sábado, 9 de julio de 2022

A 20 de Maig me donaren una de Vm. de 25 de Abril, y ab ella tota merçe.

Carta que escribió el canónigo de Tortosa Jayme Miró al canónigo de Toledo D.
J. B. Pérez, obispo que después fue de Segorbe (a: Existe original en un tom. fol. de actas y noticias de los SS. de España, que recogió el dicho Señor Pérez, y se guarda en el archivo de la catedral de Segorbe.). 

A 20 de Maig me donaren una de Vm. de 25 de Abril, y ab ella tota merçe. 

Y puyx es Vm. natural de Valencia, li respondre en nostra llengua, puix lo entendra molt be. 

Per tenir yo en carrech la llibreria de esta iglesia per lo capitol de ella, fuy forçat comunicar la de Vm. á estos senyors estant justats per altres negocis, y tots uniformes foren molt contents yo serquas totes les claricies se poguessen haber, y veure axi en la llibreria como en lo archiu, y en les constitucions de esta iglesia, y donas á Vm. relacio del que si trobaria ab tot lo compliment necessari. Y axi serquant en dita llibreria, he trobat en un llibre de lliçons molt antich la vida del glorios Sant Ruph, la qual envie à Vm. de la manera la he trobada scrita en llati, encara que en alguns llochs hi ha alguns periodos no corresponen a la sentencia he intelligencia del que va dient; pero per no llevar y affegir hi mes del quex havia la tramet de ma mia scrita ab la present, como dalt dich. Rebré a merce me avise de la rebuda della. 

Tambe so entrat en lo archiu de dita iglesia per veure si se trobarien alguns actes antichs ans que los moros entrassen en Spaña, y no si ha trobat cosa alguna, salvo la conquista feu D. Ramon Berenguer, compte de Barcelona, qui conquista a Tortosa, y trague los moros della en lo any 1148: y conquistada feu venir de França de un monestir estaba en la ribera del Rojne a un Gaufrido qui era abat de dit monestir de canonges reglars del orde de Sant Agosti pera esser bisbe de Tortosa, e axi en lo any 1151 lo Archebisbe de Tarragona lo consagra en presencia de altres bisbes y de dit D. Ramon Berenguer, compte de Barcelona, y li dona dit compte a dit Gaufrido y sos successors los delmes y primicies, y designa los llimits del bisbat. 

Y apres dit Gaufrido envia a Roma sa electio y consecratio pera obtenir confirmatio de Adriano quarto, qui tunc presidia en la sede romana; y axi dit Adriano lo confirma ab sa bulla, dada en Benavent 6 cal. Aprilis (a: El original dice XIII cal. Aprilis) anno Incarnationis Domini de 1155 pontificatus anno secundo. E dit Gaufrido poch apres de haber rebut dita confirmatio que fonch en lo any 1158 feu una constitucio que comença: Auctoritate apostolicâ roborati, la qual per esser llarga no insertare sino solament lo essencial della pera alguna claricia del que Vm. me demana. Y diu desta manera: Statuimus e firmamus Nos et sequaces nostros in praefactâ ecclesiâ unanimiter, concorditer et canonicè vivere sub regula Sancti Augustini, et juxta consuetudines ecclesiae Sancti Ruphi, licet sint ibi aliqua singularia quae in Dertusensi ecclesiâ juxta dignitatem suam et loci proprietatem rationabiliter poterunt dispensari. Y tinch per molt averiguat dit Gaufrido porta la historia de la vida de S. Ruph de alla del modo la he trobada, y va ab la present. Y asso es lo que fins al present he pogut trobar. Si altra cosa se descubrira, yo avisare a Vm. Y si en altra cosa hi haura per assi en que yo me puga emplear al servey de Vm. rebre a molt contento mo mane, per que ho fare, com per les obres veura. Y nostre Sr. guarde y prospere a Vm. per molts anys como se desija. Tortosa a 3 de Juny 1591. = Lo canonge Jaume Miró. = En el sobrescrito dice así: A mestre Joan Baptista Periz canonge de la santa iglesia de Toledo. = Toledo. 


Versión castellana de la carta anterior. 

A 20 de Mayo me entregaron una carta de Vm. de 25 de Abril, en la cual recibí merced. Y pues es Vm. natural de Valencia, le responderé en nuestro idioma que lo entenderá bien. 

Por tenerme encargada el cabildo de esta iglesia su librería, me vi obligado a dar cuenta de la de Vm. a estos señores, hallándose congregados para otros negocios, los quales con mucha satisfacción suya acordaron que buscase yo quanto pueda aclarar 

este punto, examinando los documentos de la librería y del archivo y las constituciones de esta iglesia, para dar a Vm. razón cumplida de quanto se encuentre. Escudriñando pues la librería, he hallado en un leccionario muy antiguo la vida del glorioso S. Rufo, que envío a Vm. tal cual ha venido a mis manos escrita en latín, aunque en algunos lugares hay períodos cuyo sentido no corresponde al contexto; mas por no añadir ni quitar, la remito adjunta como he dicho, copiada de mi mano. Estimaré a Vm. me avise su recibo. 

He entrado también en el archivo de la iglesia a ver si daría con algunas actas antiguas anteriores a la entrada de los moros en España, y nada hallo sino la conquista hecha por D. Ramón Berenguer, conde de Barcelona, que ganó a Tortosa y lanzó de ella a los moros el año 1148, y conquistada hizo venir de Francia de un monasterio de canónigos reglares, de la orden de San Agustín, que estaba a las orillas del Ródano, a su abad Gaufrido para que fuese obispo de Tortosa: al qual consagró el arzobispo de Tarragona el año 1151 a presencia de otros obispos y del dicho D. Ramón Berenguer, conde de Barcelona, el cual dio a Gaufrido y a sus sucesores los diezmos y primicias, y señaló los límites del obispado. Hecho esto, envió a Roma Gaufrido su elección y consagración para que la confirmase Adriano IV, que ocupaba entonces la silla romana, como en efecto la confirmó en su bula expedida en Benevento VI cal. Aprilis anno Incarnationis Domini 1155 pontificatus anno secundo. 

Poco tiempo después de haber recibido Gaufrido esta confirmación, esto es, en el año 1158 hizo una constitución que empieza: Auctoritate apostolicâ roborati, que no inserto toda entera por ser larga; sólo notaré lo esencial de ella para aclarar lo que Vm. me pregunta. Dice así.... 

Y tengo por muy cierto que dicho Gaufrido trajo de allá la historia de la vida de San Rufo, tal cual la he encontrado y acompaño con esta. Y es quanto hasta ahora he podido encontrar. Sí más descubriere, avisaré a Vm. Y si hay por aquí otra cosa en que pueda yo emplearme en su obsequio de Vm. tendré a gran satisfacción que me mande, pues lo haré como lo acreditarán las obras. Y nuestro Señor guarde y prospere a Vm. por muchos años como se desea. Tortosa a 3 de Junio de 1591. = El canónigo Jayme Miró. = El sobrescrito dice: Al maestro Juan Bautista Pérez, canónigo de la santa iglesia de Toledo. 

CARTA XL. Si S. Rufo fue obispo de Tortosa.

CARTA XL. 

Si S. Rufo fue obispo de Tortosa.

Mi querido hermano: ¿Qué quieres que diga del pontificado de S. Rufo, que se cree ser el primero obispo de Tortosa? Después de la larga dominación de los moros, ¿qué puede hallarse en nuestros pueblos perteneciente a la religión del primer siglo de la iglesia? Sin embargo, como los defensores de una tradición que tanto honra a esta ciudad, han hallado un documento con que apoyarla, diré algo sobre él, pues todavía existe y he podido examinarle. 

Hay un misal antiguo en esta iglesia, que es el que dije que tenía las cubiertas tachonadas de plata. En él se halla la oración en la fiesta de S. Rufo de esta manera: Propitiare, Domine, quae sumus (parece una sola palabra), nobis famulis tuis per hujus sancti confessoris atque pontificis Ruphi, qui in praesenti requiescit ecclesiâ, merita gloriosa; ut ejus piâ intercessione ab omnibus semper protegamur adversis. Per. 

Si este misal fuese propio de esta iglesia, es un argumento invencible que S. Rufo fue su primer obispo. Mas quien observe el carácter, las miniaturas y el calendario de este códice, fácilmente conocerá que es extranjero. Además, que no siendo anterior a la invasión de los moros, como ciertamente no lo es; si fuera de esta iglesia debería haberse escrito después de conquistada la ciudad y restaurada la silla episcopal: y en tal caso se hallaría ingerida en el calendario la fiesta de la Dedicación de la primera catedral, que fue en 1178. Mas no sucede así; antes por el contrario en la única fiesta de Dedicación que en él se halla, se ve que era de otra iglesia. Porque en el mes de Junio dice: VIII. idus Dedicatio ecclesiae S. Ruphi. La iglesia de Tortosa nunca se intituló S. Ruphi, sino S. Mariae. Y como cada iglesia celebraba la fiesta de su dedicación, señalándole día en su calendario; síguese que este códice pertenece a otra iglesia que tenía la advocación de S. Rufo. La de esta catedral es III. cal. Decemb. (digo la primera del año 1178 que es la que debía hallarse en el códice si fuese de aquí), y esta del todo se omite en él. Y en otro misal idéntico en el carácter, aunque inferior en la suntuosidad de los adornos, se halla esta fiesta notada al margen por una mano posterior como del siglo XV con estas palabras: Festum Dedicationis eccl. Dertus. semper celebrabitur dominicâ post festum S. Ruphi. ¿A quién se le hará creíble que se omitiese una fiesta tan propia de esta iglesia, y que nunca dejó de celebrarse según la costumbre general de todas las iglesias? Por otra parte, en la oración de S. Rufo de este segundo misal, que se halla del mismo modo que en el primero, están raspadas con suma prolijidad las palabras; qui in praesenti requiescit ecclesiâ. 

Cosa que debió hacer algún individuo sabio de esta catedral; a quien le era conocida la iglesia de donde vinieron estos códice. Nosotros ya que ignoramos esto, podemos juzgar de la antigüedad de ellos por su carácter y forma de abreviaturas, nexos &c.

Y digo confiadamente que no habrá paleógrafo que los tenga por anteriores a los árabes. Antes si se cotejan con el ordinario que dije escrito en el año 1055, se verá que son idénticos; con él, y por consiguiente escritos en tiempo en que esta ciudad estaba todavía sujeta a los moros, y en que no se podían escribir misales para una iglesia que no había. No siendo pues de aquí estos códices, no se verifica ser esta catedral depósito de las reliquias de San Rufo. 

Pero lo que más convence haber mirado siempre esta iglesia como extraños los dichos códices y su tradición, es el examen de los que se sabe, y consta ser propios de ella, así MSS. como impresos. Con gran deseo de hallar la verdad he registrado todos los breviarios, colectas y misales que se guardan en el archivo. Y hallo que en la mayor parte de los MSS. la oración en la fiesta de S. Rufo dice así: 

Deus qui B. Ruphum Pontif. Sanctorum tuorum meritis coaequati; concede propitius, ut qui commemorationis ejus festa percolimus, vitae quoque imitemur exempla. Per. 

La misma usa el obispo D. Gerónimo de Requesens en el breviario que imprimió en Barcelona en 1547. Otro MS. del año 1475 pone la siguiente: Adesto, Domine, supplicationibus nostris, et B. Ruphi intercessionibus confidentes, nec minis adversantium, nec ullo conturbemur incursu. Per. 

Un misal impreso en Barcelona en 1524 dice: Deus qui animae famuli tui Ruphi aeternae beatitudinis praemia contulisti, concede propitius, ut qui peccatorum nostrorum pondere praemimur, ejus apud te precibus sublevemur. Per. 

En suma ninguno de los códices de esta iglesia copia la oración del primero, ni las palabras qui in praesenti requiescit ecclesiâ; y eso que algunos son del siglo XIV, y acaso del anterior. No hallo pues fundamento para decir que esta es la tradición de esta catedral, y que siempre se ha tenido por propio de ella aquel misal antiguo. Los sabios obispos y los varones doctos que entendieron en ordenar los oficios de esta diócesis, tuvieron presente aquel códice que antes se guardaba en el relicario, y vieron la gloria que les ofrecía, dando a esta iglesia tan antiguo fundador. ¿Qué causa pudieron tener para desecharla y no trasladar su memoria a la posteridad por medio de documentos tan auténticos? Yo no hallo salida a esta reflexión, sino que como tan próximos a la restauración de la silla, conservaban memoria del lugar de donde se trajeron aquellos códices: y no queriendo para sí glorias que ciertamente sabían ser de otras ciudades, tomaron para el oficio de S. Rufo las oraciones comunes, excluyendo de todo punto aquel período. Otro tanto sucede en las lecciones de maytines, que en ninguno de los breviarios MSS. llegan a contar la venida de San Rufo a España, y mucho menos su pontificado en esta sede. Digo esto confiadamente, aun después de haber leído en algunos escritores nuestros que los breviarios de esta iglesia refieren el obispado de San Rufo y su fallecimiento en Tortosa. Vea quien quisiere estos códices antiguos: estoy seguro de que no hallen en todos ellos una palabra que a esto pueda aludir. 

Paréceme estar leyendo el corazón de los que ordenaron aquellas lecciones. En la ocasión más oportuna, pudiendo decir con pocas palabras lo que tan glorioso era para esta silla, se contentan con hablar en general de la virtud y predicación de S. Rufo y nada más; y aun hay códice que pone para las lecciones una homilía de S. Gerónimo. 

En las lecciones de la santa Cinta y las de Santa Candia y Córdula, nada se omitió de lo que podía ser glorioso a la iglesia y ciudad de Tortosa; lo omitieron en las de San Rufo, es prueba de que no se creyó tal cosa en los siglos XIII, XIV y XV. 

Otra reflexión me ocurre, contra esta opinión. En todos los códices se nota la fiesta de S. Rufo con rito de cuatro cantores. Mas en la carta ciborum, o costumbre de refectorio (cebar; igual que para los asnos, cebada, y encima montan los clérigos) se dice: 

item en la festa de Sent Ruff moltó (francés mouton) et spatles (espátula, espalda, espala, paletilla etc.). 

Así el rito de los cuatro cantores como este extraordinario eran comunes a otras muchas fiestas de poca consideración para esta, iglesia. Y cierto era muy debido que en uno y otro se hiciesen en este día demostraciones de mayor solemnidad, si se creyese haber sido S. Rufo primer obispo de esta iglesia y estar en ella depositado. Advierto que esta carta ciborum se confirmó en el año 1350; y en la escritura que he visto original se dice que estas costumbres eran antiquísimas en esta iglesia. De suerte que en los cuatro primeros siglos de su restauración, no hay vestigio por donde se descubra que haya habido en ella tal tradición. 

Por si alguno deseare saber el origen de la fiesta de S. Rufo en esta iglesia, que al cabo era IIII. cantorum, que es alguna distinción, y el nombre del santo se halla en las letanías, y es cierto que fue venerado aquí desde la restauración de la silla; diré mi parecer, que es conforme al de los individuos doctos de este cabildo. Éralo (lo era) a fines del siglo XVI el canónigo D. Jayme Miró, que fue también tesorero de la iglesia, y vivió en ella muchos años, y (como dice en sus índices el canónigo Macip) compuso un libro de rúbricas, esto es, notales de todas las cosas de la iglesia desde el año 1326 hasta 1481, por donde se ve que era muy versado en la historia eclesiástica de Tortosa. Era además natural de esta ciudad, bautizado en ella a 1.° de Mayo de 1532. 

Pues a este hombre docto y amante de las glorias de su patria pidió el célebre obispo de Segorbe D, Juan Bautista Pérez, siendo aún canónigo de Toledo, que le comunicase los documentos que hubiese aquí sobre S. Rufo. Vi y copié en Segorbe, entre los papeles de aquel prelado, la carta original del canónigo Miró (a), cuya lectura te hará ver que el origen de celebrar aquí fiesta a S. Rufo es el haber sido el primer obispo de Tortosa, después de su conquista, Gaufredo, abad del monasterio de S. Rufo en Aviñón. Verás también en la carta que este obispo se trajo de allá las actas de la vida de S. Rufo; y por consiguiente que pertenece a Aviñón lo que por el contexto de ellas se atribuye a Tortosa. A este modo es verosímil que trajese también otros códices litúrgicos para el uso de esta catedral, escasa entonces de tales alhajas, entre las cuales mientras no se demuestre lo contrario, debemos contar aquel antiguo misal, que siendo de Aviñón, conserva la tradición que allá tenían y tienen de poseer las reliquias de su primer obispo San Rufo (1). 

(a) Va en seguida de esta.

(1) Dionisio de Santa Marta (Gallia Christ. col. 795) comienza así el catálogo de los obispos de Aviñón; Sancti Ruphi primi Avenionensis episcopi, Ado Viennensis, Beda, Usuardus, Martyrologium Romanum die 12 Novembris, Ferrarius et alii per multi auctores meminere. Celebratur festum ejus in hac urbe 14 Novembris, et in cathedrali ecclesiâ summâ veneratione coluntur ejus reliquia. Habet verò Valentiae monasterium nominis sui, et ordinis seu congregationis celeberrimae caput, cujus olim sedes erat extramuros Avenionenses, et adhuc superest.  

Conservando pues Gaufredo afecto a su profesión y al titular de su casa, es verosímil que así como introdujo aquí la vida reglar juxta consuetudines ecclesiae S. Ruphi,  introdujese también la devoción del mismo santo. Tanto más que ya entonces, esto es, a mitad del siglo XII había en la provincia tarraconense muchas iglesias de canónigos reglares llamados de S. Rufo, porque la devoción de los príncipes las sujetaba, y aun hacía donación de ellas al monasterio de S. Rufo de Aviñón. Este es conocidamente el origen de esta fiesta en Tortosa; de lo cual ya no diré más. Allá van junto con la carta sobredicha algunas de las notitas que puso el Señor Pérez a las actas de S. Rufo, las cuales no he podido encontrar aquí a pesar de mi diligencia. 

A Dios. Tortosa &c. 


Carta que escribió el canónigo de Tortosa Jayme Miró al canónigo de Toledo D. J. B. 

Pérez, obispo que después fue de Segorbe (a: Existe original en un tom. fol. de actas y noticias de los SS. de España, que recogió el dicho Señor Pérez, y se guarda en el archivo de la catedral de Segorbe.). 

A 20 de Maig me donaren una de Vm. de 25 de Abril, y ab ella tota merçe. 

Y puyx es Vm. natural de Valencia, li respondre en nostra llengua, puix lo entendra molt be. 

Per tenir yo en carrech la llibreria de esta iglesia per lo capitol de ella, fuy forçat comunicar la de Vm. á estos senyors estant justats per altres negocis, y tots uniformes foren molt contents yo serquas totes les claricies se poguessen haber, y veure axi en la Ilibreria como en lo archiu, y en les constitucions de esta iglesia, y donas á Vm. relacio del que si trobaria ab tot lo compliment necessari. Y axi serquant en dita Ilibreria, he trobat en un Ilibre de lliçons molt antich la vida del glorios Sant Ruph, la qual envie à Vm. de la manera la he trobada scrita en llati, encara que en alguns llochs hi ha alguns periodos no corresponen a la sentencia he intelligencia del que va dient; pero per no llevar y affegir hi mes del quex havia la tramet de ma mia scrita ab la present, como dalt dich. Rebré a merce me avise de la rebuda della. 

Tambe so entrat en lo archiu de dita iglesia per veure si se trobarien alguns actes antichs ans que los moros entrassen en Spaña, y no si ha trobat cosa alguna, salvo la conquista feu D. Ramon Berenguer, compte de Barcelona, qui conquista a Tortosa, y trague los moros della en lo any 1148: y conquistada feu venir de França de un monestir estaba en la ribera del Rojne a un Gaufrido qui era abat de dit monestir de canonges reglars del orde de Sant Agosti pera esser bisbe de Tortosa, e axi en lo any 1151 lo Archebisbe de Tarragona lo consagra en presencia de altres bisbes y de dit D. Ramon Berenguer, compte de Barcelona, y li dona dit compte a dit Gaufrido y sos successors los delmes y primicies, y designa los llimits del bisbat. 

Y apres dit Gaufrido envia a Roma sa electio y consecratio pera obtenir confirmatio de Adriano quarto, qui tunc presidia en la sede romana; y axi dit Adriano lo confirma ab sa bulla, dada en Benavent 6 cal. Aprilis (a: El original dice XIII cal. Aprilis) anno Incarnationis Domini de 1155 pontificatus anno secundo. E dit Gaufrido poch apres de haber rebut dita confirmatio que fonch en lo any 1158 feu una constitucio que comença: Auctoritate apostolicâ roborati, la qual per esser llarga no insertare sino solament lo essencial della pera alguna claricia del que Vm. me demana. Y diu desta manera: Statuimus e firmamus Nos et sequaces nostros in praefactâ ecclesiâ unanimiter, concorditer et canonicè vivere sub regula Sancti Augustini, et juxta consuetudines ecclesiae Sancti Ruphi, licet sint ibi aliqua singularia quae in Dertusensi ecclesiâ juxta dignitatem suam et loci proprietatem rationabiliter poterunt dispensari. Y tinch per molt averiguat dit Gaufrido porta la historia de la vida de S. Ruph de alla del modo la he trobada, y va ab la present. Y asso es lo que fins al present he pogut trobar. Si altra cosa se descubrira, yo avisare a Vm. Y si en altra cosa hi haura per assi en que yo me puga emplear al servey de Vm. rebre a molt contento mo mane, per que ho fare, com per les obres veura. Y nostre Sr. guarde y prospere a Vm. per molts anys como se desija. Tortosa a 3 de Juny 1591. = Lo canonge Jaume Miró. = En el sobrescrito dice así: A mestre Joan Baptista Periz canonge de la santa iglesia de Toledo. = Toledo. 


Versión castellana de la carta anterior. 


A 20 de Mayo me entregaron una carta de Vm. de 25 de Abril, en la cual recibí merced. Y pues es Vm. natural de Valencia, le responderé en nuestro idioma que lo entenderá bien. 

Por tenerme encargada el cabildo de esta iglesia su librería, me vi obligado a dar cuenta de la de Vm. a estos señores, hallándose congregados para otros negocios, los quales con mucha satisfacción suya acordaron que buscase yo quanto pueda aclarar 

este punto, examinando los documentos de la librería y del archivo y las constituciones de esta iglesia, para dar a Vm. razón cumplida de quanto se encuentre. Escudriñando pues la librería, he hallado en un leccionario muy antiguo la vida del glorioso S. Rufo, que envío a Vm. tal cual ha venido a mis manos escrita en latín, aunque en algunos lugares hay períodos cuyo sentido no corresponde al contexto; mas por no añadir ni quitar, la remito adjunta como he dicho, copiada de mi mano. Estimaré a Vm. me avise su recibo. 

He entrado también en el archivo de la iglesia a ver si daría con algunas actas antiguas anteriores a la entrada de los moros en España, y nada hallo sino la conquista hecha por D. Ramón Berenguer, conde de Barcelona, que ganó a Tortosa y lanzó de ella a los moros el año 1148, y conquistada hizo venir de Francia de un monasterio de canónigos reglares, de la orden de San Agustín, que estaba a las orillas del Ródano, a su abad Gaufrido para que fuese obispo de Tortosa: al qual consagró el arzobispo de Tarragona el año 1151 a presencia de otros obispos y del dicho D. Ramón Berenguer, conde de Barcelona, el cual dio a Gaufrido y a sus sucesores los diezmos y primicias, y señaló los límites del obispado. Hecho esto, envió a Roma Gaufrido su elección y consagración para que la confirmase Adriano IV, que ocupaba entonces la silla romana, como en efecto la confirmó en su bula expedida en Benevento VI cal. Aprilis anno Incarnationis Domini 1155 pontificatus anno secundo. 

Poco tiempo después de haber recibido Gaufrido esta confirmación, esto es, en el año 1158 hizo una constitución que empieza: Auctoritate apostolicâ roborati, que no inserto toda entera por ser larga; sólo notaré lo esencial de ella para aclarar lo que Vm. me pregunta. Dice así.... 

Y tengo por muy cierto que dicho Gaufrido trajo de allá la historia de la vida de San Rufo, tal cual la he encontrado y acompaño con esta. Y es quanto hasta ahora he podido encontrar. Sí más descubriere, avisaré a Vm. Y si hay por aquí otra cosa en que pueda yo emplearme en su obsequio de Vm. tendré a gran satisfacción que me mande, pues lo haré como lo acreditarán las obras. Y nuestro Señor guarde y prospere a Vm. por muchos años como se desea. Tortosa a 3 de Junio de 1591. = El canónigo Jayme Miró. = El sobrescrito dice: Al maestro Juan Bautista Pérez, canónigo de la santa iglesia de Toledo. 


Notas que puso el obispo de Segorbe D. Juan Bautista Pérez a las actas de S. Rufo (a: copiadas del mismo libro que la carta antecedente. ) 

ex lib. fol. actorum SS. Hisp. 

“Vereor ne confundant cum S. Rupho episcopo Avenionensi Galliarum, nam certum est ex vita MS. ecclesiae Avenioniensis ibi fuisse primum episcopum Ruphum, apostolorum discipulum, in Gallias missum vel a Paulo apostolo, vel ut alii volunt, a Sergio Paulo episcopo Narbonensi, discípulo Pauli ap. Constat ex vitâ hujus Ruphi Avenioniensis fuisse Avenione monasterium  canonicorum regularium S. Augustini, ubi corpus Ruphi colitur. Constat Dertosam urbem ereptam de sarracenorum manibus anuo 1148 à R. Berengarii, comite Barchinone, et primum episcopum ibi positum Gaufridum, confirmatum ab archiepiscopo Tarrac. anno 1151, qui episcopus inter ceteras constitutiones ecclesiae Dertosens. quas ibidem edidit, illam fuisse, ut viverent sub regulâ canonicorum regularium S. Augustini, juxta consuetudinem ecclesiae S. Ruphi: ex quo hic sanctus specialiter cultus est Dertusae. Et inde natam puto opinionem, fuisse 

Ruphum episcopum Dertusens.

Vel forte ibi fuit cum Sergio Paulo: nam Antoninus et Petrus Natalibus (lib. I. cap. 60.) 

ait Sergium Paulum in Hispaniâ predicasse, et illius diaconum fuisse Ruphum, qui postea fuit episcopus Avenionensis. Hunc Ruphum Avenionensem multi ex recentioribus scribunt, immò et lectiones Avenionensis ecclesiae tradunt fuisse 

eundem cum illo qui fuit frater Alexandri, filius autem Simonis Cyrenei, qui crucem Christi gestavit: et esse eundem cum Rupho, uno ex discipulis de quo Paulus ad Rom. 16 et S. Polycarpus ad Philipenses. Sed istum Ruphum Thebanum in Graeciâ fuisse episcopum aiunt Dorotheus Tyrius in Sinopsi, et Metaphrastes in vitâ Petri: qui colitur in Martyrologio romano die 21 Novemb. alter autem Avenion. 12 Novemb. in Martyrol. romano; vel 14 Novembris, ut est in ejus vitâ et in breviario Dertusensi.” 

viernes, 8 de julio de 2022

CARTA XXXIX. Conclúyese el episcopologio de la misma iglesia.

CARTA XXXIX. 

Conclúyese el episcopologio de la misma iglesia. 

Mi querido hermano: Varias veces he dicho que las reservas pontificias, por lo tocante a la provisión de obispados, comenzaron en España hacia la mitad del siglo XIV. De lo cual ofrece una nueva prueba esta iglesia, cuyo obispo electo Don Guillermo Sentmanat, no llegó a ser confirmado en ella; porque el papa Benedicto XII en 2 de Octubre de 1341, año VII de su pontificado, nombró a 

XI. D. Arnaldo de Lordato o Lordaco, obispo que era de Urgel. De esta elección dio aviso el papa al rey D. Pedro IV de Aragón. He visto y copiado las constituciones que hizo este prelado en el sínodo que celebró a 29 de Abril de 1343. Otra hizo con el cabildo de anniversariis in ecclesiâ ordinandis. Dotó a la catedral en 500 ducados para la construcción de una capilla, donde fue enterrado. El necrologio anuncia su óbito con estas palabras: V. non. Maii anno Domini M.CCC.XLVI. obiit reverendus, ac nobilis, Arnaldus de Lordato, episcopus Dertusens. A los cinco días de su muerte eligió el cabildo sin contradicción a 

XII. D. Fr. Bernardo Oliver, de la orden de S. Agustín, obispo que era de Barcelona. Fue breve su nuevo pontificado; mas hizo dos cosas harto memorables: 1.a comenzó la obra de la iglesia actual, poniendo él mismo la primera piedra a 21 de Mayo de 1347: 2.a hizo con su cabildo siete días después una constitución, en la cual se manda qtie así en la iglesia catedral como en todas las de la diócesis se canten solemnemente himnos a todas las horas diurnas y nocturnas, según la costumbre ya introducida en casi todas las iglesias del orbe cristiano: que en las antífonas O sapientia &c. no se diga el salmo Miserere mei &c.: que en adelante se celebre la fiesta de S. Agustín, de cujus regulâ sumus, con rito de seis cantores, y la de su traslación de cuatro cantores: que la fiesta del Corpus tenga octava solemne, como la de la Asunción de nuestra Señora; y por último, que las cuentas de los oficios, que solían darse dos veces al año, se diesen solamente una vez en todo el mes de Junio. Del mismo año 1347 son las constituciones de capellis et sepulturis: de vestibus et jocalibus episcoporum, et canonicorum: y de libris ecclesiae conservandis. La muerte de este prelado la anuncia así el necrologio: II. id. Julii obiit vener. Dominus Fr. Bernardus Olivarii, episcopus Dertusensis, ac magister in sacrâ paginâ, anno Domini MCCCXLVIII., quem fecit translatari vener. G. Oliverii, prior claustralis quondam. Nada más añade el sencillo epitafio que se puso sobre su sepulcro en la capilla de Santa Candia. Muerto este obispo, eligió el cabildo a D. Francisco de Monte Olivo, prior mayor de la iglesia. Mas ocurrió lo que con Sentmanat, que el papa nombró al obispo de Lérida

XIII. D. Jayme Cyon, el cual tomó posesión de esta silla a 24 de Diciembre de 1348. Entre otras memorias de este prelado hallo que hizo algunas constituciones en 1350: una de electione prioris majoris ecclesiae, en que manda sea elegido por compromiso y no por escrutinio: otra concebida en estos términos: Statuimus quod in diebus dominicis, in festis novem lectionum, et colendis, vel duarum caparum, introitus missaenon triplicetur, ut inter illa, et alia majora et praecipua festa differentia cognoscatur. 

No he hallado otro vestigio de este rito. Murió este obispo visitando su diócesis en la villa de S. Mateo a 18 de Octubre de 1351. No perdió el cabildo esta ocasión de recobrar sus derechos, y eligió segunda vez obispo a D. Francisco de Monte Olivo. 

De nada sirvió esta elección, sino para que el electo fuese promovido a la iglesia de Elna, donde murió a 12 de Octubre de 1354, como se nota en el necrologio. Al de Elna le trasladó el papa a Tortosa. Se llamaba 

XIV. D. Esteban, del cual nada sé sino que murió en Roma el año 1356: sucedióle 

XV. D. Juan Fabra, electo por Inocencio VI a 27 de Febrero de 1357. Antes de venir a esta iglesia, su vicario general Pedro de Urgel hizo con el cabildo varias constituciones dirigidas a la perfección del culto y de la vida regular. Entre las constituciones del sínodo que celebró en 1359 se manda quòd nullus praesbyter.... portet gladium vel ensem, seu maneresium in parte dextrâ, vel sinistrâ.... tabargia, sive mantanos... habeant. Permaneció en esta silla hasta 1362, en que fue trasladado a la de Carcassona. Sucedióle 

XVI. D. Jayme de Aragón, electo en la edad de veinte y un años por Inocencio VI. 

Del tiempo de este prelado, es a saber, del año 1363 es la constitución que establece el modo como debía ser llevada la santa cinta ad parterias, de lo cual hablaré de propósito en otro correo. En el año siguiente mandó que en todos los miércoles, a excepción de los de Adviento y Cuaresma, se rece de S. Agustín. En 1365 dotó suficientemente el oficio de lectoral, instituido por su antecesor D. Esteban. 

Otras muchas constituciones quedan de este obispo; entre las cuales quiero referir a la letra la siguiente: quòd in missâ non cantentur prosae nisi in festis duorum, aut quatuor, aut sex cantorum, et tunc non antiquae et longae, sed aliae pulchrae; cùm decentius sit celebrare officium missae spatiosè, quàm illud properando, occupari seu detineri tempus per dictas prosas antiquas et longas. Fue trasladado a la silla de Valencia al año 1369, y en el mismo le sucedió 

XVII. D. Guillermo de Torrellas, trasladado a esta iglesia de la de Barcelona por el papa Urbano V. Del 1371 he visto varias constituciones suyas, es a saber: quod tantum quatuor canonici ad studia mittantur: de cereis ante altare B. Mariae: quod canonici non fiant compatres absque licentiâ, nec intersint in nuptiis, nec in eis comedant: y la abolición de la subtesorería, oficio que obtuvo el último Juan Espuny. Adelantó mucho este prelado la fábrica de la iglesia, ya publicando indulgencias, ya aplicando varios réditos de beneficios como dije. Celebró un sínodo en 1378 a 4 de Mayo, en el cual ordenó que los sínodos se tuviesen en adelante en la dominica in albis, porque en la del pastor bonus ocurrían las ferias de Tortosa, con lo cual estaban incomodados los curas de la diócesis, por la escasez de habitaciones. Murió D. Guillermo a 16 de Febrero de 1379. En el testamento que otorgó dos días antes ante Pedro Sunyol, firma un Arnaldo Torrelles, que debía ser hermano suyo. En su entierro se gastaron 1575 sueldos en cera, como se ve en una apoca (ápoca en el texto; apocha : como un albarán, detalle de gastos) de Domingo Ciurana. Su epitafio en Santa Candia nada contiene de particular. A la muerte de este prelado siguió una larga vacante, ocasionada por el funesto cisma que tanto afligió a la iglesia de Dios en el remate de aquel siglo y principios del siguiente. El cabildo hizo de su parte cuanto pudo para recobrar su antiguo derecho; y efectivamente llegó a elegir obispo a D. Miguel Cirera, prior mayor de esta iglesia, el cual había sido vicario general del obispo D. Jayme de Aragón. Pero al cabo tuvieron que ceder el electo y los electores al nombramiento que Clemente VII hizo de 

XVIII. D. Hugo de Lupia y Bages, quien tomó posesión de esta silla a 4 de Febrero de 1387, y a 15 de Octubre del año siguiente ya celebró sínodo. En una de sus constituciones manda quòd rectores et vicarii utantur vestibus non nimis scotatis, longis, vel brevibus.... et non botonatis; ita quod botones non portent in dictis indumentis superioribus, sive sit gramasia (gramalla, gramalles), aut supertunicale, vel tabargium... Non utantur sotularibus nimis apertis, et scotatis, et sine puntis, seu restris, sed tantum apertis ut pes possit intrare. Establece en el mismo la fiesta de la concepción de nuestra Señora con rito de dos cantores, y que las horas diurnas y nocturnas en las tres ferias mayores se terminen con la oración Respice, conforme al uso introducido en otras iglesias de esta provincia. Otras constituciones hizo para la catedral en 1390, 93 y 98, las cuales se conservan en la colección de ellas que está en el archivo. Nada más sé de esta prelacía, que duró hasta fin del año 1398, en que Benedicto XIII (Luna) le trasladó a la silla de Valencia. A 1.° de Junio de 1399 eligió el cabildo para obispo a su prior mayor Juan Ciurana. El rey D. Martín quería que lo fuese D. Pedro de Luna; mas esto era contra la constitución de la iglesia, según la cual el electo debía ser canónigo reglar. Resolvió el papa en este negocio a favor del rey, dando en administración esta iglesia al mismo

XIX. D. Pedro de Luna, que la gobernó hasta que fue electo arzobispo de Toledo en 1407. En el mismo año le sucedió

XX. D. Francisco Clemente Pérez, trasladado en 1410 a la silla de Zaragoza. Tan escasas son las noticias que tenemos del sucesor 

XXII. Pedro de Luna, segundo de este nombre, el cual gobernó esta iglesia hasta fines de 1415. En tiempo de este prelado hizo el papa Luna la famosa reforma de esta catedral, de cuyas constituciones envío copia. También se tuvieron entonces en esta ciudad las célebres disputas entre cristianos y judíos, a las cuales asistió aquel papa, y de ellas tomó ocasión para formar la grande constitución, que publicó poco después en Valencia in favorem fidei nostrae, et in opprobium judaicae caecitatis. El original existe en este archivo, y una traducción lemosina en la biblioteca de mi convento de Valencia en un códice MS. de constituciones tarraconenses. A tan breves pontificados siguió uno, que duró cincuenta y ocho años, y fue el de

XXII. D. Otón de Moncada, electo a 21 de Diciembre de 1415: celebróse en su tiempo el famoso concilio provincial de Tortosa de 1429, presidido por el cardenal Pedro de Fox, legado de Martino V, cuyo objeto fue extinguir las reliquias del cisma, y reparar las quiebras que había padecido con aquella ocasión la disciplina eclesiástica. Había ya renunciado el antipapa Gil Muñoz en manos del mismo cardenal su supuesto derecho al pontificado a 14 de ese año, en la villa de S. Mateo; de donde pasaron a esta ciudad al sínodo, que comenzó el día 10 de Septiembre. El cardenal Aguirre publicó las actas y constituciones de este sínodo; y esto me consuela en la escasez de documentos que hay aquí sobre él. Sin embargo va copia de la convocatoria que expidió aquel legado omitida por Aguirre. La saqué del original que se guarda en el archivo de la iglesia de Segorbe. En el año 1432 celebró nuestro prelado sínodo en Ulldecona, cuyas constituciones, con las correcciones que parecieron oportunas, renovó en el que tuvo el año siguiente en Tortosa a 1° de Febrero. Van copiadas. Otras hizo para el gobierno de la iglesia en distintas ocasiones: en una de ellas ordenó que nadie fuese admitido por canónigo de esta catedral, que no fuese graduado en derechos o teología, y profeso ya cinco años en la vida reglar de S. Agustín. Hallóse D. Otón en el concilio Basileense, y fue creado cardenal de Santa Potenciana por el antipapa Félix V; por donde se ve haber sido de los que se mantuvieron en Basilea, y se opusieron a la traslación del concilio a Ferrara, mandada por el papa Eugenio IV. Sábese que este papa aprobó todas las creaciones de cardenales que el cismático había hecho: y así el nuestro fue siempre reconocido por tal. Durante su ausencia de esta silla, que fue como de cuatro años, gobernó la iglesia D. Bernardo, obispo Caratense, el cual consagró el altar mayor del nuevo templo en 1441. Dicen que fue D. Otón muy liberal con su iglesia: murió a 20 de Febrero 1473.

XXIII. D. Alonso de Aragón, hijo del conde de Ribagorza y maestre de Calatrava, fue promovido a esta silla por Sixto IV a 31 de Julio del año 1475, a los 20 de su edad. Tomó posesión de ella a 21 de Agosto del año siguiente por medio del arzobispo de Cáller, que estaba en esta ciudad. Esto dicen Macip y Martorell. Mas yo hallo algunas constituciones capitulares hechas por los vicarios generales del cabildo en sede vacante en el año 1477. No constan las cosas que debió de hacer para bien de su diócesis, aunque su pontificado duró hasta 1512, en que fue trasladado a la metrópoli de Tarragona. Con esta ocasión fue electo D. Fr. Juan de Enguera, dominico, obispo que era de Lérida; mas por haber muerto en Valladolid antes de tomar posesión, no se cuenta en este catálogo. Fue luego nombrado

XXIV. D. Fr. Luis Mercader, cartujo, del cual sólo sé que tomó posesión a 13 de Enero de 1514, y que murió de allí a dos años por el mes de Junio. Seguidamente eligió el cabildo al noble D. Luis de Cardona; y esta es la última vez que intentó este cuerpo recobrar sus derechos. Estaba ya concordado el patronato real; y así sin hacer caso de esta elección fue nombrado por el rey

XXV. Adriano de Florencia, deán de Lovaina y maestro de Carlos V. Tomó posesión a 18 de Noviembre de 1516, y antes de cumplirse el año fue creado cardenal título SS. Joannis et Pauli, por el papa León X, a quien sucedió en la silla de San Pedro a 26 de Enero de 1522. Estaba entonces el electo en Victoria, adonde fueron para cumplimentarle por parte de esta iglesia Miguel Boteller, camarero, Francisco Oliver, prior claustral, Juan Pellicer, sacrista, Juan Llaurador, canónigo, y el M. Fr. Baltasar Sorió, dominico, lectoral de la misma. Viniendo después el papa por Zaragoza a Tortosa asistió de pontifical a las primeras vísperas del Corpus a 18 de Junio, y últimamente se hizo a la vela en Tarragona a 6 de Agosto. Retuvo esta silla hasta poco antes de morir, en que la dio a 

XXVI. D. Guillermo Enchifort, su datario, y cardenal como el de S. Juan y S. Pablo: se mantuvo en Roma, donde murió en 1534 como dice Alfonso Chacón. Sucedióle 

XXVII. D. Fr. Antonio de Calcena, de la orden de S. Francisco. Tomó posesión a 5 de Octubre de 1537, y murió a los dos años de su gobierno. Otros dos estuvo vacante la silla hasta 29 de Julio de 1542 en que entró a ocuparla

XXVIII. D. Gerónimo de Requesens, del cual conserva esta iglesia la corrección del breviario que ordenó de nuevo, y se imprimió en León de Francia por Dionisio Herseo en 1547 a expensas de Bartolomé Masía. Es graciosa y estimable la prefación de este libro. Nada más sé de aquel prelado sino que murió en Barcelona a 21 de Noviembre de 1548. Pasados cinco años le sucedió

XXIX. D. Fernando de Loazes, natural de Orihuela, y obispo que había sido de Elna y Lérida: en 1560 fue trasladado a Tarragona, y el mismo año fue provisto

XXX. D. Fr. Martín de Córdoba y Mendoza, religioso dominico: tomó posesión a 1.° de Diciembre de ese año, y poco después partió al concilio de Trento, llevándose consigo por teólogos al camarero de esta iglesia Mateo Boteller, y al M. Fr. Pedro Satorre (igual que Latorre, de ipsa turre : torre),  dominico. El cabildo le señaló en 14 de Octubre de 1561 cien ducados cada año de los que estuviese ausente por tan justa causa. Subscribió al concilio, y vuelto a su iglesia la gobernó hasta el 1574, en que fue trasladado a Córdoba su patria. Sucedióle otro religioso de su orden, que fue 

XXXI. D. Fr. Juan Izquierdo, el cual había sido lector de esta catedral, y provincial de su provincia, a 21 de Julio del mismo año. En el siguiente 1575 celebró un sínodo, cuyas constituciones publicó su sucesor el señor Márquez de Prado. Fabricó a su costa la iglesia del colegio de su orden de esta ciudad, en la cual está enterrado; sobre su sepultura se hallan estos versos: (*borroso)

Qui summâ cum laude sui bis rexit habenas

Ordinis, antistesque fuit Dertusae, et egenis

Perfugium, fratris recubant hic ossa Joannis

Hizquierdi; felix animus migravit olympum.

Obiit 30 Septembris 1585.

XXXII. D. Juan Terés, natural de Verdú en Cataluña; fue trasladado a esta silla de la de Elna en 1586, y apenas comenzó a mostrar en ella su celo pastoral, fue promovido en el año siguiente a Tarragona. Le sucedió luego

XXXIII. D. Juan Bautista Cardona, natural de Valencia, obispo de Vique, y uno de los sabios más acreditados de su tiempo, el cual ayudó con sus luces a Felipe II en la formación de la biblioteca escurialense (Escorial), sobre lo cual imprimió un tratadito intitulado de regia S. Laurentii bibliothecâ (San Lorenzo): en que sobre las ideas necesarias para aquella empresa, se hallan noticias de bibliotecas particulares y códices raros. Gobernó esta iglesia solos dos años, y murió en Valencia a 30 de Diciembre de 1589. Está enterrado en el claustro junto a la puerta por donde se entra a la iglesia: y en lo alto de la pared se halla este letrero: Joannes Baptista Cardona, vir suorum temporum eruditissimus, primò Ausetanae (Ausonia: Vich, Vique), secundò Dertusanae ecclesiae episcopus, hic conditur. Vitâ functus III. cal. Jan. 1589.

XXXIV. D. Gaspar Punter, natural de Morella, canónigo de esta iglesia y su prior claustral, comenzó el gobierno de ella a 21 de Febrero de 1590. Grandes memorias quedan del amor y liberalidad con que trató este prelado a su esposa. Apenas hay iglesia en toda la diócesis que no tenga alguna muestra de ello. En la catedral costeó la preciosa y bien entendida reja del coro, y también la del altar mayor gastando en estas y otras obras más de 10 (símbolo parecido a la @)ducados de oro; fundó un monte de piedad para remedio de los males y escasez que padecían los labradores. Consagró la iglesia a 8 de Junio de 1597, y desde entonces se celebra la fiesta de su Dedicación en la dominica II del mismo mes, no estando impedida con la octava del Corpus. También entendió en reformar los ordinarios de la iglesia de acuerdo con el cabildo, quien nombró a D. Gerónimo Tersá, arcediano de Culla, y al canónigo D. Jayme Miró; imprimiólos en Valencia en 1592. Murió este gran prelado a 13 de Mayo de 1600: sepultáronle delante de las gradas del presbiterio, donde se lee este epitafio, que ciertamente desdice de su literatura:

Gaspar obiit cum Punterius, qui rexerat annos 

Bis quinque hanc sedem (hic illius ossa cubant): 

Mille sequebatur jam sexcentessimus annus

Lux decima et Madii tertia mensis erat. 

XXXV. D. Fr. Pedro Manrique, de la orden de S. Agustín, tomó posesión de esta silla a 30 de Abril de 1601, y la gobernó hasta el 1611, en que fue electo arzobispo de Zaragoza. Era muy estimado de Felipe III, quien le nombró su virrey en todo el principado de Cataluña. Le sucedió

XXXVI. D. Fr. Isidoro Aliaga, dominico, en 25 de Agosto de 1611, y antes de cumplirse el año fue trasladado a la iglesia de Valencia. Poco más duró el pontificado de

XXXVII. D. Alfonso Marques de Prado, natural de Segovia; es a saber, desde 3 de Agosto de 1612 hasta 1626, en que le promovieron a la iglesia de Cartagena. Tuvo un sínodo en 1615, el cual imprimió poco después con este título: Constitutionum synodalium *Dertus. partes V, compilatae sub episcopo Dertusensi Alphonso Marques de Prado. = Valentiae ap. *Petrum Patricium Mey 1616, 4.° Contiene también las que hizo su antecesor D. Fr. Juan Izquierdo en el sínodo de 1575. Fue su sucesor 

XXXVIII. D. Luis de Tena, canónigo de Toledo, y tomó posesión a 26 de Octubre de 1616. Fue muy liberal con esta iglesia, y devotísimo de la reliquia de la santa Cinta, cuyo actual relicario hizo a sus expensas, como se ve en las inscripciones que en él se grabaron; y aun quiso ser enterrado en la capilla de esta advocación. Murió a 26 de Septiembre de 1622. Su epitafio dice así: 

His nostrae aetatis futurae et gloria Tenae

Praesulis ossa cubant, spiritus astra colit. 

Sucedióle un prelado muy ilustre, que fue

XXXIX. D. Agustín Espínola, genovés, cardenal de S. Cosme y S. Damián; era entonces de 27 años, tomó posesión en el de 1613 a 12 de Abril. El año siguiente vino a su iglesia, y debió traerse consigo el cuerpo del niño S. Clemente mártir, que le había dado urbano VIII, el cual regaló después a esta catedral: dio además quinientas libras para la nueva custodia trabajada por los plateros Aloy Camañes y Agustín de Roda: puso la primera piedra de la actual iglesia parroquial de Santiago. Todo esto y mucho más hizo en solos dos años, hasta que fue trasladado a la silla de Granada a 16 de Octubre de 1625. Tres años estuvo esta iglesia sin pastor, hasta que tomó posesión de ella en 7 de junio de 1628

XL. D. Justino Antolínez de Burgos, deán que era de Granada. Gobernóla hasta 9 de Julio de 1637 en que murió, sin que podamos referir ninguna particularidad del tiempo de su prelacía. 

XLI. D. Juan Bautista de Campana, napolitano, tomó posesión de esta iglesia a 25 de Enero de 1641. Era General de la orden de S. Francisco, y quiso ser consagrado en esta catedral por los obispos de Lérida, Segorbe y el auxiliar de Valencia. Pasó al obispado de Puzol en Nápoles, no se sabe cuando, porque tampoco consta el año en que fue electo obispo de esta iglesia D. Francisco Aguilón y Sentís, camarero de la misma, el cual no llegó a tomar posesión. Lo que se sabe es que ya en 1656 era obispo 

XLII. D. Fr. Gregorio Parcero, Benedictino y natural de Tuy, obispo que había sido de Elna y Gerona, y que murió de más de 100 años en el de 1663. Fue su sucesor 

XLIII. D. Fr. Josef Fageda, de la orden de S. Gerónimo, natural de Vique, y obispo antes de Gerona. En tiempo de este prelado se comenzó la capilla de nuestra Señora de la Cinta, en que brilla más la naturaleza que el arte; puso él mismo la primera piedra. Murió de edad de 77 años en el de 1685. Le sucedió en el mismo año 

XLIV. D. Fr. Severo Tomás Auther, natural de Puigcerdá, de la orden de Santo Domingo, y obispo que era de Gerona: celebró dos sínodos, uno en 1687, y otro en 1696, cuyas constituciones publicó él mismo en un volumen con una prefación latina. Falleció en el año 1700, y fue enterrado en el convento del Rosario de esta ciudad. 

A proporción que nos acercamos a nuestros tiempos, son más escasas las noticias de estos prelados. Algunos elogios que aquí quedan, son más académicos que históricos. 

Lo contrario sucede en los prelados del siglo XII; vamos adelante. Llamábase el sucesor 

XLV. D. Silvestre García Escalona, natural de Almonacid, del cual no se conserva más memoria que la de su traslación a Salamanca en 1714: tuvo por sucesor a 

XLVI. D. Juan Miguélez de Mendaña y Ossorio, de la casa de Astorga, el cual tomó posesión el año siguiente, y dentro de dos años murió de vuelta de un sínodo provincial celebrado en Gerona.

XLVII. D. Bartolomé Camacho y Madueno fue promovido a esta silla por Felipe V en 1716 a los 27 de su edad; era natural de Montoro, diócesis de Córdoba, y canónigo lectoral de Palencia: tomó posesión de allí a dos años, y en su largo pontificado dio grandes muestras de celo pastoral y amor a la disciplina eclesiástica y a sus ovejas; por lo cual renunció constantemente el obispado de Palencia en 1749. Falleció a 1.° de Abril de 1757. No eran menores las esperanzas que daba por sus grandes prendas el sucesor 

XLVIII. D. Francisco Borrull, natural de Valencia, y canónigo de aquella iglesia; pero a los diez meses de su pontificado murió visitando la diócesis en la villa de San Mateo a 5 de Agosto de 1758. Sucedióle de allí a dos años

XLIX. D. Luis García Mañero, natural de Sotillo, diócesis de Osma, y canónigo de Santiago; fue trasladado a Zaragoza a fines de 1764. A 22 de Abril del siguiente ya tomó posesión el sucesor 

L. D. Bernardo Velarde y Velarde, natural de Santillana, diócesis de Santander, doctoral de Sevilla: entró en esta ciudad el día 8 de Octubre del mismo año 1765, y en 1779 fue trasladado a la metropolitana de Zaragoza. En Agosto del mismo año fue nombrado para esta silla 

LI. D. Pedro Cortés (Cortes en el original) y Larraz, natural de Belchite (Cortes de Aragón, pueblo, está a unos 42 km) en Aragón, y arzobispo que era de Guatemala: tomó posesión de ella a 4 de Febrero del siguiente, y la gobernó hasta fines de 1786, en que retirándose a Zaragoza renunció el obispado, y murió de allí a poco, día 7 de Julio. Sucedióle 

LII. D. Victoriano López Gonzalo, natural de Terzaga, diócesis de Sigüenza: era obispo de la Puebla de los Ángeles. Apenas tomó posesión de su silla, padeció Tortosa grandes males con la furiosa inundación del Ebro, que destruyó sus campos, y arruinó gran multitud de casas, aun dentro de la ciudad. Fue esto en Octubre de 1787. Buena ocasión para que el obispo mostrase su celo y caridad con su nueva esposa

De aquí le trasladaron al obispado de Cartagena a principios del 1790. Le sucedió el actual prelado 

LIII. D. Antonio Josef Salinas y Moreno, natural de Hellín, diócesis de Cartagena, de la orden de S. Francisco, cuyo Comisario general había sido. Tomó posesión en 29 de Julio mediante procurador, e hizo su entrada pública a 19 de Diciembre del mismo año 1790. Si algún sujeto curioso y laborioso de los muchos que hay en este cabildo no se toma el trabajo de continuar históricamente el episcopologio de la iglesia, vendrá tiempo en que apenas se sabrá si han existido algunos de estos prelados. Respecto de los cuatro últimos a duras penas hubiera podido hallar las épocas de sus pontificados, si no fuera por la curiosidad de Don Juan Bautista Peña, penitenciario de esta iglesia, que reside en ella desde el año 1765.

Debo prevenirte que no esperes noticia separada de los sínodos de esta iglesia, supuesto que ya la he dado hablando de los prelados que los presidieron, con expresión de lo particular y más notable que contienen: ahí envío copias de todos ellos que hablarán por mí (a). A Dios. Tortosa &c.