Mostrando entradas con la etiqueta Monserrate. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Monserrate. Mostrar todas las entradas

lunes, 22 de abril de 2024

Capítulo 2. De los montes de Cataluña.


Capítulo 2.

De los montes de Cataluña.

Tiene Cataluña su fortaleza en los Montes, y más en los coraçones (corazones) de sus hijos, tiene montañas muy particulares, como los Pirineos, tan conocidos en Europa, son muy eminentes, y de los más altos que se hallan en esta parte de tierra, célebres por la variedad de pastos, flores, hierbas medicinales, y árboles, singularmente abetos; alegres por el sin número de fuentes, madres de caudalosos ríos, ricos de diferentes minas de toda suerte de metales, y a la parte de Nuria, y en los ante Pirineos se halla cristal finísimo, dividen a la Francia de España, tienen su principio en el Mediterráneo al cabo de Laucata, de allá se dilatan por Fitor, Pertusa, Puichevaledor, al Collado de la Percha; de aquí a Livia, Puerto de Andorra, Puerto de Tor, y Altavaca, al Valle de Boil, castillo de León, y a Benasch; y de este a Aragón, y Navarra: divídense estos Montes Pirineos en varios brazos, y diferentes montes, y ramales, que todos son Pirineos, de los cuales referiremos algunos, y no todos por no cansar. (1: Pujadas, lib. 1, cap. 5. Pau, de montibus. Nuñes de Situ Orbis.)

Síguese Canigò, monte famoso, pero mal opinado por su laguna, llamose Cano por la nieve (que) le cubre, es rico de minas de plata, y el río que corre a su falda, lleva arenas de oro, y abunda de precioso cristal, es muy singular el agua: de la laguna, porque tiene el color casi negro, y abunda de peces, y si enturbia el agua, levanta vapores que se resuelven en horrendas tempestades; otras particularidades refieren las Historias, que se podrán leer en los citados autores. (2: Marin. lib. 1, cap. de Flumin. Bercor. lib. 14, cap. 25. Ximen. Vol. 1, lib. 1, cap. 18.)

Maldecido, (Maladeta)

El altísimo monte, que llaman Maldecido, (Maladeta) se halla en los Pirineos entre Castell-León, y Puertos de Benasch, es de los más eminentes de Cataluña, y una pirámide, y claro espejo de la divina justicia, por el ejemplar castigo, que se ejecutó en este monte, en el cual se hallan muchos pastores, varios ganados, y algunos perros convertidos en piedra, en diversas posturas, que son las proprias en que se hallaron, cuando el Cielo ejecutó el justo castigo. El motivo, según la tradición de aquellos lugares vecinos fue, que pasando el Cura de una de aquellas parroquias, con el santísimo sacramento, le echaron los perros los pastores, para que le acometiesen; otros refieren, que los perros instigados de los pastores, acometieron a unos pobres, que pasaban por aquel lugar, y que luego pastores, ganados, y perros se convirtieron en piedras, quedando allí para ejemplo de los venideros siglos.

(N. E. Véase la Biblia, Sodoma, Gomorra, la esposa de Lot, Génesis, 19.)

Monseny (N. E. Montseny : montem signum; San Marcial de Moseny, Bernardo Umberto, 1093-1111, viaje literario a las iglesias de España, Lorenzo Villanueva), monte elevado, precioso por los metales, mármoles, y finísimos ametistes (amatistas), y otras preciosas piedras, poblado de frondosos árboles, matizado de odoríferas flores, y favorecido de copia de medicinales hierbas. (3: Gerónimo Paulo, Bar. Pujadas, lib. 1, cap. 5.)

A Monserrate llaman los cosmógrafos, brazo de los Pirineos, y me parece está muy dividido del cuerpo, es prodigiosísimo monte por ser la concha de la mejor perla: antes entero cuando se llamaba Estorcil, después dividido en aserrados (N. E. serrat, mont serrat, Montserrat, Monserrat, Monserrate) peñascos por el divino artífice: cierto acuerdo de la muerte de nuestra vida, partido de sentimiento por la muerte de su Criador, para crédito de la constante Fé de Cataluña: sol de este hemisferio, a siete leguas de Barcelona, tan devotamente respetado del católico gremio, que solo su vista mueve la piedad cristiana en afectuosos obsequios de devoción, y respeto: adorado, visitado, y conocido por todo el orbe, por la santísima imagen de nuestra madre; y Señora, de cuya invención hablaremos. (4: Anal. del *plas, sup. Cant. Verbo crucifixus. Liberato año  37. Argayz perla de Catal. Cap. 1. Coron. Bene. 4. año 888, cap. 3. Grandezas de España, lib. 2, c. 173.)

Monjuìque (Montjuïc, - Monte Jovis, de Júpiter, o Judaico -, donde Luisico Companys paseaba muy a gusto) pequeño monte, atalaya de Barcelona, fértil, alegre, y agraciado, matizado de varias hierbas, útil para los panes, adorado de los gentiles en su soberbio Templo de Júpiter, elegido de los Judíos para sus entierros, y santificado por los católicos con los santos venerados cuerpos de santa Madrona, san Fructuoso, san Augurio, y san Eulogio de Tarragona. (5: Diago condes de Bar. Lib. 1, cap. 3. Domenech, Flos Sanct. de Catal. Vida de S. Madrona, y de S. Fructuoso. La peña de san Miguel del Fay.)

La montaña Moncio (Montsià), tiene su asiento pasados los Alfaques, prodigiosa con dos fuentes que llaman de san Pedro; que no cabiendo en la Tierra, pasan bajo de ella al mar, con caudal tan copioso, que de largo trecho no se confunde con el salado elemento, pudiéndose sacar el agua dulce. (6: Pujadas, lib. 1, cap. 6.)

La peña de san Miguel del Fay es otro prodigio, y gloria de Cataluña, partida, y abierta por el justo sentimiento de la muerte de nuestra vida, y para consagrarse templo al gloriosísimo arcángel san Miguel, monumento de los divinos favores de esta Provincia. Por sobre de la peña que es iglesia, pasa un pequeño río que se despeña alegre, cantando las divinas alabanzas, al bullicio de su vertiente. (7: Comad. Dexter tom. 1, art. 10, cap. 2, pag. 300. Argayz perla de Catal. Cap. 1, núm. 2.)

Los montes de Cardona, abundantes de frutos, y árboles, son ricas minas de sal fuerte, transparente, y cristalina de varios colores: son apacibles, alegres, curiosos, útiles para el gusto, y bello objeto de la vista; y aunque la sal tenga tan varios colores, molida (se) vuelve blanca, y es la más apreciada de Europa. (8: Compend. Geog. Lib. 2, pag. 88. Marin. De reb. Hisp. lib. 3.)

En Cardona también se halla un monte, cuya tierra parece harina.

En el obispado de Gerona, a la parte de mediodía, se halla un monte de polvo blanco, menudo, que a fuerza del viento, se vuelve, y revuelve a una, y otra parte. (9: Marsil. Cris. De Cat. pag. 1, cap. 4, § 4.)

Otras muchas son las montañas de Cataluña, fértiles de hierbas, frutos, y flores, y ricas de minas, que por lo común se omiten, hallaranse en Corbera Cataluña Ilustrada, cap. 11, y en Tarafa.

miércoles, 1 de febrero de 2023

XLVIII. Guislaberti Episcopi Barcinonensis; Michaelis, Monteserrato, MXLII, 1042

XLVIII.

Guislaberti Episcopi Barcinonensis, eiusque parentum donatio ad ecclesiam S. Michaelis in Monteserrato sitam: an. MXLII. (1042) (Vid. pág. 180.)

Ex transl. in arch. Montisserrati.

Hodierna die dilectissimi fratres Christus Dominus vos aule sue magestatis coniungi fecit. Quatinus mentibus vestris inereat quod Omnipotens Pater cum doleret mundum cenulente fraudi fore immersum, missit Filium suum de celis Dominum hac Salvatorem nostrum in huterum beate et incomparabilis Marie semper virginis ut de vera homine natus, nova daret mundo precepta, eaque duodenis irradiata fulgoribus seculo firmaret futuro. Unde contigit ut aecclesie in honorem Domini nostri Jesu-Cristi per universum fabricarentur mundum, quibus anime fidelium celeste mererentur adipisci regnum: in quarum numero extat virtutum mater ecclesia Sancti Michahelis, Archangelorum Principis, de Montserrad. qui est situs cuiusdam a Domino Wisliberto condigne summe reverentie Barchinone civitatis Presule consecrate. Damus nos Domina vice-Comitissa Rachelis cum filiis meis, hoc est, Dominus Wislibertus, Pontifex, et Johannes de ipso mont quadra I. terminata et resonant ipsi termini de parte horientis in auleo (alveo, alvo) Lubricato (Llobregat) et de meridie sicut ascendit ad ipsas pennas que vocant castro Odgario et ... sic pervadit per ipsas pennas usque in fundus de ipsa valle que vocant Foradada. Et de occiduo sic ascendit per ipsa valle iam dicta usque ad ipsa Palomera. Et pervadit ad ipso Salzil. De parte vero circii resonat ad ipsa cella, et descendit usque in terminum de Sancta Maria. Et sic descendit per ipso torrent de Vallmala usque in alvo Lubregad. Sic damus hoc quod isti termini resonant totum cum omni genere arborum. Et sic damus … capud masueria, qui fuit de honorad condam cum terras et vineas et cum omni genere arborum, et est in Amennoleles (Amendolelles) que dicunt, et affrontat de parte horientis in ipso muge vel ipsa vinea de Sancti Cucufati (Cugat). De meridie in alod de Sancta Cecilia. De occiduo in saxa qui est in torrent mal. De parte circi in strata publica vel in torrent mal. Et hec quod supra scripta sunt semper et omnique tempore stet in baglia de nos donatores vel de posteritas nostra, ita ut non liceat ibi alium senioraticum facere nisi ipsos dominos de ipsa guardia (Çaguardia). Et ego Wislibertus gratia Domini Episcopus mando simul, et excomunico ut nullus deincebs sit ausus ecclesia Sancti Mikahelis qui est sita in Montiserrati ad illius servientes qui hodie sunt aut herunt de illorum rebus injuste tollere. Si quis autem contumeliosus hegerit penna superius subiaceat, et iram Dei Omnipotentis incurrat, et cum Iudas Scharioth participationem accipiat, et unquam absolutionem nullam non accipiat.

In Patris Excelsi nomine nos jam supra dicti donatores precepta sequens et in omnibus parentes donatores sumus Domino Deo et ecclesiae Sancti Michahelis, Archangelorum Principi. Ideoque per hoc pactum conservationis et largitionis nostre donamus Domino Deo et Sancti Michahelis Archangeli hoc quod superius insertum est, et quod infra nos habet vel in antea invenerit tocius franccitatis quantum infra istos terminos sunt et iuris ejus esse debent per quecumque modum, sicuti resonat in dotalibus scripturis que fuerunt a decessoribus nostris, ut hoc donum a nobis ita factum per omnem seculum sit predicte ecclesie perpetim habendum et semper maneat incuulsum. Quod si nos donatores predicta omnia observantes aut aliquis homo sexus utriusque predicta omnia aut predictis homnibusque superius habentur inserta, disrumpere tentaverimus aut tentaverit, nil valeat: sed primum iram Dei incurrat et insuper hec omnia superius inserta, maneant inconvulsa per nunquam tempora finienda. Hacta sunt hec XIIII. kal. iunii anno X regni Henrici Regis. + Wislibertus gratia Dei Episcopus. = + Udalardus Vicecomes. = Sig+num Rachelis Vicecomitissa. = Sig+num Johannem Udelard. = Pontius Michahelis vel sacerdos qui hec omnia scripsit et die et anno que supra.

Petrus dictus sacerdos qui hoc translatum fideliter transmutavit utpote in originali carta continebatur VIII. kal. maii anno Domini MCCXXVIIII. (Traslado de 1229; original de 1042, año 10 del rey de Francia Enrique

martes, 2 de agosto de 2022

Birolay de Madona Sancta María. Monserrate.

CARTA LIV. (Viaje literario a las iglesias de España, tomo 7)

Viaje a Monserrate

Mi querido hermano: El monte de Monserrate, sito en el confín de las diócesis de Vique y Barcelona y de la jurisdicción de la primera, es uno de los objetos que llama la atención de naturales y extranjeros, y admira aun a los acostumbrados a ver rarezas y maravillas de la naturaleza. No hay pincel ni pluma que pueda explicar las perspectivas que ofrece al que se interna en él. Grupos continuos de cilindros y conos de varios tamaños, unidos con más o menos estrechez, dejando en su unión las grietas suficientes para que la naturaleza los adorne, y digamos los borde con sus verdes producciones, que ofrecen una labor vistosísima. Es singular la magnitud de uno de estos conos que digo que se eleva solo en la cresta de la montaña, y llaman el Cavall Bernat, cuya descripción hace una historia MS. en hexámetros, por un monje llamado Fr. Antonio Brenach en estos versos:

Ad iactum apparet cautes miranda sagittae 

Cautibus ab reliquis scopulisque, per altum 

Aëra consurgens, ulnisque erecta trecentis.

Las ermitas están como enriscadas en lo alto del monte, y algunas encajadas entre cono y cono. Es muy extraño que no quede memoria de este lugar en los geógrafos antiguos, siendo como es tan oportuno para denominar si importaba una comarca. Algunos historiadores de poca cuenta dicen que se llamó Monte Estorcil. Los notarios y escritores del tiempo medio le llamaron Mons-serratus y Mons-obseratus. En alusión al primer nombre tomó el monasterio por armas un monte a quien corta una sierra.

La vista mejor del monasterio es desde la ermita que llaman de S. Miguel, que es antigua, y ya hay de ella memoria en el año 1042, en una donación que le hizo el obispo de Barcelona Guislaberto, de la cual se hablará en lo de aquella iglesia. En otras donaciones de los años 1059 y 1062 se supone habitaban en esta ermita los monjes Trasvar y Guarín. Puede darse por bien empleado todo el trabajo de subir dos horas por una cuesta muy agria desde el lugar llamado Collvató, por gozar de perspectiva tan graciosa. Éntrase en el monasterio por un claustrito viejo, obra del cardenal Juliano de la Rovere, después Julio II, que era abad comendatario de Monserrat. He visto los capítulos de la obra que en su nombre pactó el prior y monasterio con los arquitectos Mestre Jaime Alfonso y Mestre Pere Baset, ciudadanos de Barcelona. Fue esto en 1476. Consérvase bastante bien esta fábrica con las armas del cardenal, y en el día está llena de presentallas. Subsiste en uno de sus lienzos la portada de la iglesia antigua que se extendía muy poco de poniente a levante. Créese que un arco por donde se entra a la obra nueva sea el lugar donde estuvo la imagen de nuestra Señora. Así lo dice allí la siguiente inscripción: Philippo tertio Hispaniarum rege catholico praesente, Deiparae Virginis imago hinc in templum novum translata fuit V. Idus Iulii anno MDXCIX, cum hic septingentis undecim annis miraculis claruisset. 

Esta antigüedad supone la que comúnmente se le atribuye desde el siglo IX, y la que en globo consta del privilegio del conde Wifredo, dado el año 888 a favor de Ripoll, al cual entre otras cosas concede locum quem nominant Monte-serrato ecclesias, quae sunt in acumine ipsius montis vel ad inferiora eius. La misma posesión confirmó el año siguiente 919 (¿siguiente a 888? 889) el obispo de Vique Jorge en la escritura que he visto aquí original, fecha VIII. Cal. Aprilis anno XXVII quod Karolus rex regnandi sumpsit exordium. Más terminantes son otras dos confirmaciones a la misma casa, una del conde Suñer de Barcelona anno IV. post obitum Caroli regis, y otra del rey Lotario año 982, en las cuales se expresa que se da a Ripoll el Monte Serrato con las iglesias Sanctae Mariae, S. Aciscli, S. Petri, et S. Martini. Estas dos últimas estaban donde ahora es el lugar de Monistrol. La de San Acisclo está separada del monasterio como un tiro de fusil hacia levante: su fábrica es vieja, y hasta estos últimos siglos hubo en ella hospital para peregrinos enfermos. La de Santa María es la que decimos, aunque ni rastro queda del edificio primitivo. Los cimientos de la iglesia actual se pusieron en tiempo del rey D. Fernando el Católico, de quien he visto una carta original, fecha en Medina del Campo a 14 de Marzo de 1489, en que exhorta al abad y monasterio a la empresa de la obra, que cesó a los diez años por las urgencias del estado, y el rey en carta de 1499 cedió a favor del monasterio todos los enseres de aquella fábrica, destinada solamente para habitación de monjes. Mas andando el tiempo el abad Fr. Bartolomé Garriga se aprovechó de lo comenzado para la iglesia, y en 1561 con deliberación de la comunidad aplicó a la fábrica el producto del jubileo que Pío IV había concedido por diez años a los que visitasen este santuario en el día de la Natividad de nuestra Señora. La resolución capitular y las constituciones para el buen gobierno de la fábrica he visto en el archivo. Tardose en concluir hasta el 1592, en el que Domingo de sexagésima a 2 de Febrero la consagró el obispo de Vique Pedro Jaime, con asistencia de Jaime Cassador (cazador), obispo de Gerona, Andrés Capilla de Urgel, y Francisco Robuster y Sala de Elna, y Fr. Plácido de Salinas, abad de este monasterio. Hallose presente el virrey de Cataluña Pedro Galcerán, marqués de Navarrés. Existe en el archivo la escritura fecha en el mismo día. Éntrase a la iglesia por un patio cuadrado. En la portada no he hallado las estatuas que Pons indica en su viaje, aunque están labradas para colocarse. La nave de la iglesia es espaciosa y muy proporcionada; su latitud no incluyendo las capillas, es de 76 palmos catalanes, y su longitud total es de 286 palmos. Tiene seis capillas por lado, y sobre ellas otras tantas, descontadas las del coro, con altares y buena porción de pinturas que se trajeron de Roma en el tiempo del abad Fr. Manuel de Espinosa. En las bajas las hay también, y entre ellas es notable el S. Lorenzo que está en el altar dedicado a este santo. A Pons le pareció de Ribalta, y yo le tengo por tan suyo como el S. Vicente que hay en el salón de dominicos de Valencia. En la capilla de S. Ildefonso hay un cuadro grande del Descendimiento que aquí atribuyen a Rubens; este profesor pintó muchos descendimientos, como Cerezo concepciones y Orrente carneros, y no digo más. También tiene su mérito por la novedad la capilla de la comunión, cuyo altar está colocado dentro de otra capilla que forma un cuerpo dórico con columnas de madera y bases de piedra. La longitud de la iglesia queda cortada en la capilla quinta por una verja de hierro bien labrada hacia el año 1608, por precio de 14 mil ducados, cuya cornisa viene con la primera de las capillas; y como estas están también cerradas con verjas de madera, forman un todo proporcionado, presentándose esta primera pieza como un salón de 184 palmos de longitud. Tengo por averiguado que el origen de semejantes divisiones en los templos debe atribuirse a la costumbre de las vigilias de los fieles, las cuales pasaban en lo llano de ellos, quitado así todo peligro de robos y otros desacatos. Algunas memorias quedan de las vigilias de los peregrinos en este santuario, de lo cual hablaré después. En el recinto cuadrado entre la reja y el presbiterio hay 73 lámparas de plata puestas en alto y muy pegadas entre sí y a las paredes colaterales y a la misma reja: en esta última las sostiene un arco de hierro de tres o cuatro dedos de espesor, cuyo radio es lo ancho de la iglesia, y tan rebajado que apenas se eleva sobre su centro dos palmos. Hízolo un devoto aragonés, según me dijeron. En la sacristía y piezas contiguas está guardado el tesoro que llaman y con razón, por la multitud y preciosidad de alhajas y joyas de gran valor, que más son para vistas que para referidas. Es poca su antigüedad, que no excede a lo que creo a los reyes católicos. Hay siete bustitos de emperadores romanos en mármol y en marfil: seis camafeos de las sibilas Samia, Hellespóntica, Líbica, Eritrea, Frigia y Egipcia. Hay de cristal de roca todo el servicio de un altar, que dicen fue del papa Urbano VIII. Guárdanse allí varios pectorales de obispos, entre ellos el del Ven. Palafox. También vi y tuve en mi mano una espada, cuyo puño está sembrado de flores de lis; dicen que es la que dejó S. Ignacio de Loyola cuando comenzó aquí la carrera de su vocación. En el mismo lugar donde se ofreció en servicio de la Virgen queda la inscripción siguiente: B. Ignatius à Loyola hic multa prece fletuque Deo se Virginique devovit: hic tamquam armis spiritalibus sacco se muniens pernoctavit; hinc ad societatem Iesu fundandam prodiit anno M.DXXII. = Fr. Laurentius Nieto Abbas dicavit ann. 1603. = De aquí debió derivar la costumbre de venir acá los novicios jesuitas de la provincia Tarraconense, como para comenzar la carrera donde la comenzó su santo patriarca, y a esto alude la fórmula con que el abad de este monasterio los despachaba a sus casas, que era la siguiente: “Nos Fr. N. N. Dei gratia humilis abbas regii monasterii B. Mariae de Monteserrato ordinis D. P. N. Benedicti de observantia praesentis Cataloniae principatus, sacrista ac bibliotecarius maior suae regiae maiestatis in regnis et corona Aragonum &c. attestamur per praesentes, et fidem facimus dilectos in Christo Fratres N. N. supra, vel retro scriptos ad Nos dictumque nostrum regium monasterium peregrinationis causâ, ex iniuncto obedientiae praecepto de speciali instituto devenisse, retro scriptasque litteras presentasse, debitamque obedientiam praestasse, atque à nobis paternâ charitate, ut mos est, susceptos esse, et ad noviciatus nostri domum remisisse, ut ibi à reverendo patre magistro novitiorum salutarem admonitionem et disciplinam circa Dei praecepta observanda audirent; omnibusque impletis, ad sacrae poenitentiae, eucharistiaeque sacramenta recipienda accesisse, et ad Terraconensem suae religionis domum remeasse. In quorum fidem facio &c.” 

La sillería del coro es obra del escultor Cristóbal de Salamanca, el cual labró dos sillas por muestra, y en su vista se lucieron las capitulaciones con el monasterio y su abad Fr. Felipe de Santiago a 8 de Mayo de 1578. Estipulose en ellas el precio de cada silla a noventa y cinco ducados, corriendo de cuenta del maestro todo su coste, y aprontando el convento la madera de roble para su construcción. Trabajolas todas en el lugar de Monistrol, no sé si en los cinco años que había ofrecido. Adórnanlas muy buenos relieves de la pasión de Cristo y otros asuntos sagrados. Junto al coro está el aula capitular nueva con el altar y techo artesonado que sirvieron en la sala antigua llamada de la Colación, de la que quedan vestigios de buen gusto. 

La biblioteca es buena en lo material y formal. En un cuarto de ella reservado hallé las curiosidades siguientes: Un misal propio de la iglesia de Tortosa MS. en el siglo XIII, como se ve examinando su calendario; donde es notable que mentando a S. Rufo, sólo dice de él Ruphi martyris; y en el cuerpo del misal nada hay de este santo, siendo así que contiene todas las fiestas principales de la iglesia de Tortosa. Porque veas con cuanta razón dije en mi viaje a aquella iglesia, que en los primeros siglos de su restauración nunca se tuvo a S. Rufo por su primer obispo. En la Dom. II. post Pentecost. facimus, dice, festum sanctarum reliquiarum; y en la oración, sanctorum tuorum, quorum reliquiae in praesenti requiescunt ecclesia.

Otro MS. intitulado: Comensa lo libre de les nativitats compilat de la medulla dels actors de veritat per mans de Bertomeu Tresbens, al Rey en Pere Darago Terç (Pedro III de Aragón). Es decir, obra de fines del siglo XIII. Es un tratado de astrología.

Otro MS. del siglo XV tiene este título: “Comienza el tratado llamado Invincionario, dirigido al muy reverendo é magnífico Señor Don Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo, primado de las Españas, por un su devoto siervo Alfonso de Toledo, bachiller en decretos, vezino de la cibdat de Cuenca, patria de dicho Señor. E el tratado es así llamado, conviene a saber, Invincionario, porque en él se fallaran los primeros inventores de las cosas, así temporales, como espirituales &c." El códice llega hasta el último capítulo que es del Maestro de las sentencias; pero no está completo, y falta el final, en que acaso se notaría fijamente el año en que se escribió. A mí no me queda duda en lo que dice Bayer en la Bibl Vet. de Nicolás Antonio, tom. II, pág. 304, que es anterior a Polidoro Virgilio. 

De Pedro Juan Núñez hay varios fragmentos de exposiciones de Cicerón, y también versiones al lemosín de algunas de sus cartas, hechas en Barcelona, año 1585.

“Libro llamado camino de perfección, hecho por un devoto monje de nuestra Señora de Monserrat, del orden del bienaventurado San Benito." = El autor es Fr. Antonio Alfaig. Consta de 30 capítulos, de excelente lenguaje del siglo XVI. 

De otro monje de esta casa llamado Fr. Bernardo de Hontiveros hay una traducción del libro de amicitia de Cicerón. 

Historia del concilio de Trento en su tercera convocación por el papa Pío IV, escrita por D. Pedro González de Mendoza, obispo de Salamanca. Dícese en el códice que fue copiada por el licenciado Diego de Colmenares el año 1642 del mismo original de su autor, que se guarda en la Cartuja del Paular. En esta copia va al principio la vida del mismo obispo. Bien hubiera querido copiar todo este libro; mas ni lo sufrió la multitud de objetos a que tengo que atender con pocas manos, ni la escasez de auxilios de que puedo disponer en esta expedición para servirme de las ajenas.

Hay otro misal MS. hacia el año 1408, según consta de la tabla de cómputo. Al principio vi esta nota: Aquest missal es dels hermitans de Muntserrat. Mas principalment es dat et fet per la cella de sancta Creu per honor del Senyor quins ha salvat. Algo se ha tomado de él para nuestros ritos. Ahora sólo copiaré una Prosa pro defunctis, para que veas la libertad que cada iglesia y aun monasterio tenía en esto. 

Lux eterna beatorum 

Animabus defunctorum 

Luceat, ut in eternum 

Requiescant in pace. Amen.

Sancte Deus, tu sanctorum 

Miserere miserorum, 

Ut cum sanctis in eternum R. I. P. A.

Sancta virgo virginum, 

Ora semper Dominum, 

Ut defuncti in eternum R. I. P. A.

Sancti quoque spiritus, 

Exorate coelitus, 

Ut vobiscum in eternum R. I. P. A.

Patriarchae cum prophetis 

Oro Deo suplicetis 

Pro defunctis, ut in coelis R. I. P. A.

Apostoli Iesu Christi, 

Hiis solutis loco Christi 

Obtinete ut in coelis R. I. P. A.

Martyrum exercitus, 

Expugnate penitus 

Horum hostes, ut in coelis R. I. P. A. 

Confessores, precibus 

Et vestris virtutibus 

Subvenite, ut in coelis R. I. P. A.

Sanctae prorsus virgines, 

Transcendentes homines, 

Vestrâ prece in eternum R I. P. A.

Omnes sancti pariter 

Supplicate iugiter, 

Ut hii simul et in coelis R. I. P. A. 

Amen, amen dicimus, 

Vota sanctis fundimus: 

Christi passionibus R. I. P. A. 

En la pieza por donde se entra a la biblioteca está colocado un buen cuadro grande del juicio final, cuyo autor o copiante, porque copia parece en algunos lugares, podrá ser el indicado en las letras que se ven escritas en el costado de un sepulcro, y son P. ADL. enlazadas las tres últimas al modo de los monogramas: al otro lado del mismo sepulcro está pintado el año 1578. 

El camarín de nuestra Señora consta de tres piezas pequeñas llenas de cuadritos casi todos de gran mérito, entre los cuales sobresale un S. Pedro de Alcántara, un S. Francisco de Asís y algunos de la Virgen con el niño por el gusto de Rafael. La imagen es venerable por su antigüedad; el color moreno de rostro (moreneta) y manos téngolo por obra del que la encarnó; a lo menos es constante e indubitable que ni el humo de las lámparas que están apartadas más de 30 palmos, ni el incienso la pudieron ennegrecer, como dijo Pons; efecto que igualmente debían experimentar los vestidos y nicho y cuanto hay alrededor. La celebridad y fama de este santuario no es menester que la diga yo. Son innumerables las memorias de los reyes, cardenales y obispos que lo han visitado en todos tiempos, y de las procesiones de penitencia de los cleros vecinos, especialmente de Barcelona, que acudían a él en las calamidades públicas. En el siglo XIII mandó el rey D. Jaime I que los peregrinos se trajesen viandas para sustentarse mientras estuviesen acá, porque lo contrario sería carga insoportable para el monasterio. Del siglo XIV queda en el archivo un códice que contiene varios tratados curiosos, y entre ellos hay esta nota: Quia interdum peregrini, quando vigilant (velan, vigilia) in ecclesia B. Mariae de Monteserrato, volunt cantare et trepudiare, et etiam in platea de die, et ibi non debeant nisi honestas ac devotas cantilenas cantare; idcirco superius ac inferius aliquae sunt scriptae. Et de hoc uti debent honeste et parce, ne perturbent perseverantes in orationibus et devotis contemplationibus, in quibus omnes vigilantes insistere debent pariter, et devote vacare. Pónense igualmente y con canto las canciones latinas y lemosinas que debían cantar durante las vigilias. De las últimas pondré la muestra siguiente:

Birolay de Madona Sancta María.

Rosa plasent, soleyl de resplendor, 

Stela lusent, yohel de sanct amor, 

Topazis cast, diamant de vigor, 

Rubis millor, carboncle relusent.

Lir transcendent, sobran tot altre flor, 

Alba jausent, claredat senes fuscor, 

En tot contrast ausits li pecador; 

A gran maror est port de salvament:

Aygla capdal, volant pus altament, 

Cambre reyal del gran Omnipotent, 

Perfaytament auyats mont devot xant, 

Per tots pyant siatsnos defendent:

Sacrat portal del Temple permanent, 

Dot virginal, virtut sobreccellent, 

Quel occident quins va tots iorns gaytant, 

No puxe tant quens face vos absent. 


Traducción literal del Birolay sin guardar la rima. 


Rosa agradable, sol de resplandor, 

Estrella brillante, joyel de santo amor, 

Topacio casto, diamante de valor, 

Rubí mejor, carbunclo rutilante.

Lirio oloroso que excede a toda flor, 

Alba naciente, claridad sin obscuridad,

En cualquier contraste ayuda al pecador,

En gran tempestad eres puerto de salvamento.

Águila caudal, de vuelo muy remontado, 

Cámara real del gran Omnipotente, 

Perfectamente oye mi devoto canto, 

Por todos rogando sednos defensora.

Puerta sagrada del templo permanente, 

Dote virginal, virtud sobreexcelente, 

Que el occidente que cada día nos amaga, 

No pueda tanto que de vos nos ausente. 


A este tenor hay otras muchas coplas devotas y varias fórmulas de los sermones y exhortaciones que se hacían a los romeros. Hoy persevera el concurso, pero sin aquel orden y piedad. De modo que se hace notable la devoción con que el día 8 de Septiembre vienen los franceses comarcanos a cumplir en nombre de las villas los votos que hicieron los comunes; porque luego que descubren el monasterio se arrodillan y entonan el Ave maris stella, y así entran en procesión y asisten a la fiesta de nuestra Señora con devoción y compostura, sin mezclarse en ninguna de las disoluciones de otros concurrentes. El archivo de este monasterio está bien arreglado: lo registre a mi satisfacción, merced a la franqueza con que me trataron el P. prior y presidente (ya que se hallaba ausente el Sr. abad), y el P. Fr. Millán Hermosilla archivero, quien suplió con ventajas las que yo esperaba lograr con la pericia del P. M. Fr. Benito Ribas que también se hallaba ausente. Tomé algunas noticias acerca de la historia de la casa, y muchas más sin comparación de las tocantes a otras iglesias y monasterios. Este es el gran fruto de los viajes, y por cierto el más sabroso: hallar en un punto cosas que pertenecen a otros en que no se pensaba, y con que se ilustran sus antiguallas. Hay allí algunos martirologios, entre ellos uno Ripollense del siglo XI, donde lo más importante es el necrologio. Allí mismo vi los capítulos de concordia que hizo este monasterio con el impresor Juan Luxaver a 7 de Enero de 1499, obligándose él a imprimir varios breviarios y rituales y otros libros eclesiásticos, como efectivamente se imprimieron para repartir por toda la congregación. De esta oficina portátil salió el año siguiente el Exercitatorium vitae spiritualis del abad Fr. García de Cisneros, libro célebre y buscado por muchos motivos. Rarísimo es también el libro de las colaciones del abad Isaac, traducido al castellano por Fr. Bernardo Boil, monje y ermitaño de Monserrate. Hay de él aquí un ejemplar muy bien conservado, impreso apud S. Cucufatum vallis Aretanae XXIX. Novembris anno Domini M.CCCC.LXXXIX. en 4.° Habló de este libro el P. Méndez en su Tipografía española del siglo XV. Yo no puedo persuadirme que el lugar de esta edición sea el San Cucufat (Cugat) del Vallés; ya por no quedar en aquel monasterio memoria alguna de haber habido allí imprenta, con ser así que se conservan exactas apuntaciones de aquel tiempo, ya principalmente por no convenirle la palabra Vallis Aretanae, que cierto nunca se llamó así el Vallés en lengua alguna. ¿Y quién sabe si sería algún San Cucufat del Val de Aran? Dejemos conjeturas; lo cierto es que este traductor fue hombre de reputación en tiempo de los reyes católicos, quienes le destinaron a la América en calidad de nuncio apostólico, dándole facultad de escogerse doce compañeros sacerdotes, los cuales no consta quienes fuesen. 

Después se dice que volvió y fue abad de Cuxá, y le ocuparon en otros negocios graves. Muchos materiales tengo recogidos de acá y de acullá, hasta de la isla de Mallorca, para escribir la historia de este célebre personaje, de quien algunos escritores han hecho tres, y cuyos hechos han confundido de una manera increíble, atribuyendo a los sobrinos lo que es del tío, y al contrario: y haciendo catalanes a los que no son sino valencianos. En suma este punto biográfico merece una disertación separada.

Ya quedó dicho arriba que desde el siglo X se hizo donación al monasterio de Ripoll de la iglesia de nuestra Señora. Mas de haber habitado en ella monjes no hay memoria hasta el siglo siguiente, en que suena como una de las obediencias sujetas a aquella casa, cuyo abad nombraba aquí un prior para su gobierno. Así permaneció hasta el 1410, en que con autoridad de Benedicto XIII (Luna) salió de aquella dependencia y se erigió en abadía, la cual obtuvo el primero Fr. Marcos de Villalba. Uniose después a la congregación de Valladolid en 1493. Entonces y siempre estuvo sujeto el monasterio al obispo de Vique, de cuya jurisdicción era y es todo el monte; y esto habrás observado en varias cosas que se dijeron en el episcopologio de aquella iglesia, y lo verás todavía más claramente en lo que me queda que decir en el correo inmediato. Había resuelto poner aquí el catálogo de sus priores y abades, que me ha proporcionado el citado P. Hermosilla; pero está tan diferente del que publicó Flórez (tom. XXVIII), que sería menester detenerme a dar las pruebas de su discordancia. Así que quede esto para la historia completa del monasterio, que se está preparando con actividad, y me aseguran que muy en breve se publicará. A Dios. 

CARTA LIV. Viaje a Monserrate. Birolay de Madona Sancta María.

CARTA LIV. 

Viaje a Monserrate

Mi querido hermano: El monte de Monserrate, sito en el confín de las diócesis de Vique y Barcelona y de la jurisdicción de la primera, es uno de los objetos que llama la atención de naturales y extranjeros, y admira aun a los acostumbrados a ver rarezas y maravillas de la naturaleza. No hay pincel ni pluma que pueda explicar las perspectivas que ofrece al que se interna en él. Grupos continuos de cilindros y conos de varios tamaños, unidos con más o menos estrechez, dejando en su unión las grietas suficientes para que la naturaleza los adorne, y digamos los borde con sus verdes producciones, que ofrecen una labor vistosísima. Es singular la magnitud de uno de estos conos que digo que se eleva solo en la cresta de la montaña, y llaman el Cavall Bernat, cuya descripción hace una historia MS. en hexámetros, por un monje llamado Fr. Antonio Brenach en estos versos:

Ad iactum apparet cautes miranda sagittae 

Cautibus ab reliquis scopulisque, per altum 

Aëra consurgens, ulnisque erecta trecentis.

Las ermitas están como enriscadas en lo alto del monte, y algunas encajadas entre cono y cono. Es muy extraño que no quede memoria de este lugar en los geógrafos antiguos, siendo como es tan oportuno para denominar si importaba una comarca. Algunos historiadores de poca cuenta dicen que se llamó Monte Estorcil. Los notarios y escritores del tiempo medio le llamaron Mons-serratus y Mons-obseratus. En alusión al primer nombre tomó el monasterio por armas un monte a quien corta una sierra.

La vista mejor del monasterio es desde la ermita que llaman de S. Miguel, que es antigua, y ya hay de ella memoria en el año 1042, en una donación que le hizo el obispo de Barcelona Guislaberto, de la cual se hablará en lo de aquella iglesia. En otras donaciones de los años 1059 y 1062 se supone habitaban en esta ermita los monjes Trasvar y Guarín. Puede darse por bien empleado todo el trabajo de subir dos horas por una cuesta muy agria desde el lugar llamado Collvató, por gozar de perspectiva tan graciosa. Éntrase en el monasterio por un claustrito viejo, obra del cardenal Juliano de la Rovere, después Julio II, que era abad comendatario de Monserrat. He visto los capítulos de la obra que en su nombre pactó el prior y monasterio con los arquitectos Mestre Jaime Alfonso y Mestre Pere Baset, ciudadanos de Barcelona. Fue esto en 1476. Consérvase bastante bien esta fábrica con las armas del cardenal, y en el día está llena de presentallas. Subsiste en uno de sus lienzos la portada de la iglesia antigua que se extendía muy poco de poniente a levante. Créese que un arco por donde se entra a la obra nueva sea el lugar donde estuvo la imagen de nuestra Señora. Así lo dice allí la siguiente inscripción: Philippo tertio Hispaniarum rege catholico praesente, Deiparae Virginis imago hinc in templum novum translata fuit V. Idus Iulii anno MDXCIX, cum hic septingentis undecim annis miraculis claruisset. 

Esta antigüedad supone la que comúnmente se le atribuye desde el siglo IX, y la que en globo consta del privilegio del conde Wifredo, dado el año 888 a favor de Ripoll, al cual entre otras cosas concede locum quem nominant Monte-serrato ecclesias, quae sunt in acumine ipsius montis vel ad inferiora eius. La misma posesión confirmó el año siguiente 919 (¿siguiente a 888? 889) el obispo de Vique Jorge en la escritura que he visto aquí original, fecha VIII. Cal. Aprilis anno XXVII quod Karolus rex regnandi sumpsit exordium. Más terminantes son otras dos confirmaciones a la misma casa, una del conde Suñer de Barcelona anno IV. post obitum Caroli regis, y otra del rey Lotario año 982, en las cuales se expresa que se da a Ripoll el Monte Serrato con las iglesias Sanctae Mariae, S. Aciscli, S. Petri, et S. Martini. Estas dos últimas estaban donde ahora es el lugar de Monistrol. La de San Acisclo está separada del monasterio como un tiro de fusil hacia levante: su fábrica es vieja, y hasta estos últimos siglos hubo en ella hospital para peregrinos enfermos. La de Santa María es la que decimos, aunque ni rastro queda del edificio primitivo. Los cimientos de la iglesia actual se pusieron en tiempo del rey D. Fernando el Católico, de quien he visto una carta original, fecha en Medina del Campo a 14 de Marzo de 1489, en que exhorta al abad y monasterio a la empresa de la obra, que cesó a los diez años por las urgencias del estado, y el rey en carta de 1499 cedió a favor del monasterio todos los enseres de aquella fábrica, destinada solamente para habitación de monjes. Mas andando el tiempo el abad Fr. Bartolomé Garriga se aprovechó de lo comenzado para la iglesia, y en 1561 con deliberación de la comunidad aplicó a la fábrica el producto del jubileo que Pío IV había concedido por diez años a los que visitasen este santuario en el día de la Natividad de nuestra Señora. La resolución capitular y las constituciones para el buen gobierno de la fábrica he visto en el archivo. Tardose en concluir hasta el 1592, en el que Domingo de sexagésima a 2 de Febrero la consagró el obispo de Vique Pedro Jaime, con asistencia de Jaime Cassador (cazador), obispo de Gerona, Andrés Capilla de Urgel, y Francisco Robuster y Sala de Elna, y Fr. Plácido de Salinas, abad de este monasterio. Hallose presente el virrey de Cataluña Pedro Galcerán, marqués de Navarrés. Existe en el archivo la escritura fecha en el mismo día. Éntrase a la iglesia por un patio cuadrado. En la portada no he hallado las estatuas que Pons indica en su viaje, aunque están labradas para colocarse. La nave de la iglesia es espaciosa y muy proporcionada; su latitud no incluyendo las capillas, es de 76 palmos catalanes, y su longitud total es de 286 palmos. Tiene seis capillas por lado, y sobre ellas otras tantas, descontadas las del coro, con altares y buena porción de pinturas que se trajeron de Roma en el tiempo del abad Fr. Manuel de Espinosa. En las bajas las hay también, y entre ellas es notable el S. Lorenzo que está en el altar dedicado a este santo. A Pons le pareció de Ribalta, y yo le tengo por tan suyo como el S. Vicente que hay en el salón de dominicos de Valencia. En la capilla de S. Ildefonso hay un cuadro grande del Descendimiento que aquí atribuyen a Rubens; este profesor pintó muchos descendimientos, como Cerezo concepciones y Orrente carneros, y no digo más. También tiene su mérito por la novedad la capilla de la comunión, cuyo altar está colocado dentro de otra capilla que forma un cuerpo dórico con columnas de madera y bases de piedra. La longitud de la iglesia queda cortada en la capilla quinta por una verja de hierro bien labrada hacia el año 1608, por precio de 14 mil ducados, cuya cornisa viene con la primera de las capillas; y como estas están también cerradas con verjas de madera, forman un todo proporcionado, presentándose esta primera pieza como un salón de 184 palmos de longitud. Tengo por averiguado que el origen de semejantes divisiones en los templos debe atribuirse a la costumbre de las vigilias de los fieles, las cuales pasaban en lo llano de ellos, quitado así todo peligro de robos y otros desacatos. Algunas memorias quedan de las vigilias de los peregrinos en este santuario, de lo cual hablaré después. En el recinto cuadrado entre la reja y el presbiterio hay 73 lámparas de plata puestas en alto y muy pegadas entre sí y a las paredes colaterales y a la misma reja: en esta última las sostiene un arco de hierro de tres o cuatro dedos de espesor, cuyo radio es lo ancho de la iglesia, y tan rebajado que apenas se eleva sobre su centro dos palmos. Hízolo un devoto aragonés, según me dijeron. En la sacristía y piezas contiguas está guardado el tesoro que llaman y con razón, por la multitud y preciosidad de alhajas y joyas de gran valor, que más son para vistas que para referidas. Es poca su antigüedad, que no excede a lo que creo a los reyes católicos. Hay siete bustitos de emperadores romanos en mármol y en marfil: seis camafeos de las sibilas Samia, Hellespóntica, Líbica, Eritrea, Frigia y Egipcia. Hay de cristal de roca todo el servicio de un altar, que dicen fue del papa Urbano VIII. Guárdanse allí varios pectorales de obispos, entre ellos el del Ven. Palafox. También vi y tuve en mi mano una espada, cuyo puño está sembrado de flores de lis; dicen que es la que dejó S. Ignacio de Loyola cuando comenzó aquí la carrera de su vocación. En el mismo lugar donde se ofreció en servicio de la Virgen queda la inscripción siguiente: B. Ignatius à Loyola hic multa prece fletuque Deo se Virginique devovit: hic tamquam armis spiritalibus sacco se muniens pernoctavit; hinc ad societatem Iesu fundandam prodiit anno M.DXXII. = Fr. Laurentius Nieto Abbas dicavit ann. 1603. = De aquí debió derivar la costumbre de venir acá los novicios jesuitas de la provincia Tarraconense, como para comenzar la carrera donde la comenzó su santo patriarca, y a esto alude la fórmula con que el abad de este monasterio los despachaba a sus casas, que era la siguiente: “Nos Fr. N. N. Dei gratia humilis abbas regii monasterii B. Mariae de Monteserrato ordinis D. P. N. Benedicti de observantia praesentis Cataloniae principatus, sacrista ac bibliotecarius maior suae regiae maiestatis in regnis et corona Aragonum &c. attestamur per praesentes, et fidem facimus dilectos in Christo Fratres N. N. supra, vel retro scriptos ad Nos dictumque nostrum regium monasterium peregrinationis causâ, ex iniuncto obedientiae praecepto de speciali instituto devenisse, retro scriptasque litteras presentasse, debitamque obedientiam praestasse, atque à nobis paternâ charitate, ut mos est, susceptos esse, et ad noviciatus nostri domum remisisse, ut ibi à reverendo patre magistro novitiorum salutarem admonitionem et disciplinam circa Dei praecepta observanda audirent; omnibusque impletis, ad sacrae poenitentiae, eucharistiaeque sacramenta recipienda accesisse, et ad Terraconensem suae religionis domum remeasse. In quorum fidem facio &c.” 

La sillería del coro es obra del escultor Cristóbal de Salamanca, el cual labró dos sillas por muestra, y en su vista se lucieron las capitulaciones con el monasterio y su abad Fr. Felipe de Santiago a 8 de Mayo de 1578. Estipulose en ellas el precio de cada silla a noventa y cinco ducados, corriendo de cuenta del maestro todo su coste, y aprontando el convento la madera de roble para su construcción. Trabajolas todas en el lugar de Monistrol, no sé si en los cinco años que había ofrecido. Adórnanlas muy buenos relieves de la pasión de Cristo y otros asuntos sagrados. Junto al coro está el aula capitular nueva con el altar y techo artesonado que sirvieron en la sala antigua llamada de la Colación, de la que quedan vestigios de buen gusto. 

La biblioteca es buena en lo material y formal. En un cuarto de ella reservado hallé las curiosidades siguientes: Un misal propio de la iglesia de Tortosa MS. en el siglo XIII, como se ve examinando su calendario; donde es notable que mentando a S. Rufo, sólo dice de él Ruphi martyris; y en el cuerpo del misal nada hay de este santo, siendo así que contiene todas las fiestas principales de la iglesia de Tortosa. Porque veas con cuanta razón dije en mi viaje a aquella iglesia, que en los primeros siglos de su restauración nunca se tuvo a S. Rufo por su primer obispo. En la Dom. II. post Pentecost. facimus, dice, festum sanctarum reliquiarum; y en la oración, sanctorum tuorum, quorum reliquiae in praesenti requiescunt ecclesia.

Otro MS. intitulado: Comensa lo libre de les nativitats compilat de la medulla dels actors de veritat per mans de Bertomeu Tresbens, al Rey en Pere Darago Terç (Pedro III de Aragón). Es decir, obra de fines del siglo XIII. Es un tratado de astrología.

Otro MS. del siglo XV tiene este título: “Comienza el tratado llamado Invincionario, dirigido al muy reverendo é magnífico Señor Don Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo, primado de las Españas, por un su devoto siervo Alfonso de Toledo, bachiller en decretos, vezino de la cibdat de Cuenca, patria de dicho Señor. E el tratado es así llamado, conviene a saber, Invincionario, porque en él se fallaran los primeros inventores de las cosas, así temporales, como espirituales &c." El códice llega hasta el último capítulo que es del Maestro de las sentencias; pero no está completo, y falta el final, en que acaso se notaría fijamente el año en que se escribió. A mí no me queda duda en lo que dice Bayer en la Bibl Vet. de Nicolás Antonio, tom. II, pág. 304, que es anterior a Polidoro Virgilio. 

De Pedro Juan Núñez hay varios fragmentos de exposiciones de Cicerón, y también versiones al lemosín de algunas de sus cartas, hechas en Barcelona, año 1585.

“Libro llamado camino de perfección, hecho por un devoto monje de nuestra Señora de Monserrat, del orden del bienaventurado San Benito." = El autor es Fr. Antonio Alfaig. Consta de 30 capítulos, de excelente lenguaje del siglo XVI. 

De otro monje de esta casa llamado Fr. Bernardo de Hontiveros hay una traducción del libro de amicitia de Cicerón. 

Historia del concilio de Trento en su tercera convocación por el papa Pío IV, escrita por D. Pedro González de Mendoza, obispo de Salamanca. Dícese en el códice que fue copiada por el licenciado Diego de Colmenares el año 1642 del mismo original de su autor, que se guarda en la Cartuja del Paular. En esta copia va al principio la vida del mismo obispo. Bien hubiera querido copiar todo este libro; mas ni lo sufrió la multitud de objetos a que tengo que atender con pocas manos, ni la escasez de auxilios de que puedo disponer en esta expedición para servirme de las ajenas.

Hay otro misal MS. hacia el año 1408, según consta de la tabla de cómputo. Al principio vi esta nota: Aquest missal es dels hermitans de Muntserrat. Mas principalment es dat et fet per la cella de sancta Creu per honor del Senyor quins ha salvat. Algo se ha tomado de él para nuestros ritos. Ahora sólo copiaré una Prosa pro defunctis, para que veas la libertad que cada iglesia y aun monasterio tenía en esto. 

Lux eterna beatorum 

Animabus defunctorum 

Luceat, ut in eternum 

Requiescant in pace. Amen.

Sancte Deus, tu sanctorum 

Miserere miserorum, 

Ut cum sanctis in eternum R. I. P. A.

Sancta virgo virginum, 

Ora semper Dominum, 

Ut defuncti in eternum R. I. P. A.

Sancti quoque spiritus, 

Exorate coelitus, 

Ut vobiscum in eternum R. I. P. A.

Patriarchae cum prophetis 

Oro Deo suplicetis 

Pro defunctis, ut in coelis R. I. P. A.

Apostoli Iesu Christi, 

Hiis solutis loco Christi 

Obtinete ut in coelis R. I. P. A.

Martyrum exercitus, 

Expugnate penitus 

Horum hostes, ut in coelis R. I. P. A. 

Confessores, precibus 

Et vestris virtutibus 

Subvenite, ut in coelis R. I. P. A.

Sanctae prorsus virgines, 

Transcendentes homines, 

Vestrâ prece in eternum R I. P. A.

Omnes sancti pariter 

Supplicate iugiter, 

Ut hii simul et in coelis R. I. P. A. 

Amen, amen dicimus, 

Vota sanctis fundimus: 

Christi passionibus R. I. P. A. 

En la pieza por donde se entra a la biblioteca está colocado un buen cuadro grande del juicio final, cuyo autor o copiante, porque copia parece en algunos lugares, podrá ser el indicado en las letras que se ven escritas en el costado de un sepulcro, y son P. ADL. enlazadas las tres últimas al modo de los monogramas: al otro lado del mismo sepulcro está pintado el año 1578. 

El camarín de nuestra Señora consta de tres piezas pequeñas llenas de cuadritos casi todos de gran mérito, entre los cuales sobresale un S. Pedro de Alcántara, un S. Francisco de Asís y algunos de la Virgen con el niño por el gusto de Rafael. La imagen es venerable por su antigüedad; el color moreno de rostro (moreneta) y manos téngolo por obra del que la encarnó; a lo menos es constante e indubitable que ni el humo de las lámparas que están apartadas más de 30 palmos, ni el incienso la pudieron ennegrecer, como dijo Pons; efecto que igualmente debían experimentar los vestidos y nicho y cuanto hay alrededor. La celebridad y fama de este santuario no es menester que la diga yo. Son innumerables las memorias de los reyes, cardenales y obispos que lo han visitado en todos tiempos, y de las procesiones de penitencia de los cleros vecinos, especialmente de Barcelona, que acudían a él en las calamidades públicas. En el siglo XIII mandó el rey D. Jaime I que los peregrinos se trajesen viandas para sustentarse mientras estuviesen acá, porque lo contrario sería carga insoportable para el monasterio. Del siglo XIV queda en el archivo un códice que contiene varios tratados curiosos, y entre ellos hay esta nota: Quia interdum peregrini, quando vigilant (velan, vigilia) in ecclesia B. Mariae de Monteserrato, volunt cantare et trepudiare, et etiam in platea de die, et ibi non debeant nisi honestas ac devotas cantilenas cantare; idcirco superius ac inferius aliquae sunt scriptae. Et de hoc uti debent honeste et parce, ne perturbent perseverantes in orationibus et devotis contemplationibus, in quibus omnes vigilantes insistere debent pariter, et devote vacare. Pónense igualmente y con canto las canciones latinas y lemosinas que debían cantar durante las vigilias. De las últimas pondré la muestra siguiente:

Birolay de Madona Sancta María.

Rosa plasent, soleyl de resplendor, 

Stela lusent, yohel de sanct amor, 

Topazis cast, diamant de vigor, 

Rubis millor, carboncle relusent.

Lir transcendent, sobran tot altre flor, 

Alba jausent, claredat senes fuscor, 

En tot contrast ausits li pecador; 

A gran maror est port de salvament:

Aygla capdal, volant pus altament, 

Cambre reyal del gran Omnipotent, 

Perfaytament auyats mont devot xant, 

Per tots pyant siatsnos defendent:

Sacrat portal del Temple permanent, 

Dot virginal, virtut sobreccellent, 

Quel occident quins va tots iorns gaytant, 

No puxe tant quens face vos absent. 


Traducción literal del Birolay sin guardar la rima. 


Rosa agradable, sol de resplandor, 

Estrella brillante, joyel de santo amor, 

Topacio casto, diamante de valor, 

Rubí mejor, carbunclo rutilante.

Lirio oloroso que excede a toda flor, 

Alba naciente, claridad sin obscuridad,

En cualquier contraste ayuda al pecador,

En gran tempestad eres puerto de salvamento.

Águila caudal, de vuelo muy remontado, 

Cámara real del gran Omnipotente, 

Perfectamente oye mi devoto canto, 

Por todos rogando sednos defensora.

Puerta sagrada del templo permanente, 

Dote virginal, virtud sobreexcelente, 

Que el occidente que cada día nos amaga, 

No pueda tanto que de vos nos ausente. 


A este tenor hay otras muchas coplas devotas y varias fórmulas de los sermones y exhortaciones que se hacían a los romeros. Hoy persevera el concurso, pero sin aquel orden y piedad. De modo que se hace notable la devoción con que el día 8 de Septiembre vienen los franceses comarcanos a cumplir en nombre de las villas los votos que hicieron los comunes; porque luego que descubren el monasterio se arrodillan y entonan el Ave maris stella, y así entran en procesión y asisten a la fiesta de nuestra Señora con devoción y compostura, sin mezclarse en ninguna de las disoluciones de otros concurrentes. El archivo de este monasterio está bien arreglado: lo registre a mi satisfacción, merced a la franqueza con que me trataron el P. prior y presidente (ya que se hallaba ausente el Sr. abad), y el P. Fr. Millán Hermosilla archivero, quien suplió con ventajas las que yo esperaba lograr con la pericia del P. M. Fr. Benito Ribas que también se hallaba ausente. Tomé algunas noticias acerca de la historia de la casa, y muchas más sin comparación de las tocantes a otras iglesias y monasterios. Este es el gran fruto de los viajes, y por cierto el más sabroso: hallar en un punto cosas que pertenecen a otros en que no se pensaba, y con que se ilustran sus antiguallas. Hay allí algunos martirologios, entre ellos uno Ripollense del siglo XI, donde lo más importante es el necrologio. Allí mismo vi los capítulos de concordia que hizo este monasterio con el impresor Juan Luxaver a 7 de Enero de 1499, obligándose él a imprimir varios breviarios y rituales y otros libros eclesiásticos, como efectivamente se imprimieron para repartir por toda la congregación. De esta oficina portátil salió el año siguiente el Exercitatorium vitae spiritualis del abad Fr. García de Cisneros, libro célebre y buscado por muchos motivos. Rarísimo es también el libro de las colaciones del abad Isaac, traducido al castellano por Fr. Bernardo Boil, monje y ermitaño de Monserrate. Hay de él aquí un ejemplar muy bien conservado, impreso apud S. Cucufatum vallis Aretanae XXIX. Novembris anno Domini M.CCCC.LXXXIX. en 4.° Habló de este libro el P. Méndez en su Tipografía española del siglo XV. Yo no puedo persuadirme que el lugar de esta edición sea el San Cucufat (Cugat) del Vallés; ya por no quedar en aquel monasterio memoria alguna de haber habido allí imprenta, con ser así que se conservan exactas apuntaciones de aquel tiempo, ya principalmente por no convenirle la palabra Vallis Aretanae, que cierto nunca se llamó así el Vallés en lengua alguna. ¿Y quién sabe si sería algún San Cucufat del Val de Aran? Dejemos conjeturas; lo cierto es que este traductor fue hombre de reputación en tiempo de los reyes católicos, quienes le destinaron a la América en calidad de nuncio apostólico, dándole facultad de escogerse doce compañeros sacerdotes, los cuales no consta quienes fuesen. 

Después se dice que volvió y fue abad de Cuxá, y le ocuparon en otros negocios graves. Muchos materiales tengo recogidos de acá y de acullá, hasta de la isla de Mallorca, para escribir la historia de este célebre personaje, de quien algunos escritores han hecho tres, y cuyos hechos han confundido de una manera increíble, atribuyendo a los sobrinos lo que es del tío, y al contrario: y haciendo catalanes a los que no son sino valencianos. En suma este punto biográfico merece una disertación separada.

Ya quedó dicho arriba que desde el siglo X se hizo donación al monasterio de 

Ripoll de la iglesia de nuestra Señora. Mas de haber habitado en ella monjes no hay memoria hasta el siglo siguiente, en que suena como una de las obediencias sujetas a aquella casa, cuyo abad nombraba aquí un prior para su gobierno. Así permaneció hasta el 1410, en que con autoridad de Benedicto XIII (Luna) salió de aquella dependencia y se erigió en abadía, la cual obtuvo el primero Fr. Marcos de Villalba. Uniose después a la congregación de Valladolid en 1493. Entonces y siempre estuvo sujeto el monasterio al obispo de Vique, de cuya jurisdicción era y es todo el monte; y esto habrás observado en varias cosas que se dijeron en el episcopologio de aquella iglesia, y lo verás todavía más claramente en lo que me queda que decir en el correo inmediato. Había resuelto poner aquí el catálogo de sus priores y abades, que me ha proporcionado el citado P. Hermosilla; pero está tan diferente del que publicó Flórez (tom. XXVIII), que sería menester detenerme a dar las pruebas de su discordancia. Así que quede esto para la historia completa del monasterio, que se está preparando con actividad, y me aseguran que muy en breve se publicará. A Dios.