LA ALQUIMIA.
Esta composición forma parte de un antiguo códice de letra del siglo XIV o últimos del XIII, que perteneció a la biblioteca del convento de Santo Domingo de Palma, y se halla hoy día en la del Instituto Balear: en cuyo códice se lee también el poema el Desconsuelo, y algunas obras en prosa de Lulio. Aun prescindiendo de su valor, esta poesía, desconocida de todos los autores y bibliógrafos que han hablado de Raimundo, se hace reparable por el objeto a que va dirigida. Ella es la prueba más patente e irrecusable de la sinrazón con que los más ardientes admiradores de las virtudes y de la ciencia del bienaventurado doctor, han tratado de negar a este la gloria de haberse dedicado al estudio y a la práctica de las operaciones de la alquimia, la de haber escrito sobre esta ciencia los voluminosos tratados que bajo su nombre corren y han corrido, y la más alta todavía de haber hecho importantísimos descubrimientos y sentado luminosos principios en este ramo del humano saber, como si la ciencia del alquimista fuese incompatible con la aureola del mártir. El libro llamado de Quinta esencia, que es uno de los consagrados a la alquimia que más se hacen notar entre los de Lulio, se omite en varios de los catálogos de las obras de éste, así como los demás de igual naturaleza y objeto. Mas la poesía de que nos ocupamos, cuya autenticidad no puede ponerse en duda, viene a demostrar cuán errados anduvieron, si es que por una preocupación tan mal entendida como censurable no cerraron sus ojos a la evidencia, los que no convencidos de los inmensos conocimientos químicos de Raimundo Lulio por las pruebas que dio de ellos en muchas de sus obras sobre el Arte general, negaron la autenticidad de sus especiales tratados sobre la materia.
Colocamos en este lugar la indicada poesía, que no lleva fecha, atendida la probabilidad que hay de que la escribiese Raimundo durante la época de 1293 en que, residiendo en Nápoles, escribió el libro sobre la Levedad y peso de los elementos, y otros, y aun quizás el de Quinta esencia; época en que mayores y más íntimas relaciones tuvo con el célebre alquimista Arnaldo de Villanueva, y en que con tanta asiduidad se dedicó a las experiencias y a la parte especulativa de la alquimia.
El contenido de esta pieza, que se presenta de suyo algo oscuro, nos hace presumir si ella más bien que una composición suelta y aislada, es la introducción de un poema didáctico de mayores dimensiones, o de otra obra en prosa sobre el arte a que va dirigida.
L'ART DE LA ALQUIMIA.
Cobles, las quals feu mestre RAMON LULL sobre l' Art de la Alquimia, de la qual Art feu un libre apellat de la Quinta essencia.
Amor me fay ayço rimar,
Ab corrupció porás saber,
Car sens ella no 's pòt liar
Generació de son esser;
Essencia fá quinta obrar
Si unitat vols d' aço fer,
E no 't vuyl pas mays declarar
Covet plural amor haver.
D' aço 't daray cesta semblança.
Conexerás per l' ens extens
Del simple per concordança
L' altre qu' apeyla hom intens;
Saber haurás ab dessemblança,
D' ayre será congelaments
Qu' amor fá ab concordança
Per concordar li elemens.
Vosaltres ab li ens concrets
Per fantastiga criatura,
Si lo genus aver volets
Dels ens reals haurets mesura,
Si ens abstrachs sercar devets
Del faedor per la factura,
Especialment ho trobarets
Conexent sa propia natura.
Ab obra artificial
D' ira farás tornar amor,
Tú hi mesclant la natural
La ira fará amador;
Mas si natura no ti val
Ja tú no serás sabidor,
Per ignorar l' art altre tal
De transsubstanciar l' humor.
D' essencia e d' accident
Ab totas ses parts substancials,
Cové esser lo trasmudament
E semblantment accidentals;
Apres qu' en sia novament
Renunciant als altres senyals
Convertint en altre essent
De sos graus elementals.
Ab accident esser noveyl
Adonchs l' art no pot defaylir
Que no sia de altre peyl,
Mas defaylex per fals cosir;
Si vols entrar per est porteyl
Per tal que bé 't sapias regir,
Obs te fará portar capdeyl
Que pusques entrar e axir.