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martes, 10 de mayo de 2022

POETAS MALLORQUINES

SECCIÓN LITERARIA. 

POETAS MALLORQUINES (1). (Extracto de REVISTADE ESPAÑA Y SUS PROVINCIAS DE ULTRAMAR)

(1) En nuestro número del 15 del pasado octubre prometimos para el siguiente el artículo de los poetas cubanos, cosa que no pudo tener tampoco efecto por lo que dijimos aquel día; y hoy, que íbamos a cumplir con esta deuda, nos ha parecido también suspenderlo, para dar en su lugar el que acabamos de recibir extendido por el conocido literato el señor don Joaquín María Bover, residente en Palma de Mallorca, y que viene a ser como el ensayo crítico de los poetas de aquel suelo. De este modo, habiendo ya publicado el artículo de los poetas canarios, seguirá este y después el de los cubanos, más distantes que unos y otros de nuestra madre patria. La erudición y la crítica que se notan en este trabajo no desdicen por cierto de las prendas que este autor ha manifestado en otros. Hubiéramos querido en obsequio de su pensamiento y del gusto de nuestros lectores darlo íntegro: pero, no nos lo permiten los límites estrechos de que disponemos para las demás materias. 

Mallorca, madre fecunda de hombres en todos conceptos eminentes, ha producido también, desde la antigüedad más remota, vates que supieron distinguirse en los certámenes que celebraban las academias de Barcelona y Tolosa. En el siglo XIII (sólo se lee III), cuando la rima vulgar empezaba y era tan estimada la que se llamó gaya scienciaBernardo Mogoda, uno de los caballeros que siguieron a don Jaime I en la conquista de esta isla, creído en el instinto de vaticinar y en el influjo de las estrellas, escribió en el estilo bíblico y oriental muchas predicciones de prosperidades y de infortunios. 

Con las estrofas que siguen parece que quiso pintar la derrota que en 1343 experimentó D. Jaime III último rey de Mallorca.

Lo rey se despedía 

ab sola una galera; 

vindrá á la ribera

ja destrosada. 

Dient ab ven (veu) alzada: 

lo reina per qui sona, 

dirán: per la corona 

aragonesa." 


Els contraris l' han presa 

despres de la victoria; 

per eterna memoria 

será perduda. 


En la plassa venzuda 

corps y voltons carnatje 

faran en lo ribatje

dels homens presa. 


Por aquel mismo tiempo vino al mundo Raimundo Lulio, aquel ingenio asombroso que antes que Bacon de Verulamio alzase el noble grito de libertad filosófica y mucho antes que el célebre Erasmo diera al orbe literario días de gloria y honor a las ciencias útiles; dotado por la naturaleza de vastos y grandiosos proyectos, de sublime talento y comprensión universal, dio un agigantado paso en la escabrosa senda del saber, y sepultando en el olvido las ridículas formas del ergotismo, al través de la atmósfera de oscurantismo en que yacían sepultados los pueblos de la Europa, cultivando las lenguas orientales, y observando el majestuoso y sencillo curso de las leyes que rigen al orbe físico, dio el ejemplo, que sirvió de pauta a los restauradores de las ciencias, de establecer sobre la observación y experiencia los conocimientos físicos, que auxiliados de las matemáticas son deudores a Lulio de los rápidos progresos que Newton y demás sabios de primer orden hicieron en el vasto campo de la naturaleza. El inventor de la aguja náutica y del ácido nítrico, el hombre grande de su tiempo, el mallorquín Raimundo Lulio, (Ramón o Ramon Lull) escribía a sus discípulos del colegio de Miramar en esta isla: 

Rey poderos de l' alta cort divína 

quil fragil hom volgués ab vos vnir, 

teniu recort dels qui triste ruina 

de mort cruel en esta vall mesquina 

volen per vos passar y sofferir: 

Datslos esforz d' honrar y venerarvos 

yab (y ab : y con) alta veu tots temps glorificarvos. 


Frares menors ab ven (veu) clar argentina 

recordats ja de qui 's volgué vestir 

la nostra carn obrint del cel la mina, 

á Miramar á la gent mallorquina 

y al seu gran rey han fet prest construir: 

aquets, Senyor, iran tots per loarvos (pone lo-arvos) 

á convertir los moros en amarvos. 


¿Qué tarden donchs de sonar llur botzina 

los precadors que volen Deu servir, 

bísbes, abats, priors quin la fusina 

d' aquest mon trist per lór fan contramina 

los pobres tots dexant de fam perir? 

Que fan los reis que tarden en mostrarvos 

quel seu tresor es sols en exalzarvos? 


Grans y mitjans y chichs dins la cortina 

d' oprobis grans me volen escarnir; 

y amor ab plors y greus suspirs refina 

mon esperit en vos qui sou la tina 

del meu cos trist quis vol en vos languir: 

lenteniment, volér en recordarvos 

aumenten ja y en tot temps desitxarvos. 


Servir donchs vull, humil verge Maria, 

de mon poder, puis desitg esperanza 

prest m'ha tramés. Blanquerna ¿quin sabria 

dir hon teniu la vostra cetla pia 

perqu' hey servis l' Etern yo sens tardanza? 

y 'l meu desitg pogués tot saciarse 

en ell en qui tot sol pot alegrarse. 

El mismo Lulio empieza así su excelente plegaria al (pone la) Todopoderoso, plegaria que no ha visto aún la luz pública:

(Gerónimo Rosselló publica Obras rimadas de Ramon Lull escritas en idioma catalan-provenzal en 1859, seguidas de un glosario de voces anticuadas. El siguiente poema aparece con ligeras variantes) 

Alt en lo cel hont es la cort divina 

Ma pensa veu ab fervor inflamat 

que vos, Señyor, plorau de la ruina 

del mal etern á hont lo mon camina 

y est gran mal vos te granment irát. 


Plorau, Señyor, que mos ulls plorarán 

ab dolros plant vos faran compañía 

Señyor plorau que a Miramar irán (pone írán) 

faels sarvents que per vos penarán 

portant silicis dejunant cada dia. 

Mirau Señyor las nafras canceradas etc. (Atentos a: las, nafras, canceradas)

A principios del siglo XIV floreció el anónimo conocido con el nombre de mercader mallorquí, quien en una de sus poesías expresa elegantemente el desdén: 

Cercats duy may, ja siats bella e pros 

quels vostres pres e laurs eris plasents: 

car vengút es lo temps quem aurets menys; 

nom anziura vostro sguard amoros 

ne la semblanza gaya; 

car trobat nay 

altre quim play 

sol que luy playa 

altra sens vos perque lin voltray be 

e tindrem car s' amor que axis convé. 

Otro poeta floreció por aquel mismo tiempo que es notable por la pureza de versificación y por la perfección de lenguaje. Hablamos de Lorongo, hijo de Ferrario Roselló (Rosselló), consejero del rey don Jaime III de Mallorca y hermano de Saura casada con el infante don Sancho de este reino. Escribió un epitalamio al casamiento de su tía Blanca con el conde de Cardona y es de notar lo dulce y sentimental de la segunda estrofa. 

A vos jo li dou le blanque doncele, 

á vos alt Señyor de tant clar linatje: 

ella es de mon quor rique maravele, 

de vostra notblia molt brilant estrele 

y á vostra quorona será un adornatje. 


Si donchs la teniu ab molt gran valia 

y de ses virtuts n' estau molt prendat, 

el meu sperit, Blanque perla mia, 

el jorn que ixquires de ma compañya 

quedá ab plor y dol del tot ofuscat. 


Si arnesos y lansas y escuts y quoronas 

aportau señyor dels inclits passats 

qui tembran las armas dels Folchs y Cardonas 

que en tantas asañyas tan altas personas 

molts de sarrayns veren traspasats; 


La vostra motler ab roitjios pavesos 

y ab virtuts y merits yl vostro blassó 

y vostre notblía y fets gentilesos 

ab los de lurs avis serán adornesos 

ab barras y sanch del rey de Aragó

Generalizado el gusto a la poesía lemosina necesario era un libro que fijase las reglas para aprender a escribirla con toda perfección. Este libro apareció a mediados del siglo XIV siendo su autor el mallorquín Berenguer Noya.

Romeo Burguera, (Romeu Bruguera) célebre dominico, privado íntimo del rey Felipe el Hermoso, a quien ayudó en la expulsión de los templarios, compuso varios tratados ascéticos en poesía lemosina. Su Biblia rimada é en romans, es una verdadera traducción de la latina llamada aurora que en el siglo XII escribió Pedro de Riga, reducida a contar aisladamente en verso los principales sucesos de la historia sagrada con algunos de los sapienciales, inclusos los macabeos. Bruguera siguió el orden que tienen en la Biblia los libros históricos, sin omitir el de los proverbios, cuya traducción es graciosísima. Concluye con el Apocalipsis. Para muestra de su lenguaje copiaremos los versos con que termina el prólogo.

Asó ay de lati en romans tornat 

á honor de la contessa que Deus guard 

d'Ampurias marchessa á nom (1) 

(1) Creemos que esta marquesa de Ampurias es la hija de Guillermo de Peralta, vizconde de Cabrera, que murió a principios del siglo XIII según el historiador Bosch. 

E fo fila dun gran rich hom 

que fo vezcomte de Cabrera 

é lexá esta hereteyre 

de Muntsoriu e del vezcomptat 

tot quan havia la laxat 

de Cataluñya porta flor 

denseñyament é de valor, 

de franquea de gai parlar, 

dumilitat crey no ha par, 

de Deu li plats souen parlar 

molt dejunar e molt horar. 

La poesía académica o latina no empezó a cultivarse por mallorquines hasta principios del siglo XV. Entonces perdieron su boga los versos bárbaros y leoninos, y el canónigo Esperandeo Español, el caballero Arnaldo Descósy Antonio Geraldino, escribieron hexámetros muy dignos de la época de León X. De este último copiaremos los que puso sobre el sepulcro de Raimundo Lulio

sepulcro de Raimundo Lulio. Ramon Lull.


Clauditur hac Lulli Raimundi corpus in arca 

egregia quem stirpe tulit Gymnecia tellus. 

Mollis amator erat primaevo in flore juvente, 

mortali implicitur cura; mox pectora mutans 

in coelum tollensque oculos, peritura reliquit 

inventa est sordes; lateque est divinitus illi 

infusum ingenium, naturae arcana resolvens; 

perque omnes errans artes coelique recessus 

edidit in toto celebranda volumina mundo. 

Ipse quoque inmenso solers errabit in orbe, 

ut Christi leges alio sub sole locatos 

funderet in populos, paganaque pectora nostrae 

verteret ad cultum fidei, Christumque docéret 

esse Deum atque hominem genitrice e virgine natum

qua propter quando divis gens hunc barbara saxis

agressa est, cessit Libitis detrusus ab oris, 

dumque solum natale petit, Balearica regna

in patria senior prospectu fessus obivit. 

Español escribió a la memoria de su padre, que fue uno de los héroes que más se distinguieron en la defensa de Rhodas (Rodas), contra la invasión del Soldán (sultán) de Egipto que tuvo lugar en 1439, los versos que siguen: 

Hic hic Spagnolius tuus o Majorica tutor 

Cujus est a proavis durat in urbe domus 

Ausus multa quidem fungens tot honoribus urbis 

Effulsitque loco mens bona semper opum 

concordes animo natos sex forte reliquit 

creverat undeno mira nepote quies 

Trinacriam atque Rhodon ductae Hariamque triremis 

plausibus hic praetor laetitiaque fuit 

naumachia duros fausta mox fuderat hostes 

id Maetona ducem prospiciens coluit 

quumque diu Cyprus premeretur fessa tirano 

insiluit classis sub cruce vasta Rodi

cui fervens inerat coram Balearicus ardor 

hoc acamas celebris consule mons gemuit 

contigit hinc tanden per lustra ophtalmia septem 

lumina cesserunt tabuit inde caro 

dicamus is nataeque duae Leonoraque conjux 

prima jacet simul hic natus ex alia 

nunc igitur gaudere juvat compage negata 

en à morte pius quisque resurget ovans. 

En los versos de Arnaldo Descós se observa una elegancia de lenguaje y una pureza de latinidad que pueden competir con las producciones de los autores clásicos. Descós fue uno de los literatos más conocidos de su época. En sus epístolas hace mención honorífica de su maestro el célebre Pedro Daqui, de su condiscípulo Juan de Malleon, obispo de Salamanca y de su amigo Bernardo Bohil, delegado apostólico en la expedición de Colón a las Indias. Así se expresa Descós en una de sus producciones: 

Si divum, ut fama est, servat tutela poetas, 

nunc ades, et gressus dirige virgo meos. 

Nil prossunt mussae, nil carminis auctor Apollo, 

ut possim justos nunc reperire pedes. 

Oh utinam versu tantas exponere laudes 

possem ut tam faustum nunc celebrare diem! 

Ergo subvenias inopi tua sacra canenti, 

conceptum ut referam, qui sine labe fuit. 

También cultivó Descós la poesía vulgar o lemosina, y en una, dedicada a la Purísima Concepción, son notables los versos que siguen: 

Perque es mastér que vos Verge sagrada 

ab vostro fill siau la nostra guia, 

clarificau la pensa entenebrada, 

y subveniu me llengua poc limada

que us puga dír ab nova melodia 

noves loors de vostre gran altesa 

qui de tot crim é pecat fou illesa.

(Se concluirá en el próximo número.) 

(Continuación.) 

Raimundo Lulio, como dice Quadrado, era en aquel tiempo la fuente que inspiraba a los poetas y en que bebían nuestros sabios: en su honor y en su nombre se exigían cátedras, en su honor se celebraban certámenes como el famoso de 1502, y la prensa mallorquina apenas ha sudado sino comentarios a sus obras. ¡Bien merecía esto y mucho más el hombre extraordinario que por dos siglos tuvo por discípulo al mundo entero! En el citado certamen de 1502 se distinguieron los poetas Antonio Massot, Gaspar de Verí (Veri), Jorge Albér y Juan Odón Menorca. De todos ellos hay excelentes composiciones: todos se lucieron a la par, y Gaspar de Veri, a quien se adjudicó el premio, recitó una larga poesía en la que es notable esta estrofa: 

Ram, on se cull, de flors molta natura 
l'ull qui preveu, en evitar lo mal 
segura mar, qui en lo temporal 
lo navegant, eximeix de presura 
rosa suau, als doctes qui refrega 
pom redolent, de un saber infús 
capsa d'unguents, on no ha res confús 
aigua de font, qui los provectes rega. 

El esclarecido literato Nicolás de Pax uno de los primeros catedráticos de la universidad de Alcalá, muy favorecido de su fundador el célebre cardenal Jiménez de Cisneros, habla del monte de Rauda, monumento que la naturaleza quiso prevenir para mostrar al orgullo mallorquín el teatro de las visiones misteriosas del gran Raimundo Lulio, en los términos siguientes: 

Rauda tenens regni centrum Balearis, ab alto 
aequor et ingentes undique monstrat agros. 
Panditur ad Phoebi radios, umbracula passim 
prospectus varios concava saxa parant. 
Elevat ingenium, curas expectorat omnes 
totaque vivaci pectora membra novat. 
Hic bibit infusum Raymundus dogma supernè; 
hic quoque mirandum condidit artis opus. 
Angelus hic illi visus, pastoris amictu, 
praebuit et meritis oscula multa libris. 
Dixit eos varia passuros multa sub hoste; 
sed foire pro sancta fortia tela fide. 
Tunc erecta sacrum collustrans cella cacumen, 
plena venustatis Gratia nomen habet. 
hinc manare potest doctrinae splendor in orbem, 
hinc sibi perniciem secta maligna timens. 

Por este tiempo el virtuoso sacerdote Francisco Prats ya había publicado en prosa y verso su devotísima contemplació y su poema del Sacrament de bona gracia. Empieza este último con la estrofa que sigue: 

Caritat me forsa, y ley me incita 
loar lo misteri de laucaristía 
lo poc exercici los señys me desvía 
en loc baix me posa y el desitg limita 
la ploma es presta y no gos escriure
perque la invidia rependre amenasa
las nafres ya em dolen y treball me brasa
sol Crist Deu y home men pot fer desliure. 


Jaime de Oleza y Zanglada hijo de una familia ilustre en la que se radicó el cultivo de los conocimientos humanos, escribió en excelentes dísticos latinos un libro de lege cristiana et de cuadruplici peste mundi, en el que apoya su doctrina con bellas razones y sólidas sentencias. En esta obra reprende los vicios, detesta la escuela de los nominales, demuestra la vanidad de las predicciones astrológicas, y confunde la filosofía de Averroes y de todos los antiguos. Este mismo Oleza escribió en rima otras varias obras y un cancionero teologal y espiritual. Como muestra de su numen poético copiaremos el epigrama que dirigió al doctor Caldentey con motivo de haber publicado un tratado del maestro Gerson; 

Perstrinxit legis praxim: moresque Joannes 
cui de Gersono nomen habere datur. 
Si ergo tuum lector pectus coelestia tangunt: 
hunc eme: plus solus que ubi mille dabit. 
Iste docet mores sacros: animunque perornat: 
vitaque sit nobis qua peragenda via. 
Quid sit honestum: quid justum: quid denique sanctum: 
quidve pium monstrat: quae fugienda mala: 
detegit hic coelum: et callem flagrantis averni: 
neu phleget honteis afficere malis. 
Ad summam hic vigili ducit rectore carinam: 
quae mundi immergi naufraga possit aquis. 
Huic igitur grates tanto pro munere lector 
redde: sed est nobis gratia habenda magis. 
Ille opus exegit: fateor: sed copia habendi: 
nostra est per terras multiplicata manu. 

Del citado Jayme de Oleza fue hijo Francisco, quien con motivo del dolor que le causó la muerte de su esposa doña Beatriz de Sant Martí, escribió el excelente poema titulado menosprecio del mundo, anticipando en él la versificación majestuosa y pura de León y Garcilaso. Con dificultad se 
encontrará elegía más tierna y suave. Empieza así: 

Ab manta de plors el cel se cobria. 
Y tota la terra mostrava gran dol, 
mirand d'aquest mon del tot se partia 
la qui de virtuts granment resplandia 
tristor señyalava la lluna y el sol. 
Oh triste jornada! oh cruel partida! 
oh perdua digna de plor y lament 
morir la qui era de tants bens complida 
y de tantas gracias estaba ennoblida 
que loar ni plañyer nos pot dignament. 

Describiendo el día del juicio final, pone en boca del Juez eterno las palabras siguientes, dignas del poeta Dante. Dirigiéndose Dios a los buenos les dice: 

Veniu beneits del meu Etern Pare 
puis treballs y penas en lo mon sentis 
posseiu lo regna preniulo desdara 
car puis meu servit es just queus ampare 
yus done per premi letern paradis. 
Donat meu á beura cuant yo sedetjaba 
haveume vestit essent despullát 
haveume pascút cuant yo fametjava 
haveume acollit cuant peregrinava 
y essent en la carcer heume consolát. 

Con los versos que siguen habla Dios a los malos, pintándoles el horror de las penas del infierno. 

Per darvos lo sou vos crida y espera 
de plors y suspirs ab grans atambors; 
los crits serán pifres, les flamas bandera, 
fereu escuadrons de nova manera 
ab molts arcabusos de cruels dolors. 

Dins lo foch ardent feréu ordenanza 
ab gran desconcert tot temps caminant, 
tindreu dura guerra ab tota ultransa, 
de pan (pau) no tenint ya mes esperanza 
los uns contra els altres granment batallant. 

Ni es cansaran mai los potents ministres, 
ni porán morir los qui penarán; 
rebrán de continu encontres sinistres; 
seran los jamechs clarins e ministres 
qui en tal exercit tot temps sonaran. 

Miraume las nafres vui com resplandexen, 
las cuals mai volgues vivint contemplar! 
Mirau los assots cuant bells aparexen! 
Mirau vui la creu que els bons tots conexen! 
No volteu la cara que be es de mirar. 

Ni Rioja cantó con más sublimidad y energía lo vano y fugitivo de las grandezas del mundo. 

Tengan de continu en nostra memoria 
los treballs y penas de nostres pasats. 
Mirem los sepulcres dels rich (richs) y sa gloria, 
y las grans banderas señyals de victoria, 
apres de tants plers hon son arribats. 
Mirém del gran Cesar los fets valerosos 
quil mon ab batallas ha tot subyugat, 
mirem de Annibal los actes famosos 
y dels Scipions los fets gloriosos 
escer ya no res vuy tot lo pasat. 

Ahon son las honras que han alcanzadas, 
y los tants triunfos de gloria gran? 
hon las pedras finas en or engastadas 
y las ricas robas de perlas brodadas? 
mirau vui que son, mirau hon están! 

Hon son las viandas granment esquisidas 
en los convits bells tots plens de delit? (delit : deleite)
Ahont las gran casas honradas, fornidas, 
y d'or y d' atzur pintadas guarnidas? 
Mirau com es tot vui ya preterít! (pretérito : pasado) 

Al mismo Francisco de Oleza debió el mundo literario una preciosa arte poética escrita en lemosín con el título de Nova art de trovar. Tratando en el prólogo del abandono en que se hallaba la poesía dice: 

L'art estava sepultada 
en sepulcra lemosí
mes ara desenterrada 
y molt ben afeyzonada
para tot bon us y fí, 
la us dona un malorquí

Entre los varios ejemplos de poesías de todas clases, es notable esta preciosa quintilla: 

Las testas y las costellas 
que tu veus en lo fossar 
spinadas y cañyellas
personas foren molt bellas, 
y tu comells has tornar. (com ells : como ellos, como ellas)

Un hijo del citado Francisco, llamado Jaime de Oleza y San Martí, escribió un hermoso poema en que Jesucristo abre una justa, y como mantenedor de ella sale triunfante de los vicios y de la muerte.
Cuando en 1541 vino a esta isla el rey don Carlos I, los mallorquines Juan Genovard (Ginovart), Pedro Autich (Antich), Gaspar Vidal, Tomás Marcer y Jayme Romañyá hicieron lucir su numen poético. Lamentándose el primero de la decadencia de Mallorca dirigió al monarca los preciosos dísticos que siguen: 

Dum fortuna dabat, titulis quod pingerer auri, 
invidisse mihi plurima regna putes. 
Non eram ab infroenis numidis direpta, sed illi 
nomine pallebant candidiore meo. 
Tunc mea tercentum complebant littora puppes, 
mercibus et variis, Carole, dives eram; 
nunc jaceo infelix: vix sum miserabilis ulli, 
vixque meo possum tutior esse sinu. 
Quare moesta, precor, prisco me redde nitori, 
ponendo numidis dura lupata feris; 
respice sollicitam, Caesar (pone Coesar), mitissime princeps; 
principis est, miseros erupuisse malis. 

Romañyá, a más de las diferentes poesías que escribió en dicha ocasión, fue autor de una comedia latina sobre el rico epulón, titulada Gastrimargus, miserable imitación de las de Plauto y Terencio. Esta comedia, ya que no por su mérito, es interesante para la historia del arte dramático, porque puede decirse que se le ve en ella en su primer desarrollo y como en su infancia. Por su asunto, tomado de la historia sagrada, pertenece a los misterios, a los que en los siglos medios debió su origen el teatro moderno, al paso que en sus formas y en su lenguaje, aunque rudo muchas veces y sin combinación métrica de ningún género, se observan reminiscencias de los autores clásicos latinos que con tanto ardor eran estudiados e imitados en el siglo XVI. 
En este mismo siglo floreció el erudito sacerdote Dionisio Pon (Pont), que solía firmar sus poesías con el anagrama de Disiponsi. En su curioso poema de la batalla de Lepanto, habla de las proezas del capitán don Juan Despuig y Mir, y dice: 

Que ilustre gent castellana 
aportaba don Joan, 
gent tudesca, italiana, 
que hauran fet de tallár carn. 

De Mallorca, isla dorada, 
es allí Puig capitá, 
que dels moros de Granada 
porta la gent carnisada, 
que per ell pochs turchs y há. 

Per totas parts esta nova 
fará de asó gran sentit: 
tant lo rich, com home y dona, 
tot estament de persona 
prega per ell dia y nit. 

Entusiasta Dionisio Pont por las glorias de su patria, las cantó con la exageración que se lee en el siguiente epigrama que publicó como propio el cronista D. Juan Dameto, a quien tanto imita en los plagios, aunque con menos circunspección, otro cronista de nuestros días: 

Divitias natura parens balearibus omnes 
contulit, et divum munera quisque sua. 
Insula dives opum, Neptuni pulcher ocellus, 
Mars hic imperium possidet, atque Venus. 
Palladis hic domus est, Cererisque et grata Lydi 
gaudia, cum garis aurea Flora tuis. 
Ambit aquis Nereus pro muro spumens omnem 
aequoreis largè, divitiisque beat. 
Dotibus his prestat cunctas Majorica tellus; 
hic mihi certa quies vivere, et opto mori. 

Contemporáneos a los poetas de que acabamos de hacer mención fueron el P. Antonio Pon, arzobispo de Oristañy, y el doctor Benito Español, sacerdote de gran virtud y doctrina, a quien Francisco de Oleza dedicó su menosprecio 
del mundo. Contestó a la dedicatoria con estos hermosos versos: 

Mostrau lobra vostra puis es be rimada 
y donaune copia á qui la volrá 
que vostra señyora qui visque honrada 
y ab molt bona fama está sepultada 
al cel ab los angels sen alegrará. 

Y las vostras coplas serán unas mostras 
de homens y donas segons he legit 
y ab tals sentecias per las vidas nostras 
qui volrá entendre los documens vostras 
tendrá en memoria lo mon aborrit. 

Yo per la part mia per fervos servicis 
en totas mes horas ne faré records 
que puis en sa vida fou tants beneficis 
per lanima sua faré sacrificis 
legint cada dia lofici de morts. 

Almoines, responsos, faré per aquella 
moltas oracions per ella diré 
y ab cremants civis (ciris) en vostra capella 
ofertas y misas cantaré per ella 
y sobre el sepulcre sovint absolré. 

Dos poetas mallorquines encontramos también en el siglo XVI que hacen versos en castellano, pero estos versos, desnudos de toda energía, pueden reputarse por una prosa cortada por sílabas determinadas. El doctor en artes y medicina Damián Carbó, haciendo alarde de sus blasones y de sus gloriosos ascendientes, escribió al pie de su escudo de armas: 

La banda y saetas que veis y señales 
son armas sin duda que los mis pasados 
carbones dejaron con autos nombrados 
de fama y de gloria todas inmortales. 

Y fueron fundadas por autos de reyes 
que aquellas en pago de tantos servicios 
a ellos han dado grandes beneficios 
no siendo ingratos con muy justas leyes. 

De Roma Senados leemos que fueron 
y por el mal Sila no sin guerra fuerte 
cuarenta mil dellos todos duna muerte 
con Mario Carbó juntos recibieron. 
Hernando de la Cárcel cantó el desgraciado suceso del destrozo de una nave llamada San Roque, salvada por el capitán Juan de Luca, cuyo canto empieza así: 

Suele la necesidad 
ser tan diestra en cualquier hora 
que tenga oportunidad, 
que de cualquier novedad 
es muy perfecta inventora: 
y no sólo inventa y traza 
lo que es muy dificultoso, 
que aun en lo peligroso 
se pone sin mano escasa 
con corazón animoso. 

Concluye del modo siguiente: 

Saltó en tierra Luca luego 
y contando el caso, agro, 
muchos sespantan del ruego 
mas los que tienen sosiego 
van diciendo que es milagro. 
Y pues que vino a alcanzar 
Juan de Luca tal victoria 
contra infieles, viento y mar, 
roguemos al que es sin par 
que nos de al cabo la gloria. 

Los poetas mallorquines que más se distinguieron en el siglo XVII fueron: Mateo Descallar y Damato, hijo de una familia ilustre, de quien es un excelente canto a la virgen María: Nicolás Oliver y Fullana, capitán del ejército de Felipe IV, a quien sirvió en las guerras de Cataluña, y después fue 
cosmógrafo y cronista de Carlos II. Describió las islas Baleares con las octavas siguientes: 

El balear dominio se compone 
de varias islas, fuerte y abundante 
sobre las ondas, y marcial se opone 
con gran castillo al émulo arrogante. 
La de Mallorca, regia se propone 
del mar mediterráneo sol brillante; 
siendo Menorca, Ibiza y Formentera, 
sus más lucientes rayos y Cabrera. 

Yace en el quinto clima, inexpugnable (pone inespugnable)  
del báleo solio el mallorquín estado, 
por sus bélicos hijos formidable, 
y sus crujientes hondas celebrado: 
de Aragón margarita inestimable, 
en la navegación aventajado, 
vestido de frondosas maravillas 
con dos ciudades y opulentas villas. 

La real Palma en la mano aragonesa, 
de Mallorca metrópoli valiente, 
dio laurel digno a la cartaginesa 
y al gran Meleto nombre permanente. 
Mahometanas coronas interesa 
de insignes reyes tronco floreciente, 
puerto de fama, población de lustre 
con mitra episcopal y gente ilustre. 

Entre dos promontorios se levanta 
ciudad Alcudia, desde que aplaudida 
al mayor Carlos su obediencia canta: 
por el coral que pesca conocida. 
Lluchmayor de sus villas se decanta 
famosa por la lid que en su florida 
campaña dio del rey Jaime tercero 
la vida y cetro al enemigo acero. 

Campos, por sus salinas es famosa; 
bellísima y fructífera Porreras; 
Bollenza por sus mirtos prodigiosa; 
Artá milagros toda y primaveras; 
Sineu de los romanos plaza hermosa; 
Felanix, Petra y Manacor guerreras; 
Alaró con castillo inexpugnable, 
riquísima Inca y Soller admirable. 

La fértil isla de Menorca tiene 
una ciudad llamada Ciudadela 
en la agradable costa que contiene 
muralla que defiende y juez que cela. 
Del gran Magon fundada se previene, 
donde el audaz contrario no recela, 
Mahón, que entre otros pueblos se encastilla; 
sublime puerto y generosa villa. 

Sigue Ibiza de pinos coronada, 
dando nombre a su isla inaccesible; 
por el fuerte castillo tan nombrada, 
como por sus vecinos invencible. 
Hoy se ve Formentera despoblada; 
Cabrera se propone apetecible; 
cobrando fama entre otras Cunillera 
del ínclito Annibál patria guerrera. 

A mediados de este mismo siglo, floreció Rafael Bover (pone Bovér), a quien Quadrado llama el Garcilaso mallorquín. La siguiente muestra de su numen lírico hará conocer a nuestros lectores la exactitud de tal comparación. 

Aldea qui ets tan trista 
y sens remei algun per me tristeza, 
si no cegar ma vista, 
puis no tinc altra cosa que aspereza, 
en un camp sens verdura 
rahó es que yo muyra ab tal postura. 

Posát en esta aldea 
un pobre y trist pastor se lamentaba
ausent per sa idea
de lo que en aquest mon mes adoraba:
ja finirá sa vida
per no haberí en el camp cosa florida. 

Cert es, señora mia, 
que ya en el mes present los camps estaban 
tots verts ab gran porfia, 
y de ells a son temps fruits aguardaban; 
mes ab seguedad tanta 
no hayá fruit que esperar ya de tal planta. 

Si lo temps fes mudanza 
convertintse me pena áb alegría, 
se creu mia esperanza 
de que lo sech de vert se vestiria, 
y la favera ab flor, 
Cullint de totas parts lo fruit millor. 

No te esquives, pastora, 
de lo que yo te escric ab esta lira, 
que mon cor te adora: 
abrassét en amor y no en ira, 
Perdona ma osadia 
que per servirte a tu yo moriria. 

En el romance que sigue, agotó Bover la suavidad de sus tonos, e hizo triunfar el tiernísimo dialecto mallorquín. 

No te espantes que yo cant, 
perque men pren com es cisna, 
qui cuant ya no te esperanzas 
contant acaba sus dias. 
Com veix que ma desventura
de poder parlarte hem priva, 
de est molt que ma vida acapia, 
puis de aliment me servia. 
Mos ulls llamentan y ploran, 
mon cor se romp com a vidra, 
mas entrañas se arrebasan, 
ma esperanza se mostia etc. 

Pertenecen también al siglo XVII Jaime Pujol abogado, autor de un poema en elogio del serenísimo infante D. Juan, y el doctor Antonio Gual, presbítero y canónigo de esta santa iglesia, digno imitador de Góngora. Entre otras poesías de este último tenemos el poema épico que escribió en 1646 con motivo de la pacificación de los partidos que dividían la nobleza mallorquina. Sus versos son excelentes, y como muestra de ellos copiaremos las octavas que siguen: 
….....
El puesto de dos vallas guarnecido, 
y en ellas dos informes arrimados 
bultos, que de lo humano se han vestido 
al yerro de las lanzas destinados: 
un duro azote de la diestra asido, 
y de sendos broqueles amparados; 
vestida ricamente de oro y grana 
el aurora salió aquella mañana. 
…....
Despertaron al sol confusas voces, 
festivo aplauso, alegres alaridos 
del vulgo y de la plebe que veloces 
se anticipan al puesto mal sufridos, 
No Ceres tal, a las villanas hoces 
los campos da de espigas guarnecidos, 
como se vieron por distancias tantas 
cubrir la arena las humanas plantas. 
…........
Juan Odón de Togores se descubre 
sobre un delfín terrestre que de estrellas 
la escama siembra de oro, que le cubre, 
de blancos grifos con labores bellas: 
su faz, que nube del plumaje encubre, 
por el campo marcial siembra centellas: 
y habiéndose ostentado reverente 
de su mantenedor se puso enfrente. 

Cuatro veces al son de los metales 
los polos de cristal se estremecieron; 
y del averno oscuro en los umbrales, 
de las herradas plantas se sintieron 
otras tantas los golpes desiguales 
con que el globo los brutos sacudieron, 
dejando con airoso movimiento 
de astillas cada cual poblado el viento. 

En el siglo XVIII florecieron don José de Pueyo y Pueyo, marqués de Campo Franco, que hizo ostentación de su excelente numen en la multitud de poesías que compuso en latín, castellano y francés: don Miguel Bover y Ramonell, autor de la comedia titulada la conquista de Mallorca, de la que habla Moratín en sus Orígenes del teatro español: el padre Ramón Nicolau, monje cartujo, que escribió en verso latino hexámetro la vida de Jesús, María y José: el doctor don Antonio González que tan al vivo expresó su melancolía y tristeza en su Teatro de la muerte, y don Luis Focos traductor de la Merope de Maffey y de la comedia El enfermo imaginario de Moliere y autor de un poema épico de la conquista de Orán. 
Difusos seríamos si hubiésemos de hacer mención de los poetas mallorquines del siglo XIX, y más difusos si hubiésemos de detenernos en el examen de sus producciones. Sin embargo, no debemos pasar en silencio los nombres de don Antonio Llodrá, don Juan Nicolau, don Juan Muntaner y García, canónigo de esta santa iglesia y arzobispo electo de Caracas, don Leonardo Planes, don Nicolás Armengol, don Nicolás Campaner, oidor de esta real audiencia, don Pedro Andreu y don Vicente Far. Todos ellos han dejado 
conceptuosos versos y de todos ellos hemos hablado detenidamente en nuestro diccionario de escritores mallorquines. 

De los que actualmente viven omitimos hacer mención, atendida la diversidad de su mérito, temerosos de herir la modestia de los unos, hablando de ellos con el elogio que merecen, y la susceptibilidad de los otros, pasándolos en silencio. 
Palma 19 de octubre de 1850. 

JOAQUÍN MARÍA BOVER. 

domingo, 17 de octubre de 2021

Obras rimadas, Ramon Lull, Gerónimo Rosselló. Introducción.

INTRODUCCIÓN.

Ramon Lull (Raimundo Lulio)


El gran Ramon Lull (Raimundo Lulio), tan universalmente admirado por teólogos y moralistas, por físicos y químicos, por astrónomos y matemáticos; tan recomendable en la república de las letras como humanista y como ascético; y tan docto en la jurisprudencia como en la medicina, en la astrología como en la náutica; Ramon Lull, el célebre inventor de aquel Arte general que por espacio de cinco siglos ha llenado de asombro el mundo entero, y cuyo nombre brilla con eterno resplandor en la historia de todas las ciencias y de todos los ramos del saber humano, no ha tenido entrada hasta aquí en el catálogo de los poetas; no porque no fuese del número de los elegidos, sino porque la incuria y el descuido han dejado permanecer en la oscuridad y en el olvido las rimas con que daba espansion (expansión) a su ánimo, cantando el orden del mundo y las grandezas y escelencias (excelencias) de Dios.

obras rimadas Ramon Lull, Gerónimo Rosselló, idioma catalan-provenzal, Raimundo Lulio


Semejante abandono si bien puede disimularse a los pasados siglos en que las letras no alcanzaban la atención merecida, fuera imperdonable en nuestros días en que se envanecen los hombres con el título de estudiosos y de investigadores. Así pues, la publicación del testo (texto) original de las obras rimadas del gran pensador del siglo XIII, nos ha parecido no sólo un deber, sino la satisfacción de una deuda que tenía con el mundo literario la patria del gran maestro. A cumplir este deber, a pagar esta deuda consagramos hace tiempo nuestros esfuerzos; y si bien por una parte hemos tenido la fortuna de encontrar códices que reunidos nos han dado por resultado la estensa (extensa) colección que ofrecemos al público, cosa a que no era dado aspirar tratándose de un autor de tan antigua fecha, por otra sentimos no tener mayores fuerzas para hacer nuestro trabajo más digno de unas obras, que amén de su importancia literaria, tienen en alto grado la filológica, por la circunstancia de pertenecer a la época de transición del lenguaje provenzal al llamado comúnmente lemosin y que con mayor propiedad puede calificarse con el nombre más significativo de catalan-provenzal.

Ante esta doble importancia que tienen las obras que nos ocupan, no creemos sea una oficiosidad inútil enriquecer con ellas la literatura nacida de aquel idioma que hablaban en otro tiempo pueblos que dieron el ejemplo de la cultura al resto del mundo, monarcas que se distinguieron por la fuerza de su poder y por el valor de sus conquistas, y soldados que hubieran podido avasallar naciones enteras. Al contrario, estamos persuadidos de que al ofrecer este ejemplo de lo que era capaz ya en el siglo XIII el idioma de los Jaimes, de los Pedros y de los Alfonsos, manejado por uno de los que con más fecundidad y pureza se valieron de él para expresar sus altísimas concepciones, despertará el deseo de sacar del olvido los tesoros inmensos de una literatura digna en verdad de más atención y de mejor suerte.

Lanzándonos pues al desempeño de nuestra humilde tarea, vamos a manifestar simplemente los códices o manuscritos de que nos hemos servido para formar la presente colección:

1.° Uno en 4.° de 115 folios, escrito en papel y pergamino y propiedad del diligente bibliógrafo D. Jaime Antonio Prohens, que ha podido reunir a costa de grandes afanes y desvelos una preciosa colección de obras lulianas impresas y manuscritas que nos ha facilitado con generoso desprendimiento. Este códice de un valor inapreciable es de letra del siglo XV, clara y esmerada, y está muy bien conservado; si bien no exento de erratas debidas al descuido del que lo escribió o al original de donde se sacó la copia. Los versos cortos están a dos columnas, los demás no; y los epígrafes de los capítulos y las iniciales con que estos empiezan son de carmín, sin adornos. Este códice contiene la Medicina del peccat que ocupa poco menos de la mitad de sus folios; sigue después Lo cant de Ramon, las poesías que empiezan A vos dona verge Sancta MaríaSenyor ver Deus rey gloriós, Lo plant de nostra dona Sancta María, la obra Del consili que feu mestre Ramon Lull malorquí, Lo dictat de Ramon, el opúsculo sobre el pecado de Adán que empieza
Un Senyor rey qui be entenLo desconort y concluye con las Horas de nostra dona Sancta María.


2.° Otro en folio de 152 hojas sin numerar, escrito en papel y que nos pertenece. Es de letra de últimos del siglo XVI o principios del XVII y está así mismo muy bien conservado. Carece absolutamente de adornos y no se halla exento tampoco de errores de pluma. Contiene este códice los Cent noms de Deu, a cuya obra siguen las Horas de nostra dona Sancta María, el libro quinto de la Medicina del peccat, bajo el título de Oració per las reglas, el Desconort, el Plant de la verge María que el códice anterior titula Plant de nostra dona Sancta María, la Aplicació de l' Art general, el Cant de Ramon, el Consili, el capítulo III de la parte cuarta de la Medicina del peccat, llamado De trinitat, el citado opúsculo sobre el pecado de Adán, Lo dictat de Ramon, y varios otros capítulos de la Medicina del peccat que designa con el nombre de Tractat de las sinch virtuts.


3.° Otro en folio de abultado volumen existente en la biblioteca del Instituto Balear, y que perteneció en otro tiempo a la de los religiosos dominicos de Palma. Entre varias obras en prosa lemosina ó sea catalana-provenzal debidas a la pluma de nuestro autor, como el Libre del gentil y de los tres savis, de la Primera y segona intenció y de la Consolació del ermitá, hay en este precioso códice la composición sobre L'art de la Alquimia, un índice de los Cent noms de Deu, la poesía que empieza; Senyor ver Deus rey gloriós, y el Desconort, cuya letra se remonta quizás hasta el siglo XIV.

4.° Otro en 4.° existente en la misma biblioteca que contiene entre otras cosas una copia lemosina del Desconort, de mano de D. Nicolás de Pax, varón esclarecido, muy versado en el estudio de las obras de nuestro autor, y traductor de varias de ellas.

5.° Otro en 8.° de 100 folios, que nos pertenece. Es de letra de últimos del siglo XVI y no está exento de frecuentes equivocaciones de pluma, observándose en él muy poco esmero en la ortografía. Contiene los Cent noms de Deu y las Horas de nostra dona Sancta María, copiadas ambas obras de distinta mano.

6.° Otro en 4.° de 24 folios que así mismo nos pertenece. Es de letra también del siglo XVI, y contiene únicamente la quinta parte de la Medicina del peccat bajo el epígrafe de Oració.

7.° Otro en 8.° de 36 folios que se nos ha franqueado, de letra también del siglo XVI, y que además de la misma quinta parte de la Medicina del peccat sobre la Oració, contiene otros varios fragmentos.

8.° Varios códices existentes en la biblioteca del Instituto Balear que entre otras obras contienen algunos de los opúsculos ya citados.

9.° Un tomo en 8.° que comprende una copia moderna de los Cent noms de Deu, sacada quizás de alguno de los códices mencionados anteriormente.

¡O Y por último una copia de mano de D. Joaquín María Bover, que contiene el fragmento que va fielmente incluido en la presente colección, titulado De Lulli. - Lo conqueriment de Maylorcha; cuya copia hemos trascrito exactamente, no obstante de las palabras adulteradas que en ella se observan, por no habernos sido dable consultar el original, aunque nos asegura el Sr. Bover haber cotejado escrupulosamente su traslado con el texto de donde lo sacó.

De todos estos códices hemos podido entresacar las obras rimadas de que hacen mención D. Nicolás Antonio, el P. Antonio Raimundo Pascual y otros bibliógrafos y esclarecidos varones que se han ocupado de las obras y doctrina del gran maestro, si se exceptúan las trovas que escribió éste en su juventud, un tratado de lógica en verso que cita el mismo P. Pascual, y que vio D. Nicolás Antonio, si es que sea el mismo que va mencionado en su catálogo, conocido con el nombre de Lógica de Grozell y que será sin duda el que cita Lulio en su Doctrina pueril y que empieza: Deus per fer á nos honrament, el libro llamado Reglas introductorias al Arte demostrativo, que según dice el citado Pascual, está escrito en verso lemosin; y por último el que el nombrado D. Nicolás Antonio continúa en su catálogo con el nombre de Tractatus vulgaris metricus septem fidei articulos demonstrans: cuyas obras no nos ha sido dable encontrar a pesar de todas nuestras pesquisas.

El mismo D. Nicolás Antonio hace mención en su catálogo de otros opúsculos en verso que no son más que libros separados de los tratados inclusos en la presente colección o continuados con distinto nombre. Así por ejemplo el que continúa bajo el de Orationes per regulas artis versibus rhithmicis vulgaribus, no es más que la parte quinta de la Medicina del peccat sobre la Oración; el que llama Liber ducentorum carminum vulgaris linguæ, es el opúsculo sobre el pecado de Adán; y el que titula Liber hymnorum, quizás sea el llamado Horas de nostra dona Sancta María.


Del Consili qui feu mestre RAMON LULL malorquí.

EL CONCILIO.

La noticia divulgada por la Europa de que la iglesia iba a celebrar en Viena un concilio general por el año 1311, durante el pontificado de Clemente V, inspiró al gran Lulio el poema de que nos ocupamos, entre otras obras en las que en tal ocasión manifestó un ardiente celo por la extirpación de los errores, la conversión de los infieles, la conquista de los Santos Lugares, y la dilatación del dogma católico. En París, en vísperas de emprender el viaje hacia la gran ciudad del imperio alemán para echarse a las plantas del jefe de la grey cristiana, fue donde trazó Lulio en enérgicos versos lo que aquel gran acontecimiento hacía concebir a su infatigable imaginación. La esperanza que tenía en los resultados de aquella asamblea, encendió en su corazón la llama del entusiasmo que rebosa en los versos de la obra El Concilio. El objeto que en ella se propuso era excitar a los poderosos para que emprendiesen el recobro del Santo Sepulcro, y hacerles presente las virtudes de que debía estar adornado el corazón de los que habían de tomar parte en tan trascendentales deliberaciones, y los vicios que en ellas deben alejar de sí.

la iglesia iba a celebrar en Viena un concilio general por el año 1311, durante el pontificado de Clemente V

Divídese la obra en once capítulos. El primero consiste en una introducción, en la que manifiesta el objeto de la composición, y exhorta a los que han de concurrir al concilio, a que no sean en él avaros ni perezosos, a que sean esforzados y cumplidos de amores, de suspiros y lágrimas, para que Dios les haga llevar a feliz término la santa empresa del honor divino. - "Aconsejaos, exclama, de hombres de entendimiento esclarecido no de artificiosos y astutos, porque el que va vestido de vicios y mala intención va mal apuesto; a lo cual añade: que quien está negativo en el concilio, niega al Señor, que expiró en la cruz; y concluye diciendo: - "Ayúdeos Dios en el concilio, porque mucho temo que se os engañe. Antes que habléis mirad por donde empezáis; no os fiéis de todo el mundo, porque hay muchos de intención torcida. En el concilio el astuto cordero burla al lobo y al león, y la zorra se ríe de la raposa. El sí es peor a veces que el no, y si no andáis con prevención seréis engañados y escarnecidos. Tened presente siempre que vuestro objeto es Dios, vía por la cual ascendemos al cielo; y si persistís día y noche en el concilio, no os vendrá daño, antes estaréis seguros y seréis perfectos.

El segundo capítulo va dirigido al Sumo Pontífice Clemente V, a quien arenga para que no ande remiso en la celebración del concilio, para que le honre con su presencia, y haga en él cuanto pueda por la fé de Jesu-Cristo; diciéndole, que si así no lo practica será blasfemado y aborrecido de las gentes, y que Dios le pedirá estrecha cuenta de su conducta. Aconséjale que lejos de ser orgulloso y altivo en el concilio, que es el camino por donde con fina y perseverante voluntad se llega a buen término, sea noble y use de largueza en sus concesiones. Indúcele también a que haga predicar la fé católica y probarla con razones concluyentes, para atraer los infieles al bautismo y a la salvación eterna; y concluye en estos términos: - "Si el concilio no se celebra o no tiene buen éxito, miedo he de que gran mal nos sobrevenga; mas quien ante el daño permanezca indiferente, irá a hospedarse en mala casa, para padecer eternamente males sin cuento y sin que sienta el consuelo de los que se arrepienten. Rogad a Dios, alto pontífice, que en este gran suceso seáis ayudado, que el Espíritu-Santo os ilumine, que la excelsa reina de los cielos os tenga siempre en su memoria y que el Dios del amor os preste el necesario auxilio en el gran negocio de su honra." -

Dirígese a los cardenales en el tercer capítulo, como consejeros que son del Sumo Pontífice; a los cuales recuerda el grande premio que alcanzarán de Dios, si cooperan al buen éxito del concilio; y amenázales con la cólera divina, si en él promueven obstáculos. Les ruega que escojan buenos caballeros para emprender la reconquista de los Santos Lugares, y continúa diciéndoles: - "El que no haga todo el bien que le será dable, atraerá sobre sí la venganza celeste; pues con no hacer el bien, hará mal; al paso que no hará mal procurando hacer el bien; y pues en vuestras manos reside el poder, sed amigos del bien." - "Consagrad a Dios el poder que de Dios habéis recibido, porque si no lo hacéis, vais a excitar su enojo y os sobrevendrán grandes males." - "Vuestra decidida voluntad puede conquistar y llevar a buen fin el orbe todo, con sólo dedicar a Dios el poderío que tenéis. Contribuid, pues, a los buenos resultados del concilio, que valen más que todos los tesoros imaginables, y que el descanso y las vanas comodidades del mundo.” -

Los príncipes son objeto del capítulo cuarto, y es uno de los más enérgicos e inspirados de la obra. Después de alentar a los reyes y barones para que levanten su bandera, dice: - "Caballero que bien sabe amar, no debe permanecer indeciso un solo momento en emprender la gloriosa conquista de la Siria. Ármense, pues, para la honra de Dios, con vigor y esfuerzo, reyes y emperadores. Pronto veremos quienes serán los buenos, quienes harán de la razón bandera, y armadura del amor (de) Dios; y quienes los prelados que dispuestos a la santa empresa, darán la señal, diciendo: - Prontos estamos: sús, bravos paladines!" - "Al buen caballero cúmplele cabalgar, embrazar el escudo, empuñar la espada o enristrar la lanza; cúmplele amar a Dios para dedicarse a su servicio, emprender la conquista del Santo Sepulcro y alcanzar el perdón de sus culpas. Mucho avergonzaréis, ó príncipes, al jefe de la iglesia, si mostrándoos dispuestos a acometer la santa empresa, no os ayuda ni favorece. "
- "No es cortés el caballero que no ama a Dios sobre todas las cosas; ni sabe dar buenos mandobles en su servicio quien se encenaga en el pecado. ¡Ah, caballero! corre con todo tu brío y tu voluntad a servir a tu Dios." - "El caballero que a Dios sirve no conoce el miedo, porque Dios le da esfuerzo, y el santo amor le alienta. ¡Ah, caballero! Ama la caridad y el bien de tu prójimo, si quieres merecer el nombre de valiente. No hay caballero esforzado si no se adorna de virtudes, ni lo es el que con falso amor se olvida, descansando en su lecho, de la honra de Dios.” - “El buen caballero ha de servir a la justicia, ha de perseguir la sinrazón y el mal, para que el bien pueda entronizarse." -
"Más vale el paladín aventurero para el servicio de Dios, que el malvado que desama a su Criador y no llora sus desvíos. ¡Ah caballeros! Pronto veremos cuales serán los primeros, cuales serán los más esforzados!" -

El capítulo quinto se ocupa de los prelados, a quienes encarga que no sean desidiosos ni amigos de la molicie y que den lo que reciben, en pro de la santa conquista; que empleen todo su poder y valimiento en hacer bien; y que ofrezcan a Dios cuanto tengan, puesto que en dar hacen una buena obra, avisándoles de que si así no lo practican, verán cuán tremendo les parecerá el juicio de Dios. - "Prelado, dice, considera lo honrado (que) te ves por Jesucristo, y cuán poco le amas, no procurando el recobro de su santo sepulcro; ve pues a honrarle sin mezquinidad (mezquindad) de corazón; ve a ser una de sus columnas en el concilio." - "¿Qué harás de la gran potestad que has recibido?
¿La emplearás en el servicio de Dios? Si así no lo haces, ¿qué es lo que dirás al parecer ante el tribunal de la justicia divina, cuando aquel juez recto exclame:
- Puesto que quisiste mi mal, ve a los eternos tormentos. -

"No imagines que puedas engañar a Dios, ni que puedas torcer sus justos juicios; si nada quieres hacer por él, te expones a ser blanco de la ira celeste; si no practicas el bien, no creas encontrar excusa a los ojos de tu Criador." - "Después dirígeles consejos e infúndeles el temor de Dios, y les asegura el menosprecio de los hombres si no procuran el buen éxito del concilio; y concluye diciendo: - "¿Qué vale, ó prelados, vuestro anillo, vuestro soberbio caballo, vuestro rico manto, vuestro séquito de apuestos donceles, si en vuestros hechos no hay discreción, si cuando es oportuno no hay ardimiento en vuestro espíritu, no hay nobleza en vuestro corazón?" -

Trata en el siguiente capítulo de los religiosos. Díceles que exhorten al Papa y le aconsejen, y que prediquen la cruzada; y les advierte que el que vaya contra el concilio, bajo su hábito va vestido de mal y no procede con lealtad. Añade que el religioso contemplativo hace su lecho de temor de Dios, que no se arredra por amenazas ni contrariedades, y que el que quiere servir a Dios debe sacrificar por él su existencia, predicando su santa ley, y enseñándola a los infieles; porque mucho complace a Dios el que muere para sostener la verdad; y concluye diciendo: - "Religioso, si el Papa va a la conquista de Ultra-mar, todos le seguirán, y el triunfo indudablemente coronará la empresa: si tienes, pues, ardimiento, clama, predica con valor. Tú sabes que el perro ladra para que el hombre despierte y evite el mal que amenaza; ladremos, pues, para despertar aquellos que pueden contribuir a la santa empresa. Cubrirte has con el hábito del bien y del buen ejemplo; el amor verdadero debe hacerte esforzado; y sin miedo has de elevar tu voz para predicar las excelencias del Señor." -

El capítulo séptimo está dedicado a la contrición (contriccion), la que desea hiera los corazones, para que brote de ellos el amor, los suspiros y las lágrimas en satisfacción de los pecados. Dice, entre otras cosas, que la contrición pierde su nombre, si no hay verdadero arrepentimiento, si no llora amargamente su pecado; y si no tiene éxito el concilio, será porque muchos se vestirán con paño de falsedad, puesto que la hipocresía va en torno a veces de la contrición, levantándola el traidor a menudo por enseña; siendo en el fondo maldad lo que nos parece bueno en el exterior; aunque otros de más elevado ánimo, hacen de la contrición su cota de malla y su manto; a todo lo cual añade:
- “A ti me entrego, o contrición; y con tal que inspires la devoción, que induzcas a la celebración del gran concilio, y que alejes de todos la perfidia, contigo iré a la Tierra Santa para la exaltación del bien; porque el que se arrepiente, pronto queda perdonado, en todo obra con justicia, en todo anda derecho, y es valeroso, porque tras ti se guarece." -

El octavo capítulo se ocupa de la satisfacción, a la que llama casa donde no habita mal alguno. Y después de varios conceptos, exclama: - "Si no eres partidario del concilio, te haces enemigo de la santidad y tendrás la ira de Dios suspendida sobre tu cabeza." - "Considera todo cuanto Dios te ha dado, los bienes de que te colma, y todo cuanto le robaste, y si de ello no has razón, en mala hora naciste." - "Si en este mundo no das la debida satisfacción de tu culpa, irás a las profundidades del infierno, asediado de toda clase de males, sin que conozcas el bien. ¡Ah, caballero! Sé bueno y valiente paladín, y acude el primero a donde Dios te llama." -

La devoción es el objeto del capítulo noveno, que empieza con estas palabras:
- "Devoción, ¿á dónde estás? ¿No nos es dado saber si irás al concilio, si le quieres, o si dirás al Padre Santo y a los cardenales que señora eres de su albergue?” -
Dícele que sea amiga de la bondad, del entendimiento y de la voluntad, a lo cual añade:
- "Las consideraciones, los suspiros y las lágrimas te piden un amor ardiente. ¡Ojalá que vayas a la gran conquista, que prelados y barones te abriguen en su pecho para cobrar en ti aliento y ardor, y que seas puerto de consolación? Ahora se verá lo que valen tus lágrimas; y si nada consiguen ¿quién te creerá de hoy en adelante? ¿Quién creerá ya con las palabras y el llanto de Raimundo?" - "Ahora es tiempo de que con el papa Clemente des comienzo a la alta empresa, y que todo el mundo reciba de ello contento; de lo contrario ¿quién creerá después en tu loro, en tu palabra y en tus elocuentes razonamientos? - ¿De qué sirve que ciña el yelmo una cabeza sin devoción?"
- "Llorando me iré al concilio a exhortar a los grandes señores. Ven conmigo y ayúdame; y levantaremos hasta el cielo nuestra voz, hasta que hayamos conseguido nuestro intento." -

La oración da materia al capítulo décimo, a la cual dice personificándola: -"Ven en nuestra compañía y predicarás al Dios de bondad, para que nos ayude a honrarle y a dar término al concilio, disponiendo la santa conquista de Ultramar. Ruega al Todopoderoso que dé esfuerzo y voluntad al Papa, a los cardenales, a los prelados, a los barones y a todas las órdenes religiosas para acometer grandes empresas." - Y entre otros conceptos, añade:
- "Oración, si mientras tus labios murmuran la plegaria, forjas el mal en el fondo de tu corazón o imaginas el modo de practicarlo, mucho yerras y nada vales." - "Oración, óigote cantar y veo que operas milagros, mas poco basta para extraviarte, hasta el punto de que parezca que tienes más grande amor a las riquezas, al ocio y a los placeres de los sentidos, que al Dios a quien te diriges. Si no tienes firmeza en tu voluntad, no vayas al concilio, puesto que en él perdería el Señor sus derechos; mas si te sientes inspirada por el amor, Dios te ayudará, el concilio llegará a su término y de él emanarán grandes bienes. Mas todo cuanto a Raimundo es dable hacer para ordenarlo, es levantar su bandera y exhortar con el ejemplo de un amor grande a todos los que habiendo recibido del Todopoderoso el mundanal poder, puedan contribuir a su feliz éxito.” -

Por último constituye el capítulo undécimo una plegaria o himno, dirigido al Ser Supremo, para que dé a los padres del concilio, por consejeros a la justicia y a la prudencia, a la fortaleza por ayuda y por tesoro a la templanza; para que en el la fé tenga amigos, la esperanza infunda aliento, y la caridad encienda los corazones en santa llama; y por último para que aleje de su recinto la avaricia, la gula, la soberbia, la pereza, la envidia y la ira.

Abundan en esta poesía, que puede colocarse entre las escogidas del poeta, los rasgos valientes y los elevados conceptos. Como está dedicada al asunto que fue el móvil constante de todas las acciones, peregrinaciones y trabajos de Lulio, está llena de inspiración y entusiasmo; a todo lo cual se unen una dicción esmerada y una versicación (versificación) que nada deja que desear.


EL CONSILI.

Del Consili qui feu mestre RAMON LULL

malorquí.


I.


Un consili vuyl començar

En mon coratge, e xantar,

Per ço que faça enamorar

Tots cells qui ho poden far

Per Deu servir,

E lo sepulcre conquerir:

Molt ho desir.

En consili tan gran siats,

E tan bellament ordenats,

Que Deus ne sia molt honrats

E mant hom ne sia salvats,

E tot lo mon

En lònch, ample e pregon (1)

Haja ahon,


En consili no façats fòr
Per argent, castell ne per òr;
Temets ho cóm seny si que mòr;
Car si havets bò e gran còr,
¡Ah! ¿qué dirán
Juseu, sarrahí, crestian,
Tártres e man?
En consili no siats duptós,

Avár, ni trist, ne pererós;

Tant fòrts siats complits d' amors,

De suspirs, lágremes e plors,

Per bòn amar

Que Deus vos faça acabar

Lo seu honrar.


En consili hajats consell

Ab hom ardit e no volpell,

A consellar per bòn capdell (2),

E si ‘u havets serets molt bell;

Car hom vestit

De vicis e mal sperit,

Es mal garnit.


En consili qui 'us diu de no,

De no diu al Senyor del trò,

Qui per amor en la creu fó:

Si éll lo lexa abandó

Al diable,

Infern será son stable

Turmentable.


En consili Deus vos ajut;

Temme no siats desçebut, (me tem; me temo)

Car mant home ha leu volgut

Alcú bé far qui es recregut

Al començar;

Prech Deus qu' eus vulla amparar

Ab bò amar.




En consili ans que parlets,

Guardats en quals començarets;

En tots homens non vos fiets,

Car mant home no está drets.

¡Ah, bòn amich!

Savi 's qui per altre 's castich

E tem destrich.


En consili lo péch moltó (cordero avispado)

Engana 'l lop e lo leó,

E la volp engana al rapó (3) (vulpes : zorra; rapó : raposo, raposa; rabosa : zorra, zorro)

E mant hoc es pijor que no. (este hoc: sí OCcitano)

Si no ‘us guardats,

Per mant hom serets enganats

meynspreats. (menyspreats : menospreciados)


En consili guardats la fí

De Deu, qui está lo camí

De paradis, veray fí;

E si hi anats vespre e matí (4),

Segur irets, (iréis)

Barat ne tòrt, mal no tembrets (6); (temeréis)

Perfayt serets (6).



II.

DEL PAPA.

SENYOR en Papa quint Clement,

Qui estats Senyor de tanta gent!

Fayts qu' el consili sia breument;

Si tròp hi fayts delongament

Parrá barat,

E Deus vos en haurá desgrat (7);

Serets jutjat.


Senyor en Papa! ¿qué farets?

¿Vostre consili honrar lets?

Si no 'y fayts tot quant porets,

Per tot lo món blasmat serets,

E mal volgut;

Mostrarets siats recresut,

E es perdut.


Senyor en Papa! ¿qué fará

Lo gran poder qui ‘n vos está?

Si no 'l fayts far tot quant porá (8),

A Jhesu-Christ s' en clamará

Fortment de vos;

E car no vòl sia occiós,

E es raysós.

Senor en Papa! tal vos riu,
Que volria no fossets viu;
Guardats que no siats altiu
Al consili, qui está riu
E bòn camí,
Perque hom vá a bona fí
Ab voler fí.
Senyor en Papa! per lo món

En lònch, ample e pregon,

Vostre poder hi es en tòrn;

Perque sant Pere n' ha sejòrn (9),

Hajats l' on vos,

No siats avar, pererós,

Mas larch e pròs.


Senyor en Papa! fayts preycar

La sancta fé e mostrar clar,

Perque vengon a batejar

Tuyt l' infesel, e per salvar; (infieles)

E eu say raysons,

Contra que no vál lurs sermons;

Dats hi perdons.


Senyor en Papa! eu m' escús

Al bòn rey, salvayre Jhesus (10);

Qu' eu vos ne pregat sajus

Qu' el consili pujets en sús;

Al jutjament

Diray que al Papa Clement

Ho fuy dient.


Si el consili no es ni val,

Pahor ay qu' en ischa gran mal; (salga; cuando significa surta : sortir)

E qui dirá: - "Res no m' en cal” -

Crey que iray en mal hostal

Tots mals sofrir,

Pena e dan sens penedir,

E sens exir.




Senyor en Papa! Deus pregats

Que en est pas siats aydats,

P' el Sanct Sperit spirats,

Per nostra dona remenbrats;

E 'l Deu d' amor

Ajút a la cuyta major,

Per sa honor.


III.

DELS CARDENALS.


CARDENAL, es bò cardenil

De gran porta bòna, humil,

Per la qual entra hom gentil,

Que ço que fá tot va a fil.

¡Ah, gran nom ha!

Cardenal, lo poder que ha

¡Ah! qu' en fará?


Cardenal, es lo conseller

Del Papa, e ha lo poder

Que ha 'l Papa en son mester;

E ço que ensemps poden fer,

¿A qual punir

Si élls no volen Deu servir?

¡Ah! ¿quí 'l pòt dir?


Si 'ls cardenals han bòn consell

Qu' el consili sia bò e bell,

Cascú ab gran gaug s' aparell;

Car Deus será totstemps ab éll

Sus en lo cèl,

Cherubin, Seraphin, Michael,

E Gabriel.

Cardenal que vòl destorbar

Qu' el consili no 's puscha far,

Lo consili s' irá clamar

A Deu, qui ‘l venjará ben car.

¡Lás! ¿qu' es fará,

Car no li ‘n valrá puig ne plá

Ne tot quant ha?


Senyors cardenals! ordenats

Que cavaller sia triats

Religiosos, e si los dats

Ço del temple, e les potestats

D' altres maysós (casas, órdenes religiosas; maison, maisons)

De las altres religiós,

Cavallers bos.


Tal cavaller vaja estar

Per totstemps may en Ultra-mar;

La décima li fayts donar

Per lo Sepulcre cobrar;

Lo gran poder

Qui haurá ¿quí lo pòt saber?

Vullats ho fer.


Cell qui no fá 'l bé que porá,

Sapia que Deus s' en venjará;

Car en no far bé, mal fará,

E en far bé nuyl mal fará.

E, dónchs, senyors,

Puis qu' el poder está en vos, (pues ya que el poder está en vosotros)

Estiats bos.




Senyors cardenals! dats a Deu

Lo vostre poder qui es seu;

Si no ho fayts seralí greu;

Porie ‘us en venir mal leu.

¡Ah! bé 'us guardats

Que son poder no li tollats;

Car es venjats (11).


Senyors cardenals! ab voler

Podets tot lo món conquerer,

Ab que donets vostre poder

A Deu, e podets ho leu fer,

Pus que 'us vullats:

Si no ho fayts será car comprats.

¡Ah! bé 'us guardats.


Senyors cardenals! lo consili

Fayts per venir a bona fí,

Que val mays que argent ne cosí,

Ne sejorn, vespre ne matí.

¡Ah, Deus amat!

Ha son orde cardenalat (12);

Qu' en sia honrat.


IV.
DELS PRINCEPS.


SENYORS princeps, duchs e marques!

Sapiats gran maravella es

Si 'l consili no 's fá ades,

E lo millor que parria mes;

Tan bò que no fó,

Cascú meta son ganfanó,

Per gran perdó.


Cavaller qui bé sàb amar

En conquerir tot Ultra-mar,

En nuyla res no deu duptar;

Pensar pòt que Deus vòl aydar

A sa honor.

Vagen, dónchs, rey, emperador

Ab gran vigor.


Rey, emperayre e baró!

Cras veyrem si serán bò,

Ne de raysó fán ganfanó,

E del amor de Deu gonilló;

E quals prelats

Diguen: - Nos som aparellats;

Senyors, anats! -


Al cavaller tayn cavalcar,

Escut e sella, e brochar (silla de montar; la otra silla es cadira; cadiera aragonés)

Espasa e llança, e còlps dar; (espada y lanza, y golpes dar; llança, con ll)

E taynli atresí amar,

Per conquerir

Lo Sepulcre, per Deu servir;

Peccats delir.

Senyors prínceps! si prometets

Al Papa que trestuyt irets

E que 'y farets tot quant porets,

En gran vergonya metrets,

Si no 'us vòl dar

Per lo Sepulcre acobrar.

Vets l' on pregar.


Cavaller no tinch per cortes,

Si Deus no ama mes que res;

No sàb fer còlps a manes (13)

D' amor, si gran peccador es;

¡Ah, cavaller!

En Deu servir fay ton poder

E volenter.


Cavaller qui es servidor

De Deu, no ha de res pahor,

Car conforte 's en son Senyor,

E en força de bòn amor.

¡Ah, cavaller!

Si tú vòls esser bòn guerrer

Ama bé fer.


Nuyl cavaller está ardit,

Si de virtuts no es complit,

E falsa amor sia 'n son llit (14) (vemos lit y llit; pero no escribe Llull)

E que lo honor de Deu l' oblit

¡Ah, gran baró!

Mit tota ta entenció

Que sias bò.




Cavaller es per dret servir

E que lo mal faça fugir,

Perque lo bé puscha venir,

E que lo dó per obeir

Al Deu d' amar,

Ab que vaja en Ultra-mar

Bé exalçar.


May val cavaller pasejats,

Per tal que Deus sia honrats,

Que malvat viu e desamats

Per Deu, e no plòr sos peccats.

¡Ah, cavallers!
Cras veyrem quals son primers

E bòns guerrers.


V.
DELS PRELATS.


REMEMBRAR vuyl a los prelats,

Qui per Deu estan tan bastats,

Que no sian tróp sejornats,

E que donen ço que 'ls es donats,

A conquistar

Tota la terra d' Ultra-mar,

Pus qu' es pòt far.


Prelat! tant quant ha de poder

En far bé, lo bé li quer

Que dó a Deu de son haver;

E lo donar es son bé fer

En son bòn lòch;

Sino delay no 'ls parra jòch.

¡Ah! fòrt los tòch!

Prelat! guarda quant est honrat

Per Jhesu-Christ, molt deshonrat;

Car per tú está pauch amat,

E p' el Sepulcre no cobrat,

¡Ah! vay l' honrar
Per lo consili emparar,

Sens còr avár.


Senyors prelats! ¿e qué farets

De lo gran poder que havets?

¿A Deu honrar dar lo volrets?

Si no ho fayts, ¡ah! ¿qué direts

Al jutjament,

Quant Deus dirá: - “Mon malvolent!

Vay a turment!" -


Prelat! no pòts Deus enganar,

Ne en res no lo pòts forçar;

E si del seu no li vòls dar,

De tú 's porá fortment venjar;

Si no est bò,

No haurás escusació;

Dir t' ha de no.


Senyors prelats! bé 'n son certá (13

Que si lo consili no 's fá,

Vos hi metrets la vostra má;

Aquella má on fugirá

A greu dolor

Perpetual, per qui 'l Senyor

Ha deshonor.




Senyors prelats! tal mal me sent (16)

Car vey alcú ensenyament,

Que el consili no sia nient (17);

E si ho es ha defalliment (18)

Pena e mal,

De qui serets perpetual

Malvat hostal.


Senyors prelats! bé 'us es vengut

Si fayts consili e rebut;

Si no 'l fayts mal vos es cresut,

Lo consili no fós sabut,

Ne nomenats;

Per mant home serets blasmats

E meynspreats.

Senyors prelats! no es leó

Qui no faça tembre el moltó:

E diets hòc, puis diu de no (19) (hòc : sí en OCcitano, lenga d´Òc, oc, och)

De ço en qui ha gran raysó,

Pauch es temut;

Bò li fora que estés mut,

No recreut.


Senyors prelats! no val anell

Ne gran cavall, ne bél mantell,

Ne gran flocha de mant donçell (20) (flota, muchedumbre)

Si en sos fayts no ha capdell,

Discreció,

E que sia ardit e prò

Quant es raysó.




VI.

DELS RELIGIOSOS.

RELIGIÓS! fayts monastir,

Per tal que 'y puscats Deu servir;

Si en Ultra-mar l' anats bastir,

P' el consili podets venir (21),

E preycar,

E per lo Papa a pregar,

E consellar.


Religiós bò se sotsmet

A servir Deu quant éll vá dret;

E si contra el consili es met,

Sots son habit está nelet,

Habit de mal;

Sots lo qual habit no val

Ni es leyal.


Religiós contemplatiu

Temor de Deu está son niu;

No tem menaças ne nuyl briu,

Ne no vòl esser sejorniu:

Vay preycar

Que anem tuyt en Ultra-mar

Per Deus honrar!


Religiós! entinme bé; (entiéndeme)

Si contra Deu fay nuyla re,

Molt pus gran pena te cové;

Car fenys te que faças mays bé

Que altre, e par

Que mays que altre 't deus guardar

En lo mal far.

Religiós! si vòls servir

Molt Deu, vay per s‘ amor morir,

E de la sancta fé ver dir

Als infaels, per convertir; (infieles; se encuentran variaciones de esta palabra)

Car gran plaer

Ha Deu d' hom qui vòl sostener

Mòrt per dir ver.


Religiós! oració

Fay a Deu molt gran, qu‘ él nos dó

Consili verdader e bò, (verdadero; vertader; de veritas: veritat, vertat, verdad)

E qu' el Papa dó gran perdó

Ab gran tresòr;

Car l' un e l' altre han lo fòr,

E mal hi mòr.


Religiós bò es presich

Que faça a l' hom que se castich (22)

E que dó a cell qui te rich;

E pus que t' es mes en oblit,

Vay preycar

Lo Papa, que vuyla passar

En Ultra-mar.


Religiós! si 'l papa vá

En Ultra-mar, tot hom irá,

Tota la terra conquerrá. (conquistará; conquerirà)

Religiós! si en tú ha

Gran ardiment,

Crida, preyca valentment

E mantinent.




Religiós! tú saps qu' el chá, (cà; can, perro)

Tant ladre, qu' hom s' en despertá, (lladre; ladra)

E fuyg lo mal e lo bé fá.

¿Quál de nosaltres ladrará,

Per despertar

Aquells qui poden gran bé far

En Ultra-mar?


Religiós! lo teu habit

Deu esser de molts béns complit.

E de bons eximplis guarnit,

Per ver amor esser ardit;

E sens pahor

Deu esser gran preycador

Per lo Senyor.


VII.

DE CONTRICCIÓ.


CONTRICCIÓ, a mon albir (23)

Tròp vos delicats en dormir (24),

¿Per qué no anats còr ferir

Del qual façats amor exir,

E gran amar,

Dolor, sospirs e molt plorar,

Per satisfar?


Contricció, cell qui no 'us vòl

Sens fina amor está tot sòl;

E si lo còr contrit no ‘s dòl,

De tot en tot serets en sòl;

Ja gras capó (28) (capón gordo, con mucha grasa; gras, como el foie gras)

No 'us valrá a dampnació,

Préchs ni perdó.

Contricció, lo nòm perdrets,

Si dels peccats dòl no havets;

E que 'ls peccats tant no plorets,

Com sabets que gran scarn fets;

Si no 'ls mundats,

Plena estarets de barats

E falsetats.

Contricció, hipocrita

Vos vá en torn, e si no 's fá

Lo consili, vostra lana

De falsetat mant hom vestrá,

Per destruir

Lo consili, fá jaquir

Deus a servir.


Contricció, vostre panó

Alcuna vets es tració;

Car ço que defòra eus per bò,

De dins es mal e falió

E gran peccat;

Perque havets lo nòm mudat

Per gran barat.


Contricció, cota e mantell

Fán de vos mant hom gran e bell,

E si vos sots de bòn capdell,

Deus vòl que hajats mant donçell

E mant cavall,

A destruir mal en vall

D' on mal tresall.




Contricció, no 'us vuyl mentir;

No ‘m play ab vos en lur dormir,

¿D' on fayts devocio exir

Si ‘l consili fayts er jaquir (26)?

E car plorats

Per ço que façats grans barats,

Mal vos n‘ es dats.


Contricció, a vos me dó

Ab que amets devoció,

E far consili gran e bò,

Fòra de tota tració

E mal pensar;

Ab vos iray en Ultra-mar,

Bé exalçar.


Contricció, qui bé es penet,

Tantost es exit de nelet;

E en tot ço qui es ha dret,

E per tot vá cap dret (27)

E es ardit,

Pus que está de mal exit,

Per vos guarnit.


Contricció, lo dejunar

Que fayts, el sospir e plorar,

Oració e lo cantar,

Tot se coneix al satisfar

De qual part vé;

Car luny está lo mal al bé,

Ço leu hom ve (28).




VIII.

DE SATISFACCIÓ.


SATISFACCIÓ es hostal

En qui no está negun mal,

Ne tem menaçes ne destral,

Car satisfer es son cabal;

Perque Deus há

Qui li ajuda ça e llá,

Segur está.


Satisfarás a ton voler

Del mal que has fayt, ab bé fer;

Satisfarás a ton saber,

A ton membrar e a ton poder,

Que 'ls dóns a Deu,

Per ço que trestot sia seu

Ab tot son feu.


Satisfarás a ton sentir

A imaginar e consir

En ayço que no deus tenir,

Ab còr contrit e ab sospir

De lo mal far,

E gran sia lo desirar

En Deus honrar.

Satisfé consili a Deu
En tot ço que ‘y sia seu;
Si no ho fas mal ten vendrá leu
En tot quant has, e será ‘t greu.
¡Oh, consili!
No ‘t valdrá tresòr ne cosí
A mala fí.

Si lo consili bò no ‘t sáb,
De sanctetat te farás gàb (29);
Nuyl bé menjarás en ton màb,
Ira de Deu será en ton càp.
¡Ah, robador!
No faças a Deu deshonor,
Lo teu Senyor.

Consira quant t‘ ha Deus donat,
E com te fá estar bastat,
E quant es ço que ‘l has emblat;
Si no ho sàbs, mala fuist nat.
Hages consell
Ab virtuts, no ‘t dóns del coltell,
Hages capdell.

Si no satisfás en aquest món,
En infern irás tan pregon,
Que de tot mal haurás ahon,
E nuyl bé no ‘t será en torn.
¡Ah, cavaller!
Sias bò e valent guerrer
E vay primer.

Si satisfás a ton parent
De ayço en que no has nient,
No satisfás, mas fentement (30)
Sabrás ho al traspassament,
Quant Deus dirá:
- “Qui no satisfá ço que ha,
Dampnat será.” -



Si satisfás a ta honor

Mays que a Deu, car es millor;

Si a éll satisfás amor,

Ell te dará lo dó major

De salvament,

Hon estarás eternalment

Alegrament.


Qui satisfá sí ha raysó,

No está pech, ne es moltó;

Si al consili diu de no,

No estará veray ne bò,

E tot lo mal

Que li vendrá, será hostal

De mal cabal.

IX.

DE DEVOCIÓ.


DEVOCIÓ! ¿e hon estats?

¿Poriem saber si vendriats

A est consili, si 'l amats?

E que al Papa tòst digats

E al cardenal

Que dona sots de lur hostal

Perfayt cabal (31)?


Devoció de volentat,

Siats cosina de bontat,

D' enteniment e de bòn grat,

E que no 'y sia nuyl barat

Ne dir de no

Al consili, com sia bò

De gran perdó.

Devoció, lo consirar

E li sospir e li plorar

Requeren a vos gran amar.

Prelats, barons a escalfar

Cascú vos pòrt

En Ultramar, e siats pòrt

De bòn conòrt.


Devoció, tot quant havets,

Sia amor, lausor e prets;

E si no fayts quant far porets,

Fals e debades planyerets (32):

Vostre plorar,

E 'ls sospirs fayts per enganar

Contra bé far.


Devoció, are 's parrá

Si lo vostre plorar valrá;

E si no vál, ¡ah! ¿quí creyrá

Vos e RAMON per paraulá

E per plorar?

Anats los altres enganar

E baratar.


Devoció, ara es temps

Que per vos sia tal comèns,

E per lo Papa quint Clemens,

Tot lo món ne sia jausens;

E si fallits,

¿Qui 'us creyrá per plòrs ne per crits

Vostres bélls dits?




¡Ah! ¿e qué vál gran caparó

En càp sens devoció?

¿Ne qué val menjar gras capó

Emblat a son bòn companyó,

Per Deus honrat,

Qui ab hom s' es aparentat

Per amistat?


Devoció, iray plorar

E al consili preycar

Als senyors qui lo poden far;

E si vos hi volets anar

E m' ajudats,

Cridarem trò sia altrejats

Bé ordenats.


Devoció sens ardiment,

Discreció, bò estament,

E sens manera d' ardiment,

No valrá 'l consili nient.

¿Qué nos farem?

De bòns fayts nos aparellem,

Quant hi irem.


Qui bé ama, no ha pahor,

Ne res no 's té a deshonor;

Pus que de Deus es servidor,

Al nostro hostal lexem pahor (33);

E ardiment

Sia nostre pà e piment, (sea nuestro pan y pimienta)

E bòn talent.


X.
DE ORACIÓ.

ORACIÓ! venits ab nos.
E que siam bòns companyós;
Vos preyrets Deus qui es bòs
Que ajút a fayre s‘ honors
Per sí honrar,
E lo consili acabar
Per Ultra-mar.

Oració, a Deu pregats
Que al Papa dó volentats,
Com es lo poder que ‘ls ha dats
Als cardenals e als prelats,
E los barons
E a totas religions,
Per far fayts bòns.

Oració, qui prega Deu
Que li perdó los peccats leu
El dó e no vòl esser seu,

Lo consili li es molt greu;
Vá per camí
A hostal greu de mala fí
Vespre e matí.

Oració, en mant hom sots,

Qui Deus prega per ço desots,

Plora, suspira al sanglots,

E de Deu no 'l cal una crots (34),

Perque fallits;

Car ets en homens mal nudrits (35)

De bòn fayts dits.

Oració, si com pregats

Ço que en boca vos formats,

En vostre còr mal pensats,

Com lo façats greument errats,

Res no valets;

Car no fayts lo bé que parlets,

E mal volets.


Oració, Deus diu de no

A quí 'l prega ab tració,

Ab sacrifici qui es bò

Mala lo met en son mentó.

Anats dormir;

Mantes vets m' havets fayt fallir,

Deus escarnir.


Oracio, al hom pech

Diu hom cauech bauech (36):

- E com vos estats fals alberch!

Bè 'us fá qui 'us diu qui' s famech. -

Oració,

Lo mal puja è lo bé no;

Deus vos perdó (37).


Los apostols preycaven,

Deus los dava que volien,

Los infaels convertien,

E per amar élls morien,

E per honrar;

Tròp vos havets venuda car
Per oblidar.


Oració, veig vos xantar,

Molt e petits miracles far;

Ab petit vos veig destorbar;

Par que no hajats gran amar,

Mays en cosí,

En sejornar, e en bòn ví (38),

E en aur fí.


Oració, ja no anets

Al consili si no volets;

Car Deus hi perdrá sos drets.

E si vos molt amar volets,

Deus vos valrá;

Per vos lo consili es fará,

E' l bé 'n vendrá (39).


RAMON, tot ço que pòt far

Per bòn consili ordenar,

Ab la senyera e preycar,

Aquells qui 'l poden ordenar

Per gran amor,

E qui han la força mayor

Per lo Senyor.


XI.


Senyor Deus: pluja,
Perque el mal fuja,
Car peccat puja!
------

Senyor, tal pluja donats,
Que en amor, Papa, prelats,
El Sepulcre sia cobrats,
E lo gran nòm vostre honrats.
Senyor Deus! pluja,
Perque el mal fuja,
Car peccat puja!

Quant el consili es justats (40),
Ver Deus, justicia donats
Per conseller a los prelats;
Car no ‘y será nuyl barats.
Al consili ver Deus ajudats (41).
Senyor Deus! pluja,
Perque el mal fuja,
Car peccat puja!

Prudencia sia conseller,
Que consella fayt vertader;
A lo consili es mester;
Sens ella no valrá diner.
Senyor Deus! pluja,
Perque el mal fuja,
Car peccat puja!


Fortitudo de gran confòrt

De lo consili sia pòrt;

Si no ho es já me ‘n desconòrt,

Car lo bé hi perdrá son sòrt (42).

Senyor Deus! pluja,

Perque el mal fuja,

Car peccat puja!


Si lo consili ha son fòr,

Temprança gran será el tresòr,

Car tot será vestit d' òr,

E de virtuts, e de bòn còr.

Senyor Deus! pluja,

Perque el mal fuja,

Car peccat puja!


Si la fé grans amichs no há

A lo consili ¿qué fará?

Lo consili es clamará

A Deu, car la fé no ‘y valrá.

Senyor Deus! pluja,

Perque el mal fuja,

Car peccat puja!


Qui 'l consili volrá honrar,

Esperança vuyla menar;

Car ab ella es porá acabar (43),

Fals hom no ‘y porá contrastar.

Senyor Deus! pluja,

Perque el mal fuja,

Car peccat puja!



Caritat venits aydar

Al consili, per lo bé far,

E ‘l Papa enamorar

E cardenals aconsellar.

Senyor Deus! pluja,

Perque el mal fuja,

Car peccat puja!


Avaricia es camí

Per qui hom vá a mala fí;

Si ella es al consili

Ell no valrá un peytani (44).

Senyor Deus! pluja,

Perque el mal fuja,

Car peccat puja!


Glotonía es destral

Ab còlp mortal;

Si al consili ha hostal,

Lo consili en res no vál.

Senyor Deus! pluja,

Perque el mal fuja,

Car peccat puja!


Si al consili vá ergull

Ab nuyl hom, ne en éll l' acull,

Tot hi será de mal escull;

No ‘y cal anar RAMON LULL.

Senyor Deus! pluja,

Perque el mal fuja,

Car peccat puja!


Accidia e neglijar

De far bé e destorbar,

Si al consili pót entrar,

No ‘y cal nuyl hom bò anar.

Senyor Deus! pluja,

Perque el mal fuja,

Car peccat puja!


Enveja es desijament

De fembra, castell e argent;

Si lo consili es son parent,

Tot será vestit de nient.

Senyor Deus! pluja,

Perque el mal fuja,

Car peccat puja!


Ira es trista passió;

D' ella no vé consell bò:

Si al consili ha maysó,

Lo consili no será bò.

Senyor Deus! pluja,

Que RAMON s' huja,

Car lo mal puja!


VARIANTES.

(1) En lònch e ample e ‘n pregon

(2) Aconsellar per bòn capdell,

(3) E la vòlp engana al capó (*)

(4) E si anats vespre, matí,

(5) Barat ne tòrt, mal no pendrets;

(6) Per fayt secrets.

(7) E Deus vos haurá desgrat;

(8) Si no li fayts far quant porá,

(9) Perque sant Pere ne sejorn,

(10) Ab bòn Rey, salvayre Jhesus;

(11) Car envenjats.

(12) A son orde cardenalat;

(13) No sáb fer còlps amanés

(14) E falsa amor si en son llit

(15) Senyors prelats! Bé 'n son cèrt ¡ah!

(16) Senyors prelats! tan mal me sent,

(17) Que el consili no si ment;

(18) E si 'u es ha defalliment

(19) Qui no 'n faça tembre un moltó;

E qui diu hoc e puis diu no

(hoc : sí en OCcitano, lenga d‘Ócocòcoch; en 146x todavía se encuentra en textos de los deputats del General de Cathalunya residents en Barchinona. Y pretenden decir que el catalán es una lengua diferente al occitano, JA JA JA.
Sus variantes o dialectos: provenzal, provençal, lemosin, lemosín, de Limoges, lengadoc, Languedoc, vivaroaupenc, gascón : aranés, catalan comprés, etc
).

(20) Ne gran flota de mant donçell,

(21) Al consili podets venir,

(22) Que fas a l' hom que se castich,

(23) Contricció, es a mon albir

(24) Tròp vos delitats en dormir,

(25) J‘ agras capó

(26) Si ‘l consili fayts en jaquir?

(27) E per tot vá cap aret

(28) Coleu hom ve.

(29) De seendat te farás gàb;

(30) No satisfás, mas fen tament

(31) Per fayt cabal.

(32) Fals adebadas planyerets: (debades; en vano)

(33) Al nostre hostal lexem pahor;

(34) E de Deu no 'l cal una nots, (**)

(*) En el texto dice rapó en vez del vocablo capó (capón) de la variante. La palabra rapó no la hemos visto usada por ningún autor lemosín; ni sabemos, si es que no sea equivocación de copista, su equivalencia castellana, aunque hayamos usado en el extracto que va al frente de la composición de la palabra raposa, para no dejar intraducido el pasaje. (la canción ai vist lo lop, lo “rainard”, la lebre; rabosa : zorra, zorro)

(**) En otro códice se lee: E de Deu no 'l cal una tiots, (crots : crotz : creu : cruz)

(35) Car ets en homens mal noyrits
(36) Diu hom cavech bavech:
(37) Deus vos ho perdó.
(38) E en sejornar, e en bon ví,
(39) E 'l ben venrá
(40) Quant al consili er justats,

(41) Al consili ver Deus aydats.
(42) Car lo bé hi perdrá son fòrt.
(43) Car ab ella es porá cobrar,
(44) Ell no valrá un peytavi.