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lunes, 27 de mayo de 2024

5-5, De los cónsules, pretores, procónsules, y legados que vinieron a Cataluña hasta el año 100 antes de Cristo,

Capítulo 5.

De los cónsules, pretores, procónsules, y legados que vinieron a Cataluña hasta el año 100 antes de Cristo, y de los sucesos, y victorias de catalanes contra los Cimbrios.

Ya vuelven los romanos cronistas a su silencio, indicio de las victorias españolas con daño, y descrédito de su república; pero aunque lo callen, no falta nuestro tarragonés Pablo Orosio en la relación, pues dice lib. 5. c. 1. que en todo el tiempo que discurrió hasta el año 134 antes de Cristo, que fueron 35 años, recibieron los romanos, no sólo en esta provincia, sino también en las demás de España tan notables daños, y derrotas tan grandes, que no se hallaba en Roma quien se atreviese a venir para gobernar, ni militar; y los romanos que se hallaban en este país, y los que obligados venían, estaban tan aturdidos, que sólo del nombre español temblaban: fuerte milicia para un desempeño. 

No cumplieron los romanos lo prometido en los Privilegios, que ni mantenían, ni guardaban, prosiguiendo en disgustar los pueblos, los cuales mal sufridos volvieron a la guerra que refiere Orosio. 

Vino Marco Claudio Marcelo, y luego Publio Fonteyo Balbo, que gobernaron entrambas Españas; y como las guerras se proseguían con pérdida de los romanos, y siempre con mayor vigor prendía el fuego de la venganza, año 165 antes de Cristo volvieron los romanos a dividir España en citerior, y ulterior, enviando a cada una su General, y Presidente. 

Cupo la suerte a Gneo Fulvio de esta provincia, que con quietud la gobernó hasta el año 154 antes de Cristo, y en los dos siguientes años vino a España Manlio que no gover- (gobernó) en Cataluña, ni en toda la citerior, en la cual debían recibir mucho daño las cosas de los romanos, particularmente en nuestra Cataluña, supuesto que desde el año 151 antes de Cristo, enviaron los romanos su cónsul Fulvio Nobilior para mundo presidir en la Tarraconense España, a quien ni la autoridad del puesto le excusó de dura guerra, y mayor contra los celtíberos.

Marco Claudio Marcelo, que había presidido en las dos Españas, volvió sólo para la citerior que se hallaba fuerte contra los romanos, imposibilitados de dominarla, pues cuanto más guerreaban, y mayores fuerzas ponían, más sensible era el daño; y aunque algunas ocasiones fuesen vencidos nuestros paisanos, con mayor aliento volvían a la guerra Anteones fuertes.

Solícito el romano senado de dominar esta provincia con toda la citerior España, la volvió a nombrar consular enviando a ella su cónsul Lucio Licinio Luculo año 149 antes de Cristo, contentándose del pretor Sergio Galba para la ulterior. De esta se refieren los sucesores de Galba, y sus victorias; y de los hechos, y generales de esta provincia no se habla, ni hay autor que diga del cónsul Luculo los sucesores, ni que viniese romano alguno hasta el año 141 antes de Cristo. Para descuido es sobrado, siendo la principal provincia, y la consular, y que daba más que merecer a Roma; lo cierto es, o a lo menos lo más verosímil, que imposibilitados los romanos de dominarla, y no hallándose con bastantes fuerzas por las guerras de Asia, y civiles disgustos de Roma, le dieron treguas para el descanso, y para probar otra ocasión su fortuna; si no es que digamos que fueron tan sensibles los daños, que por su crédito les pareció ocultarlos.

Volvió Roma a alentarse, y al tesón de dominar la España citerior: el cónsul Cecilio Metelo tuvo fuertes peleas con los celtíberos de esta provincia: lo dejo por no haber sucedido en Cataluña. Acabó su consulado Metelo, y quedó en esta provincia por pretor, hasta que el año 139 antes de Cristo vino Quinto Pompeyo cónsul romano; y aunque no escriban las historias romanas, la causa de volver a enviar cónsul a esta provincia, se puede juzgar es la que hemos ponderado. 

No apartaron los romanos de la España citerior a Quinto Pompeyo, habiendo concluido con su consulado, pues mandaron se detuviese con título de procónsul. (1) 

El año 137 antes de Cristo, otra vezvolvieron en Marco Popilio Lenato, a enviar su cónsul; que fue derrotado, y vencido por los Numantinos, y no se habla más en las historias: año 135 antes de Cristo sucedió a Lenato, Gayo Hostilio Mancio, y a este el siguiente año el cónsul Publio Furio Philo, quedando otro año en la provincia; no obstante hay quien diga que vino Calphurnio cónsul, y todo importaba por las guerras grandes, y unión de los pueblos de una, y otra España contra los romanos; pero no hallamos cosa particular de los pueblos que hoy componen Cataluña. (2) Quietáronse los pueblos con el arte, y destreza romana, yvolvieron a la apetecida paz los españoles todos; con que los romanos asegurados, el año 130 antes de Cristovolvieron a gobernar todas las Españas por diez Legados, hombres atentos, y prudentes, que conservaron la paz, y unión de Roma con España. (3)

Continuó la felicidad de la paz, y gobierno acomodado a la naturaleza española, por el celo, y cuidado de los Legados, pero vino a mudarse con el tiempo. Llegaron a inquietarse los españoles, ya quejosos, y disgustados año 118 antes de Cristo, hasta que les consolaron, y favorecieron discretos, y corteses Pisón, y después Galba, sin más armas que el agasajo: con esto volvieron las provincias al gobierno de los diez Legados, o a la forma antecedente de gobierno. (4)

El año 107 antes de Cristo, salieron los Cimbrios Alemanes de su Patria, no cabiendo en ella, e inundaron la Francia, Aragón, Navarra, y otras provincias con atrocidades, y daños notables. Llegaron a Cataluña prosiguiendo el estrago en los Ilergetes, que valientes se les opusieron juntando los vecinos pueblos, y algunos Aragoneses Celtíberos, y con

formado ejército embistieron al enemigo, que roto, y deshecho se retiró vencido, pero no escarmentado, pues continuó su designio, pero siempre con fortuna contraria; obligándoles nuestros Ilergetes a dejar el Paiz con infame huida, pasando por Francia a Italia, escarmentados, y consumidos sin querer más lances con el valor de esta provincia, que tanto les había costado. Duró esta guerra cerca de dos años, y en ellos sin duda fueron de notar las hazañas; y tienen culpa los romanos, pues ya eran amigos de esta provincia, en referirlas tan brevemente, logrando los frutos de los sudores ajenos; pero eran tan apasionados por la gloria, que no les parecía bien en otros (poca nobleza dominada de envidia.) Entraron los Cimbrios en Cataluña año 101, y salieron a los últimos del año 100 antes de Cristo. (5)

Del año 99 hasta 97 antes de Cristo, vinieron a España Junio Silano, y Lucio Cornelio Dolabela; pero no hallo de estos cosa notable, con que es preciso concluir el capítulo.