Si está sentado, se os echa encima; si os habla, os da con su saliva en el rostro, o golpes en los brazos, que os deja molido: no tiene él la culpa, sino el infeliz gramático que le enseñó. Creo me, que la buena crianza hace que todos te quieran bien, y que tus letras y doctrina sean más estimadas. Procura cuando tratas con alguno, que de tus ojos no se pueda colegir alguna falta de tu juicio: aunque Cicerón dice: Vultus saepe fallit, y el satírico, fronti non esse fidendum, y el epigramático; Nolite fronti credere, quia eam nemo non fingere potest. Biante uno de los siete sabios siempre decía; Mirad la cara del hombre, y conocerlo heys (habéis de): y Pitágoras (Pithagoras) miraba en el rostro la inclinación de sus discípulos, como lo verás en Aulo Gellio lib. I. cap. 9. Marco Tullio de las cejas y frente de Pisón sacaba argumentos. Tus ojos tendrás apacibles, vergonzosos, y compuestos, no feroces ni desvergonzados. Si los meneas mucho a una parte y a otra, te tendrán (ternante) por loco; si muy abiertos, por bobo; si medio cerrados, por sospechoso o traidor. Aristóteles lib. I. cap. 9. de Animalibus, dice que las sobrecejas extendidas denotan blando ánimo y benigno; curvadas hacia las narices, hombre áspero, enojadizo y crudo; decantadas hacia los pulsos, disimulado y burlador: cuando están caídas, notan envidioso. No las tengas encogidas, que es señal de bravo; ni muy alzadas sobre los ojos, porque denotan algún pensamiento. La frente ha de estar sin arrugas, que denota alegría y nobleza de ánimo. Las narices procura que estén muy limpias; y no te ensucies el brazo, como hacen los que venden atún, que no pudiendo con sus manos limpiarse, friegan las narices en el brazo. Si estornudas, vuelve el rostro atrás, no te salte algo de la boca a la cara de los que conversan contigo. Si te suda la frente, no limpies con la mano, echando la sudor en tierra, que es cosa de pastores: ten siempre cuidado de tener un lienzo, o paño de narices (pañuelo). No te olvides cuando has estornudado de quitarte el bonete, y hacer acatamiento a los que están presentes: porque el bozejar (bostezar) y estornudar causan que no oigamos lo que nos dicen. Y es bien después que nos hemos (habemos; auemos) santiguado, y pasó la furia de aquel movimiento de cerebro, con buena crianza dar las gracias. Pero acuérdate, que si alguna persona de honra estornuda, los que son de edad, dicen: Vala Dios a V. M. tú que eres niño, calla y haz reverencia, que eso basta.
Las maxillas (mejillas; maxilar) es bien que estén coloradas de vergüenza: como lo mostró la hija de Aristóteles, que hablando con unas damas sobre cuál color era más suave; y unas dijesen morado, otras azul, dijo ella: Yo tengo por mejor el que hace la vergüenza en la cara. Y Terencio dice: Erubuit (de rubeo: rojo), salva res est. Pero de esto hablaremos más adelante. La boca no esté muy apretada, que parece que temes no te entre el huelgo de la boca del otro: ni abierta como de bobo, no te acaezca lo que a aquel Príncipe, que le dijo un villano: Señor cerrad la boca, porque los mosquitos de esta tierra son fatigosos. Respondió: Bien dices, porque del necio el primer consejo.
Si al tiempo del bostezar, o como aquí llaman, badallar, no puedes volverte atrás; ponte el pañizuelo sobre la boca, y haz el señal de la Cruz.
La risa procura que tenga modestia: porque si de cada cosa te ríes, es señal de necio; si de ninguna, pareces pasmado. Palabras son de mozos de Perayle (pelaire); Ay que me ahogo de tanto reír: ay que me muero de tanta risa. El niño estudioso sin gritos, ni estruendo reirá: cubrirse ha la boca con el pañizuelo, o con la mano. Y procura cuando ríes, que sepan tus compañeros la causa; no se den a entender que ríes, o burlas de ellos. Y porque no caigas en vicio de mal cristiano, en reír, o burlar de tu prójimo, ten bien decorada esta sentencia.
Irridere bona nefas, mala crudelitas, media stultitia, probos impium, improbos saevum, notos immanitas, ignotos dementia, denique hominem inhumanum.
Los labios han de estar de modo que no salgan afuera, como que beban, que es cosa de bobo: ni los muerdas, que parece de pensativo: ni los estés pasando con la lengua, que parece que lamiendo muestras mala inclinación.
Aversus expuito, ne quem conspuas: si quid purulentius in terram rejectum erit, pede proteratur, ne cui nauseam moveat. Id si non licet, linteolo sputum excipito.
Mala crianza es sorberse la saliva, y escupir a cada palabra sin necesidad. Al toser vuelve el rostro, no salte algo a la cara del otro: y acuérdate que toser muchas veces hablando, es señal de mentirosos. Los dientes bien parecen en un estudioso blancos, pero emblanquecerlos con polvillos, o zumos, es cosa de mujeres: limpiarlos con sal, o alumbre, es dañoso a las encías (los enzias): con meados es tan sucio, que de eso nos reprenden los cosmógrafos a los españoles. Si por ventura te cae tanta pituita (pituyta) de la cabeza, que no están para mostrarlos, abajo te daré el remedio. Si algo tienes apegado en ellos de la comida pasada, no lo quites con el cuchillo, ni manteles, ni con las uñas, como hacen los gatos, sino con un palillo de lentisco, o pluma, o huesecillo de pie de gallina. La cabeza de mañana cualquiera la peina, sino los groseros: y así están a cada paso rascando. Acuérdate que encorvar (coruar) el pescuezo, y alzar las espaldas, es señal de pereza: decantarse hacia las espaldas, sacando a fuera el vientre y pecho, es señal de soberbia. El medio es bueno en toda cosa: de hipócritas es echar el pescuezo y cabeza a un lado, si ya no lo pide la acción de aquello que hablas. Los hombros procura que estén iguales, no esté más bajo el uno que el otro. Echar los dos brazos atrás, es cosa de ladrón, o perezoso.
Altera manu in alia injecta astare, aut sedere, indecorum est. Diductis genibus sedere, aut divaricatu tibijs, distortu ve stare, Thrasonum est. Sedenti coeant genua: stanti pedes, aut certè modicè diducantur. Quidam alteram tibiam altero genu suspendunt: nonnulli stant decussatim compositis tibijs, querum alterum est anxiorum, alterum ineptorum. Sedentem pedibus ludere stultorum est, quemadmodum & manibus gesticulari, parùm integrae mentis indicium est.
El andar no sea muy deprisa (apriessa), no te tengan por loco: ni sea muy a espacio, o requebrado, no te juzguen por afeminado (effeminado) y mujeril. El hacer de la reverencia en pie izquierdo, o derecho, seguirás lo que vieres, que en cada tierra hay nueva costumbre. Pero acuérdate no amenaces primero con la cabeza; como algunos que en toparos por la calle, os dan una cabezada de lejos: como quien desafía, y después quitan el bonete, echándolo hacia atrás, como si fuesen frailes, que quitan la cogulla. Cuando vas a comer a cas ajena, o de pariente, ve alegre, no desvergonzado: y no te sientes a la mesa sin cortarte las uñas, mear, y hacer cámara, y lavarte, y aun aflojarte las agujetas, si vas muy apretado: porque después no hagas gestos feos delante de los convidados. Si te mandan bendecir la mesa, vuélvete de rostro hacia la imagen de algún santo, si no la hay en aquel aposento, vuélvete al que hace el banquete, y el pensamiento al cielo, y di la oración. Procura de tomar el más ruin lugar. Y si algún señor principal te convida a que pases a otro asiento, rehúsa lo que puedas. Si muy de veras porfía, y te lo manda, obedécele.
Accumbens utramque manum super mensam habe, non coniunctim, nec in quadra. Cave nec proximè accumbenti cubito, neu ex adverso eccumbenti pedibus sis molestus. In sella vacillare, & nunc huic, nunc alteri nati vitißim infidere, speciem habet suninde ventris flatum emittentis, aut emittere conantis: corpus igitur equo libramine sit erectum.
La servileta, o pañizuelo ponla en el hombro izquierdo. No bebas luego tras las sopas, o acabando de sorber leche. No pases de tres veces en el beber, y si puedes agua porque Platón hasta los diez y ocho años no concede vino a los mozos.
Antequam bibas, praemande cibum: nec labra admoneas poculo, nisi priùs mantili, aut linteolo abstersa. Inter bibendum intortis oculis alios intueri, aut cervicem in tergum flectere, ne quid hareat in imo cyatho, illiberale est. 
Si te dan alguna cosa de su plato los huéspedes, rehúsala con buena crianza. Si porfían, recíbelo con besamanos. Pero si te mueven a brindar, di que cuando serás barbado aceptarás el desafío: procura aprender como se corta un ave, una pierna de carnero, y semejantes. Mala crianza es estar muy atento, mirando como comen los otros: aunque me parece cosa buena disimuladamente ver cómo toman la sal, con qué limpieza comen la granada, la salsa, la nata, y cosas semejantes. Si por ventura sirves a la mesa, ten cuidado cuando traes, o quitas platos, no ensucies la ropa de los convidados. Si espabilas la vela, procura que no des mala olor a los que están en la mesa. El pábilo que quitaste, o písale, o harás como vieres. No quiero aquí advertirte con cuantos dedos has de comer, ni que comas despacio, ni que te detengas un poquito cuando te sientas, no parezca que te arremetes a los manjares: porque esto de tu discreción lo sacarás. Si comes con otro, no vuelvas el plato hacia ti por tomar el mejor bocado: antes si a tu parte viene, rogarás al otro lo reciba. He visto algunos hombres de edad, no por gula, sino por no saber más, echarse de uno en uno los cinco dedos dentro la boca para lamer la salsa de garbanzos que tenían asida a ellos.

Respuesta a ciertas objeciones de crianza.
Algunos me ha reprendido, porque en mi auditorio mis discípulos besan la llave, libro, o cualquier cosa que me dan. Bien es verdad, que todo lo que yo puedo, trabajo en que vayan limpios de cabellos, uñas, y ropa, y lleven la capa bien asentada, y no muestren los pechos desabrochados, como herreros: pero de besar el libro, nunca fui yo el inventor: quitarlo ya no puedo. En el año 1562 me trajeron a casa un discípulo de Roma, y como allá se usa, cada cosa que me daba, pluma, libro, o papel, le besaba. Los otros contubernios (pone contubernales) viendo esto, parecioles que como cosa romana debía ser buena, le imitaron, de ellos vino a mi auditorio. Bien veo que es ceremonia para señores de salva, mas qué haré pues luego tuve el pago, como quien dice gramático, Sic transit gloria mundi. Porque como él no sabía hablar español, diciendo yo: Ola Ludovico di mets vos aueys tomado vna pluma, que yo tenía en esta mesa: por decir en nuestra lengua que no lo había hecho, dijo: Vos mentís Maistro. De modo que esto y la salva bien convienen. Todavía me parece bien la ceremonia de hijo a padre. Y si a un teólogo, o canónigo da una carta, que la bese primero. En fin esto nunca tengo escrúpulo en pecar por carta de más. Son los estudiantes tan sucios, se crían de tal modo en las escuelas, que ya parece refrán verdadero: crianza de estudiante. Pocos días ha que rieron mis discípulos de ver en unas conclusiones un doctor que tenía la una pierna alzada sobre la rodilla, y como estaba en el banco más alto, y acabando de proponer el silogismo, en tanto que el otro resumía, se estaba poniendo el dedo en el talón del pie, que tenía alzado, y escarbando el zapato. De esto tenemos nosotros la culpa, que no les enseñamos como conviene. En fin el niño procure no llamar a ninguno tú, sino vos, o V. m. Entre sus compañeros sea cumplido, y se hará honra, en lo que se sigue.

Fin del tratado de la buena crianza.    

Tratado tercero, de la limpia doctrina, y oficio de un buen discípulo.


Tratado tercero, de la limpia doctrina, y oficio de un buen discípulo.


Porque hay maestros tan descuidados en esto, que es lástima; me pareció llamar a este tratado limpia doctrina: para que tenga cuenta el niño en guardarse de barbarie (Barbaria). Porque en la aldea llegan a veces tales maestros, que enseñan cosa, que después os cuesta mucho de olvidar. Estudiando yo en la aldea, me acaeció esta desdicha, que el maestro y su bachiller, o repetidor eran todos de una complexión. Procuraba yo siempre hallarme donde ellos estaban por aprender algo de la conversación. Diciendo unos clérigos, que tenían la iglesia muy vecina a la escuela, al bachiller: gran preceptista está V. M. mucho habrá trabajado en ello; respondió: por vida de Dios que hoy quince años de gramática. Pues a fe que ni era griego, ni retórico: miren cuan buenos quince años de gerundios. Pues el maestro estando un día haciendo plática, y viniendo un amigo suyo a visitarle, y diciéndole que tenía muchos discípulos, dijo; a fe que me deben mucho porque nunca en esta tierra habían oído nombrar a Despauterio, hasta que yo he venido. Y así nos hacía argumentar con aquellos bárbaros argumentos de la Syntaxi (sintaxis). Él pedía premio; yo digo que mereciera que lo desterraran, por haber traído tanta barbarie a mi patria (Alcañiz). Tales como estos corrompen los ingenios de los niños, y con carretones de preceptos los espantan de tal modo, que estiman más aprender cualquier oficio mecánico, que no letras. Nunca entendí a qué llaman en Castilla las Noticias, ni supe conjugar un verbo por terceras personas, ni las formaciones, amas, ablatas, s, & addita, bá (a rayita). 
Y con todo eso a estos destruidores de la República (de las letras), que tan ocupados están en las personas de los verbos, nunca los pude traer a conversación latina conmigo. Pues para qué sirven tantos preceptos, si ellos ni tienen buen estilo, ni entienden los autores? Y están tan elevados en sus personas, que parece que cuando tratan: Amat, amabat, amavit, amaverat, tratan metafísica. 
Tres cosas hacen a un hombre docto: mucho oír, mucho escribir, y enseñar a otros lo que habemos estudiado: como en los siguientes capítulos verás.

Del buen discípulo.

Primeramente procura que tu fin sea bueno, sinó todo te vendrá al revés. Si tú imaginas que el estudiar ha de ser para ganar ducados, vendes muy barato un joyel excelente. Has de pensar que tus trabajos en letras han de ser para alcanzar doctrinas, y poder verdaderamente y sin pasión juzgar de las cosas divinas y humanas. Pero todo esto verás en la siguiente copla.

Inquiere con gran cuidado (pone: Inquire con gran cuydado)
la ciencia (sciencia),
con estudio y diligencia
reposado:
no codicies (cobdicies) ser letrado
por loor,
mas esciente reprensor (sciente reprehensor)    
del pecado.
Ca por ella hallarás
cuando Dios
ha hecho, y hace por nos:
y demás
porque modo lo amarás,
olvidado
el sueño que acelerado (celerado)
dejarás (dexaras).
A los libres pertenece (pertenesce)
aprender,
donde se muestra el saber,
y florece:
ciertamente bien merece
preminencia
quien de doctrina y prudencia
se guarnece.
El comienzo de salud
es el saber
distinguir y conocer
cuál es virtud:
quien comienza en juventud
a bien obrar,
señal es de no errar
en senectud.

No me quiero detener en declararte esto, pues lo hallarás glosado por el docto Pero Díaz de Toledo: intitúlase el librico, Los proverbios de don Íñigo López de Mendoza (Yñigo Lopez de Mendoça) marqués de Santillana, y las coplas de Mingo Revulgo con sus glosas, en Anvers, en casa de Martín Nucio, en 16. año 1551.
Entendido esto, no te descuidarás en ser obediente al que te ha de dar un tesoro tan preciado, siguiendo el consejo antiguo, que dice. Absque rubore discendum: gratiae semper habendae docenti. Dice que no seas encogido (no te ruborices) en preguntar lo que ignoras; y no seas ingrato con quien te lo enseñó. Aunque muchas veces el maestro de la aldea es ignorante, no por eso dejes de honrarle cualquiera que sea: porque si tú le obedeces, y eres buen cristiano: aunque él sea ignorante, Dios le dará de su lumbre, para que él te dé. Hónrale como si fuese tu padre, y procura de imitarlo: y cuando él verá, que con humildad y amor le sigues, procurará de ir recatado en sus cosas: de manera que tú lo puedas imitar sin peligro. A tus condiscípulos amarás como hermanos, pues sois hijos de un mismo padre, que es el maestro. Y si saben más que tú, no por eso debes querer mal, sino procurar con trabajo alcanzarlos. Las reglas que se siguen, procurarás de entender: y después decorar, y guardar con gran vigilancia los preceptos que en ellas te doy.
Discipuli boni munus declarant sequentes aphorismi.

Discere volenti opus esse dicebat Antisthenes (Antístenes) novum librum, novum stylum, tabellam novam, id est, liberum à vitijs animum, flagrans studium, excellentem memoriam. Ne langueamus otio, sed ut dicebat Septimius Imperator, laboremus, ne committamus ut amici suis nugis à literarum studio nos avocare possint: sed omnibus, qui velut Cordistae in auro, nec studeant ipsi, & nos impedire conentur, aures occludamus; ut Xenocrates (Jenócrates) monuit. Loca studija apta deligamus, ne sua amoenitate nos, ut Annibalem Capua, perdant. Cicero villas & hortos amoenos commentandi, non cessandi caussa quaerebat. Nemo pistrinum ingreditur, quin farina conspergatur; nemo in unguentaria officina sedet, quin unguentum oleat, nemo in sole ambulat, quin coloretur: ita nullus adolescens scholas frequentat, praeceptoris lateri adiungitur, quin doctior evadat. Cùm in scholis sedebunt, nec turpiter decumbent; & in dicentem non ora modò atque oculos, sed animos etiam totos convertent; quod ait Poëta: Auribus arrectis, vel potiùs purgatis astabunt. Zeno (Zenón) Philosophus dicebat, auditores adea quem dicerentur, usque adeò attentos esse debere, ut ne approbationis quidem signum dare possint: tantùm abest, ut vel inter se nugari, vel alia ratione doctorem obturbare debeant. Qui totum diem publicos doctores audivit, domum reversus vesperi, non solùm quicquid audiverit secum repetet, sed scriptis etiam mandabit: nec his contentus, quicquid vacui temporis dabitur, legendo conteret. Nam si tabellas Protogenis, aut Apellis picture studiosi congnoscant, nihil proderit, nisi pingere & ipsi tentent: ita descere volentibus non omnija suppetent, nisi legant ipsi quoque & scribant. Moneo discipulos ne sibi nimiùm confidant, sed Doctorem saepe consulant & rogent: ita ut neque molesti nimis, ut Satyrus Sophilta; neque curiosi nimis, ut Euclides; neque ingrati prorsus, ut Apollonius esse videantur. Tales sunt qui Doctores non habita ratione neque loci, neque temporis, interpellant; qui ea quae nihil ad rem pertinent, quaerunt: qui tentandi, vel irridendi caussa, ex illis ea in quibus parùm sunt versati, sciscitantur. Peccant illi quos pudor subrusticus deterret, ne quid rogent, vel quòd praeceptores vereantur, vel quòd illos nolint interpellare, vel quòd ipsi paulò sunt grandiores. Me ninisse debent illi, praeceptores ut sint verendi, non esse tamen metuendos: & eos idcirco publicè profiteri, ut ab omnibus possint interrogari: nec quenquam esse debere, quem pudeat, quae nescia doceri Verecundia enim inutilis viro egenti: egentissimus autem qui quo pacto vivendum sit ignorat. Quandiu nescias, atque adeò quandiu vivas discendum. Cur nescire pudens pravè, quàm discere malis? 
Nostram Spartam ornabimus, si cùm puri, studiosi & memores accesserimus, antecedentes acriter insequemur, nec sequentes morabimur, & nobis turpe putabimus esse, ceteris loquentibus silere: praesertim cum vel aequos aemulatione quadam ad cursum videamus excitari. Si quis loqui erubescat, hinc linguae facultas est desperanda.
Ut praeceptoris officium est docere, sic discipulorum praebere se dociles: & doctrina coalescere nequit, nisi sociata tradentis, accipentisque concordia. Emendati non irascentur, laudati gaudebunt, ut sint charissimi, studio merebuntur. Magni interesse in Bruto statuit Cicero, quos quisque audiat quotidie religioso dominico, quibuscum loquatur à puerto: ideoque se à patre ductum ad Scaevolam fuisse ait, ut à senis latere nunquàm discederet. Et apud Persas pueri non apud matrem sed apud magistrum educabantur, ut docet Xenophon. Non est igitur novum religioso dominico habere auditores contubernales: nam Zenonem Cleanthes, ut ait Seneca, non expressisset, si eum tantummodo audivisset: viate eius interfuit, secreta perspexit, observavit illum, an ex illius forma viveret. Plato & Aristoteles plus ex convictu & moribus, quàm ex verbis Socratis traxerunt. Metrodorum & Hermachum & Polyaenum magnos viros non schola Epicuri, sed contubernium fecit.

De la memoria, y lección decoro.

De las principales cosas que un buen discípulo se ha de proveer, es una la memoria, porque esta es el tesoro de las ciencias: y no podemos decir que sabemos sino aquello que tenemos en la memoria, o de que nos acordamos. Es provechosa para aumentar y conservar la hacienda, para llevar buena orden en sus negocios, para el gobierno de la República, para enmendar la vida: porque los ejemplos de los pasados, si bien los tenemos en memoria, nos encaminan para lo que viniere. Mucho les valió su memoria a Cyneas, Themistocles, Mithridates, Séneca, Esdras y Cyro. Pero los que poca memoria tuvieron, se han visto infamados y pobres: como Messala, Trapezuntio, Maco, y los de Tracia, que no sabían contar de cuatro arriba. Aprovechará a la memoria el orden y concierto en tu estudio, y ejercitarla muchas veces. Comer cosas de buen nutrimento. El sueño más largo que corto. Conservar el cerebro, no te des algún golpe en él, no te entre frialdad; paseando de noche por las calles, guarda no recibas algún golpe en la cabeza. No des grandes gritos: porque o de esto se pierde la memoria, o el seso. Lo que digo del sueño has de entender, que el poco dormir no basta a purgar el cerebro de la mucha humedad. Y así los que poco duermen, parece que están tapados,  o embotados. No comas manjares gruesos (grasos) ni ventosos (untuosos), como son queso, leche, legumbres, vino puro: y sobre todo guárdate del frío, que es muy contrario al cerebro y a la memoria. Si yo supiera este punto, siendo de tu edad, nunca fuera todo el invierno y con la nieve acuestas a oír la sexta sátira de Juvenal, que un bárbaro aragonés nos interpretaba a las cuatro antes del día. El frío hace el cerebro duro, de modo que no se puede allí imprimir la lección decoro. Si por alguna necesidad caminaste entre hielo y nieves, untarte has el pescuezo y colodrillo con aceite de Castoreo. La salud de todo el cuerpo es gran ayuda para la memoria, y no dormir cara arriba, y estar fuera de cuidados, cenar poco, y entre la cena y el dormir pase hora y media. En despertándose, fregar muy bien la lengua, y peinarte muchas veces la cabeza. Si eres ya barbado, es muy bueno raer, o rapar la barba (afeitarse); limpiar bien las narices, o las orejas de mañana. No des lección decoro mirando a tierra, y jugando con las manos el bonete; sino como quien hace un razonamiento delante un señor: pronuncia a espacio (despacio) con muy buena postura de tu cuerpo; mira a tu maestro en el rostro; y así te quedará más firme en la memoria lo que decoras. Y si algún señor, o varón grave le (te) pregunta en la calle, osarle has mirar sin correrte (has de osar mirarle sin avergonzarte); y sin que se te hinchen los ojos de agua. Sobre todo lo dicho te quiero advertir, que si quieres ser pulido, has de comenzar en esa edad, sinó nunca lo serás; digo que no solamente quiero que lleves las manos limpias de tinta, y las plumas de escribir sin estibales, y los libros sin aceite, o salsa, o sudor de los dedos; pero aun en los vocablos seas tan recatado, que no admitas sino aquel que tu maestro te aprobare, o tú leyeres en algún buen libro: porque usáis en la aldea unos modos de hablar, que me espanto como no se corrompen los toneles dentro las bodegas. Decís ista est bona quadrantia. No te parece que rompe las orejas este modo de hablar? cuánto más suave es decir, haec est laudata substantivi & appositi concordia. Haec est vera nominativi & verbi affinitas. Llegó esta semana pasada a mi auditorio uno de la aldea harto estudioso, aunque sabido de la triste panatica que ahí se les da: y como vio el sábado que se preguntaban unos a otros, quis él también hacer su personaje, diciendo: Heus amice, quae figura committitur hic? Rieron todos bravamente: y respondiole su adversario, que los pecados mortales se cometían, que las figuras no: para decir aquello, que dijese de una de estas maneras que usamos en primera clase: Qua figura illustratur hic locus? Quo schemate ornatur haec oratio? Quae dicendi ornamenta habet haec periodus? 
Acabado ya lo que toca a buen discípulo y a buena memoria, síguese la orden que llevarás en tu casa. Después que tu maestro te despidió de la escuela, retráete en tu cámara; y con mucha atención pondera lo que has oído. Si te leyeron el género de los nombres por Foemina, masque genus del Antonio, constrúyelo muchas veces, y procura repetir en tu memoria los ejemplos de cada regla: no te fatigues en saber qué significa lija (lixa), scurra, lanista: porque ese es un trabajo inútil, y los maestros que no son hábiles, atormentan en ello los niños. Cuando me acuerdo de los azotes que me dieron por la significación de limes, pes, fomes, cum palmite trames querría morder al camello de mi maestro, que era tan grande asno, que no sólo quería que el sábado le diésemos todas las significaciones de los vocablos del texto, mas aun que le repitiésemos las significaciones de Popa venter, y partiésemos limes, pes, en limen infernum & supernum: y pes, calx malleoli, genu, fura, poples, femur. Parecíame el sábado juicio final, cuando entraba blandiendo su lanza, o férula. Las letras son amorosas, las musas humanas, los estudios de humanidad: y estos inhumanos, o tártaros nos las enseñan con tanto terror, que nos las hacen aborrecer. Como lo entendía mejor Nicolao Clenardo, cuando dijo: Caveant verò adolescentes, ne dum Grammaticos canones ediscunt, vocabulorum significationes exquirant. 
Solos cinco, o seis nos obligan por ser homónimos; vas pecus, acus: que en estos para dar el género, conviene saber qué significan, o cómo se declinan. En los demás dicen los doctos: Multa dissimulanda sunt, quò loco & tempore discantur commodiore. 
Cuando ya te enfada el repetir, porque no te enfríes en la materia, tendría yo por bueno que la misma regla que sabes de tu maestro, la mirases en el libro de Bustamante que hizo en castellano para los pajes del rey, o en la gramática que hizo en copta el bachiller Thamara, que es muy breve y delicada; o en la que está como ruedas de astrolabio, cuyo título es este: Nueva y sutil invención de aprender gramática, de Pedro de Guevara capellán de contaduría mayor de su majestad, impresa en Alcalá de Henares en casa de Andrés de Angulo, 1565.
Bien sé que a muchos parecerá confusión lo que yo te aconsejo: pero díganme, si tú sabes la regla del Supino, y después de bien repetida por el libro y orden que tu maestro te dio; cuando te cansas, te pones a cantar esta copla que hizo Diego de Plaza natural de Escamilla,
Cualquier pretérito en, bi,
Tum, recibe por Supino:
En, ctum, darás de contino,
Si fuere acabado, ci.
A, Parsi, pondrás aquí 
Parsum: y también hallamos
Cuando, Peperci, le damos,
Parcitum, es para si.

qué mal te puede hacer, pues no te obligo a saberla decoro, sino que la tomes por recreación: El libro se llama Género y Declinaciones, impreso en Alcalá de Henares, año 1567, en casa de Juan de Villanueva. Los manjares y los preceptos veo que son de una misma naturaleza. Hay manjar que cocido de cierta manera te sabe bien, y otros no le pueden comer: así hay precepto en Cornelio Valerio, o Susembroto, o Murmelio, o Vincentio Terminio, o en Dialogi Grammatici impreso en Lyon año 1557, que en leerlo te parece muy claro, y a otros muy oscuro: y no es sino haberte acertado en la complexión. Así son los comentadores: a unos parece que declaran bien el texto, a otros confunden. Pero digan lo que quisieren, que experiencia tengo en ello, y Luis Vives hombre de muy claro juicio en su libro de Disciplinis, enseña qué libros mirará el discípulo particularmente en su casa, sobre los que el maestro lee en la escuela.
La sintaxis querría yo oyeses tres veces, aunque recibas en ello pesadumbre; acuérdate que es fundamento de la retórica. Los preceptos que fuesen pocos, y el uso y ejercicio muy largo. Vale muy poco saber las reglas, si no compones cada día: porque en aquello se sienta la sintaxis de propósito.
Cuando la oyes primera vez, no escudriñes más de saber el precepto decoro, y saberlo construir. En este tiempo los ratos ociosos empléalos en Maturini Corderij de corrupti sermonis emendatione, o en el Spechio de lingua latina de Andrea Gryphone. Holgarte has en leer tanta variedad de vocablos y fórmulas loquendi arromanzadas. Y puedes leer las coplas de sintaxis del bachiller Thamara, como aquella que declara que en este vocablo Adipos están los compuestos de Sum, es, fui.
Once compuestos en este contamos,
Que bien por Adipos son entendidos:
Absum, y Adsum, y Desum salidos,
Insum, Intersum, y Prosum digamos.
Prasum, y Possum, y Obsum pongamos,
Subsum, Supersum, y aquí fenecen:
En forma y manera al padre parecen,
Y con Dativo los más ayuntamos.     
A la segunda vez procura de verter muchos modos de hablar en latín, para ver cómo te ayuda la sintaxis. Y si te enfadan aquellos tristes modos que en la aldea usan: El mestre no vol vendre sa casa (el maestro no quiere vender su casa), Praeceptor non vult domum à se venire (vendere). Yo tinch una cistella de ous (yo tengo una cesta de huevos), Habeo tot oua, quot capit cista. La barreta del Capella venen en lencant, quant y direm quant? Lo chich es açotat ab la verga del açotat: y otros semejantes antes ejemplos que bárbaros y groseros usan: toma alguna buena sentencia, para que aproveches en tu sintaxis, y de ella te quede el latín que tu pondrás, y algún consejo, o aviso para la prudencia humana. De estas sentencias hay un libro en castellano por la A, b, c: cada una tiene renglón y medio, cansarte han poco: puedes traducir cada día dos, o tres, y mostrarlas a un condiscípulo hábil para que te las enmiende; y pedirle has por qué mudó tal vocablo, o tiempo, o caso: y así dándote él razón, gustarás mejor de la sintaxis. Cuando esto te cansa, no querría que estuvieses ocioso, sino que hicieses, como dicen, cortando y comiendo. Sería para esto bueno recrearte en cantar alguna copla de aquel librico que se dice, Cincuenta preguntas del bachiller Hernán López de Yanguas, impreso en Valencia, 1550, con seis dineros que te costará, aprenderás burlando y con pasatiempo cosas que te harán docto poco a poco. Pongamos ejemplo; en la hoja catorce del dicho librico dice así:
Destas preguntas no graves
A vos señor se encaminan:
Decidme porque (por qué) las aves
Como sabeys, nunca orinan?
R.
Porque como ellas se mueven,
Son secas todas en suma:
Han menester quanto beben
Para sustentar la pluma.

Oída segunda vez la sintaxis, ocuparte has en saber bien construir, según los versos antiguos; los cuales, aunque no se sabe cuyos (de quién) son, todavía a Henrico Glareano le parecen de hombre docto: y que los hurtó Alexandro, mezclándolos con los suyos bárbaros del Doctrinal.


Construe sic: casum, si sit, praepone vocantem;
Mox rectum pones; hinc personale locabis
Verbum, quod primum statues, si caetera desint:
Tertius hinc casus, & quartus saepe sequuntur:
Et verbo subdes adverbia, subde secundum
Casum rectori: debet vox praepositiva
Quarto praeiungi, vel sexto, quem regit ipsa:
Iungere consimiles sibi vult coniunctio casus.
Si esta materia quieres en prosa, hallar la has en la gramática de Cornelio Valerio muy bien tratada. Síguese el puntuar; el cual aunque Antonio de Nebrissa (Nebrija) trató harto bien cuando habla de punctis clausularum; y Ioachimo Fortio al fin de su Rhetorica: aconsejo te vayas a la ortografía (Orthographia) de Paulo Manutio.   
Cuando ya habrás oído el orden de puntuar, y construyes con alguna desenvoltura el Terencio, repetidas en casa las lecciones de la escuela, podrás tomar Lexicon de partibus aedium Francisci Marij Grapaldi, y un Vocabulario de Antonio impreso en Anvers, y estudiar cada día ocho renglones del capítulo que más te agradare: y lo que no sabes, mira en el Vocabulario. Cuando no basta, pídelo a tus compañeros, al fin a tu maestro. Gustarás de ver si sabes nadar sin alcornoque (flotador de esta madera), o calabaza. Yo me aprovechaba de este modo: tomaba el capítulo segundo del pozo y la cisterna, y ley; Cisterna aquam euripis inductam continet. Buscaba en el Vocabulario qué era Euripus, y con la tierna edad me parecía que hallaba un tesoro. Después que tenía los vocablos de la cláusula, o Período; procuraba de construirlo por mí, y sacar la sentencia de ella. Si no bastaba, tomaba tema de no pedirla a ninguno dentro seis días, y pasaba adelante en el capítulo, volviendo cada día a hacer prueba de mi ingenio: y aveces con lo que yo oía en la escuela, o con lo que porfiaba, y con la experiencia venía a entenderla. Cuando no aprovechaba esto, preguntábalo a los más hábiles, por no cansar mi maestro en cosas bajas. Hete (te he) advertido esto, porque si te vezas (avear; acostumbrar) a preguntar todo lo que ignoras, serás como los que no se saben vestir sin lumbre, que en una noche de alboroto por no hallar su ropa, salen desnudos a la calle. Luego que no tendrás al lado al maestro, o comentario, desmayarás en pasos muy claros. Como un bachiller que revolvía pocos libros, y pidiome qué quería decir Tridentinum (concilio de Trento), que lo había mirado en el Vocabulario, y no hallaba sino cosa de tres dientes; como podía ser Concilium Tridentinum Concilio de tres dientes? Cuando le declaré qué era, quedó corrido. Otro me preguntó qué autor era Mediceo? porque a cada paso Petro Victorio alegaba a Mediceo: pero esto fue en secreto. Mas un teólogo pedagogo de un discípulo mío delante muchos estudiosos compraba unos tomos de Cicerón, y pidiome, por qué en muchas oraciones en medio de ellas hallaba escrito: Multa desunt. Todo esto viene por no ser curiosos, y no leer mucho, que es cierto que los libros son Muti magistri; y si los meneamos bien, se nos hacen muy familiares y amigos, y con un paso confiriendo se entiende otro.
Síguese después de esto, como materia muy vecina a la sintaxis, lo que trata Lilio Gregorio Gyraldo de Annis & mensibus, in 8. Basileae, 1541. Caelio Calcagnino en el librico de mensibus. Si tu maestro te lo quisiere leer, gran provecho será saber qué es.
Annus magnus,
Vertens, Lustrum, Annus Iubilei,
Genea, Seculum, Indictio,
Aera, Aureus numerus,
Epacta. Y si no te lo lee, búscalo tú en la hoja 653, lib. 8. cap. 30. de la Arithmetica de Juan Pérez de Moya, impresa 1569.
Entendidas las Calendas, todo tu cuidado será entender las lecciones de los autores, y ver en ellas el uso de la sintaxis: y si algo hallares diverso de tus preceptos, notarlo.

El modo de repetir la lección en casa, cuando ya sabes la sintaxis.

En llegando a tu casa, no te ocupes en decorar la lección que has oído, porque te cansarás mucho, y no por eso la entenderás mejor. Pero si la repites muchas veces, cuando ya la entiendas bien, decorarla has sin trabajo.
Procura de construirla muy a espacio cuatro veces, dando a cada vocablo el romance que el maestro te dio: porque si en esto no eres curioso, tarde serás docto. Pongamos por caso que has oído la epístola de Cicerón 275 ad familiares, dice: Primùm quòd Syllani temporis acerbitatem Deorum immortalium benignitate subterfugerunt. Si tú construyes así: Volaterrani subaudi subterfugerunt huyeron, acerbitatem la aspereza, temporis del tiempo, Syllani de Lucio Sylla. Bien declaras la gramática, pero no dices lo que Cicerón quiso decir. Porque aunque acerbitas con buena metáfora quiere decir aspereza, queda una duda, si era el tiempo de Sylla áspero por las lluvias, o nieves, o por ser el tiempo estéril, o de poca vitualla, y mantenimientos. Quiere decir Cicerón, que estos sus amigos, con el favor de Dios se escaparon de la crueldad de Sylla. Pues construyendo así: Vollaterrani subaudi los de Valterra en Toscana, subterfugerunt se escaparon, o libraron, acerbitatem de la crueldad, temporis de la tiranía Syllani de Lucio Sylla. Aunque ves que tempus significa el tiempo, haste de acordar, que Cicerón usa ese vocablo por desdichas, como cuando dice: temporibus meis, dice Corrado in Bruto, que quiere decir en mis adversidades. Siguiendo este orden, no caerás en una costumbre tan ruin, que tienen algunos estudiantes, que tan sucios son en el construir, como en su crianza, y costumbres. Así como viene el Adverbio en latín, lo arromanzan, que es vergüenza. Dice César: Operis munitione, & telis repulsi sunt. Construyome un discípulo: Repulsi sunt fueron echados, munitione por la munición, operis de la obra, & telis y por las armas. Qué cosa más torpe se puede imaginar? Cómo cae mejor, diciendo: Repulsi sunt, fueron rebatidos, munitione, por la fuerza, operis, del estacado, & telis, por las muchas flechas que les arrojaban. Construida cuatro veces la lección, vuélvela a leer atentamente una vez, y saca en tu entendimiento la sentencia de toda ella, de modo que gustes de lo que el autor trata, y te quede en la memoria. Después vuelve al principio, y escudriña la gramática de aquel texto. Si quod verbum obscurum, aut ancipitis derivationis, si heteroclytae conjugationis; quod supinum, quod praeteritum faciat, quos habeat maiores, quos nepotes, quam constructionem, quid significet, & huiusmodi nonnulla. Volverás otra vez a leer el texto, y mirarás qué pasos hay elegantes, y señalarlo has con una estrellica (asterisco) en el margen, o con una raya colorada. Mirarás la orden que lleva en ajuntar unos vocablos con otros, unas periodos, o sentencias con otras, qué intención tiene, y cómo la confirma; y cuando algo te agrada, detente allí, pidiéndote a ti mismo la cuenta, porque aquel paso te agradó más, que el otro. Entenderás, que alguna razón avisada, alguna buena metáfora, algún símil, algún vocablo raro te detuvo allí. Reconoce si hay para que tú notes en tu proverbiador algún adagio, historia, o fábula, algún buen símil, o apodo; si dijo algo con aguda y cortesana brevedad, o con admirable copia de vocablos, para que tú puedas imitarlo.
Acabado esto, no sientas pena en volver de nuevo a mirar el texto, porque en los autores graves, cuanto más los mirarás, tantas más gentilezas se te ofrecerán. Como cuando miras una tabla de un pintor, y después de comer vuelves a ella, y dices: válgame (pone valame) Dios! esta mañana miré dos horas la variedad de esta pintura, y nunca vi aquel irguerito (será jilguerito), que está en aquella espiga. Digo que vuelvas a leer, y ponderes si hay algún ejemplo de prudencia, algún consejo para enmendar tus costumbres. Si después te parece traducirla en castellano, y aquel romance que sacas, cerrando el libro, componerlo en latín; sé que te hará muy gran provecho.
Si entonces querrás decorar, sin trabajo te entrará en la memoria.
Después de esto buscarás un compañero, o condiscípulo, y mostrarle has lo que has hecho, y él lo que tiene notado. Disputaréis, alabarle has alguna cosa de las suyas, otras le reprenderás: y acabada la conversación, notarás en tu libro alguna cosa que el otro advirtió, y tú no las habías ponderado.

Secreta studia à doctis laudantur: at ita, ut postea è latebris in arenam prodeamus, viriumque nostrarum periculum faciamus.


El proverbiador, o Cartapacio.


El proverbiador, o Cartapacio, Lorenzo Palmireno


Por perezoso que sea el estudiante, suele tener un libro, donde escribe lo que más le agrada: a este llaman Codex exceptorius, Proverbiador, o Cartapacio. Es la llave de la doctrina, ayuda de memoria; y en fin no puedes estar sin él. Erasmo al fin de la Copia rerum da muy lindo orden per locos communes: pero para niños mejor es este de Luis Vives. Compones tibi librum chartae purae, iustae magnitudinis, quem in certos locos, veluti nidos partieris. 
1. In uno eorum annotabis vocabula usus quotidiani, velut animi, corporis, actionum nostrarum, ludorum, vestium, temporum, habitaculorum, ciborum.
2. In altero vocabula rara, & exquisita.
3. In alio idiomata, & formulas loquendi, vel quas paucu intelligunt, vel quibus crebrò est utendum.
4. In alio sententias.
5. In alio festivè dicta, aut facta.
6. In alio argutè dicta.
7. In alio proverbia, vel adagia.
8. In alio scriptorum difficiles locos explicatos.
9. In alia parte historias.
10. In alia fabulas.
11. In alia viros famosos ac nobiles.
12. In alia urbes insignes.
13. In alia animantes, stirpes, gemmas peregrinas.
14. In alio dubia nondum soluta.
Haec initio simplicia ac velut nuda, aliquantò post conuestiet, ac ornabit.
Habebit maiorem codicem; eodem referet, tum quae ipse sua opera apud magnos scriptores legerit, tum quae à praeceptore acceperit, & singulorum nidorum notas pinget tibi, quibus ea distinguat inscripttionibus, quae in quemque est locum relaturus.
Persuadear sibi nihil ad amplissimam eruditionem perinde conferre, ut & multa, & multùm scribere, multum atramenti, & chartae perdere.
Habebis ergo haec omnia annotata, & digesta, ne solus sciat liber; tibi legenda, relegenda, memoriae mandanda, atque infingenda sunt. Ut non minùs scripta gestes in pectore, atque in libro, & occurrant, quoties erit opus.
Parùm enim prodest libros habere eruditos, si pectus habeas rude.
Quando privatim solus legis, quae miraberis, aut delectabunt, poteris asterisco, aut alia notula infignire.

Plática sobre el Cartapacio.
Muchos se me quejan, que no saben cómo han de estudiar, y que cuando quieren alegar en una conversación lo que han leído, se hallan confusos. Todo el mal les viene, de no haber llevado este orden en sus estudios. Para que el niño se habitúe a esto, quiérole platicar, como si fuese mi compañero. Digo pues, que manda Luis Vives que tomemos dos manos de papel, o mano y media; y hecho un libro, partamos aquellas hojas de modo, que haya cierto número para las materias que en cada capitulico de la margen de la hoja pasada se señala. Y porque con más facilidad lo puedas hacer, iré comentando las palabras de Vives, según la orden, que arriba se ponen. Todos los doctos que he conocido, guardaban este orden; principalmente el doctor Pere Iayme Esteve, porque los dos conferíamos cada mes lo que habíamos cogido: y tenía libro para cosas de autores griegos, y otro para latinos, y otro para medicina. Dichoso el que los habrá comprado: porque cuando en su muerte hicieron almoneda, yo estaba en Zaragoza.

Comentario sobre el primer punto.

Dice Vives, Vocabula usus quotidiani: importa tanto proveerse de esto, que mil veces te verás afrentado, si te descuidas. Ayudarte han para eso:
Iulij Pollucis Onomasticon Latinè.
Colloquia Morisoti.
Maturinus de corrupto sermone.
Lexicon de partibus aedium.
De re cibaria.
Lodoici Vassaei Catalaunensis in anatomen corporis humani tabulae.
Platina de honesta volup.
El Lexicon puerile que yo hice en el libro de Imitatione Ciceronis. 
Lazari Baysij libellus de nutrimentis, de re hortensi, de re vestiaria, de vasculis, de re navali, in 8. per Carolum Stephanum.
 
Comento del segundo punto.

Dice Vives: Vocabula rara, & exquisita: quiere decir: si leyendo a Cicerón, hallas un vocablo, que pocas veces se ofrece, que tengas ocho hojas señaladas, con el título en el margen de arriba, que diga: Vocabula rara, y lo pongas allí, como
Dulcitudo, Muginaris, Non curantia,
Suppares, Repentino, Consuasor:
Trans Alpes usque.

Comento del tercer punto.

Dice Idiomata, & formulas loquendi. Para entender esto, pondera que el Vulgo va engañado en llamar phrasis, a lo que es loquendi formula: y así dice, que un maestro da phrasis en lección, y que por eso es mejor que otro. Yo digo que declarar las phrasis, que en el texto vienen, es cosa tan necesaria, que es imposible entender la lección, si esas no se declaran. Como si en el texto dice: Familiam ducit, primas tenet, nomen dedit, in Atilij negotio te amavi, numerum obtinent iure caesorum. Qué fría cosa, y cuán ajena del propósito del autor sería decir: guía la familia, tiene las primeras, dio el nombre, yo os amé en el negocio de Atilio, y en los otros os aborrecía; y que la postrera phrasis diga: tienen número de muertos con justicia!
Digo en fin, que es razón que el maestro declare, como cada lengua tiene su propiedad de hablar, que llaman idioma, o phrasi: y es aquel modo de hablar, que en otra lengua no se puede traducir ad verbum. Digo que en Valenciano es phrasis decir: Anau en mal guany: porque no se puede decir en latín, ni en Castellano: Ito in malum lucrum. Id en mala ganancia. Sino decimos: Abi ad corvos. Id en hora mala. Por estas frases van perdidos los maestros, que no entienden el artificio del autor, ni les acude para mover los auditores algún buen apotegma, ejemplo, símil, o cosa semejante para hacer el niño más cristiano, o más prudente, y para más ponderar lo que el autor propone en el texto. Pero como las frases son pocas, cargan de fórmulas loquendi, las dictan, y las hacen decorar, y los niños mueren por ellas, mal arromanzadas las decoran: como los sofistas dejaban el texto de Aristóteles, y trabajaban en Petro Hispano, Mengo Faventino, y semejantes: así los niños dejan el texto de Cicerón, y buscan estas fórmulas loquendi, que ellos impropiamente llaman phrases, o frasques. Un maestro sobre aquel paso de Cicerón: Cooptatum me ab eo in Collegium recordabar, dijo: Excipite pueri. Cooptare in Collegium, Cooptare nominatione aliquem, Cooptare Senatorem, Cooptari in ordinem; In Collegium ascitus, Accersitus in numerum, Additus Catalogo, Receptus in gregem, Ascitus in contubernium, Additus ordini Senatorio, Relatus in numerum, Inter Senatores annumeratus, Ascribe me in numerum tuorum, Ascribe me inter amicos tuos. Adcribe me tuis amicis. Estas llamo yo fórmulas loquendi, o Copia verborum, no frases: y en una plática me parecen bien; pero en lección paréceme entretenimiento para pasar la hora, por falta de materia. Tú provéete de frases aparte, y fórmulas loquendi en otra parte, señalando diez hojas para cada cosa. De modo que entiendas bien qué diferencia hay de lo uno a lo otro, y que entender muchas frases, sirve para saber construir, y declarar los autores. Pero saber fórmulas loquendi, aprovecha para componer, y hablar latín. De las frases te proveerán,
Bartholomaei Riccij apparatus Latinae locutionis.
El Thesauro en tres tomos enmendado por Nizolio, en Venecia.
Promptuarium Latinae linguae.
De formulis loquendi.
Thesaurus Ciceronis, y Nicolai Liburni comp. eloc.
Vel quas pauci intelligunt, que las que son difíciles de declarar de latín en romance, como esto que he dicho: Familiam ducit: & c. O de romance en latín, como esta que tanto ha fatigado a los gramáticos, después que la inventó Antonio de Nebrissa.
Tres letras tuyas recibí en un día, y cada cuatro días recibí dos: que dé a los frailes, que andan emparejados de dos en dos, cada cuatro huevos.
En esta dudan tantos, que osó Antonio decir, que no habría en España, quien se atreviese a traducirla. Yo la quiero poner en este libro en cinco maneras: la una es mía, las otras son de los doctos de esta Escuela, sin poner nombre de ninguno: porque yo *(mancha en el libro) que amigos míos particularmente se las pidiesen, * sin saber para qué. La pondré (pornela) en cifras, las cuales declaro al fin del libro: y esto es, porque trabajes en ello; que si no te costase trabajo, no harías caso de lo que tantos procuran de saber. Dirás pues en latín.
1cc2p3 t2r810 63t2r10 t510 24d27 d32: 27 q51 rt4 q54q52 d32 b3810: 5t7484ch30 b3830 38c 2d28 t3650 1pp4817 q51t2r81453. Las otras maneras de variar esta oración pondremos abajo.

Dirás pues en latín. 1cc2p3 t2r810 63t2r10 t510 24d27 d32: 27 q51 rt4 q54q52 d32 b3810: 5t7484ch30 b3830 38c 2d28 t3650 1pp4817 q51t2r81453.



Vel quibus crebrò est utendum. Dice que recopilemos los modos de hablar de cosas muy necesarias. Para gustar de esto, mira qué dice Bartolomé Riccio pág. 7 del libro de Apparatu Latinae locutionis. Et doctissimis viris interdum evenire solere, in facilio ribus aliquando rebus & ipsi animo ut haereant? At (Dij boni) cui eorum hoc aliquando evenit; uni fortassè ex nostris recentioribus? Imò verò Atticus, qui quantum dicendo valuerit & Ciceronis testimonium, & ipsius Atticum cognomen testatur. Atticus, inquam, Ciceronem aliquando, qui, IN Pyraeum, dixisset, ausus est reprehendere: quod sci licet oppido praepositionem adiunxerit. In qua tota parte Cicero se excusans, perurbane cum illo jocatur: nonnihil etiam Grammaticorum superstitiosam diligentiam irridens, quando se dicat magna molestia liberatum fore, cum docebitur, núm. id recte usurparit. Habebat enim Terentium, quem secutus erat, hominem ita Romanè loquentem, ut eius fabellae, propter elegantiam sermonis; id quod Cicero etiam asserit, à C. Laelio scribi putarentur. Hic item ad ipsum Cicerone INHIbere remum malè usurpavit: quem locum Cicero posteà correxit. Cuius igitur Romanus, & Civis Atticus in tam facili re & dubitare, & errare potuerit: nos vero quibus iam pridem illa lingua facta sit; omnia à nobis audebimus liberè proferre? Ego (etsi me in doctissimorum numero nequaquam pono) tamen ut de me ipse potius dicam, quoties calamum ad scribendum sumo, unum fere quodque quod mihi ad dicendum exoritur, dubium facit, utrum Latinum sit, in his praesertim, quae Italico sermoni persimiliter cadunt: ut exempli gratia, Facere compromissum, Debere animam, Repugnare naturae, Habere commertium. Contrà verò, quae non dicuntur rectè, ut Date fidem, iuxta vulgi sermonem credere: quod tamen per Tribuere. Latinè dicitur, & sexcenta alia: quae nisi habeamus, cuius testimonio ea proferre securè possimus, aut dubitando omittimus, aut ignorando Barbarè loquimur. Al propósito de esto aconseja un docto de Italia a los maestros de este modo. Perscribendae loquendi formulae, quibus domi, foris, in ludo, in templo utantur: Sed & rerum vocabula praescribenda, neque vocabula solùm, verùm etiam de ipsis loquendi formulae quaedam, praesertim si quid rariùs, nec passim obuium, & ubi maximè tanquam in salebra haesuri videantur. Sunt enim vocabula ipsa interdum nota pueris, sed de his loquendi formulae ignotae: ut gallina nota est. At hoc non item. Estas gallinas con gran placer se revuelvan y espulgan. Columella: Sicco puluere et cinere gallinae plumam, pinnaque enudant; & ut sues caeno, sic cohortales aves puluere, vel cinere lavantur. 
Por la gran seca no medran estos sembrados. Caesar: Propter ficcitates videmus frumentum angustiùs provenire.
Coger lino. Linum euellere (evellere). In fasciculos manuales colligare.  
Ponerlo en las balsas. In aquam mergere pondere aliquo depressum.
Linum macerare. Rastrillar lino, o cáñamo. 
Stupa pectitur ferreis hamis, donec omnis membrana decorticetur.
Oua edere. Excludere pullos. Inhibere cupiditatem incumbandi pinnula per nares traiecta.
Convocare gallinas, & exiggum hordei concurrentibus obijcere.
Ova quantò recentiora gallinis subjecta sunt, tantò commodiùs excluduntur.
Ingluuies si vacua non est, cruditatem significat.
Pituita, Pepita. Plin. 10. cap. 57.
Anatum ova gallinis supponimus.
Cicero: Ovum gallina peperit.
Pyrites chalybe percussus scintillas edit, quae exceptae sulphuratis dicto celeriùs ignem trahunt. Plin.
Hornum vinum, de este año.
El vino bulle, o hierve.
Mustum fervere, defervescere.
Cordum. i. autumnale fenum.
Candelas sebare.
Pasar por estameña, Percolare.
Ad aves capiendas laqueos expedire.
Poner losetas a los pájaros.
Hay muchos que en latín son copiosos, y en romance no saben hablar: y si traducen, les faltan vocablos. Mira que el latín sólo sirve a las escuelas: si en romance vas corto, no te cumple tratar con cortesanos. Pues como Bartolomé Riccio aconseja en latín, yo digo que no sólo querría tuvieses ese cuidado en latín, mas aun en romance: porque si hablas de abejas, mejor dirás colmena, que no vaso. Si de la guerra, marchar, alojar, y combatir: que no caminar, asentar el campo, y pelear. Y sería muy provechoso, cuando lees algún libro en romance, sacar por el ABC los vocablos más pulidos, y modos de hablar; como personado, y carrucha son bárbaros: notar que los propios y elegantes son personaje, y polea. Habituándote a esto de chiquito, tendrás buena lengua para predicador, o para alegrar los enfermos, si eres médico. Si quisieses hacer cosas de navegar, sigue esta orden.
Antena, a do se prenden las velas.
Amarradas a remulco (remolque) llevaban sus galeras.
Amayno su vela.
Ancona que la mar hace.
Apresto sus galeras.
Asperon la nariz de la galera.
Bogar llaman al remar.
Barbeta, la garrucha con que meten el esquife.
Bogavante, el primer remero. (el que boga más adelante)
Barrenaron por bajo los navíos para que hiciesen agua, y se fuesen al fondo.
Buzo, el que va nadando muy gran rato debajo el agua para calafatear la nave.
Candaliza, maroma con que suben las velas.
Ciaboga, volved esa galera.
Crujía, el camino que va de proa a popa.  
Caballares, borde.
Chusma.
Cortando las gumenas encallaban en tierra por guarecer las vidas. 
Con laborar las gumenas, y las grandísimas mares que al instante acudieron, tumbó la galera a la banda derecha.
Comitre, el que rige la galera.
Cebadera, vela que va junto al agua.
çabordar.
Dio fondo.
Dar carena, renovar la galera.
Dar al través, perderse.
Diole caza como siete leguas, y la vino a tomar junto la mesa de Roldad, que los marineros llaman. 
Echaron al agua cuatro galeras.
Enarboló en la galera su estandarte.
Estuvo quedo sin bogar avante.
Echar a fondo.
Escalamos, clavijas de palo.
Escandallar, la cámara sobre que está la aguja.
Escota, maroma con que templan las velas.
Esgotar, sacar agua de la galera.
Espalderes, remeros de popa.
Empavesada está la galera i. armada.
Fogón la cocina.
Flete.
Fleto un bergantín.
Garrando con los ferros en tierra, haciéndole pedazos.
Galeotas desarboladas, y las popas en tierra.
Gata, lo más alto del mástil.
Gumenas las maromas.
Hallo varadas las galeras.
Hagamos aguada i. vamos por agua.
Los navíos se comían de broma.
Leva remo i. no reméis más.
Lastre i. con que cargan la galera.
Levante i. el viento Solano.
Matolotaje.
Maymoneta, estaca a do atan las velas.
Medio jorno, el Abrego. (mig iorn, jorn; mediodía)
Navíos de alto bordo.
Navíos de diez remos por banda pequeños, llamados Chalupas.
Nocher, el guardarropa.
Nueve hombres de cabo, y cinco remeros.
Pañol i. la despensa.
Popa, cabecera de la galera.
Proa el cabo de ella.
Postiza, a do asientan los remos.
Puntal, el poste.
Proejar el pico al viento.
Proeles, remeros que andan en el barco.
Poniente i. Gallego.
Quilla i. fundamento de la galera.
Quadernas i. costeras.
Quarteles i. a donde van guardadas las velas.
Surgir, y echar anclas.
Suelen los corsarios (cossarios) irse debajo el palamento de nuestras galeras.
Teniendo las galeras en xolito con los remos en las manos.
Tenía una galera en astillero para echar al agua.
Teneos todos a la banda i. allegaos a una parte.
Topa i. garrucha con que suben la vela.
Tercerol i. postrero remero.
Tramontana, el cierzo (cierço; circio)
Varar las galeras que están en las atarazanas.
Ventaba levante mansamente en la playa desabrigada, y parecían los cielos aborrascados.   
Vela maestra, la mayor.
Vela mezana, la mediana.
Vela del trinquete la menor.
Van en popa i. navegan con buen viento.
Van a orça i. navegan a medio viento.
Xarcias (jarcias).
Iza i. tirad (izad) de esto, o de aquello.
 
La grande tormenta que entre el río de Maule y el puerto de la Concepción pasaron las naos del Perú.

Boreas furioso aquí tomo la mano
con presurosos soplos esforzados:
y súbito en el mar tranquilo y llano
se alzaron grandes montes y collados.
Los españoles que el furor insano
vieron del agua y viento atribulados,
tomaran por partido estar en tierra,
aunque del todo hubiera fin la guerra.
De mi nave podré sólo dar cuenta,
qu' era la Capitana de la armada,
que arrojada de la áspera tormenta
andaba sin gobierno derramada:
pero quién será aquel que en tal afrenta
estará tan en si, que falte en nada?
qu' el general temor apoderado
no me dejó aun para esto reservado.

Con tal furia a la nave el viento asalta,
y fue tan recio y presto el terremoto,
que la cogió la vela mayor alta,
y estaba en punto el mástil de ser roto:
mas viendo el tiempo así turbado, salta
diciendo a grandes voces el piloto;
larga la triza en banda larga, larga,
larga presto, ay de mí, que el viento carga.

La braveza del mar, el recio viento,
el clamor, alboroto, las promesas,
el cerrarse la noche en un momento
de negras nubes, lóbregas y espesas;
los truenos, los relámpagos sin cuento,
las voz es de pilotos, y las priesas
hacen un son tan triste y armonía,
que parece qu' el mundo perecía.

Amaina, amaina gritan marineros,
amaina la mayor, iza trinquete,
esfuerzan esta voz los pasajeros,
y a la triza un gran número arremete:
los otros de tropel corren ligeros
a la escota, a la braza, al chafaldete;
mas del viento la fuerza era tan brava,
que ningún aparejo gobernaba.

Ábrese el cielo, el mar brama alterado,
gime el soberbio viento embravecido;
en esto un monte de agua levantado
sobre las nubes, con un gran ruido
embistió el galeón por un costado,
llevándolo un gran rato sumergido:
y la gente tragó del temor fuerte
a vueltas de agua, la esperada muerte.

Mas quiso Dios que de la suerte como
la gran ballena el cuerpo sacudiendo,
rompe con el furioso hocico romo
de las olas el ímpetu venciendo:
descubre y saca el espacioso lomo,
en anchos cercos el agua revolviendo:
así debajo el mar salió el navío,
vertiendo a cada banda un grueso río.

El proceloso Boreas más crecido
la mar hasta los cielos levantaba,
y aunqu' era un Mangle el mástil muy fornido,
sobre la proa la alta gabia estaba:
la gente con gran fuerza y alarido
en amainar la vela porfiaba,
que en forma de arco al mástil oprimía;
y así la racamenta no corría.

Eolo, ò ya fue à caso, ò se doliendo
del afligido pueblo Castellano,
iba al valiente Boreas recogiendo,
queriendo él encerrarle por su mano:
y abriendo la caverna, no advirtiendo
al Zephyro, que estaba más cercano
rotas ya las cadenas a la puerta
salió bramando al mar, viéndola abierta.

Y con violento soplo arrebatando
cuantas nubes halló por el camino,
se arroja al levantado mar, cerrando
más la noche con negro torbellino:
y las valientes olas reparando
quedó el furioso cierzo repentino,
iban la vía siguiéndolas airaba,
y el removido mar más alteraba.

Súbito la borrasca y travesía
y un turbión de granizo sacudieron
por un lado a la nao: y así pendía
que al mar las altas Gabias descendieron:
fue la furia tan presta, que aún no había
amainado la gente: y cuando vieron
los pilotos la costa y viento airado,
rindieron la esperanza al duro hado.

La nao del mar y viento contrastada
andaba con la Quilla descubierta,
ya sobre sierras de agua levantada,
ya debajo del mar toda cubierta:
vino en esto de viento una grupada,
que abrió al agua furiosa una ancha puerta,
rompiendo del trinquete la una escota,
y la mura mayor fue casi rota.

Alzose un alarido entre la gente,
pensando haber del todo zozobrado;
miran al gran piloto atentamente,
que no sabe mandar de atribulado:
unos dicen, çaborda; otros, detente,
cierra el timón en banda: y cual turbado
buscaba escotillón, tabla, o madero
para tentar el medio postrimero.

Crece el miedo, el clamor se multiplica,
uno dice, a la mar; otro, arribemos;
otro da grita, amaina; otro replica,
a orça, no aminar, que nos perdemos:
otro dice herramientas, pica, pica,
mástiles y obras muertas derribemos:
atónita de acá, y de allá la gente,
corre en montón confuso diligente.

Las gumenas y jarcias rechinaban
del turbulento Céfiro estiradas,
y las hinchadas olas rebramaban
en las vecinas rocas quebrantadas,
que la oscura tiniebla penetraban,
y cerrazón de nubes intrincadas:
y así en las peñas ásperas batían,
que blancas hasta el cielo resurtían.

Travesía era el viento, y por vecina
la brava costa de arrecifes llena,
que del grande reflujo en la marina
hervía el agua mezclada con la arena:
rota la escota, larga la bolina,
suelto el trinquete, sin calar la entena,
y la poca esperanza quebrantada
por el furioso viento arrebatada.

Esta descripción me parece digna de leer muchas veces, y en decorarla puse poco trabajo el primer día que la vi: porque si una cosa te da gusto, muy presto la tendrás en la memoria. Está en la Araucana de don Alonso de Ercilla impresa en Madrid, in 8. año 1569. Esto podrás tú curiosamente acabar; que yo no he querido sino darte la traza. Aprovecha para un apodo predicando, para una conversación. Y al mismo modo puedes hacer en cosas de agricultura, o de arte militar.

En la guerra.
General, coronel, alférez, maestro de campo, sargento, conservador, furrier, caporal, cabo de escuadra, cabeza de cámara, preboste, maestro de obras altas, atambor, pífaro, capitanes de conducta, caballos ligeros, estradiotes, hombres de armas, jinetes, marchales de las posadas, comisarios, pagadores, proveedores, gastadores, aguadores, leñadores (pone leñaderos), guisanderos, maestros y asestadores de la artillería. En esto no tendrás mucho trabajo: porque en cualquier aldea se halla algún viejo que ha seguido la guerra, y te dirá los vocablos. Pero en latín es muy trabajoso: por tanto recibe este mi trabajo con la voluntad que yo te lo doy, de este modo.

Orden y método para saber traducir de latín en romance, puesto al propósito de proveer frases y fórmulas loquendi de la guerra.

Aciem instruxit, ordenó su batalla.
Arma discedentes ab Italia, stipendij nomine acceperant, quae quarto demum mense levi incommodo solverentur. Al tiempo que partieron de Italia, habían tomado armas por paga, para que en cuatro meses se les fuese descontado poco a poco, cada mes tanto: para que lo sintiesen menos.
Alas hostium vidit. Vio las bandas de enemigos (hueste, huestes?).
Arma protinùs expediunt, densatoque agmine in orbem pugnantes, ad oppidum contenderunt. Echaron al momento mano a las armas, y cerrándose en escuadrón, comenzaron a pelear hechos una muela, y juntamente marchaban sin cesar a la ciudad.
Alae equitum signifier. Alférez de la guarda. (de caballería)
Ala Cataphractorum. Banda de hombres de armas.
Ad transtra catenatos pro servis remigibus detinebant. Traíanlos al remo.
Atiqua (antiqua) factio mediocrium & infomorum civium. Antiguo bando entre los ciudadanos de media talla, y los plebeyos.
Aperta galea. Alzada la visera del yelmo.
Antonio, & alijs in foro cervices abscissae sunt. Fueron degollados, o descabezados (cerviz) en la plaza.
Ante portum decurrentibus cum insigni ornatu vexillorum trirremibus. Corriendo delante el puerto con sus galeras adornadas de lucidas banderas, y gallardetes. 
Albi asturcones sine sessoribus, auratis ephippijs instrati *praeibant. Iban delante hacaneas blancas de diestro.
Ad terrendos nostros in fastigio Barbaricum vexillum erexerunt. Plantaron en lo más alto de la torre una bandera turquesca.
Aliqui necabantur spitamali quodam ligno ad cervices laqueun (o laqueum; u con virgulilla) intorquente. Un garrote (vil).
Alij Epiri littora lambentes praetervecti Corcyam. Costeando la ribera de Albania, pasaron a delante de Corfú.
Adversa tempestate oborta, non modò retentum fuisse, sed aliquot triremium, quas atrox ventus Africo, atque Austro permixtus Aeroceraunij cautibus illisisset, iacturam fecisse diceretur, uti facilè apparebat ex armamentis, eiusque naufragij fragmentis, quae toto ferè Dalmatico littore natantia visebantur. Se levantó fortuna. Terrible viento con Abrego, y Gallego. Las peñas de Cimera. Hizo pedazos. Armas, y jarcias.
At ille sextis & quinqua gesimis castris Belgradum pervenit; cives erectis passim triumphalibus ornamentis, subeunti portam urbis, claves ad declarandam antiquae propensionis fidem, obtulerunt. En cincuenta y seis jornadas. Arcos triunfales.
Arx oblata tessera reciperetur. Dando la contraseña, el Alcayde diese el Castillo.
Acies media. La batalla, que es escuadrón que va en medio.
Ad diem singulis cohortibus stipendia perveniunt. Pagaban el sueldo (estipendio) al mismo día que se cumplía el plazo.
Albi centones adversus omnem imbrium, & frigoris iniuriam probatissimi. Fieltros blancos muy probados contra frío y lluvia.
Aciem hic pandi iubeat ille densari & sisti agmen. Este mande que se abra la ordenanza, aquel que cierre, y haga alto.
Admirabili pagorum omnium consensu. Con admirable concordia (consenso) de todos los cantones.
Armaturae levis expedita manus. Un suelto escuadrón de caballos ligeros.
Accidit ut repentinus N. erumperet, & potitus tormentis, ea ferreis stylis in spiracula coniectis, ita ut minimè displodi possent, configeret. Clavó la artillería por el fogón.
Animus factiosus militis. Ánimo banderizo (facciosos).
Aestivare. Alojarse.
A principio fugae cataracta portae demissa fuerat. Desde el principio que comenzaron a huir, estaba bajado el rastrillo de la puerta.
Celoces. Galeones.
Caesar tota classe ad anchoras constituta, pronunciari iussit, ut milites expediti in triremium, magnarumque navium scaphas desilirent, & toto littore descensiones facerent. Quod usque adeò compositè admini stratum est, ut tota undique littora Barbarorum agminibus nudarentur. El emperador (César) estando su armada surta, mandó echar bando, que los soldados ligeros entrasen en los bateles de las galeras y naos gruesas, y desembarcasen por la ribera. Se hizo esto con tan gentil orden, que los bárbaros que allí estaban desampararon toda la costa.
Custodiarum munia obire. Estar en centinela.
Caesar erexit praetorium idoneo in loco. Puso César su tienda en lugar conveniente.
Cum his ad tria agrestium millia purgandis & sternendis itineribus mercede conducta. Con ellos iban hasta tres mil villanos (agrestes) conducidos a jornal para limpiar, y allanar los caminos.
Conscripti pedites. Infantería ordinaria (de a pie).
Copia tormentorum curulium abundant. Tienen abundancia de artillería de campaña.
Centum generosi & militares equi vacui sessoribus praeducebantur. Llevábanle delante de diestro cien muy hermosos caballos de guerra.
Cum ingentem gladium singulari peritia ambabus manibus regeret, et in media hostium acie versaretur, detruncatis pluribus lanceis, multisque Sarracenis trucidatis, ad extremum tota acie in eum conversa oppressus est. Jugando con gran destreza de montante a dos manos, habiendo andado por medio de la batalla de los Moros (sarracenos), y cortado muchas lanzas, y muerto muchos de ellos: en fin revolviéndose contra él toda la batalla, cayó muerto.
Cum inter munimenta carrorum, quos illi pro vallo hostibus objecerant pilarum procella magnam stragem edidisset. Como la tempestad de las pelotas hiciese gran matanza entre unos reparos de carros que habían puesto por estacada contra los enemigos.
Cataphracti. Hombres de armas.
Conglobato agmine. Apiñados.
Custodiarum munia obire. Estar en centinela.
Copias recensuit. Hizo reseña.
Cum circumerrantibus Turcicis triremibus, casu quodam improvisus occurrisset, nec Turcae sicuti ex consuetudine debebant, honoris causa vela dimittere, & inanibus bombis pacati animi significationem ostendere vellent, in eos superbiae suae atque odij violentiam subitò convertit, incitatisque remigibus, in Turcas rostra direxit, perforatasque magno impetu hostiles duas demersit. Como las galeras del Turco anduviesen de una parte a otra, y encontrase acaso con ciertas de ellas; y como los Turcos no bajasen las velas, ni le hiciesen salva disparando, por hacerle honra, y dar señal de amistad, artillería sin pelota, como según la costumbre, lo debían hacer; él de repente quiso ejecutar en ellos su odio y soberbia: y remando reciamente, enderezó la proa contra los Turcos, y horadando con gran furia dos de sus galeras, las echó a fondo (pique).
Caeterùm. N. tantae classis appulsu, aliquantò minore quàm sperarat, signatae pecuniae copia sublevatus est: cùm paulò post vixdum persoluto vetere stipendio, novi exolvendi stata dies instaret, id iam expectante & flagitante milite, uti par erat, & vociferantibus praefectis, unde exhausto castrensi aerario, auri egens imperator à quibusdam praefectis, ditioribusque alarum legatis, oppignorata fide, mutuò pecuniam accipere, & quando haec quoque deficeret, aliquot levis armaturae equitum turmas exauthorare ac dimittere cogeretur. El dinero que esta armada trajo, fue menos de lo que N. esperaba. Llegaba el término de otra nueva paga. En el campo no había dinero. Empeñando su fe. Despedir bandas de caballos ligeros. 
Conatus est directo, & penè incenso sclopetto illum interimere. Encaró contra él un arcabuz, y casi le dio fuego.
Crassiores plutei supra rostrum. La rumbada sobre el espolón de la nave.
Duces certatim ligonibus & batillis promptas manus admouebant. Los capitanes tomaban a porfía alegremente picos y azadones para trabajar.
De tertia vigilia in statione erant. Hacían la guardia a la tercera vela.
Dispositis tormentis, vel constitutis. Plantada la artillería.

Diversa admodum haec quatuor quae sequuntur, olim à nostris non fuerunt.

Agger. Bestion. (bastión)
Turres, & castella. Fuertes. (Torres y castillos)
Fossae.         Trincheras (fosas, fosos).
Cuniculi.         Minas.

Decurionum scriba nunciavit militibus ob eas res trium dierum supplicationes decretas esse. El escribano del cabildo les contó a los soldados, que por estos sucesos se habían hecho procesiones tres días.
Denique captus, & in frusta dissectus, perfidie poenas dedit. El mal soldado pagó su traición, siendo preso, y hecho cuartos (descuartizado).
Decem securi percussi, quinque sudibus infixi, gratissimum inimicis spectaculum prebuerunt. Fueron degollados diez, empalados cinco: lo cual fue espectáculo de gran placer para los enemigos.
Est bigarum carrorumque incredibilis numerus, quibus ferrea pila, sulfurei pulveris vis ingens; praetereà vectes, dolabra, omnisque generis ferramenta, atque alia domandis itinerum asperitatibus opportuna praesidia. Es innumerable la cantidad de carros, y carretas, en que una gran muchedumbre de pelotas (balas), pólvora (de azufre, sulfuro), picos, herramientas de toda suerte, y otros instrumentos convenientes para remediar la aspereza de los malos pasos.
Ea sunt navigia structura militari, formaque ad omnem, vel tormentorum vel tempestatis contumeliam egregiè sustinendam idonea, paulò minora onerarijs, humilioraque instructa quadratis velis, atque etiam aliquot remis, ut è portubus in apertum mare ad captandos ventos facile sit sese provehere, & promontoria superare: innumerabilem tormentorum copiam ferunt, quibus vel plurimas triremes in multa malacia ad se oppugnandum appropinquantes, perfringere maioribus tormentis, atque demergere facilè possinr, cum directis ad libellam summae aquae per fenestellas validissimis colubrinis in orbem undique ferreae pilae ad multum spatium emittantur: perflantibus verò ventis reliquorum navigiorum cursum antecedant. De forma apropiada para pelear / Que naos gruesas / traen velas cuadradas / a alta mar a buscar viento / pasar los cabos / echar a fondo / Por delante, y por detrás, y por los lados tienen gruesas colubrinas asestadas por sus cañoneras a la lengua del agua. Arrojan lejos por todas partes pelotas de hiero. Cogen la delantera a cualquier navío.

Expeditae peditum cohortes. Compañías sueltas de infantería.
Equestris mucro. Espada jineta. 
Et cum ex transverso Decurionum obtutu non obscurus omninò metus ei incuteretur, vim apparitorum veritus, celeriter se explicuit, scalasque magnis passibus descendit. Viendo que los priores lo miraban de través, temiendo no le echasen mano los alguaciles, se acogió luego, descendió a paso largo las escaleras.
Excubare. hacer la guardia.
Expediti sclopetariorum manipuli. Algunas sueltas cuadrillas de arcabuceros (escopeteros).
Erat ex eo procerum ordine qui conchyliatum Torquem, Galliae Regis munere eximij honoris causa, gestare consueverunt. Del orden de san Miguel.
Erat illi admodùm infensus, quod sibi in quadam altercatione vociferanti, genam pugno contudisset. Bofetada (puñetazo)
Factione deducta à coloribus quibus tegumentorum capitis praelongi apices tinguntur. El bando toma denominación de la color con que los banderizos tiñen las largas puntas de sus turbantes.
Frumentatum iuerunt. Iban a hacer forraje.
Frumentatoribus praesidio missus. Enviado a hacer escolta a los que traían vituallas (frumentum : tipo de trigo candeal; forment)
Hostes descensionem facientes, impeditosque sarcinis, facto vehementiore impetu, invadunt. Cierran con gran furia con los enemigos que saltan en tierra, y estaban embarazados con sus balyas. 
Hippagij pueri perducebant potum iumenta ad Sebethum amniculum. (no hay traducción)
His sermonibus per coronas disseminatis. Contando estas nuevas en las justas y ruedas de gente.  
In puppes, lateraque hostilium navium audacter incurreret. Envistiese por popa. 
Indutis galeis, & praetentis hastis sequebantur. Seguían con sus yelmos en las cabezas, y lanzas en ristre.
Instruendae aciei magister. Sargento mayor. (maestro instructor)
Irrumpentibus maximè officiebant dolia saxis plena, quae per deiectus stratae viae magno strepitu devolvebantur. Lo que principalmente les hacía daño en este asalto eran pipas llenas de piedras, que (bajaban) por una cuesta abajo de una calle empedrada &c.
Incitate acriter equos, atque hastas intendite, ut praetereuntium agmina praerumpamus. Espolead recio los caballos, y poned las lanzas en ristre.
Ille vallum rusticanae areae concitato equo, saltu superavit. Pasó de un salto una horma de una heredad.   
Confertim ingressi. Arremetiendo de tropel.
Incurvis armati gladijs equestribusque hastis. Cimitarras y lanzas jinetas.
In praealta moenium parte usitato ergatae molimine tormentum mediocre funibus eduxerunt. Hicieron alzar con una grúa a lo más alto de los muros una media culebrina.
Ingens lixarum turba cum insigni apparatu castrensi sequebatur. Traía consigo gran canalla de aguaderos, y guisanderos, y gentil aparato de campo.
In idoneum locum magna surum multitudine ad opus ducta, fossas plures facere instituit, quibus fluvium paulò suprà oppidum defixis in vado sublicis atque aggestis cratibus obstructum, magna ex parte averteret: sed hostes noctu transgressi in agnerem, cum nulla ibi militum statio excubaret, effractis obijcibus, quibus ab priore vado repellebatur amnis, omnem illam aquarum molem veteri alveo reddiderunt. Trayendo a lugar conveniente (idóneo) gran muchedumbre de los suyos para entender en la obra, determinó de hacer muchos fosos, y echar en ellos zarzos (çarços), e hincar palos, para con esto cerrar la corriente del río, y echar la mayor parte de ella un poco arriba del lugar: pero los contrarios saltaron de noche en la presa; y como en ella no había guardia ninguna de soldados, quebraron los impedimentos que apartaban el río de su primera corriente: y con esto hicieron volver a ella todo el golpe de las aguas.
Lustratu exercitu cognoscit hanc esse summam copiarum; Hispanorum tricenarias cohortes quindecim, Germanorum septem, quarum singulae quingentis ferè militibus costabant. Hizo reseña de su ejército, y halló que había en él quince compañías de españoles de a 300 infantes, y 7 compañías de tudescos (germanos, alemanes) de a quinientos infantes, poco menos.
Lateritium sub cubili pavimentum noctu sensim per commissuras cultello scalpens, uno atque altero facilé exempto laterculo subjectam testudinem aperuit, atque inde ex linteis  lodocibus effecto fune se demisit, & feliciter effugit, cum paratos extra arcem ex condicto equos ad fugam celeres arripuisset. Comenzó a cavar con un cuchillo (coltell) el suelo de ladrillo que estaba debajo de su cama, quitando fácilmente un ladrillo, quebró las tablas que estaban debajo: y por allí descolgándose con las sábanas de la cama, que ató una con otra, se escapó: porque fuera del castillo halló caballos que sobre concierto lo estaban aguardando.
Libratores. Artilleros, o lombarderos.
Ligures non per foros expositi ictib. sed ad scalmorum projecturas quas posticios vocant, intra circumseptas solidis asseribus spondas proclinati inter remiges consistebant. Los genoveses no estaban en la crujía descubiertos a los golpes, sino tendidos en lo más bajo del portillo en la pavesada. 
Mortaria sunt patuli, atque ingentis oris tormenta, quae siliceam pilam tripedalis ambitus in sublime iaciunt. Eorum pilae cùm ab alto cadunt, domorum tecta cum magna contignationum strage ad infimas usque testudines perforant: apertis autem in locis, & solo praesertim strato, illico ipso casus impetu perfringuntur, frustulisque in diversa dissilientibus, obvios mortales miserabilibus plagis deformant atque interimunt. Es morteruelo (mortero antiguo, mortaria) una pieza de artillería de boca grande y ancha: la cual tira hacia lo alto una pelota de pedernal, tan gruesa como tres pies: la cual cuando cae de lo alto, horada los techos de las casas con gran ruina de los entablamientos, que con las pelotas vienen abajo, y cuando la pelota cae en lugares descubiertos, se hace pedazos con la furia que trae, especialmente si da en suelo empedrado: y aquellos pedazos saltando hacia muchas partes, hieren y matan con miserables heridas a los que encuentran. 
Multos omnis generis oblatos nobiles, equestri dignitate, gladio leniter percussis humeris armavit. Armó caballeros a muchos nobles que se le pusieron delante, hiriéndolos livianamente con su espada en el hombro (humeris) siniestro (izquierdo).   
Multi equi parvo pretio divenditi, quod plerique eorum attritis ungulis, intumescentibus talis, debilitati claudicarent. Gastados los vasos. (Hay traducciones que no se corresponden, aunque yo no sé latín. palabras: precio, uñas, claudicar)
Manipulatim exire. Salir en cuadrilla. (exire : exir, eixir : salir; exida, eixida : salida)
Militaris via. Camino real.
Minorum & mediocrium tormentorum procellam grandinis modo effudit, qua epibatae, & remiges &c. Disparó a modo de granizo una tempestad de cañonazos; y con esta rociada murieron casi todos los soldados y marineros.
Pollicitus est eis, qui arma induerint, & pro Christo Deo adversus turcas in acie steterint, eorum criminum veniam quae humana fragilitate praeter instituta legis impiè commississent; & denique egregiam mortem occumbentibus, eternam cum divis felicitatem. Prometió a todos los que tomasen las armas, y por Cristo nuestro Dios entrasen en batalla contra los turcos remisión de todos los pecados; y a los que honrosamente muriesen, prometió bienaventuranza con los santos.
Plerique nobiles sine mercede ducem sequebantur. Muchos caballeros venían sin sueldo (merced) a servirle. 
Post clademad Vincentiam Legati & ducis temeritate acceptam, ad maranum Fornuelij oppidum res quoque infeliciter à Venetis gesta. Nunquam ad belli usque exitum periculosiùs, & graviùs dimicatum est. Nunquam tot navium, totque militum à Romanis usque temporibus Danubius tulit. Erant maximi linthres, ad effigiem terrestris aedificij cum cubiculis & porticibus fabrefacti visebantur. Latissime rates equorum agmina referentes. Erat navigia tabulatis contecta, plena commeatibus. Praeter haec, innumerabilis navicularum multitudo intermixta maioribus navigiis sequebatur. Undique erat audire consalutantium acclamationes, tympanorumque & cornuum, ac tubarum conceptus; & cum navigia defuissent, etiam ripae frondosis arboribus convestitae, sinuosi peramoenique; fluminis, ad iucundissimum quoddam spectaculum equestribus atque pedestribus copiis complebatur.  Después de la rota de Vinceza causada por la temeridad del proveedor, y del general, los venecianos recibieron otra rota (en) cabo Marano, lugar del Friuli. Nunca hasta el fin de la guerra hubo reencuentro más grave, ni más peligroso que este. / Labrados a manera de casas con sus edificios y portales. / Llenos de manadas de caballos. / Mantenimientos. / Oíanse por todas partes salutaciones y cortesías. Resonaba gran música de trompetas, pífaros, cornetas y tambores. Y como estos navíos no hubiesen bastado para llevar toda la gente, paseaban muchos soldados por la ribera.
Omni bellico apparatu instructae copiae. Un ejército fornido de todo aparato de guerra.
Primo congressu. A la primera refriega.
Pronuntiari jubet. Mandó echar bando.
Porta arcis ad viridaria educens. La puerta del castillo que sale al parque.
Pari cuniculo obviam ire. Hacer contramina.
Porta quae navalibus, portuique imminet. Puerta que sale al puerto y atarazanas.
Peracris pugna. Terrible y peligroso reencuentro (pugna, encuentro, lucha, etc).
Purpurea cruce obsignari pectus iubet, eosque cruciferos milites appellat. Soldados de la Cruzada. (con cruz púrpura en el pecho)
Propulerunt. Rebatieron.
Quadriremis Praetoria laqueari aurato, & caelata pictaque introrsus puppe, contecta item umbraculo ex auro, purpuraque intertexto, remigibus serica tunica, & epibatis omnibus vestibus, ac armuturae cultu plurimùm exornatis. Tenía la galera capitana la proa dorada, la popa entallada cubierta de un dosel de brocado, los remeros vestidos de seda, también los marineros y soldados iban muy lucidos y aderezados de vestidos y armas.
Quos capiebat, adacta per sedem praeacuta sude, miserabili supplicio enecabat. Empalaba a todos los que prendía. (sedem : sentar; acuta : aguda, puntiaguda)
Quinque rostratis suis in hostem inueheretur. Mandole que con cinco galeras embistiese con los imperiales. 
Rotundi ambitus aggerem muralis instar propugnaculi erexerat. Un reparo redondo que parecía bastión de muralla.
Scriba pecuniam attulit ad conducendam veteranorum cohortem. Un canciller trajo dineros para hacer infantería de soldados viejos.
Squamosi thoraces, loricae ferreae, bucculatae cassides, & cono insignes galeae, clypeique auratis umbonibus rotundi illlos undique protegunt. Están por todas partes cubiertos de corazas, de lorigas de hierro, de celadas con babera, de yelmos con cimeras y penachos, y de escudos redondos muy dorados. 
Segniter & supinè custodias obissent. Habían hecho la guardia con pereza y descuido.
Solventes. Alzando velas.
Sclopetariorum manus attulit. Trajo ciertas mangas de arcabuceros.
Sub Iscla stationem habebat. Estaba surto abajo de Iscla. 
Si cominus collato pede manus conserantur, non ferent nostrorum impetum. Si peleamos con ellos mano a mano, no podrán sufrir el ímpetu del N. 
Tormenta aenea. Artillería de bronce.
Turrim tormentis iussit instrui, quibus hostium castra ad destinatos ictus omnibus propè horis peterentur. Herir a puntería.
Tormenta summa arte, atque elegantia constare et fundere didicerunt. Saber fundir, y labrar artillería con gran artificio.
Thorax, & Galea. Corazas (tórax), y celada.
Trierarchi. Los comitres.
Tulit praemium, quòd plures quam quisquam alius hastas in adversis concurrentium pectoribus infregisset. (se) Llevó la joya (en una justa): porque quebró más lanzas que todos. (A mí me parece que “acertó en el pecho de la concurrencia o competencia con el asta o lanza”).
Tubae sulphureum vomentes ignem. Botafuegos.
Villoso serico pileum margarytis Phrygio opere depictum misit. Le envió un capellete velloso recamado de perlas.    
Vallum defenderent. Defendieron el estacado (estacas, valla). 
Vineae. Cestones. (vinea, vineas, viña, viñas).
Ut (vt) signiferi involutis vexillis, & milites hastas inversa cuspide verrentes solum traherent, *q ignominiosum militiae habetur. Los alférez las banderas cogidas, las picas arrastrando las puntas por el suelo.

Aderezos de un caballo.
Porque te hagas curioso en la officina textoris buscando en latín estos vocablos, ponerlos he en romance.
Cinchas, Aciones, Petral,
Silla, Látigos, Estribos, Freno,
Cabezadas, Alacranes, Herraje,
Riendas, Cordenes, Cabestro,
Sueltas, Mandil, Tufar las crines,
Manta, Reta,
Frontal, Xaquima (jáquima) Almohaza.

Armas de un caballero.
Caparazón, corazas, babera, capacete,
gocetes, quijotes, falda, gorjal,
grevas, cañones, guardas, mañoplas (manoplas),
musequíes, adarga, espada, puñal con linda, agujetas de armar,
lanza con buen hierro, y firme cuento, vaina y contera, 
esquero, correas, cinto,
espuelas de guisa, y de jineta, tenazas,
martillo, herramental, pujavante,
esgozar la lanza tahalí (pone taheli) amarillo.
De todo esto podrás entender cómo te has de ejercitar en sacar vocablos, frases, y fórmulas loquendi para bien hablar en latín, y bien traducir, y bien conversar en castellano. De modo que si lees un libro en romance, que tenga buen estilo, como son:
Viaje del príncipe del maestro Calvete (pone Caulete) de Estrella.
Historia pontifical del doctor Gonzalo de Illescas.
Florián Docampo. Don Luis de Ávila. El licenciado Baeza. Anales de Zurita (Gerónimo Çurita). Y algunos pasos de Guevara.
Querría que los leyeses con pluma en mano, y en hallar una cosa bien encarecida, la trasladases; como en la hoja 485 del segundo tomo de Illescas, dice: Amataron este fuego, antes que se aprendiesse, ni apalanbrasse toda España. 266. No sabia que hazer, sino abaxar la cabeça, y dar uado a la yra de sus aduersarios. 271. Cartas llenas de halagos, y roncerías. 274. 6. Todo alivorado, y lleno de cardenales en el rostro, y por todo el cuerpo. 399. Barloteando, y haciendo gentilezas como en caracol.
Si lees la historia de Indias de Francisco López de Gomara, pondera la descripción del rostro de Luis Colón: y cuando dice; Como estauan, hazia riça en ellos la artillería; quedo por ellos el pelear, y por los nuestros la uictoria. Sacó don Hernando Cortés a Ioana (Juana) Marzilla (Marcilla) el don de las espaldas, como narices del brazo. Dislate que no lo hiciera un modorro. Estando sobre una ancla muy a pique de partir, no hizo tiempo; echaron áncoras; y amarraron las naos, los marineros andaban aderezando las bojas. No te olvides de tener diez y ocho hojas asignadas para escribir apodos, o símiles, que valen mucho para persuadir, cuando seas predicador; y alegrar al doliente, si eres médico; y dar a entender un precepto, si eres maestro. No tengas cuenta si son en romance, o latín. A mí los de Plutarco me agradan en extremo.

Comento del cuarto punto.
Dice Luis Vives; In alio sententias, que pongas las sentencias que pudieres en un cabo del Proverbiador: porque aprovechan mucho para consolar un amigo, para persuadir, y en cualquier estado caen bien. En mi tiempo bien seguía yo este consejo, y así ahora me aprovechan. Pero no te cumple cansar, pues las hallarás cogidas (recogidas) en un libro grande por el ABC, y per locos comunes. Dícese, Sententiarum volumen absolutissimum à Stephano Bellengardo Lemouico, in folio, 1559. Lugduni. También hallarás chiquito Sententiae Ciceronis, Sententiae Demosthenis, Sententiae Platonis. En latín y griego. Ioannis Stobaei sententie, *Muni Publiani, Sententiae Poetarum, Sententiae Eborensis.

Comento del quinto punto.
Dice Vives: In alio festivè dicta, aut facta. Tiene gran razón en esto; porque son muchas las necesidades que se ofrecen; y para librarnos de ellas, somos forzados a buscar gracias, donde no bastan graves sentencias. Tendrás para esto quince hojas de tu Proverbiador: y en leyendo, u oyendo algo gracioso, ponlo allí, que a su tiempo te hará provecho. Festivè sanctum es lo del Emperador Alexandro. Dice Lampridio, que Turino fingía privar mucho con él: y porque de esto quedaron muchos burlados, y recibieron notable daño, mandole castigar con paja mojada, leña verde, dándole humo atado a un palo, hasta que se ahogó. Decía el pregón: Muera con humo el que humo vendía. También es festivè dictum del doctor que iba a predicar, y le salió al camino un rústico, diciendo: Señor han me dicho que sois muy sabio, he perdido mi asno, sabríades me decir cómo le hallaré: Respondiole: Ven conmigo; y siguiéndole, subiose a predicar.        Y cuando estuvo muy encendido en declarar la fuerza del amor de Dios, comenzó de hacer comparación con un enamorado de este mundo, diciendo: Para que esto veáis, acordaos como nos mueve el amor, a qué cosas nos atrae: decid, quién hay aquí, que no haya sido algún tiempo enamorado? quién hay que no sepa qué es el amor? Levantose uno diciendo: Yo señor. Volviose el predicador al rústico, y díjole: Cata ahí tu asno. El Almirante de Castilla convidó a unos portugueses, dioles de comer ruiseñores, aves de poca carne, y mucho cantar y servíanles truhanes: de modo que estaban muertos de hambre, y hartos de risa. Dijeron ellos; Mays majares, y menos donaires.

Comento del sexto punto.
Dice Vives: In alio argutè dicta. Entiéndelo de este modo. Dijo un caballero a un médico: Para el día que esta larga calentura cesará, yo os prometo este plato de plata. Pasados tres días, dijo uno: Señor doctor, mire que mi amo ya no tiene calentura. Respondió el médico: Amicus Plato, amicus Sócrates, sed magis amica veritas; pues yo hallo otra cosa en el pulso. Argutè dictum. es lo del Duque de Sessa, que tratando con el Papa Adriano de echar en el río a maestre Pasquín, que es una estatua de piedra, a donde cada mañana amanecen cien mil papeles llenos de malicias (pasquín, pasquines), dijo: Padre santo, no hay (que) echar a Pasquín en el río, porque por muy hondo que caiga, no dejará de cantar (croar) como rana. Y respondió el Papa: Pues quémenle, y hagan de él cal para cimientos. Replicó el duque, sonriéndose: Beatísimo padre, si los poetas ven quemar a su patrón, quién quita que no quieran celebrar su martirio con versos, y elegías, y con sus crueles plumas vengar su muerte?  
Argutè factum es también lo de Philoxeno, que se ponía el pescado a la oreja en la mesa del Rey Dionisio. De estos procurarás escribir muchos; porque los hombres de letras son tenidos por fríos, o demasiado severos en conversación. Para perder eso, provéete en tierna edad de leer.
Apophthegmata Lycosthenis.
Facetiae Bebelij.
Facetiae Ottomari Lucinij. 
Y algunas honestas de Pogio, el Cortesano del conde Baltasar Castellón, los seis libros de sermone, de Ioviano Pontano. 
Los argutè dicta son más necesarios, porque de los de arriba no se saca sino risa: pero con estos muchas veces se conserva la vida, o salud, o fama de alguno. Murió en los Gelves el hijo del Duque de Alva (Alba). Dijo el Rey: En cuidado estoy quien llevará esta nueva a su padre. Tomó el cargo don Juan Emanuel: y como fue a visitar al Duque, preguntole: Qué nuevas tenemos del campo? Dijo don Juan: Muy malas, porque los nuestros han huido como cobardes. Dijo el Duque: Y mi hijo también? Respondió: No señor, que ese como buen caballero quedó en el campo. De estos hallarás muchos de Anníbal, Scipion, Philopemenes, Yphicrates. Y nuestros españoles traen muchos. Valerio de las historias escolásticas, impreso en Sevilla, 1555, y las empresas de Paulo Iovio.  
El séptimo número de la margen de arriba, dice proverbia, que son adagios, o refranes; estos valen mucho para persuadir, y mover a quien nos oye. Hará cincuenta años, que en Italia y Francia, se tenía por misterio declarar un adagio, después Francisco Corbellino hizo Adagiales Flosculi; Polydoro Vergilio hizo un libro, que llamó Proverbia, Erasmo Chiliades Adagiorum que son millares de refranes. Ulpio Franckerensis, hizo Collectanea Adagiorum ab Erasmo praetermissorum. Henrico Stephano, animadversiones in adagia Erasmi. En fin todos aquestos trabajos te ahorrarás, pues los hallarás juntos y declarados, sin aquella fatiga que primero tenían los doctos. Lo que te queda, es mirar, como los sabrás traducir de romance en latín, o de latín en romance: y tener dedicadas ocho hojas de tu cartapacio, para esto; como si quieres decir: eso es olla podrida, dirás porcus troianus. Y si quieres traducir en romance este. Qui se non habet, Samum habere postulat: dirás, a mí no puedo, y a mis comadres hilo.
Ignis ad torrem: el ánsar de Cantipalos, salió a lobo al camino, tanquam suber, siempre caéis de pies como el gato; aenoe charadram. Penseme santiguar y saqueme los ojos. Magna cuitas, magna solitudo. Mucha carne, y mala cena. para esto te ayudarán las Centurias impresas al fin de mi libro de imitatione. Yo me aprovechaba siendo mozo, con llevar conmigo papel y tinta, y si oía algún viejo, o vieja, o soldado, que decía algún refrán que yo no supiese, apartábame a algún ángulo de la calle, y escribíalo, ora fuese italiano, o francés, o español: porque todos en su tiempo caen bien. Oí un viejo que reprendía a su sobrina viuda moza, porque un mancebo cuñado suyo la visitaba: y decíale, ma filla, que ha menester lo vidrier gat en casa? escribí el refrán, lo ponderé mucho, hallé en él mucha filosofía, me aproveché para guardarme de muchas cosas. Ayudarte han para esto los refranes glosados impresos en Zaragoza, y los del Comendador Griego, impresos en Salamanca, y las cartas de refranes de Blasco de Garay, y los que en Zaragoza cogió por el ABC el maestro Vallés.

Comento sobre el octavo punto.
Dice Vives, in alio scriptorum difficiles locos explicatos, de estos pasos curiosos, procura tener dos docenas, porque en una conversación de doctos, te harán honra: como es, quid sit sexagenarios de ponte deijcere, qué cosa es más difícil en la puente de César. Aquel paso del libro segundo ad Atticum videte civitatem meam, dijo Paulo Manucio: que no sabe qué quiso decir Cicerón. Pero que sospecha que es hemistichio, o medio verso de algún Poeta: y como no halla de qué poeta es, no lo entiende. Cuánta honra te harás, si entre estudiosos te obligas a declararlo. Pues ten notado en tu cartapacio que ha de decir, vide levitatem meam, y quiere decir, Señor Pomponio Attico, ponderad cuán liviano, o vano he sido. Ayudarte han para coger de ellos Petri Victorij variarum lectionum, lib. 25. Mureti Variar. lect. lib. 8. Francisci Flori, dilectiones succisivae.

Comento sobre el noveno punto.
En lo que toca a historia, abajo al fin de la primera parte hablo harto largo. En lo demás de fábulas, y lo que Vives nota, sin mi glosa lo entenderás, por eso dejo de comentarlo.

Fin del Cartapacio.


DEL BORRADOR.

Lo que hemos tratado es para los estudios domésticos: pero por cuanto muchas veces acaece estar fuera y oír alguna cosa notable, es bien lleves contigo un cuadernillo de papel blanco en las calzas para en oyendo la cosa registrarla, y cuando estés en casa ordenarla, según arriba te he advertido. A esto (porque no lleva orden) llaman borrador, en latín Adversaria, adversariorum. Vaciando en él cualquier cosa, que lees, u oyes en el campo, o en las calles de la ciudad, o villa, para trasladar por su orden en tu casa.
Ejemplo.
Antipatro de Sydonia el tiempo de su vida, cada un año tuvo calentura el día que nació, y en aquel mismo día murió. Y Mecoenas tres años antes que muriese, nunca durmió, y tuvo perpetuamente calentura. 
Año 1571.
Preside Pío Papa quinto, con 65 cardenales, es en el número 233 desde S. Pedro.
Es Emperador Maximiliano segundo, rey de Boemia, y gran parte de Hungría, Transilvania, y estados de Austria.   
El Rey de España don Philippo segundo. Es también rey de la nueva España, la Florida, y toda la costa del norte de nuevo mundo, y la mar del Sur, el Perú hasta el Chili (Chile), Nápoles, Sicilia, Milán, y Flandes.
Don Sebastián rey de Portugal, y de muchas tierras en Levante.
Don Carlos nono tiene los reinos de Francia.
El rey Christierno a Dinamarca.
El rey Errigo a Suecia.
La Reyna Ysabella (Isabel, Elisabeth) rige a Inglaterra.
La Reyna Escocia.
Sigismundo Augusto a Polonia.
Stephano Sepusto a Transilvania.
Lo restante de Italia que no posee el Papa, gobiernan la Señoría y Repúblicas de Venecia, y Génova, y los Duques de Mantua, Ferrara, Florencia y Saboya.
En África Azán Baxa hijo de Barbarroxa (Barbarroja), que está once días sin comer: según lo juró Diego de Cisneros racionero de Palencia.
El Sultán Selín segundo de este nombre y xj rey de los Othomannos (otomanos) quinto Emperador de Constantinopla posee a Egipto, Siria (Suria), Mesopotamia, Ponto, Tracia, Asia menor, toda Grecia, gran parte de Hungría, y casi todas las islas del Ioanio (jónico) y mar Egeo.  
En la Etiopía exterior el rey de Portugal, y algunos reyes sus tributarios.
De la interior hasta el mar Bermejo es señor el Preste Ioan.
En Persia el Sophi, y algunas plazas el rey de Portugal.
Cuatro leguas de Málaga las islas de Arbolán (Alborán).
Val de Botoya.
Vélez de la Gomera.
Cabo de la Higuera.
Arcila.
Caesar no parte toda la Francia, sino sola aquella que aún no obedecía a Roma: y se llamaba Comata. 
Brachata era ya Provincia donde le vino el nombre de Proença (Provença, Provintia): y era mayor que hoy: porque comprendía Delphinates, Allobragas, Narbonem, Tholosam.
Togata trans Alpes Italia fuit.
Río Jordán nace en el Líbano en Fenicia al mar de Galilea: de allí al mar de Tiberíades (pone Tiberiadis): de allí por tierra de Esebon, donde san Juan bautizó al Señor: y después fenece en el mar muerto de Sodoma que dicen.
Vesuuius (Vesubio) aliter Veseuus monte de Soma en Campania cabe Nola donde murió Plinio. 
La Asia de la África parte el mar rojo, y una linea que pasa de este mar al Mediterráneo notada de negro, a 64 grados de longitud en la Mappa de Gasp. Vopelio, no en el Nilo, como Plinio y Solino quieren.
Símiles llamamos los dedales, sabañones, panarizos, callos, pues todos van a los dedos, o a las manos. A los panarizos llamamos doncellas, a los callos ull de poll (ojo de pollo).
Por qué el agua del mar, no es excelente agua, y mejor para beber que las otras? Pues que se debe creer que es hecha por la mano de Dios, y puesta en el mismo lugar do convenía estar el purísimo elemento del agua: que es encima de la tierra, y debajo del aire, y había de ser el agua como hecha de su mano, y como situada en su propio lugar y asiento. (prescindo de las tildes en qué, cómo, etc) Que cierto es que los elementos tienen en su lugar mayor perfección que fuera de él: y así había de ser por vía natural, que el agua del mar fuese más verdadera agua y más excelente que todas las otras. Y a la verdad a mí no me satisfacen mucho las razones que para esto da Aristóteles, y los otros filósofos: y debe ser porque no las entiendo, no las pongo aquí: porque no es obra para que en ella se alargue mucho la filosofía. Una de ellas es: porque los vapores que suben de la mar quémanse con la calor del sol, y tornados a caer en la mar hácenle salado: porque es cosa natural que el cuerpo terrestre quemado, mezclado con agua hace sabor de sal. Y así muchas de las salinas se hacen de tierra adusta y quemada, mezclada con el agua. Así que dirán que el agua del mar la crió muy buena: mas después con la continuança de dar el sol en ella, y levantar vapores, y quemarlos: como es agua estantia, se ha estragado y hecho salada. A esto diría yo que por la misma razón todos los lagos y balsas mayormente en tierras calientes debían de ser aguas saladas, y no es así: que infinitos lagos hay muy grandes y otras lagunas que dura siempre en ellas el agua dulce, y en el campo de Urgel, y en campos donde las aguas de los pozos que nunca les da el sol, son saladas. las de las lagunas que siempre da el sol son dulces. Y como me darán a mí a entender que la inmensa multitud de las aguas que tiene el mar Océano se habían todas de volver saladas con los vapores que se levantan, y tornan a caer. Y ya que hiciesen saladas todas las aguas superficiales de arroba: que culpa tienen las del hondo del mar, que nunca los vapores llegaron allá. Y cuando esto quisiésemos otorgar, en las regiones calientes: como se podría averiguar en las regiones frigidísimas, que están debajo de los polos? Como se podrían quemar con la calor del sol los vapores en la mar de Noruega, y en la parte septentrional de Irlanda? Donde el sol no tiene fuerza en el estío para desatar las heladas de las aguas? y el aire, y vapores, y las aguas todo se cuaja con la grandísima frialdad y rigor de la región. Y en esto se parece que los más de estos filósofos no conocían otra mar sino la de Atenas: que pasa por toda la orilla de Grecia: que como es poca agua en comparación del mar Océano, atreviéronse a salgalla (salarla) con los vapores que se levantan de ella: y si no me engaño, mejor sería decir: que Dios quiso, y los filósofos digan que natura dispuso que la mar fuese salada: porque se hizo para los pescados, así como la tierra para los hombres? Y para el gusto de los pescados debe ser gratísimo el sabor salado: y por esto se crían tantos y tan gordos en la mar. Y también el agua salada no es tan fría: antes es caliente, y con ella se pueden sufrir los peces en los tiempos de las grandes frialdades: porque no tienen en la grande altura del mar aparejo de cuevas y concavidades calientes: ni las tienen tan a mano como en los ríos para abrigarse en ellas. Así que la mar como es habitación de los peces, hízose a su modo de ellos: porque quiere Dios que ellos vivan aquí, y los hombres en la tierra, que les da bien de comer, y buenas aguas dulces.

Hypotyposis donde se retrata una tierra amorosa por buena.       

Auxesis ab adiunctis & divisione totius in partes. de Boscán.

Amor es todo cuanto aquí se trata
Es la sazón del tiempo enamorada,
Todo muere de amor, o de amor mata,
Sin amor no veréis ni una pisada:
De amor se negocia y se barata,
Toda la tierra en esto es sepultada:
Si veis bullir de un árbol una hoja,
Diréis que amor aquello se os antoja.

Amor los edificios representan,
Y aun las piedras aquí diréis que aman,
Las fuentes allí blandas se presentan
Que pensaréis que lágrimas derraman:
Los ríos al correr de amor os tientan,
Y amor es lo que suenan y reclaman
Tan sabrosos aquí soplan los vientos,
Que os mueven amorosos pensamientos.

Vitae rusticanae.

Déjenme estar contento entre mis cosas,
comiendo en compañía mansamente,
comidas que no sean sospechosas.
Conmigo y mi mujer sabrosamente
esté, y alguna vez me pida celos,
con tal que me los pida blandamente.
Comamos y bebamos sin recelos
la mesa de muchachos rodeada,
muchachos que nos hagan ser abuelos (aguelos):
pasaremos así nuestra jornada,
ahora en la ciudad, ahora en la aldea:
porque la vida esté más descansada.
Veremos al entrar la mesa puesta,
y todo con concierto aparejado
como es uso de casa bien compuesta.
Después que ya habremos reposado,
sin ver bullir mandar yendo y viniendo,
y a cenar nos hauremos asentado:
Nuestros mozos irán allí trayendo
viandas naturales y gustosas,
que nuestro gusto est' en todo moviendo,
Frutas pondrán maduras y sabrosas
por nosotros las más dellas cogidas,
envueltas en mil flores olorosas.
Las natas por los platos extendidas
acudirán, y el blanco requesón:
y otras cosas que dan cabras paridas.
Después desto vendrá el tierno lechón,
y del gordo conejo el gazapito,
y aquellos pollos que de pasto son.
Vendrá también allí el nuevo cabrito,
que a su madre jamás habrá seguido
por el campo de tierno, y de chiquito.
Después que todo esto haya venido,
y que nosotros descansadamente
en nuestra cena hayamos bien comido,
pasaremos la noche dulcemente,
hasta venir al tiempo que la gana
de dormir toma al hombre comúnmente.

Año 1429.
El Duque Philippo de Borgoña ordenó la cadena de oro hecha de pedernales y eslabones con un carnero pendiente i. vellus aureum Iasonis (Jasón), o el vellón de Gedeón, lib. Iudicum.
Por mantener la iglesia do Dios hace si mansión.
Inventé la orden del Tuson (Toisón).
La cabeza de esta orden es el rey don Felipe como legítimo sucesor de la casa de Borgoña eran 31 caballero, y Carolo 5. los hizo 51.
Año 1350. orden.
De la Jarretera, el rey Odoardo 3. danzando su amiga, o mujer, le cayó la ligagamba, alzola; y porque sus caballeros murmuraban, ordenó 26. caballeros principales, y el rey cabeza de ellos, un manto turquesano, y una jarretera de oro, y perlas, cadena de oro, y la imagen de san Jorge pendiente de ella, y la manda con esta letra.
Honi soit mali pence. Mal haya quien malos pensamientos tiene.
A imitación de otro rey Juan de Francia instituyó el orden de la estrella de los tres reyes Magos: traían en la capilla de la capa una estrella coronada con letra. Monstrant Regibus astra viam. Duró poco, por los grandes trabajos que después tuvo. Amadeo 6. Conde de Saboya hizo el orden de la Annunciata a honor de la sacratísima Virgen María, y de Amadeo, primer conde de Saboya: el cual defendió valerosamente a Rodas contra los Turcos, y ganó por armas + blanca en campo rojo, y F, E, R, T, Fortitudo eius Rhodum tenuit. Traen estos caballeros una cadena de oro con una medalla de la anunciación de nuestra Señora. 
Orden de caballeros de Jesús en Portugal, año 1334. Papa Juan 22. de los que Clemente su predecesor había quitado a los Templarios, el general de estos reside en Marino en el obispado Silvense, el gobernador de ellos es el abad Archoasiano del Cistel (Císter) cerca de Lisboa, tomaron cargo contra los Moros de Granada.
Año 1329. Orden de Montesa por el rey don Jaime Papa Juan 22. dioles parte de la renta de los Templarios, castillo en Montesa monasterio de frailes de Císter orden de Calatrava, y visitados por los Maestres de Calatrava en compañía del Abad de Sanctas cruces, o de Valdina (Valdigna, Valldigna). El primer maestre fue don Guillem de Heril (Eril, Erill). Han sido hasta hoy 14. los maestres, y sólo el de hoy es casado.
Jesuitas año 1370. Juan Columbino Francisco Vincencio Seneses llamábanse apostólicos, después por humildad Iesuatos, porque siempre traen en la boca, y honran este preciosísimo nombre, no se ordenan ni hay clérigo ninguno entre ellos, solamente se ocupan en orar, y hacer algunas obras de misericordia.
Año 1468. Rey Luis II. orden de san Miguel, por la vitoria de su padre Carlos 7. sobre la puente de Orleans (pone Orliens), y la Porcella contra ingleses, cadena de oro, conchas, medalla de san Miguel, que les apareció el mote Immensi tremor ocitani.
Año 1240. Don Alonso (padre de don Pedro el cruel) fue primero que puso el pecho de todo lo que se vende, que llaman alcabalas en la guerra de Tarifa en la batalla del Salado Bellamarín a 30 de octubre se celebra fiesta de la cruz por esto.
Ordenó en Burgos la orden de los caballeros, que llaman de la Banda.
Año 1410. Orden de la Terraça con las tres azucenas por divisa, que es como la banda de Castilla. Don Hernando padre del rey de Nápoles.
En tiempo de don Alonso 9. ciertos caballeros no muy ricos notaron en España sus vidas y haciendas en guerra contra Moros, y año 1170. Alexandro 3. los favoreció, ha habido 42. Maestres hasta el Rey católico. 
Año 1542. El rey de Portugal derribó a Arzila, y Atamor en África: porque le costaban mucho, y valían poco.
Batalla de la Bicoca vencidos franceses, y restituido Esforcia (Sforza) en Milán. 1495. batalla del Tarro, rey Carlos 8. Batalla de Mugacio. 1526. Rey Luis de Hungría muerto.
Año 1352. Numberto francés riquísimo vendió toda la tierra que llaman Delfinado al Rey de Francia, y dio los dineros a pobres, y metiose fraile Dominico: consintió el Emperador Carolo 4. por ser la tierra subjecta a su imperio; con condición que de aquella tierra tomase nombre el hijo mayor del Rey, y así se llaman Delfín.
Año 1388. El Rey don Juan primero vencido en la batalla de Aljuba Rota por los portugueses. 1544. La batalla Ceresola vencido marqués del Gasto.
1543. En Dura y Sandefir don Pedro de noche 1. porque las canciones que componía, cantaba de noche muy dulcemente, aliter Guzmán.      
Donosa embajada de Traxcallan a Cortés.      
Tomad señor si sois Dios bravo, comeos estos cinco esclavos, y si sois Dios bueno y manso, veis aquí incienso, y si sois hombre, tomad gallinas, y pan, y cerezas.
Llover nunca se vio en el Perú 334. Illescas.
Spharagia ínsula, hoy la Spiencia poco más allá de la ciudad de Modon en la Morea, y 12. leguas Corron.
Misitra olim Lacedemonia. Illescas.
Año 370. murió el Emperador Joviano de un brasero con fuego, que le pusieron en su cámara. 404. Didymo ciego naturalmente teólogo, y gran matemático. 
426. En Candia un demonio fingió ser nuevo Moisés, diciendo a los Indios, que los pasaría doce carreras del mar sin mojarse: los despeñó, y los que quedaron, se hicieron cristianos.
Merlín en tiempo de León. I. Pontífice, año. 472.
Extraños presentes al Papa. 94. col. 3. Illescas.
Herulos gente natural del Illyrico.
Año.558. en Francia Medardo, y Gildardo Mellizos llegaron a obispos en un mismo día: y después murieron en un mismo día.
Teófilo santo con favor de nuestra Señora cobró el alabarán del demonio.108.col.4.Illescas.671. Cometa espantable: Illescas.144.4. a los búlgaros escitas septentrionales. año. 682. dio Constantino la misa y llamaron Bulgaria.
Editltrudis año 682. santa casada tres veces y permaneció virgen. Illescas 146. col. 4.
Año 483. acabó el imperio romano en Augustulo, y comenzó el de España.
Cesó Augustulo más 330. años hasta Carlo Magno, y León Papa.3.
Comenzó en Augusto César, y acabó en Augustulo. Nuevas gentes mudaron los nombres.
A Pannonia. Los Hunos.
Ungaria, Hungría. A Gallia (Galia) los Francos, Francia.
Burgundiones. Borgoña.
Godos y Alanos Tarraconense, Gothalania Cataluña. (Chastelongne, de chastel, castlà, castlán, castellán, castillo, castellano, de castrum, etc, aparece en textos anteriores a Lorenzo Palmireno, que están en el archivo de la Corona de Aragón; publicados mucho después por Próspero de Bofarull y su hijo Manuel en varios tomos de una colección)
Los vándalos, vandalusía, Andalucía. (Al Ándalus)
Bardulia, Castilla la vieja.
Godos, Dacos, Davos, Gothi, Getae allende el Danubio hacia el mar mayor y Ponto Euxino, aquí es Thomos exilium Ovidij bárbaros crueles menospreciadores de la muerte.
Orientales. Ostrogodos (Ost : Este)
Occidentales. Visogodos (visigodos, Wisegodos, etc)
Venciolos Lucullo en Mysia al tiempo del rey Mithridates, volvieron con su capitán Berbista, y ganaron Tracia, Macedonia y Esclavonia, etc.
Alarico. 2. Ataulpho. 3. Sigerico. 4. Vualia. 5. Theodorico. 6. Thurismundo. 7. Theodorico II. 8. Enrrico. 9. Halarico II. 10. Gyselayco. 11. Amalarico. 12. Theudio. 13. Theudiselo. 14. Agyla. 15. Athanagildo. 16. Luyba. 17. Leovigildo año 507.
En el año 589. Recaredo. 18. con san Leandro, Isidro, y Fulgencio sus tíos echó de España la secta Arriana.
29. Luyba II. 20. Victerico. 21. Grudemaro. 22. Sisebuto. 23. Recaredo II. 24. Suyntilla. 25. Sysenando. 26. Cintilla.
Año 640. Tulgas por falta de heredero. 28. Cindasvyndo. 29. Recisuntho.
Año 672. Bamba 31. Eruigio (Ervigio) 32. Egyca 33. Vitiza, 34. Costa, y Rodrigo hermanos conde Julián, año 714.
35. Don Pelayo 36. Fasila (Favila) 37. Don Alonso I el católico murió año 753. de este se llaman católicos los de hoy 38. Froila 39. Aurelio 40. Silo 41. Mauregato 42. Veremundo 43. Don Alonso II el casto 44. Don Ramiro 45. Ordoño 46. Don Alonso 3. el Magno 47. Don García 48. Ordoño II 49. Froyla II.
Año 897 50. Don Alonso.4. 51. Don Ramiro.2. 52. Don Ordoño.3. 53. Don Sancho el Gordo. 54. Don Ramiro.3. 55. Don Bermudo el gotoso. 56. Don Alonso.5. en el año 982. 57. Don Bermudo.3.
Don Alonso 10. el sabio.
1252. Rey duodécimo (número 12 - 2 Alonsos, Alfonsos que se quitaron de la lista de reyes) casó con doña Violante del Rey don Iayme de Aragón: y como en mucho tiempo no parió, envió a Dinamarca, o Noruega por Ochristina hermosísima interim grávida uxor haec Philippo fratri bellum Christina murió de pesar, el Philippo quiso poner moros, como el conde Julián.
Silia doña Berenguella reicit al Soldán (Sultán) del Cairo el Can de tile una cañela.
Electo Emperador
Abenyuçaf de Marruecos mató a don Nuño de Écija.
Guerra con don Sancho su hijo. 50. quintales rescate Balduino, compuso las Leyes, las siete partidas, hizo la historia general de España. (Alfonso X el sabio)
Las tablas alfonsinas.
Las persecuciones por la blasfemia, murió 1284.
Su maldición al hijo.
Su corazón en Jerusalén.
Año 1276 murió en Valencia el rey don Iayme le trajeron enfermo de Alzira: en su tiempo se halló en una montaña debajo una campana la imagen de nuestra señora del Puig. (Consultar el viaje literario a las iglesias de España, por ejemplo)
1538. La rota de la Previsa y conquista de Castelnovo en Sclavonia. 
1544. Saleco turco murió de placer.397.3.Illescas. (Este autor, que no he leído, tiene de buenas)
Raisciao suevo de pesar. 375.1.
Novilunio, o conjunción, cuando está junta, y debajo de una parte del Zodiaco alumbrada: la parte que mira a las estrellas, y oscura a nosotros.
Mientras más se va apartando del sol. dale del lado a la parte que mira a nosotros.
Oposición, o plenilunio (luna llena), cuando muy apartada del 180. grados: está opuesta a la parte del Zodiaco donde el sol anda.
Luna creciente, cuernos a Oriente (Este). Luna menguante, cuernos adelante. i. Occidente (Oeste). Creciente sigue al sol, y parece después del sol puesto al occidente, y la parte alumbrada mira al occidente.
Menguante va delante el sol, y parece a la mañana sobre el horizonte, y la parte alumbrada mira al Oriente. Su movimiento propio de occidente en oriente cumple en 27 días y 8 horas. Pero de conjunción a conjunción hay 30 días, porque dos días y 16 horas más de su mes camina la luna por alcanzar al sol: por qué sale más tarde un día que otro? 
Retrato de los meses.
Enero, un hombre que come con gran alegría y sabor, y un vaso lleno de vino en la mano.
Hebrero (febrero) un viejo que se escalienta (calienta) al fuego, porque cansados del frío de los meses pasados, aquí nos vencen.
Marzo (Março) un hombre en hábito de hortelano, porque entonces se abren los poros de la tierra, y hemos de ayudarle con cavar.
Abril un mancebo con ramilletes.
Mayo, un mancebo muy bien vestido en un caballo y un gavilán en la mano.
Junio, con una guadaña en mano para el feno (heno; fenus; fenás).
Julio con hoz de segar trigo.
Agosto, carretero y azote que lleva trigo a las troxes.
Septiembre (Setiembre), vendimiando.
Octubre, que está sembrando.
Noviembre, que derriba bellotas de encina.
Diciembre (Deziembre), matando un puerco.
Thombus à Rhom *gr comprimere, nempe à (rectángulo) compresso fit (rombo) Rhombus piscis, oblada, salado al sol sin cocer lo comen.
Rhomboides. (romboide tumbado)
Quadrans, esquadra, cartabón, quarta pars circuli.
Arco de semicírculo tiene poca fuerza, si es agudo, como los Godos usaban. (gótico)
Sphoera (esfera) ab *gr porque una bola muy redonda en mesa muy llana nunca pararía, aunque fuese de 10 leguas, corriendo cierzo vemos mejor un pueblo lejos, nempe extenuato aere.
La araña halaga antes que muerda. El cirujano antes que hiera. El cazador y la mujer al que quieren engañar. El salteador abraza al que mata. Y el pulpo al que ahoga: así el fin del placer, es principio del pesar.
De Tripol (Trípoli) a los Gelves 30. leguas. Gelves isla rica, de aquí al cabo Despiches 30. leguas. Están los Gelves en medio las Syrtes menores, así dichas: porque no entran tanto en la mar como las otras.   
Despiches al cabo Nubia 16. leguas de este a Túnez 18 leguas.
Numidia Alarbes.
De Túnez al cabo de Tabarca 25 leguas aquí es la isla Galita.
Tabarca tiene a Cerdeña al norte a 25 leguas.
De Tabarca a Bona 12 leguas.
De cabo Nubia a Cicilia (Sicilia) 25 leguas. De Bona a Giger 28 leguas. De este a Bugía 20 leguas. De Bugía a Argel 30 leguas. De Argel a Orán 45 leguas. De Maçalquevir a One.12. puerto de Millona, Jafarinos, Melilla cabo de Folcos, de aquí a puerta de Buzema 15 leguas, de aquí a Belín 6. A la Gomera 15. A Ceuta 8. 
Verticillus tortero de huso.
Equites cataphracti insignibus amatorija & militaribus ornamentis valde conspicui. Armados de todas armas y galeras lucidos con muchas empresas y motes enamorados. Obtulit auri signati circiter libras decem. Ofreciole cerca de diez libras de oro en moneda. 
Ad aram maximam supplicaturus superis contendit. Fue a hacer oración al altar mayor.
In praetorium cum universo sacerdotum ordine continuo est reversus. Con todos los Perlados (prelados) y sacerdotes se fue a su palacio. Hay 50 leguas de cabo de Folcos a Ceuta, en este paraje es Tingitana, o Berbería: y el vergel de las Esperidas donde cogió Hércules las manzanas de oro, y con la otra mano tenía la serpiente que las guardaba. Serpientes tan grandes, que nace hierba sobre ellas como si estuviesen quedas (quietas). (Ya hace bastantes páginas que me cansa este galimatías de Palmireno)
Ceuta a Arzilla 6 leguas oppositas en Europa, Gibraltar, y Tarifa.
De Arzilla a Azamor 55 leguas. Azamor a cabo de Cautín 30 leguas. Está en medio el puerto Mazagán puerto de Cafir, Modogor, cabo de Osen, cabo de Aguer.25. leg. cabo de Nam. 60. leguas al cabo del Bojador. Aquí acaba Mauritania en el paraje de Cauti, y cabo de Nan, son montes claros. 
El cabo del Bojador tiene al Oeste las Canarias.
De çafir a la Madera (Madeira) 115 leguas, de Madeira a Tenerife 65. Las islas de los a açores (los azores, Las islas Azores) está al Noroeste de la Madeira y al norte la isla de Maya, las de la Madeira son 8. isla de Flores, el Fayal, el Pico, san Jorge, la Graciosa, la Tercera, san Miguel, santa María.
Los liparenses (de Liparia?) son gente tan avisada, que cuando llueve, les han de advertir con un pregón que se guarden de la lluvia que viene. 
Los Sarmalos, o Panotios tienen las orejas tan anchas y luengas, que les sirven de colchones para dormir. 
Qué es la causa, que muchas veces preguntando a un docto, confiesa claramente que no sabe, lo que le preguntáis, y un idiota hace extremos, por no decir en latín, ignoro, o non intelligo? Responde el doctor, Fallopio, en 171 de metallis. 6. Magni viri fatentur so nonnulla ignorare, quoniam habent quid possint ex se detrahere, illo enim detracto remanet aliquid at parvi & imperiti non habent postea, &c.
Caballón (cauallon) se decía el portero viejo, y tuerto francés, que vendió a Tripol, año 1551 después de 41 años y 20 días que los cristianos la poseían, habiéndola conquistado el conde Pedro Navarro, año 1510. Antes de Tripol 3. millas está a la mar la punta de Longil, y la torre de Aguada de Gallipoli (Galípoli).
A Armenia menor una legua pequeña, ubi Xerxis (Jerjes) pons navibus in Graeciam, por vengarse de lo que este había hecho, pasó Alejandro hasta el río Ipanis, otros dicen que hasta Ganges, del Danubio a *Boryxenes 40 leguas.
Historia.
Porque no quiso volver a Grecia sus soldados entoxigaron a Alexandro, y porque se llamaba señor del universo le reprendió Aristóteles (pone Aristoles) diciendo: hasta que tengas todo el río Ganges, no tomes tal título.
Misit 2. Duces commeatu. 3. mensium, Dos naves río arriba; no quedaban sino 10 días, queríanse volver: castillo, río cubierto de flores muy olorosas, del castillo salían árboles de muy hermosas frutas, remaron deprisa, y nunca pudieron alcanzar, de que eran los edificios, sobre la puerta estaba una hermosa ventana con una cadena que atravesaba todo el río, atada allí de un mármol de diversos colores, solo y tan grande como una torre, y como trabajaban pasar un navío debajo la cadena, y no podían, vieron a la ventana sobre la cadena, un viejo vestido de blanco de gran presencia, barba luenga y cana, riendo (;) y preguntándole de qué reía &c.
Dadle este anillo por piedra un ojo humano.
Aristóteles. Balanzas grandes todas sus joyas pesó más.
Después una paja, y cubrió el ojo de tierra, y pesó más la paja.
Se turbó Alexandro. R. Este anillo vale, y pesa más que tú y tus tesoros, y cubierto de tierra, no pesa una paja, y tampoco la pesarás tú, si te cubren de tierra: y este es el universo de que te quieres llamar señor: arrojole en el río &c.  
Mucho me espanto Antón Napolitano, que sin brazos, como si los tuviera: porque según con buenos testigos lo prueba César Scaliger, Dextro pede hastam vibrabat, vestem suebat, edebat, scribebat, in acum filium immitebat, Clavum caligarium in asserem malleo penitus adigebat, cerdonum more, & conversi mallei auriculis extrahebat.
Libertas.
No se llama libre el que nace en libertad, mas el que muere en ella: mira que en la vejez fueron cautivos Hécuba, Creso, Platón, Diógenes, la madre de Darío.
El rey Perses, Iugurtha, Syphax.
Conquistando Aníbal a Calahorra, entró, y vio dos espadas que se combatían sin hombres &c.
Narbona.
Puerto de san Pedro.
Puerto de la Magalona 12 leguas.
Otras 12 leguas a Aguas Muertas.
22. leguas Marsella.
18. leguas cabo de Eras.
De los Isleos a Génova 35 leguas.
Saona y Veymemilla están primero que Génova, donde comienzan los Alpes.
De Génova al cabo Liorno y Pisa 20 leguas.
De Pisa 40 leguas a Rávena (Rauenna), puerto en mar Adriático.
Entre Veymemilla y Pisa están primero las provincias de Campania y Lombardía.
De Pisa a Otranto, que es el fin de Nápoles 50 leguas.
De Cabo Liorno a cabo de monte negro 25 leguas.
Cabo de Sansevera.
Ostia.
Punta del Garellano 13 leguas a Nápoles.
De cabo Ryoles a Sicilia 2 leguas.
Desde Sicilia a Cerdeña 15 leguas.
De Cerdeña a África 20.
De Génova a Córcega 30.
De Cerdeña a Menorca 55.
De Menorca a Mallorca 10. 
(¿Y no puedes enviar al niño a mirar eso en un mapa? ¡Qué cansino!)
De Mallorca 30 leguas a Barcelona, Tortosa, Tarragona.
De Mallorca a Ibiza (Yuiça) 12 leguas.
De Ibiza a Denia 15.
Graecia.
Velona a entrada de Ostia 50 leguas.
La Morea está a 25 leguas de Candia.
Puerto Lepante isla Cephalenia.  
Negroponte.
Epiro, aquí hay una fuente que las hachas muertas enciende, y las encendidas amata (apaga). (será una fuente con S, sulfurosa, azufre)
Puerto de la Hembrilla. Cabo de Samistio 12 leguas.
Puerto de Faue (o Fave).
Mordió una víbora a un labrador, luego se hinchó y daba voces, le puse la hierba tormentilla sobre la mordedura: y curó con la ayuda de Dios luego.
Del cabo de Troya al cabo de Rodas 30 leguas.
Del cabo de Rodas a Acre 40 leguas.
Delante Acre está la isla de Rodas.
Cabo de Acre 60 leguas hasta Castel Lombardo. En este paraje están Licia, Efeso, y Galatas.
Después de Tarsis, Ninive está 20 leguas dentro la mar. La isla de Chipre.
Antiochia, Syria, Comagena, Fenicia, Tyro.
Trípoli a Iaffa 35 leguas a Lariso 35.
Judea, Galilea entre el monte Líbano, y Antelíbano.
Samaria, monte Betel. Betlehem (Belén), Hierusalem (Jerusalén): en esta tierra cabe la mar están Cesarea, Palestina.  
Está entre Escalona y Gazán puertos, campo Damasceno, do se criaron Adam y Eva, Val de Ebron, monte Carmelo: aquí se secó el primer árbol del mundo.
Entre los montes Segor y Sey está Sodoma, y Gomorra, mar muerto, palo se hunde, hierro está encima: manzanas hermosas ceniza dentro.
Venía un rústico a ciudad, y sintió una brava mordedura en el pescuezo, corrió hacia mí, y cuando llegó todo hinchado no podía hablar, señalaba con el dedo y se ahogaba, le vi sin señal de carbunclo, u otra cosa, creí que alguna araña traía de la huerta en el sayo, le di bolo armenio con vinagre, curole Dios.
No parece verdad haberse casado las hijas del Cid con príncipes de Aragón y Navarra, siendo vivos sus maridos los infantes de Carrión: pues ni don Lucas de Tuy, ni don Rodrigo arzobispo de Toledo, ni las coronicas (no son coronas pequeñas, sino de chronos, cronos, crónicas) de Aragón escriben tales casamientos: Aunque por otra parte parece verdad en aquel cantar antiguo (habrá que creerse lo que pone en los poemas, cantares, fábulas, etc). tres cortes arma el buen Rey, todas tres a una sazón.
La mosca puesta sobre una manzana, siempre la rodea hasta que halla un agujerico, y allí muerde: así el envidioso mira tus virtudes, y no para hasta poner la lengua en una flaqueza, o fragilidad que te siente.  
El anadino jamás quiere beber, hasta que halla alguna agua turbia, y lodosa: así el envidioso no cesa aunque te vea muchas virtudes, hasta que te siente alguna falta.
Se engañan los que escriben, que para ser un animal venenoso, ha de ser sin piernas ni pluma, y bebe poco: pues el águila nunca bebe, y no es venenosa, las lombrices, y caracoles no tienen piernas, y no tienen veneno, y has pescados venenosos sin plumas. Ser el estiércol de las serpientes de suave olor, no es como dicen por sequedad: pues del ratón, del perro, gallina y semejantes no huelen bien. R. Pues de qué? yo no creo que huele sino mal: pero a veces la fragancia de algunas hierbas, pensamos que es de serpientes.
El rey Aracam escogiendo mozas hermosas de 12 años, y una docena de ellas, se casa, las manda muy bien lavar en baños, las viste de ropa de algodón, y en cada ropa escriben el nombre de la moza, y cuya hija es (de quién es hija), mandadas poner al sol en una azotea que haya buen resistidero, y están de la mañana al medio día hasta que sudan fuertemente, y después les quitan las ropas sudadas, y la ropa que mejor huele, es de la que él tomo por mujer y reina: si hoy se pudiese escoger así el esposo y esposa, no habría mal francés, ni parirían los hijos podridos.

Masa (tipo de arcilla porcelánica) para hacer buenos vasos, Decoque ulmi cortices (cuece corteza de olmo), & populi cacumina: Cuando hierve, pon cal purísima hasta que esté como cuajada: echa después polvo cernido de mármol blanquísimo, y forma el vaso que quieres.   

El agua sana para beber los caminantes.
Del agua su bondad conozco en esto,
Si no tendrá color, sabor, ni olor,
Que no te apartes de ella te protesto.
De más ligero peso, es la mejor:
Muy presto se escalienta, y torna fría;
La carne en ella, cuece en un hervor.
Y sale la mejor, por dura vía
De peñas, o de seca, y limpia arena,
Que rora, y más sutil, viene a porfía.

Para quitar el aceite de un libro, toma luego como está mojado un hueso de carnero, hazlo ceniza, y échala sobre la mancha, y déjalo secar.
Si el libro está manchado de vino, o agua, toma un paño de lino, y si la hoja del libro está ya seca, moja el lino en agua, y ponlo debajo la hoja manchada: y cuando la hoja esté mojada, extiéndela como solía estar poco a poco, y sobre ella pon carta bambacina, & fa quel piumaccello sta caldo: poi gli getta su puluere (pulvere) di supra. 
Porque es menester que haya un piumaccello de paño chiquito, y ponlo sobre la carta bambacina.
Para conservar los vestidos.
Pon en el arca un ponzil, o cidra, y cuando aquel se comienza de gastar, pon otro: si esto no tienes, toma axenxios (ajenjos), o donzel, ponlo en el arca, y ningún animalico te roerá los vestidos. Si ya están las polillas en el arca, por tu descuido, toma lavatura di scutelle (lavadura de escudillas, quizás arena sauló), échala allí, y morirán. Los gusanos que te gastan el jardín, o vergel: toma muchos de ellos, bullirlos (hervirlos) has en agua, y cuando aquella está fría, derrámala por el huerto, y todos los otros morirán.  
Para buen corte de navaja, o cuchillos.
Toma lombrices de tierra, cúbrelas de aceite en una redoma veinte días al sol, y cuando lo habrás menester, calienta el cuchillo al fuego, y estando caliente, friégalo con jabón blanco, y después con este aceite en la amoladera lo templarás.
Para quitar la sal de la olla, o atún muy salado.
Si pones la toñina (atún) toda una noche envuelta en arena, a la mañana estará sin sal.
Toma un palo grueso como la muñeca, tan largo como es il lauezzo, rodéalo con un lienzo delgado, ponlo a bullir (hervir), y quitarse ha toda la sal.
Si cebas un pedazo de pan sin corteza, y bulle en el lauezzo, quita la sal.
Toma harina de trigo, átala en un paño de lino, ponla a bullir en la olla, y quitará la sal.
Pon una esponja muy bien lavada en la olla, después de un rato sácala, exprímela, y vuélvela; en dos, o tres veces, quitará la sal.
Para escribir. 
Toma cebolla, sal, meados, mézclalo, y mojado, saca el zumo: escribe con esto, y no se parecerá (aparecerá) la letra, sino ponen el papel al fuego.
Toma vidriolo, destémplalo en agua, y escribe: no se parecerá, hasta que pongas el papel dentro del agua: pero este agua se ha de hacer de agallas.
Letra sin tinta se hace, escribiendo con leche de higuera, y antes que esté seca, echarle polvo de carbón.
Para restituir el propio color a un paño.
Una libra de calcina, dos de ceniza, seis libras de agua clara, o lejía, todo junto menéalo bien con un palo, después déjalo aclarecer (aclarar), después toma esa agua clara, y lava el paño en aquella parte donde perdió el color; déjalo enxugar (secar; eixugar): y vuelve, como tú quieres, su antiguo color. Pero si es de grana, se ha de lavar primero con vinagre, después untarlo con aceite.
Contra las manchas, o tacas.
Si el aceite, o grasa está en paño verde, toma crepola majada, y mezclada con lejía caliente, y lava la mancha. 2. si es otro paño, friégala con la hierba Saponaria (jabón, sabó), y déjala enxugar: y después lávala con agua caliente. 3. Toma clara de huevo mezclada con mielo, y unta el paño. 4. Toma haua framta, después de cocida, cuélala, y con esta coladura lava el paño. 5. Mancha de aceite en seda, lana, lino, lejía clarísima, hervirá un rato, pon después dentro Crusca, y déjala hervir, hasta que ni quede dura ni muy blanda, después extiende esta pasta * sobre un paño, su in un piano, y ponlo sobre el paño, después pon su anco de la pasta, de modo que tome de toda parte tanto del paño como la mancha: déjale secar, después lávale con lejía, o agua caliente: pero no es bueno para grana, ni cendado rosso: porque en lugar de lejía se pone agua. 6. Si la mancha es di pece, úntala con aceite, déjala un día y una noche, después friégala con agua caliente y jabón. 7. Si la mancha es de tinta, lávala fuertemente con vinagre blanco fortísimo, después agua clara y jabón, y déjalo enxugar: si no tienes vinagre, toma meados calientes.
Contra moscas, y pulgas, y chinches.
Si untas las tablas donde están los chinches con hiel y aceite, luego morirán. 2. Toma polvo de azufre, bullirá en agua, y este agua mata las chinches. 3. Toma hojas de Zucchae & brusuale in casa, y no vendrán moscas. 4. Marrubio mojado con vinagre, en comiéndolo mueren las moscas. 5. Zumo de orégano mezclado con leche y hiel de puerco y una granada: echarás por casa esta agua, y huirán todas las moscas. 6. Contra zerzale cominos majados con vino blanco, moja la ventana, o suelo de casa, y no entrarán. 7. Celiandre, o verbena, u hojas de duraznero bullidas: echando aquel caldo por casa, mata las pulgas.
Para quitar letras que te enojan en alguna margen del libro.
Sal común, sal gemma, alum de roca, de cada uno dos onzas, y sal Armoniaque (amoniaco) cuatro onzas, todo destilado en alquitara, o alambique, mojarás el papel escrito en esta agua. Algunos mojan el papel con zumo de naranja, o cidra, o lima, y déjanle dos horas, después lo friegan con lienzo áspero reciamente. Otros toman raíz di ranci marini seca, hecha polvo, y mezclada con clara de huevo, y la ponen sobre la letra. También es buena la ruda de marzo, o abril, o mayo, y ortigas: sacarás el zumo, mézclalo con queso y leche, y después todo junto con cal viva, y harás peloticas, y sécalas al sol, y después harás polvos, cuando querrás quitar letras, o borrones.
Venecia tiene dos leguas de cerco, dos millones de renta, gente de todas naciones, y de todas lenguas: sesenta y dos parroquias, cuarenta y un monasterios: cuatrocientos puentes públicos sin los particulares: ocho mil naves, galeras, y galeazas: cuatrocientos hombres trabajan cada día en el arsenal cerrado de muralla, en hacer navíos (atarazanas, astillero). En la isla Murano se hacen los vidrios de cristal: tiene muy hermosa vista, con veinte y cinco islas alrededor.    
Del tesoro de Venecia leerás Leandri Alberti Italia.
EL rubí tiene el segundo grado entre las piedras: es muy colorado: cuando es muy grande se llama Carbunco. La madre del rubí es menos colorada, y más destabada. Se dice Balax. Tercera especie de rubí. Es granato (granate) de color de grano de granada. 
La esmeralda es más blanda que el rubí. Es verde muy fino: hay doce especies: la fineza de ellas en el color, claridad, y dureza, y en ser limpia de toda grasor. 
Los zafiros mejores, se dicen orientales, azules, transparentes, duros, de color de cielo, luzios. 
Electores del Imperio son 7. 1. el arzobispo de Moguncia (Maguncia, Mainz), el de Colonia, el de Trevers, el conde Palatino, el duque de Saxonia (Sajonia, Saxen), el marqués de Brandamburch (Brandemburg), el rey de Boemia. Los ordenó san Gregorio, año 998. Esta elección es en Francfort (Frankfurt): y porque las tres principales provincias no se quejen, da título al de Maguncia Chanciller de Alemaña: al de Trevers Chanciller de Francia: al de Colonia Chanciller de Italia. A los legos dio oficios, camarero mayor: el de Brandemburg maestresala: el conde Palatino armero mayor, que lleva el estoque desnudo delante el duque de Sajonia: copero mayor el rey de Boemia: se llama Rey Romanorum hasta que el Papa lo confirma, la corona de plata en Aquisgrán (Aachen), de hierro en Mança, de oro en Roma, o donde quisiere. 
Ejemplo gracioso del Toro borracho, leerás en el doctor Laguna lib. 4. cap. 119. Dioscorid.
Consuelo de un ciego.
La ceguedad causa que la muerte no nos espante mucho, porque no vemos. 2. Unus verus oculus est intellectus. 3. muchos ven lo que no querrían. 4. A la hora de la muerte sentimos mucho que nos va faltando la vista, pero esto el ciego ya lo tiene vezado (acostumbrado). 5. Tiene el ciego sus deleites, Venerem, convivia, Musicam, eruditionem. 6. Dimidio temporis tantum caecus est, nam per somnum multa videt. Est enim in cerebro videm divis contra Aristotelem. 7. Sanct Antonio consolaba a Didimo filósofo. Perdiste los ojos semejantes a los de los ratones. Oculos Angelis communes retines. 8. Muchos ciegos hay músicos riquísimos (como Andrea Boccelli o Quico lo cèlio de Tortosa). 9. Tymoleon ciego gobernaba a Syracusas (Siracusa), Apius caecus, Homerus (Homero), Democritus (Demócrito) &c.
Año 776. Constantino hizo guerra a los búlgaros, y murió, diciendo, condenado voy a fuego eterno.
León. 4. hurtó de la Corona de santa Sophia un carbunco, y se le hizo uno en la cara, y murió rabiando.
En tiempo de Constantino 6. Un labrador cavando halló una plancha de oro con estas palabras: Christus nacetur ex virgine, credo in eum, sub Constantino, & Irine:ô Sol iterum me videbis.
Para medir con espejo una torre, u otra cualquier altura: Pon el espejo en el suelo plano, y llégate, o apártate de él tanto, que veas la sumidad, o lo último de la torre, de lo que mides: la cual vista mirarás como se ha el espacio que hay desde tus pies al espejo, con lo que hubiere desde el suelo a los ojos, y la proporción misma habrá de la distancia que hubiere desde el espejo a la cosa que se mide (por la linea recta) a toda el altura de la tal cosa. Lo mismo es mirar en un vaso de agua, la sumidad de la cosa que quieres medir, que en un espejo.
Para saber la anchura de un río, tomarás una vara de tu altura, y mirarás desde la una orilla a la otra estando en pie, por encima de lo alto de la vara, y bajando el bonete sobre los ojos, de arte que no puedas ver más tierra que la otra orilla: y cuando así hubieres nivelado lo mejor que pudieres, volverás el cuerpo, arrimándote al bastón, o vara sin alzar los ojos, ni menear la cabeza, y echarás ojo en la planura de la tierra que estuviere de esta parte del río: y tanto como hubiere desde tus pies a la tierra que viste,   tanto será la anchura de tal río.
De estos verbos includo y excludo sale un modo de contar, que dicen: inclusive & exclusive. Cuando de un domingo a otro se cuentan ocho días, se dice inclusive, porque incluye el principio y el fin. Y cuando de un domingo hasta principio de otro cuenta siete días, se dice exclusive, porque se excluye, y no se cuenta el último día a do fenesce. 
Rithmimachia, o pelea, y contienda de números, hallarás lib. 5. cap. 6. pág. 386 de la Arithmetica de Pérez de Moya.
Admirable caso de unos brujos que soplaban lib. 4. cap. 75. del Solano, Dioscórides del doctor Laguna.
Que verò inter has prurire incipiunt, ac tentigine affici, in abditis partibus, ipsisque faucibus ac vestíbulo quo viri illius ineant, copiose frondescunt, ac densa pilorum segete luxuriant: eoque sit, ut quo densiùs fructicentur pili, eò congressus virilis avidiores, magisque foecundae. Admirable remedio es para esforzar súbitamente a los flacos, que han perdido el apetito: darles a beber agua de carne sacada por alquitara, o alambique, y se hace así: Toma una gallina vieja, y un capón, y una perdiz, y una pierna de carnero gruesa: harás pedacillos de ello, rocíalos con vino, agua rosada, y agua de manzanas, échale linaloe y clavos de girofre, pásalo por alquitara, como se hace el agua rosada, ponlo en una redoma, y cocerlo has en caldero de agua duplici vase. (hambre me ha entrado, pero no tengo nada para hacerlo)
El conde Fernán González yendo a pelear con Almanzor rey Moro, vio a su gente desmayada, porque habían visto que la tierra se había tragado a Pero González de la puente de Fitero. Él los animó, declarando este prodigio: que pues la tierra no los podía sufrir, y se abría, tampoco los Moros podrían.
Vencido esta vez Almanzor, volvió con gran gente, y la noche antes de la batalla vieron los cristianos volar un dragón sangriento, bramando, y del fuego que de su boca salía, alumbraba el ejército. A los gritos de la gente despertó el conde, y viendo su gente espantada, les hizo un sermón: mostrando que aquello era Nigromancia de los Moros; que tuviesen buen ánimo, que el diablo no tenía fuerza contra los que seguían a Jesucristo: así fueron vencidos los Moros.
1459. Estando el cielo sereno, pareció en él una llama de fuego, que se partió en dos partes, la una duró gran rato: la otra corrió hacia Oriente, y (se) desvaneció. En Burgos y Valladolid cayeron piedras, y mucha agua, que mataron muchos animales. En Peñalver un niño de tres meses habló, amonestando a todos que hiciesen penitencia. En Segovia que el rey tenía muchos leones (recuerda el reino de León), todos se juntaron contra el mayor (como los barones contra el rey), y le mataron, y comieron parte de él.
1468. En Peromoro cabe Toledo, salió sangre de las espigas &c. Un viento arrancó todos los naranjos del palacio real, y los sacó por las almenas. Alzó en alto un par de bueyes uncidos, arando los llevó gran trecho.
Como se mostró avisado el conde don Gonzalo de Guzmán. Mofarras Moro aposentó en Sevilla en casa de Diego Sánchez de Orihuela, y estando los padres fuera, volvió a casa, y puesta una pella de yeso en la boca de la hija, porque no pudiese gritar: la hurtó, la tuvo en tierra de Moros que le parecía, y después la envió: como estos Moros eran tributarios, o vasallos del rey don Henrico, a quien sucedió el rey don Hernando católico, fueron marido y mujer: al rey dijo él: estuviérades mucho en horamala en nuestra casa guardando nuestra hija. Ellos llorando decían, que esa no era buena justicia. Mandó Enrique que los azotasen, y traídos los asnos, rogaban mucho por ellos: y no pudiendo recabar perdón: fue el conde, diciendo: diga vuestra majestad, cómo dirá el pregón? Se turbó el rey, y dijo: váyanse me delante.
En Maderuelo, villa del Condestable, vieron caer, año 1438 piedras muy grandes, como tova del aire, y daban en la cabeza, y no hacían mal. Como en esto dudaba el rey, mandó ir allá al bachiller Juan Ruy de Ágreda Adalid: el cual trajo de ellas huecas, y flojas como pluma, tan grandes como pequeña almohada. (Alguien había inventado el cartón piedra)
Iba el poeta Dante hecho máscara, y le mandaba buscar el duque de Ferrara, no le hallaban, imaginaron otras máscaras, y una de ellas iba diciendo: Qui sa lo bene, qui sa lo bene. No pudo él disimular, y respondió: Qui ha gustatto lo male: así le hallaron. 
En jardín de flores curiosas de Torquemada hallarás, hoja 8, el lacayo tomado por otro en Benavente. Y hoja 11, el gusano que paren las de Nápoles. Y pág. 13, mujer hombre. Y fol. 20, el mozo que a diez años engendró, y hoy es fraile. Y fol. 27. Amazonas, y pigmeos. fol. 30. Iambolo en la isla dichosa. fol. 37. Pero Pardo haciendo paz con su enemigo, abrazándolo le rompió las costillas, y mató. fil. 39. &c. Gigantes, abadesa vieja, que volvió moza. Mujer que parió de un ximio (simio, mono), Serenas (sirenas), la yerba Bacharas, Oso con doncella, &c.   
La gran ciudad de Acre que con tanta afrenta perdieron los cristianos, algunos cosmógrafos llaman Acon. 
Aparejábanse (se aparejaban, preparaban) muchos para un diluvio que los astrólogos decían sería muy presto, y como un caballero no hiciese caso dello: le dijeron otros: Señor qué descuido es ese, veis que tantos lo dicen, y se suben a las montañas, vos que tenéis la alquería tan junto al río, cómo estáis tan incrédulo, y os descuidáis: guardad que muchos astrólogos lo han jurado. Respondió: no creo nada de eso, porque no conviene a la honra de Dios que tanto necio sepa sus secretos.
Disputaban muchos, cuál era la cosa más ligera del mundo? Respondían unos el ciervo: otros el avestruz, otros la saeta, otros el entendimiento. Dijo uno: más ligero es el cuerno; porque a la hora que una mujer hace aquí cornudo a su marido, tan crnudo es en Méjico, si allá está: como lo podría ser si presente estuviese.
Decía uno: qué es esto que de cada día se descubren minas en tantas partes? Respondió otro, No os sé decir otra cosa, sino que el mundo hace testamento.
Extraño imperio del alma sobre el cuerpo.
Estando Alexandro en grandísimo peligro de su vida, y su ejército casi perdido, se encendió tanto en cólera, que de puro enojo, comenzó a sudar gotas de sangre por todo el cuerpo: las cuales parecían a sus enemigos llamas de fuegos que salían por los ojos y cara: de que espantados y asombrados, comenzaron a huir uno a uno, y le dejaron solo.
De un clérigo de Calamensa cuenta san Agustín, que siempre que quería arrebatarse en contemplación, lo hacía tan a su placer y gusto, y con tan profundo olvido de las cosas de acá, que tendido en el suelo, no sentía los cauterios de fuego ardiendo que le aplicaban: y tornado en si, contaba extrañas cosas que había visto.
Del filósofo Atheo que Heródoto cuenta, que de tal manera se arrobaba, como si dejara el cuerpo en casa, y se fuera a pasear: cuando volvía en sí, contaba de pueblos cosas que a aquella hora había visto: y después hallaban ser verdad.
Mirando un niño en un espejo, se arrebató, y cuando volvió en sí, profetizó al Emperador Juliano el desastre que le sucedió después, cómo venían sus enemigos, y quiénes eran los que lo habían de matar, sin haberlo oído a nayde (nadie).
Otro filósofo mostró en un espejo el campo de sus enemigos aparejado y puesto en orden para dar batalla. 
Tales son las obras del alma; tan maravillosas cuando se desenlaza algo del cuerpo, que piensa el vulgo son obras del demonio, y no son sino divinidades de nuestra alma, y las puede hacer, por el parentesco que tiene con Dios.
Leonardo Pictorio se acostumbró a domar su carne, con abstinencia, que vino a no comer más de una vez a la semana. 
Los de Tartaria bien están doce días sin comer, pero se ayudan de una hierba que traen en la boca.
Sócrates, Platón, y muchos Poetas se arrobaban, mas Platón murió de ello.
Se parecían tanto el conde de Ureña, y don Diego Girón su hermano, que era difícil conocerlos: y siendo muchachos durmiendo juntos, se pegaba tanto la pierna del uno al otro, que lloraban cuando las venían a despegar. (se lee apegaua, desapegar) 
Excelencias de las partes del cuerpo humano.
La saliva en ayunas ayuda mucho al mal de ojos, y mata los sapos.
La cera de las orejas aplicada a las narices, causa sueño.
La orina (urina) cura a los Hydropicos (hidrópicos), y otras enfermedades.
La enjundia mitiga el dolor de la gota.
La sangre humana tomada caliente, sana de mal de amores, como la bebió Faustina Emperatriz.
Cociente (quociente) llaman lo que cabe, o viene a cada compañero. Como si 12 se partiese a 3 compañeros: todos los doce se diría suma, o partición: los tres partidor, o divisor: los cuatro cociente.
Brasavenla escribe de un vecino de Ferrara, haber inventado poco ha hacer pólvora, que no suena, ni hace ruido al disparar del tiro.
Un italiano hizo un anillo de oro para el duque de Urbino, en medio de la piedra preciosa un reloj que sonaba al dar las horas.
En Milán se lavaba en la plaza un hombre las manos con plomo derretido ardiendo: habiéndoselas primero mojado con zumo de una hierba.
Leonardo Vnicio inventó el bolar, que algunos matachineros usan. (Será Leonardo Vincio, da Vinci, y su aparejo para volar)
En Milán inventó uno un cedazo con tal arte, que un niño lo meneaba y cernía treinta cahices de harina al día.
1437. Hizo un viento tan frío que heló la tierra, de modo que muchos caminantes perecieron. Y en enero siete acemileros murieron cogiendo leña en el campo de Guadalajara. Y a 6 de febrero partió el rey don Juan II para Roa: y por la nieve y viento se hubo de volver del camino. Y porque le convenía mucho aquel camino, envió delante a Pero Carrillo su halconero mayor con trescientos hombres para abrir el camino con palas y azadas, pero con todo eso la nieve subía dos codos sobre los que iban a caballo.
Los de la orden de Alcántara traían un capirote con chía de palmo y medio, y ancha una mano. El infante recabó del Papa cruces verdes.
Mucho mostró el Señor la excelencia de su vicario san Pedro: pues dice. Lucae 5. Laxate retia: y a sólo este, Duc in altum, y Ioannis. 21. Unus super aqueas maris ambulans pervenit ad Christum. Y Matth. 17. Pagando el tributo a solo san Pedro, igualó consigo. Vade ad mare, & eum piscem qui priùs. &c. Dabis pro me & te.
En la isla Tararequi Pedro del Puerto mercader compró a Gaspar de Morales una perla de 31 quilates, hechura de Cermeña, muy oriental y perfectísima, en 120 libras, y no pudo dormir la noche que la tuvo de pensamiento y pesar, por haber dado tanto dinero por una piedra. Y el siguiente día la vendió a Pedrarias de Ávila para su mujer doña Isabel de Bovadilla: y esta después la vendió a la Emperatriz. Algunos plateros le pusieron nombre la huérfana, por no hallarse tal perla como esta.
Estad alerta, y la barba en la cebadera, por si algo intentaren estos Indios.
El uno era tibio y descuidado, el otro cuidadoso, y ardía en los negocios.
Era a veces liberalísimo, por eso le llamaban río de avenidas.
La grasa muchas veces se saca al hombre vivo, y no solamente no le daña, pero le hace más ligero. De qué grasa se hace la buena pomada, y cómo para guantes, labios, y manos, hallar lo has en Laguna, lib. 2. cap. 68. Dioscoridis.
(Alabanza del nadar)
Poner entre virtudes con efecto
el arte del nadar me ha parecido,
porque hace un soldado más perfecto.
De tal oficio escuelas han tenido
Romanos ya debajo a campo Marcio,
porque iba el río allí manso, y tendido.
A tres aprovechó más que el palacio,
saber nadar, porque si no supieran,
se ahogaran cierto en poco espacio.
Sertorio sus contrarios lo prendieran,
Si no que armado un río (como fiera)
nadó, cosa que pocos lo hicieran.
Pero si en su niñez criado fuera
tratando los confites, y el algalia,
muy cierto es que entonces se perdiera.
César también después que en la Pharfalia
rompió a su yerno, siendo a Egipto junto,
Expinto fue con parte de la Italia. 
Y si en este arte no tomara asunto,
viniendo el enemigo ya alcançalle,
su muerte auria llegado en aquel punto.
Mas siéndole el nadar muy firme calle,
echose al mar, y siempre llevó en alto
sus Commentarios, ques bien de alaballe.
Y así en sus naves siendo, hizo alto,
y con un ímpetu y furor volviendo,
con daño a Ptolomeo le dio el salto.
También Augusto (al padre pareciendo)
con tal virtud, librado fue de muerte,
cuando en Sicilia en mar se vía sumiendo.
Y a los que de su sangre eran y suerte
hizo aprender nadar, porque muy cierto
al hombre en tierra y mar hace más fuerte.
Y Massinissa, si no fuera experto
en este arte, siendo de Siphaces roto,
de vida y reinos él fuera desierto.
Mas en un río echose, y (como es noto)
herido, por huir quien lo seguía,
por bajo lo nadó, como hombre docto.
Y un su soldado que detrás venía,
presente allí Bochar, que lo acosaba,
se ahogó que el arte no sabía.
Tornándose Bochar, nuevas llevaba
de Massinissa, y que era muerto jura,
por no saber del arte que él nadaba.
Mas él llegado en parte apta y segura,
curándose las llagas solo, y presto,
de su trabajo muy poco se cura.
Así que del nadar se sirvió en esto,
después rompiendo en guerra a su enemigo,
su cetro real tuvo en alto puesto.
Horacio fue también de este arte amigo,
cuando cortar detrás se hizo el puente,
mostrándose a la patria ser abrigo.
También doy por ejemplo competente,
que una mujer nadó sobre un caballo
con rostro firme, y ánimo excelente.
Maestros del nadar yo no los callo,
pues que deste arte la ventaja llevan
los de riberas de Hebro, según hallo.
Digo en universal mejor aprueban
los españoles, que por la tempesta
riendo nadan, y el temor reprueban.
La industria dellos fue muy manifiesta,
cuando Aníbal fue al Ródano llegado,
que gente allí al pasar no fue más presta.
Quien no sabe volar es disculpado,
mas ciertamente quien nadar no sabe,
podrase bien tener por descuidado.

Otranto en punta de Italia confronta con Macedonia: allí el mar Adriático tiene solas quince leguas de ancho. El rey Pyrrho Epirota, y Marco Varron quisieron hacer un puente para pasar a pie de Italia en Grecia. 
Aequinoctio de aestio (equinoccio de verano, estío) primer grado de Aries. 11 de marzo. Aequinoctio autumnal, prime grado de Libra, 13 de septiembre. Sed noctes aequant.
Aries & libra diebus.
Ursa mayor, el carro (osa mayor).
Ursa minor, cynosura cabe el Norte.
Boote, guardador de la Osa.
Orión, el bordón, que es 38. estrellas.
Entre Arabia y Egipto el mar rojo.
Sinus Arabicus (seno arábigo).
Por qué los ajos aplicados por defuera corroen el cuero (piel), y hacen llagas, y comidos no ofenden a las partes internas: aunque son más delicadas? R. Porque cuando se aplican al cuero, tienen sus cualidades puras y enteras, y sin moverlos de allí persevera la fuerza. Pero cuando se mascan, pierden mucho de su virtud, la cual se embota en la saliva: y mascados, se envuelven con otros manjares, sin parar en alguna parte cierta del estómago. 
Ha de tener el cuello alto, el trote suelto, el galope gallardo, la carrera veloz, en los saltos junto, el parar ligero, en el manejo seguro y presto. (el caballo)
De sí mismo sabe andar de paso, galopar y correr: pero toma el trote con gran dificultad: y así se lo han de enseñar con gran diligencia: porque del trote toma soltura en el paso, en el galope gallardía, en la carrera velocidad, en los saltos lomo y fuerza, en el parar ligereza, en el manejo seguridad y orden, y en la cabeza, en el cuello, y en el arco infinita firmeza, y en la boca suave y buen arrimo.
Para que rasque en el freno, untadle con miel y sal.
Once vueltas y media son 46 tornos.
Para darle ánimo, hap, hap, hep, hep, hop, hop.
Para castigarle que no se empine, con voz airada, grito áspero, diréis: Ea pues, ea pues; ola, ola, ¡ah! traidor, torna, torna, para, para.
Cuando estuviere vencido, aseguradlo, tocándole con la mano sobre el arco del cuello, rascándole entre las crines, o junto a la cruz, diciendo bajito, ho, ho.
Si andando alza la una oreja, y baja la otra, y la menea, que parece tener alguna mosca: guárdate, que hará alguna bellaquería. Dale dos, o tres golpes con la espuela contraria a la oreja que más menea. Pero si mucho menea la cabeza, es por mosca de veras, no por maldad.

Colores del buen caballo.
El morcillo melancólico es pesado y vil.
Ciervo melado es pesado y vil.
De ratón vellori es pesado y vil.
Blanco, flemático, tardío, blando.
Castaño, sanguíneo, alegre, ágil.
Alazano (alazán), como llama, o carbón encendido, ligero, saltador.
Cuando con debida proporción participa de los cuatro elementos, es perfecto.
El rucio rodado, y el blanco con moscas negras.
Castaño de color de castaña.
Rosillo sobre negro, cabeza de Moro.
Alazán tostado.
Castaño dorado, o color de rosa.
Castaño oscuro, con que no sea zaino, que tiene el contorno de los ojos, hocico, ijadas bermejas, y deslavadas.
El alazán de color de carbón encendido, y no de llama.
Rucio plateado con los extremos negros, que son las puntas de las orejas, crines, cola, pies, manos. Y si desde las crines tuviere la lista hasta la cola, es de más valor.
El cenizoso (ceniciento) que tira a pardillo, aunque no tenga los extremos negros, sino solamente los brazos, y las piernas gateadas.
P. Cuántas hormigas llevarán una campana? R. Digo que es pregunta de ociosos: porque aunque ajunten todos los hormigones del mundo, no la llevarán. Decir, que pesen la campana con trigo, y que tantos granos ser´tantas hormigas: pongamos que pesa diez mil granos, pues llevarla han diez mil hormigas? Eso es burla, porque llevarán el peso de ella, cada una su grano: mas a ella no la moverán.
P. Cuántas tejas tiene un tejado? R. Multiplicando las tejas que tuviere una canal, por todas las canales del tejado lo sabréis, pero porque no son iguales unas canales con otras, es mejor las contéis de una en una. (Bravo!)
P. Cuántos granos tiene una fanega (hanega)? R. Creen que pesando las arrobas, y reduciéndolas a onzas, después multiplicando las onzas, y contando los granos de la onza se sabrá. Si los granos fuesen iguales en peso y cuerpo, verdad sería, pero no hay tal.
Admirable cosa fue la de aquellas dos hermosas doncellas de Italia. Estaban en una villa pequeña, y en tiempo de guerra, aguardando cada hora que vendrían los soldados de Moßiur (monseñor) de Lotrech: se concertaron las dos que eran vecinas, de ponerse en los pechos media gallina, y se apartó la una a otra calle a casa de una parienta. Llegaron los soldados con toda furia robando, y como vio uno la hermosura de la una, comenzó de guardarla para sí; defendiéndola de los otros como cautiva suya: y después cuando quiso gozar de ella: dijo, Señor yo quedo muy obligada a V. M. y como tengo el cancero (cáncer de mama) çaratán en las tetas, no creo querrá recibir mi servicio: abrió los pechos, y salió la corrupción del cuarto de gallina, que todo el día había llevado caliente en sus carnes. El soldado de asco, diole un bofetón y fuese. Casi lo mismo acaeció a la otra: y guardaron su virginidad. No me parece serían de esta complexión las damas que me pidieron, les declarase en una tapicería de la duquesa de Calabria: quien era una señora que se arrojaba en la mar: les conté la historia, según la trae Val. Max. de Hippo. Que por no ser forzada de los marineros, se echó. Me respondieron ellas. Echa, y perderás.
Sacó en un torneo un galán por empresa unas matas de ortigas: diciendo.
Estas tienen las maneras
de quien vi por mi dolor:
de esperanza la color,
y las obras lastimeras.
Dijo una a quien le fatigaba mucho.
Cuánto hizo vuestra madre en llevaron nueve meses en el vientre, pues no hay vecindado que os sufra nueve días.   
Púsose el galán capa verde, y dijo.
Traigo esperanza, porque
imposible es mal tan grave,
que no me acabe, o se acabe.
Errado habéis señor Lucullo, porque esta alquería, o cortijo no es buena sino para verano.
R. Señor Pompeyo, las grullas, y cigüeñas lo saben hacer, y yo según el tiempo no sabré mudar posada.
Sacó un galán una capa leonada con manchas.
Cuando de mi corazón
salen manzanillas al paño:
que tal debe ser el daño.

Sacando una fuente y unos fuegos, dijo.
Si agua bastase a matar
mis llamas cuando porfían,
mis ojos me sanarían.
Sacó otro muchos ojos en un repostero.
Que todos pudieran ver,
sólo un bien tenía de ser.
Sacó otro el infierno, y dijo.
Señora vedes me aquí
donde estoy, a vos espero,
yo por lo mucho que os quiero,
vos por lo poco que a mí.
Esta postrera está bien necia, pero mirando el fin que estos necios amantes hacen, muy verdadera, pues al infierno caminan.
De san Bernardo Abad (el cual murió año de *2253( se lee, que tantos milagros hacía después de finado y sepultado, que era sin cuento la gente que venía a su iglesia: por lo cual recibían gran inquietud los monjes del monasterio. Visto esto por el abad, va a la sepultura de san Bernardo, y le mandó por obediencia, que no hiciese más milagros; porque el convento recibía desasosiego con la frecuencia de la gente, que venía a pedir su socorro. Cosa maravillosa, que el difunto obedeció a la voz del abad, y de allí adelante cesó de hacer milagros. Al cual canonizó Alexandre Papa III.
1025. El conde Lupoldo habiendo enojado al emperador Conrado, huyose con su casa a un bosque: pasados algunos años, el emperador aportó una noche a aquella casa donde estaba aquel conde con su mujer, la cual estaba con dolores de parto: y como el niño naciese, le fue dicho al emperador tres veces por una voz manifiesta: Conrado, este niño que nació ha de ser tu yerno. Espantado de aquello, mandó a dos caballeros de los suyos, que tomasen aquel infante de las manos de su padre, y le partiesen por medio, y le trajesen el corazón; porque no se cumpliese lo que había oído: lo cual hicieron los caballeros. Pero habiendo lástima del niño, no lo quisieron matar, mas pusiéronle sobre un árbol en sus pañales, porque no le comiesen las fieras; para que hiciese Dios de él lo que le pluguiese. Estando allí el niño, vino por aquel lugar un duque a caza, y como oyese los vagidos, le tomó secretamente, (aquí cambio hazele por lo hizo, etc) y lo llevó a su casa, y lo hizo bautizar, y le puso nombre Enrique (Henrrique): y dice a todos, que era su hijo legítimo (por cuanto ambos eran estériles, y no podían tener generación) y así le crió con mucho regalo. El cual creciendo se hizo tan dispuesto, y gracioso, que allende de ser muy quisto de todos, se le pidió el Emperador al Duque, para que le sirviese en su palacio y mesa. Pero pensando en sí mismo que aquel infante debía de ser aquel, que él había mandado matar, acordó de enviarle a la Emperatriz unas letras, que decían: En llegando Enrique, le haréis matar, si me queréis bien. Iban estas letras selladas del sello Imperial. Como se parase Enrique en una iglesia para descansar, y hacer oración, puso acaso la barjuleta en que iba la carta sobre un banco descuidadamente. EL clérigo de aquella iglesia, por curiosidad, abrió la barjuleta, sin que el Enrique lo viese, y viendo la carta que había enderezada a la Emperatriz, trabajó de abrirla, sin quebrar el sello. Y como viese aquella traición tan grande, y cuán engañado iba aquel caballero (porque en su aspecto parecía generosos) ralló aquella letra donde decía, que luego le hiciese matar, y puso: En llegando Enrique le casaréis luego con mi hija, si bien me queréis. (mataréis y casaréis es fácil de manipular, pero en la lengua original cómo es?)      
Y tornó a cerrar la carta lo mejor que él pudo, y a ponerla en la bolsa, sin que el mensajero lo viese. Pues va el infante a la Emperatriz, la cual como viese el sello del Emperador, y lo que iba en la letra, pone luego en ejecución el casamiento de Enrique con su hija, y hace hacer muy señaladas fiestas, las cuales fueron tan grandes, que vinieron a oídos del Emperador. De lo cual como inquiriese muy de raíz, y supiese de los caballeros, como no habían muerto al infante, y que el corazón que le habían mostrado, era de una liebre muerta. Item, que el Duque había hallado aquel niño, y cómo había fingido ser su hijo: y cómo el sacerdote sin otro respeto había mudado la sentencia de la carta, le pareció al Emperador, que aquello venía de mano de Dios, y que así estaba ordenado, y aprobó el casamiento.

El vidrio tiene parentesco con las piedras preciosas, y con el cristal. Recibe cualquier color que le dan fácilmente. Es un metal muy puro y limpio, y casi incorruptible: que ni echa de sí mal olor, ni se toma de orín, ni herrumbre: ningún sabor malo tiene, y tocado, no tiñe como los otros metales. Se hace el más claro de arena blanca, tan molida, que se pueda fundir en el fuego. A la cual mezclan una parte de nitro natural, o de sal común, o de sal álcali; que se hace de lejía pasada por ceniza de hierba salada, mezclado todo con un poco de piedra imán, molida en polvo. Otros que no alcanzan estos materiales y jugos, hacen vidrio de dos partes de ceniza de encina, o roble, o fresno, o haya, mezcladas con una parte de arena molida, blanca, y sal, hecha del agua de la mar, y polvo de piedra imán. Pero este vidrio no es tal, ni tan claro como el primero. La ceniza arriba dicha se hace así: Pegan fuego al pie de la encina, o roble, o fresno, o haya, y le dejan le quemar todo el árbol entre sí, en tiempo que no nieve, ni llueva, porque no se mezcle la ceniza con tierra: y por eso en invierno se debe hacer rajas el árbol, y quemar debajo de tejado. Cuanto más blanca la arena, para el vidrio mejor, y por eso el vidrio que se hace de cristal, es excelente: como tenemos experiencia de la India, por testimonio de Plinio.
Entre los vidrieros unos labran en un horno, otros en tres: los que labran en tres, en el primero cuecen los materiales: en el segundo recuecen el vidrio: en el tercero se enfría la labor.
De los jugos que el vidrio componen, el mejor y más excelente es el nitro natural: después en segundo grado el sal de cava blanco, que se trasluce vidrioso: el último grado de perfección tiene el sal vidrio, o sal álcali, que se hace de sosa, o hierba anthillidos, o de otra hierba salada: aunque esto está en opinión, porque algunos dicen que es mejor vidrio el que se hace de sal álcali, o sosa, que no el que se hace de sal de cava, o sal gema. 
De creer es, que rabian algunas veces los gatos como los perros (enfermedad rabia), pues de uno que mordió vemos memoria en la muerte del que tiene el epitafio en nuestra Señora del Populo en Roma: dice así.
Hospes disce novum mortis genus: improba felis
Dum trahitur, digitum mordet & intereo.
Si tienes algún hormiguero que te fatiga: pon a la boca de él la hierba heliotropio menor, y todas las hormigas morirán. 
1479. Los reyes católicos hicieron paz con el rey de Portugal. Cortes en Toledo: examinaron las mercedes que el rey don Enrique había hecho del patrimonio real. Fue jurado el príncipe don Juan. Nació a 6 de noviembre doña Juana (la loca), que después fue madre de Carlos V (Carolo.5.). Fue dado título de marqués de Moya, al mayordomo don Andrés de Cabrera.
1498. Fue jurado por príncipe de España el rey don Manuel de Portugal, y su mujer la reina princesa doña Isabel, hija mayor de los reyes católicos: y por muerte de esta reina y don Miguel su hijo, fueron jurados don Felipe (el hermoso) y doña Juana, padres del Emperador Carolo.5. Lo cual se hizo. 1502.
Volviendo de Nápoles don Gonzalo Fernández de Córdoba en Saona en la mesa con el rey católico (Fernando II de Aragón), fue llamado Gran Capitán, por el rey Luis de Francia.
Conquistó el rey católico enviando al cardenal fray Francisco Ximénez (Cisneros), y con el dinero del mismo cardenal Maçalquivir (o Maçalquevir más arriba), Bugía, Tripol, Melilla, Cacaca, y Orán.  
El Emperador Enrique año 1002 oyendo una vez misa de un sacerdote muy disforme, estaba maravillado de tal y tal gesto, tan ajeno de los otros hombres. Pero como aquel sacerdote fuese hombre de Dios, fuele revelado el pensamiento que de él tenía el Emperador: y le dijo. Scitote, quoniam dominus ipse fecit nos, & non ipsi nos.
Las lumbres de san Telmo.
Habiendo tormenta en la mar, los marineros hacen lumbre, y se arrodillan, lloran, llaman, y porfían, que es san Telmo; y que les aparece san Telmo. No contentos con esto, unos juran que han visto caer gotas de cera verde: otros afirman que esta cera es de tanto color, que aunque cae de la gavia derrite la brea, o pez de la puente de la nao, y otros semejantes desatinos. Pero acordándome de lo de Castor y Pollux: escribe  Plinio, digo, que ver esta lumbre, o parecer, es cosa natural, y no sobrenatural. Al capitán Bezerra (Becerra) acaeció estando la armada Cesárea sobre Coron, con su compañía de soldados, hubo tormenta, y pareció en ella esto que dicen san Telmo: sucedió que este resplandor descendió a parte que el capitán pudo llegar de ligero, y queriendo con la capa tomar la lumbre, resultó que era una gota pequeña de agua, o taroz, que los de la mar ven en tiempo de calma en verano: y cesó de más parecer san Telmo. El capitán quedó corrido de la burla, y los hombres de mar entendieron no ser milagro. La opinión de los marineros que se acuestan a decir, que es san Telmo: pudo ser, que tomase principio desde san Erasmo obispo de Nápoles, el cual no sólo después de muerto, mas en vida ayudó a los marineros que le pedían socorro en las tormentas. Este nombre de Erasmo dicen los de Nápoles Eremo: y por discurso de días, quitada una e, por síncope, ha quedado en el nombre de san Ermo. Los españoles, que jamás saben guardar vocablo ajeno, o extranjero, le llaman san Telmo, la r convirtiéndola en l (más la T inicial). De este san Telmo, que los marineros dicen, ni hay escritura que hable, ni autoridad que lo confirme. Oigo decir, que los frailes predicadores tuvieron un religioso de buenas costumbres y loable vida, que se llamó fray Pero González natural de Galizia (Galicia), y que viendo nuestro señor hizo por él algunas maravillas: y este es el que resplandece y da luz en sus santos, y por sus santos: como dice David. Mas si este siervo de Dios fue fray Pero González, cómo será san Telmo. Está la dificultad, que de esta lumbre de que hablamos, hay escrituras más antiguas que la ley de gracia, y advenimiento de Cristo en carne, que dan testimonio de ella. Virgilio (pone Vergilio) dice, que apareció este fuego sobre la cabeza de Julio Ascanio. Tito Livio (Titoliuio pone) afirma que apareció sobre la cabeza de Servio Tullio sexto rey de romanos. Pomponio Attico dice, que Roma se comenzó a edificar en el tercer año de la tercera Olimpiada: esto es, en el deceno (décimo) año de Ioathan rey de Iudea: y de la creación del mundo, de 3201 años: y 729 años, antes que Cristo nuestro redentor naciese. Los reyes de Roma fueron siete, y reinaron 244 años. Eusebio dice que. 246. Servio Tullio reinó 44. Y Tarquino el soberbio 25. después de él. Así que descontando estos años; parece ser claro lo que digo: y aunque no se descontasen, lean a Diodoro Siculo escritor antiguo: lean a Plutarcho, *Cheronce, lean Aristóteles, y otros antiguos, que sobre esto escriben, y hallarán, que si son anexas a la mar las tormentas, en las tormentas parecen estos resplandores, o lumbres: y no sólo parecieron a gentiles, mas el día de hoy la ven con tormenta turcos y moros. Cuando aparece una sola lumbre, se tiene por mal señal: y de aquí dijo Propercio. 
Candida foelici solvite vela toro.
Decimos que es la causa, que siendo mucha la tempestad que se levanta, ahoga la exhalación: aunque todavía por la parte que menos le acosa, parece. Cuando hay dos lumbres, es señal que en el aire hay abundancia de humor grueso; y denota que es bastante a consumir la materia de la tempestad, o que la tempestad va cesando, y el humor grueso se enseñorea. Mas acaece, que apareciendo dos lumbres, puede haber tormenta, y apareciendo una, no será tan grande. Y muchas veces viene tormenta, sin que lumbre alguna se vea. La ciega gentilidad a estos Castor y Pollux colocó en el cielo en el signo que llaman los astrólogos Géminis. Quédanos a responder a una réplica. Los marineros que dicen que jamás hombre ve esta claridad, que no escape del peligro. A esto digo, que muchos pueden ser, y ven las lumbres, y peligran, y se ahogan: y con esto no hay quien lo diga: que si los ahogados hablasen, dirían haberla visto. Debe el sabio cristiano marinero traer la conciencia limpia de males: invocar el auxilio de Dios, y de su bendita madre, llamar los santos, poner los ojos en el cielo: y decir con el Propheta. Salvum me fac Deus, quoniam intraverunt aquae usque ad animam meam.

Pero si en esto que he dicho de S. Telmo, hay otra cosa que tenga y mande seguir la Iglesia, yo me someto a corrección, y protesto pasar por ello: mas mientras no me constare, voy siguiendo en esto la razón natural, que lo manifiesta, y a la verdadera teología, que no admite por milagro lo que por causa natural se hace.

Fin del borrador.


Del estilo y composición.

Hasta ahora hemos tratado de las habilidades de un buen Humanista, sólo queda, que te quejaras cómo me he dejado la parte más necesaria, y de que hoy se tiene más cuenta, que es el modo de componer, y hablar latín, según Cicerón, Paulo Manucio, Dionisio, Lambino, Leonardus Malespina, Sebastiano Corrado, y otros que bien lo hablan. Pero esto queda para aquella obra, donde lo traté ya en un diálogo castellano: llámase el libro, De imitatione Ciceronis. Aunque me salió tal aquella impresión, que pasan de doscientos falsos, parte de mi descuido e ignorancia, o prisa: parte del oficial de la imprenta (emprenta). Y también por haber dado crédito a algunas cosas de Erasmo, Cornelio Valerio, y semejantes. Porque habiendo leído en sus obras, que Rimas agere, no se podía decir, asentelo en mi libro: después hallelo en las Epístolas ad Atticum. Sentí esto mucho, que tales hombres no fuesen de crédito. Pero en fin fragilidad es, que a todos nos toca. Yo aparejo ya la segunda impresión, con la enmienda de las faltas, y con adición de muchas cosas delicadas, Deo duce: allí verás cómo has de componer.
Tengo asco de algunos españoles, que como cosa muy extraña, y muy nueva, me alegan para componer, trasladar una epístola de Cicerón, y después volverla a componer sin libro. El que primero inventó esto, fue Ioachimo Camerario: pero otros primores hay, que no es esa sola. Al fin del segundo libro de mi Elocución hallarás, que pongo 108 modos de ejercitar el estilo. Entre tanto procura de llevar en la mano a Nicolaus Liburnus de Elocutione.      


De la lengua griega.

No te aviso de la lengua griega, porque estando en aldea, si tu maestro no es griego, sería gran confusión tomarla con propio trabajo: todavía para venir a ciudad, sería gran descanso traer las declinaciones, y conjugaciones decoradas: porque en la ciudad con tanto estruendo y ocupaciones, es fuerte cosa ponerse a decorar. Tomarás la cartilla, que llaman Alphabetum Graecum, y mirando en la primera página, buscarás las letras, y procurarás de escribir alguna copla que sabes de coro, y así sabrás leer presto. Ejemplo. Por aquel postigo viejo, que nunca fuera cerrado: sabes esta copla, vas te cansando de tus estudios a pasear al río, en la arena con el dedo puedes escribir buscando en la cartilla P, como se hace, hallas = *gr, después la O, hallas *gr, y la R, hallas *gr, así las demás, y escribes *gr , cuando “te se te” olvida la figura, o nombre de la letra, la misma copla que sabes decoro, te vuelve a ella. Donde tienes de poner u, consonante, pondrás b. Porque Guillermo Budeo cuando escribe en griego a Erasmo, hablando de Luis Vives, lo escribe con b *gr Si te quieres vocal, pondrás *gr Entendida la cartilla, que es fácil de decorar de mi Enchiridion Graecae linguae, diez, u once hojas, que son chiquitas como de horicas: y cuando llegues a ciudad, tendrás gran parte del camino andado, y podrás con menos fatiga oír hebraico, porque si todo lo guardas, para cuando llegares a escuela universal: ahogarte has en quererlo tomar todo junto. Dice Ioachimo Fortio, Lingua Graeca usque adeò est necessaria, ut vix quemquam eruditum dixerim, qui eam ignoraverit.


DE LA HISTORIA.

Muchas cosas ignoran los de la aldea, no por su culpa, pues tienen afición, y lo procuran con diligencia y dinero; pero les falta guía.



Muchas cosas ignoran los de la aldea, no por su culpa, pues tienen afición, y lo procuran con diligencia y dinero; pero les falta guía. A mí me acaeció querer saber qué cosa era nata mortis, o media annata, y nunca en mi patria hallé quien me lo declarase. Leyendo por mi particular estudio los comentarios de Erasmo, sobre el Catoncillo, hallé Pandorae Pixis, pedilo a mi maestro, pasados tres días me dijo, que no hallaba cosa alguna. Son estas tales, que no han menester ingenio, sino saber qué autor los trata. Para esto te servirá este mi trabajo, y no tendrás la congoja que yo tenía: que aun para saber qué cosa era el Perú, no podía ayudarme de maestro ni autores, porque no sabía quién lo trataba. Aquí entenderás cualquier antigualla que ignorares, dónde la has de hallar.
Yo hice para mí un catálogo muy grande; acaeció después, que el santo oficio prohibió muchos, los he borrado con diligencia: si alguno se me ha pasado entre los ojos, poco trabajo tendrás en borrarlo.
Y porque no tomes fríamente este mi trabajo, te quiero contar la excelencia de la historia. Hizo tant caso Cicerón de la historia, que osó decir, Nescire autem, quid antequam natus sis, acciderit, id est, semper esse puerum. Y tuvo razón, pues ella tiene tanta fuerza, que hace que en las cosas pasadas estemos tan presentes, como los que las vieron, o trataron, de niños hace viejos, y si falta, de viejos niños: como lo dijo el sacerdote de Egipto a Solon, y muestra bien su retrato; cuanto provecho trae a los que la aman.
El deleite que nos da, se ve, que una conseja que sabemos ser patraña escuchamos con atención, porque parece a la historia; y dejamos el comer, dormir, y otras cosas semejantes, por ver en qué paró la aventura de Richardeto con la hermosa Flor Despina, don Duardos y Flerida, Maymonda y Camilote, y semejantes mentiras, que nos leen, o cuentan en ciudad, o caminando.     
El provecho de la historia quien no lo entiende contemplando cuánto es necesaria?
si no (fuese) por ella, ni sabríamos quién es nuestro padre, o abuelo, qué derecho tenemos en tal alquería, o viña, en qué región, o tierra habitamos, cómo llegamos a ella. Para la república vale tanto, que no se puede explicar (y más para los republicanos). Dice Cicerón, que Lucio Lucullo fue a conquistar a Asia, sin habilidad alguna en armas, y que todo el camino y navegación ocupó en la historia, y preguntar. Cuando ya fue el tiempo de la batalla, dijo Mithridates su contrario, que nunca tan extraño capitán había visto. Dice Lampridio, que el Emperador Alexandre Severo, siempre que tenía alguna duda en la consulta, llamaba hombres versados en historia. Y a la reina Zenobia ilustró más la historia, que no los vasallos que tuvo: y la causa principal que los filósofos de nuestro tiempo sacados de su libro, no son buenos para el trato de la república, y conservación de la gente: es porque carecen de la historia, madre de prudencia.
Objeción.
No vale ya cosa alguna la historia, porque todo lo antiguo está mudado, ni el comer, ni vestir, edificar, o hacer guerra, o gobierno de república va como solía; luego no me aprovecha saber la historia de aquellos tiempos?
Respuesta.
Bien concedo que las cosas que penden de nuestra voluntad, o habilidad e industria se mudaron, y mudan de cada día, pero las causas de los afectos de nuestros ánimos, y cosas naturales no se mudan, lo cual, aprovecha más entender, que no buscar cómo se vestían, o edificaban los antiguos. Qué cosa hay más provechosa, que saber de qué cosas se incitan nuestros afectos, o se aplacan? Para ver el bien, o el mal que a otros causaron: y que de ahí tomes ejemplo y experiencia en cabeza ajena. Cuanto más que en lo mismo que ellos usaban, hay provecho, sabiendo por qué lo hacían, y por qué hoy no, y también para que a imitación de ellos adobes, o enmiendes tus cosas. 
Y volviendo al propósito, ni las artes, o disciplinas pueden tratarse sin historia. La medicina toda es historia, que cuenta cómo curaron a fulano, o zutano, o Galeno, o Hipócrates, o el que hizo las Centuras en filosofía moral, más aprovecha un ejemplo que un precepto: más nos mueven a ser constantes las historias de los mártires, que todos los consejos de los teólogos, las sentencias, refranes, apotegmas, y aun toda la ciencia de las leyes, a la historia las debemos. La fe cristiana, la mayor parte es de la historia del Génesis de Moisés, y de los cuatro sagrados Evangelios. 
Has de procurar de tierna edad darte a ella, porque mejor te quede en la memoria, aunque más se gusta en la edad varonil, pero como no es cosa de ingenio, y las ocupaciones entonces son graves, hallo en mí, que mejor me acuerda la vida de Aníbal mal entendida en Plutarco, que no la que ahora leo del gran capitán en Paulo Jovio. Digo mal entendida, porque como los intérpretes de Plutarco son duros, muchas cosas se me iban por alto cuando yo era muchacho; pero el deseo de saber en qué paraba la historia, me hacía andar la posta: y todavía me quedó tanto, que después con poco trabajo, tenía andado el camino.

Consejo de Quintiliano en leer historia.
Receptas historias exposuisse satis est, persequi autem quod quisque unquam, vel contemptissimus hominum dixerit, aut nimiae miseriae, aut inanis iactantiae est: & detinet atque obruit ingenia meliùs alijs vacatura.

Catálogo de historiadores en todas lenguas.

Abbatis Vespergensis Chronica.
Abdiae Babyloniae Episcopi, historia Apostolorum.
Aristeas, de 70 intérpretes.
Aelij Lampridij, de vitis Principum.
Aelij Spartiani, de vitis Imperatorum.
Aemilij Probi, de vitis Imperatorum.
Agatiae, de rebus Iustiniani lib. 5.
Rabbi Alphes, de Iudeis.
Alberti Krandtzij, Chronica regionum Aquilonarium. Daniae, Suetiae, Noruegiae, &c. 
Ammiani Marcellini, de Imperatoribus.
Andrea Moro, historia della fetto Mahometana.
Argentón, de le Chroniche de Francia.
Adón Viniensis, Chronica.
Andreae Ful. Sabinl (o Sabini), de antiquitate Romae.
Antonij Bonfini rerum Ungaricarum lib. 30.
Archilochus de temporibus.
Appiani de Gestis & triumphis Romanorum.
Apollodori Bibliotheca.
Arluni Bernardini, ab origine urbis Mediolanensis. lib. Sectiones. 3.
Arnoldus Feronbius, de rebus gestis Gallorum. lib. 9.
Alexander Benedictus, de memorabili praelio ad Tarrum amnem.
Arrianus, de Gestis Alexandri Indica historia, & expeditio Cyri.
Aulus Hirtius, de bello Alexandrino.
Agatharchidis, & Cresiae antiqua historia, cum praefatione Henrici Stephani.
Alexandri Sardi Ferrariensis, de moribus gentium.
Agathias, de bello Gothorum. 
Antonij Nebrissensis (Antonio de Nebrija), Chronicon regum Catholicorum.
Aquila Volante.
Annales de Zurita, de la Chronica de Aragón en dos tomos.
Antiquità de la religione antiqua di Romani, per Micer Gabriel Simeone.
Augustin Justiniano hizo las Chronicas di Génova.
Andrea Gambino, escribió Comentario de los Turcos.
Antonio Cornazano della vita de Christo.
Albicante, la guerra di Piamonte.
Antiquità di Verona del Torrella.
Baptista Platina de vitis Pontificum.
Benedictus de Acoltis de bello Christianorum, contra bárbaros.
Bocatius de Viris Illust. (Boccaccio)
Berosi Chaldei, lib. 5. antiquitatem cum Ioannis Anniij Viterbij Commentarijs.
Blondi Flavij Decades, de gestis Romanorum de Roma Triumphante, & Italia illustrata, & historia ab imperio Roman inclinato.
Bonaventura Castilioneus de Gallis.
Blasij Ortisij, descriptio templi Toletani.
Bernardi Scardonij de antiquitate Patavij. 1560. Basileae.
Beda de temporibus.
Bernardo Guistiniano del origine de Vinegia.
Bernardi Corij, vitae Caesarum.
Baptistae Fulgosi, de dictis & factis memorabilibus.
Brusonij.
Bartholomaei Marliani.
Bartholomaei Faccij de reb. gestis Alfonsi Regis, lib. 10.
Biblia Sacra.
Caroli Signi fasti consulares, item de Rep. Atheniens. Item de antiquo iure Italie, & civium Romanorum.
Calchondylae Graeci de rebus Turcarum.
C. Julij Caesaris (Julio César) Commentaria.  
C. Sempronij de origine Romae.
Cornel. Nepos de illustribus viris.
C. Suetonij de vitis Caesarum.
Coriolani Caepionis Dalmatae de Petri Mocenici Imperatoris gestis lib. 3.
Christophori Mylei de conscribenda universitatis rerum historia lib. 5.
Christophori Bruni supplementum in Q. Curtium. (Quinto Curtio)
Christophori Riquery de rebus Turcarum.
Compilación de las batallas campales, que son contenidas en las historias escolásticas, y de España. 
Commentarij di Gabriel Simeone, sopra alla tetrarchiae di Venegia, Aulano, Mantua, Ferrara, in 8. Ven. 1546.
Comentario de los Turcos de Paulo Jovio.
Comentarios de Alvar Núñez Cabeza de Vaca.>
Crónica de España del maestro Pere Antón Beuter.
Crónica del rey don Alonso el Sabio.
Crónica de los frailes menores in folio. 1566.
Crónica de Florián Docampo.
Crónica del rey don Fernando el santo, y don Alonso el sabio, y don Sancho el bravo, y don Fernando el cuarto.
Crónica de mosen Tomich. (Tomic)
Crónica del rey don Alonso el onceno.
Cuspiniani de historia Austriae, & Comment. in fastos.
Crónica de Aragón, por fray Gauberte Fabricio.
Crónica de España per Pere Miquel Carbonell, en catalán. (Fue archivero del ACA)
Chronique del Simoneta.
Crónica de España de Diego de Valera.
Cid Ruy Díaz en Romance.
Conde Fernán González, con la muerte de los siete infantes de Lara.
Commentarij di Galeazo Capello.
Commentari de le cose de Italia del Trisino.
Conquista de Ultramar.
Caída de príncipes de Juan Boccaccio.
Claras mujeres de Juan Boccaccio.
Conquista del peñón de Baltasar de Collaços, impresa en Valencia. 1566.
Cose maraviglose di Roma.
Conquista del Perú de Zárate.
Comentario del Simeón.
Conquista de Navarra (pone Nauara, Navara) de Luis Correa.
Conquista del Perú de Cieça.
Carlo Famoso.
Crónica del rey don Pedro primero.
Conquista de Rodas.
Congiuration de Geldresi.
Conquista de Malta.
Dionis, historia Troiam non fuisse captam.
Dictionarium historicum, impreso in 4. anno. 1567.
Dictis Cretensis, & Dares Phrygius de bello Troiano.
Diodori Siculi Bibliotheca.
Diógenes Laerttius (Laercio), de vitis Philosophorum. 
Dionysii Halicarnessei de antiquitatib. Roman. lib. 11 (o 2, II).
Dionis Coccei, historiae Rom. lib. 22.
Donati Boßij Mediolanensis, de historia ab orbe condito, usque ad annum 1492.
De conseribenda historia ventura, Caco auctore. 1563.
De rebus Turcarum autores. 24 scilicet Theodorus Gaza, Egnatius, Volfangus Dreschelius, Andreas Lacuna, Isidorus Rutenus, Coriolanus, Caluetus Stela, &c. 24.
Descriptio terrae sanctae, per Bernardum de Bendembayh.
Descriptio terrae sanctae, per Borcardum Almam, ordinis Praedicatorum, unà cum virga directionis Ecclesiasticorum.
Descripción del reino de Toledo, por Alcocer.
Discorso sopra la vita de la gloriosa virgine María de Loreto en Bologna. 1556.
De la disciplina militar de los Romanos, por Guilelmo Coul, con sus figuras en francés, e italiano. 
Donato Guatnoti, de la Rep. de Venetia.
Década de Césares de Guevara.
Diálogos de Núñez de Alva (Alba), con algunas historias.
Dorothei Tyrij de Prophetis & discipulis Domini, cum annotationibus Petri Galesini, Romae in fol. Pauli Manutij. 1564.
Ennapij vitae Caesarum, Philosop. & Sophistarum Graecè.
Eusebij historiae sacrae lib. 10.
Eutropij de Gestis Romanorum.
Elegía clarorum virorum Pauli Iovij.
Epiphanius, de vitis Prophetarum.
Espejo de varones ilustres de fray Alonso de Madrid.
El rey don Rodrigo de España.
El vellocino dorado, y orden del Tuson (toisón) in 4. 1546.
Exemplorum Memorabilium lib. Andreae Eborensis Lusitani. Va junto con el primer tomo de sus sentencias.
El arzobispo de Florencia, o summa Antonini.
Episcopus Foro Semproniensis de ratione annorum.
Enchiridion de los tiempos, de fray Alonso Venero, en Burgos, 1551.
Empresas de Paulo Jovio.
Franciscus Petrarcha, de illustres varones. Item de la vida de Pontífices y Emperadores. (Francesco, Francisco Petrarca)
Fasciculus temporum.
Festi Rusi, epítome Romanae historiae.
Freculphi Episcopi Chronicarum, tom. 2.
Francisci Taraphae Barcinonensis de Regib. Hispaniae.
Flavij Vopisci, Vitae Principum.
Frosardi historia Galliae.
Fides, Religio, moresque Aethiopum sub imperio pretiosi Ioannis, item Deploratio Lappianae gentis Damiano à Goës equite Lusitano auctore. 1541.
Francisco Guiciardino, de la historia de Italia.
Fray Pedro de Chaves, de la vida de santa Magdalena.
Francisci Patrici, Dialogus de historia.
Francisci Robortelli, de vita & victu Populi Romani. in folio. 1559.
Guilelmi Postelli de Ethrurie originibus.
Gerardus Moringus de vita Adriani. 6.
Gregorij Turonensis historiae Francorum, & Martyrum, & Ecclesiae. lib. 10. Parisiis. in. 8. anno. 1561.
Galeatius Capella de bello Mediolanensi, & historia sui temporis.
Galfridi Monemutensis de Gestis Britannorum.
Gennadius de viris illustribus.
Gemisthi Plethronis, de gestis Graecorum, lib. 2.
Georgij Monachi, Chronica Graecè.
Gallorum insubrum antique sedes.
Gildas Britannus historiam Britannorum scripsit.
Guilelmus Caxthon Anglus Chronica mundi.
Guilelmi Paradini, nostrae memoriae, historia de antiquo statu Burgundiae, historia Britanniae, seu Angliae.
Georgi Vapineri, de admirandis aquis Vulgariae. (Bulgaria)
Guilelmi Parvi Angli de Normanorum Regibus.
Guilelmi Tyrij, historia belli sacri.
Guidonis exemplorum liber.
Guerra de Alemaña del capitán Salazar.
Gliamori di Almenio Fiorenza in. 8. anno. 559.
Guerini Pisonis de Rom. & Venetorum Magist. 1563.
Gaudentij Meruel de Gallorum antiquitate.
Gerardi Bucoldiani, historia de puella, quae sine cibo et potu vixit.
Guerra Troyana di Guido Giudice di Messina.
Gismondo Paoluccio de la guerra de Tunisi.
Giovani Villani, historia Florentina.
Giorgio Trißino, Commentario de le cose de Italia. 
Giovanni Antonio Menavino, del costumi de Turchi.
Grandezas de España, del doctor Pedro Medina.
Germanorum, historia Lamberti monachi in 9. Tubingae. 1533.
Haymonis Albestratensis, sacrae historiae epítome, va junto con Sulpitio Severo in fol. Rom. 1564. Pau. Ma.
Heliodori historia Aethiopiae Latinè.
Hadriani Barlandi de rebus gestis Brabantiae.
Hegesippi historia Iudaeorum.
Henrici Glariani chronologia in Roman. histor.
Hermannus Comes de origine Priscorum Francorum.
Hermanni Contracti Chronica.
Hermanni Dalmatae, Chronica Turcarum.
Hermeae historia Ecclesiastica Graecè.
Hermolai Barbari praecepta historiae.
Huge Falcandus de historia Siciliae.
Herodiani vitae Imperatorum.
Herodoti, historiarum lib. 9. & vita Homeri.
Hieronymi Pauli, de Fluminib. Hispaniae.
Honorij Chronica.
Horatius Nucula, de bello Aphrodisiensi.
Huldricus Mutius, de Germanorum origine.
Historia pontifical del doctor Illescas.
Historia imperial de Pedro Mejía.
Historia de los turcos, de Roca Caballero valenciano.
Historia del marqués de Pescara, Próspero Colona, Borbón, Lanoy, Hugo de Moncada, príncipe de Orange, Antonio de Leyva, marqués del Gasto, en Zaragoza, 1557.
Historia de Mantua, de Mario Aquicola.
Historia de Cypriani Manente.
Historia di Bologna, di Leandro Frate.
Historia Catholica di tempi nostri, del señor Fonteno. Venetijs. 1563.
Historia de Aurelio, e Isabella en toscano.
Historia de Indias portuguesas en diez libros, de Fernao Lopez de Castanheda. 1544. en Coimbra.
Historiae de Berry. 1566. Gryphio.
Historia mundi cum figuris.
Historia de la república de Génova, por Augustino Justiniano, en italiano.
Historia de las cosas de Aethiopia, por Francisco Álvarez. (Etiopía).
Historia de las Indias, y conquista de México, por Francisco López de Gomara.
Historia di Verona.
Historia de Milán, Mantua, y Ferrara, y vidas de los doce vizcondes de Milán, por Gabriel Simeone en italiano.  
Historia del reino de Nápoles.
Historia de los turcos de Francisco Sansovino, en italiano. 
Historias de Nicolo Macciavello Florentino. (Maquiavelo)
Iacobi Picardi Celtopedia.
Iacobi Piccolomini Cardinalis, Epistolae & Commentarij & historiae sui temporis.
Iacobi Bracelli Genuensis, lib. 5. de bello Hispánico.
Iacobi Fontani, de bello Rhodio.
Iacobi Meyeri, Chronica Flandriae.
Ioannes Simoneta de los duques de Milán.
Ioan. Calvetus Stella, de capto Aphrodisto.
Iacobi Poggi, de rebus gestis Florentinorum.
Iacobi Viumphelingi, epítome rerum Germaniae.
Ioachimi Perionij, vide supra, pág. 35.
Ioannis Antonij Campani, de reb. gestis, Andreae Brachij. lib. 6.
Iosephus (Josephus, Josefo) de bello Iudaico (judaico), & antiquitate. 
Ioannis Boemi, de moribus gentium.
Ioannis Genesij Sepúlveda, de ratione annorum.
Ioan. Curopalati Synopsis, historiarum Graecè.
Ioan. Monachi Demasceni, de reb. gestis, in Perfide.
Ioan. Quintini Hedui Commentaria rerum quotidianarum. Italia liberata del Trißino.
Ioan. Michaël Bruti, historia Florentinorum.
Itinerario del Vartema.
Ioannis Magni, de Regibus Gothorum.
Ioannis Vasaei Chronicon Hispaniae.
Intrata della Duchisa de Urbino in Venegia. 
Ioannis Trittemij de scriptoribus Ecclesiasticis.
Ioannis Lelandi Antiquarij, de antiquitate Anglorum, lib. 50.
Inscriptiones veterum lapidum Hispaniae, Fr. Llançol.
Ioannis Lucidi Samosathei, de emendationibus temporum.
Ioannis Maioris historia Maioris Britaniae.
Ioannis Naucleri Chronica.
Il Princi dil Macchiavello. (El Príncipe, de Maquiavelo)
Iacopo Segalino, la giostra de Grescia.
Ioannis Stella, de vita Pontificum à D. Petro, usque ad Julium.2. id est, anno 1503.
Ioan Cándido, de la historia de Aquileya.
Intrata del figliuolo dello Imperatore in Genoua.
Ioannis Trithemij, Annales Regum Francorum.
Itinerarium provintiarum Antonini.
Ioannis Zonarae Alexandri vita. Item historia ab exordio mundi.
Iornandis Castalionis Gothorum historiae. lib. 2.
Iesippus, vel Iosephus compend. historiae Iudaicae.
Iulij Capitolini Caesares.
Ioannis Xiphilini, epítome Dionis.

Lamberti Hortensij secessionum civilium lib. 7.
Lamberti Schasnaburgensis historia Germanorum.
Leonardi Aretini historia Romana, Italica sui temporis, rerum Graecarum bellum Gallicum & Illyricum.
Leonardi Chiensis historia captae Constantinopoleos.
Lilij Gregorij Gyraldi historia Poëtarum. Item de Poëtis nostri temporis.
Lucij Flori historia cum annotationibus Ioan. Camertis.
Ludovici de Bononia de gentibus Meridionalibus.
Ludovici Regij vita Budaei.
Lucij Marinei Siculi (Lucio Marino Sículo) de laudibus Hispaniae.
Ludovici Romani Patritij peregrinationis suae historia.
Lintphrandi Ticniensis de Imperatoribus Europe lib. 6. 
Laurentij Vallae (Lorenzo Valla) de Rege Ferdinando (Fernando).
Don Luis de Ávila de la guerra de Alemaña (Alemania).
Las quejas y llanto de Pompeio, y la muerte del hijo del gran Turco, en Anvers. in 8. año 1554. 
Les grandes Chroniques & annales de Nicole Gille. 1538 de Francie.
Los ilustres de España por Hernando del Pulgar.
Los dichos y hechos de don Alonso rey de Nápoles.
La vita di Pittori per Giorgio Pittore.
La librería del Domni Florentino en italiano añadida. 1558. 
Los 224 varones ilustres de Sedeño.
Manasses Chronica Graecè.
Manasses Cyri chronica politicis versibus Graecè.
Marci Antonij Sabellici lib. 33. de historia Venetorum. Raphsodiae historiae Enneades. 11.
Manuel Chrysoloras de antiqua Roma Graecè.
M. Portij Catonis fragmenta de originib. Romae.
Marini Barletij de reb. Georgij Castrotij adversus Turcas, lib. 13. & de vita Scamdemberch.
Mattaei Palmerij temporum & historiarum continuatio.
Maximi Episcopi Taurinensis historiae Evangelicae lib. 3.
Melchior Stoflerus de bello Pannonico.
Messalae Corvini de progenie Augusti libellus, & historia Romana.
Metathenis Persae de indicio temporum, & animalium Persicorum fragmentum.
Michaël Coccinius Tubingensis de bellis Italicis.
Michaèlis Ritij Neapolitani de Regibus Francorum lib. 3. Hispan. lib. 3. Hierosolym. lib. 1. Ungariae lib. 2.
Michaèlis Sicidotis historia Graecè.
Myrsili Lesbij de origine Italorum, & Tyrrhenorum.
M. Antonij Sabellici exemplorum liber.
Moscovitarum historia, legationes, &c, Pauli Iovij, & aliorum, en un mismo libro Signismundi liberi.
Marliani annales Consulum, in fol. Romae. 1560.
Magistri Alberti Chronica.
Martini Cromeri de origine, & rebus gestis Polonorum, lib. 30. cum praefatione Francisci Robortelli, Basileae in fol. Ioann. Oporin. 1558.
Mambrino (o Manbrino) Roseo ha añadido en italiano dos libros muy doctos a la Silva de Mejía, y ha escrito de Emperad.
Memorial de cosas notables del duque del Infantado.
Mujeres ilustres modernas de Ioseph Betusso en toscano.
Marco Guazzo de la historia universal del año 1524 hasta 1544, en italiano.
Nicephori Callisti Xantopuli Ecclesiasticae historiae lib. 17. interp. Ioan. Langi, Basileae, 1553.
Nicephori Gregore lib. 11. Romanae historiae, Graecè. Item Compendium historiarum. De Bizantina historia.
Nicetae Choniatae histor. de regnis Manuel. Connenij. lib. 7.
Nicolai, aliàs Laconici, lib. 10. historiae Turcicae.
Nicolai Leonici de varia historia, lib. 3.
Nicolai Villagagno equitis Rhodij expeditio Caroli Imperatoris ad Argieram.
Nilus historicus Graecè.
Navigacion di le terre nove.
Novus orbis, in folio, Basileae, de muchos autores.
Nicholao Macchauello sobre la primera década de Tito Livio, en italiano. Discursos del mismo en castellano, dirigidos al príncipe don Phelippe.
Olaus Magnus de gentibus Septentrinalibus.
Othonis Frisigensis ab Origine ad sua tempora lib. 8. De gestis Friderici lib. 2. & Austrica historia.
Onuphrij (Onofre) Panvini Romanorum Principum in comitijs eligend. lib. Item numismat. Impera. Item de Rom. Imperio. Item ludi seculares. Item Pontificum viatae, & fasti consulares.
Opus historiarum nostro seculo convenientissimum, & in 8. Basileae 1541. Van aquí impresos los siguientes. 1. La descripción de Malta, de Juan Quintino. 2. La victoria del rey de Polonia contra el Vayuoda de Maldauia (Moldavia) tributario del Turco, a 12 de agosto año 1531. Ioannis Garzonis Bononien. de reb. Saxoniae (Saxen). Thuringiae (Thüringen), Libonotriae, Misnae, & Lusatiae li. 2. 4. Hist. Batavica cum appendice de vetustissima nobilitate Regum, ac gestis Germanorum. Raphsodo Gerardo Noviomago. 5. Moscovitarum iuxta mare glaciale Religio ad seren. Pincipem Ferdinandum Archiducem Austriae, D. Ioanne Fabro autore, anno 1526. 6. De miserabili Monasteriensium Anabaptistarum temeritate et excidio, libellus Antonij Corvini. 7. Narratio stragis Heidelbergensis. 8. Conradi Vecerij de seditionibus Siciliae historia. 1516. 9. Eiusdem de Imperatore Henrico. 7. libellus. 10. Publij Callimachi Experientis Attila. 11. Historia persecutionum, quas in África olim circa divi Augustini tempora perpessi sunt sub Genserycho & Hunerico Vandalorum Regibus: cui inserta est piissimi Eugenii Episcopi confessio. 12. Gildas sapiens Monachus de excidio & calamitate Britanniae. 13. Ioannis Crispi Aegei maris, Naxique Duck clades, epístola ad Paulum. 3. & Carolum. 5. declarata. 14. Ioannis Regis Portugalliae epístola de rebus gestis in Oriente, ad Paulum. 3. 15. Emanuelis Regis Portugalliae de victorijs in àfrica, ad Leonem decimum. 16. Dieghi Pachechi (Diego Pacheco) iurisconsulti oratio in praestanda obedientia pro Emanuele Rege Leoni. 10. 17. Ad Iulium. 2. in obedientia illi praestita pro Ludovico.12. Gallorum Rege per Michaëlem Riccium Neopolitanum Oratorem Regis. 18. Historiae encomium per Andream Alciatum.
Pandulphi Collenutij compendium historiae Neapolitanae. 
Pauli Aemylij de gestis Francorum. Si le compras grande in folio de Voscasano, va junto a él: Arnoldi Feronij de Francisco Valessio Gallorum rege: item, Ioannis Tislini chronicon.
Petri Belloni de admirabili operum antiq. praestantia. 
Pauli Diaconi Longobardi historia. lib. 6.
Pauli (leo Pouli) Ionij de illustribus viris Angliae. Historiae sui temporis lib. 45. Vita Pompei Columnae Cardinalis. Vita Adriani Pontificis, & Leonis decimi. Vita Alfonsi Atestivi Ducius Ferrariae. Vitae 12. Vicecomitum Mediolan. (Milano, Milán). Vita Marchionis Piscariae. Vita Ferdinandi Cordub. magni Ducis.
Primo volume delle navigationi & viaggi; nel qual si contiene la descrittione della África, & del paese del Prete Ioanni, con varij viaggi del mar Rosso, &c. 
Glosa. Para que el lector vea lo que hay en el precedente volumen, lo pondré en castellano. Descripción de África, y de las cosas notables que en ella hay de Juan León Africano, dividida en 9 partes. Un proemio sobre el libro de micer Alvise de cada Mosta gentil hombre veneciano. Navegación del dicho micer Alvise por la costa de la baja Etiopía hasta cabo verde. Navegación del capitán Pedro de Sintra portugués escrita por el mismo M. Alvise. Nauigacion di Hannone capitán cartaginés en África.       Discurso sobre la dicha navegación de Hannone. Navegación de Lisboa a la isla de santo Tomé (Thome) puesta debajo la linea equinoct. escrita por un piloto portugués.
Discurso sobre algunas cartas y navegaciones de los capitanes, y armada de Portugal en Levante. Cartas de Vespucio Americo (que dio nombre a América) florentino a Pedro Soderino confalonier de Florencia, contándole sus dos navegaciones. Sumario de las dichas navegaciones del mismo autor, escrito a Pedro Soderino. Navegación a Levante de Tomás López portugués. Viaje a la India de Juan de Empoli florentino. 
Discurso sobre el itinerario de Lud. Barthema Bologn. Itinerario del mismo Ludovico Barth. Navegación de Iambolo mercader antiquísimo. Discurso sobre la dicha navegación. Discurso sobre 1 y 2 cartas de Andrés Corsali florentino. Letra primera del mismo al duque Julián de Médicis. Letra 2 del dicho al duque Lorenzo de Médicis. Discurso sobre el viaje de Etiopía. Viaje de Etiopía, de Francisco Álvarez portugués. Obediencia dada a Clemente VII en nombre del Preste Juan por don Francisco Álvarez. Discurso de la creciente del Nilo. Respuesta sobre la dicha creciente del río Nilo. Discurso sobre la navegación de Nearcho capitán de Alejandro Magno. Navegación del mismo. Viaje escrito de un comite (conde o comitre?) veneciano. Discurso sobre la navegación del mar bermejo a la India oriental de Arriano. Navegación del dicho Arriano. Discurso. Libro de Odoardo Barbessa portugués de la India oriental. Sumario de todos los reinos, ciudades, y pueblos de la India oriental.
Discurso. Viaje de Nicolo de Conti veneciano. Viaje de Hieronymo de sanct Estefano genovés. Epístola de Maximiliano transilvano de la navegación de españoles rodeando el mundo. La navegación de micer Antonio Pigasetta Vicentino. Viaje a la Especiería antiguo y nuevo. Relación de Juan Gaetán piloto castellano del descubrimiento de las islas Malucas. Todos estos van impresos juntos en el primer volumen arriba nombrado, in fol. Venetijs. 1550, en casa de Lucas Antonio Iunta.
  
Pauli Orosij adversus Paganos historiae lib. 7. cum scholijs Fabricij Marcodurani.
Pausanias Caesariensis de tota Graecia, lib. 10.
Petri Bembi historia Veneta, lib. 12.
Petri Appiani inscriptiones marmorum Hispaniae, Galliae, Italiae, Germaniae, &c.
Pij. 2. (Pío II) Pontificis varia historia.
Philippi Callimachi de gestis Atilae lib. 1.
Philippi Commini Argentini historia Galliae.
Philostrati de vita Apollonij Tyanei, lib. 8. Eiusdem Icones, intérprete Stephano Nigro.
Plutarchi vitae virorum illustrium, & vitae. 10. Orator.
Polybij historiae Romanae libri aliquot, & fragmenta.
polydori Virgilij Anglicae historiae lib. 26.
Pomponij Laeti histor. Rom. comp. de antiquit. urbis Romae, & de Rom. magistrat.
P. Manutij antiquit. Romanorum lib.
Prisci Panites historia Constantinop.
Procopius Caesariensis de bello Gotthorum lib. 3. de bello Persico lib. 2. de bello Vandalico lib. 2.  
P. Cornelij Taciti historiae Augustae lib. 16.
Publij Vellei Paterculi historiae Romanae lib. 2.
Philon de los tiempos.
Plinius de viris illustribus.
Paulo Jovio, y Andrea Gambino con la historia de los turcos, la vida de Scamdemberc.
Parte de crónica del ínclito infante don Fernando que ganó a Antequera, que trata de Abencerrage, Xarifa, y el alcalde Rodrigo de Narváez. (Fernando I de Aragón, el de Antequera?)
Quint. Curtij de gestis Alexandri lib. 10.
Quint. Fabij Pictoris de aureo seculo, & de origine urbis Romae. lib. 2.
Quinta y sexta parte añadida a la Silva de varia lección de P. Mejía en Zaragoza.
Robertus Cenalis de Gallia.
Raphaelis Volaterrani antropología &c.
Radenicus Frisingensis composuit de rebus Friderici. I. Rom. Imperat. libros. 2.
Rhegino (Regino) Abbas Chronica germánica lib. 10.
Richardus Bartholmus (Bartholomeus) histor. Austriae ad Maximilianum lib. 12.
Robertus Gaguinus de rebus Gallorum.
Roberti Constantini rerum Romanorum lib. 22. ex Dione Graeco.
Ruperti Galli belli Christiani adversus Sarracen. li. 10. 
Recibimiento de la reina en Toledo, cuando casó año 1560 con el rey nuestro señor don Philippo II, compuesto por el maestro Alvar Gómez, impreso en casa de Juan de Ayala, en Toledo.
Reginaldi Poli de baptismo Constantini Imperator &c. Venetijs 1562.
Roderici Archiepiscopi Toletani Chronicon Hispaniae. 
Roveri Pontani Carmelitae rerum memorabilium ab anno 1500 usque ad annum 1560 in Rep. Christiana gestarum lib. 5. in fol. 1559.
Roberti Cenalis Gallica historia, Parisiis, 1557.
Revelationes beatae Brigittae, in fol. Romae, 1557.
De sacramento confessionis historia Mariani Victorij. Romae in 8. apud Manutium 1562.
Saxonis Grammatici Danorum historia, lib. 16.
Sexti Aurelij Victoris de vitis & moribus Impera. Romanorum fragmenta impressa.
Sexti Ruffi viri Consularis epítome historiae Romanae. 
Sigismundus liber Baro rerum Moscovitarum commentarios reliquit.
Socratis scholastici historia Ecclesiastica lib. 7. Eiusdem historia tripartita.
Sazomenij historiae Ecclesiasticae lib. 9.
Symphoranus Campegius de monarchia Gallorum.
Silva de varia lección de Pedro Mejía.
Suplemento de las crónicas por Viñones.
Summa de le opere che ni tutti le scienze, in fol. Venetijs. 1558.  
Suetonius Tranquillus. (Suetonio Tranquilo)
Sanct. Hieronymus de scriptoribus Ecclesiasticis.
Sulpitius Severus de Divi Martini vita historia eccles.
Supplemento de Chronica de Philippo de Bergamo, en italiano.
Theodoriti Cyri Episcopi historiae Ecclesiasticae, lib. 5. 
Theodoricus à Nien de schismate (cisma) inter Urbanum Papam & Clementem Antipapam.
Thomas Fazelius de historia Siculorum.
Torrelius Sarrahinas de antiquitate Veronae.
Vrittemius Abbas de origine Francorum.
Titi Livij (Tito Livio), vulgò Decades falsò appellantur cum scholis Caroli Signonij. Chronologia Glareani.
Theodori Anagnostae lib. 2. Graecè Collectaneorum Ecclesiasticae historiae. 
Theodoro Spandochinus de Turcis, en italiano.
Theophij Lactus Sophista de reb. gestis Mauricij Impe.
Thucydides Atheniensis lib. 8. impress. cum commentarijs Graecis Laur. Vall. interp.
Trebellius Pollio descripsit vitas Imperat.
Thesauro de gli scrittori de Gismondo de Fantis (se lee Fant is), y triunfo de fortuna. 
Valerius Maximus dictorum, factorumque exempla.
Valei Paterculi fragmentum superest, de bello Augusti Caesaris contra Suevos.
Victoris Episcopi rerum Vandalicarum historia.
Vincentij Galli Burgundi (leo Bungurdi) speculum historiarum, lib. 32. & alijs 3.
Vibius sequester.
Volcatius, vel Vulcatius Gallicanus scripsit vitas Imperatorum, extat tantum Avidij *aßij vita.
Vimchardi Baronis Chronica Austriae.
Vuindichinus Monachus de gestis Saxonum.
Vuolphangi Larij rerum Viennensium. lib. 4. (Wolfgang)
Vuolfangus Lazius Viennensis de migrationibus gentium. Eiusdem Austria. 
Viaje del príncipe, para Calvete.   
Valerio de las historias escolásticas, y hechos de España de Fernán Pérez de Guzmán, en Sevilla, 1551.
Vida del Emperador Carlos quinto, por Alonso de Ulloa, en italiano.
Viaggio al Re di Persia de Ambrosio Contareno.
Vita de san Thomaso de Aquino. Vita de sancta Catherina. Vita della Madonna di Pietro Aretino. 
Vite de Poeti & homini illustri del Doni Fiorentino.
Viaggio di misser Iosaphat Bárbara di Venetia a la Tana, y otro a Persia. Viaje de Ambrosio Contareno al Sophi. Viaje de micer Alvigi de Giovanni a India. Otro del mismo a Calicut. Otro a Constantinopla, todo en un libro in 8. Venetijs 1543.
Vita & historia de don Ferrante de Gonzaga. Venetijs 1543. Varia historia Quercus. De Cyri institutione lib. 8. De rebus Graecorum lib. 7.
Haec omnia Graecè & Latinè edita sunt: restat Peloponnesiaca historia.
Vita d' Arzalino.
Vita del beato Galeotto.
Vita di M. Carlo Zen.
Vita de Architetti.
Viaggio del Vigentino.  
Vita del Princip. dell' Epiro.
Xenophont. Athenien. de Cyri expeditione in Perfidem, lib. 7. 
Zozimi Comitis historiarum recentium libri quinque.

Historia fabulosa.

Aeliani de varia historia lib. 14.
Vita di Isopo di Giulio Landi.
Achillis Statij de Leucippes, & Clitophontis amoribus historia.
Diodori Siculi de fabulosis Aegyptiorum gestis historia, intérprete Poggio.
Fulgentij Mythologiae.
Gabriae Graeci fabulae, cum Aesopo. (fábulas de Esopo)
Heliodori historiae Aetiopicae lib. 10. Stanislao intérprete.
Ioan. Thettzes historicus.
Leonardi Aretini historia amatoria.
Lucianus habet multa huius argumenti.
Palephati Parij liber de non credendis fabulosis narrationibus. interp. Phasianus.
Historia de Dysgentium, Lilij Giraldi, Albricij Philosophi liber de imaginibus Deorum. Cornuti opusculum Dijs.
Ioan. Boccatij Genealogía Deorum, cum scholijs Iacobi Micylli.
Señalarás los tiempos pasados brevemente.
De Adam al diluvio.
Del diluvio a Abraham.
De Abraham a Moisés (Moysen).
De Moysen a la guerra de Troya.
De Troya a la fundación de Roma.
De la fundación hasta el postrero Rey Tarquino.
De Tarquino hasta que Roma fue tomada por Franceses.
Después a Alejandro Magno.
A la primera guerra de África con Roma. 2. y tercera.
A Sylla (Silla) y Mario.
Al nacimiento de nuestro señor Jesús.
A Constantino Emperador.
A los Godos.
A los Hunos.
A Carlo Magno.
A la elección de Emperadores. 1002. Othon. 3.
A Gudufre de Bullon.
Al pasar de los Turcos en Europa.
A la pérdida de Constantinopla.
A la presa de Granada.
Al Emperador Carlos quinto, padre de nuestro invictísimo rey don Felipe segundo, en cuya guarda y amparo, por gracia divina, la mayor parte de la Europa está hoy muy segura, en este año 1568.
Pondrás generalmente en cada uno de estos espacios, qué guerras señaladas ha habido, qué ciudades memorables se han edificado, qué hombres florecieron en armas, o doctrina.

Orden de historiadores, cómo los has de leer.
Nuclerus Sacellici Aeneades.
Paulus Orosius, de estos tendrás generalmente lo que ha pasado casi hasta nuestros tiempos.
El Génesis de Moisés, y Beroso, con los libricos que van juntos, con el de Xenophonte, Fabio Pictor, Comentario de Annio, &c., Menethon, y Metasthenes.
Síguense en la Biblia, Exodus, Numeri, Iosue Iudices Israelis.
Philo Alexandrinus, de este Adam hasta la muerte del Rey Saúl. Diodoro Sículo, desde Ogiges, hasta Julio César: pero tiene algunas mentiras, fructa de historia Griega, como la de Dares. Phrygius Dictis Cretensis, Dion Prusiensis, y Philostrato.
Dejados esos, leerás de la Biblia lib. Regum, Paralipomena, Esther, Tobías, Esdras.
Iosephus de Antiquitate, Herdodotus, Thucydides, Xenophontis Paralipomena Lycurgi, leges Cyri Junioris anabasis, Lo de Cyro mayor, no es historia, sino regimiento de Príncipes.
Aemylius Probus de ducibus exteris. Q. Curtij, & Arrianus de Alexandro. Plutarchi vitae, Justinus, vitae decem Rhetorum, per Plutarchum. Diógenes Laertius, de vitis Philosophorum.
Florus, Livius, Pomponius, Laetus, Faustus, Víctor, Casiadorus, Cuspinianus. Fasti Romanorum, Sigonij, & Panvini, Dionysius Halicaraseus, Polybius.
Libri Machabeorum, Salustius, Commentarij Caesaris. Cornelius Nepos. Lucano, más historiador que Poeta. Julius Olisequens, de Prodigus. Appianus Alexandrinus. Vellius, Peterculus, Parallela Plutarchi, arriba de ese Theseo, hasta Philopemenes, la historia griega. Ahora en este número entenderás vitae Plutarchi, de Rómulo hasta Otón. Historia romana. Valerius Maximus.
Síguese el tratado Evangelio, Actos de los Apóstoles: Nicephori, Historia Ecclesiastica. Lipomani Episcopi de Sanctis. Abdias, de vita Apostolorum, cum alijs Palladij Evagrij discipuli. Y después Cassianus.
Suetonius, Cornelius Tacitus, Iosephi Bellum Iudaicum. Vespasiani. Aegestppus de eodem bello. Dion Cassius Cocceius. Julius Frontinus, de aquae ductibus, mezcla mucha historia. Herodianus, Aelius Spartianus, Capitolinus, Lampridius, Volcatius Gallicanus. Trebellius Pollio, Flavius Vipiscus, Ammianus Marcellinus. Eutropius Sextus, Aurelius, Flavius, Blondus.
Si quieres historia de Poetas, Petrus Crinitus, Lilius Giraldus: pero dejando esos, puedes leer a Paulo Diacono Varnefrido de los Césares. Propopius, et Agathias de Justiniano Caesare.
Leonardus Brunus Aretinus de bello Gotthico. Eusebius, et Ruffinis de historia Ecclesiastica. Historia tripartita Ecclesiastica trium virorum (triunvirato), ideo tripartita (tripartitos) vocatur, contracta in Epitomen à Cassiodoro. D. Hieronymus de scriptoribus Ecclesiasticis. Gennadius Massyliensis de illustribus viris ecclesiasticis. Acta Consiliorum Isidori. 
Dividiéndose el Imperio, se hicieron historias particulares. Eginhardus de Carolo Magno; de eodem Turpinus, & Donatus. Acciclaus Guaginus de rebus Francorum, & Paulus Aemylius. Ioannis Tislini Chronicon Arnoldus Feronius, Guilelmus Paradinus res Gotthicas; Iordanes Castalio; Hispanas R de icus Toletanus Praesul; Saxonicas Albertus Crantus; Venetas Sabellicus; Aragonicas María Siculus, Scothicas Hector Boetius; Boemicas Pius Pontifex; de Danis Saxo Grammaticus: de Anglis Polydorus Virgilius.
De gentibus Septentrionalibus, Olaus Magnus; de Tartaris Aegypton. Praemonstratensis de novo orbe. Petrus Martyr Mediolanensis, de bello Neapolitano Pontanus Raphaelis Volaterrani anthropologia.
Platina & Panvinus, de vitis Pontificum. Ioannes Trithemius, de Scriptoribus Ecclesiasticis, Leonardus Aretinus, Michael Riccius, de Regibus Hispano. Baptistae Aegnatij historia, Antonius Panormitanus de actis, di iis Alphonsi. Laurentius Valla, de huius patre Ferdinando.            
Supplementum Chronicorum, Episcopi Bergomatis Othonis, Phrisingensi, historia Rhegini Abbatis Chronica Mattaei Palmerij temporum, & historiarum continuatio: Sigeberti Monachi Gemblacensis, Hermanni Contacti, Chronica Antonini Florentiae Episcopi. Vicentij speculum historiale, libris 32. Paulus Iovius, y otros italianos, franceses, y españoles.
Vistos estos, o los que pudieres haber, procura de venir a ciudad, y hallarás quien te reciba en su casa, con la honra que eso que estudiaste merece. Enseñarás algún hijo de Ciudadano honrado, a cuya costa acabarás tus estudios. Pero, por cuanto muchas veces, las faltas del maestro grosero se pegan al discípulo, aunque sea de ilustres padres, ten cuenta muy grande con lo que en este libro segundo te advierto.

Cosmografía.

Parece que la historia es muerta, si no tenemos un retrato del pueblo, o selva donde acaeció. Autores para esto son Antonij Nebrissensis Cosmographia. Agameti Geographia. C. Sempronij, de Divisione Italiae, & origine urbis Romae. Callistrati, Descriptiones. 14. Claudij Ptolomaei Geographia Latinè, cum Commentarijs Ioan. Iosephi Moletij, in  4. Venetijs. 1562. Francisci Maurolyci, Cosmograhia. Gemmae Phrysii, Cosmographia Mappa Mundi, eiusdem globus. Gemisti Corographia Thessaliae. Georgij Rithaymeri, de orbis terrarum situ, Compendium. 1538. Hannonis periplus, id est, circum navigatio Libyae (circunnavegación de Libia). Henrici Glareani, Geographia. Heronis Geofedia, Iacobi Ziegleri terrae sanctae, hoc est, Palestinae descriptio. Isaac Monachi de triangulis, rectangulus graece. Ioan. Barth. marliani Topographiae antiquae Romae, lib. 7. Ioannis Ferneli Cosmotheoriae, lib. 2. Ioan. Hunteri, Cosmographiae rudimenta carmine, in 8. Ioan. Quintini de Ventis, & Buxell. náutica. M. Antonini Cocij Sabellici, de situ Venetae urbis, lib. 3. Orontius Phineus Delphinatis Cosmographia, orbis descriptiones, & Galliae. Petri Apiani, Cosmographia. Pomponi Meale (Pomponio Mela), de situ orbis cum scholijs. Ioannis Olivarij Valentini, anno 1539. Después se imprimió in 4. con muy largos comentarios del mismo en París, año 1557. Van unos comentarios antiguos de incierto autor, con Mela y Solino, in folio. Publij Victoris, de locis & regionibus urbis Romae. Renberti Dodonaei, Cosmographica Isagoge Antuerpiae. 1548. Strabonis Amasaei Cosmographiae, lib. 17. Zachariae Lilij Vicentini, liber de situ orbis. Puede también aprovechar Dionysius, de situ orbis, y un libro que se llama Concommentar de Eusta, annuli astronomici usus ex varijs autoribus, Lutetiae. 1557. Gul. Cavellat in 8. Antonij Mizadi, de mundi sphaera, seu Cosmographia carmine in 8. 1552. En esta materia Sebastiano Munstero, y Ioachimo Vadiano, son prohibidos. En Romance hay Cosmographia del bachiller Enciso, Cosmographia de Hieronymo Girava, Leandri Alberti. Italia, en lengua toscana, Cosmographia de Levante  en lengua francesa in 4. insolario di Bordone. 
Breve compendio de la Sphera y arte de navegar por Martín Cortés natural de Burjalaroz (Bujaraloz) in fol. en Sevilla, en casa de Álvarez en la calle de las Lombardas, junto a la Magdalena, año 1551.
Ioannis Leonis Africani descriptio, aunque está en latín, mejor es en lengua francesa, in folio, con lindas figuras, y gentil letra.
Descripción del mundo de Zacharia, Lilio Vicentino en italiano.
Catalogue des viles & citez en lengua francesa.
Discours historial, del antique cite de Nismes (Nymes).
La Topocosmia di Alessandro Citolini in 8. Venetijs. 1561.
Ioan. Quintini Hedui, insulae Melitae descriptio.
Itinerario di Ludovico Bolognese, Ioannes Bocatius, de fluvijs, montibus, & sylvis.
Plantz Pourtraitz, & descriptions de Plusiers villes, & forteresses, tant del Europae, Asiae, & Afrique, que des Indes, & terres neuves. Es obra muy provechosa para cosmografía, y saber debajo qué signo cae cada tierra. &c. Por Antoine du Pinet, par Ian (Jan, Jean) d' Ogerolles in folio 1564. 
Mappa Mondo in globo Antonij Florani Utinensis.
Michaelis Tramezini Mappa, Venetijs apud Julium de Musis. 1554. incisa in aes.
Pauli de Furlanis Veronensis instauravit Mappa Mundi Iacobi Gastaldi, Venetijs apud Ioan. Francis. Camotium, aereis formis ad signum Pyramidis, anno 160.
Mappa mondi a forma di core Atorlapreni Romae. 
Britannia, Romae. 1556.
Hibernia, Romae in folio.
Estland, Romae. Insule.
Frislando, Romae. Insule.
Britanniae insulae, quae nunc Angliae & Scoti regna continet, cum Hibernia adiacente, nova descriptio Romae: Anglorum studio & diligentia. 1558.
La vera descritione di tutta la Francia & la Espagna, & la Fiandra, pera dimostrare in termini di Cise, Romae 1554.
Hispaniae descriptio. Venetijs 1560. Dominici Zenai.
Hispaniae descriptio per Pirrhum Ligorium Neapolitanum, Romae 1550.
Lusitaniae descriptio Vernandi Albari cum praefatione Achillis Statij, Romae 1551. Aquí se pintan las armas antiguas y nuevas de todos estos reinos.
Minorica Romae in fol. (Menorca) 
Maiorica Romae in fol. (Mallorca)
La Franza in folio grande, Romae 1553.
Totius Galliae exactissima descriptio, cum praefatione Pauli Forlani Veronensis, Venetijs 1566.
Descritione dil Ducato de Savoya (Saboya), Venetijs 1562. Ferando Berceli libraro. 
Helvetia Iodoco a Meggen Lucernati dicata, Venetijs 1561. (Suiza; Luzern, Lucerna)
Eadem Helvetia per Antonium, Salamanca 1555.
Galliae Belgicae descrip. Romae 1558. in praefatione docet quantum conducat ad Caesaris Commentarios.
Flandrie recens exactaque descriptio. 1555. Romae. Michaelis Tramezini.
Brabantiae Belgarum provinciae descriptio, Romae, 1558. Michaelis Tramezini.    
Geldriae, Cliviae, Juliae, & descriptio per Iacobum Davent, Romae, 1566.
Hollandiae descriptio, Romae, anno millesimo quingentesimo quinquagesimo octavo, Michaelis Tramezini.
Gotlandia, in folio Romae.
Phrisiae descriptio 1566, per Iacobum Davant Belgam Romae.
Septentrionalium Regionum Suetiae, Gothiae, Norvegiae, Daniae descriptio 1558, Romae, Michael Tramezini.
El Disegno de Geografía moderna del regno di Polonia, Moscovia, Scandia, Suevia, &c. di Giacom. di Gastaldi Romae 1562.
Nova descriptione de la Moscovia per Giacobo Gastaldo Venetijs 1562.
La Gothia de Iacobo Gastaldo. (Giacom. Giacobo, Iacobo, Jacobo, etc)
Germaniae descriptio, Romae 1553, Michaelis Tramezini.
Designo de li Regni che sono da Venetia à Constantinopoli di Giacobo di Gastaldo.
Vera et ultima descriptione de tutta la Austria, Ungaria, Transilvania y Dalmatia, Ventijs 1566. Paulo Farlani.
Nova descriptio totius Ungariae, Romae. 1558.
Nova descriptione de la Soxia, o della terra Sancta, Venetijs 1566. Paolo Purlani.
Nova descriptione de la Dalmatica y Crouatia (Croatia, Croacia). 1566. Venetijs. Ferando Bercelli.
La nova descrittione di tutta la patria del friuli por Pyrrho Ligorio Napolitano, Romae, 1563. Mich. Tramezinus.    
Della Italia la vera & ultima descriptione riformata. 1561.
Il disegno della geografía  moderna de tutta la provincia de la Italia de Giacobo Gastaldo al Duca de Ferrara, Venetijs 1561.
Descrittione del Piamonte de Gastaldo. 1562.
Regionis Subalpine, vulgo Piamonte appellatae descriptio.
La vera descritione de la Lombardía, Venetijs 1562. Ioan. Francisci Camotij.
Novo
Novo & vero disegno de la Marca de Ancona, Venetijs 1562. Ferando Bercelli.
Marca di Ancona, Picenum olim dicta: Romae. 1564. Vincentij Luchini.
Tusciae Topograpgia, Romae 1564.
La descrittione della Campagna di Roma detta da gli antichi Latium (Lacio), Romae 1564.
Regno di Napoli de Pyrrho Ligorio. 1558.
Reino de Nápoles y Sicilia de Gastaldo.
Geografía particulare de una gran parte dell' Europa de Iacobo Gastaldo.
Sicilia insularum omnium, ut inquit Diodorus, optima, &c, no tiene impresor, ni año.
Descrittione della Sicilia per un libretto sotto brevemente decchiarata, Venetijs 1565.  
Isla di Malta, Romae 1565. Antoni Lafreri.
Totius Graeciae descriptio, Romae 1558. Vincentij Luchini.
Graeciae Chorographia cum praefatione Francisci Salamanca.
Graecia de Pirrho Ligorio, en Roma, 1561. Michael Tramezinus.
La dimostratione del golfo del Artha.
África Nicolai Stapij, Venetijs 1563. Canutius.
Designo dell' Isola de Gerbi.
Palestinae, sive terrae Sanctae descriptio, Romae, apud Io. Franciscum de la Gata.
La Asia de Gastaldo. 1561. & I nomi antichi & moderni, Venetijs 1564.
La descrittione di tutto il Perú di Pauli di Porlani.
Il vero ritratto de Cales. 1558. 
Cosmographia universalis & exactissima iuxta postremam Neotericorum traditionem, à Iacobo Gastaldo, nonnullisque alijs huius disciplinae peritissimis, nunc demum revisa, ac infinitis ferè in locis correcta, & locupletata. Venetijs, apud Dominicum de Francisjcis, ad gnum Reginae. 1569.
La misma de colores, año 1568.
Charta Cosmographica de Gaspar Vopelio.
Americae, sive quarte orbis partis nova & exactissima descriptio, à Diego Gutiero Philippi Regis Cosmographo: Hieronymus Cock excudebat. 1562. Ad serenissimam Principem Margaritam ab Austria, Ducissam Parmae & Placentiae, Gubernatricem inferioris Germaniae.
El Mappa mundi de Gemma Phrysio, es muy bueno, pero principalmente del Águila de Anvers.
La Europa de Iacobus Mercator, impresa en Amberes.
Mappa mundi Iacobi Gastaldi con colores. Venetijs anno 1568.
Gallia Orontij Finei.
La Inglaterra e Irlanda que hizo la universidad de Londres.
La España de don Diego.  
Otra España.
Bellarmato, es sobre todos los que han hecho cartas de Italia.
Iacobus Gastaldo ha hecho un Piamonte, una Romagna, y una Sicilia muy buenas.
La Grecia de Soffiano es la mejor. La Moscovia y Tartaria hecha en Livonia, y lengua tartaresca (tártara).

Parergon.
Geographiae cognitio adeò necessaria est studiosis omnibus, ut sine ea nemo feliciter in disciplinis liberalibus versari queat, vel eruditi nomen & ornamentum consequatur. Unde lib. I. *gr dictissimus Strabo sic loquitur: Si ad Philosophum alia ulla pertinet disciplina, & haec, quam modò de situ orbis aggredimur: conducit profectò ad res urbanas, actionesque Principum, ad scientiam rerum caelestium, tum ad ea quae mari, terraque proponuntur. At quoniam quaecumque ibi Strabo copiose persequitur, facilè ab unoquoque studioso legi possunt, nos alia quae occurrunt, adferemus. Nulla res est, quae utilitate, aut voluptate, nostros animos non alliciat: at Geographia utrumque complectitur, quis er ergo eam de medio tollendam esse indicabit. De voluptate primum, mox de utilitate verba faciemus. Estne fortasse voluptas maior quam posse memoriter recensere, quasi ex libro quodam omnes terrae partes, et cum solus inambulas tantam maris & terrae amplitudinem pervagari? Cum autem ob gentium & nationum discordias, Mundum perlustrare paucissimis concedatur, quid tibi iucundius, quam Geographiae dono, quoties libuerit; quasi in aere suspensum, omnia regna despicere? qualis tibi eo tempore occurrit rerum omnium varietas & maiestas? dum admiranda herbarum, florum , fruticum, arborum, & frugum copia, vestita & ornata tellus ostenditur? Quid Arabum odoramenta recenseam? quid nata caelestibus thura? quid numerosa Orientis aromata, quid tot tantorumque animalium mitium, ferorum, ac cicurum agmina subijciam? quid tantorum marium vastitatem, quid gelidorum fluminum, ac fontium perennem iucunditatem, quid piscium portentosam molem? non cernis illam speluncis usque ad delicias excavatam? Illic acclivem, ac superba montium proceritate surgentem, &, ut ille ait, scansili supercilio caelum affectantem, ac humano generi dictantem vitae leges? Vides ne eam depressam vallibus, & campestri planicie spatiosam, hominibus alimenta, metalla, ac gemmas suppeditantem? Sed iam relicta voluptate, huius disciplinae utilitas paulò altius repetita rerum luce pandenda est. Sacras literas, Patriarcharum peregrinationes, Martyrum quorundam exilium, quis sine Geographia in autoribus aut commodè intelligere, aut pro dignitate interpretari poterit? Mare rubrum, aut Erithreum, vastae solitudines, & loca illa, ubi manna & fons, è saxo Mosis báculo erumpens, Iosae praelia, & conflictus, quonam modo sine hac facultate cognoscentur? Quicudque ignorat Heroum promontorium, la punta de Suez, & Chersoneum, la punta de Pharaon, usque ad Carandolo, vel Grondol de Arabia, magna fraudatur voluptate; dum populum Israeliticum huc, per sinum Suez praeterisse non videt. Esaiae. 13. 14. Babyloniae quae fuit Mesopotamiae & Assyriae i. Mosul & Chaldeae i. Baldak caput ruina futura vaticinio declaratur. Huius menia 60. miliaria longa, alta pedes 20. erant, lata 50. inter Orientis urbes principatum obtinebat, Eúfrates interfluebat. Urbem hanc tam insignem dicebat Hieremias cap. 50. non solum ruituram, sed etiam futuram serpentum speluncam: hoc quonam modo iuxta prophete verba Deus effecerit, copiosissime docet Geographia. Est etiam non mediocre huius adiumentum ad res militares optime, & cum Reip. utilitate tractandas. Haec enim castra ponere docet, vias itinenerum aperit, rationem obsidendi urbes explicat. Sed iam opus est ud ad rem ipsam alacres accedamus, petentes initio veniam à benigno lectore, quod interdum Hispanica Latinis coniungamus. Si quidem oppida & eorum nomina mutata partim vetustate, partim incendija, tum terrae motibus, deinde innundationibus fluviorum & maris, bellorum quoque rabie, studiosos à puritate Romani sermonis vel inuitos avocant. Deterruerunt ista & ipsum. M. Tullium: nam in epistolis ad Atticum, lib. 2. saepe numero exclamat, quod Geographica iucunde, & cum ornata scribi non possint. Caeterum quoniam unaquaeque disciplina vocabula quaedam privata complectitur, nos aliquot Geographis peculiaria ostendemus, nempe
Sub Citerior.
Supra         Inferior.
Cis Superior.
Trans.
Ulterior.
Regio quae magis accedit ad Boream, quam alia dicitur supra esse, & alia sub ita dicimus Aegyptum esse supra Aethiopiam, & Aetiopiam sub Aegypto.
Cis & Trans dicuntur de regionibus, inter quas est mons aliquis, vel fluvius: sic dicit Caesar Galliam Transalpinam, & regionem Transrhenanam, Cisrhenanam, & Galliam citeriorem. Hispania citerior, quae ab Ibero flumine (río Ebro) protenditur usque ad Pyreneos. Ulterior, quae ab Ibero usque ad Oceanum Occidentalem.
Inferior Germania, quae magis propinqua est ostijs Rheni. (Rhein, Rin)
Superior magis vicina eiusdem.

De terminis quibus faciliùs regiones distinguntur.
Regionum aliquot distinguntur fluminibus,
Aliquot mari,
Aliquot montibus,
Aliquot linea quadam ficta, ut vult Ptolemeus.
Seiunguntur flumine Tanai, Europa & Asia.
Nilo Asia & África vel mari rubro (rubeo).
Mari nostro Europa & África.
Montibus Pyreneis Gallia, & Hispania.
Verè Geographica est, quae sit fluminibus próxima, quae montibus.
Para que tengas afición a la historia, vale la cognición de medallas, en tanto que eres chico, bastará leer algunas epístolas de Guevara obispo de Mondoñedo: después verás los siguientes.





Autores de medallas.
Constantij Landi numismata.
Declaraciones de piedras y medallas antiguas, de Gabriel Simeone.
Pierij Valeriani hierogliphica.
Orus Apollo, Latinè, & Graecè cum figuris, & scholijs Ioannis Mercerij.
Emprese de Hieronymo Rusceli al rey Philippo 1566.
Verdadera información de la tierra santa de fray Antonio de Arunda, en Alcalá 1565.
Guilelmi Paradini, heroica.
Promptuarium Iconunm.
Le medalie de *2 Imperatori. di Antón Centani.
Alliances genealogiques des rois & princes de Gaule, par Claude Paradin, a Lyon 1561. in folio.  
Leonardi Calamitij Neopolitani, liber de viris illustribus, à primordio,ac demum florentis urbis Imperio ad intelligenda signa, & notas veterum numismatum.
La religione anticha di Romani, per micer Gabriel Simeone.
Em*nata Alciati.
Pieta Poesis.
Pegma Costalij.
Achillis Bochij Symbolicae quaestiones, Bononiae in 4. anno 1555 cum elegantissimis iconibus.
Onufrij Pavini & Sigonij opera omnia, fasti, & cónsules.
La tapisserie de l' esglisse Christiane, in 16. Parisijs 1551.
Il nota delle empresse Neapoli. 1562. 
Sebastiani Erizo sopra li medagli antiche, 1559.
Empresas de Paulo Jovio.
Improse & dialego del Simeone.
C. Julius Caesar sive historiae Imperatorum, ex antiquis numismatibus restitutae, liber primus. Accessit, & c.
Humberto Goltz Herbopolita Veuloniano autore, & sculptore, in folio Brugis. 1563.
Le medaglie d' oro primo libro d' argento. 2. dirame. 3. false quarto libro di Antón Francesco Doni.    
Aeneae Vice Commentaria in numismata Imperatorum, in 4. anno. 1560.
Para entender las abreviaciones, como A. A. A. F. F. había un librico de Valerio Probo, pero mucho más cumplido lo hallarás en Pauli Manutij, de veterum notarum explanatione, al fin de la ortografía.

Fin de la primera parte del estudioso de la aldea.

La segunda parte no es para niños, por eso se imprime apartada de esta: por que el niño pueda comprar esta sola. (El estudioso cortesano)

Deo gratias.

Impreso en Valencia en la oficina de Pedro de Huete a la plaça de (le Yervua) la hierba. año 1571.      

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Juan Lorenzo Palmireno (Alcañiz, 1524 - Valencia, 1579), nacido Juan Lorenzo Roca Alcañiz, (Teruel)



Juan Lorenzo Palmireno (Alcañiz, 1524 - Valencia, 1579), nacido Juan Lorenzo Roca, fue un dramaturgo, pedagogo y humanista español.

Formado en el Studia Humanitatis de Alcañiz, posteriormente amplió sus estudios en Zaragoza y en el Studi General de Valencia, donde obtuvo la cátedra de Poesía en 1550.

Es en la ciudad del Turia donde comenzó a publicar libros destinados prioritariamente a la docencia. En 1556 se trasladó a Alcañiz donde permaneció hasta 1561 alternando su labor pedagógica entre esta localidad y Zaragoza. Este último año volverá a Valencia para desempeñar el cargo de profesor de Griego y Retórica, donde cada año componía una comedia que hacía representar a sus alumnos. Volvió a Alcañiz, donde impartió clases entre 1570 y 1572, para regresar a Valencia donde murió.

Helenista y latinista, escribió varias comedias humanísticas con propósito didáctico, cuyo objetivo primordial era servir de textos que serían representados por los alumnos, para ejercitarse así en el dominio del latín.

Sabemos que escribió un Dialogus (1562) y conservamos completa una fábula, titulada Fabella Aenaria (Valencia, 1574). También compuso cinco comedias: Sigonia (1563), Thalassina (1564), Octavia (1564), Lobenia (1566) y Trebiana (1567), de las que sólo nos quedan fragmentos. Su actividad como dramaturgo ha de situarse en el contexto del teatro humanístico practicado en los studia humanitatis a lo largo de todo el Renacimiento. Fue un precedente del resurgir del teatro clásico por parte de autores como Juan de Timoneda, Juan de la Cueva o Lupercio Leonardo de Argensola. En sus obras dramáticas se aprecia una evolución hacia escenas cada vez más populares, acercándose al dibujo de costumbres contemporáneas, e incorporando el canto y la danza. Destaca en ellas el diseño de los caracteres femeninos, sus atrevidas notas de humor, la habilidad para la estructura del enredo y un incipiente acercamiento al tema del honor. Sus comedias incorpora una gran variedad de caracteres, y están escritas utilizando varias lenguas mezcladas: latín, griego, castellano, valenciano, italiano e incluso portugués.

Palmireno llegó a publicar unas ciento cincuenta obras. Desde traducciones de clásicos como Aristófanes hasta humanistas como Lorenzo Valla. En ellas se decantó por un estilo oratorio y ciceroniano, que defendió en su Disputatio de vera et facili imitatione Ciceronis (Zaragoza, 1560) y en Phrases Ciceronis..., que vio la luz adjunta a su Fábula Aenaria. Sin embargo, y pese a sus preferencias por este estilo, también estudió y admiró la obra de escritores sentenciosos y senequistas, como Erasmo de Róterdam y Luis Vives y comentó los emblemas de Alciato. En esta línea publicó una colección de sentencias titulada Adagiae Hispanicae in Romanum sermonem conversa (1584), que posteriormente sería aumentada por su hijo, Agesilao Palmireno, en sus Adagia Hispanica (1591), También cabe destacar entre su producción Vocabulario de medidas y monedas (1563) y un Vocabulario del humanista (1569). Escribió asimismo una Rhetórica, publicada en dos partes en 1546 y 1565, en la que se nos han transmitido varios ejemplos de pasajes de su teatro.

Pero quizá la obra que alberga mayor interés literario en la actualidad sea
El estudioso en la aldea, un relato autobiográfico que contiene interesantes disquisiciones acerca de la preceptiva literaria e influyó en el Fray Gerundio de Campazas del padre Isla.

Antonio Pérez Lasheras, La literatura del reino de Aragón hasta el siglo XVI, Zaragoza, Ibercaja-Institución Fernándo el Católico (col. Biblioteca Aragonesa de Cultura), 2003, pág. 162. ISBN 84-8324-149-8

Obras de Palmireno:

Vocabulario del humanista / compuesto por Lorenço Palmreno (sic) ; donde se trata de aues, peces, quadrupedos ..., yeruas, metales, monedas ..., Vergilio (sic) Archivado el 9 de junio de 2020 en Wayback Machine., Valentiae, ex typographia Petri à Huete, in placea herbaria, 1569.



Segunda parte del latino de repente : donde ... comento ... las elegancias de Paulo Manucio : Hay también Palmyreni Index que es breue comentario sobre las Epistolas de Ciceron ad familiares. Valencia, en casa de Pedro de Huete, 1573.




Estudios:



José Fradejas Lebrero, «Lorenzo Palmireno. Cuentos», Archivo de Filología Aragonesa (AFA), LXIII-LXIV, 2007-2008, págs. 131-206. ISSN 0210-5624




Joaquín Pascual Barea, «Neo-Latin Drama in Spain, Portugal and Latin-America», en Neo-Latin Drama and Theatre in Early Modern Europe. Leiden/Boston: Brill, 2013, 545-631 (pp. 588-590 y 626-627).


sábado, 11 de junio de 2022

CARTA XXXI. Monasterios de nuestra Señora de la Murta y de Cotalva

CARTA XXXI. 

Monasterios de nuestra Señora de la Murta y de Cotalva de la orden de S. Gerónimo: el de Aguas-vivas de la orden de S. Agustín: el de Valdigna de la orden de S. Bernardo: colegiata de Gandía: algunas noticias del convento de dominicos de Luchente. 

Mi querido hermano: Al cabo he podido verificar el viaje que deseaba a los cuatro monasterios que hay en este reino situados en la costa del mar entre Valencia y Denia, que aunque no son tan antiguos como otros muchísimos de España, sin embargo esperaba hallar en ellos algunas antiguallas depositadas por sus fundadores; mas la experiencia me hizo ver el daño que hacen a la literatura las discordias y guerras civiles, (1), cuyo furor no perdona ni aun a los códices viejos encerrados en los archivos; muchos de los cuales suelen perecer y perderse por la misma mano que los quiso salvar. Me ha acontecido en este viaje lo que al P. Martene en el que hizo por la Flandes, y parte de Alemania el año 1718, donde dice que muchas de sus expediciones no tenían otro premio que el dolor de ver por sus ojos la pobreza literaria de algunos monasterios y abadías. En estos de que voy a hablar, queda por lo menos alguna cosa apreciable y digna de memoria. 

El primero que se encuentra caminando hacia el mediodía de Valencia es el de nuestra Señora de la Murta, de la orden de S. Gerónimo, distante como una legua hacia el oriente de la villa de Alcira. Su fundación es del año 1401: está situado en el ángulo de un valle llamado de Miralles, que se va estrechando por entre dos altas sierras, vestidas en todo tiempo de romeros, arrayanes y murtas espesísimas, de donde tomó después el nombre; sitio apacible, muy solitario y a propósito para la contemplación. Esta casa fue en los principios muy pobre, como la pinta el P. Sigüenza; la mayor parte de las cosas preciosas que ahora posee son dádiva de D. Diego Vich, patrono del monasterio, que murió hacia la mitad del siglo XVII. En su sacristía, que es grande y devota, vi un portapaz de plata, de medio palmo de elevación, de dibujo gótico, en cuyo centro hay una figura del Ecce homo: será cuando mas del siglo XV. Item un púlpito de piedra, donde se dice haber predicado S. Vicente Ferrer el año 1409, con un buen cuadro del santo en esa actitud; otro como de tres palmos de elevación, que allí creen ser retrato del Españoleto, pintado por Juan de Ribalta, no lo es. D. Diego Vich regaló al monasterio una porción de retratos de españoles ilustres, originales de Ribalta, cuya noticia puede verse en el Diccionario de profesores de las bellas artes (v. Ribalta), entre los cuales no se halla ninguno del Españoleto; ni a este grande hombre, que floreció en el siglo XVII, puede convenir lo que se figura estar escribiendo en un libro el retratado en este cuadro, je vint... à Bruseles à 28. Nov. 1531; lo cual y la fisonomía parece convenir mejor a Luis Vives: sin duda es de este el retrato de que hablamos, el primero que refiere aquel Diccionario, pintado por Ribalta; el cual con los demás estuvieron antes en la librería, y ahora se hallan esparcidos por el convento. 

De otro cuadro grande maltratado que hay en la misma sacristía me contaron cosas harto singulares: representa la crucifixión del señor, o alguno de los actos preparatorios. En él se halla escrito que le regaló al monasterio mosen Gerónimo Maestre, beneficiado de la parroquial de los santos Juanes de Valencia el año 1522, y que le había traído de Roma un maestro Balaguer, a quien le regaló el papa Eugenio IV, siendo ya entonces opinión común en aquella capital que era pintura del tiempo de los apóstoles: especie de todo punto inverosímil. 

Conservan también aquellos monjes un Horario, o sea Devocionario escrito magníficamente en vitela con muchas miniaturas, el cual, como parece por una nota que hay en él, dio D. Diego Vich entre otras pinturas a este convento de la Murta a 26 de Junio de 1641. Aunque en el calendario y letanías falta el nombre de S. Vicente Ferrer,  le tengo por posterior a su canonización, y escrito muy a los fines del siglo XV, o entrado el siguiente; porque después del calendario se hallan dibujadas las armas imperiales, y al rededor esta inscripción: Maximilianus imperator romanorum semper augustus; y al pie de ellas dice así: HALI-MAS. Por donde debe suponerse posterior este códice al año 1493, que es cuando Maximiliano I fue coronado en Aix. En la plana colateral a esta se halla otro escudo de armas, con estas palabras en el contorno: Franciscus de Taxis, magister postarum serenissimi principis Ka. archiducis Austriae

Al fin del libro, que contiene lo que todos los de esta clase, dice así: Vidit Fr. Joannes Vidal 23 Maji 1586. La biblioteca del monasterio es harto abundante en libros del siglo XVI. Lo más singular que en ella vi es un código MS. en vitela, que contiene los siete libros Divinarum institutionum de Lactancio. Téngole por del siglo XII, aunque las iniciales de bermellón saben a otra mano posterior. Hay en él variantes de consideración, y por lo mismo merece ser consultado cuando los españoles emprendan una nueva edición de las obras de este filósofo cristiano, con que mejoren las extranjeras (* Este códice ha venido a mi poder por especial gracia de aquella comunidad.). Las reliquias principales que aquí se conservan son dos cabezas de las compañeras de Santa Úrsula, un dedo de S. Gregorio Taumaturgo, un diente de S. Gerónimo, y la cabeza de Santa Fulgencia.; otras alhajas reconocí modernas y de poca consecuencia para la historia de la literatura. De este monasterio pasé al llamado de Aguas-vivas de la orden de S. Agustín, donde hace algunos años se guarda la perfecta vida común. El sitio es ameno sobremanera; pero es mucho mas deliciosa la unión y paz con que viven aquellos religiosos, a que contribuye mucho el celo y 

ejemplo de su prelado el P. M. Fr. Basilio Rosell (Rossell), bien conocido por sus tardes monásticas. Otra obra tiene el mismo casi concluida, en que prueba que el antiguo monasterio servitano, cuyo abad fue S. Donato en el siglo VI, estuvo en este mismo sitio de Aguas-vivas. No contradice a esta situación lo que de él dijo S. Ildefonso que estaba in agro setabitano; cuya denominación pudo extenderse a este territorio, que sólo distaba de Sétabis tres leguas escasas. Favorecen mucho a esta opinión las ruinas de edificios que se han hallado en sus inmediaciones; los cuales en la uniformidad de sus áreas, puertas y construcción, y en la proporcionada distancia de unos a otros, muestran bien haber sido celdas de alguna de las lauras antiguas. Otras observaciones tiene recogidas este docto escritor, cuya publicación podrá contribuir a que se aclare este punto tan oscuro de nuestra historia eclesiástica.

Poco más de una legua dista de este monasterio el de Valdigna, de la orden del Císter, donde fuimos hospedados por el señor abad en su palacio. Fundó esta casa el rey D. Jayme II de Aragón hacia fines del siglo XIII. Queda de aquellos tiempos el claustro y alguna otra parte del edificio: lo demás ha tenido varios aumentos y mejoras, que no contribuyen poco a la magnificencia del monasterio. Nuestro primer cuidado fue reconocer la biblioteca, en la cual hallamos lo que en las más de este reino, bastante caudal de libros impresos, pero pocos MS.: húbolos en otros tiempos; mas las guerras asolaron cuanto era capaz de experimentar su furor. De esta y otras desgracias pudo salvarse una biblia en fol. MS. en vitela, de que da razón la nota siguiente: Ista biblia est monasterii Vallisdignae; quam quidem bibliam dedit dominus Jacobus Aragonum rex ffratri Iohanni dicti monasterii tunc abbati. Acaso será anterior al siglo XIII. Más reciente es un salterio MS. vit. 8. secundum ordinem cisterciensium. Posee además este monasterio algunos libros raros, aunque no desconocidos. Mucho se enriquecerá su biblioteca con la del docto maestro S. Juan, abad que fue de esta casa; en ella traté a tu buen amigo el maestro D. Alberico Rubio, y a otros dignos monjes amantes de las buenas letras, no menos dedicados al estudio que a la práctica de las virtudes monásticas. La sacristía es correspondiente a la iglesia, espaciosa, desahogada, y adornada con buenas pinturas. En el relicario, que es muy bueno, vi, entre otras cosas, un cáliz antiguo de plata como de un palmo de elevación; el cráter, que es de figura cónica, tiene ocho dedos de diámetro, y cinco de profundidad: una dalmática moderna al parecer con inscripciones arábigas, de la cual me dijeron que habla Ríos, el difunto cura de Cullera, en una disertación sobre la antigüedad de Llauri. No he podido ver hasta ahora este papel; creo que si la dalmática es de las antiguas, la forma actual de las mangas será obra de remiendos con que han contrahecho aquella pieza; tengo por mas verosímil que toda ella sea obra reciente mandada labrar por algun morisco convertido a nuestra santa fe. Otras reliquias de los moros quedan en una ermita de Santa Ana próxima al monasterio, donde en el alero del tejado se ven muchos ladrillos con caracteres arábigos. Aunque mi principal objeto era visitar el monasterio de Cotalva, quise al paso detenerme en Gandía, para ver aquella iglesia colegial, erigida por Alexandro VI a fines del siglo XV. Mas en su archivo no hallé de lo que buscaba sino el misal valentino en vitela, impreso. en Venecia año 1509, del cual tengo hablado en mis cartas anteriores: item un epistolario impreso en Madrid por Tomás Junta en 1595, y un pontifical romano en fol. con esta nota al fin: Finit liber pontificalis emendatus diligentiam rev. in Christo patris domini Jacobi de Lutiis utriusque juris doctoris, episcopi Cajacensis, et domini Joannis Burckardi, capellae S. D. N. papae caerimoniarum magistri. Impressus Collibus vallis Trompiae per Mafeum de Tracazinis sedente Alexandro VI. P. M. anno ejus XI. MCCCCCIII. die XII Augusti, esto es, seis días antes de morir este papa. Fueron vanas las diligencias que practiqué para adquirir alguna noticia de un hijo de la misma ciudad llamado Onofre Capella o Capilla, buen poeta, que floreció muy a los principios del siglo XVI, discípulo, o por lo menos amigo del sevillano Juan Partenio Tovar, maestro de poética en la universidad de Valencia. Nuestros bibliógrafos no conocieron las obras de estos dos poetas, las cuales se imprimieron en Valencia por Jorge Suriano año 1503; de cuya edición vi años atrás un ejemplar muy raro, que se conserva en la biblioteca de mi convento de S. Onofre. Es un volumen en 4.° que tiene por titulo: Torrentis tarraconensis carmina, y contiene otras poesías latinas, igualmente desconocidas, en loor de la Concepción de nuestra Señora. Allí pues hay una correspondencia epistolar en verso entre Tovar y Capilla; y que este era hijo de Gandía consta de un Tetrastichon de Tovar, en que habla así a su amigo: Musoeum danaum, aut Album te credo Tilbullum, Dirceum aut vatem, Gandia quem genuit.

Este país es deliciosísimo y muy poblado, la gente alegre e industriosa, y el suelo fértil; no son de extrañar las lisonjeras descripciones que hacen de esta tierra los viajeros nacionales y extranjeros. Pero a mí me llevaba toda la atención el monasterio de Cotalva, situado a una legua de esta ciudad hacia el mediodía, fundado por el duque real de Gandía D. Afonso de Aragón en 1388; es esta una de las primeras casas de la orden de S. Gerónimo. Antes estuvo en la Plana de Xabea junto a Denia; mas por las correrías y daños de los moros se trasladaron los monjes a este sitio, que es acaso lo mejor de todos sus contornos. Hace famosa a esta casa, además de la vida regular que en ella florece, la gran colección de pinturas que dejó de su mano el discípulo de Joanes Fr. Nicolás Borrás, casi tan aventajado en el dibujo como su maestro; aunque en el colorido es muy inferior, o porque no le permitía más su pobreza, o porque quiso ser conocido con este carácter. La noticia por menor de sus obras se halla en el Diccionario de los profesores de las bellas artes, cuyo autor se admira de que pudiese pintar tanto un hombre solo; mas era monje, desprendido de todos los negocios y cuidados de la vida, libre de las distracciones de los vicios, es decir, muy apto para servir a la sociedad en las artes y ciencias. En el capítulo, que es bueno, hay una sepultura, de que me contaron muchas maravillas, cuya memoria se conserva por tradición en aquella casa. Una es y muy señalada, que hallándose disminuida la comunidad cuando se trataba de hacer la procesión del Corpus, no se sabe en qué tiempo salieron de la sepultura monjes difuntos, los cuales después de haber asistido a aquel acto volvieron a su huesa. Queda este hecho representado en un mal cuadro, que dice poco con los de Borrás. En la sacristía hay un antiguo portapaz harto parecido al de la Murta. En el archivo vi un códice MS. en papel, que contiene lo que dice el epígrafe siguiente: Constitucions generals ordenades per lo primer capitol general del orde de sanct Jeronim en lo monestir de Gadalub en lani MCCCCXVI (1416). En la biblioteca, que está harto descuidada, reconocí un volumen en 4.° impreso sin foliatura; y aunque por faltarle al fin algunas hojas, no se puede averiguar el lugar y año de la impresión, bien se echa de ver que es de los principios de la tipografía. Contiene lo siguiente: In nomine Domini nostri Jesu Christi, ac gloriosissimae matris suae: incipit liber qualiter ministranda sunt sacramenta religiosis egris juxta morem ordinis eximii doctoris patris nostri Hieronymi. Sigue un tratado con este título: Consideración contemplativa para los que están propinquos a la muerte, sacada del contemptus mundi, y de los soliloquios de Sant Buenaventura. De un Fr. Martín Romeu se conservan allí varios opúsculos MSS., entre los cuales el más considerable es: Apología pro defensione operis B. Ariae Montani. 

El acueducto por donde va encañada el agua una legua distante del monasterio, no quiere competir con el de Segovia en altura y grandeza, como dijo un sabio escritor, aunque está bien construido, y tiene la recomendación de ser obra de los mismos monjes. No hallando ya más en el monasterio que pudiese detenerme, resolví pasar a S. Felipe (Xátiva). En el camino se descubre el convento de mi orden de Luchente, situado en lo alto de un monte, del cual, pues queda lugar, referiré alguna de las cosas que tenía registradas y notadas en él hace algunos años. Conservan en la biblioteca una historia MS. en lemosín del suceso de los Corporales de Daroca, que aconteció en este monte. El autor muestra ser religioso, y en el prólogo dice que su nombre le expresarán las letras iniciales de los seis capítulos de su obra; las cuales unidas forman esta palabra Ragual, que pudo ser su apellido. Es posterior a los tiempos del papa Eugenio IV, de cuya bula para el jubileo de la iglesia de Daroca hace mención en el prólogo; allí mismo dice que dedicaba su escrito a Doña Leonor de Proxita y de Castellet, condesa de Adversa y señora de las Baronías de Almenara y de Luchente. 

Aunque este papel parece escrito con más piedad que crítica; sin embargo creo que algunas curiosidades podrán notar en él los historiadores; como lo es, que la entrada del los cristianos hasta Luchente fue con el permiso del rey D. Jayme I: que se ejecutó antes de la conquista de Valencia, apenas concluida la de Mallorca, esto es, hacia el año 1230: que en ella iba de capitán el famoso D. Berenguer Dentenza (de Entenza, Entensa, Entença), acompañado de D. Fernando Sanchiz de Inerbe (f. Ayerbe), D. Pedro de Luna, D. Pedro Eximénez Carroz (o Carrós), D. Ramon de Cardona y otros caballeros. Novísimamente he pedido una copia de este documento, la cual me ha franqueado el P. Fr. Vicente Maiques, y la envío para la colección. 

En la misma biblioteca vi dos MSS. originales del sabio M. Fr. Tomás Maluenda; el 1.° tiene este título: Praeclara de Antichristo disputatio. Es como el primer borrador de la grande obra que escribió de Antichristo: el 2.° In Davidicos psalmos commentarii, in quibus vetus et vulgata latina editio ex fonte hebraico eruitur et illustratur. Esta obra es más extendida que la que se publicó después, y es sensible que no la concluyese, pues sólo comprende los tres primeros salmos.  

Llámase este convento de Corpus Christi: en el nicho principal del altar mayor se ve de escultura un clérigo en aptitud (actitud) de mostrar al pueblo los Corporales con las formas consagradas teñidas en sangre. La ara está sobre el codol o peñasco, bajo del cual se escondieron los Corporales, cuando con el rebato que dieron los moros, se interrumpió el sacrificio de la misa, en que debían comulgar los capitanes cristianos. Guárdanse allí varias reliquias preciosas; la casa ha florecido siempre en letras y virtud. Algunas tradiciones quedan, si merecen este nombre, de los favores con que se supone haber distinguido Dios aquel lugar y sus moradores, aunque en el día no se cuentan ni oyen sin desprecio. Sólo diré de las repetidas procesiones que se veían por los aires, de las once mil vírgenes; cosa que pudieron tomar de lo que refiere Martene en su viaje de 1718, cuando mil y cien vírgenes de las once mil que se cree están depositadas en el monasterio de los Macabeos en Colonia, fueron en procesión por los aires a la abadía de los cistercienses Altemberg: especies populares, desechadas por aquel sabio monje que supo hermanar la piedad con la buena crítica (a: Voyage litter. de deux religieux benedict. de la congr. de S. Maur. pág. 261. 262.). 

Concluyo con una noticia importante, y de grande ejemplo para los amantes de la literatura nacional. La casualidad me ha presentado un amigo, que lo es muy íntimo del actual prior de la iglesia colegiata de Besalú, D. Luis García Conde, nombrado para tesorero de la catedral de Tortosa. Con esta ocasión manifesté mis deseos de saber la antigüedad que tiene en aquella iglesia colegial la famosa reliquia de la vera cruz, que allí creen poseer, según he oído, desde los tiempos de S. Dámaso en el siglo IV. 

Esta tentativa ha producido los mejores efectos. El señor Conde, noticioso de mi empresa, ha querido remitirme una docta disertación que tenía trabajada acerca de esta reliquia, junto con algunas observaciones críticas sobre la serie cronológica de los condes de Besalú. Y aunque yo debo guardar para cuando llegue a aquella iglesia el hacer uso de su trabajo, no puedo dejar de enviarte la copia de algunos documentos que me ha remitido también, sacada fielmente de los originales que existen en su archivo, los cuales, por no haber publicado Pedro de Marca en su Marca Hispánica, me parecen muy importantes para nuestra colección. Tú los verás, y darás conmigo las gracias a quien tanto se interesa en los progresos e ilustración de nuestra historia

A Dios. Valencia &c. 

NOTAS Y OBSERVACIONES.

(1) Las discordias y guerras civiles, cuyo furor no perdona ni aun a los códices viejos encerrados en los archivos. Son innumerables los archivos y las bibliotecas que han perecido, o han sufrido grandes extravíos y pérdidas por esta causa. Añádense las guerras con los extraños, las irrupciones de gentes bárbaras, los incendios, los robos de los literatos avaros, que han desflorado o disminuido insensiblemente estos depósitos públicos de las buenas letras. Aunque no consta quien fue el autor de las bibliotecas y archivos (V. Reimman. Idea antiq. lit. Aegypciacae p. 96. 8. 44. et p. 176. seq.), por lo menos se sabe que los han tenido todas las naciones cultas, aun en la más remota antigüedad. Dio origen a estos establecimientos la necesidad de guardar las actas e instrumentos públicos, así civiles como religiosos; la liberalidad de los príncipes y de otras personas públicas; el celo de propagar las buenas letras (V. Gundling. Hist. lit. p. 522.). Del conjunto de documentos públicos y otros códices resultaron copiosas bibliotecas entre los hebreos, egipcios, griegos y babilonios: de aquí las de Jerusalén en tiempo de su obispo y mártir S. Alexandro: las profanas de Roma llamadas Ulpia y Palatina: la del presbítero Pánfilo en Cesarea de Palestina, que llegó a juntar hasta treinta mil códices, los más de materias sagradas y eclesiásticas: por no hablar de la pontificia, conocida antiguamente con el nombre de archivo romano, de que hacen ya memoria San Gerónimo y S. Gregorio Papa, amplificada después por Nicolao V, Sixto IV y otros sumos pontífices, cuyo origen y progresos describe exactamente Ángel Rocca (Comment. de biblioth. apost. vaticana.) 

Todas estas bibliotecas y otras innumerables de varios pueblos de oriente y occidente, de que da noticia Struvio en su tratado de Bibliothecis deperditis (Introd. adnot. rei litter. p. 151. seq.) han perecido por la mayor parte, o han quedado de ellas unas leves reliquias esparcidas por varios reinos, de suerte que de las más de ellas apenas queda memoria. 

Igual suerte han tenido otras formadas posteriormente. Mabillon (Praef. musaei italic.) hace memoria de varias bibliotecas incendiadas. Lintrupio (Reliq. incendii Bergens.  Hafn. 1704.) y Edmundo Castello (Epist. dedic. Lexic. Heptagl.) lloran la quema de las suyas. En el incendio de Londres del año 1666 pereció un sinnúmero de libros, cuyo valor llegó a regularse, como dice Struvio, en cincuenta mil libras esterlinas. La famosa biblioteca de Juan Hevelio, la de Antonio Codro, la de Hassensteinio (Hassenstein), la de Stockflet de diez y ocho mil volúmenes selectísimos también se quemaron, sobre cuya desgracia merecen leerse la vida de Hassensteinio por Struvio, la carta de Teustelio a Stockflet, y Kochio de biblioth. ordin. p. 26. Sin salir de España tenemos memoria muy triste del incendio del Escorial, en que perecieron un gran número de códices árabes, y otros no menos estimables, y muchos libros, y la quema recentísima de la biblioteca de MSS. del duque de Alba en la casa nueva junto al Prado. De las bibliotecas incendiadas dio un largo catálogo Schelhormio (in Amoenit litter. t. VII. p. 75 seq.). De otras que han perecido o se han extraviado por varios incidentes tratan Julio Pflugk (Epist. ad Seckendorffium de Biblioth. Budensi pág. mihi 318. seq. Collect. I. Schmidianae), y Bartolino (Diss. ad filios, sigill. p. 20.). Entre estas causas de la pérdida de MSS. y códices de ciertas comunidades, puede señalarse la facilidad de los prelados en deshacerse de ellos, vendiéndolos o trocándolos por libros más usuales, en lo cual, aunque al parecer sirvan a los domésticos, hacen un verdadero perjuicio a los extraños, o más bien a la causa común de las letras, constando que estos códices sólo sirven al público mientras se conservan en los archivos o bibliotecas públicas. De esto se queja Martene en su segundo viaje con motivo del extravío de algunos códices del célebre monasterio de Auchin (Aquicinctum) junto a Douay, y en otros lugares. De ahí nace la actual pobreza de algunas bibliotecas, que han sido riquísimas, como de la de Cluni (Cluny) lo dice Mabillon (Itiner. Burgundic. an. MDCLXXXII. op. posthum. t. 2.p. 22.) y Ruinart de la del monasterio de S. Faron junto a Metz, fundado en el siglo VII (Iter litterar. in Alsat. (Alsacia, Alsace) et Lotharring int. op. posth. Mabillon t. III. p. 414.), y el mismo Martene de las de varios monasterios de Flandes y los Países Bajos (Second. voyag. liter. pág. 82. 106. 107.). 

jueves, 9 de junio de 2022

CARTA XXX. Fabuloso entierro de las lápidas romanas en Valencia a principios del siglo XVI.

CARTA XXX. 

Fabuloso entierro de las lápidas romanas en Valencia a principios del siglo XVI.

Mi querido hermano: Cumpliendo con lo prometido en la carta anterior, voy a contarte la conversación que tuve con el amigo, volviendo de Portaceli a Valencia, sobre las inscripciones romanas de esta ciudad. Para evitar repeticiones de dijo y dije, señalaré las palabras suyas con la letra N, y las mías con la A.

N. Y ¿qué diremos de las innumerables inscripciones que han perecido, las cuales, conservadas, ilustrarían la historia antigua, y honrarían este país, que tanto codiciaron los romanos?

A. Es cierto que hubo un tiempo (1) de ira en la antigüedad en que se desfiguraban las inscripciones, al cual sucedió después otro tiempo de ignorancia en que el pueblo, con dolor de los sabios (2), no conociendo el precio de estas reliquias de la antigüedad, las destruía de todo punto, o las enterraba en los cimientos de los edificios

N. ¿El pueblo dice V.? los magistrados, la gente sabia, si es que merecían este nombre, fueron en algún tiempo autores de este daño. ¿No sabe V. lo que aquí mismo aconteció a principios del siglo XVI? ¿que por consejo, y a instancias del valenciano Juan Celaya, doctor parisiense, mandaron los jurados que se enterrasen en los cimientos del puente que llaman de serranos todas las lápidas romanas que entonces había en esta ciudad, temerosos de que la afición con que eran miradas por algunos degenerase en gentilismo?

¿que por consejo, y a instancias del valenciano Juan Celaya, doctor parisiense, mandaron los jurados que se enterrasen en los cimientos del puente que llaman de serranos todas las lápidas romanas que entonces había en esta ciudad, temerosos de que la afición con que eran miradas por algunos degenerase en gentilismo?

A. Bien sé que eso se ha dicho, pero también sé que son hablillas y fábulas despreciables. Ni en la ilustración de aquel siglo pudo caber tanta barbarie, que de los nombres de los dioses esculpidos en piedras muertas, temiese el magistrado la restauración del gentilismo. Yo creo que esta es fábula.

N. Esa es conjetura muy débil; no basta para tener por fábula una opinión autorizada con el testimonio de tantos escritores. 

A. ¿Qué escritores?

N. ¿Pues ignora V. que aseguran este hecho Escolano (lib. IV. c. 12.), Nicolás Antonio (Bibl. nov. t. I. p. 593), Rodríguez (Bibl. valent. p. 251.), Ximeno (Bibl. scrip. valent. tom. I. p. 107.), Mayans (Epístola XXIII.), Ortí y Sales en su Turiae marmor. (p. 42.), casi todos valencianos, es decir, interesados en quitar a su patria, si posible fuera, este borrón?

A. ¡Gran nube de testigos! pero comencemos suponiendo que la autoridad de todos ellos no pesa más que la de uno solo. Todos citan a Escolano, y se refieren a él en este hecho, con cuya noticia enriqueció el primero de todos la historia de este reino. De suerte que la autoridad de Escolano es la única que debe examinarse en esta materia; y si ella fuere de ningún peso en este punto, como yo creo que lo es, ya ve V. lo que quedará de los otros escritores. 

N. Desearía que fuese así; mas no alcanzo por donde pueda minarse la autoridad de Escolano, que tan decididamente habla en esta materia (a).

(a) Las palabras de Escolano son estas: “ A nuestro gran filósofo Núñez... le oímos muchas veces confesar que algunas de las piedras de Valencia, le habían alumbrado y servido de faraute para penetrar algunos lugares incógnitos de Plinio y de Suetonio Tranquilo. Pero lloraba sobre ellas la sencilla piedad de un gran teólogo parisiense de nuestra nación, llamado el maestro Juan Salaya, que viendo hacer a los curiosos tanta estima de estas piedras romanas, se le antojó que volvía por aquel camino a retoñecer la gentilidad, y el adorar estatuas y dioses de piedra; y para quitarlas que no sirviesen de tropiezo, requirió a los regidores de la ciudad que las mandasen recoger; y pues abrían las zanjas para los cimientos de la puente de los Serranos (que sería por el año de mil quinientos y diez y ocho) las enterrasen en ellas. Pesó más su autoridad que las piedras; y quedaron desde entonces infinitas sepultadas con notable agravio de la antigüedad.” (Hist. de Valencia lib. IV. cap. 12.)

A. Pues yo tengo a mano argumentos para contrarrestarla; de los cuales diría algunos, si no temiera molestar a V. 

N. Todo lo contrario; yo deseo saber la verdad, y poderla apoyar con argumentos sólidos y bien apurados.

A. Está bien; lo primero que salta a los ojos es el silencio de todos los documentos coetáneos al supuesto entierro de las piedras. Un hecho tan ruidoso como es desencajar infinitas piedras, asentadas ya muy de antiguo en las paredes y lugares públicos de la ciudad; ejecutado a instancias de un hombre tan célebre como Celaya; siendo verosímil que precediesen muchos debates, y resistencia por parte de los aficionados a este estudio, que los había allí, como dice Escolano: un hecho digo de esta naturaleza no podía dejar de quedar escrito en los manuales, donde se notaban con extensión las deliberaciones del Consejo general. Mas yo he registrado con gran prolijidad los libros de aquellos tiempos que se conservan íntegros, y ni rastro siquiera se halla de tal cosa, aun donde tratan de la ruina del puente y de los medios para repararle.

N. Argumento negativo es, pero de mucho peso.

A. Es más de lo que parece; aquí hay que considerar que el rey D. Jayme I de Aragón estableció por fuero que Valencia fuese en todo gobernada por los jurados, con el parecer y deliberación de los prohombres; de suerte que sin su consentimiento y aprobación no se quitó jamás ni alteró cosa alguna de los edificios públicos. Los manuales desde el año 1306 hasta el presente están llenos de licencias, mandatos &c. con que el magistrado autorizaba en esta parte hasta las más ligeras alteraciones. Es esto tanta verdad, que habiendo el obispo D. Hugo de Fenollet alcanzado permiso del rey D. Pedro el IV de Aragón para construir a sus expensas un pasadizo desde su palacio a la catedral, para servirse de él en tiempo de lluvias y vientos; a pesar de la licencia real, de la dignidad de la persona y del justo motivo de la pretensión, se resistió el Consejo general a dar su permiso, hasta que al cabo de mucho tiempo, vino en ello por respeto a las personas que mediaron. Otro hecho diré todavía más convincente. En el año 1339 Fr. Jayme Just, administrador del hospital de los Beguines, fabricó en él un soportal, cerrándole con verjas de madera, sin preceder licencia del Consejo general: resistióse este de ello,  en el que se celebró en 27 de junio del mismo año, la mayor parte de los vocales fueron de parecer que se derribase lo fabricado. Mas en consideración al gasto hecho, y a que el fin del administrador fue dar algún desahogo y alivio a los enfermes (per tal que los malalts del dit espital de día pusquessen aver aqui algun refrigeri;) se contentaron con apercibirle y mandarle suspender la obra, y que en caso de ruina no la reedificase. Tan celosos eran de su autoridad los jurados, y tan puntuales los escribanos de sala en dejar escritas las deliberaciones y circunstancias de cosas tan menudas. ¿Cómo era posible que se omitiese estotro (este otro) hecho de tanta conseqüencia (consecuencia)?

N. Verdaderamente hace fuerza esta razón; y más que en el tal negocio, como V. dijo, no habría sólo pedir Celaya, y consentir los jurados; sino que los estudiosos de la antigüedad, viendo que iban a quedar privados de aquellas memorias, y la ciudad afeada con este borrón, precisamente debieron representar, o insinuarse por medio de los prohombres, para que el Consejo general no consintiese en ello. Y así el no hallarse nada escrito, da que sospechar, a no ser que por algún incidente que ignoramos, no se escribiesen estas memorias.

A. Sea así enhorabuena; no quiero empeñarme en ello. Mas agregue V. a estas conjeturas el silencio de Pedro Antón Beuter, que vivió hasta la mitad del siglo XVI, y debió hallarse presente al supuesto entierro de las piedras siendo ya entrado en edad. Y cierto que se le ofreció más de una ocasión para decirlo, y para quejarse de ello, si tal hubiera, siendo como lo fue, muy dado al estudio de estas antiguallas. Mas lejos de hallarse en sus escritos memoria de tal cosa, por lo contrario celebra y como que se regala, acordando las muchas piedras que quedaron de los romanos. En la dedicatoria de la crónica castellana decía a los jurados: "Muchos años ha, magníficos señores, que a petición de los que entonces tenían el regimiento de la ciudad, entendí en compilar un libro de las antigüedades, que en este reyno acaecieron, por buenos y justos respetos. Y como buscando con grandísimo trabajo este propósito en los antiguos escritores, y reconociendo las piedras escritas que de aquellos tiempos quedan aún por memoria &c." Esto es de Beuter.

N. Buena ocasión por cierto para quejarse de un hecho que le privaba de tantos auxilios, que le vinieran muy bien para el desempeño de su encargo.

A. Pues aún es mas notable lo que dice en la dedicatoria de la parte II de la misma crónica: "Sabemos que los romanos no conquistaron el mundo, sin que el español anduviese entre ellos. Quédannos los montones de piedras, memoriales de los  excelentes españoles que fueron en aquel tiempo, con que labramos nuestras casas, empalagados de dar razón de estas cosas a los extranjeros que nos la piden." Aquí se ve que veinte o treinta años después del supuesto entierro había montones de piedras en Valencia, cuyos moradores se gloriaban de mostrarlas y dar razón de ellas a los extranjeros. 

N. Vea V. como retoñecía el gentilismo. 

A. Sí, y son tantas las piedras que el mismo Beuter copió y explicó en sus libros, y las que hacinan Escolano, Diago y otros, que no sé qué decirme de la supuesta proscripción. Porque si esta se hizo por un motivo tan piadoso cual es evitar el peligro de la idolatría, ninguna inscripción gentílica debía quedar exceptuada. Y la primera que para dar exemplo debió haber sufrido el anatema, es la que ya entonces se hallaba en la esquina de la casa de ayuntamiento, copiada por Escolano, col. 787. Y siendo una prohibición religiosa, debieran ante todas cosas haber requerido al arzobispo o cabildo, para que fuese el primero en quitar y enterrar las inscripciones que había en la iglesia catedral. Mas no fue así; antes consta que estas permanecieron en su lugar hasta los tiempos de D. Fr. Isidoro Aliaga, el cual (como dice Vicente del Olmo en su Litología cap. 7.) "mandó picar y borrar las piedras que estaban en la iglesia mayor. Y aunque no se podía recelar riesgo alguno de renovarse en ellas el culto que en tiempo de los romanos tuvieron; pero juzgó por indecente que inscripciones tan profanas ocupasen lugar tan sagrado y eminente, dejando las demás que vemos en otros lugares públicos." 

N. Este si que es verdadero entierro de piedras antiguas; pero acaso estarían tan encajadas en el edificio, que para quitarlas de allí no quedaría más arbitrio que borrarlas. 

A. Así parece; quiso además este prelado cumplir con lo prevenido en el concilio provincial del señor Ayala de 1565. sess. IV. cap. 7. que tiene este título: Quae sapiunt gentilitios ritus è templis removenda: y no hay más. 

N. En resolución, lejos de haber desaparecido las infinitas piedras romanas, se va desvaneciendo la calumnia con que hasta aquí se había desdorado el nombre de Juan de Celaya. 

A. Yo por tal tengo el dicho de Escolano. Era Celaya hombre de mucho saber, y de gran crédito y autoridad en Francia; muy querido del Emperador Carlos V y de su corte; tratado con mucha distinción por los jurados de Valencia, los cuales con el deseo de que se quedase en ella, suprimieron para dotarle bien, siete cátedras de la universidad; hiciéronle su rector perpetuo, con otras mil honras, que acaso despertaron la envidia de alguno para zurcir (urdir) esta novela, y achacarle un hecho incompatible con todas estas circunstancias. 

N. ¿Pues qué Celaya era de Valencia?

A. Sí señor: y dejó su patria muy mozo para ir a París, en cuya universidad se hallaba ya graduado de doctor el año 1494, cuando admitió por criado al célebre Juan Martínez Siliceo, que después fue cardenal arzobispo de Toledo. 

N. A fe que tengo yo copia de los cincuenta y tres cargos que hizo a este cardenal el capítulo toledano, y la respuesta también y satisfacción que dio aquel prelado a cada uno de ellos: buenos documentos para la historia de aquel tiempo, y señaladamente de la iglesia de Toledo.

A. Pues Celaya, después de haber enseñado en aquella universidad, sirvió el oficio de vicario general en diferentes obispados de Francia; fue llamado a la corte del emperador, de quien recibió algunas cartas y otras muestras de estimación, como él mismo lo confiesa en la dedicatoria del tom. 2. de los Sentenciarios: "Pro tuam (dice) caesaream majestate et regiam munificentiam non mediocribus ornamentis me decorasti: quod ad sacram tuam aulam vocaveris, et postea per litteras rectam tuam in me benignitatem significaveris." 

N. Muy en la memoria tiene V. todas estas menudencias.

A. No ha mucho tiempo que estudié con cuidado este punto en las Observaciones a las antigüedades de Valencia, que dejó escritas el P. Fr. Josef Texidor, de mi orden, las cuales se conservan en nuestro convento; de él son casi todas las reflexiones que llevo hechas, y muchas de las que quedan por hacer. Pero volviendo a nuestro asunto, ¿le parece a V. verosímil que un hombre tan acreditado como Celaya, olvidando lo que había aprendido en París, y desentendiéndose de su propia honra, persuadiese una cosa tan bárbara, que ni siquiera soñaron sus mayores, aun en siglos menos ilustrados?

N. No es regular; pero como la piedad teme justamente en ciertos lances el abuso que nace de la falta de ilustración, no sería extraño que Celaya recelase en su patria sobre esto daños que no se habían temido hasta entonces. 

A. Bien pudo ser así; pero ¿y si constase que no estaba aquí Celaya al tiempo del supuesto entierro de las piedras?

N. O! si eso se pudiera probar....

A. Pues oiga V.: el mismo Escolano fija la época de ese entierro en el año 1518, y debió de ser muy en sus principios, y acaso a fines del antecedente; porque la avenida del río, que derribó la puente de serranos, fue a 26 de Septiembre de 1517; y en Noviembre del mismo año ya se trataba de reedificarle. Luego si fuera cierto que en todo el año 1517, ni en el siguiente, no había aún venido Celaya a Valencia, quedaría vindicado su honor. Pues a mi parecer esto se infiere de lo que él mismo dice en el tom. 1.° de los Sentenciarios, hablando con su mecenas D. Miguel Cavanilles, gobernador de Valencia: "Animus (le dice) verè tibi devinctissimus est pro tuis erga me vel maximis meritis, quibus me et Parrhisiis olim prosecutus es, cum honorificentissimam apud Galliarum principem legationem catholici regis nomine obiisti." Esta embajada de Cavanilles en Francia, o fue con ocasión de la paz que Carlos V y Francisco I concertaron en Noyon en 1516, y se ratificó el año siguiente; o acaso duró lo que duró esa paz hasta los años 1520, en que Francisco I, privado de la corona de Alemania a que aspiraba, declaró abiertamente el enojo con que miraba a su competidor. De todos modos Celaya estuvo muy de asiento en París, por lo menos todo el año 1517. Por otra parte consta casi con evidencia que permaneció en Francia hasta muy cerca del año 1525, en el cual los jurados de Valencia escribieron al emperador Carlos V, hablando de la venida de Celaya a esta ciudad como de una cosa reciente. Ha de ver V. esta carta cuando lleguemos a Valencia, porque es el panegírico más cumplido de la ilustración de este doctor, y del aprecio con que le trataron (a: V. apénd. V). En suma dicen los jurados que había venido a ver a su madre y deudos, y que era llamado a la corte del emperador, al cual muestran el más vivo deseo de que este docto varón se quedase para siempre en su patria; porque de él esperaban la reforma de los estudios, y grande adelantamiento en la reciente universidad. Mas como no podían proporcionarle honorario que igualase al que disfrutaba en Francia, donde tenía una dignidad que le redituaba setecientos ducados, y era además vicario general de diez diócesis, de todo lo cual juntaba cada año más de mil ducados; por tanto suplicaban al emperador le diese el canonicato que su majestad tenía en esta catedral, de cuyas rentas nada percibía sino cuando estaba en esta ciudad, y juntamente le mandase no volver más a Francia. No sabemos si efectivamente se le dio esa prebenda; pero consta que permaneció desde entonces aquí, y que le nombraron rector perpetuo de la universidad, contra lo que en sus recientes estatutos estaba mandado, que fuese este oficio trienal. De suerte que sobre no caber en un hombre tan erudito el absurdo que se le imputa, es claro que estando recién venido de Francia en el año 1525, no podía aconsejar ni persuadir lo que se supone hecho siete años antes. 

N. Acaso dirán que los jurados dilataron todo este tiempo el hacer esta gestión.

A. No cabe eso; pues por estos años buscaban los jurados para su universidad doctores de gran fama, y los convidaban con decentes honorarios. Así en 1521 instaron al P. Fr. Juan de Salamanca, de mi orden, que se hallaba en la corte del emperador, para que viniese a regentar una cátedra de teología. He visto la carta que le escribieron en el tomo 41 de las de esta ciudad en su archivo. Portándose así los jurados con un forastero, ¿se hace creíble que dilatasen siete años la misma solicitud, respecto de un hijo de esta ciudad, tan estimado y respetado por ella, que sólo su dicho la movió, como suponen, a enterrar los monumentos romanos ? 

N. No es creíble. Y acaso no le conocerían los jurados sino por una vaga y obscura noticia de su nombre. 

A. No le conocían hasta que vino y le oyeron predicar: y añaden en la carta que este maestro se quedaría gustoso en Valencia; lo cual no dijeran si estaba ya en ella casi siete años. Además que la dignidad y los oficios que en Francia tenía, no permiten suponer tan larga ausencia. Con que no podemos juzgar que Celaya fuese autor de semejante cosa; y que todo ello es un atadijo de ficciones mal digeridas.

N. Pero V. hasta ahora no se ha hecho cargo de la autoridad del gran filósofo Juan Núñez, a quien Escolano oyó referir y lamentar muchas veces esta preocupación y sencilla piedad de Celaya.

A. Este es el único testigo que alega aquel escritor. Pero es testigo que nació en 1529, once años después del supuesto entierro; por consiguiente que adquirió esta noticia de otro, que no se sabe quien sea. Pues ¿en qué seso cabe por un motivo tan débil, dar por cierto un hecho de tanta entidad, y contra el cual están clamando el silencio de los documentos donde debiera constar, los montones de piedras romanas que Beuter después del año 1518 asegura que existían en Valencia, y las que el mismo Núñez confiesa que le habían alumbrado y servido de faraute (herault; heraldo, traductor, intérprete) para penetrar algunos lugares incógnitos de Plinio y Suetonio Tranquilo? Aun yo hallo que Escolano emplea cinco largos capítulos del lib. IV. en la explicación de muchísimas lápidas conservadas dentro de la ciudad; de las cuales algunas son dedicatorias a las Parcas, Serapis, Esculapio y otros héroes de la gentilidad, y casi todas puestas ya de muy antiguo en lugares públicos, donde es de todo punto inverosímil que las ignorase el magistrado. ¿Pues cómo pudo persuadirse este escritor que aquel sabio cuerpo mandase enterrar infinitas piedras para precaver que retoñeciese el gentilismo, cuando dejaba a la vista del publico otras muchas de que podía recelar igual riesgo? Esta reflexión tan obvia debía ser para Escolano de mucho más peso que las lágrimas de Núñez; ya que no quiso detenerse en averiguar si Celaya estaba o no en Valencia al tiempo de zanjar los cimientos del puente de serranos. 

N. Amigo, confieso a V. que antes pisaba yo aquella puente con respeto, considerando los preciosos cimientos que la sustentaban; pero de hoy más la pisaré con miedo, como edificio fundado sobre una fábula.

A. Trate V. la fábula como ella se merece; y vamos a pasar esa puente sin el temor y respeto que V. dice, sino admirando su buena y sólida construcción, y el punto hermoso de vista que desde ella se descubre.

N. He oído que un hábil paisista de esta ciudad está preparando para grabar algunas de las vistas excelentes de que abundan sus contornos. 

A. Así debiera ser; que pues en nada ceden las nuestras a las que nos venden los extranjeros, a lo menos servirían para resarcirnos de las sumas cuantiosas que ellos nos sacan con este género de comercio, vendiéndonos tal vez cosas arbitrarias. Dios nos dé más patriotismo.

Aquí tuvo fin el viaje y la conversación, y lo tiene también la carta. A Dios. 

NOTAS Y OBSERVACIONES.

(1) Hubo un tiempo de ira en la antigüedad en que se desfiguraban las inscripciones. Los romanos solían borrar de las inscripciones los nombres de aquellas personas públicas que se habían granjeado la aversión popular. Así escribe Suetonio que el senado romano se alegró tanto de la muerte de Domiciano, ut novissimé eradendos ubique titulos, abolendamque omnem memoriam decerneret, lo cual declarando Macrobio (Saturnal. lib. I. cap. XII.) dice que se borró el nombre de aquel emperador ex omni aere vel saxo. De Cómodo cuenta también Lampridio (in Commod. c XVII.) que mandó el senado borrar su nombre, alienis operibus incissum. Otros tales ejemplos pueden verse en el índice Gruteriano (Cap. XVII. litt. N.) donde pone la lista de las personas famosas, cuyos nombres fueron quitados de las inscripciones y otros públicos monumentos. Con esto cuadra lo que observan Reinesio (Epist. 69. ad Rupertum pág. 612.) y Perizonio (Dissertat. trias. pág. 22.) sobre una inscripción en que por mandato de Caracalla fueron borrados los nombres de Fulvia Plautila Aug. y de su padre L. Fulvio Plautiano, que era de la familia fulvia, como contra Panvinio y otros lo demostraron el cardenal de Noris (Epoch. Syromacedonum Diss. V. cap. III.) y Pagi (Crit. Baron. ann. CXCIX. n. 4. 5.) por las causas que indica Justo Fontanini De antiquit. Hortae lib. I. Cap. III. Véanse las observaciones de Noris (Epist. consular. pág. 15.) sobre el nombre M. Furii Camilli Scriboniani mandado borrar de una inscripción del año XXXII de Cristo, publicada por Grutero (CXIII. 2.) y Escalígero (De emend. tempor. lib. V. pág. 385.). Mucho se hubiera ilustrado este punto con el tratado De inscriptionibus decreto publico erasis (inglés erase : borrar) que tenía meditado Fontanini, y no sé si llegó a publicarse. 

(2) No conociendo el precio de estas reliquias de la antigüedad. De la utilidad de las inscripciones y del uso de ellas en la historia y la cronología han escrito varios eruditos modernos, especialmente los colectores de estos monumentos, cuyos nombres pueden verse en el Catálogo de la biblioteca bunaviana part. II. lib. VI. desde la pág. 1003. Entre ellos merece distinguido lugar Jano Grutero, cuya copiosa colección de inscripciones ilustrada con los exactos índices de Josef Escalígero (V. Scalig. Epist. 413. seq. à pág. 703.) y aumentada con el suplemento de Jacobo Sponio, ha dado gran luz para aclarar varios puntos dudosos en esta materia. Igual beneficio hicieron la obra intitulada: Monumenta sepulcralia clarorum virorum per totum fere orbem impresa en Francfort en 1585, y otra de Pedro Andrés Canonherio publicada en Antuerpia (Amberes, Antwerpen) en 1614, con el título: Flores illustrium epitaphiorum totius Europae.

A estos pueden añadirse los editores de epitafios y otras inscripciones que se conservan en diversas ciudades y provincias: Francisco Sweertio, que publicó (en Antuerpia 1613.) Monumenta sepulcralia Brabantiae: Juan Grossio, que imprimió (en Basilea 1622) Urbis Basileae (Basel, en Suiza) epitaphia et inscriptiones, obra continuada después por Juan Toniola en 1661: Jorge Gualtero, cuya es la Collectio inscriptionum et tabularum Siciliae atque Brutiorum (impresa en Mesana 1624). Daniel Praschio, que en el mismo año publicó en Ausburgo Epitaphia augustana vindelica: Pablo Aringho, que ilustró muchas inscripciones en su Roma subterránea (Rom. 1651). 

Ilustraron también esta materia el cardenal de Noris, que escribió Caii et Lucii caesarum (Cayo y Lucio) cenotaphia pisana: Sertorio Ursato Monumenta patavina: Juan Seldeno Marmora arundeliana: Miguel Potembeck Epitaphia noribergensia: Andrés Sennerto Athenae et inscriptiones witembergenses: Gisberto Cupero Sylloge variarum veterum inscriptionum; y otros muchos, cuyo ejemplo, seguido en España, daría a los extranjeros las noticias originales de su historia literaria que no tienen, por cuya falta caen en grandes equivocaciones acerca del estado antiguo, civil y eclesiástico de nuestras provincias.