domingo, 30 de agosto de 2020

Espero que cap analfabeto digue mes tonteríes.

Espero que cap analfabeto digue mes tonteríes.
 



Tamé se troben analfabetos en títul universitari




Los fascistes, no feixistes, mes famosos eren sossialistes,
com Mussolini y Hitler.

Espero que cap analfabeto digue mes tonteríes.

Espero que cap analfabeto digue mes tonteríes.
 



Tamé se troben analfabetos en títul universitari




Los fascistes, no feixistes, mes famosos eren sossialistes,
com Mussolini y Hitler.

despistat

 Soc tan despistat que no sé si hay perdut lo gos o m'hay trobat una correcha. 😂


Soc tan despistat que no sé si hay perdut lo gos o m'hay trobat una correcha. 😂


despistat

 Soc tan despistat que no sé si hay perdut lo gos o m'hay trobat una correcha. 😂


Soc tan despistat que no sé si hay perdut lo gos o m'hay trobat una correcha. 😂


Rossello Arrom, el catalán es un dialecto.

rosselloarrom wordpress el-catalan-es-un-dialecto

La construcción nacional catalana se levanta sobre mentiras y uno de los pilares sobre el que se edifica esta gran farsa es la lengua. El catalán es un invento reciente del siglo XX a través del cual los pancatalanistas han adornado sus reivindicaciones, victimismo e historia inventada.

¿Cuatro barras?

A imagen y semejanza del nacionalismo alemán, el catalanismo tiene vocación colonial. Descartada la base racial, el único instrumento que le permite expandirse en su imaginado lebensraum es el idioma. El único problema es que nunca existió esa lengua por lo que para legitimar las aspiraciones pancatalanistas fue necesario construirla con los retazos de un idioma de frontera nacido en el Imperio Carolingio, el lemosín. En la misma fundación de España, en la Marca Hispánica, la lengua lemosina descendió con la reconquista por todo el levante español y se fundió con el habla de cada lugar alumbrando diferentes dialectos.

Rossello Arrom, el catalán es un dialecto.


Una lengua no codificada y fragmentada en variantes que arraigaron en territorios dispares e incluso aislados como en el archipiélago balear hasta la autodesignada reinaixença. Incluso entonces, el fundador del Institut d’Estudis Catalans presidía la Diputación provincial de Barcelona desde la que se creó esta institución (18 de junio de 1907) que se convertiría con el tiempo, y por Real Decreto, en la autoridad única sobre el catalán en “todos los lugares de lengua y cultura catalanas” (sic). Antes de que se iniciara este proceso en 1833, Buenaventura Carlos Aribau, uno de los impulsores de la Reinaxença, escribía en su Oda a la Pàtria  que “en llemosí sonà lo meu primer vagit”.

Del proceso de normativización de la lengua se expulsó a todos aquellos que no compartían la visión catalanista y el mallorquín Antonio María Alcover tuvo que publicar por su cuenta el Diccionari català-valencià-balear. No tenían cabida en el catalanocentrismo que terminaría imponiéndose con la Gramática (1918) y el Diccionario (1932) inventados por el ingeniero industrial Pompeyo Fabra. La gran obra de un planificador barcelonés con la que se ha cometido un verdadero genocidio cultural que los valencianos han conseguido limitar gracias a la creación de una autoridad lingüística alternativa a la implantada desde Barcelona.

Gramática (1918) y el Diccionario (1932) inventados por el ingeniero industrial Pompeyo Fabra.


En Mallorca, el artículo salado ya solo se conserva en el habla popular de la gente. Desde las organizaciones pancatalanistas regadas con dinero público (balear y catalán) se ha perseguido su uso. La Universidad de las Islas Baleares ha actuado como cómplice necesario para barnizar de cientifismo este acoso cultural dictando que, salvo en situaciones “marcadamente informales”, se utilizará el artículo “literario” o “estándar”. Eso mismo nos obligaban a aprender en las escuelas, e incluso para conseguir el título de catalán exigido para optar a la mayoría de puestos de funcionario el artículo salado se tacha como “incorrecto” en los exámenes. La propia página web de lo que antes se conocía como “Junta Avaluadora del Català” deriva a recursos lingüísticos que dependen directamente del gobierno catalán. Una invasión de terciopelo que ha uniformizado todos los dialectos del lemosín para asimilarlo a la variante catalana tildando a todas las demás de “vulgares”.

Los pancatalanistas han “normalizado” también los topónimos procurando borrar todo rastro del artículo salado que cuestiona la unidad de la lengua impuesta desde el siglo XIX por el Instituto de Estudios Catalanes. El rodillo pancatalanista no ha respetado ni las calles del casco antiguo de Palma de Mallorca aunque todavía pueden encontrarse  rastros de la lengua de nuestros abuelos.

Costa de SA pols

La “Costa de sa pols” es una de esas calles en las que la antigua placa con el artículo salado ha sobrevivido. Muchas placas de las calles con su nombre en mallorquín que sobrevivieron al franquismo no han conseguido resistir al pancatalanismo democrático”.

El catalán es un dialecto, Ausias March era valenciano y, Raimundo Lulio, mallorquín. Los catalanes pueden seguir hablando en su dialecto que los mallorquines seguiremos hablando el nuestro, como ya escribió Mossén Alcover “que no s’escandalisin els nostres mallorquins catalanistes de que diga aquí llengo i no llengua” porque en Mallorca hemos sido aragoneses, independientes o españoles pero nunca, nunca, catalanes. Hemos soportado muchos años de neocolonialismo pancatalanista y ya es hora de que volvamos a escribir en mallorquín en lugar de usar el dialecto de Barcelona.

Rossello Arrom, el catalán es un dialecto.

rosselloarrom wordpress el-catalan-es-un-dialecto

La construcción nacional catalana se levanta sobre mentiras y uno de los pilares sobre el que se edifica esta gran farsa es la lengua. El catalán es un invento reciente del siglo XX a través del cual los pancatalanistas han adornado sus reivindicaciones, victimismo e historia inventada.

¿Cuatro barras?

A imagen y semejanza del nacionalismo alemán, el catalanismo tiene vocación colonial. Descartada la base racial, el único instrumento que le permite expandirse en su imaginado lebensraum es el idioma. El único problema es que nunca existió esa lengua por lo que para legitimar las aspiraciones pancatalanistas fue necesario construirla con los retazos de un idioma de frontera nacido en el Imperio Carolingio, el lemosín. En la misma fundación de España, en la Marca Hispánica, la lengua lemosina descendió con la reconquista por todo el levante español y se fundió con el habla de cada lugar alumbrando diferentes dialectos.

Rossello Arrom, el catalán es un dialecto.


Una lengua no codificada y fragmentada en variantes que arraigaron en territorios dispares e incluso aislados como en el archipiélago balear hasta la autodesignada reinaixença. Incluso entonces, el fundador del Institut d’Estudis Catalans presidía la Diputación provincial de Barcelona desde la que se creó esta institución (18 de junio de 1907) que se convertiría con el tiempo, y por Real Decreto, en la autoridad única sobre el catalán en “todos los lugares de lengua y cultura catalanas” (sic). Antes de que se iniciara este proceso en 1833, Buenaventura Carlos Aribau, uno de los impulsores de la Reinaxença, escribía en su Oda a la Pàtria  que “en llemosí sonà lo meu primer vagit”.

Del proceso de normativización de la lengua se expulsó a todos aquellos que no compartían la visión catalanista y el mallorquín Antonio María Alcover tuvo que publicar por su cuenta el Diccionari català-valencià-balear. No tenían cabida en el catalanocentrismo que terminaría imponiéndose con la Gramática (1918) y el Diccionario (1932) inventados por el ingeniero industrial Pompeyo Fabra. La gran obra de un planificador barcelonés con la que se ha cometido un verdadero genocidio cultural que los valencianos han conseguido limitar gracias a la creación de una autoridad lingüística alternativa a la implantada desde Barcelona.

Gramática (1918) y el Diccionario (1932) inventados por el ingeniero industrial Pompeyo Fabra.


En Mallorca, el artículo salado ya solo se conserva en el habla popular de la gente. Desde las organizaciones pancatalanistas regadas con dinero público (balear y catalán) se ha perseguido su uso. La Universidad de las Islas Baleares ha actuado como cómplice necesario para barnizar de cientifismo este acoso cultural dictando que, salvo en situaciones “marcadamente informales”, se utilizará el artículo “literario” o “estándar”. Eso mismo nos obligaban a aprender en las escuelas, e incluso para conseguir el título de catalán exigido para optar a la mayoría de puestos de funcionario el artículo salado se tacha como “incorrecto” en los exámenes. La propia página web de lo que antes se conocía como “Junta Avaluadora del Català” deriva a recursos lingüísticos que dependen directamente del gobierno catalán. Una invasión de terciopelo que ha uniformizado todos los dialectos del lemosín para asimilarlo a la variante catalana tildando a todas las demás de “vulgares”.

Los pancatalanistas han “normalizado” también los topónimos procurando borrar todo rastro del artículo salado que cuestiona la unidad de la lengua impuesta desde el siglo XIX por el Instituto de Estudios Catalanes. El rodillo pancatalanista no ha respetado ni las calles del casco antiguo de Palma de Mallorca aunque todavía pueden encontrarse  rastros de la lengua de nuestros abuelos.

Costa de SA pols

La “Costa de sa pols” es una de esas calles en las que la antigua placa con el artículo salado ha sobrevivido. Muchas placas de las calles con su nombre en mallorquín que sobrevivieron al franquismo no han conseguido resistir al pancatalanismo democrático”.

El catalán es un dialecto, Ausias March era valenciano y, Raimundo Lulio, mallorquín. Los catalanes pueden seguir hablando en su dialecto que los mallorquines seguiremos hablando el nuestro, como ya escribió Mossén Alcover “que no s’escandalisin els nostres mallorquins catalanistes de que diga aquí llengo i no llengua” porque en Mallorca hemos sido aragoneses, independientes o españoles pero nunca, nunca, catalanes. Hemos soportado muchos años de neocolonialismo pancatalanista y ya es hora de que volvamos a escribir en mallorquín en lugar de usar el dialecto de Barcelona.

viernes, 28 de agosto de 2020

Cataluña, independisá, 1640, Fransa, Guerra de los segadós

Cataluña se va independisá tan al 1640 que los seus dirigéns la van entregá a Fransa. F. Sánchez Marcos: Cataluña y el Gobierno central tras la Guerra de los Segadores (1652-1679).

https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=162469


Tanto Cataluña se independizó en 1640 que sus dirigentes la entregaron a Francia.

Y seguixen cantán estos inútils este himno:





Cataluña, independisá, 1640, Fransa, Guerra de los segadós

Cataluña se va independisá tan al 1640 que los seus dirigéns la van entregá a Fransa. F. Sánchez Marcos: Cataluña y el Gobierno central tras la Guerra de los Segadores (1652-1679).

https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=162469


Tanto Cataluña se independizó en 1640 que sus dirigentes la entregaron a Francia.

Y seguixen cantán estos inútils este himno:





Cataluña, independisá, 1640, Fransa, Guerra de los segadós

Cataluña se va independisá tan al 1640 que los seus dirigéns la van entregá a Fransa. F. Sánchez Marcos: Cataluña y el Gobierno central tras la Guerra de los Segadores (1652-1679).

https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=162469


Tanto Cataluña se independizó en 1640 que sus dirigentes la entregaron a Francia.

Y seguixen cantán estos inútils este himno:





miércoles, 26 de agosto de 2020

SANCHO RAMÍREZ Y LA BANDERA DE ARAGÓN.

SANCHO RAMÍREZ Y LA BANDERA DE ARAGÓN.

https://www.facebook.com/Corona.Daragon/photos/a.265076223636957/2194792033998690/

SANCHO RAMÍREZ Y LA BANDERA DE ARAGÓN.



El 9 de marzo de 1071 Sancho Ramírez cambió la liturgia hispana o mozárabe por la liturgia romana en la Iglesia aragonesa.

Desde el siglo VIII los cristianos que vivían en Al-Andalus, llamados mozárabes, habían estado aislados de la Iglesia de Roma y tenían una serie de rituales y ceremoniales distintos a los de la Iglesia de Roma. Cuando esos territorios fueron reconquistados por el recién nacido condado de Aragón, los cristianos que vivían allí siguieron con sus ceremoniales mozárabes hasta que en 1071 Sancho Ramírez implantó, no sin resistencia, el ritual romano en Aragón. Este hecho no es casual, sino que es un acto más de acercamiento del rey aragonés al Papado. En relación con este tema os recomendamos la novela de Luis Zueco, El Castillo, en la que se relata la época del cambio de liturgia en Aragón y muestra la oposición que hubo en algunos sectores.

A principios del siglo XI Aragón era un condado perteneciente al rey navarro Sancho Garcés III “el Mayor”. A su muerte, este repartió todos sus territorios entre sus hijos, por lo que Ramiro I heredó el condado de Aragón. Se ha considerado a este Ramiro I como el primer rey aragonés. Sin embargo, él nunca se nombró a sí mismo como rey, siendo reconocido como regulo y apareciendo en los documentos como “Ramiro, hijo del rey Sancho”. Para ser rey en la época había que ser descendiente de un monarca y ser reconocido por el papa como tal. A Ramiro I le faltaba el reconocimiento del papado. Es por eso, que su hijo Sancho Ramírez, protagonista de este artículo, inició una política de acercamiento al papa Alejandro II.

El reinado de Sancho Ramírez se inició con un acontecimiento bélico que desencadenó la llegada a Aragón de un gran número de caballeros de Europa, especialmente francos, ya que el papa Alejandro II anunció que la conquista de Barbastro tenía carácter de cruzada, constituyendo un ensayo que se anticipó en casi treinta años a las Cruzadas de Tierra Santa que tenían como objetivo recuperar para los cristianos los Santos Lugares, principalmente Jerusalén.
Era el comienzo de una bonita amistad entre ambos Estados y fue tan sólo la primera alianza entre el rey de Aragón y el Papado. El título de rey lo obtuvo después de pagar un importante tributo al Papado y de declararse vasallo del Vaticano en una peregrinación a Roma ex profeso en el año 1068. El dinero lo había obtenido previamente en las guerras contra los musulmanes. De hecho, algunos creen que el color amarillo y rojo de la bandera de Aragón se debe a que estos eran los colores del Vaticano y que se adoptaron después de este viaje. Cambiar la liturgia mozárabe por la liturgia romana no fue más que el colofón a sus políticas.


Santiago Navascués Alcay
Lcdo. en Historia por la Universidad de Zaragoza

SANCHO RAMÍREZ Y LA BANDERA DE ARAGÓN.

SANCHO RAMÍREZ Y LA BANDERA DE ARAGÓN.

https://www.facebook.com/Corona.Daragon/photos/a.265076223636957/2194792033998690/

SANCHO RAMÍREZ Y LA BANDERA DE ARAGÓN.



El 9 de marzo de 1071 Sancho Ramírez cambió la liturgia hispana o mozárabe por la liturgia romana en la Iglesia aragonesa.

Desde el siglo VIII los cristianos que vivían en Al-Andalus, llamados mozárabes, habían estado aislados de la Iglesia de Roma y tenían una serie de rituales y ceremoniales distintos a los de la Iglesia de Roma. Cuando esos territorios fueron reconquistados por el recién nacido condado de Aragón, los cristianos que vivían allí siguieron con sus ceremoniales mozárabes hasta que en 1071 Sancho Ramírez implantó, no sin resistencia, el ritual romano en Aragón. Este hecho no es casual, sino que es un acto más de acercamiento del rey aragonés al Papado. En relación con este tema os recomendamos la novela de Luis Zueco, El Castillo, en la que se relata la época del cambio de liturgia en Aragón y muestra la oposición que hubo en algunos sectores.

A principios del siglo XI Aragón era un condado perteneciente al rey navarro Sancho Garcés III “el Mayor”. A su muerte, este repartió todos sus territorios entre sus hijos, por lo que Ramiro I heredó el condado de Aragón. Se ha considerado a este Ramiro I como el primer rey aragonés. Sin embargo, él nunca se nombró a sí mismo como rey, siendo reconocido como regulo y apareciendo en los documentos como “Ramiro, hijo del rey Sancho”. Para ser rey en la época había que ser descendiente de un monarca y ser reconocido por el papa como tal. A Ramiro I le faltaba el reconocimiento del papado. Es por eso, que su hijo Sancho Ramírez, protagonista de este artículo, inició una política de acercamiento al papa Alejandro II.

El reinado de Sancho Ramírez se inició con un acontecimiento bélico que desencadenó la llegada a Aragón de un gran número de caballeros de Europa, especialmente francos, ya que el papa Alejandro II anunció que la conquista de Barbastro tenía carácter de cruzada, constituyendo un ensayo que se anticipó en casi treinta años a las Cruzadas de Tierra Santa que tenían como objetivo recuperar para los cristianos los Santos Lugares, principalmente Jerusalén.
Era el comienzo de una bonita amistad entre ambos Estados y fue tan sólo la primera alianza entre el rey de Aragón y el Papado. El título de rey lo obtuvo después de pagar un importante tributo al Papado y de declararse vasallo del Vaticano en una peregrinación a Roma ex profeso en el año 1068. El dinero lo había obtenido previamente en las guerras contra los musulmanes. De hecho, algunos creen que el color amarillo y rojo de la bandera de Aragón se debe a que estos eran los colores del Vaticano y que se adoptaron después de este viaje. Cambiar la liturgia mozárabe por la liturgia romana no fue más que el colofón a sus políticas.


Santiago Navascués Alcay
Lcdo. en Historia por la Universidad de Zaragoza

Regne de Valencia, país valencià no existix.

(Agarrat de alguna página de carallibre)

El "país valencià". 

Alguns “retorets” progres del seguidisme catalanero tenen l´arrogant osadia no sols d´exhibir la seua evident ignorancia historica sino també de vanagloriar-se
d'haver segut algu dels “acunyadors” de la poblerina denominacio “país valencià” per a l´inveterat i historic Regne de Valencia

Eixe apodo denominatiu podría ser entendible en aquella iletrada esquerra fusteriana dels anys ´60 i ´70 que no tenia internet i mai llegia un llibre. Pero es impensable en la voragine informativa dels anys 2010 aon el que no vol llegir archius originals i documentar-se adequadament, es perque preferix ser un terros de la historia.

Tal es el cas, pareix ser, d´eixe “modelno” retoret de Novelda, un tal Javier Muñoz-Pellin que va presumint estos dies , en prensa local, de la seua genial i poblerína contribucio a la difusio de lo que sempre va ser pura barbarie denominativa: lo de “pais valencia” (LVemv.21.10.2010) Conten les croniques que els historiadors catalans sempre van patir un agut complex d´inferioritat respecte al Regne de Valencia perque Catalunya mai va ser un regne i no ha existit mai ni un sol document historic a on es parle de la mes mínima intencio dels Reis d´Aragó de canviar la seua historica condicio de “comtats de la Marca Hispanica”.

 D´eixe inconfessable complex d´inferioritat catala, ha participat sempre la nostra iletrada esquerra deslleal. I en el seu rendit vassallage a la burgesia del nort, es va inventar el barbarisme històric "país valencia”, una denominació geografica creada per a insultar als valencians.

 La paraula "país", com be definix l´academic Antonio Capmany i de Montpalau: "A on no hi ha nacio, no hi ha patria: perque la paraula “PAYS” no es mes que terra que sustenta persones i besties al mateix temps" (“Sentinela contra els francesos”. Gómez Fuentenebreo. Madrid.1808). Pur concepte terruno. Pel qual es pot afirmar, en absoluta rotunditat, que el toponim "país valencia " MAI ha existit legalment com denominació propia d´una zona geografica ni, molt manco, com denominacio d´un ens polític per a referir-se a Valencia.

 Va ser pur invent d´aiatolàs fusterians en estat d´ebri deliri i el seu intent de colar-ho ,sense valor jurídic, en el preambul del Real Decret Llei de preautonomia de la Comunitat Valenciana 17 de març de 1978: una fechoría de l´esquerra. L´única identitat historica que se´ns pot aplicar legítimament es el de Regne de Valencia, denominacio molt anterior a la conquista de Jaume I. El "Regnum Valentiae" existia ya quan el rei de Castella, Alfons VIII, el de les Naves de Tolosa, va firmar el famos Tractat de Cazorla en Alfons II d´Aragó, (iaio del Conquistador), el 14 de desembre de 1179.

En eixe Tractat es delimitaven les terres a conquistar per cada u d´ells o dels seus successors.

A partir de la conquista del “cap i casal” en el segle XIII, el Regne de Valencia va ser jurídicament reestructurat en noves normes que li van convertir en un Estat de Dret totalment autonom, en els seus organismes legislatius, judicial i executiu, regit pels seus propis furs i privilegis i formant el seu propi "Corpus juris" fins que, quasi mig milenni després i per un acte de força, fora abolida la seua legislacio per un príncep estranger en 1707: Felip V.

 Pero ni tan sols eixe mateix príncep, que va regnar en el nom de Felip V, va suprimir el nom Regne de Valencia que va continuar existint com a demarcacio administrativa. Tant Felip V com els seus successors es van titular en la seua diplomatica "Rei de Valencia" i no es coneix cap documentacio en que el poder constituït declare taxativament extingit el Regne de Valencia.

Inclus en la divisio d´Espanya en províncies per Javier de Burgos en 1833 el Regne de Valencia va ser dividit en tres parts pero, així i tot, els seus municipis no van ser, en absolut, atribuïts a demarcacions foranes. Van permaneixer afiliats al Regne de Valencia. I replets estan les estanteries de l´Archiu Històric Nacional, de l´Archiu de la Corona d´Aragó i, en especial, els de l´Archiu delRegne de Valencia de documentacio que certifica la identitat historica del nostre territori i la seua antiga classica “denominació d´origen": REGNE de VALENCIA.

Cataluña como sinónimo de mentira, Juan García Sentandreu

En su artículo: “Cataluña como sinónimo de mentiraJuan García Sentandreu, Vox Valencia, escritor y jurista, escribe y aporta los siguientes datos y documentación:

El Reino de Valencia es 900 años LATINO y 530 años MUSULMÁN. De ahí que la Lengua Valenciana tenga la mayor parte de su base idiomática en el latín de los conquistadores romanos (900 años) y una gran y rica aportación árabe (530 años).
Los condados “catalanes” fueron 900 años LATINOS; 84 años MUSULMANES y 450 FRANCESES. Lo que nos lleva indefectiblemente a concluir que sobre la misma base latina que el resto de lenguas romances europeas, el catalán carecía de la aportación árabe de la que goza el valenciano y, por el contrario, tiene durante casi 5 siglos (450 años) la aportación occitano-provenzal francesa. Esta es la razón de que en Cataluña utilicen tantos términos franceses como el “gairebé”, “mercí” o “merces”, “donç”, “si us plau”, o “petit” todos importados del provenzal fruto de su dependencia y vasallaje a la corona francesa durante casi 5 siglos.
Mientras Valencia ha sido una provincia hispanorromana y un Reino hispano-árabe, y posteriormente un Reino perteneciente a la Corona de Aragón y a la Corona Española, las tierras catalanas fueron parte de una provincia hispanorromana (hasta el 801), francesa (hasta el 1258), aragonesa y española desde 1258 hasta hoy. NUNCA HAN SIDO UNA NACIÓN NI HAN GOZADO DE SOBERANÍA PORQUE NO HAN TENIDO UN REY NI HAN SIDO UN REINO. (Sí que han tenido rey, francés o aragonés; Reino nunca ha sido, sino Principat de Cathalunya, Catalunya)
LA MENTIRA EN SU DIMENSIÓN LINGÜÍSTICA.
LA GRAN MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN.
El nacionalismo catalán erige su supuesta nación en otra gran mentira: el carácter histórico y original de la lengua catalana. La lengua catalana impuesta por el nacionalismo catalanista desde el pasado siglo XX es un producto de laboratorio sobre la base de un barceloní, que tiene su origen en el provenzal francés o lemosín y que carece absolutamente de literatura histórica.

antigua lengua catalana según Bofarull (occitano y valenciano mezclado)
Una de las definiciones más certeras, y que me imagino son candidatas a ser manipuladas, es esta verdadera confesión –no de culpabilidad, sino de realidad- cuando la Wikipedia nos dice algo que he sostenido siempre y que tanto desagrada leer al catalanismo-, y es que la lengua catalana no existió como tal hasta el siglo XV (dos siglos después de la Conquista de Valencia) y como una variedad dialectal con muy escaso valor, y con una cierta relevancia hasta el siglo XIX con su “Renaixença”. Dice la enciclopedia que “La literatura en catalán vio sus primeras grandes obras antes en prosa que en verso. Esto se debió a que los poetas cultos, hasta el siglo XV, preferían utilizar el provenzal literario en vez de la variedad autóctona, como en el caso de Alfonso II (el Trovador). Cabe destacar, sin embargo, que existían pocas diferencias entre la lengua catalana y las diversas variedades occitanas (provenzal, languedociano, lemosín, gascón...), muchas menos en la Edad Media, ya que durante esa época y en siglos posteriores se consideraban la misma lengua”.

provenzal, languedociano, lemosín, gascón, etc


Por si la cosa no está clara, añado la cita del filólogo y lingüista catalán Antoni Badía Margarit, rector de la Universidad de Barcelona, que en su Gramática Histórica Catalana (1952) sostiene que “no es el catalán una lengua románica que siempre haya estado entre las lenguas con personalidad propia: todo lo contrario, era considerado como una variedad dialectal de la lengua provenzal, y sólo desde hace relativamente poco ha merecido la categoría de lengua neolatina independiente”. Ref. Antoni Badía Margarit. Gramática Histórica Catalana (1.952). Por si fuera poco, traigo a colación, también, la cita del insigne historiador y humanista, Menéndez Pelayo que de manera tajante afirma que “hasta muy entrado el siglo XV, en Cataluña los versos se componían en Provenzal”, lo que confirma tanto la versión de la enciclopedia como la de Badía Margarit.
Y en el mismo sentido la del filólogo e hispanista francés Alfred Morel-Fatio cuando sostiene que “el catalán es una mera variante de Provenzal porque los habitantes de Septimania y los de la Marca Hispánica (hoy Cataluña) hablaban la misma lengua Provenzal” (Études sur l'Espagne (3 vols., 1888-1904; segunda edición de los volúmenes I y II, 1895 y 1906).
Y también el Filólogo suizo-alemán Meyer-Lübke que de manera incontrovertible sostiene que “el catalán..., que no es más que un dialecto del Provenzal” (Grammaire des Langues Romanes". Paris, 1890. pág.13).
Finalmente, y como colofón y rúbrica de lo dicho, el patriarca de la Romanística y creador de la Gramática Comparada, el filólogo alemán Friedrich Christian Díez (15 marzo 1794-29 mayo 1876), confirma la dependencia dialectal del romance hablado en los condados catalanes” bajo influencia francesa: “el Provenzal se extiende particularmente en Cataluña” ("Grammaire des Langues Romanes”. Paris. 1874. p.3) “Alvernés, gascón, provenzal, lenguadociano son dialectos romances”.
Así pues, en el siglo XV, mientras los condados franco-catalanes tenían una incipiente y escasa literatura en provenzal - como dice la enciclopedia digital y los eruditos reseñados - y toda su legislación estaba en latín, el Reino de Valencia no sólo gozaba ya de dos siglos de leyes en valenciano sino que su literatura entraba en el gran siglo de Oro de la Lengua Valenciana y nuestros autores, Ausiàs March, Joanot Martorell, Jaume Roig, Roig de Corella, Marti de Viciana, Isabel de Villena, Bonifacio y Vicente Ferrer, todos ellos valencianos, manifestaban sin excepción que el idioma en que escribían sus obras en pleno siglo XV no era otro que la “Lengua Valenciana”.
CONCLUSIÓN, Así las cosas, volvemos siempre a la pregunta del principio: Unos condados fronterizos que durante 500 años pertenecieron a Francia (801-1258), que toda su legislación estaba en latín y que hablaban un galo-romance como el provenzal (tal como dicen los más prestigiosos filólogos e historiadores) al menos hasta 2 siglos después de la conquista de Valencia, ¿cómo van a traer a Valencia y a enseñar a hablar a todo un reino que les multiplicaba en todos los aspectos?
Y concretamente en la ciudad de Valencia que por aquel entonces tenía 30.000 habitantes según el estudio de la paleo-historiadora Amparo Cabanes, ¿eso lo hicieron 600 soldados o colonos iletrados de los condados franco-catalanes que reclutó Jaime I para su ejército conquistador y se asentaron en nuestra ciudad, según consta en el “llibre dels avehinaments” y en el "llibre del Repartiment"? repartimiento-de-valencia

Y si así fuera, ¿con qué prodigioso método enseñaron a hablar como para que el Rey Conquistador nos diera inmediatamente nuestra legislación foral -Els Furs- en romance valenciano, y obligara a jueces y médicos a dar sentencias y recetas “en lengua llana” para que los valencianos lo entendiéramos? "Los jutges en romanç diguen les sentencies...", "Metges axi fisichs com cirurgians les receptes que ditaran hajen a dictar en romanç declarant lo nom de les herbes en lur nom comu, e vulgar".
La teoría catalanista de la colonización del Reino de Valencia hace aguas por todos lados. Pero el esencialismo integrista de su nacionalismo irracional les ciega de tal manera que no admiten estos datos y pruebas científicas que desmontan definitivamente la gran mentira catalanista.
EL REINO MORO DE VALENCIA HABLABA VALENCIANO 300 AÑOS ANTES DE LA CONQUISTA DE JAIME I.
En el año 2002 publiqué el libro 'Breve historia de Valencia, Didáctica elemental para amar y defender en Valencia (Juan García Sentandreu, ediciones Fundacio Nuevo Valencianismo, 2002). En su primera parte: “Historia de la Lengua Valenciana”, y en su capítulo cuarto, hablo de la Valencia mozárabe en la que los cristianos que vivían bajo el dominio musulmán (mozárabes) hablaban desde el siglo IX, un latín vulgar arabizado en el nombre de 'romanç valenciá', la lengua que se encontraría Jaime I cuando conquista el Reino de Valencia en 1238.
Son diversos los testigos, los documentos, que manifiestan la existencia de los mozárabes y de la lengua de los mozárabes a lo largo del periodo de dominación islámica. He ampliado esta información en sus fuentes y citas bibliográficas para los que tengan interés en su estudio.
1.- El arabista, lexicógrafo e historiador Francisco Javier Simonet y Baca, por ejemplo, relata de los mozárabes que “dando gallarda muestra de la capacidad, su ingenio y aplicación, y acomodándose a las difíciles circunstancias de su largo cautiverio, cultivaron ambas lenguas y literaturas sobresaliendo, así, en el árabe como en la hispano-latina, pero sin olvidar la suya propia”. Y añade: “Los mozárabes conservaron perpetuamente el conocimiento de la lengua latina, al menos como lengua sabia. Ocurre la importante cuestión de que la lengua vulgar usada comúnmente por aquel pueblo, pues ni el árabe era hablado generalmente por los mozárabes, como algunos han supuesto, ni el antiguo latín se hablaba ya por los antiguos españoles, llevando algunos siglos de decadencia y descomposición en el uso familiar y corriente. Nosotros creemos que los mozárabes, hablaban un dialecto vulgar formado por el antiguo latín y otros elementos filológicos acumulados en el transcurso de los siglos en toda la península, siendo muy parecido al romance de hoy”.
2.- Dr. En Filosofía y Letras, el Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Manuel Mourelle de Lema, abunda en esta cuestión cuando dice que “en la Lengua Valenciana se encuentran vivos muchos vocablos procedentes del árabe… Hibridación y seudomorfosis son fenómenos lingüísticos resultantes de una larga convivencia de dos culturas: la ibero-latina valenciana y la árabe”. Mourelle de Lema entiende por tanto que “no se puede minimizar el valor de las jarchas valencianas para probar la existencia de un romance en Valencia antes del siglo XI… No es erróneo, sino muy científico e incontrovertible, suponer una tradición de canciones eróticas en romance en tiempos anteriores al que vivieron los citados poetas els musulmanes en lo que sería Reino de Valencia. Incluso podría pensarse en su existencia en los siglos IX y X”.
3.- El profesor Gómez Bayarri, licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Historia por la Universidad de Zaragoza, acota que “el romance idioma madre debió de constituir el vehículo de expresión de la vida cotidiana familiar y lazo de comunicación de la vida sentimental. Así lo atestiguan las canciones de amor, amplio repertorio, llenas de amable dulzura…”.
4.- La escritora y experta arabista, Teresa Garulo, profesora del Departamento de estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid que escribe que “Los viajes a Oriente se convierten en el vehículo transmisor de la cultura árabe, los hombres cultos van a las grandes metrópolis, deseosos de perfeccionar su cultura y, al regresar, llevan las novedades de Bagdad, toda la poesía de los modernos y más tarde de los neoclásicos, que son los que ejercen una influencia viva, directa y eficaz de los poetas hispanoárabes”. Y continúa. “A principios del siglo X, Muqqadam de Cabra crea la “moaxaja”, producto típicamente hispano-árabe, caracterizado por la estructura estrófica, desconocida en la poesía árabe, y por la adición de un final en romance: la jarcha”.
“Sólo en Valencia se mantiene la tradición cultural anterior a los almorávides, y con Ibn Jafaya (m. 1138) y su sobrino Ibn azZaqqaq (m. 1134) se crea la escuela de poetas paisajistas que todavía supieron reanimar el andamiaje de la “casida” y renovar el “cabnal” de las metáforas”, escribe Teresa Garulo.
La poesía árabe del final de la dominación islámica es una poesía popular. Los poemas reciben el nombre de “moaxaha” o “moaxaja”, rematadas por una jarcha. La moaxaha consta de seis partes rimadas entre sí y otras cinco partes que no tienen rima común. La jarcha o harja final es la salida, el remate y, por lo general, está redactada en romance. Las jarchas son cánticos de amigo, de amor, de cariño, puestas en boca de quien añora a la persona amada. Y son propias de la comunidad mozárabe cristiana. Pero las hay también escritas en árabe, incluso en hebreo, lengua que hablaba la comunidad judía.
5.- El Catedrático de Historia, Leopoldo Peñarroja, señala que las jarchas (harges) “se convierten en síntoma y en cristal a través del cual es posible penetrar en la interioridad de la civilización románica de Al Andalus, por su conexión o pertenencia a una primitiva lírica románica”. Para Peñarroja, “las jarchas anuncian, consecuentemente, la permanencia de un mundo cultural hispa-románico distinto, a pesar de que viene íntimamente de la cultura arábiga implantada en el siglo VIII. Hoy no cabe la menor duda de que en el trasmundo de las jarchas valencianas hay una literatura preexistente y popular”.
6.- El arabista Emilio García Gómez, presidente de la Academia de la Historia y miembro de la Real Academia Española de la Lengua, hace "la observación de que la métrica de les moaxahes y de los zejels no siguen la métrica arábica, sino la métrica silábica latina, la románica, que pervivió durante todo el período de arabización".
7.- El catedrático de lengua, literatura y filología, Dámaso Alonso Fernández de las Redondas, después de estudiar una veintena de “muwxxaha” se encontró a Samuel Stern, profesor universitario, en una sinagoga de Jerusalén, que le confirmó que “musulmanes, judíos y mozárabes utilizaban un romance vernáculo, con unos caracteres estructurales que eran similares a los del valenciano primitivo. Este romance vernáculo gozaba, además, de plena vitalidad a la hora de la reconquista y tenía límites definidos”.
8.- El filólogo, medievalista e historiador, Ramón Menéndez Pidal, cuenta que Mío Cid, Rodrigo Díaz de Vivar, al conquistar la ciudad de Valencia en 1090, encargó la vigilancia y defensa de la ciudad a los mozárabes que había dentro “porque fueron criados con los moros y hablaban como ellos y sabían sus maneras y costumbres”.
9.- Es más, el medievalista y Catedrático de Historia Antonio Ubieto Arteta afirma que “los musulmanes que nos invadieron y colonizaron no fueron nunca superiores en número a los naturales de Valencia, a los cuales, además, respetaron, y recuerda que la Sura II del Corán obliga a los árabes a proteger a los cristianos y a sus iglesias”.
Está más que demostrado que no es verdad lo que sostienen los catalanistas de que cuando llegó Jaime I no encontró aquí ningún mozárabe y que, por lo tanto, no se hablaba el romance, el latín antiguo de los romanos, lo que hablaban los valencianos, dicen los catalanistas, es el catalán de los pocos “catalanes” que iban con Jaime I en la conquista de Valencia.
10.- El catedrático de Estudios Hispánicos Al Andalus de la Universitat de El Cairo, Hussein Mones, en su libro “Andalusia, Algarbia and Al Sharky”, cuenta que “a la llegada de Jaume I a Valencia en 1238, había aquí, en todo el territorio del Reino Moro de Valencia, 120.000 musulmanes, 65.000 cristianos (mozárabes) y 2.000 judíos”.
Según Mones, y así lo recoge en su libro, al rendirse el rey Zayán a Jaime I y darle las llaves de las puertas de la ciudad, le dijo: “En la ciudad de Valencia conviven musulmanes, gente noble de mi pueblo, junto a cristianos y judíos. Espero que sepa gobernarlos para que continúen viviendo con la misma armonía y para que trabajen esta noble tierra conjuntamente. Aquí, durante mi reinado salían procesiones de la Semana Santa y los cristianos profesaban su religión con toda libertad, ya que nuestro Corán reconoce a Cristo y a la Virgen María. Espero que Vd. conceda el mismo trato a los musulmanes de Valencia”.
F. J. Simonet, del que ya hemos hablado al principio, en referencia a esto, escribe que “los mozárabes nunca llegaron a olvidar, ni en el uso vulgar ni en el literario, el idioma latino e hispano-latino recibido de sus ascendientes, su idioma religioso y nacional”.
11.- El escritor, historiador y epigrafista, Aureliano Fernández Guerra, asegura que “los mozárabes fueron guardadores fidelísimos de la lengua romance, de la poesía y de las costumbres de sus antepasados”.
12.- El filólogo Joan Costa corona esta grupo de pruebas y argumentos de forma contundente y esclarecedora cuando escribe: “Si hoy en Valencia, después de 400 años de cultura castellana, de documentación oficial en castellano, de escuela y liturgia en castellano, de medios de comunicación en castellano, la gente, sobre todo en los pueblos, continúa hablando la lengua valenciana, aunque todos conozcan el castellano y la inmensa mayoría escribe siempre en castellano, ¿Por qué debería de ser diferente en la lengua valenciana? ¿Por qué los valencianos musulmanes, en continuo contacto con los cristianos de los reinos fronterizos, deberían de perder su romance?”.
13.- El filólogo romanista y etimólogo alemán, Harri Meier, citado por Peñarroja, tiene también una frase aplastante en esta polémica: “Nunca, en ningún lugar, ha sucedido el simple trasplante de un idioma a otro pueblo o población.
14.- Para al filólogo y miembro de la Real Academia Española de la Lengua, Luis Fullana Mira, “solo el substrato mozárabe configuró la individualidad lingüística de Valencia”.
Idea que amplia Gómez Bayarri al decir que el romance “constituyó el estrato fundamental en la configuración de la Lengua Valenciana, hecho que pronto se plasmó va en la singularizada conciencia idiomática medieval valenciana, y así quedó constatado en documentos jurídicos, literarios y notariales que dan imagen a su particular onomástica”.

Cataluña como sinónimo de mentira, Juan García Sentandreu

En su artículo: “Cataluña como sinónimo de mentiraJuan García Sentandreu, Vox Valencia, escritor y jurista, escribe y aporta los siguientes datos y documentación:

El Reino de Valencia es 900 años LATINO y 530 años MUSULMÁN. De ahí que la Lengua Valenciana tenga la mayor parte de su base idiomática en el latín de los conquistadores romanos (900 años) y una gran y rica aportación árabe (530 años).
Los condados “catalanes” fueron 900 años LATINOS; 84 años MUSULMANES y 450 FRANCESES. Lo que nos lleva indefectiblemente a concluir que sobre la misma base latina que el resto de lenguas romances europeas, el catalán carecía de la aportación árabe de la que goza el valenciano y, por el contrario, tiene durante casi 5 siglos (450 años) la aportación occitano-provenzal francesa. Esta es la razón de que en Cataluña utilicen tantos términos franceses como el “gairebé”, “mercí” o “merces”, “donç”, “si us plau”, o “petit” todos importados del provenzal fruto de su dependencia y vasallaje a la corona francesa durante casi 5 siglos.
Mientras Valencia ha sido una provincia hispanorromana y un Reino hispano-árabe, y posteriormente un Reino perteneciente a la Corona de Aragón y a la Corona Española, las tierras catalanas fueron parte de una provincia hispanorromana (hasta el 801), francesa (hasta el 1258), aragonesa y española desde 1258 hasta hoy. NUNCA HAN SIDO UNA NACIÓN NI HAN GOZADO DE SOBERANÍA PORQUE NO HAN TENIDO UN REY NI HAN SIDO UN REINO. (Sí que han tenido rey, francés o aragonés; Reino nunca ha sido, sino Principat de Cathalunya, Catalunya)
LA MENTIRA EN SU DIMENSIÓN LINGÜÍSTICA.
LA GRAN MENTIRA DE QUE EL VALENCIANO PROVIENE DEL CATALÁN.
El nacionalismo catalán erige su supuesta nación en otra gran mentira: el carácter histórico y original de la lengua catalana. La lengua catalana impuesta por el nacionalismo catalanista desde el pasado siglo XX es un producto de laboratorio sobre la base de un barceloní, que tiene su origen en el provenzal francés o lemosín y que carece absolutamente de literatura histórica.

antigua lengua catalana según Bofarull (occitano y valenciano mezclado)
Una de las definiciones más certeras, y que me imagino son candidatas a ser manipuladas, es esta verdadera confesión –no de culpabilidad, sino de realidad- cuando la Wikipedia nos dice algo que he sostenido siempre y que tanto desagrada leer al catalanismo-, y es que la lengua catalana no existió como tal hasta el siglo XV (dos siglos después de la Conquista de Valencia) y como una variedad dialectal con muy escaso valor, y con una cierta relevancia hasta el siglo XIX con su “Renaixença”. Dice la enciclopedia que “La literatura en catalán vio sus primeras grandes obras antes en prosa que en verso. Esto se debió a que los poetas cultos, hasta el siglo XV, preferían utilizar el provenzal literario en vez de la variedad autóctona, como en el caso de Alfonso II (el Trovador). Cabe destacar, sin embargo, que existían pocas diferencias entre la lengua catalana y las diversas variedades occitanas (provenzal, languedociano, lemosín, gascón...), muchas menos en la Edad Media, ya que durante esa época y en siglos posteriores se consideraban la misma lengua”.

provenzal, languedociano, lemosín, gascón, etc


Por si la cosa no está clara, añado la cita del filólogo y lingüista catalán Antoni Badía Margarit, rector de la Universidad de Barcelona, que en su Gramática Histórica Catalana (1952) sostiene que “no es el catalán una lengua románica que siempre haya estado entre las lenguas con personalidad propia: todo lo contrario, era considerado como una variedad dialectal de la lengua provenzal, y sólo desde hace relativamente poco ha merecido la categoría de lengua neolatina independiente”. Ref. Antoni Badía Margarit. Gramática Histórica Catalana (1.952). Por si fuera poco, traigo a colación, también, la cita del insigne historiador y humanista, Menéndez Pelayo que de manera tajante afirma que “hasta muy entrado el siglo XV, en Cataluña los versos se componían en Provenzal”, lo que confirma tanto la versión de la enciclopedia como la de Badía Margarit.
Y en el mismo sentido la del filólogo e hispanista francés Alfred Morel-Fatio cuando sostiene que “el catalán es una mera variante de Provenzal porque los habitantes de Septimania y los de la Marca Hispánica (hoy Cataluña) hablaban la misma lengua Provenzal” (Études sur l'Espagne (3 vols., 1888-1904; segunda edición de los volúmenes I y II, 1895 y 1906).
Y también el Filólogo suizo-alemán Meyer-Lübke que de manera incontrovertible sostiene que “el catalán..., que no es más que un dialecto del Provenzal” (Grammaire des Langues Romanes". Paris, 1890. pág.13).
Finalmente, y como colofón y rúbrica de lo dicho, el patriarca de la Romanística y creador de la Gramática Comparada, el filólogo alemán Friedrich Christian Díez (15 marzo 1794-29 mayo 1876), confirma la dependencia dialectal del romance hablado en los condados catalanes” bajo influencia francesa: “el Provenzal se extiende particularmente en Cataluña” ("Grammaire des Langues Romanes”. Paris. 1874. p.3) “Alvernés, gascón, provenzal, lenguadociano son dialectos romances”.
Así pues, en el siglo XV, mientras los condados franco-catalanes tenían una incipiente y escasa literatura en provenzal - como dice la enciclopedia digital y los eruditos reseñados - y toda su legislación estaba en latín, el Reino de Valencia no sólo gozaba ya de dos siglos de leyes en valenciano sino que su literatura entraba en el gran siglo de Oro de la Lengua Valenciana y nuestros autores, Ausiàs March, Joanot Martorell, Jaume Roig, Roig de Corella, Marti de Viciana, Isabel de Villena, Bonifacio y Vicente Ferrer, todos ellos valencianos, manifestaban sin excepción que el idioma en que escribían sus obras en pleno siglo XV no era otro que la “Lengua Valenciana”.
CONCLUSIÓN, Así las cosas, volvemos siempre a la pregunta del principio: Unos condados fronterizos que durante 500 años pertenecieron a Francia (801-1258), que toda su legislación estaba en latín y que hablaban un galo-romance como el provenzal (tal como dicen los más prestigiosos filólogos e historiadores) al menos hasta 2 siglos después de la conquista de Valencia, ¿cómo van a traer a Valencia y a enseñar a hablar a todo un reino que les multiplicaba en todos los aspectos?
Y concretamente en la ciudad de Valencia que por aquel entonces tenía 30.000 habitantes según el estudio de la paleo-historiadora Amparo Cabanes, ¿eso lo hicieron 600 soldados o colonos iletrados de los condados franco-catalanes que reclutó Jaime I para su ejército conquistador y se asentaron en nuestra ciudad, según consta en el “llibre dels avehinaments” y en el "llibre del Repartiment"? repartimiento-de-valencia

Y si así fuera, ¿con qué prodigioso método enseñaron a hablar como para que el Rey Conquistador nos diera inmediatamente nuestra legislación foral -Els Furs- en romance valenciano, y obligara a jueces y médicos a dar sentencias y recetas “en lengua llana” para que los valencianos lo entendiéramos? "Los jutges en romanç diguen les sentencies...", "Metges axi fisichs com cirurgians les receptes que ditaran hajen a dictar en romanç declarant lo nom de les herbes en lur nom comu, e vulgar".
La teoría catalanista de la colonización del Reino de Valencia hace aguas por todos lados. Pero el esencialismo integrista de su nacionalismo irracional les ciega de tal manera que no admiten estos datos y pruebas científicas que desmontan definitivamente la gran mentira catalanista.
EL REINO MORO DE VALENCIA HABLABA VALENCIANO 300 AÑOS ANTES DE LA CONQUISTA DE JAIME I.
En el año 2002 publiqué el libro 'Breve historia de Valencia, Didáctica elemental para amar y defender en Valencia (Juan García Sentandreu, ediciones Fundacio Nuevo Valencianismo, 2002). En su primera parte: “Historia de la Lengua Valenciana”, y en su capítulo cuarto, hablo de la Valencia mozárabe en la que los cristianos que vivían bajo el dominio musulmán (mozárabes) hablaban desde el siglo IX, un latín vulgar arabizado en el nombre de 'romanç valenciá', la lengua que se encontraría Jaime I cuando conquista el Reino de Valencia en 1238.
Son diversos los testigos, los documentos, que manifiestan la existencia de los mozárabes y de la lengua de los mozárabes a lo largo del periodo de dominación islámica. He ampliado esta información en sus fuentes y citas bibliográficas para los que tengan interés en su estudio.
1.- El arabista, lexicógrafo e historiador Francisco Javier Simonet y Baca, por ejemplo, relata de los mozárabes que “dando gallarda muestra de la capacidad, su ingenio y aplicación, y acomodándose a las difíciles circunstancias de su largo cautiverio, cultivaron ambas lenguas y literaturas sobresaliendo, así, en el árabe como en la hispano-latina, pero sin olvidar la suya propia”. Y añade: “Los mozárabes conservaron perpetuamente el conocimiento de la lengua latina, al menos como lengua sabia. Ocurre la importante cuestión de que la lengua vulgar usada comúnmente por aquel pueblo, pues ni el árabe era hablado generalmente por los mozárabes, como algunos han supuesto, ni el antiguo latín se hablaba ya por los antiguos españoles, llevando algunos siglos de decadencia y descomposición en el uso familiar y corriente. Nosotros creemos que los mozárabes, hablaban un dialecto vulgar formado por el antiguo latín y otros elementos filológicos acumulados en el transcurso de los siglos en toda la península, siendo muy parecido al romance de hoy”.
2.- Dr. En Filosofía y Letras, el Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Manuel Mourelle de Lema, abunda en esta cuestión cuando dice que “en la Lengua Valenciana se encuentran vivos muchos vocablos procedentes del árabe… Hibridación y seudomorfosis son fenómenos lingüísticos resultantes de una larga convivencia de dos culturas: la ibero-latina valenciana y la árabe”. Mourelle de Lema entiende por tanto que “no se puede minimizar el valor de las jarchas valencianas para probar la existencia de un romance en Valencia antes del siglo XI… No es erróneo, sino muy científico e incontrovertible, suponer una tradición de canciones eróticas en romance en tiempos anteriores al que vivieron los citados poetas els musulmanes en lo que sería Reino de Valencia. Incluso podría pensarse en su existencia en los siglos IX y X”.
3.- El profesor Gómez Bayarri, licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Historia por la Universidad de Zaragoza, acota que “el romance idioma madre debió de constituir el vehículo de expresión de la vida cotidiana familiar y lazo de comunicación de la vida sentimental. Así lo atestiguan las canciones de amor, amplio repertorio, llenas de amable dulzura…”.
4.- La escritora y experta arabista, Teresa Garulo, profesora del Departamento de estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid que escribe que “Los viajes a Oriente se convierten en el vehículo transmisor de la cultura árabe, los hombres cultos van a las grandes metrópolis, deseosos de perfeccionar su cultura y, al regresar, llevan las novedades de Bagdad, toda la poesía de los modernos y más tarde de los neoclásicos, que son los que ejercen una influencia viva, directa y eficaz de los poetas hispanoárabes”. Y continúa. “A principios del siglo X, Muqqadam de Cabra crea la “moaxaja”, producto típicamente hispano-árabe, caracterizado por la estructura estrófica, desconocida en la poesía árabe, y por la adición de un final en romance: la jarcha”.
“Sólo en Valencia se mantiene la tradición cultural anterior a los almorávides, y con Ibn Jafaya (m. 1138) y su sobrino Ibn azZaqqaq (m. 1134) se crea la escuela de poetas paisajistas que todavía supieron reanimar el andamiaje de la “casida” y renovar el “cabnal” de las metáforas”, escribe Teresa Garulo.
La poesía árabe del final de la dominación islámica es una poesía popular. Los poemas reciben el nombre de “moaxaha” o “moaxaja”, rematadas por una jarcha. La moaxaha consta de seis partes rimadas entre sí y otras cinco partes que no tienen rima común. La jarcha o harja final es la salida, el remate y, por lo general, está redactada en romance. Las jarchas son cánticos de amigo, de amor, de cariño, puestas en boca de quien añora a la persona amada. Y son propias de la comunidad mozárabe cristiana. Pero las hay también escritas en árabe, incluso en hebreo, lengua que hablaba la comunidad judía.
5.- El Catedrático de Historia, Leopoldo Peñarroja, señala que las jarchas (harges) “se convierten en síntoma y en cristal a través del cual es posible penetrar en la interioridad de la civilización románica de Al Andalus, por su conexión o pertenencia a una primitiva lírica románica”. Para Peñarroja, “las jarchas anuncian, consecuentemente, la permanencia de un mundo cultural hispa-románico distinto, a pesar de que viene íntimamente de la cultura arábiga implantada en el siglo VIII. Hoy no cabe la menor duda de que en el trasmundo de las jarchas valencianas hay una literatura preexistente y popular”.
6.- El arabista Emilio García Gómez, presidente de la Academia de la Historia y miembro de la Real Academia Española de la Lengua, hace "la observación de que la métrica de les moaxahes y de los zejels no siguen la métrica arábica, sino la métrica silábica latina, la románica, que pervivió durante todo el período de arabización".
7.- El catedrático de lengua, literatura y filología, Dámaso Alonso Fernández de las Redondas, después de estudiar una veintena de “muwxxaha” se encontró a Samuel Stern, profesor universitario, en una sinagoga de Jerusalén, que le confirmó que “musulmanes, judíos y mozárabes utilizaban un romance vernáculo, con unos caracteres estructurales que eran similares a los del valenciano primitivo. Este romance vernáculo gozaba, además, de plena vitalidad a la hora de la reconquista y tenía límites definidos”.
8.- El filólogo, medievalista e historiador, Ramón Menéndez Pidal, cuenta que Mío Cid, Rodrigo Díaz de Vivar, al conquistar la ciudad de Valencia en 1090, encargó la vigilancia y defensa de la ciudad a los mozárabes que había dentro “porque fueron criados con los moros y hablaban como ellos y sabían sus maneras y costumbres”.
9.- Es más, el medievalista y Catedrático de Historia Antonio Ubieto Arteta afirma que “los musulmanes que nos invadieron y colonizaron no fueron nunca superiores en número a los naturales de Valencia, a los cuales, además, respetaron, y recuerda que la Sura II del Corán obliga a los árabes a proteger a los cristianos y a sus iglesias”.
Está más que demostrado que no es verdad lo que sostienen los catalanistas de que cuando llegó Jaime I no encontró aquí ningún mozárabe y que, por lo tanto, no se hablaba el romance, el latín antiguo de los romanos, lo que hablaban los valencianos, dicen los catalanistas, es el catalán de los pocos “catalanes” que iban con Jaime I en la conquista de Valencia.
10.- El catedrático de Estudios Hispánicos Al Andalus de la Universitat de El Cairo, Hussein Mones, en su libro “Andalusia, Algarbia and Al Sharky”, cuenta que “a la llegada de Jaume I a Valencia en 1238, había aquí, en todo el territorio del Reino Moro de Valencia, 120.000 musulmanes, 65.000 cristianos (mozárabes) y 2.000 judíos”.
Según Mones, y así lo recoge en su libro, al rendirse el rey Zayán a Jaime I y darle las llaves de las puertas de la ciudad, le dijo: “En la ciudad de Valencia conviven musulmanes, gente noble de mi pueblo, junto a cristianos y judíos. Espero que sepa gobernarlos para que continúen viviendo con la misma armonía y para que trabajen esta noble tierra conjuntamente. Aquí, durante mi reinado salían procesiones de la Semana Santa y los cristianos profesaban su religión con toda libertad, ya que nuestro Corán reconoce a Cristo y a la Virgen María. Espero que Vd. conceda el mismo trato a los musulmanes de Valencia”.
F. J. Simonet, del que ya hemos hablado al principio, en referencia a esto, escribe que “los mozárabes nunca llegaron a olvidar, ni en el uso vulgar ni en el literario, el idioma latino e hispano-latino recibido de sus ascendientes, su idioma religioso y nacional”.
11.- El escritor, historiador y epigrafista, Aureliano Fernández Guerra, asegura que “los mozárabes fueron guardadores fidelísimos de la lengua romance, de la poesía y de las costumbres de sus antepasados”.
12.- El filólogo Joan Costa corona esta grupo de pruebas y argumentos de forma contundente y esclarecedora cuando escribe: “Si hoy en Valencia, después de 400 años de cultura castellana, de documentación oficial en castellano, de escuela y liturgia en castellano, de medios de comunicación en castellano, la gente, sobre todo en los pueblos, continúa hablando la lengua valenciana, aunque todos conozcan el castellano y la inmensa mayoría escribe siempre en castellano, ¿Por qué debería de ser diferente en la lengua valenciana? ¿Por qué los valencianos musulmanes, en continuo contacto con los cristianos de los reinos fronterizos, deberían de perder su romance?”.
13.- El filólogo romanista y etimólogo alemán, Harri Meier, citado por Peñarroja, tiene también una frase aplastante en esta polémica: “Nunca, en ningún lugar, ha sucedido el simple trasplante de un idioma a otro pueblo o población.
14.- Para al filólogo y miembro de la Real Academia Española de la Lengua, Luis Fullana Mira, “solo el substrato mozárabe configuró la individualidad lingüística de Valencia”.
Idea que amplia Gómez Bayarri al decir que el romance “constituyó el estrato fundamental en la configuración de la Lengua Valenciana, hecho que pronto se plasmó va en la singularizada conciencia idiomática medieval valenciana, y así quedó constatado en documentos jurídicos, literarios y notariales que dan imagen a su particular onomástica”.