Mostrando entradas con la etiqueta Darroupe Harluz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Darroupe Harluz. Mostrar todas las entradas

viernes, 18 de agosto de 2023

IV. ANDREGEYA. Edmond Guibert de Ezpeleta.

IV. 

ANDREGEYA. 

Poesía de Edmond Guibert de Ezpeleta.

(dialecto labortano)

ANDREGEYA. 

BALADA. 

Entre los espectáculos con que anualmente ameniza su fiestas locales el pueblecillo de Sara, situado a 28 kilómetros de Bayona, a 13 de San Juan de Luz, y a dos pasos de la raya de Navarra, en la vecina frontera francesa, cuéntanse los certámenes de poesía euskára y los concursos de verzolaris o coblaçaris creados hace ya bastantes años por iniciativa del distinguido vascófilo M. Antoine d' Abbadie, miembro de la Academia 

francesa, con el laudable y patriótico fin de mantener viva la antiquísima lengua vascongada, y de fomentar su cultivo y el desarrollo de su literatura. (1) 

(1) Este año los concursos citados se han celebrado en Saint-Palais, en vez de Sara, los días 27, 28 y 29 de Agosto último, habiéndose presentado hasta diez y ocho composiciones escritas al certamen de poesía, obteniendo el premio, (ochenta francos y un precioso makilla), Mr. Darroupe Harluz, de Urruña, por una preciosa composición, titulada: Chori kayolatic ihes goan dena (N. E. leo iges;), y concediéndose además una mención honorífica a un poeta guipuzcoano, que oculta su nombre con el velo de la modestia, por una poesía que lleva el siguiente lema: 1812. - *Gurutzearen garaitpena euskualdunakin Nabasen. 

Los poetas e improvisadores vascos del otro lado de la frontera se dan cita anualmente para estas fiestas, que conservan todo el carácter y colorido de las antiguas diversiones euskáras, y que además de ofrecer grato solaz al gran concurso de gentes que a ellas acude, mantienen vivo el recuerdo y el cariño a las tradicionales costumbres del país, rindiendo a la vez culto a su idioma y su literatura, que no ganan poco con actos de esta índole, que me holgara de ver imitados en los pueblos vascos de aquende el Pirineo.

Son muchos los poetas que con verdadero entusiasmo y laudable constancia han probado sus fuerzas en estos certámenes, deseosos de conseguir el honorífico makilla agregado por M. de Laborde-Noguez, de Ustaritz, al premio en metálico instituido por M. d' Abbadie, como recompensa al autor de la poesía que el Jurado designado al efecto señale digna de tal lauro; y entre ellos se cuenta Edmond Guibert, autor de la preciosa balada Andregeya, que tengo el gusto de incluir hoy en el Cancionero vasco, trabajo que fue presentado al concurso de Sara, en 1869, mereciendo del Jurado una mención honorífica, ya que superior por sus ideas y su composición a la poesía clasificada en primer término, no pudo concedérsele aquella distinción, a causa de algunas faltas gramaticales de que adolecía.

El joven e ilustrado escritor Mr. Jules Vinson hizo corregir al autor algunos de dichos defectos, y dio a conocer en un folleto la poesía, ilustrada con diversas notas gramaticales y acompañada de una traducción literal en francés, con el objeto sin duda de estimular así más y más al cultivo de la literatura vascongada, para la que mostraba excelentes disposiciones, a M. Edmond Guibert, en cuyo obsequio manifestaba Jules Vinson que sólo había escrito hasta aquella fecha cuatro composiciones en lengua euskara.

Desgraciadamente, Guibert, joven aún y lleno de esperanzas, sucumbió poco después en Burdeos, hace ya cinco años.

Andregeya es una composición tan tierna como sentida, y está presentada bajo una forma verdaderamente dramática.

La amante María, sombría y silenciosa como aquella noche que en pocas frases describe admirablemente el poeta, puesta en su ventana soñando con los dulces recuerdos de su infancia, muerta la sonrisa en sus labios, 

sus ojos hinchados por las lágrimas, triste y melancólica por la pérdida de sus padres, y por el vago presentimiento que agita su alma de la muerte de su prometido, es una figura por demás interesante y simpática al lector, que desde el momento se hace partícipe de las desgracias que la afligen, y teme por la suerte que le espera.

Las quejas que exhala al aire el dolorido corazón de María no pueden ser más sentidas. 

En ellas se deja ver el puro e intenso amor que tiene a aquel hombre tan bello, tan listo, tan fuerte, (¡hain eder zen, hain erne, hain askar!), recuerdo evocado con los ojos preñados de lágrimas por la hermosa doncella; el puro cariño a sus padres, el triste presentimiento que agrava sus penas y su presente y su temor por el porvenir, juntamente con su confianza en Dios, en quien pone su pensamiento, y a Quien se dirige en sus oraciones, que le prestan la fortaleza y la resignación necesarias para vivir, triste y sin dicha, es verdad, pues no tiene noticias de su fiel amante y prometido, pero para vivir al fin, ausente de él, y consagrándole una vida inmaculada de cariñosos recuerdos.

El final de la composición es muy sencillo pero muy dramático a la vez; su desenlace sorprende agradablemente al lector, que ve llegar con gusto el término a las penas de María, y en toda ella reinan una gran naturalidad y un colorido sombrío y melancólico, que ajustan perfectamente a la índole del asunto.

Andregeya es, pues, una bellísima composición, interesante por su fondo, y bien desarrollada en su forma; su lenguaje es sencillo, pero no por eso falto de cierta elegancia que le separa de la vulgaridad, y las 

imágenes empleadas por el poeta están muy en su lugar.

Una que otra ligera incorrección gramatical, y alguna frase un poco dura quizás, son los lunares de que adolece, lunares que bien pueden dispensarse a un poeta joven y principiante, en gracia a su buen deseo, 

y a las felices disposiciones que revelaba para el cultivo de este arte.

La música a que se halla ajustada esta composición, y que verán los lectores del Cancionero, señalada con el número IV en el Apéndice que va al final de este tomo, es la de la antigua y popular canción Inchauspeko alaba. 

He aquí ahora esta bellísima poesía:


ANDREGEYA. (1)

Poesía por Edmond Guibert. 


Gauerdi da (2) herrico (3) orenean; (4)

nihon ez da argirik lurrean;

ez ditake mendian adi (5) deusik, (6)

haizearen harrabotsa (7) baisik.


Yautsia (8) da loa begietarat;

choil (9) halere (10) neskateha (11) gazte bat,

bere (12) leihoan, gau hura (13) bezen (14) triste,

atzarria (15) dago orai arte.


Zazpi urthe bethe dire (16) yadanik,

yoanez geroz maitea herritik,

eta (17) huna (18) urthe bat Mariari

ez diola berriric egorri. (19) 


Idortean (20) lorea laster histen: (21)

tristezian Maria hiratzen; (22)

ezpainetan ya hil zayo irria; (23)

bethea du nigarrez begia.


Urso batek, galduz geroz laguna,

Kantatzeaz eztitzen (24) du phena;

andregeyak, hegaztin (25) bat iduri,

igortzen' tu (26) hitz hauk (27) haizeari:


“Yoan denean, oraino haurra nintzen, (28)

“anaya bat kasik neretzat zen;

“erreztun bat, ait'-amen (29) aintzinean, (30)

“eman darot, (31) adios erraitean. (32)


“Orduz (33) geroz, maiz eguiten dut nigar;

“¡hain (34) eder zen, hain erne, (35) hain azkar! 

"etzuen, ez, mendietan pareric;

“urrundu da... nik ez dut berririk.


"Bihotzean duda bat dut sentitzen:

“maitea hil beldur (36) naiz othe (37) den;

"nere ama gaitzak niri yoan daut yaz, (38)

“oinhazeak (39) gabetu (40) nau aitaz.

“Gelditu naiz nere amasorekin; (41)

"sustengatzen gare elgarrekin: (42)

"nik gidatzen (43) ditut haren urratsak, (44)

“hark chukatzen (45) dait nere nigarrak.


“Emaiten dut ner', ustea Yaunean: 

“indarra dut hartzen othoitzean; (46)

"bainan ez da neretzat zorionik: (47)

"maitearen ez baitut berririk.” 


Kolpez, borthan yotzen du esku batek,

boz batek dio: “Idekazu, idek!" (48)

andregeya, boz hau ezagutzean,

chutitzen (49) da, ikhara zainetan.


Idekitzen du amasok athea:

Mariaren han zagon maitea!

“O! Yaun ona!" et' altchatuz eskuak,

bedeikatzen ditu bere haurrak.


Iduskiak argitzendu (50) men lian...

Mari' orai ez da tristezian;

Elizako ezkilek bozki yotzen (51)

Andregeya egun da ezkontzen.


TRADUCCIÓN CASTELLANA. 

LA PROMETIDA. 

Es la media noche en el reloj del pueblo, = por ningún lado se divisa una sola luz sobre la tierra, = ni un rumor se escucha en la montaña = si no es el ruido del viento.

El sueño ha bajado sobre (todos) los ojos; = sólo una joven doncella, = a su ventana, triste como la noche = vela todavía.

Siete largos años han transcurrido = desde que el bien amado partió del país, = y un año hace ya que a su María = no ha enviado noticias suyas. 

Con la sequía la flor se agosta presto, = con la tristeza María se marchita; = en sus labios ha muerto ya la sonrisa, = sus ojos están llenos de lágrimas.

La paloma, cuando pierde su compañera, = endulza sus penas con su canto, = la prometida, semejante a un pájaro, = la (sic, lanza, da) al viento estas palabras:

"Cuando partió, todavía era yo una niña, = casi un hermano era él para mí; = un anillo, en presencia de mis padres, = me entregó, al darme su adiós. 

Desde entonces, lloro a menudo; = ¡era tan bello, tan listo, tan fuerte!, = no tenía, no, rival en las montañas; = se ha alejado... y no tengo noticias suyas.

En el corazón siento una duda: = tengo miedo, (presiento), si mi bien querido habrá muerto; = la enfermedad me privó de mi madre el año pasado, = el dolor, (causado por esta pérdida), se llevó a mi padre.

"He quedado sola con mi abuela; = nos sostenemos ambas mutuamente: = yo guío sus pasos, = ella seca mi llanto.

Pongo mi pensamiento en el Señor, (Dios), = préstame fuerzas la oración; = pero no habrá dicha para mí = si no tengo, (en tanto no tenga) noticias de mi amado.” 

Golpeando, una mano llama a la puerta, = una voz dice: "Abrid, abrid", = La prometida, al reconocer esta voz, = se levanta, toda temblorosa.

La anciana abuela abre la puerta: = ¡Aquí está el amante de María! = ¡Oh, Dios bondadoso! (dice), y levantando, (elevando), sus manos = bendice a sus hijos.

El sol brilla en la montaña... = María no está ya triste, = las campanas de la Iglesia repican alegres, = la prometida se casa hoy.


NOTAS FILOLÓGICAS Y GRAMATICALES.

(1) Andregeya. Palabra compuesta de Andre, mujer, andrea, la mujer, (N. E. contrario que andros, griego, varón, hombre) común a todos los dialectos del vascuence, y geya (geia), o gaya en el dial. guip. 

(N. E. Gaya : Gea, la gran madre tierra) - La mujer prometida, la esposa, (en la verdadera significación etimológica de esta palabra.)

La palabra andrea en el dialecto vizcaíno expresa la mujer casada, pero en los demás dialectos lo mismo suele significar la casada que la soltera.

(2) Da, tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo izan, ser. La a de da suele cambiarse en el dial. lab. en e, cuando le siguen las subfijas n y l: así se dice, dana o dena, lo que es.

(3) Herri, en los dial. lab. y bn., erri en el guip. y vizc., significa pueblo, aunque a veces se toma también en el sentido de país, como en Euscal-erria, el pueblo o país euskaro.

(4) Oren, en los dial. lab. y bn., se emplea por hora. - Orenea, reloj. 

(5) Adi, aditu, aitu, oír, entender. Adierazo, hacer entender o comprender. (N. E. latín: audio, audito, audere, inaudito, &c.)

(6) Deus, lab., bn., Alguna cosa. Con la negación ez, tiene, como en este caso, la significación de nada.

(7) Harrabotsa, lab. abarroxa, bn., abarrots, guip. y vizc., ruido desagradable. De abar o adar, (rama), y ots, otsa, (ruido): ruido o criyido de las ramas al desgajarse.

(8) Yautsi, yauzi, yausi, lab., jautsi, jausten, lab., bn., jatzi, jacsi, vizc., jachi o jechi, guip., bajar, descender. (N. E. jaitsi según el traductor de Google)

(9) Choil, choilk, soil, lab., bn., guip., desierto, desnudo, estéril. La voz choil, solo, lab. y bn., es una variante de soil, soilla, o solla.

(10) Halere, hala-ere, halabere, lab., bn., ala ere, (alare), guip., alambere, (alan-bere) vizc., alarikere, (hala-r-ik-ere), lab., sin embargo, no obstante, a pesar de...

(11) Neskatcha, bn., neskato, lab., bn., nessca, nescacha, guip., nescatilla, vizc., joven, muchacha.

(12) Bere, pronombre posesivo, suyo, suya. En plural, Beren. Se emplea también esta voz como adverbio y con la significación de también, como en el siguiente ejemplo: “Ez bacarric gazteac, baita bere (o baita ere) zarrac.” 

(13) Hura, ura, pronombre demostrativo. Suele emplearse también como pronombre personal de la 3.a persona.

(14) Bezain, bezen, bezin, basen, así, como, tan.

(15) Atzarri, atzarten, lab., bn., velar.

(16) Dire, dirade. Tercera persona del plural del presente de indicativo del verbo izan: Zazpi urthe bethe dire, Hace siete años cumplidos.

(17) Eta, conjunción, y. Suele escribirse y decirse a menudo ta, por contracción, en vez de eta.

(18) Huna, lab., bn., Ona, guip., vizc., He aquí.

(19) Egorri, igor, igorri, igortzen, lab., bn., enviar. Nótese la variación de la vocal inicial. 

(20) Idor, idortu, idortzen, lab., bn.; igar, igartu, guip., vizc., secar, marchitarse.

(21) Histu, histen, lab., hixten, bn., ertsi, vizc., ichi, guip., cerrar. - En la frase “Idortean lorea laster histen," está sobreentendido el auxiliar (da), licencia muy frecuente en la poesía vascongada.

(22) Hiratzen, (hiratu), lab., bn., marchitarse. Lo mismo que en la oración anterior está sobreentendido el auxiliar.

(23) Irria, guip., lab., bn.; hirri, lab., reír. Sustantivo compuesto, farra, la risa.

(24) Eztitzen, (eztitu), endulzar. De eztia, la miel. Una de las particularidades del vascuence es la gran facilidad que tiene de formar verbos de los nombres, ya adjetivos, ya sustantivos, punto en el que, tanto la lengua castellana, como la latina, son muy inconstantes.

El castellano tiene malear, del adjetivo malo, hermosear, de hermoso, afear, de feo, pero no sigue regla alguna para innumerables casos, lo mismo que el latín.

En cambio, en vascuence, de cualquier adjetivo se hace inmediatamente un verbo, sin más que quitarle el artículo final, y añadirle la terminación tu o du. Ejemplos: Ona, ondu; gaistoa, gaistotu; laztana, laztandu;

zucena, zucendu; oquerra, oquertu; etc., sucediendo lo mismo con los sustantivos, como se ve en eztitu, de eztiya; bildostu, de bildotza; otsotu, de otsua; chacurtu, de chacurra; dando de este modo una gran concisión y elegancia a las frases, a la vez que un gran caudal a la lengua, sin necesidad de acudir a verbos extraños para expresar el pensamiento.

Y esto mismo se nota en la formación de los verbos de los pronombres, conjugación muy delicada y común en el vascuence. Así sucede en Neretu o neuretu, zeuretu o zuretu, beretu, guretu, zubendu, eurendu, y otros.

Una lengua que tiene tal flexibilidad en sus voces y obedece a tan sabio organismo, ¿puede decirse con razón que es pobre, cuánto menos que es un guirigay, como han pretendido algunos escritores?

(25) Hegaztin, lab., bn., egazti, guip., vizc., ave.

El Sr. W. J. Van Eys, en su Dictionnaire basque français, (Amsterdam, 1873), manifiesta la opinión de que esta palabra sea un participio derivado de la palabra hegatz, hegax o egats, pluma, suponiendo que quizás la voz egaxquin es una forma mejor conservada de egaxkin por egatz-eguin, es decir, hecho o cubierto de pluma, que no otra cosa es el ave.

Respetando la ilustrada opinión precedente, me permitiré exponer esta duda: La palabra egazkin, o egaztin, (¿) no tendrá tal vez más natural origen etimológico en las voces egaz-eguin, de egoa, ega, ala, egaaz, 

egaatu, volar, y el verbo eguin, hacer. Es decir, el que vuela, o el ave?

'tu por ditu, abreviación muy comúnmente empleada en la conversación, aunque los escritores modernos no la emplean ya en sus escritos. El ilustrado escritor Mr. Vinson, hace notar la falta que existe al usar aquí el tiempo ditu, en vez del diotza o diozka.

(27) Hau, hauk, hunec, lab., hau, hauk, hunek, bn., au, auk (avec), onec, guip. y vizc., esto, esta, de estos, de estas.

(28) Nintzen, contracción de Ni, pronombre personal, e izen o izan. Ni nintzen o nintzan.

(29) Ait'-amen, contracción de aita ta amaren.

(30) Aitzin, l., ainzin, bn., delante. Ait'-amen ain-tzinean, delante de mi padre y madre.

(31) Darot, daut. Son una misma forma, sólo que daut se emplea únicamente en la conversación, y darot es teórica, aunque no por eso menos auténtica y real.

En el dial. guip. se hubiera dicho eman diot, le he dado, o mejor todavía, eman niyon, le di, pues es tiempo pasado.

(32) Erran, erraiten, lib., bn., decir, contestar.

Imperativo. Errok, di. Equivale al verbo guip. ezan.

(33) Orduz gueroz, ordutic. Desde entonces.

(34) Hain, lab., bn., ain, añ, guip., ain, vizc., tan, tanto, si... 

(35) Erne, lab., ernai, ernaya, guip., ágil, vivo, ligero, etc.

(36) Beldur, lab., bn., guip., bildur, guip., vizc., miedo. 

(37) Othe, palabra expletiva de duda o interrogación. - ¿Bai othe? ¿será cierto, será posible?

(38) Yaz, por igaz, guip., vizc., igez, iyez, vizc., jaz, lab. y bn., el año pasado. En tiempos anteriores.

(39) Oinhazea, oñazea, oñacia, dolor.

(40) Gabetu, gabetzen, privar, ser privado.

(41) Amaso, bn., amona, (ama-ona madre buena), ama-andria, amasaba, amagoya, abuela. (N. E. turco: büyükanne, madre : anne)

(42) Elgar, elkor, bn., elkar, lab., elcar, alcar; guip., vizc., uno y otro, mutuamente.

(43) Gidatu, gidatzen, guidatu, guidatzen, dirigir, guiar.

(44) Urrats, urratsac, guip. y vizc., urhats, lab. urhax, bn., paso.

(45) Chukatu, chukatzen, lab. Chukhatu, bn., chucatu, chucatzen, guip., secar.

(46) Othoitza, lab. bn., la oración.

(47) Zori, suerte, fortuna. Esta palabra va siempre acompañada de un calificativo: así zori-ona, equivale a dicha, felicidad, buena fortuna; zori gaistoa (o kaistoa), a desgracia, mala suerte.

(48) Ideki, idiqui, ibiqui, abrir. Idek, es imperativo.

(49) Chut, chutik, chutitu; lab., bn., zut, zutic; zutitu, guip., vizc., de pie, derecho, levantarse, ponerse en pie.

(50) Argitzen du. Sin régimen determinado. Expresión muy vascongada.

(51) Yotzen, (jotzen.) Está sobreentendido el auxiliar.