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miércoles, 6 de septiembre de 2023

V. Poesías místicas y religiosas.

V.

Poesías místicas y religiosas.


I. 

Ave maris stella.

Versión euskara.

por D. Eusebio María Dolores de Azcue.

Dialecto bizcaíno.

En uno de los tomos anteriores (IV de la serie II) he dado a conocer, entre otras composiciones de este ilustrado poeta bizcaíno, una excelente traducción euskara del lúgubre y solemne himno religioso, conocido con el nombre de Dies irae..., composición que, como dije en el breve juicio de que la hice preceder, bastaría para acreditarle de hombre de gusto y de excelente poeta.

Hoy tengo el gusto de ofrecer a los lectores del Cancionero otra versión, también inédita, y no menos notable, de otro de los más conocidos himnos religiosos: el Ave maris stella, de San Bernardo, que el mismo Sr. Azcue tradujo a la lengua euskara, con una precisión y una elegancia verdaderamente dignas de aprecio, y que hablan muy alto, tanto en favor de las excelentes cualidades de poeta de este laborioso profesor, como de la flexibilidad y riqueza de la lengua bascongada, que tan admirablemente se presta y se amolda a la expresión de todo género de sentimientos y de ideas.

Fácil y cómodo me hubiera sido acompañar esta nueva versión del Sr. Azcue de una de las muchas traducciones castellanas que de este himno abundan en los libros piadosos; he preferido, no obstante, atendiendo al fin filológico, objeto principal del Cancionero, haber de ella una versión, literal hasta donde sea posible, para que de esta manera, el lector pueda apreciar mejor su mérito literario y examinar la composición aun en sus menores detalles.

A esta traducción, sigue, por último, el texto latino del famoso himno de San Bernardo, con el objeto de que pueda así consultarse en las fuentes originales cualquier duda a que pueda dar origen la versión euskara que tengo el gusto de dar a conocer. Hé aquí, ahora, ésta:


Ave maris stella.

Euskarazko bertsoetan.


Jaunak gorde zaizala

Ichasoko izarra, (1)

Jaungoikoaren Ama

Garbi ta bakarra,

Eta Birjiña beti-

Beti izanekoa,

Zeruetako ate (2)

Zorijonekoa.


Gabrielen agoti

Ave bat arturik,

Zeiñ dan Eva-n izena

Letrak (3) biurturik,

Egiguzu bakia

Geure Jaun onagaz,

Sierpian (4) burua

Zapaldu ta oñagaz. (5)


Askatuizuz katiak

Errudun guztijai,

Emoizu (6) argitasuna

Itsu dagozanai;

Kenduizuz geure gachak

Birjiña Marija,

Eskatuizu geuretzat

Ona dan guztija.


Arren erakusizu

Ama zariala,

Zeugatik eskarijak

Ak artu deizala,

Zein mundura etorrita

Gu gaiti bakarrik,

Zeure seme izatia

Igaro eban pozik.


Birjiña guztiz bakar,

Ama Jesusena,

Jaijo danen artian

Bijotz bigunena,

Kendu ta geure kulpen (7)

Guztiz kate astunak,

Egizu izan gaitezan

Garbi ta bigunak.


Emoiguzu graziya (8)

Bizitzeko garbi,

Eta egiguzu bide- (9)

Ziurrian argi,

Bizi gaitezen beti

Jesusen aurrian,

Inos amaituko ez dan

Atsegiñ artian.


Alabantsak (10) Jaungoiko

Guztijon Aitari,

Hossana seme berak

Unjidu (11) ebanari:

Baita Espiritu-Santu

Jaunari amorioa,

Iru pertsonentsako

Bardiñ onoria. (12) Amen.


Arren ontzat artuizu,

Birjiña santia,

Neuk denpora guztijan

Zeu alabetia: (13)

Ekazuz Ama neuri

Fedian indarrak

Puskatuteko zeure

Arerijo charrak.


Magdalena-ri barka ziñion

Ta aditu lapur onari;

Eman ziñidan ichodomenaz

Leku nai diot (14) pozari...


Ez dira diña nere erreguak,

Baña ona zeran ezkero,

On-egidazu, betiksuaz

Kiskal ez nadiñ ni gero.


Aker artetik kendu nazazu

Ta artu eskubi-partera,

Sarturik arren zere ardiyakiñ

Zeruko artegi maitera.


Ondatutzean gaisto guziak

Su-ta garrezko leizean, (15) 

Deitu nazazu zeregana ni (N. E. leo ní)

Bedeinkatuen artean.


Nagokizu-eske, ta makurturik

Autsetaraño biyotza, (16)

Salbatzeko arren irichitzean

Juizio-egun zorrotza...


¡¡Gizona autsetik pisten danean

Negargarria egun-hura...

Zeñetan zayon erabakiko

Sartzen dan edo ez zerura...!!


Barkatu bada neri, Jaungoiko

Jesus Jaun nere maitea,

Eta fededun animai eman

Beti-betiko pakea.


Ala izan dedilla.

(Azaroa-ren 17 I-an 1867-n.) 

J. J. A.


(1) Ichasoko izarra, estrella de los mares. Maris stella. 

(2) Zeruetako ate zorionekoa, dichosa puerta de los Cielos. Felix cœli porta. En uno de los borradores originales que he visto del autor dice: Zerurako dan ate...

(3) Sinónimos puros de letra: izkira, bechia.

(4) Sinónimo euskaro de esta voz: sugarrasta, suge-a, ersuga o erensuge-a. - El verso hubiera, pues, ganado en pureza con esta modificación: Sugearen burua...

(5) En originales del autor he visto también esta estrofa con estas variantes:

“Gabrielen agoti

Ave entsun ezkero,

Zein dan Eva-n izena

Biurtu ta gero,

Ereizu bakiaren

Azija lurrian,

Borondate ona daben

Gizonen artian.”

"Siembra (ereizu) la semilla (azija) de la paz, (bakiaren) entre los hombres de buena voluntad.



Ave maris stella.

Traducción literal castellana.


Dios te guarde, estrella del mar, Madre de Dios, pura y única, Virgen siempre, dichosa puerta de los Cielos.

Tomando de boca de Gabriel el Ave (Salve o salutación), que, invirtiendo las letras es nombre de Eva, haznos la paz (restitúyenos a la paz) con nuestro buen Dios, aplastando con el (bajo tu) pie la cabeza de la serpiente.

Desata las cadenas a todos los culpables (pecadores), da la luz (presta luz) a los que están (permanecen) ciegos; quítanos (despójanos de) nuestros males, Virgen María, (y) pide para nosotros todo lo que es bueno.

por favor, muestra que eres Madre, y por tu mediación, reciba nuestras peticiones Aquel que vino al mundo sólo por nosotros, y que pasó, gozoso, por ser hijo tuyo.

Virgen única, Madre de Dios, la más piadosa entre todas las nacidas, librándonos de la pesada cadena de nuestras culpas, haz que seamos puros y humildes.

Concédenos la gracia (necesaria) para que seamos puros, y préstanos luz en el sendero estrecho (de este valle de lágrimas), para que vivamos puros ante Dios entre el gozo que nunca tendrá fin.

Alabanzas a Dios, Padre de todos, Hossana (Hosanna) al Hijo que Él ungió, y amor al Espíritu Santo; igual honor para las tres personas. Amen.

Ten a bien, por favor, Virgen santa, que te alabe en todo tiempo, y dame, (concédeme, préstame) fuerzas para aplastar a tus rebeldes enemigos.


Ave maris stella.

Texto latino.


Ave maris stella,

Dei mater alma,

Atque semper Virgo,

Felix cœli porta.


Sumens illud Ave,

Gabrielis ore,

Funda nos in pace

Mutans Evae nomen.


Solve vincla reis.

Profer lumen cœcis,

Mala nostra pelle

Bona cuncta posce.


Monstra te esse Matrem,

Sumat per te preces:

Qui pro nobis natus

Tullit esse Tuus.


Virgo singularis,

Inter omnes mitis,

Nos culpis solutos

Mites fac et castos.


Vitam presta puram

Iter para tutum;

Ut videntes Jesum

Semper colloetemur.


Sit laus Deo Patri,

Sumo Christo decus,

Spiritui Sancto

Tribus honor unus. Amen.


Dignare me laudare te

Virgo Sacrata:

Da mihi virtutem

Contra hostes tuos.


II.


Cántico a la virgen de Aránzazu

por

Sor Juana Inés de la Cruz.

Con el nombre de La Monja de Méjico, es conocida en América y en Europa, una de las más ilustres escritoras del siglo XVII, honra de su sexo por su ilustración poco común, por su ciencia y sus virtudes. Sor Juana Inés de la Cruz, que éste es su nombre, nació en 12 de noviembre de 1651, en el pueblo de San Miguel Nepantla, a doce leguas de Méjico, siendo sus padres D. Pedro Manuel de Asbaje, noble guipuzcoano de la villa de Vergara, y doña Isabel Ramírez, natural de Ayacapixtla.

Descubrió desde sus más tiernos años un prodigioso ingenio y una afición tal al estudio, que a los quince había aprendido ya la gramática latina con tal perfección que escribía en dicha lengua con rara facilidad, tanto en prosa como en verso, manejando y entendiendo los mejores libros romanos.

La fama de su singular talento hizo que el Virrey, Marqués de Mancer, le condujera a Palacio, donde entró a servir de dama de honor cerca de la Virreina, y a los diez y siete años, congregados en Palacio buen número de teólogos, juristas, filósofos y poetas, examinaron minuciosamente a Sor Juana Inés, conviniendo todos, y notificándolo así al dicho Virrey, "que el talento de la joven era prodigioso, y que su erudición excedía a su edad y a su sexo, y aun a lo que podía esperarse de un hombre criado en las Academias literarias."

Joven aún, retiróse a la soledad del claustro, tomando el hábito de religiosa gerónima en el monasterio de Méjico, dedicándose allí durante veintisiete años, a la vez que al cumplimiento de sus estrechos deberes religiosos, al cultivo de la teología, la inteligencia de las Santas Escrituras, la lógica, la retórica, la física, las matemáticas, la historia, la música y la poesía, demostrando en tantas y tan variadas ciencias, su raro talento y su prodigiosa erudición.

Su saber y su ingenio poético le valieron los dictados de "cisne de Méjico" y "décima Musa", con los que fue conocida, y las obras que dejó escritas son testimonio eterno de su profunda sabiduría en todos los ramos del conocimiento.

El ilustre P. Feijoo, uno de sus admiradores y críticos, llegó a escribir: 

"La célebre monja de Méjico, Sor Juana Inés de la Cruz, es conocida de todos por sus eruditas y agudas poesías, y así excusado es hacer su elogio. Ninguno acaso, de los poetas españoles, la igualó en la universalidad de noticias de todas facultades."

Parecidos elogios han hecho de ella otros muchos escritores, e ilustres Prelados, nacionales y extranjeros, como puede verse en los apuntes que de esta insigne Poetisa Mejicana aparecen en las páginas 184-191 del Ensayo de una colección de memorias de hombres célebres naturales de Guipúzcoa, publicado en Florencia en 1876, del que he extractado la mayor parte de las precedentes noticias.

Sor Juana Inés de la Cruz, falleció contagiada de la peste el 17 de abril de 1695, después de haber asistido a sus hermanas con ejemplarísima caridad, siendo su muerte universalmente sentida en todo el reino.

De sus Poesías sagradas y profanas, que contienen gran número de composiciones en castellano, algunas en latín, en italiano, y en tocotín, (lengua de Méjico), 

(N. E. Náhuatl, entre 68 idiomas autóctonos con sus variantes o dialectos. Sor Juana Inés de la Cruz fue la autora que llevó a su máximo esplendor el tocotín literario, pues dos de sus autos sacramentales más conocidos y logrados - El divino Narciso y El cetro de José - presentan sendos pasajes con este recurso.)

se han hecho diversas reimpresiones en Madrid, Sevilla, Barcelona y otros puntos. En dicha colección figura la siguiente composición que escribió para la fiesta de la Asunción de Nuestra Señora, remedando el lenguaje de los bizcaínos, y en la cual confirma ella misma su origen bascongado, dejando ver que no le era tampoco desconocida la lengua de sus ascendientes.

Dicho cántico, que con su propia ortografía incluyo en esta sección, como una verdadera curiosidad literaria, forma parte del Villancico II del Nocturno III, que debió ser cantado en la catedral de Méjico en 1683, y aparece en las páginas 239 y 241 respectivamente de las ediciones de Madrid, 1689 (1), y Barcelona, 1691. (2) Dice así:

(1) Inundación castálida de la única poetisa, soror Juana Inés de la Cruz. Madrid, 1689, en 8.° de 328 páginas. (N. E. soror, sorore : sor : soeur : hermana : germana; castálida de Castalia)

(2) Poemas de la única poetisa, etc. Barcelona, 1691.


VILLANCICO II DEL NOCTURNO III.


Prosigue la introducción.

(N. E. No se actualiza la ortografía)


Voz. - Pues que todos han cantado,

Yo de campaña me cierro:

Que es dezir, que de Vizcaya

Me revisto, dicho y hecho.

Nadie el Vazquence mormure

Que juras á Dios eterno,

Que aquesta es la misma lengua

Cortada de mis Abuelos.


Vizcaíno.


Señora André (1) María,

Porqué á los cielos te vás?

Y en tu casa Arançazu

No quieres estar?

¡Ay! que se vá, Galdunaiz, (2)

Nere vici gucico galdunaiz. (3)


Juras á Dios, Virgen pura,

De aquí no te has de apartar,

Que convenga, no convenga,

Has de quedar.

Galdunaiz, ay! que se vá,

Nere vici gucico galdunaiz.

Aquí en Vizcaya te quedas,

No te vas, nere viotza; (4)

Y si te vas, vamos todos,

Vagoas. (5)

Galdunaiz ¡ay! que se vá,

Nere vici gucico galdunaiz!

Guacen, Galanta, (6) contigo

Guacen, nere lastana, (7)

Que al Cielo toda Vizcaya

Has de entrar

Galdunaiz, ay! que se vá,

Nere vici gucico galdunaiz!


(1) Andre-a, mujer.

(2) Galdu naiz, me he perdido.

(3) Nere vici gucico galdunaiz, para toda mi vida me he perdido.

(4) Nere viotza, mi corazón. 

(5) Vagoas, nos vamos.

(6) Guacen, Galanta. Vamos, hermosa. - Galant-a, suele traducirse, por grande, hermoso, robusto, rollizo, etc. (N. E. Me suena a Galatea: Según la mitología griega, Galatea era una doncella blanca que habitaba en el mar en calma. Este nombre viene del griego Γαλάτεια (Galateia = Blanca como la leche) que deriva de γάλα, γάλακτος (gala, galaktos = leche, de leche), como en galaxia.)

(7) Guacen, nere lastana. Vamos, amada mía.


III.

Oda “A la Ascensión”.

De Fray Luis de León.

Versión euskara

por

Claudio de Otaegui.

Dialecto de Guipúzcoa.


Todas las composiciones poéticas presentan grandes dificultades para ser vertidas a otro idioma cualquiera, y no es el castellano el que ofrece mayores ventajas para la traducción al bascuence, por la absoluta falta de analogía que existe entre ambas lenguas, tanto en su construcción, como en sus giros, y en los elementos esenciales de expresión.

Y de los poetas castellanos pocos habrá que se presten menos a esta clase de versiones que el insigne Fray Luis de León, y de sus composiciones ninguna quizás más difícil para tal empresa, que su oda 

A la Ascensión.

La composición sólo consiste en unas cuantas pinceladas, pero dadas con tal gusto y tal maestría, con tal tino y tal acierto, que un poco nada más que descienda su tono, pierde ya toda su grandeza, un poco que se eleve, pierde su principal mérito: la sobriedad.

La empresa de verterla a una lengua, tan extraña y tan diversa como la euskara, era, pues, obra de verdadero empeño. Hubo quizás por mi parte, un tanto de temeridad al aconsejar esta traducción al Sr. Otaegui; verdadero valor y conciencia de sus fuerzas por parte de éste, al aceptar mi recomendación.

La versión de la oda A la Ascensión ha sido para mí objeto de inmensa satisfacción, y es para su autor motivo de legítimo orgullo, pues debe ser considerada desde luego como una de las más notables que se han hecho en lengua euskara, por lo perfectamente que el traductor ha acertado a conservar el tono y el carácter del original, sin separarse en un ápice del texto, y trasladándolo, por el contrario, verso por verso, frase por frase, y hasta casi palabra por palabra, sin que hayan desmerecido en nada la grandeza y la sobriedad de la preciosa composición de Fray Luis de León.

El Sr. Otaegui se ha hecho acreedor por ello a un justo aplauso, y los lazos de amistad que a él me ligan no han de ser obstáculo para que se lo conceda de buen grado, y aproveche la ocasión de exponer, siquiera sea sumariamente, los títulos que reúne a la consideración de los amantes de la lengua y la literatura bascongada.

El Sr. D. Claudio de Otaegui, natural de Cegama (Guipúzcoa), y profesor de primera enseñanza hace muchos años de la ciudad de Fuenterrabía, (N. E. Véase la/s etimología/s y toponimia de Hondarribia; hontanar, como la revista de Alustante, fontanar, fontana, font, hond en gascón, fuente, fontis, fons, fonte, &c. como el nacimiento del Henares, en Horna, junto a Sigüenza) comenzó en 1863 sus trabajos euskaros, estimulado quizás a ello por el benemérito Príncipe Luis Luciano Bonaparte, por cuyo encargo tradujo la Doctrina Cristiana al bascuence de Cegama, Hernani, Azpeitia e Irún, versiones que habían de servir más adelante al ilustre Mecenas para importantes estudios lingüísticos.

En 1864 hizo una traducción completa al dialecto guipuzcoano del Evangelio de San Juan, con todas sus notas y comentarios, con destino al Concurso anunciado a la sazón por la Diputación foral de Guipúzcoa.

En 1865 hizo, por encargo del mismo Príncipe Bonaparte, una traducción del Catecismo al bascuence vulgar de Villafranca; al siguiente año acompañó al ilustre filólogo francés en su excursión lingüística por las Amezcoas, y los valles de Salazar y el Roncal (Navarra), quedando después encargado de entenderse directamente, y de servir de intermediario, con las muchas personas del país a quienes el egregio bascófilo había encargado diversos trabajos, base para sus ulteriores estudios.

Durante el mismo año, el Sr. Otaegui hizo una nueva versión de la Doctrina al bascuence de Tolosa, y recorrió el valle de Basaburua (Navarra), para estudiar sobre el terreno e ilustrar al Príncipe Luis Luciano, sobre las más notables diferencias dialectales del lenguaje de aquella región con el común en Navarra y Guipúzcoa.

En 1867 vertió, con igual destino, al bascuence vulgar de Cegama, El Evangelio de San Marcos y el Cántico de los Cánticos de Salomón, y al literario de Guipúzcoa el mismo libro de los Cánticos, el de Ruth, el de Jonás y el Apocalipsis del apóstol San Juan, la mayor parte de cuyas traducciones permanecen inéditas, por causas cuya enunciación no me corresponde, en manos del sabio filólogo que se las encomendó.

En 1869 y 1870 acompañó nuevamente al Príncipe Bonaparte en sus excursiones al país bascongado, cooperando eficazmente a sus trabajos lingüísticos; realizando nuevos viajes a las montañas de Navarra en 1871, para adquirir sobre el terreno mismo importantes y exactos datos, indispensables para la ejecución del notabilísimo Mapa lingüístico de las siete Provincias bascongadas, que a la sazón venía preparando aquel sabio bascófilo.

Desde aquella fecha, el Sr. Otaegui, que ha publicado estos últimos años en la prensa del país algunos otros trabajos literarios de menos importancia, y ha hecho diversas traducciones de otra índole por encargo de distintas corporaciones, sigue siendo, en materias de lengua y literatura bascongada, el corresponsal predilecto del Príncipe Bonaparte, con quien sostiene larga e interesante correspondencia.

Hasta hace poco más de un año, el Sr. Otaegui, no había intentado realizar un solo trabajo en verso; algunos de sus ensayos revelan, no obstante, en él, dotes muy apreciables, y sus traducciones de las odas A la Ascensión y La vida del campo, deben animarle a seguir con preferencia este camino, para el que, en mi opinión, revela facultades más adecuadas que para las composiciones originales.

El laborioso profesor de la ciudad de Fuenterrabía, obtuvo el año pasado en el Concurso de Elizondo, el premio señalado por la Asociación Euskara para el maestro bascongado que hubiere ejecutado más trabajos en lengua ibérica, y me ha favorecido asimismo, entre otras versiones, con varias en prosa de diversas narraciones del insigne Trueba, que no me ha sido posible incluir, por su carácter, en esta serie del Cancionero, a la que estaban destinadas.

Méritos más que suficientes son los expuestos para que el Sr. Otaegui merezca consideración de todos los amantes de nuestro peculiar idioma y nuestra especial literatura, y tengo por mi parte un verdadero placer en darlos a luz, para que sean conocidos y debidamente apreciados.

Hé aquí ahora la oda de Fray Luis de León y su traducción euskara:


A la Ascensión.


¿Y dejas, Pastor santo,

Tu grey en este valle hondo escuro,

Con soledad y llanto,

Y tú, rompiendo el puro

Aire, te vas al inmortal seguro?

Los antes bien hadados,

Y los agora tristes y afligidos,

A tus pechos criados,

De ti desposeídos,

¿A dó convertirán ya sus sentidos?

¿Qué mirarán los ojos

Que vieron de tu rostro la hermosura,

Que no les sea enojos?

Quien oyó tu dulzura

Qué no tendrá por sordo y desventura?


¿Aqueste mar turbado

Quién le pondrá ya freno? ¿quién concierto

Al viento fiero airado?

¿Estando Tú cubierto

Qué norte guiará la nave al puerto?


¡Ay! nube envidiosa

Aun de este breve gozo, ¿qué te aquejas?

¿Dó vuelas presurosa?

¡Cuán rica tú te alejas!

¡Cuán pobres, y cuán ciegos!, ay, nos dejas!

Fray Luis de León.


Jesukristoren igoeran edo igandean. 

(1: Igoera, igande-a, ascensión, elevación. Tratándose de la del Señor a los Cielos, quizás hubiera sido más propio, y desde luego más expresivo, decir Jesukristoren zeruratzean.)


¿Ta uzten dezu, Artzai santua,

Bakardade ta lantuaz,

Ibar ondokai ta illun onetan

Zure jendea (2) emen beraz

Ta zu, autsirik aize garbia,

Betiko bizira zoaz?


Len doatsuak, eta orain triste

Ta atsekabeak diranak,

Azitakoak zure laguntzaz,

Zure mendetik kenduak,

¿Nora itzuliko dituzte bada

Orain beren sentierak?


Zure arpegiren (4) edertasuna

Ikusi zuten begiak,

¿Zeri diote begiratuko

Bekaizten baditu danak?

¿Zer izango ez du gor ta doakabe

Itzeztia (5) adi zizunak?


¿Zeñek parako dio orain brida

Ichas genasi oneri?

Górdea zaudela, ¿nork araudéa

Aize gogor iratuari?

¿Nork erakusko dio bidea

Idorrera (6) ontziari?


¡¡Ai! odeia naia! poz labur ontaz

Ere, ¿zér zera kejatzen?

¡Zeñen ederki urruntzen zeran!

¿Norà ariñ dezu egaatzen?

¡Zeiñ bearrean ta zeñen itsu

¡Ai! gaituzun lajatutzen!


Claudio de Otaegui.


(2) Zure jende-a, tu gente, tu grey.

(3) Emen beraz, por emen bean.

(4) Arpegiren, contracto por arpegiaren.

(5) Itz-eztia, lit. palabra dulce. ¿Quien escuchó tu dulce voz, qué no tendrá por sordo y desventura?

(6) Idorrerá, legorrerá, a seco. Es decir, ¿Quién enseñará el camino a tierra a la nave? Idorrerá está empleado por baionará, portura, y es ciertamente más poética la voz.


IV.

DIES IRÆ...

Versión euskara, dialecto guipuzcoano,

por

El P. José Ignacio de Arana.

Entre las Poesías religiosas publicadas en el tomo IV de la serie II, ofrecí una traducción bizcaína de este grandioso himno, en el que se representan con los colores más lúgubres y solemnes a la par, las alegrías y las tristezas que deben animar el episodio terrible y conmovedor del fin del mundo y del juicio postrero de los hombres.

A continuación tengo el gusto de dar a conocer un nuevo ejemplar del mismo himno, vertido al dialecto guipuzcoano por el ilustrado bascófilo D. José Ignacio de Arana, de la Compañía de Jesús, uno de los escritores con cuyos trabajos se honran hoy más la literatura y la poesía euskara.

El P. Arana, el más profundo y elegante quizás de entre todos los poetas que rinden hoy culto a la Musa bascongada, nació en la villa de Azcoitia, cerca de Balda, solar materno de San Ignacio, y en dirección a Loyola, casa paterna del ilustre fundador de la Compañía de Jesús, en la casa llamada Baroikoa, o del Barón, siendo bautizado en la parroquia matriz de Santa María de la Asunción, de aquella villa, el 26 de mayo de 1838.

Pasó su niñez, y recibió su primera educación, en la villa nativa, y en Amézqueta y Ezquioga, cursando poco después la segunda enseñanza, y el estudio de las lenguas castellana, latina y griega, en Azcoitia, Albistur, Aránzazu y Pamplona.

En 1854 ingresó en Loyola en el noviciado de la Compañía de Jesús, institución a la que pertenece desde aquella fecha.

Los puntos principales en que ha habitado por razón de sus estudios superiores, enseñanza y ministerio sagrados, son: Loyola, Salamanca, León, Carrión de los Condes, Orduña y Zarauz, en España, y en Hagetman, Bayona y Poyanne, en la vecina Francia, a donde se ha visto desterrado por tres veces, como miembro del instituto religioso a que pertenece. (N. E. Véanse los diferentes destierros de los jesuitas)

A principios de este año ha regresado nuevamente a la tierra nativa, entrando a formar parte del profesorado del Colegio de segunda enseñanza, fundado en Orduña (Vizcaya) por la Compañía.

En la última década ha escrito la obra titulada Vidas de algunos claros varones guipuzcoanos de la Compañía de Jesús (1) (en colaboración con el P. García, y el H. José R. Lizargarate); un Compendio de la Vida de San Ignacio de Loyola, en bascuence y castellano, (2) un librito relativo a la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús; una versión del latín en zortzicos euskaros del Breve oficio sobre la purísima Concepción de la Virgen; (4) y otro pequeño opúsculo en latín, impreso en Toulouse en 1875.

Como poeta el P. Arana ha escrito numerosísimas composiciones, muchas de las cuales figuran en diversas obras piadosas, algunas que han sido leídas en las Academias que celebra su instituto, otras, como la oda inédita a Elcano que doy a conocer en este mismo volumen, que han sido laureadas en público certamen, y buen número que aún permanecen inéditas.

En esta serie doy a conocer algunas de éstas, gracias a la complacencia de su autor, que se ha prestado gustoso a ello.

Tengo entendido que el P. Arana tiene además comenzados diversos trabajos sobre literatura y métrica euskara, que sería de desear pudiera dejar terminados, según se lo vayan permitiendo las ocupaciones de su sagrado ministerio.

A continuación encontrará el lector su versión euskara del Dies irae, composición sobre la que expuse ya un breve juicio, y de la que di el texto latino en el citado tomo IV de la serie II.

(1) Tolosa, en la imprenta de Modesto Gorosabel y Cía, año 1870. 

Obra costeada por varios bienhechores.

(2) San Ignacio Loyolacoaren bicitza laburtua euskaraz eta gaztelaniaz

- Bilbon, Larumbe anayen moldizteguian, 1872. - Este libro contiene al final dos curiosos apéndices sobre el bascuence, sus diversos dialectos, y la ortografía euskara, y varias composiciones religiosas del autor.

(N. E. San Ignacio, no escribe ni Iñaki ni Natxo.)

(3) Jesus-en Biotz Sagraduco Billera santu edo Congregacioaren gañeco cerbaitzuec dacazquien liburuchoa. - Vitoria, viuda de Egaña e hijos, 1870.

(4) Ama Virgiña guciz garbi Concepciocoaren Oficio laburra, (N. E. mira que llamarle la burra a la madre virgen de Josu, al menos haberla llamado Ternera, como el conocido etarra...) 

latiñezco itz neurtuetatic eusquerazco zortzicoetara itzulia. Erroman, Propagandaco moldizteguian, 1872 garren urtean.


DIES IRÆ...

Versión euskara. (Dialecto guipuzcoano).


Hura bai egun izugarria,

David erregek digunez

Zeñean dana da auts biurtuko

Jaungoikoaren asarrez.


¡Zeiñ bildur eta ikara orduan

Izango dira gizonak

Juezak (1) zuzen pisatutzean

Egiñak charrak edo onak!


Mundu guzian izugarrizko

Tronpeta baten soñura, (2)

Obietatik jaikiko dira

Jaungoikoaren tronura. (3)


Geldiko dira zeru ta lurrak

Ta eriotz-bera izutua,

Eman bearrik gizon pistubak

Jainko Juezari kontua. (4)


Liburu bat an agiriko da,

Nun egongo dan jarririk,

Mundu onetan zer egiñ degun

Onikan edo gaizkirik.


Charkeri danak an izango du

Merezi duen minpena, (6)

Juezak zorrotz jartzen danean

Agertuko du gordeena.


¿Zer esango det? ¿Zeiñ artuko det

Nik bitarteko ta buru,

Justua bera egongo bada

Estu-estuban seguru?


¡Errege itzaltsu bildurgarria,

Nor-nai salbatzen dezuna! (7)

Errukiz arren salba nazazu, (8)

¡O iturri oparo biguna! (9)


Oroi zaite bai, Jesus maitea,

Nigati etorri ziñala, (10)

Ez utzi galtzen egun artan ni,

Salbatu al nazun bezala.


Nere billan zu nekatu ziñan

Gurutze baten ill arté;

Erosi nazu: (11) lan ori galtzen

Ez nadilla izan ni parté.


¡O Juez zuzen ordañ-zalea!

Erregutzen det geiago;

Arren barkatu egun gorri hura

Irichi baño lenago. (12)

Gaizkille-baten eran negarrez

Lotsaz arpegi gorririk, (13)

Barkazio eske nago, Jainkoa,

Begiyak ezin jaikirik.


DIES IRAE...

Versión castellana. - (Anónima.)


Día de ira, cuán terrible,

Según David y Sibilas, (N. E. Sibila)

Aquel en que todo el mundo

Convertiráse en cenizas.


¡Cuán grande será el temor

Cuando Cristo, con divisa

De Juez, venga a tomar cuenta

Rigurosa de la vida!


Convocará una trompeta

Terrible, que será oída

En todo el mundo, a los muertos

Para que ante el Trono asistan.


Llena la naturaleza

De espanto, y la muerte misma,

Verán como a ser juzgado

Todo hombre resucita.


Se manifestará un Libro

En que se verán escritas,

Para juzgarles a todos,

De todo mortal las vidas.

Luego, como el Juez se siente,

Lo más oculto a la vista

Se pondrá, y no habrá culpado

Con quien no se haga justicia.


Qué haré yo, cuitado entonces?

Quién habrá que por mí pida,

Cuando en el juicio supremo

El justo apenas respira?


Rey de majestad tremenda,

Vos que dais la eterna vida

Graciosamente, salvadme,

Fuente de piedad divina.


Piadoso Jesús, no olvides

Que por mí fue tu venida

Al mundo; y así, el que yo

Te pierda, no lo permitas.


En buscarme te cansaste,

Padeciste la ignominia

De la cruz por redimirme:

No se frustren tus fatigas.


Justo Juez de las venganzas,

Remitid las culpas mías,

Antes que de nuestro juicio

Llegue aquel tremendo día.


Gimo y lloro como reo,

Y me avergüenzo a la vista

De mis pecados: Dios mío,

Perdona al que te suplica.


Vos que oíste al buen Ladrón

Y perdonaste a María,

En ellos me diste a mí

Esperanza firme y fija.


De conseguir el perdón

No son mis plegarias dignas;

Líbrame del fuego eterno

por tu bondad infinita.


Ponme entre los escogidos,

De los precitos me quita,

Colocándome a tu diestra,

Donde todo bien estriba.


Arrojados los malditos

A aquellas llamas continuas,

Llámame con los benditos

De tu Padre, gloria mía.

Humilde y postrado os ruego,

Deshecho como ceniza

El corazón, que mi bien

Y mi último fin consiga.


Lamentable día aquel,

En que el hombre que yacía

Hecho polvo, resucite

A ser juzgada su vida.


Perdona al hombre, Dios mío;

Piadoso Jesús, consigan

Paz y descanso las almas,

E ir a gozar de tu vista.

Amen.


(1) Juez-a. Sinónimo euskaro puro, ekadoi-a.

(2) Tronpeta baten soñura, al son de una trompeta... El bascuence tiene como propia equivalente de tronpeta, la palabra durundu-a, turuntu-a o turrunta, voz llena y sonora, de cierta armonía imitativa, y que parece expresar, por sí sola, un sonido fuerte y prolongado. (N. E. Así fue el sonido de las siete trompetas de los siete sacerdotes en Jericó, con Josu : Josué a la cabeza. Cada uno de ellos hablaba un dialecto euskera. La primera gramática euskera batúa estaba dentro del arca de la alianza, pero la robó Indiana Jones. Quizás esté traspapelada, cerca de la piedra Rosetta, en el museo británico de Londres. Egipto la reclama.)

(3) Sinónimo euskaro de tronua, jargoya.

(4) "Cielo y tierra, y hasta la misma muerte, quedarán asustados al ver que los hombres resucitados (pistubak) tienen que dar cuenta a Dios... de su pasado."

(5) Onikan edo gaizkirik. Todo lo que hemos hecho en este mundo de bueno o de malo.

(6) Charkeri danak... Toda maldad tendrá allí el condigno castigo (minpena).

(7) Nor-nai salbatzen dezuna, lit. que salvas a quien quieres.

(8) Salba nazazu... ¡Sálvame! - En el sentido de salvar dando la gloria eterna, el P. Larramendi señala, con mucha propiedad, el verbo gozabetatu. (N. E. De beti + gozoa, gozo eterno, gloria eterna.)

(9) ¡O iturri oparo biguna! ¡Oh, fuente por demás piadosa!

(10) Nigati etorri ziñala... mundura edo lurrera...

(11) Erosi nazu, lit. cómprame; esto es, redímeme. (N. E. Eroski)

(12) Arren barkatu... perdóname por piedad, antes que llegue aquel terrible día (egungorri hura).

(13) Lotsaz arpegi gorririk, o arpegia lotsaz gorriturik... enrojecido de vergüenza el rostro...

(6) Es el verbo emon, b. eman, g.

(7) Sinónimos euskaros de Kulpa: errua, gaizkita, ogen-a variante de este verso del mismo autor: Askatuta erruen.

(8) Sinónimos puros de esta voz: doai-a, doain-a.

(9) Bide-ziurra, lit. camino estrecho, atajo, sendero.

(10) Alabanza... "Es voz bascongada: sin añadir ni quitar letra significa semejanza de hija; y como es natural hablar con cariño y estimación de una hija, así a las expresiones de aprecio y estimación en favor de alguno se dio el nombre de alabanza." (LARR.) 

(N. E. La palabra "alabanza" está formada con raíces latinas y significa "cualidad del que da elogios". Sus componentes léxicos son: alapari (jactarse), más el sufijo -anza (sustantivo verbal que indica cualidad) – Véase laude: loar).

(11) Sin. euskaros del verbo unjidu: gantzutu, likayotu. 

(12) Tanto la voz onoria (onorea u ohorea), como las correspondientes castellana, latina y francesa, honra, honor, etc. (onrea onra), proceden, según el P. Larramendi, y Chao encuentra también lógica la etimología, del bascuence on-or, que equivale literalmente a bien ahí. On-a, hon-a, o hun-a, según los dialectos, vale tanto como bueno (bon), excelente (excellent), perfecto (parfait). (N. E. La palabra "honor" viene del latín honos, honoris, que describía ciertas cualidades (rectitud, decencia, dignidad, gracia, fama, respeto, etc.))

(13) Variante. - En borradores del autor aparece la siguiente:

"Arren ontzat artuizu

Nik zu alabetia,

Birjiña Ama Marija

Grazijaz betia...”

(14) Leku nai diot... Está suplido el verbo eman. Leku eman nai diot...

(15) Su ta garrezko leizean... Al perderse para siempre todos los malos en el abismo de fuego y llama...

Aquí nos encontramos nuevamente con la voz su-leiza, su-lezea o su-leza, (ígneo - abismo, infierno), de que he hecho mención en la nota 1 de la página 246, voz empleada también por el mismo Azcue en su versión bizcaína del Dies irae, estrofa 15, verso 5:

“Joan ez nadin suzko lezara

Jauna Jauna dan artian.”

(16) Makurturik autsetaraño biotza. Cor contritum quasi cinis.

(17) Azaroa o Azilla, es el mes de noviembre.