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sábado, 11 de febrero de 2023

CARTA CXXVIII. Biblioteca del Carmen descalzo de Barcelona.

CARTA CXXVIII. 

Biblioteca del Carmen descalzo de Barcelona. Noticia de la vida del canónigo Don José Gerónimo Besora y de los muchos libros raros y preciosos que con toda su selecta librería legó al referido convento.

Mi querido hermano: La biblioteca de los PP. Carmelitas descalzos de esta ciudad es uno de los objetos que excitan la curiosidad de los viajeros. Y lo es ya desde el año 1654 en que el sabio canónigo de Lérida Don José Gerónimo Besora legó a esta comunidad toda su exquisita librería compuesta de 5567 volúmenes, gran parte de ellos manuscritos. La grandeza de este don, hecho a toda la república literaria, me obliga a honrar la memoria de tan insigne bienhechor con las noticias que he podido recoger. Era natural de Barcelona y canónigo de Lérida, prebenda que obtuvo el día 21 de octubre de 1621, tomando posesión por él su padre Agustín Francisco de Basora, ciudadano de Barcelona. Estuvo varias veces ausente de su iglesia, encargado de sus negocios en Barcelona, donde fue uno de los diputados del principado en 1656. Vivía todavía en 1663 en que explicó una inscripción y estatua Romana que se halló en Tarragona, como dice Roig, Historia de Gerona, pág. 401. Consta que hizo un viaje a Roma, mas no se sabe cuándo ni con qué objeto. Murió en Barcelona en su casa propia, sita en la calle del portal del Ángel, día 14 o 15 de febrero de 1665. En el último de estos días se hizo la publicación de su testamento, el cual tenía hecho de su letra desde el año 1654 y había entregado cerrado a Bartolomé Plea, notario, a 3 de diciembre del mismo. Empieza con su lema ordinario, que escribía al frente de todos sus libros: Jesús, María, Joseph, Spes mea D. O. M. 

Nombra por testamentarios a Don José de Corts, Arcediano de Santa María del mar y canónigo de Barcelona, a los PP. procuradores de la Cartuja de Montealegre y del convento de San José de Barcelona, y a Pablo de Salvador, vecino de Ascó, diócesis de Tortosa. Elige sepultura en Montealegre “en lo claustro petit devan la porta de la iglesia que esta prop de la cadira prioral del cor; y vull que sobre lo lloc del cadáver se asente una llosa quadrada de jaspe negre, la cual fassa com a paviment y estrado a dita porta; en la cual llosa estiguen esculpides tres linees, ço es, la primera dient: José. Hiero. Besora; la segona: Praesbiter; la tercera: requiescat in pace. Despues un poc mes avall estiguen esculpides dos linees; la primera dient: universa vanitas; la segona omnis homo vivens. Sino fos que moris professant en algun orde, per que en tal cas vull ser enterrat junt als religiosos de aquell orde.” 

La erudición de este ilustre Catalán se ve en la oración in laudem Sanctae Theresiae, que dijo en un certamen en las fiestas de la beatificación de dicha Santa que se hicieron en Barcelona, y anda en el tomo que sobre este asunto se imprimió en 1615. También se descubre en las notas que puso de su mano al catálogo de los Obispos de Lérida en el ejemplar impreso que poseía, y a la biblioteca de escritores Jesuítas compuesta por Alegambe. Otro libro tenía de su mano, que intituló de cosas memorables; pero no parece. Acaso del viaje a Roma nació la correspondencia que conservó con Juan Bautista Laura de Perusia, en cuya centuria 2 Epistolarum, impresa en Roma en 1621, hay una carta suya en que da gracias a nuestro Besora por la oración que le envió de Santa Teresa, de la cual hace grande aprecio. Otra hay de Besora al mismo. Pero nada de esto conservará tan viva la memoria de su saber como su biblioteca. Es verdad que algunas veces el ansia en acopiar libros no tiene más causa ni objeto que la vanidad. De lo cual (¡) ojalá hubiera muchos ejemplares que contraponer a los muchos y muy dolorosos estragos que hace aquella violenta pasión! El sabio Besora no tuvo otro móvil en sus preciosas adquisiciones, que el amor a la literatura recóndita y poco vulgar, y fue uno de aquellos genios que no pudiendo contenerse en la esfera de las ciencias abstractas, desean conocer los sabios que han trabajado antes que nosotros, conservar la memoria de sus escritos rescatándolos de las manos descuidadas e ignorantes, y procurarles un depósito digno de sus autores y del público para quien se trabajaron. Esto logró aumentando tan copiosamente con su biblioteca la que ya tenía esta comunidad. La franqueza con que estos PP. me han tratado, singularmente el P. Fr. José de la Virgen, bibliotecario, reprende y avergüenza la envidia de otros, que se llaman y tienen a sí mismos por sabios, olvidados ciertamente del capítulo VII del libro de la Sabiduría. Pero dejemos esto y vamos a lo que importa, que es la descripción y noticia de algunos manuscritos de esta biblioteca, de los cuales hablaré por el orden que se me antojare.

Lo primero que vi fue un tomito en 8.° (B. 42) de varias poesías, parte buenas y parte malas. Pero es muy apreciable por contener algunas de las del P. M. Fr. Luis de León más completas y exactas que las ya publicadas, las cuales o copié del todo o noté las variantes más sustanciales. Tales son la famosa canción: Virgen que el sol más pura, etc. y los salmos 1, 4, 12, 41, 44, 113, 124, 129, 136, 147 y algunos otros. Hállanse además tres salmos mezclados con los que son ciertamente suyos, y cuyo lenguaje y frase poética me parecieron al pronto de la misma mano. Son el 83, Quam dilecta, el 119, Ad Dominum y 122, Ad te levavi oculos meos. Mas no hallándolos en las ediciones que publicaron Quevedo y Mayans, sospeché que fuesen de otro de los buenos de aquel tiempo. Y efectivamente, son del M. Fr. Pedro Malón de Chaide, el cual los ingirió en su Conversión de la Magdalena. De todo esto he dado puntual razón al P. M. Fr. Antolín Merino con el deseo de cooperar al mayor esmero de la colección de las obras del maestro León, que ha comenzado a publicar. Ojalá se hubiera hecho otro tanto con las obras inéditas del célebre humanista y filósofo Valenciano Pedro Juan Núñez, que se hallan en esta biblioteca (F. 325 sig.) y se enviaron a Madrid para este efecto y volvieron a su lugar sin conseguirlo. Cuatro vols. en fol. manuscritos se le atribuyen. Los tres primeros contienen varios escritos filológicos, es a saber: vol. I. Institutiones oratoriae ex variis scriptoribus ac praesertin ex Hermogene. = La oración pro M. Marcello, traducida al español. = Escolios sobre su texto latino, y varias fórmulas de elocuencia escogidas de ella. Actio 1.a in Verrem, y la Philipica nona, ambas traducidas con escolios como la antecedente. Vol. II. Praecepta ad epistolas artificio contexendas atque illustrandas. = M. T. Ciceronis epistolae selectae per genera con la traducción española, escolios y análisis de sus frases. In Aphthonii progymnasmata dictata acuratissima. = Oratio XIII. pro lege Manilia, con la versión castellana, escolios, etc. Vol. III. De historia Romana (son escolios al Epítome de L. Floro). Scholia in libros de finibus M. T. Ciceronis. = Traducción en prosa de la Égloga VII de Virgilio: Forte sub arguta con sus escolios. = De examine orationis M. T. C. pro lege Manilia. = Scolia in quoddam fragmentum orationis pro L. Corn. Balbo, con su versión. = Quam viam sequatur Valerius Maximus ad colligenda exempla. El vol. IV sólo contiene unos comentarios latinos a la geografía de Dionisio Africano. Y aunque no se hallan atribuidos en el título a Núñez, como se observa en los antecedentes, se sabe por Don Nicolás Antonio y Ximeno que son obra suya. Al fin de ella y a renglón seguido de la obra se lee lo siguiente: His scribendis finem imposuit Berenguarius á Castro, filius primogenitus Baronis Lacunae (Laguna), et Vice-Comitis Hillae (Illa) tertio kal. maias ann. 1576, donde se ve la laboriosidad y amor a la literatura de este caballero Don Berenguer de Castro, que copió de su mano todos esos cuatro tomos, como se ve por la uniformidad del carácter del último con los tres antecedentes.

Tras estos me vinieron a las manos dos códices que contienen algunas obras lemosinas de San Pedro Pascual. El 1.° (N. 356) contiene la conocida con el nombre de Biblia parva, cuyo prólogo es: Com yo Religios é Bisbe per la gracia de Deu de la ciutat de Castella açi anomanat hagues legit XXX. anys theologia. (N. E. Ver más abajo otro prólogo parecido que empieza: “Com yo Religios e Bisbe per la gracia de Deu de la ciutat de Jaen del regne de Castella...” 

Título o capítulo 1.° Del peccat de Adan, quin fon, ne la manera com se havia á quitar. El último de la gloria de Paradis. Son XXXVIII en todo; los cuatro más que se hallan en la obra latina impresa en Madrid 1676. Son extensión del artículo de la ley de Moisés, que aquí es uno solo, y faltan los que en el impreso son 9, 10, 11, 12. Llaman aquí a este libro Catecismo de San Pedro Pascual, y con razón y más propiedad que Biblia parva, pues su contexto es de preguntas y respuestas. Mas dejando aparte esta disputa de nombre, digamos de una real y verdadera; quiero decir de otra obra del mismo Santo que aquí se conserva manuscrita en fol. (L. 329) con este título: Disputa del Bisbe de Jaen contra los Jueus sobre la fé catholica. De la cual porque no hallo noticia en ninguno de los autores de Bibliotecas, copiaré el índice y prólogo, y tú juzgarás si es obra común con las ya conocidas: Titol I. Qui comensa la questio sobre la ley de Moyses. = Tit. II. Que la ley de Moyses no fon dada acabadament. = Tit. III. Quina diferencia ha de grau maior a menor. = Tit. IV. A que aprofitá la ley de Moises a aquells qui la tingueran, pus no era acabada per haber salvacio. = Tit. V. De la lig de Moyses e de les images. = Tit. VI. Del aiustament de Deu ab home. Tit. VII. De la lig de Moyses e de la canticha de Moyses. = Tit. VIII. Del peccat de Adan e de la manera com se havia a quitar. (Nota que este capítulo y los demás que se hallan con el título idéntico en la Biblioteca parva están tratados de otro modo y son diferente escrito). = Tit. IX. Com les animes anaven en infern. = Tit. X. Si les colpes de Adam egualment foren pagades. = Tit. XI. dels crits que les animes fahien en infern. = Tit. XII. Com lo cors de Jhu. Xpist. fó mes en lo sepulcre. = Tit. XIII. Quin captaniment feu Lucifer quant vehe la Sancta anima de Jhu. Xst. en los inferns. = Tit. XIV. Quin Captaniment feu la anima de Adam quant vehe la Sancta anima de Jhu. Xpist en los inferns. = Tit. XV. Que vol dir com dix Deu: yo son Deu e no hom. = Tit. XVI. De la Circuncisio de Jhu. Xst. = Tit. XVII. De la Resurreccio de Jhu. Xst. = Tit. XVIII. Si la remso es feta, perque hom viu ab suor de sa cara e perque la dona infanta ab dolor? = Tit. XIX. Com Deu dix, yo he amat Jacob, e he hagut en hoy Esau; e dix mes: la casa de Jacob será foch, e la de Josep será flama. = Tit. XX. Del meniar de carn del porch. = Tit. XXI. Que lo Macies es vengut, ço es, Jhu. Xst. = Tit. XXII. Ques pot, es deu afermar quel Macies es Deu. = Tit. XXIII. Com les animes dels salvats ensemps ab lo cors muntaran al cel apres la resurreccio. = Tit. XXVI. De la Sancta Trinitat primerament de la semblansa de la crehensa. = Tit. XXV. De la Sancta Trinitat. = Tit. XXVI. Perque lo fill sencarna, e no lo Pare, ni lo Sanct Sperit. = Tit. XXVII. Com son tres persones en la Divinitat, e totes tres un Deu. = Tit. XXVIII. Del Sagrament de la Misa. = Tit. XXIX. Perque lo cors precios de Jhu. X'st (más arriba no se ve el apóstrofe, pero hay un espacio) es alsat dues vegades per lo prevere sots semblansa de pa e de vi, com no sia sino un sol Deu. = Tít. XXX. Com Jhu. X'st. sia un sol hom, com pot esser en una hora en tants altars hon se fa lo sacrifici cascun jorn. = Tit. XXXI. Del orde quis tindrá al general juy. = Tit. XXXII. Quants inferns son, e les penes que los dampnats hauran. = Tit. XXXIII. De les benenuyranses de la gloria de Paradis. = Tit. XXXIV. Com se fa que en una pocha forma de hostia capia lo cor de Jhu. X'st., qui es axi gran com una forma de home. = Titol XXXV. Com Deu se aiusta ab hom. = Titol XXXVI. Com per fe verdadera se salven los Xpristians. = Tit. XXXVII. Com la temptatio de Adam fo del Diable e no de la serpent. = Tit. XXXVIII. De les vuyt batalles fetes per lo Diable. = Tit. XXXIX. De Mafumet e de la sua secta. = Tit. XL. De la doctrina de Mafumet. = Tit. XLI. De la semblansa de la lig de Moyses. = Tit. XLII. De la virginitat de la Verge Maria. = Tit. XLIII. Com Deu se volch encarnar en cors de fembre, qui naturalment ha moltes coses leges. = Tit. XLIV. Del fust de la Sancta vera Creu. = Tit. XLV. Qui tracte del Sanct babtisme. = Tit. XLVI. Que vol dir de la sal que donan al bateiar. = Tit. XLVII. Del drap, de la capida, á (e) del oli sanct de la sancta crisma. = Tit. XLVIII. De les aygues fora lesgleya, que no son sagrades per lo prevere sis pot bateiar en aquelles. = Seguexense (la g parece q) los XII. articles de la fe, ço es, lo Credo in Deum, fet per los dotze Apostols. 

Aquí acaba la disputa de San Pedro Pascual con los Judíos, cuyo argumento declara el mismo en el prólogo, que es parecido al de la Biblia parva, y dice así: "Com yo Religios e Bisbe per la gracia de Deu de la ciutat de Jaen del regne de Castella, e açi no anomenat, com per mia ventura fos pres en poder del Rey de Granada: E vehent molts dels Xpians esser catius no sabents letres, ne be de la fe dels Xpians, tot die qui un qui laltre se tornaven a la mala secta dels Moros: E vehent yo aço fiantme en la aiuda de Deu, misme a ensercar los libres de la Biblia e de tots los Prophetes qui parlat havien de la Encarnacio, e del Naximent, e de la Adoracio, e de les altres coses de Jhu. Xst, e de la virginitat de la Verga Maria nostra dona; mostrantho yo als Xipians qui aqui eran presos, los cuals per molts Juheus que aqui eran tot dia venian per ells amonestar e inclinar a creura la falsa secta dels Moros: e yo reptant aquells de so que fahian e dehian, so es, los Juheus als Xpians qui daso los crehien, alguns soptils Juheus specialment dos assi anomenats, primerament Moxi Rabbi, e Jacobi Moxi Rabbi, sabent que yo contradehia a la lig dels Juheus, e dels Moros, e aço per mantenir la fe christiana catholica, moguts de gran fellonia e malicia ferent scrits, e aquells tramateren a mi. En los quals scrits havia moltes e diverses demandes, e no res menys a mi, e devant mi volgueren disputar. E yo confiantme en la misericordia de Deu, Pare e Fill e Sanct Sperit, tres persones en un Deu, en mantenir la sancta fe catholica dich a tu Juheu Moxi Rabbi, e Jacobi Mavi (f. Moxi ut supra) que digats tot ço queus vullats contra mi, axi com per los mestres vostres e actors Juheus atrobarets scrit e glosat; demanant lo dit Rabbi Juheu a mi primerament dient axi.” 

Sigue la disputa sobre el título I, proponiendo los Rabinos varias dificultades contra la fe Católica, y soltándolas el autor. Diálogo gracioso y de erudición sólida, y muy digna del Santo. A este tratado siguen la explicación de los diez Mandamientos y del Pater noster, que es obra suya; y a renglón seguido, en el folio 197 del volumen, se halla la letra que trames un Juheu a un altre Juheu, en que aprovave la sancta fé catholica. Esta carta es la mismísima de Rabí Isaac de Sujulmeza a Rabi Samuel, cuya traducción lemosina hallé en el convento de San Miguel de los Reyes, extramuros de Valencia, y de que ya se dijo en la carta XVI (a: En la citada carta, si te acuerdas, dije equivocadamente que la del Judío Isaac era inédita, ignorando que se hubiese publicado seis o siete años antes por el P. Fr. Manuel de Santo Tomás de Aquino (Tragia), Carmelita descalzo, en la obra intitulada Única religión verdadera, impresa en Valencia 1795. Efectivamente, se halla en el tomo 1, página 338, no sólo en lemosín, como está en San Miguel de los Reyes, sino con la versión castellana del P. Fr. Francisco (no Vicente) Vives, bibliotecario de aquella casa. De paso noté en la pág. 337 estas palabras: "al fin de ella (la respuesta de Rabí Isaac a Rabí Samuel) da a entender que no distaba mucho de Marruecos, pues le dice que dentro de treinta días se verán. Por esto, y por hallarse manuscrito en Valenciano, se puede creer que escribió desde Marruecos a Valencia, y que Rabí Isaac era de este reino”. Lo que hay en esto es que Rabí Isaac se hallaba en Sujulmeza, ciudad del mismo reino de Marruecos, distante poco de la capital donde estaba Rabí Samuel; y que, así como este le escribió en arábigo, Isaac le contestó en el mismo idioma, lo cual hiciera, aun cuando fuese Valenciano y hubiera estado en Valencia, donde el idioma lemosín no se introdujo hasta su conquista. (N. E. Craso error para un autor valenciano, siempre que se refiera a la conquista de Jaime I.) Así que por ninguno de los dos capítulos se infiere que el Isaac fuese Valenciano. Cuanto más que el mismo texto lemosín del códice de San Miguel está indicando que es del siglo XIII, casi doscientos años después de los dos Rabinos. 

¿El hallarla ahora aquí, junto con las obras ciertas de San Pedro Pascual, la consonancia del lenguaje, y el versar ella sobre un argumento que con tanto calor trató él mismo en la Disputa que antes decía, no podrá servir de conjetura para hacerle autor de esta versión lemosina? No me atrevo a afirmarlo, mayormente siguiendo a esta carta otros escritos que son de otra mano, es a saber, la versión de algunos sermones de los PP., y dos tratados con estos títulos: Libre del plant del mon, e de les miseries de aquell quels homens sostenen. = Libres de natures de besties, e daucells, e de la lur significacio.

Tampoco es fácil creer que sean del mismo Santo Obispo los tratados que se le atribuyen comúnmente, y se hallan aquí en otro volumen 4.° manuscrito (I. 298), y son los siguientes: Comença la ystoria de Sant Latzer, com visque, ne com fo reconciliat, ne apres la mort, com fon resuscitat, ne com visque, e com mori Bisba de la ciutat de Marsella, e hon mori, o hon iau lo seu cors. = Contemplacio del dimecras sant com Jhu. X'st., e la Verge Maria parlaren molt familiarment ensemps, e de que parlaren. = Aquesta es la Passio del nostro Redemptor Deu Jhu X'st, la qual cascum feel crestiá deu devotament e piadosa contemplar. (Este tratado incluye el de la Santa Corona y el de San Dimas). La historia dels Sants Ignocents, los quals moriren martirs per Jhu X'st, e com ne en quina manera foren conservats fins al dia de vuy, e seran fins a la fi del mon. = Com ni perque dix Sant Johan Baptista lo primer Agnus Dei, e hon lo dix, ne aqui (a qui) ó dix e com nos devem per son dit millorar. = Com Sant Johan ach vist la visio del primer Agnus Dei, e desigava veura lo segon, e com lo ves, e com lo contempla, e com nos devem per son dit millorar sil contemplam. Lo tercer Agnus Dei, e com Mossen Sant Johan veu la tercera part de la sagrada Passio Jhu. X'st. = Al fin de este tratado se hallan estas palabras: Fon spleguat de ascriura per mi Johan Ferrandez, scrivent en Barcelona dimecres a XXV de juny en la dita ciutat de Barchina. anny M.CCCC.XXXVIII. Debo añadir que al principio del volumen hay un tratado lemosín Dichos de doce Santos hermitaños, y al fin: Vida de Sancta Angelina, la qual scrivi lo seu confessor. Entre estos dos tratados se hallan los de San Pedro Pascual, digo los que comúnmente se le atribuyen, de los cuales no te digo más, porque son los mismos que copiamos habrá cinco o seis años de un códice del real monasterio del Escorial.

También he hallado aquí un volumen, de quien daré noticia sólo por ser continuación de una obra de que ya hablé en la carta XXXIII, y es el Compendio historial que de orden del Rey Don Pedro IV de Aragón escribió el maestro Fr. Jaime Domenech, Dominico, Inquisidor de Mallorca y de los condados de Rosellón y Cerdaña. En la citada carta da noticia de los dos libros primeros de esta obra, los cuales existen en la biblioteca de mi convento de Valencia, y llegan hasta el tiempo de la Encarnación del Hijo de Dios. Pues aquí se halla el tercer volumen y libro que continúa la historia desde ese día hasta el año 626 de Cristo. La identidad de la obra y del autor, y el enlace de estas épocas consta del epígrafe y prólogo, que omito por no alargar mucho mi narración; mayormente que estos libros no tienen otro mérito que el de presentar recogidos los hechos más insignes de la historia, sacados de Orosio, Sigeberto, Don Rodrigo y otros escritores, cuyos nombres nota al margen. Hablando de las persecuciones de la iglesia cuenta las actas de los Mártires, según el orden del calendario. El manuscrito es del siglo XV, el códice está señalado L. 326.

Quisiera dar una muy detenida noticia de un libro en 4.° manuscrito del mismo tiempo (G. 627), que contiene casi tantas obritas como hojas y es muy grueso. El compilador, que se llamaba Narciso Guall o Gall, lo intituló Jardinet de orats (Jardinito de locus), aludiendo con esto a las piezas que contiene así en prosa como en verso, por la mayor parte poéticas, y del tiempo de la ciencia gaya. Hay muchas de autores Catalanes, cuya noticia vendría bien, si este principado tuviera su Biblioteca de escritores, como la tienen ya casi todas las provincias de la nación. Efectivamente sería cosa ridícula antes de publicar los principales escritos de los sabios, darles a conocer por lo que sólo fueron ocios o ensayos de sus tareas e ingenio. Así que sólo contaré de este volumen lo que ilustre o añada algo a lo que ya se sabe de otros. Tal es la Vida de Sancta Ana feta per lo magnifich Mossen Johan Roiz de Corella, cavaller de Valencia e studiant en sacra teologia, dirigida a la magnifica Senyora Montpalava de Castellvi. En su breve dedicatoria se dice que esta Señora era casada con Mossen Luis de Castellvi, y esto más se sabe de lo que dijo Ximeno de este escritor. Del mismo siendo ya profesor de teología son Les lamentacions de Mirra, e Narcisso e Tisbe; item la Tragedia de Caldesa y otras cosas mitológicas que se saben de él. = Cobles fetes per Mossen Fenollar e per Mossen Joan Scriva, Valencians, contemplant en Jesus crucificat. = Questio moguda per Mossen Fenollar Prevere a Mossen Joan Vidal Prevere, an Verdanxa, e an Vilaspinosa, notaris de Valencia. La cuestión es sobre cual es la cosa que más fomenta el amor; la vista, el gusto, el oído o la voluntad, aunque mejor lo dirá la primera estancia que copiaré aquí:

Fenollar

“Per be que lo mon en tals fets huy sia

No prou favorable, past es singular

E vist que damor se parla tot dia

De quatre luquets saber yo volria

Qual mes la enten e la fa doblar.

Yo dich que lo veure, que mostra carrera

A tot quant apres li dona combat.

Mossen Vidal veig del Grat fa bandera.

Verdancha l' Entendre diu que la prospera.

E Vilaspinosa deffen voluntat. 

Tales son por la mayor parte las flores de este Jardinito.

Más juiciosa y de mucho mayor aprecio es otra colección (O. 372) de papeles y cartas tocantes a negocios de los siglos XVI y XVII, los cuales acaso merecen la atención del que desee instruirse en algunos negocios políticos de aquel tiempo, y antes que diga de ellos, y porque no se me olvide, sepas que hay en este libro un pergamino manuscrito del siglo XIV que contiene nada menos que lo que voy a decir: Epistola S. Bernardi ad quemdam militem, de cura et modo rei familiaris gubernandae. = Gratioso et felici militi Domino Raimundo Castri S. Ambrosii Bernardus in senium deductus, salutem. Cupis a nobis de cura doceri et modo rei familiaris utilis gubernandae, etc. Está dividida en varios títulos, es a saber: De gubernatione domus. = De sumtibus seu expensis. = De gulosis. = De avaritia. = De superbia. = De foeminis familiaribus suspectis. = De vestibus fiendis. = De amicis. = De consilio amico dando. = De jocunditatibus spernendis. = De familia repellenda, etc., y así otros que ya me canso. De esta misma carta posee una traducción lemosina el muy R. P. M. ex-Provincial de la orden de San Agustín Fr. Juan Izquierdo entre los manuscritos antiguos que conserva, de que hablé otro día. ¡Ahí es una friolera! ¡Una carta de San Bernardo desconocida a los PP. Mabillon y Martene! Grande hallazgo por cierto si no fuera, como es, parto legítimo, no de San Bernardo de Claraval, sino de Bernardo Carnotense (a: Atribuye a San Bernardo esta carta Pedro Díaz de Toledo en el Comentario al proverbio XXXVI del Marqués de Santillana, edición de Anvers de 1552.). Véase el Mansi en la edición de la Biblioteca latina de Fabricio y basta. Vamos a los papeles ciertos y no equívocos de este tomo de Miscelánea que digo, y son: Relación de la venida a Ferrara de la Reina de España Doña Margarita de Austria, con algunos otros políticos. = Copia de la carta que escribió el licenciado Busto de Villegas, Gobernador del Arzobispado de Toledo al Rey Don Felipe II, sobre el breve de las jurisdicciones de las iglesias y ventas de ellas. Tres cartas originales de Fr. Mariano Azaro (o Azazo), Carmelita descalzo, escritas desde Lisboa el año 1584 al duque de Sessa y Somma en Baena. Tratan particularmente de las llagas, raptos, etc., de Sor María de la Visitación y de otros puntos curiosos. Acaso las copiaré. Un papel hay también que tiene este título: El orden que se guarda en esta Academia (de Poesía) de Toledo, siguiendo el que se ha observado en las de Madrid. Al fin dice:

Los Poetas de la Academia de Toledo admitidos en ella siendo Presidente Don Diego López de Ayala, Conde de Fuensalida, por su orden como están en la tabla. = El Conde de Fuensalida. = El Maestro Joseph Valdivielso (como Val de Belsa o Bielsa). = Martín Chacón. = El licenciado Gerónimo Maranyoso. = Martín de la Fuente. = El jurado Andrés de Quirós. = Juan Martínez. = El doctor Gregorio de Angulo Jurado. = El licenciado Juan de Sepúlveda. = Diego Antiveros. = Don Pedro Vaca de Herrera. = Alonso Castellón. = José Noguel (o Nogués). = El doctor Matías de Porras. = El doctor Christóbal Pérez. = Don Juan Gaitán de Menesses. = El licenciado Juan Antonio de Herrera Teminyo. = El doctor Francisco de Pisa. = Miguel Maréjon. = José de Tovar. = Alonso de Contreras. = Gil Pérez Sarmiento. = Agustín Castellanos y el Pintor.

Con esta noticia ¿quién no se acuerda del conato con que nuestros antepasados cultivaron las buenas letras formando academias privadas, y estimulándose mutuamente al estudio de la poesía, oratoria y de los conocimientos que para ellas se requieren? El siglo XVII fue el más fecundo en estas juntas puntualmente cuando más decaídas estaban la poesía y oratoria. Entonces se erigió en esta ciudad la famosa academia dels Desconfiats, a quien sucedió la que hoy se llama de Buenas letras, de cuya forma y tareas diré algún día. Otra había en Gerona, cuya alma fue el célebre García, cura de Vallfogona. En Valencia a fines del siglo XVI estaba en grande auge la academia llamada de los Nocturnos, de quien dio noticia Don Francisco Cerdá y Rico en sus notas al Canto del Turia, pág. 515. Otra había allí mismo hacia los años 1691, cuya constitución 2.a dice así: Las materias que se han de tratar por agora en la Academia serán: 1. Política. 2, Matemáticas. 3, Poesía. 4, Música. 5, Danza. Por esta muestra se ve la utilidad que podían sacar los nobles y todos los individuos de estas academias, que no eran precisamente, como el vulgo piensa, juegos de ingenio los que en ellas se trataban. No sería perdido el trabajo que se pusiera en recoger las memorias de estos pequeños cuerpos literarios, si se lograba con ello dispertar la ociosidad de muchos y el deseo de saber algo, que tan tirado anda. Además ¡cuánto ganaría la historia de la poesía!

Mas ya que no puedo remediar esto, déjame que diga de una obra compuesta por uno, individuo de la más célebre academia de estas que decía, que fue la de Tolosa, erigida en 1323 con el nombre del gay saber o de la ciencia gaya. Don Antonio Bastero, en su Crusca Provenzal, pág. 94, habló de un célebre poeta llamado Arnaldo Vital de Castelnovo D' arri, a quien los VII trobadores de aquella academia adjudicaron en 1324 el premio de la violeta de oro. Yo hallo aquí dos obras de un Juan de Castellnou, escritas en ese mismo año, con la circunstancia de llamarse ya entonces uno de los VII mantenedores de aquella academia; siendo así que, según dice Bastero, no se introdujo este dictado hasta el año 1354. Como quiera que esto sea, allá va la noticia de estas obras, aunque sea breve. La primera es un compendio de los defectos o vicios del lenguaje, así en prosa, como en verso. Veraslo en el epígrafe: 

Aquest es le compendis de la conexença dels vicis ques poden esdevenir en los dictats del gay saber, axi fora sentença, com en sentença. Lo qual compendi ha feyt Mossen Johan de Castellnou, us (un) dels VII mantenedors del Consistori de Tholosa de la gaya sciencia de trobar. 

El lenguaje y el tiempo en que escribía este trobador, lo verás mejor en la segunda obra, que es la siguiente: Començe lo doctrinal de trobar, am la glosa o correccio, o declaracio sua. Este Doctrinal es obra de Ramón de Cornet, a la cual pone sus notas Castellnou glosándola verso por verso. En el prólogo dice así: Ad honor del mout aut, poderos Senhor mon Senhor lenffant en Peyre del mout aut poderos Senhor en Jayme de bona memoria Rey Darago fill, per la gracia de Deu Comte de Ribagorça e Dampuries, yeu Johan de Castellnou vuells far aquesta obra apelhada 

Glosari, sobre aquest Doctrinal, etc. Para muestra de su método pondré la glosa de los primeros versos:

Quare sabers mo permet. Glosa: Veus frevol comenssament qar a lauzor de si, e no de Dieu comensa. 

Yeu Ramons de Cornet

Capelas ordonats 

A Santh Antoninats. 

Glosa: veus aqui replicacio can dits ninats, y e es gran vicis.

Faray un doctrinal

Ab rethorica tal 

Que bo romans demostre.

Glosa: mal dits; car rethorica no esse ha bo romans parlar, mas bel parlar.

Esta glosa parece hecha el mismo año en que se trabajó el Doctrinal, que como se dice al fin, fue en 1324 en el mes de septiembre, y dedicadas ambas al mismo Infante Don Pedro.

Con estas obras hay otras de la misma materia y son: Mirall de Trobar, compuesto por Berenguer de Noya. Es una explicación de figuras poéticas y declaración de la fuerza de cada letra del alfabeto. = Regles de trobar, compuestas por Ramón Vidal de Besalú (a) y explicadas por Jofre Foxa. 

(a). Este se supone el fundador de la academia de Tolosa de 1323 (V. a Don Tomás Sánchez, tom. 1.° de la Colección de Poesías anteriores al siglo XV, pág. 5). 

= Doctrina de Cort. Comienza así:

En lo nom de Dieu ques subirans

Pare, Fill, e Sperit Sans 

E guidans de tots pecadors 

Faut mon accord perls amadors 

...

...

Don ieu Teramayguis de Pisa

Comens en aquesta guisa: 


Comensament de doctrina provincial vera, e de rahonable locucio. 


Tot en aysi con le rubis

Sobre totas peyras es fis

E laurs sobres metails cars, 

Sobre tots razonats parlars

Parladura lemoyzina

Es mays avinens e fina. 


Sigue: 


Flors del gay saber. 


Las flors del gay saber 

Qui las voldrá saber 

No sia de cor sopte 

Qar sol qui trop nos sopte 

El punhemen no dopte 

Gran odor sentra sopte

Quil gitara de dopte.


El autor de este tratado es Guillermo Moliner. Libre de concordances, appellat Diccionari, ordenat per en Jachme March, a instancia del molt alt e poderos Senyor en Pere per la gracia de Deu Rey de Arago, e fou feyt en lany MCCCLXXI (1371). De esta obra ni de su autor no se tenía noticia, hasta que la dio Sánchez (loc. laud., pág. 77) citando un manuscrito de la santa iglesia de Sevilla. Don Francisco Cerdá, en sus notas al Canto del Turia (página 487) publicó algunas octavas, que se hallan aquí también. Y esto basta por ahora hasta que venga ocasión de hablar de ello más extendidamente. Todo es del vol. N. 352. 

En un códice fol. (N. 359) hay una traducción lemosina del Arbre des batailles, (Libre de les batalles más abajo) compuesto en idioma provenzal por Honorato Bonet (a), Prior de Salon, en la Provenza

(a) En una edición de este libro hecha en Lion por Olivier Arnoullet de principios del siglo XVI, que he visto después en Sevilla en la biblioteca Colombina, se llama el autor Honore Bonhor, y se dice que floreció en el reinado de Carlos V, Rey de Francia.

Casimiro Oudin es el que da más extendida noticia de este escritor y su libro (de Script. ecclesiast., tom. III, pág. 1271), donde cita una edición hecha en París en 1493. Yo puedo añadir lo que resulta de esta versión, por la cual consta que fue nacido y educado en la Provenza, que era doctor en decretos, y que floreció a fines del siglo XIV, en los tiempos del Rey de Francia Carlos VI, a quien, siendo aún joven, dedicó la presente obra; así que debió escribirla poco después del 1380, y cuando más enardecido estaba el cisma entre Clemente VII y Urbano VI, de lo cual habla como de cosa presente, según diré después. Llámase aquí Prior de Salon, como también le llaman algunos escritores Franceses citados por Oudin, y así también diría el original por donde se hizo esta versión, que, según muestra el carácter, es muy próxima a aquel tiempo. Oudin corrige Gaillon por Salon. Era esta una Cartuja de la diócesi de Rouan (Rouen). Intitúlase aquí constantemente y repetidas veces Libre de les batalles, y así le llama su autor en el prólogo, no arbre, como dijeron algunos de sus paisanos, engañados con un capricho del autor, el cual, antes del libro, que en nada alude a la metáfora del árbol, quiso pintar uno para manifestar la discordia del actual cisma. Dícelo él así concluido el prólogo: mes puys que aço he feyt, ne cove trobar materia de la qual io fassa mon hobratge. E si mes vengut un aital smaginament que io fassa un arbre de dol en lo comensament de ma obra. Et primerament de sus larbre vos porets veure los regents de la Sancta Sglesia en cruel tribulacio... El artificio del actual árbol se reduce a que en lo más alto de él está figurada una rueda, y sobre ella este lema:

Superiora infimis, infima superioribus

Gaudemus: hoc continuo ludo ludemus

Fortuna. 

A la derecha del círculo hay estas palabras: Clemens. Hic pingat pictor Papam Clementem, et suos Cardinales, et eius debellatores. A la parte izquierda dice: Hic pingat pictor Antipapam et suos Cardinales, et eius bella... (debellatores, de bellum) A una y otra parte del medio del tronco se mandan pintar los Reyes que son de ambos partidos, y más abajo los grandes señores principales, y las naciones. Al rededor hay algunas palabras de la Escritura alusivas a lo indicado. Y este es todo el artificio del árbol; mas en esto poco se ve que el autor escribió viviendo aún los Pontífices sobredichos; porque a haber ellos finado pusiera los nombres de sus sucesores en el cisma. También se ve que seguía el partido de Clemente VII, que era el de Carlos VI, coronado por el mismo Papa. A este árbol sigue el libro, dividido en cuatro partes: 1.a Contiene la aplicación del Apocalipsi, digo, de las visiones de los Ángeles a las calamidades anteriores de la iglesia; entre ellas está el cuento de Johanna Papissa. 2.a Habla del poder de los imperios antiguos, señaladamente del de Roma. 3.a y 4.a De las guerras y su justicia, causas, leyes, derechos de vencedores, prisioneros, escudos y banderas militares, con buenos documentos para los Reyes. Algunos creen que esta obra sea la que se atribuye al mismo, intitulada Somnium viridarii. Mas en este códice falta la hoja primera de la primera parte, que es donde debía constar en todo caso la ficción del sueño. Por lo demás la obra nada presenta con este aspecto. Y por no cansarte más copiaré algo de su prólogo, con que te certificarás de gran parte de lo dicho. “A la sancta corona de Fransa la qual al iorn de vuy per la hordonansa de Deu regna Carles lo VI en aquel nom fort ben amat (así es conocido con el nombre de el Amado) e per tot lo mon redobtat, so es duna gloria e lausor sobre totes senyories terrenals molt gran Princep yo mapel per mon dret nom honorat Bonet, Prior de Salon en Provincia, doctor en decrets. Soven e moltes hores he agut en volentat de fer algun libre ...”  Y alegando las razones que le obligaron a ello dice: "Primerament com lestat de sancta mare Esgleya es en semblant tribulacio, que si nostre Senyor noy pren algun remedi e Vostra Senyoria, la qual es acostumada de metre a fi, he acabar les cruels aventures de la fé cristiana, io non veyg via ni cami, que sia bona, ni breu acordarse. La segona raho, car io veyg tota sancta crestiandat axi gremada de guerres e de enveges, de rancos e de discordies, que a grans penes pot hom nombrar una petita terra, si es de Compte, de Duch, ho Baronia, que ben sien en pau.

La terça raho es car la terra de Provincia, don io son nat e nodrit, es de present tal tornada ... Perque aquestes rahons man forsat de fer alguna cosa novella per tal que vostra Joventut sia enformada de molts enteniments de la Sancta Scriptura ...”

Hasta aquí lo que me propuse copiar del prólogo. Al fin del libro ofrece escribir sobre les continenses que totes persones sien eclesiastichas o seglars, homens o fembres deven aver. Lo cual no sé si se cumplió. Me he extendido algo en este artículo por amor de los extranjeros, a quienes no les es tan fácil ver esta versión y lo que de ella resulta. El idioma lemosín, que en el siglo XIII había sido el de las cortes de Aragón, Sicilia y Provenza, conservaba todavía en los siglos XIV y XV toda su grandeza, y era lo que ahora el francés en cuanto al número de traducciones. Apenas había obra filosófica, política e historial que no sonase en lemosín. La pequeña corona de Aragón cultivaba entonces a maravilla las ciencias, singularmente las de gusto. Son innumerables los códices que a cada paso se hallan ignorados, y sus autores también. Cuando el principado de Cataluña presente la Biblioteca de sus escritores, y la añada a las que ya han publicado los reinos de Aragón y Valencia, entonces conocerá la Europa que en la corona de Aragón era la literatura la causa de los progresos en la marina, milicia, comercio, artes e industria. A cada paso lamento la falta de esta obra, que me obliga a dejar en el silencio muchas obritas, cuya noticia vendría bien, si fueran ya conocidos sus autores. Esto he dicho porque nadie tilde mi silencio respecto de algunos códices Catalanes de poca consideración. Vamos adelante con los que merezcan ser apuntados, que todavía quedan algunos en esta biblioteca.

De Francisco Alegre, que hizo una elocuente versión en lemosín de los libros de los Metamorfosis de Ovidio, impresa en Barcelona en 1498, queda aquí otra obrita inédita (F. 274), y es la traducción de la primera 

guerra púnica, compuesta en latín por Leonardo Aretino. Dice así en la dedicatoria: Al magnifich cavaller, e maior germa Mossen Anthoni de Vilatorta prefacio de Francesch Alegra en lo trasladar de la primera guerra punica. Al fin dice: Fi de la primera guerra punica acabada de traduir en vulgar catalá, aiudant aquell interminat començ e fi qui nostres fets be començats endressa a X V. de juny del any M. CCCC. setanta dos (1472). Otros ocios mitológicos del mismo autor se hallan en el ya dicho Jardinet de Orats.

De otro escritor que hasta ahora no conozco, y es de mi orden, y de algún mérito, quiero dar noticia, por si otro más feliz que yo alcanza a saber quién es. Su obra es un tomo fol. manuscrito vit. del siglo XIV (B. 320), y tiene este epígrafe: Exposicio de tots los libres de Seneca feyta per frare Luchas, Bisbe Auximen. del ordre dels Preycados, al Senyor Papa Clement VI. Este Papa murió en 1352. El obispado Auximen. será acaso de la iglesia de este nombre en la Marca de Ancona; mas en parte alguna he hallado quién sea este Lucas, que era Catalán y muy docto, como lo muestra este libro. En la inicial de la dedicatoria están entretejidas estas palabras: Jaume buesa ma escrit.

No menos sería digno de saberse el autor de otro tomazo en lemosín (B. 243), que tiene este título: Aquest libre es apellat Suma de collacions u de aiustaments. Es una instrucción de todos los estados y condiciones de la vida humana; pero tan completa, limada y elocuente, que podía ser de gran provecho traducida al idioma común de la nación. La obra se divide en siete partes, y cada una de ellas en muchos capítulos.

También es anónima otra obra, con este título: Tractatus de vita et moribus philosophorum, et de quibusdam dictis eorum. En el prólogo se dice dedicada a Don Pedro, Obispo de Calahorra y de la Calzada, asistente del Papa Sixto IV. Al fin hay: Additio in vitas Ipocratis et Terentii. El epígrafe final descubre algo más lo que ello es.

Dice así: Explicit de vita et moribus philosophorum, poetarum, oratorum ac grammaticorum in civitate Calciatensi tertio kal. aprilis 1482.

En la letra N. 311 se ve un vol. 4.°, que contiene el Tractat dirigit al molt alt Senyor lo Senyor Don Alfonso, Duch de Gandia, reduit de latí en vulgar sobre lo rahonament fet entre Scipio Africa e Anibal, e la batalla entre ells seguida: obra inédita de Fr. Antonio Canals, de mi orden. Contiene en once capítulos lo que sobre esto escribió Francisco Petrarca.

Sigue a esto un escrito anónimo: Tractat de una disputa e demandes fetas per un Prior dels frares de la orde dels Prehicadors del covent de Bolunya ab la anima ho spirit de Guido de Corvo, ciutada de Bolunya a XVI de setembra del any MCCCXXXIIII. Tras esto sigue: Epistola Fr. Bernardi de Riparia ad Guidonem Episcopum Maioricarum de visione et locutione quam habuit Fr. Johannes Gobi, Prior conventus Alestensis, quod idem dicit ac Bononiensis cum Guillermo de Corvo defuncto.

Merecen lugar aquí la vida de Carlos V, escrita por Pedro Mejía, en cinco libros incompletos, de cuya obra inédita cita algunos manuscritos Nicolás Antonio: esta está señalada N. 345. Desconocido es otro manuscrito (N. 343), que trata de los Linajes de toda España, por orden alfabético. Lo compuso el licenciado Don Alonso Coronado, de quien sé que lo escribía a fines del siglo XVI, que es donde concluye la genealogía de las familias, con la expresión de hoy posee este mayorazgo, reside en Madrid, y otras a este tenor; y la descendencia de los Condes de Barcelona la continúa hasta Felipe II y el año 1582. A este tenor podía decir de otros códices, pero sería molesto a mí más que a ti, y de poca utilidad para los dos.

De los privilegios antiguos y costumbres de Cataluña en los siglos XIII y siguientes, hay en esta biblioteca un repertorio, o sea extracto formado en el año 1476 por Francisco Martí y Bernardo Soler, siendo conselleres Galceran Carbó, Berenguer de Junyent, Gerónimo Rayola, Bernardo Marquíllez (Marquilles) y Salvador Spano. Es un vol. fol. vit. (M. 556). escrito con lujo y grande exactitud. Contiene, como digo, el extracto de todos los privilegios, diplomas y cartas de Reyes, que se hallan en cuatro libros del archivo de la ciudad, a los cuales llama primero y segundo verdes, primero y segundo colorados. Los que no puedan disfrutar los originales, tienen en este prontuario las noticias que puedan apetecer para la historia del comercio y artes de Barcelona, y aun muchas eclesiásticas de que acaso haré uso algún día: aunque ya poco hay que añadir a lo que publicó Don Antonio Capmany en sus Memorias. Otro vol. hay en fol. que sirve al mismo objeto, y contiene las cortes celebradas en Cataluña desde el año 1449 hasta el 1452. Propiamente son las actas y proceso de las cortes, de donde el político puede aprovechar conforme sus ideas. Yo he copiado algunas cartas y cosillas, así tal cual, que a su tiempo verás.

Todo entero debe ser copiado y publicado un códice (N. 347) que lo está ya en latín, y por mano extranjera, que tanto ha sido menester para que disfrutase el mundo de cosa tan preciosa. Hablo del libro de los oficios de la Casa real de Aragón, ordenados por el Rey Don Pedro IV, a 18 de octubre de 1344, el cual publicaron los editores de las Actas de los Santos, y después segunda vez en el tomo I del Thesaurus ecclesiasticae antiquit. donde recogieron todos los documentos y cosas más particulares de aquella vasta obra. Aquellos editores dicen que lo copiaron de un códice de Antuerpia, cuya historia refieren ellos mismos. Lo que yo sé decir es que he careado con esta edición el ejemplar que aquí hay en lemosín, y sé que aunque faltan al nuestro todos los dibujos que adornan al de Antuerpia, es mucho más exacto y expresivo que la traducción, y en algunos lugares más completo. El título dice así: 

Libre de tots los officis de Casa del Senyor Rey, del que quiscu ha de fer segons son offici. Al fin hay estos versos:

Qui scripsit scribat, semper cum Domino vivat.

Johannes Roig vocatur qui scripsit benedicatur. Amen.

Die XX. mensis octobris ann. M.CCCCLXVII. (1467) 

Sirva esta noticia por si no pudiere ver otros ejemplares, que según me dicen hay en el archivo real, y algunos de ellos con figuras y representaciones de los oficios. Lo que digo que debía hacerse con este códice, he hecho yo, y con no poco trabajo, con otro documento histórico tan largo y embrollado como útil. Es el caso que en un vol. fol. men. (L. 335) manuscrito en vit. se halla lo siguiente: Varios sermones de Conceptione, ortu et Assumptione Beatae Mariae Virginis, de Inventione Sanctae Crucis etc. Item constitutiones D. Joannis Sabinen. Episcopi in Illerda. = Synodus Barcinone habita a D. Petro de Albalat 1241. No es provincial, como creerá alguno, sino diocesano, vacando esta iglesia. Synodus D. Fr. Petri de Centelles, Episcopi Barcin. 1243: fragmentos del de 1244 y algunas otras cosillas que no pierdo de vista, y que se llevarían toda la atención, si no se hallaran entre ellas 28 hojas que contienen un Cronicón entero desde la era I de España hasta la 1340. Obsérvase en él alguna variedad de caracteres y tintas, lo cual prueba que es obra de diversas manos, y esto lejos de desautorizar el escrito, le da más autoridad. ¡Ojalá en esta clase de obras se observara siempre esa diferencia; por donde pudiera inferirse que escribían las noticias testigos oculares o coetáneos! Sin embargo, en la que digo no se advierte que haya trabajado ninguna mano anterior al siglo XII, y aun a duras penas se podrá decir que sea de ese tiempo el que formó el plan de toda ella, escribiendo en los cuadritos que resultan de varias lineas horizontales y verticales, todos los cómputos, eras, años de Cristo, indicciones, epactas, áureo número, ciclos y días de la Pascua. Y aunque son muchos los que en él trabajaron, sobresale la mano de algún monje Benedictino de Santa María de Ripoll, que tuvo cuidado de notar los óbitos de sus Abades y aun de algunos monjes, y las varias dedicaciones de su iglesia, y aun al año 935, dice así: In isto anno fuit secunda dedicatio huius coenobii Rivippulli. Así que sin impropiedad he creído deberle llamar Cronicón de Ripoll, y aunque sean conocidos otros con el mismo nombre, este es mucho más completo, no sólo en el número de artículos en que no hay comparación, sino también en la extensión con que escribe los ya publicados en otros. Particularmente se ve esto, si se compara con un Cronicón que hay en el día en dicho monasterio, del cual tengo copia exactísima, o más bien un dibujo, y sólo comprende desde el año de Cristo 27 hasta el 1191, con poquísimas y escasas noticias. No carece el nuestro de inexactitudes, singularmente en la cronología de los Papas de los primeros siglos, y aun en la de los Emperadores; pero es tan exacto como abundante desde el siglo X. Por esta razón, he querido copiarle todo, como está, para nuestra colección, no siendo difícil a los doctos corregir las erratas, y más con la ventaja de disfrutar entero este documento, que es el más completo de los Ripollenses. Con él y el que ahora dije de aquel monasterio, y los dos que copié en Tortosa, y el que he copiado aquí en mi convento de Santa Catarina, tenemos cinco Cronicones que regalar al público, y endulzar un tanto nuestras tareas. Descansemos hoy de ellas, que harto queda para otros correos.

A Dios. Barcelona. 


https://es.wikipedia.org/wiki/Convento_del_Carmen_(Barcelona)

domingo, 30 de octubre de 2022

CARTA LXXXIX. Historia del monasterio de canónigos Premonstratenses de Bellpuig de las Avellanas.

CARTA LXXXIX. 

Historia del monasterio de canónigos Premonstratenses de Bellpuig de las Avellanas: su fundación: muerte violenta de su fundador y su sepultura en este monasterio: noticia de tres individuos literatos y célebres anticuarios del mismo, y catálogo de sus abades. 

Mi querido hermano: grandes fríos he pasado (N. E. el autor es valenciano) hasta llegar hasta este monasterio de canónigos Premonstratenses, intitulado de Bellpuig de las Avellanas. Mas todo lo doy por bien empleado a trueque de haber visto este depósito de virtud y de literatura, que cierto lo es en toda la extensión de la palabra. Vida común perfecta, retiro cual de una cartuja, coro pausado, misas largas, comida, no diré frugal, sino propia de penitentes (peniten-tentes, salta linea) (a pesar de las rentas pingües de la casa, con las cuales se sustentan muchos de los lugares vecinos y apartados), cortesanía sin afectación, amor a las buenas letras y al estudio de la antigüedad, esto es lo que he hallado en este monasterio: fruto del buen ejemplo que les dieron pocos años ha tres de sus individuos de que hablaré después. Tuvieron estos señores la delicadeza de hospedarme en el mismo cuarto donde murió el canónigo Pascual, uno de los tres que decía, el cual se ha transformado en biblioteca y museo. Porque veas si con todas estas cosas me habrá sido desagradable la visita de esta casa, y si no trabajaré con gusto en decir lo que en ella hay interesante a la literatura.

Ya te acordarás que en el viaje de Tortosa se habló de la sujeción o donación del monasterio de Premonstratenses de Valclara o de Abincabaces (variaciones Avincabacer y Abincabacer), hecha al de Flabemont en la Gallia Bélgica por el Conde de Barcelona R. Berenguer IV, año 1148. Pues esta casa de Cabaces es la que se supone cuna de este monasterio; y no porque de allá viniese una colonia de monjes a fundar aquí, sino porque abandonando aquel sitio, no se sabe por qué, se trasladaron como refugiándose a este, donde renunciaron el derecho que tenían al antiguo en el año 1166. Es muy verosímil que esta fuese la época de esa renuncia, porque esa fue también la de la nueva fundación, como se dirá, la cual era regular que tuviesen asegurada primero que se desprendiesen de la antigua. Hasta ese año vivieron aquí en una cueva, la cual halló y habitó el primero el B. Juan de Orgañá por otra donación que le tenía ya hecha el mismo Conde. Todavía se muestra aquí la cueva sumamente incómoda para habitación de muchos. Con esto la piedad del Conde de Urgel, Ermengol VII, que es el que digo, se determinó con su mujer Dulce a formalizar la fundación del nuevo monasterio, como se verificó día 5 de febrero del año sobredicho 1166. Escogió para ello el monte llamado de malet, que es el mismo en que estaba la cueva; el cual mandó que en adelante se intitulase Monte de Santa María de Bellpuig. Hállase el lugar en la diócesi de Urgel, corregimiento de Lérida, dos leguas al N de Balaguer, en el término llamado Camprim y cerca de la villa de Os, famosa aquí por su enriscado castillo, cuya dificultad en tomarle a los moros obligó a su conquistador a llamarle maligno. A este título de Bellpuig añádese comúnmente el de las Avellanas en razón de un lugar cercano que así se llama. En la escritura que va copiada (a: Ap. núm. XXI.) verás la precisa condición que impone el fundador a estos canónigos Premonstratenses, de que nunca pasen a ser de otra orden ni se sujeten u obedezcan a otra iglesia más que a la de Urgel; lo cual sin duda alude a la sujeción que como dije prestaron a Flabemont estando en Valclara o Cabaces. Háceles donación de la Villanueva de Privadá, que el mismo Conde había poblado, con otras cosas que dirá el mismo documento. Dos años después, es a saber, en el de 1168 estaba ya construida la iglesia del monasterio, la cual dedicó el Obispo de Urgel Arnaldo de Perexens, concediéndole la mitad de los diezmos y toda la primicia de Camprim (pone Camprin) con otras cosas. Con el amor que el Conde fundador tuvo a esta casa en el testamento que ordenó en 1177 dice de ella lo siguiente: et iterum dimitto ecclesiae Sanctae Mariae de Bellpuig quam divina inspiratione noviter edificavi, totam villam nostram de Bellcayre... et corpus nostrum ibi sepeliendum propter humilitatem et paupertatem loci illius in honorem et memoriam Salvatoris nostri Jhesuchristi qui semper humillia respicit, diligit et exaltat. Aunque el Conde tardó a morir siete años todavía, esto es, en el de 1184, como se dirá en su historia, parece sin embargo que se cumplió su voluntad acerca del lugar de su sepultura. Algunos creen que su cadáver fue llevado a Alarcón desde el término de Requena, donde fue muerto violentamente sin estar averiguado por quién, junto con su hermano Galcerán de Sales. Mas yo me atengo a que es el enterrado aquí en el sepulcro que está al lado de la epístola en la capilla mayor, el cual atestigua en sus notas el padre Caresmar que él mismo examinó, y que el cadáver es de persona muerta violentamente, pues todavía conserva una saeta hincada en un hueso de la espalda. Confírmase esto con otro sepulcro que hay al lado del evangelio, que es de una señora y verosímilmente de la Condesa Dulce, que aún vivía en 1208, con lo que tuvo tiempo suficiente para cumplir la voluntad de su esposo. Esta iglesia de que hablaba el fundador no es la que hoy vemos en el monasterio, sino la que hay en lo que llaman Malet, que es la primera fundación, de donde se trasladó la casa al sitio actual, muy cerca del otro, y en el monte del mismo nombre que el Conde mandó mudar en el de Bellpuig. Así la iglesia actual es obra también del siglo XIII, aunque está desfigurada con motivo de algún destrozo que debió sufrir en tiempo de las guerras de sucesión. Antes parece que sería más larga y que tenía crucero, el cual embebía las dos capillas laterales correspondientes a él. Además de los sepulcros ya dichos hay otro sobre el de la Condesa, que se cree ser del Conde Ermengol su hijo. Otro hay en una capilla que aquí creen ser de D. Álvaro, Conde también de Urgel en el siglo XIII. Todos estos sepulcros carecen de letreros, con lo cual queda campo abierto a la tradición para ser creída. La donación de la villa de Bellcayre, que el fundador hizo a esta casa, dicen algunos que fue por respeto al B. Juan de Orgañá, que en ella había nacido. Está este lugar cerca del monasterio en lo que llaman Llano de Urgel (Pla d'Urgell). Otros le hacen natural de la villa de su mismo apellido. Lo cierto es que él fue el padre de casa tan religiosa, el cual vivió tan santamente que no sólo movió al Conde a que fundase y dotase el monasterio, sino que se granjeó la veneración de los venideros. Vivió siempre en la iglesia de Malet dedicada a nuestra Señora en el acto de la adoración de los Reyes. De aquí nace la antigua costumbre de ir allá la comunidad en ese día. Murió el santo prelado día 8 de abril de 1201: su cadáver tuvo culto allí mismo hasta pocos años ha.

Sin embargo de lo dicho parece que este siervo de Dios, o no fue abad de esta casa, o que no conservó este honor hasta su muerte, puesto que antes de ella vemos en 1172 al abad Guillermo prestando la obediencia canónica al Obispo de Urgel Arnaldo de Perexens, el cual en 1195 y 1202 tenía ya por sucesor a Raymundo. 

En 1203 lo era Arnaldo de Monte. Poco después de este tiempo entró el monasterio en posesión del señorío de Bonrepós, donde antiguamente hubo monjes, o acaso ermitaños, y también mujeres Deo devotae, o digamos monjas, y aún las había en este año 1203; del cual en el viaje a Scala Dei queda una concordia de esa Cartuja, que entonces se llamaba de Populeta (como Populeti, Poblet) y este monasterio doble de Bonrepós. El documento está en el tomo de la iglesia de Tarragona. Quedó pues aquel lugar como priorato de esta casa de Bellpuig. También se cree de este tiempo y dádiva del Conde de Urgel, Ermengol VIII, la santa sandalia traída de Constantinopla. Mas de esto no se halla ningún documento. 

Guillermo García suena abad desde 1210 hasta 1218, cuando se pasó con otros a la Cartuja. En 1215 hallo que el monasterio tomó posesión de una acequia y molino cerca de Balaguer, la cual se le dio con la ceremonia de tomar el vendedor a uno de estos religiosos y meterlo de pies en el agua.

Otro Guillermo lo era en 1219 y 1222.

En 1224 y 1229 lo era Geraldo, el cual se cree que fue el que admitió la unión a este monasterio del de San Nicolás. Acuérdate de lo que se dijo en el viaje de Vique hacia el año 1225, que Guillermo de Anglesola y su mujer Sibilia fundaron un monasterio de Premonstratenses, o sea hospital titulado de San Nicolás en Alfaudarella (Alfandarella), junto a la villa de Bellpuig, de la cual eran señores. 

A esta casa concedió entonces el Obispo de Vique, Guillermo de Tabertet (variantes Tavertet), el poder tener cementerio público, como verás en la adjunta escritura, y en otro que la acompaña la hallarás ya en 1231 presidida por abad y poblada por ocho o diez canónigos que prometieron obedecer siempre a dicho Obispo y sus sucesores (a: Ap. n. XXII y XXIII.). Pues este monasterio de San Nicolás suena en los años siguientes unido al nuestro como priorato suyo, sin que conste la manera como esto se verificó. Con motivo de esta unión dicen que esta casa tuvo que reconocer como matriz a la abadía de Casa Dei en la Gascuña, a la cual el fundador de San Nicolás sujetó aquel hospital, concediéndole además terreno para fundar otra que fuese su principal en el sitio llamado Fuentes amenas, distante de nuestro Malet tres cuartos de legua. La oposición que hizo nuestro monasterio dicen que vino a parar en que se unieron a él las dos nuevas fundaciones. Hablo con esta duda porque un pergamino que cuenta esto, está tan lleno de anacronismos que casi me pesa haberlo mentado. 

Bernardo Caportella (Çaportella), era abad en 1236.

Bernardo de Narbona. 1242. 

Juan Cerdán. 1243. 1280. 

En el episcopologio de Urgel dije ya el privilegio que logró este abad del Obispo Ponce de Vilamur, el cual le concedió la libre posesión de cuantos legados se hiciesen al monasterio, eximiéndole de pagar la cuarta parte a la mensa episcopal, etc., y como en cambio de esta gracia el monasterio admitió a su hermandad y sufragios al capítulo de Urgel. De todo esto se dijo allá, donde también fue la escritura original, que es curiosa. 

Pedro. 1282. 1301.

Berenguer 1316. murió 1320.

Gaillardo. 1320. 1347. 


Comendatarios. 


Fray Francisco Blanc. 1479.

Fray Mateo de Fita. 1519.

Guillermo Ramón de Vich, Cardenal. 1521.

Fray Cipriano Benet, dominico. 1522.

Fray Pedro Calvo. 1523. 

Melchor de San Juan. 1524.

Juan de Cardona. 1527.

Obispo después de Barcelona, murió hacia el año 1547. 

Tomas Campaner, último de los abades comendatarios. 1547.

Antonio Gesé, canónigo reglar, propietario, electo por San Pío V, murió en. 1581.

Y no paso adelante en este catálogo, que ya importa poco y me llaman la atención otras cosas más dignas. 

En este monasterio han florecido pocos años ha tres anticuarios conocidos como tales en toda Cataluña, y dignos de serlo en toda España, es a saber: los padres Caresmar, Pascual y Martí, de los cuales y de sus trabajos literarios quiero dar alguna noticia, ya que he debido al actual señor Abad la confianza de que me hospedase en el mismo depósito de sus manuscritos, etc.

El Reverendísimo Señor Don Jaime Caresmar era natural de la villa de Igualada: entró en este monasterio a 1.° de noviembre de 1742, siendo su Abad Don Pedro Juan Bover; y murió de edad de 75 años en Barcelona a 1.° de septiembre de 1791 (a: Salat, tom. 1.°; pág. 80), desde donde fue trasladado su cadáver a esta casa, en cuya iglesia se depositó en lugar distinguido con una inscripción en mármol. Dedicado enteramente a la ilustración de las antigüedades de su país, examinó con detención muchos de sus archivos, empleando doce años en solos los de la catedral de Barcelona y de la colegiata de Ager. En ambas partes he visto y disfrutado de su trabajo, el cual en la última de ellas está mejor conservado y más apreciado que en la primera. Hablando con el debido respeto, no puede perdonarse al capítulo de la catedral de Barcelona el poco aprecio que muestran hacer del trabajo de este literato, que es al mismo tiempo la clave de todo su archivo; y lo sería más completa, si uno de aquellos mandones que suele haber en todos los cuerpos, no le estorbara la conclusión de la obra, despidiendo de la iglesia a quien tanto había hecho en su servicio e ilustración. Y lo más singular es, que según me han informado, la causa de esta ojeriza personal fue la discordia de opinión sobre el número de los martirios que padeció Santa Eulalia, disputa que Caresmar sostuvo contra el padre M. Boria, dominico de aquella ciudad. Tres tomos son los que dejó Caresmar escritos, y contienen el extracto cronológico de casi todas las escrituras y otros documentos notables del archivo; pero extracto prolijo que puede pasar por copia de muchos de ellos, y los que son de mayor importancia los copió a la letra, haciendo oportunamente algunas advertencias históricas, geográficas, etc., que al paso que descubren sus vastos conocimientos, alivian el trabajo a los archiveros y a los anticuarios que los manejen. De mí sé decir, que me fue sumamente útil este trabajo. Pero decía yo que no se aprecia como debe, porque está todavía en el estado, y digamos borrador en que lo dejó su autor, el cual escribía pésimamente y con mezquindad, no dejando margen alguno en las planas. Yo le llamaría el Greco de los diplomáticos. Sobre esto, el primero de dichos tomos está sin cubierta, y habiéndose doblado el lomo forma todo él como un cilindro, costando mucho trabajo encontrar el principio. ¿Quién creyera que una iglesia como la de Barcelona no mandara sacar una copia magnífica de este trabajo, que sin este remedio va a quedar inútil antes de cincuenta años? ¿Será posible que lleguen a tal punto los resentimientos personales? Estas y otras investigaciones literarias le proporcionaron escribir muchas disertaciones particulares, con que satisfizo la curiosidad de sus amigos, y cuya publicación sería útil a la historia. Quedan aquí XVIII volúmenes en folio, que comprenden todos sus trabajos concluidos y comenzados.

Entre los primeros hallo las eruditas disertaciones: De la antigua población de Cataluña. = Del Primado de la iglesia de Tarragona. = Del imperio de los Árabes en Cataluña desde el año 712 hasta el de 806. = Sobre los Boiles: sepulcro antiguo de Santa Eulalia: algunos puntos de la historia de Manresa: códice de Concilios de Ripoll: hombres de Paraje. = De primitiva liturgia, seu missa hispano-gotica, ac primoeva gallicana. = Sobre el uso de los pectorales por los abades. = Sobre el origen del orden militar de San Jorge, y del patronato de este Santo en Cataluña. = Índice de los códices de la catedral de Barcelona. = Todos estos opúsculos envió el monasterio años pasados a Madrid para que se imprimiesen; pero recelando que el sujeto a quien lo encargó, cuyo nombre callo, trataba de apropiárselos, desistió de la empresa, que sólo sirvió para que el encargado negociase su colocación por este medio, que es el de la corneja de la fábula.

Además de esto hay los siguientes trabajos: Historia de este monasterio hasta el año 1330. = Monasteriologio general de Cataluña: Episcopologio idem; ambas obras comenzadas con muchas notas, etc. = Biblioteca Premonstratense. = Id. Catalana. = Anales de Cataluña al modo de los de Zurita. = Finalmente, varias colecciones de documentos, extractos, etc.

En todo cuanto escribió este literato, además de la erudición que poseía, resplandece la crítica y juicio exacto de las cosas, y la gravedad con que procedía aun en los puntos oscuros sin abandonarse a la golosina de conjeturar: tentación terrible para los anticuarios.

El señor Don Jaime Pascual era natural de Esparraguera, y doctor en leyes cuando entró en este monasterio en 1759, siendo su abad Don Francisco Amell. Murió aquí a 28 de septiembre de 1804, y fue enterrado en el plano de las capillas de los Santos Reyes y de la Concepción, donde he visto descubrir su cadáver para trasladarle delante de la puerta principal de la iglesia; cosa que se ha verificado día 28 del enero actual (1808). Púsose allí una magnífica losa que han costeado sus dos grandes amigos, y míos también, Don Josef de Vega y Sentmanat y Don Francisco Papiol, siendo del primero la inscripción (a: Salat, tom. 1.° pról. pág. XV.). 

Este literato (que trabajó hasta su muerte en el ministerio sacerdotal, como si fuese su única ocupación) se entregó con tal ardor a las investigaciones históricas y diplomáticas, que vino a dar en el extremo tan perjudicial a la literatura, que es la universalidad. El afán desmedido de adquirir, sin fijarse en uno o dos objetos que sean como el centro de todo el estudio, y a cuya ilustración sirvan todas las vigilias, viene al fin a parar en que el literato muere rodeado de colecciones, de notas y de preciosidades sin digerir, y que no pueden ser útiles al mundo, si otro no emprende de nuevo la misma carrera, y no concibe y pare el fruto que más fácilmente hubiera dado el primero. Este es el carácter del señor Pascual: grande hacinador de documentos de toda especie, efecto de la sed que le devoraba en este ramo, y que no le permitía fijarse en un punto solo de literatura. Con lo cual dejó poquísimas cosas concluidas, y los XIII tomos que quedan de sus trabajos, no son más que colecciones, misceláneas de escrituras, notas, extractos, combinaciones, etc., etc., sobre muchos puntos de la historia y geografía antigua de Cataluña, incluyendo en este número algunas obrillas ajenas.

De lo que dejó concluido queda la disertación sobre el priorato de Meyá, y la explicación de una inscripción romana hallada en el priorato de Bonrepós, propio de esta casa, cuya copia va adjunta (a: Ap. núm. XXIV.). Esta última la escribió en diálogo y en el idioma catalán, del cual estaba tan extremadamente enamorado, que según cuentan los que le trataron, cuando algún Catalán le escribía en castellano, no le contestaba. (N. E. bravo por el imbécil catalanista, como tantos)

También concluyó e imprimió una larga Disertación sobre la Sede episcopal antigua de Pallás. Obra que era de desear no hubiese impreso, porque en ella descubre una propensión irresistible a la parte conjetural, que le hizo incurrir en las equivocaciones que manifestaré en mi viaje a la iglesia de Roda.

Nada de lo dicho rebaja en mi concepto el mérito del señor Pascual, que consiste en haber recogido muchas preciosidades, que acaso de otro modo perecerían, o no serían tan conocidas; y no sólo las sobredichas, sino otras de varios géneros, de que quiero dar razón. Todas se hallan hoy día recogidas en lo que fue aposento de este señor, cuya pieza principal se ha convertido en biblioteca, como ya dije. En el cuarto lateral de la derecha, que es donde murió este padre, y donde yo estoy hospedado y escribiendo esto, además de las obras de este triunvirato de que voy escribiendo, hay una porción de códices, comprados o recogidos por otros medios de algunas colegiatas y parroquiales, y son los siguientes:

Un leccionario fol. ms. saec. XIII, falto en muchas partes; pero por fortuna conserva el sermón de San Vicente mártir predicado por San Justo, Obispo de Urgel, con el epígrafe entero. Este códice, que fue de la parroquia de Forés, diócesi de Tarragona, es ya el tercero en que he hallado esta obrita inédita, de que hablé en los correos anteriores.

Otro leccionario del siglo XIV, notable por contener solamente las actas de los mártires.

Dos breviarios de fines del siglo XII o principios del siguiente. Uno de ellos era propio de la parroquia de San Miguel de Cardona, que al principio del oficio de Tempore, tiene escrito: Incipit breviarum secundum ordinem beati Ruphi compilatum, que quiere decir que servía a algún monasterio de nuestros canónigos agustinianos que se intitulaban de San Rufo, o porque estaban sujetos a la famosa casa de aquel título en Aviñón, o porque adoptaron sus costumbres, como fue moda un tiempo. Y este yo juzgo que sirvió para la canónica de San Vicente de Cardona, ya porque entre las conmemoraciones de los Santos pone las de San Odón y San Ermengol, ya porque en el oficio de San Vicente está el citado sermón de San Justo. 

Liber Dialogorum beati Gregorii Romensis Episcopi. Ms. Saec. XIII.

Un Cod. en 4.° ms. del siglo XIII: contiene la Regla de San Benito y luego un pequeño necrologio, en el cual hay varias enunciativas de haber sido propio del monasterio de San Policarpo en la Galia Narbonense; v. g. cuando dice: VI. Kal. Febr.: Nos B. divina permissione Abba S. Policarpi, de consilio fratrum nostrorum, recipimus vos Fr. R. Barravi ordinis Predicat. in fratrem nostrum. Hay varios óbitos de monjes S. Policarpi, de abades electenses, de Obispos de Carcasona, y de Vizcondes (procónsules) de Beziers; y casi todos son desde 1240 a 1290. Este códice vino a parar al monasterio de religiosas Cistercienses de Vallbona, las cuales agradecidas al trabajo que empleó el Sr. Pascual en el arreglo de su archivo, se lo regalaron en 1780, junto con algunos otros libros.

Otro códice en 4.° ms. en papel con este título: “Aquí comiença este libro, el cual es intitulado, el regimiento del hombre; esto es, en cual manera se deve hombre regir, ni de que se deve hombre guardar en toda la vida del hombre. E ordena el presente libro en Premoles, ciudadano de la ciudad de Valencia.” En el prólogo dice: "É por tal mucho reverent senyor Nuch de Lupia, por la gracia divinal Obispo de Valencia: como entre los corales amadores de virtudes é perfection vos resplandescaies por vuestra grant dignidat... Yo Premola ofrezco a vos Senyor... la presente obra...” 

El Obispo D. Hugo de Lupia y Bages lo fue desde 1398 a 1427, en que murió; y esta es la época de ese escritor Valenciano Premoles, o Premola, o Pere Mola, no conocido hasta ahora, si no es un Mola que mencionó Bayer (Bibl. vet. de Nic. Ant.) Como sea, él escribió su obra en lemosín, de cuyo idioma se trasladó al castellano, como se lee en el epígrafe final del libro en esta manera: "Este tractado fue romançado de lengua cathalana en esta navarra (castellana) por el honrado Bartholome de Arguinariz en Barçalona en casa de maestre Anthoni illuminador. É fue acabado XVI°. dia de Jullio anyo mil CCCC.LXXVI. (1476) - Deo gratias. 

- Qui scripsit, scribat, semper cum Dno. vivat. Amen. - Nicholaus Siscar vocatur, à Christo benedicatur. - Este libro fue acabado de scrivir a XII de junio del anyo mil CCCC.LXXVII.”

Otro códice ms. en papel con este título: La gramática de Erasme en romanç al exemples de Ciceró, dictad per lo molt Docte mestre y doctor Onofre Pou any M.D.LXXXII. El doctor sé que es conocido, mas la obra no lo puedo saber por ahora. 

Otro intitulado: Expositio praeclarissima disciplinae, necnon sat illustrissima ad suavissimum Lirae sonum percipiendum: in qua ea quae à Jacobo Puitg, necñ. Baylari peritissimo omnium exponitur imitando saepe saepius methodum... et nunc ob ejus memoriam et reverentiam ipsius agilitatis in hanc formam reduxi ego Felix Pala suus ex corde discipulus. Son consonancias mss. 

Constituciones sinodales y ritual de la iglesia colegiata de Ager (nullius.) Es ms. del siglo XV. 

Otras constituciones de la cofradía de San Cosme y Damián, erigida en la iglesia de dichos Santos en la Val del término de Fabana, año 1396, hechas por los buenos hombres de la ciudad de Huesca.

El Valerio Máximo, traducido al lemosín por el Dominicano Fray Antonio Canals, y dedicado a Don Jaime, Cardenal y Obispo de Valencia.

Otros varios mss. de historias particulares de iglesias, Condes, etc. Entre ellos la genealogía de los Condes de Empurias y Perelada: y otro vol. de antigüedades civiles y eclesiásticas de Lérida.

Además se guardan algunos impresos raros o tenidos por tales. Yo no sé si es conocida la versión al idioma valenciano de los sinónimos del italiano Esteban Flisco, hecha por Gerónimo Amiguet, natural de Tortosa, dedicada a Gerónimo Dasi, Rector y administrador de la Universidad de Valencia, e impresa allí por Cristóbal Roffman en 1502. Item está la versión anónima lemosina del Sacramental de Clemente Sánchez de Verceal, impresa en Lérida por Enrique Botell, año 1495. 

Finalmente la Biblia, impresa Venetiis opera atque impensa Nicolai Jenson, Gallici. M.CCCC.LXXVI. Es un vol. fol. A 2 col., y le falta todo el Génesis y parte del Éxodo.

En el otro cuartito colateral a este de los cód. mss. están guardadas con grande esmero otras preciosidades que recogió con el mismo afán el señor Pascual. Tres monetarios vi allí, en dos de los cuales hay una copiosa colección de monedas de toda especie de gran mérito y estimación para los anticuarios; pero lo debe ser más sin comparación uno pequeñito de concha, donde están las medallas más raras e inéditas, y algunas tal vez singulares. Hay asimismo una buena colección de historia natural, porción de camafeos y otras antiguallas de toda especie. La descripción circunstanciada de todo esto, y aun sólo de los objetos más raros, alargaría mi trabajo hasta un punto insufrible. Y así resolví contentarme con los apuntes que tomé para mi uso.

Lo que no omitiré es la copia de dos piedras romanas que hay allí mismo recogidas igualmente por este literato, insaciable en este particular; y dejo varios fragmentos y otras inscripciones del tiempo medio, que hasta esto se extendía su sed. Pues las dos que digo son: 1.a Un jaspe de menos de palmo en cuadro que no sé de donde se trajo, en que se lee:

CORNELIO 

VITELIO. PV. 

BLIVS. Q. F. H. 

I. S. D. IX. A. C. 

La 2.a es un mármol de un palmo de largo y medio de alto, que fue hallada en Empurias, dice así: 

L. AEMILIO 

MONTANO 

BACASITANO 

LACERICIS (no se ve si esta segunda C es L). F 

H. S. E. 

Dos años después del señor Pascual, es a saber, a 2 de agosto de 1806 murió en esta casa otro individuo suyo de mucho aprecio llamado Don José Martí, natural de Barcelona, a los cincuenta y un años de profesión canonical, y después de haber sido abad, como también lo fueron los otros dos. Este sujeto, que sin dejar su retiro examinó algunos archivos que le traían a su cuarto, sacó de ellos un fruto que será muy útil a la historia, siempre que el monasterio pueda publicar sus trabajos. Y en el del monasterio antiguo de Mur, que arregló entre otros del modo sobredicho, se conoce el aprecio que hacía de estos monumentos de la antigüedad, y la limpieza y atildadura con que manejaba cuanto le incumbía por obligación o por afición. Fijó su atención en un solo punto de historia que es de la Canónica catalana antigua, mas este puede decirse que lo agotó. De ello dejó escrito un tomo con otro de pruebas; pero todo bien examinado y calificado sin superfluidades ni conjeturas. He tenido gran placer en leer aunque por encima esta obra, porque en ella he hallado manifestado con más extensión lo mismo que ya te he dicho en todos mis viajes: que las catedrales, y aun otras muchas iglesias no profesaron más canónica que la Aquisgranense hasta el remate del siglo XI; que aun entonces continuaron y se arreglaron otras sin adoptar la agustiniana, que se introdujo en otras. Sobre este punto había yo tenido el gusto de oír su dictamen cuando me hallaba en Barcelona en 1805 proponiendo algunas dudas por medio de nuestro común amigo el señor Don José de Vega. También dejó escrita la historia de la iglesia de Santa Ana, orden del Santo Sepulcro, cuyo archivo examinó, y creo que arregló también. Item, tenía comenzado un Diccionario Catalán documentado

En resolución el señor Martí tenía la buena crítica del señor Caresmar, y carecía de la universalidad a que parecía aspirar el señor Pascual. Este es el juicio que he formado de este triunvirato literario que honra tanto a esta casa, donde en tan corto período de tiempo se ha visto reunida tan grande ilustración, que aun sin ser protegida, debe naturalmente ser una fecunda semilla de anticuarios. A Dios, etc.