Tapa blanda: 112 páginas
Editor: Anagrama; Edición: 3 (12 de marzo de 2018)
Colección: Nuevos cuadernos Anagrama
Idioma: Español, castellano
ISBN-10: 8433916181 ISBN-13: 978-8433916181
Biografía del autor
Jordi Amat (Barcelona, 1978) es filólogo y escritor. Especializado en las relaciones entre cultura y política a lo largo del siglo XX, ha publicado, entre otras, las biografías de Ramon Trias Fargas , Els laberints de la llibertat (Premio Gaziel de Biografías y Memorias) y de Josep Benet, Com una pàtria (Premio Octavi Pellissa), y los ensayos Las voces del diálogo, El llarg procés y La primavera de Múnich (Premio Comillas). Es colaborador de La Vanguardia.
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Recomendación de Librosyliteratura.es, escrita por Susana Hernández
La conjura de los necios, de John Kennedy Toole.
Hace ya mucho tiempo leí uno de los DOS libros de este autor, “La biblia de neón”, (un libro que el propio Toole nunca quiso que se publicase) y lo recuerdo porque, al margen de su valor literario, es uno de los libros más tristes que ha pasado por mis manos. Me parecía increíble que un joven de 16 años (edad con la que lo escribió) hubiese podido tener en su imaginación una historia tan angustiosa, agobiante y dura como la que relata. Ahora, pasado el tiempo, y en un arrebato de valentía, me he decido a leer, no sin cierta cautela, su segundo y último libro, “La Conjura de los necios”, pues como por todos es conocido, este autor norteamericano se suicidó con 32 años. Al terminar de leer “La conjura de los necios” me he dado cuenta del error que había cometido al haberlo tenido relegado durante tanto tiempo, y esto me ha hecho pensar en cómo es posible que este libro pasara por tantos editores sin que ninguno viese su genialidad. Empezando por el propio título, pues John Kennedy Toole utiliza una cita de un clásico de la sátira, Jonathan Swift, que dice:
"Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él".
Y porque es una novela divertida, triste, disparatada, ácida, amarga y sobre todo inteligente. Sí, para mí lo ha tenido todo, y ese todo contado en una forma de desproporcionada tragicomedia que da un resultado genial. El protagonista, y hoy famoso personaje Ignatius J. Reilly, es un excéntrico y repugnante ser, que me ha caído mal desde las primeras páginas, un hombre que sobrepasa la treintena, vive en la casa y a costa de su madre, padece problemas intestinales y cree luchar por un mundo mejor escribiendo en su habitación; al que un curioso accidente de coche le hará verse obligado a vagar por las calles de Nueva Orleans en busca de trabajo, y así nos irá mostrando esa sociedad a la que desprecia y por la que es despreciado. Su única amiga, Myrna Minkoff, con la que mantiene una esperpéntica relación, también resultará un personaje de lo más curioso. ¿Podría ser que los editores norteamericanos tuviesen miedo en los años sesenta a publicar esta novela? ¿Era demasiado ácida para ser asumida por la sociedad norteamericana? Y es que yo he visto una feroz crítica (o más bien burla) a la sociedad media norteamericana que no cesa ni da tregua en toda la novela, y me ha mantenido alerta durante toda la lectura tanto por su acción disparatada (pero coherente con la narración) como con el paso de unos personajes tremendamente mediocres, tristes y desagradables. Pero debo confesar que el conjunto me ha resultado extraordinario, haciéndome reír y sonreír en numerosas ocasiones, así como reflexionar sobre casi todo lo leído. El autor tiene 32 años cuando termina de escribir “La conjura de los necios”, e intenta por todos los medios que alguien se la publique, pero no tiene éxito y es rechazada una y otra vez por las editoriales, lo que le produjo, parece ser, una profunda depresión que le condujo al suicidio. (Aunque hay también quienes creen que es posible que tuviese otros problemas añadidos). Fue gracias a la tenacidad e insistencia de su madre que finalmente sus dos novelas se publicaran, y que concretamente esta, obtuviera el prestigioso premio Pulitzer.
"Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él".
Y porque es una novela divertida, triste, disparatada, ácida, amarga y sobre todo inteligente. Sí, para mí lo ha tenido todo, y ese todo contado en una forma de desproporcionada tragicomedia que da un resultado genial. El protagonista, y hoy famoso personaje Ignatius J. Reilly, es un excéntrico y repugnante ser, que me ha caído mal desde las primeras páginas, un hombre que sobrepasa la treintena, vive en la casa y a costa de su madre, padece problemas intestinales y cree luchar por un mundo mejor escribiendo en su habitación; al que un curioso accidente de coche le hará verse obligado a vagar por las calles de Nueva Orleans en busca de trabajo, y así nos irá mostrando esa sociedad a la que desprecia y por la que es despreciado. Su única amiga, Myrna Minkoff, con la que mantiene una esperpéntica relación, también resultará un personaje de lo más curioso. ¿Podría ser que los editores norteamericanos tuviesen miedo en los años sesenta a publicar esta novela? ¿Era demasiado ácida para ser asumida por la sociedad norteamericana? Y es que yo he visto una feroz crítica (o más bien burla) a la sociedad media norteamericana que no cesa ni da tregua en toda la novela, y me ha mantenido alerta durante toda la lectura tanto por su acción disparatada (pero coherente con la narración) como con el paso de unos personajes tremendamente mediocres, tristes y desagradables. Pero debo confesar que el conjunto me ha resultado extraordinario, haciéndome reír y sonreír en numerosas ocasiones, así como reflexionar sobre casi todo lo leído. El autor tiene 32 años cuando termina de escribir “La conjura de los necios”, e intenta por todos los medios que alguien se la publique, pero no tiene éxito y es rechazada una y otra vez por las editoriales, lo que le produjo, parece ser, una profunda depresión que le condujo al suicidio. (Aunque hay también quienes creen que es posible que tuviese otros problemas añadidos). Fue gracias a la tenacidad e insistencia de su madre que finalmente sus dos novelas se publicaran, y que concretamente esta, obtuviera el prestigioso premio Pulitzer.
La Conjura De Los Necios es una disparatada, ácida e inteligentísima novela. Pero no sólo eso, también es tremendamente divertida y amarga a la vez. La carcajada escapa por sí sola ante las situaciones desproporcionadas de esta gran tragicomedia. Ignatius J. Really es, probablemente, uno de los mejores personajes jamás creados y al que muchos no dudan en comparar con el Quijote. Más aún, es el antiprotagonista perfecto para una novela repleta de excelentes personajes, situados en la portuaria ciudad de Nueva Orleans, magistral Ignatius. Él es un incomprendido, una persona de treinta y pocos años que vive en la casa de su madre y que lucha por lograr un mundo mejor desde el interior de su habitación. Pero cruelmente se verá arrastrado a vagar por las calles de Nueva Orleans en busca de trabajo, obligado a adentrarse en la sociedad, con la que mantiene una relación de repulsión mútua, para poder sufragar los gastos causados por su madre en un accidente de coche mientras conducía ebria. El autor, John K. Toole, consigue una crítica clase media. Logra mantener el interés del lector (incluso mayor en una segunda lectura que en la primera) con un abanico de personajes a cuál más desagradable. No deja títere con cabeza y, a través de la tortuosa y enrevesada personalidad de Ignatius, da un repaso a la época que le tocó vivir en un tono de burla que contrasta con la triste visión de las vidas de los personajes retratados. No encontramos únicamente una loca y angustiosa historia de crítica social, sino que el argumento engancha desde el comienzo. Momento en el que, como dice su protagonista, Fortuna hace girar su rueda hacia abajo y nunca sabemos cual es la desagradable sorpresa que nos depara el destino. A partir de aquí, unas situaciones enganchan con otras, al igual que lo van haciendo los personajes, y se va formando una enorme bola de nieve que terminará estallando al final de la novela. Tras terminar La Conjura De Los Necios, a sus 32 años, el autor intentó infructuosamente que la publicasen. Ello derivó en una profunda depresión que le condujo al suicidio. Gracias a la tenacidad e insistencia de su madre hoy podemos disfrutar de esta deliciosa obra galardonada con el Premio Pulitzer. También podemos encontrar publicada La Biblia De Neón, novela escrita cuando el autor tenía 16 años.