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domingo, 20 de agosto de 2023

VI. ¡Agur! Anónima. Francisco Manuel de Egaña,

VI. 

¡Agur!

Poesía anónima

(Dialecto guipuzcoano) 

¡Agur!

Cuéntase esta composición, tanto por la elevación de las ideas que contiene, como por la corrección de su forma, entre las mejores que he visto anónimas escritas en lengua euskara. La poesía Agur, que creo inédita, y de la que muy pocos, si alguno, tendrán noticia, fue adquirida por extraña casualidad en Madrid, y en 1855, por el señor D. Francisco Manuel de Egaña, que juzgándola digna de la publicidad la tradujo en prosa castellana, y que no habiendo visto la luz entonces por causas que no son del caso, ha tenido la bondad de facilitármela para el Cancionero vasco

Agur es una tierna despedida al país de un vascongado que marcha a América, y hay en ella además de mucho sentimiento, cualidad que generalmente domina en las poesías euskaras, gran elevación de pensamiento, junto con mucha pureza de dicción y notable corrección de estilo. 

La estrofa quinta, sobre todo, es muy poética, y se presta a mil diversas combinaciones, sin cambiarle una sola palabra y variando solamente la disposición o colocación de los versos; la sexta y séptima son muy filosóficas y revelan gran conocimiento de mundo y una buena dosis de experiencia, y por último, las tres estrofas 10, 11 y 12, con las que termina la composición, encierran mucho sentimiento y verdadera ternura, hermanados con gran naturalidad y una sencillez verdaderamente encantadoras.

Respecto a su traducción castellana, hecha de mano maestra, y que me ha sido remitida por el citado señor Egaña en unión con la composición original, sólo tengo que advertir que el ilustrado jurisconsulto ha creído deber sacrificar algo de la poesía del texto a la exactitud y verdad de la letra, por considerar este procedimiento que debe emplearse en toda versión que tenga por principal objeto dar a conocer la estructura especial de un idioma generalmente ignorado.

Para terminar estas líneas sólo me resta dar públicas gracias por sus atenciones al Sr. Egaña, tan amante de nuestra literatura y de las tradiciones de la tierra euskara, y llamar la atención de los lectores del Cancionero sobre la bellísima composición Agur, que no dudo ha de ser leída con verdadero placer. 

Escritas las procedentes líneas, y en los momentos en que iba a darlas a las cajas, recibo una atenta comunicación de D. Francisco Manuel de Egaña, que ha venido a causarme una verdadera y agradable sorpresa.

En ella el Sr. Egaña, que había tenido la bondad de facilitarme la composición Agur, y de cuyas cartas había entresacado las noticias que he dado acerca de su origen, levantando el velo del anónimo bajo el que se encubría, se declara autor de esta bellísima poesía, acompañando pruebas que así lo demuestran.

He expuesto ya con entera independencia el humilde juicio que me ha merecido dicha producción, cuando estaba bien lejos de suponer siquiera el nombre de su autor, y sólo me resta, después de saberlo, confirmar aquel en todas sus partes, celebrando que haya cabido al "Cancionero vasco" la fortuna del hallazgo de un nuevo poeta vascongado de tanta valía como el Sr. Egaña.

Sabía que este ilustrado jurisconsulto era muy aficionado al estudio de la literatura, y muy perito en ella; tenía noticia de que había escrito diversas composiciones en lengua castellana, pero ignoraba en absoluto que se hubiera ejercitado jamás en el cultivo de la poesía euskara.

En la misma última carta de que hago mención, el Sr. Egaña, acompaña las siguientes noticias acerca del origen de esta composición, noticias cuya reproducción en este lugar no juzgo ociosa:

"Debí a la excelente voluntad del respetable señor D. Claudio Antón de Luzuriaga, que siendo él Ministro de Ultramar, y hallándome yo cesante por consecuencia de la revolución del 54, me nombrara a principios de 1855 Teniente Fiscal de la Audiencia pretorial de la Habana. Próximo ya a embarcarme, (lo cual no tuvo efecto por un acto exclusivo de mi voluntad), una bella e ilustre señorita de Guetaria, en casa de cuyos

nobilísimos padres hacía yo tertulia, me pidió que escribiera alguna cosa en vascuence para su Álbum, y el 18 de febrero de 1855 la envié el Agur, mi primer ensayo en el idioma nativo. Esta es su historia."

Réstame para terminar estas lineas felicitar muy de veras al Sr. Egaña, como a poeta vascongado, pues es hallazgo de valía el de un vate de su importancia, aquí donde, por desgracia, son tan pocos los que se

dedican al cultivo de las Musas. 


¡Agur!

Poesía por Don Francisco Manuel de Egaña.


Triste daucat anima,

Biyotza miñdubá, (1) 

Borondate (2) argal au (3)

Aguitz (4) naguitubá: (5) 

Esperantza ez det izan 

Beñere urritubá, (6) 

Fedia iñoiz baño

Gaur aundiyaguá!


Americára nua, 

Euskaldun gaztiá,

Lutequiyan (7) largaric (8) 

Nai dedan guztiyá:

Cerubac aguintzen (9) dit 

Gaur emen uztiá, (10) 

Aguin dezaqueána 

Bigar biurtziá. (11) 


Munduban badabiltza

Ni bezela millá

Lauquiya (12) dan progatzen 

Edo biribillá: (13) 

Zarrian (14) azpertuta, (15) 

Berriyaren billá, 

Batian jo Erroma 

Beztian Antillá. 


Bidage luce (16) óbec,

Dutenez esatén, 

Iracarten (17) digúbe

Munduban bicitzén;

Bicimoduba zér dan 

Aizá daquigu (18) len, 

Habánan sobra dána 

Ez balitz falta emén.


Ichaso (19) zabaleco

Bagaren artián

Icusicónaiz láster 

Ol baten gañian,

Chimista (20) ortic-eméndic

Escaitz (21) illunián, 

Lumá (22) ariña bezela

Noiz goyan, noiz bian.


Onela (23) da mundúba,

Beti izan da onelá, 

Iñólaz ere aurréra 

Onela izango dá: 

Jayuac (24) badaquigu


Non jayo (24) guiñadén, 

Non ill biarco dégun 

Ez orain eta ez lén. 


Zer dan oartzen (25) báda 

Gure bidagoá, (26) 

Oro bat da legórra (27) 

Nola ichasoá: 

Iñon ere ez da fálta 

Erori-jasoá; (28) 

Guztiyaren gañetic 

Dago Jaungoicoá. (29)



Ni urrútira juan árren, 

Illtzen ez baguerá, 

Bilduco (30) guera oraindic 

Gure bazterrerá : (3 1) 

Amétsac narabillde 

Atséra eta aurrerá, 

San Antongo menditic

Zarautzco ondarrerá. 


Zarautz izanagátic

Nere jatorriyá, (32) 

Leyal zauzeat goguan (33) 

Beti, Quetariyá:

Zu gure noiz baiteco 

Deserri (34) atseguiñá, (35) 

Nere aitonen (36) humoy (37) 

Donecargarriyá. (38) 


Gaztetaco oroipénac, (39) 

Agur!, banúa ni

Berriyac escatzéra 

Etorquizunari. (40) 

Zer billatzéra núan

Iñorchoc ez daqui.

Baña zer galtzen dédan, 

¡Ay! galdetu neri...!


Adiyo quetariar

Eder doatsubá, (41) 

Maitagarriya bécin 

Pontzel (42) maitatubá: 

Jaunac aditzen bádu 

Nere erregubá, (43) 

Izango zera béti 

Zorionecuá.


Adiyo Eúskal érri

Odol (44) garbicoác, 

Agur basérri alái-ta (45) 

Saroy (46) guereitzubác, (47) 

Mendi tantayac (48) éta

Zelay (19) loretzubác, 

Biyotz neréco lágun

Beti-beticoác. 


TRADUCCIÓN CASTELLANA. 

¡ADIÓS! 

Tengo el alma contristada, dolorido el corazón, y esta flaca voluntad sobradamente perezosa: mi esperanza jamás ha sido desmedrada: mi fé es hoy más grande que nunca.

Joven vascongado, voy a América dejando en el continente todo cuanto amo: el cielo me ordena hoy que abandone aquí lo que puede mandarme

restituir mañana. 

Otros mil, como yo, vagan por el mundo para asegurarse de si es cuadrado o redondo: hastiados del antiguo, corren en pos del nuevo, y tan pronto están en Roma como en las Antillas.

Es fama que estos largos viajes nos enseñan el arte de vivir en el mundo: demasiado sabemos cómo se vive en él; sólo que a veces falta aquí lo que sobra en la Habana

Pronto me veré en medio de las olas del ancho mar, flotando como leve pluma sobre una tabla suspendida entre el cielo y el abismo, mientras el rayo lanzado por oscura tempestad cruza el espacio en todas direcciones.

Así es el mundo, siempre ha sido así, y así probablemente continuará siendo en lo porvenir: sabemos los mortales dónde hemos nacido, pero ni ahora ni nunca dónde habremos de morir.

Si meditamos acerca de nuestra peregrinación en la vida, el mar no es más imponente que la tierra: a todas partes nos acompaña la fragilidad de nuestro ser, y en todas vela Dios sobre todos.

Aunque me ausento a una región lejana, espero que, si vivimos, volveremos a reunirnos en nuestro país: mis sueños me trasportan de continuo desde el promontorio de San Antón (1) a la playa de Zarauz.

(1) Monte llamado Castillo de San Antón, rodeado por el mar, y unido por un arrecife al pueblo de Guetaria

Zarauz es mi pueblo natal, pero mi pecho agradecido jamás podrá olvidarte, Guetaria: Tú fuiste en otro tiempo para nosotros cariñosa mansión de destierro, cuna venerable de mis abuelos.

Memorias de la juventud, adiós!, voy a pedir otras nuevas al porvenir: nadie sabe lo que podré ganar; mas, ¡ay! preguntadme a mí lo que pierdo. 

Adiós, bella y graciosa guetariana, doncella tan amada como digna de serlo: si Dios escucha mis ruegos, siempre serás feliz.

Adiós, pueblos vascongados de limpia raza! Adiós risueñas caserías y frondosos bosques, titánicas montañas y floridos prados, compañeros inseparables de mi corazón...! 

NOTAS FILOLÓGICAS Y GRAMATICALES. 

(1) Mindu, mindutzen, guip., mindu, mintzen, lab. Procede de la raíz min, mal, dolor.

(2) Borondate, voluntad. Empléanse también como sinónimas en la lengua euskara, si bien no son tan conocidas, las voces oldea, naiguiña y guraguillea. Sobre la palabra borondate expone Mr. Chaho en su eruditísimo Dictionario (1) las siguientes observaciones:

(1) Dictionnaire basque, français, espagnol, et latin, d'aprés les meilleurs auteurs classiques et les Dictionnaires des Académies francaise et espagnole, par Augustin Chaho. Bayonne, Imprimerie de P. Lespés, 1855-1858. Este dictionario, verdadera obra de romanos, quedó incompleto por muerte de su autor, alcanzando solamente hasta la palabra Mantelina la primera parte del dictionario, dedicada exclusivamente al Vocabulario neológico.

“Si borondate viene de voluntas, del verbo latino velle, querer, esta palabra es un neologismo cántabro; el dialecto vascón dice con aspiración boranthate. De buru, cabeza, el mismo dialecto vascón dice boron-te, frente, y aquí ya es más dudoso todavía que esta palabra boronté sea sacada del latín frons, como es dudoso para mí, a pesar de la autoridad de algunos lexicógrafos, que frons procede del griego phrontis, pensamiento, cuidado, solicitud, pues lo natural en el orden de las ideas y en la creación de vocablos de una lengua es que el nombre de la cabeza, y consiguientemente el de la frente, hayan precedido a las palabras consagradas al pensamiento, o a la voluntad que reside en él. De boron-te, el euskaro hace, por terminación da, ta, tha, te, con perfecta regularidad gramatical, borondaté, voluntad. - La radical latina vol, en el sentido de velle, querer, será céltica? No será quizás una radical euskara modificada, como tantas otras por los vencedores de la raza griega y latina? Cuestión es esta insoluble para nosotros."

(3) Argal, argala, guip., vizc., débil, en bn., escaso. - De la misma raíz procede la voz argaltasun, argaltasuna, debilidad, y el verbo argaldu, argaltzen, debilitarse.

(4) Aguitz, agitz, hagitz, guip., lab., muy, mucho, harto.

(5) Naguituba, de nagi, guip., lab., bn., perezoso. Úsase esta palabra como sinónima de alfer, ra, o alper-ra.

(6) Urrituba, mermado, mermada, escaso, escasa.

(7) Lutequiya, continente, tierra firme. Larramendi emplea en su lugar la voz lutuguea, que según Chaho es contracción de lur-urtu-gue (bague) a, no cubierta por las aguas.

(8) Larga, largatu, largatzen, guip., lab., bn., ensanchar, abandonar, dejar, deponer, soltar, (lo que se tiene asido), dar, etc. - Empléase en la misma acepción, el verbo laja, (por lacha), lajatu, lajatzen. - El mismo origen reconocen las palabras largadura, ensanchamiento, largaera, abandono, desamparo, larga-garri que puede ensancharse o extenderse, largakida, largamendu, largamentu y larganza, empleadas comúnmente como sinónimas.

Según Larramendi, tanto el verbo castellano largar, soltar, como el adjetivo largo, pueden proceder del vascuence lar-guea, larboa, de lar que significa demasía, guea, partícula negativa, como baguea, y coa, terminación que fija el nombre al lugar, tiempo o materia, etimologías que parecen bastante fundadas a Mr. Chaho, harto escrupuloso y purista en la materia. 

(9) Aguindu, aguintzen, guip., vizc., mandar. De la misma raíz agin, proceden las voces Aguinduba, lo prometido, Aguintza, promesa, y aguintaria o aguintzaria, el que manda.

(10) Utzi, uzten, utziten, guip.; utsi, utsten, utzten, o utziten, lab., y utz, utzi, utziten, bn., dejar, cesar, abandonar. 

(11) Biurtu, biurtzen, guip., vizc., bihur o bihurtu, bihurtzen, lab., bn., volver, restituir, convertirse en... Empléase también este verbo, especialmente en el dial. lab., con la significación de verter o traducir de una lengua a otra.

(12) Lauquiya, lauquia, laurquia, de cuatro lados, cuadrado.

(13) Biribilla, redondo, procedente quizás de la raíz bil, bildu, juntar, unir, reunir. 

(14) Zar, guip., bn.; zaar, vizc., zahar, lab., bn., viejo, usado, de poco valor.

(15) Aspertu, cansar, aburrir.

(16) Luce o luze, en guip. y vizc., amplio, largo, lab., bn., largo, lento, tardío. De la misma raíz proceden las voces luzetasun, a, guip., lab., luzetarzun, a, luzakeria, bn., largura; luzapenbide, guip., luzabide, vizc., luzamendu, bn., prolongación, retardo, demora; luzaró, guip., bn., ampliamente en mucho tiempo, en lab., sinónimo de luzaran; luzaráz, bn., con lentitud; luzaráx, bn., a la larga, y el verbo luzatu, luzatzen, guip., vizc., alargar, extender, lab., bn., prolongar, tardar, retardar, aplazar, etc.

(17) Irakurri, irakurten, irakurtzen, enseñar.

(18) Daquigu. Es 3.a persona del plural del pres. de indic. del verbo jaquiñ o jakin, jakiten, saber. De la misma raíz jakin proceden las palabras Jakintasun, jakintasuna, ciencia, jakinde, conocimiento, jakinduria, guip., lab., jakituria, vizc., ciencia, conocimiento; Jakintzu, guip., vizc., jakitun, vizc., jakinsun, lab., bn., jakinsun, jakinsu, bn., sabio: Jakiunde, jakinbide, inteligencia, conocimiento: Jakile, bn., (jaquille, según Oihenart), testigo; y jakin-gabe, jakingabetasuna, ignorancia.

(19) Ichaso, guip., vizc., itsaso, guip., lab., bn., ixaso, bn., mar.

De ahí Itsastar, guip., ichazguizon, vizc., itsasgizon, itsastar, lab., marino, hombre de mar, e Ixasadar (ixas-adar), bn., embocadura de un río en la mar.

(20) Chimista, guip., lab., bn., chimichta, bn., rayo.

(21) Escaitza, ecaitza, ekaitza, ecacha, guip., ekach, ecacha, vizc., ekaitz, ekaitza, lab. nekhaitz, nekhaitza, bn., tempestad.

(22) Luma, pluma. Mr. Van-Eys pretende que la palabra luma está tomada de la castellana correspondiente, pero Mr. Chaho opina es euskara pura, y que parece ser la abreviación de calamu, (cáñamo), por la transposición de la última parte de esta voz, lamk, cambiada en Luma.

(23) Onela, guip., hunela lab., así, de este modo.

(24) Jayo, jayotzen, en los div. dial., nacer.

(25) Oartu, oartzen, guip., ohart, ohartu, ohartze, lab., bn., observar, apreciar, considerar.

(26) Bidagoa, peregrinación. Larramendi cita como sinónimas de esta palabra las voces jorrutea y beilla.

(27) Legor, legora, guip., lior, vizc., leihor, lab., bn., en el dial. guip. seco, en el lab. y bn. tierra, tierra firme, en oposición al mar.

(28) Erori-jasoa, compuesta del verbo erori, erorten, que en los div. dial. significa caer, y jaso guip., vizc., levantar.

(29) Jaungoico, jaungoica, guip., lab., jangoiko, contracto en Jainco, vizc., guip., lab., jinko, (yinko), bn., el señor de las alturas, Dios, de Jaun (Señor), goico, (de lo alto.)

(30) Bildu, biltzen, en los div. dial., unirse, reunir, coleccionar.

(31) Bazter, ra, rincón, alrededores, país. Baztertu, arrinconarse.

(32) Jatorriya, guip., vizc., pueblo de nacimiento o de origen. Palabra que procede indudablemente de los verbos jayo, (nacer), y etorri, venir. 

(33) Gogo, en los div. dial. pensamiento, inclinación, recuerdo, deseo. 

(34) Deserri, destierro. Empléanse también como sinónimas las voces erbeztea, contracción de (erri-beztea), y atzerria, compuesta de erri, pueblo, y atze, guip., bn., extraño, extranjero.

(35) Atzeguiñ, atzeguiña, guip., vizc., lab., atzegin, axegin. bn., agradable, contento.

(36) Aitona, abuelo, de aita-ona, padre bueno, por lo excesivamente bondadosos que suelen ser los abuelos para con sus nietecitos. 

Como sinónimos de aitona, en los div. dial. se emplean en la lengua euskara las voces aitagoya, asaba, guip., vizc., aitanagusi, guip., aitaita, vizc., y aitaso, lab. bn., todas a cuál más expresivas.

(37) Humoy, humoya, cuna. 

(38) Donecargarria, digna de veneración. Voz compuesta de donecar, veneración, y la terminación garri. Larramendi usa como sinónimas de donecarra las palabras gurgarria (probab. de la voz bn. gur, en lab. kur, reverencia, saludo), ohoragarria, (derivada sin duda de la palabra lab. ohore, honor), ambalá y venerableá.

(39) Oroipen., oroipena, guip., vizc., orhoitzapen, orhoitzapena, recuerdo, memorias.

(40) Etorquisuna, etorkisuna, (de etor-kizun), lo porvenir, lo venidero.

(41) Doaitsu, guip., dohatsu, lab., doaxu, bn., (de doai-tsu), agraciada.

(42) Pontzela, joven, doncella. (pubilla, puella, pupila)

(43) Erregu, erregua, ruego, oración, palabra que Mr. Chaho cree derivada de la latina rogo, yo pido. (N. E. yo ruego)

(44) Odol, en los div. dial., sangre.

(45) Alai, alaya, alegre. (N. E. Hallelujah y variantes, aleluya)

(46) Saroy, soro, prado.

(47) Guereitzubac, sombríos, frondosos, de la voz guereiz, guip., kereiz, vizc., geriza, lab., sombra, en lab. abrigo.

(48) Tantayac, titánicas.

(49) Zelay. Véase la nota 4, página 60.

(50) Loretzubac, floridos, de lore, lora. (Véase la nota 18, página 61).