Capítulo 4.
De la venida, y poblaciones de los Rodios.
En este proprio tiempo, habiéndose adelantado los griegos de la isla de Rodas en poder, y riquezas adquiridas por la navegación, y comercio, quisieron tener Puerto, y morada en España: llegaron a Cataluña, tomaron tierra cerca del lugar donde se halla Rosas, y ocuparon gran parte de la vecindad, y la poblaron como prueba Pujadas; pues todo desde el mar a la Selva, san Pedro de Rodas, Llansà, y Cabo de Cruces, y todas aquellas montañas se llamó Armen Rodes, que según su histórico sentido significa el lugar que los Rodios araron con bueyes; y se prueba de los Comentarios de César, y en Escrituras, y Leccionario antiguo del convento de Rodas que el primer lugar de la fundación de los
Rodios, se cree que es un llano junto al mar, o no muy apartado, que se llama Puig Rodas. Pasando estos tierra adentro fundaron Rodope, en donde se halla la iglesia de san Genís de Rosas; y dilatándose el pueblo, y fabricándose casas con el tiempo, se fundó Rosas, plaza fuerte, y regular, con muros, baluartes, tenassas, y foso, con su castillo para defensa de las costas, aunque cubre poco país: convinieron con los naturales, y amigos, trataron, y poblaron juntos, y dejando las armadas sólo cuidaron de sus casas, y haciendas, conservando algunos bajeles, o barcas para el comercio: enseñaron a beneficiar el lino, y cáñamo para cuerdas, fabricar cestos, y otras curiosidades, llamándose la tierra por este comercio Junquera, fabricaron también molinos de sangre (N. E. que se mueven con caballos, mulas, asnos); con estas habilidades obligados los catalanes, y ellos por el trato, y fertilidad del terreno, convinieron en una conforme amistad. (1: Florián lib. 2 c. 4. Medina lib. 1, c. 33. Vilamor c. 10. Tarafa c. de Rodis. Mau. lib. 1, c. 14. Nebriss. ad Lectorem. Morales c. de Rode. Garibai lib. 5, c. 3. Epis. Gerundensis c. de Urbibus. Paulus lib. 1. ff. de contrahenda emptione. Pujades Cor. de Cat. lib. 2, c. 4.)
Como los griegos fueron supersticiosos, y dados a la idolatría fundaron dos suntuosos templos en el lugar donde se halla el convento de san Pedro de Rodas, uno consagrado al fingido numen de Hércules, y otro erigido a la mentida Diana, muy nombrados por el mundo. Usaban estos de dineros para el comercio, quisieron introducirles en los naturales como lo procuró Hércules Libio; pero no lo consiguieron: feliz edad, que no mandaba el oro, ni era adorado el dinero. Pasados algunos años de trato con los griegos, viendo los paisanos la comodidad del uso de la moneda, y que era a propósito para el comercio, la admitieron, y dieron principio a la navegación, y comercio.
Poblaron los Rodios varios pueblos en Cataluña, los que se hallan son, san Pedro de Rodas, Rodes entre Vique, y Manresa, Roda del obispado de Vique; estuvieron conformes 50 años, hasta que sucedió el incendio de los Pirineos, que fue el año antes de Cristo 880 y del mundo 3059.