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jueves, 17 de agosto de 2023

I. NERE MAITIARENTZAT. JOSÉ MARÍA IPARRAGUIRRE,

I.

NERE MAITIARENTZAT, 

POESÍA DE 

JOSÉ MARÍA IPARRAGUIRRE, 

(DIALECTO GUIPUZCOANO) 


JOSÉ MARÍA DE IPARRAGUIRRE. 

Entre los bardos populares de la euscal-erría no hay uno que lo sea más, ni que haya adquirido más renombre dentro y fuera de su país, que el insigne Iparraguirre.

Poeta y músico a la vez, lleno de juventud y de vida, dotado de una arrogante figura, robusta y flexible voz, y excelentes disposiciones de artista, con una pobre guitarra por única compañera de sus alegrías y fatigas, (guitarra sarcho bat det), (1: Con este título escribió Iparraguirre su primera composición, letra y música del mismo, que muy pronto debe publicarse, según tengo entendido.) 

recorrió durante sus mocedades, a semejanza de los trovadores de otros tiempos, gran parte de España y de Europa, electrizando a sus paisanos, que reían o lloraban al par de la guitarra de Iparraguirre, con los populares cantos que salían de sus labios, llamando la atención y la admiración de los extraños en suelo extranjero, y dando a conocer y popularizando en Francia, Italia, Alemania e Inglaterra muchas de sus composiciones, y de las originales canciones vascongadas. 

(Página 6 – parece que hay un salto; la página anterior no lleva número)

ocho en la ciudad de Buenos-Aires, con una guipuzcoana natural de Alegría, y ha alcanzado, como fruto de su matrimonio, dos hijos varones y seis hembras, todos los cuales viven, constituyendo la familia del anciano vate. 

En este tiempo, Iparraguirre ha sufrido no pocos reveses, y después de largos años de trabajos y fatigas, que ha pasado suspirando por su querido país, soñando con sus nativas montañas, hace pocos días acaba de volver a pisar la tierra euskara, gracias a fondos que le han sido generosamente facilitados, por medio de una (suscricion) suscripción abierta en su favor por la colonia vascongada de la República Argentina

Iparraguirre ha conseguido al fin el soñado ideal de muchos años, el regreso a la patria, pero ha vuelto a ella pobre como marchó, y con veinte años más sobre sus hombros.

¡Triste destino que la Providencia parece reservar a todos los hombres de genio y de corazón, para hacer así, sin duda, más grande su nombre, más simpática su adversa suerte!

Iparraguirre cuenta hoy cincuenta y ocho años escasos, y aunque los trabajos y las penalidades han conseguido doblar un tanto aquel cuerpo entero y esbelto, señalando en su rostro las huellas de la ancianidad, conserva todavía joven y alegre su corazón, vivo el entusiasmo a su país y a su patria, que lejos de amenguarse ha crecido con el tiempo y la distancia, tan fogosa como hace veinte años su brillante imaginación, y le acompaña todavía su inseparable guitarra, testigo de mejores tiempos y compañera de sus triunfos.

El famoso bardo posee bien las lenguas castellana, francesa e italiana, cuyas literaturas conoce bastante, y sigue cultivando con el amor y el entusiasmo de siempre su nativo idioma.

Su figura es verdaderamente bíblica, su voz se ha cascado algo con los años, pero ni el tiempo ni las tristes realidades de la vida han podido secar su corazón, que conserva toda la lozanía de la juventud, ni agriar su constante buen humor y su agradable carácter. 

Bajo la corteza de un anciano, conserva el candor y la ingenuidad de un niño, junto con la experiencia de una larga y agitada vida, y no es fácil a veces adivinar al verlo, si ríe cuando llora, o llora cuando ríe.

Su ideal hoy es traer a su lado su numerosa familia, de la que le separa la dilatada extensión de los mares, y a la que ha abandonado por un momento por el ansia de volver a ver este país, para él tan querido, y encontrar en él una modesta colocación con la que poder pasar el resto de sus días entre estas hermosas montañas, a cuyo abrigo vio la luz primera, y en las que pasó los risueños días de su infancia. 

¡Bien venido seas, Iparraguirre!

Que la Providencia, siempre bondadosa, colme tus deseos y tus esperanzas, te depare una tranquila vejez en torno de tu esposa y de tus hijos y al dulce calor de las nativas montañas, que tantas veces inspiraron tu acento, y que tu último canto, al espirar el postrer suspiro, sea el tierno y sentido adiós a la noble tierra euskara, y un cariñoso recuerdo a sus venerandas tradiciones. 


NERE MAITIARENTZAT. 

Es una linda composición, que aunque escrita sobre un pensamiento sencillísimo, no por eso deja de tener su originalidad, y un sabor especial del país, que le distingue de todas las demás de su índole.

Su forma es muy correcta, mucho más que suele serlo en la mayor parte de las producciones de su autor; hay gran armonía en sus versos, y las tres estrofas de que consta, terminan con otros tantos pensamientos muy oportunos y perfectamente desarrollados.

Arreglada dicha composición para canto, piano, y voces solas, por el Maestro J. J. Santesteban, ha llegado a popularizarse de tal modo en Guipúzcoa, que apenas hay quien no la conozca.

En el Apéndice de música que va al final de este tomo, encontrarán nuestros lectores, señalada con el núm. I, la melodía de Nere maitiarentzat, para cuya reproducción hemos sido galantemente autorizados por su autor. Su transcripción para piano forma parte de la Colección de aires vascongados, de la que podrán servirse las personas que deseen conocerla.

NERE MAITIARENTZAT. (1)

POESÍA DE IPARRAGUIRRE (a: Las notas correspondientes a las llamadas pueden verse después de la traducción.) 

(1) Respecto a la traducción castellana, que hemos procurado hacer todo lo literal posible, conservando, no obstante, hasta donde es dado en versiones de esta índole, el carácter y colorido del original, debemos advertir, así para esta como para las demás composiciones, aunque sea innecesario para la mayor parte de nuestros lectores, que las palabras y frases que hemos colocado entre paréntesis para la debida claridad del sentido, no existen en la composición vascongada.

Ume (1) eder bat icusi nuben

Donostiaco (2) calean,

Itz erdicho (3) bat ari esangabe (4) 

Nola pasatu parean; 

Gorputza zuben liraña (5) eta 

Oñac cebiltzan airean, 

Politagoric ez det icusi 

Nere beguiyen aurrean. 

Aingueru zuri pare gabea, (o) 

Euscal-errico alaba (leo aIaba), 

Usteric gabe (7) zugana beti

Nere biotzac narama:

Icusi nayan (8) beti or (9) nabill, ( 1 0) 

Nere maitea, ¡au lana ... !

Zoraturican (11) emen naucazu 

Beti pentzatzen zugana. 

Galai gasteac galdetzendute, 

Aingueru ori nun dago, 

Nere maitea nola deitzendan 

Ez du iñorchoc (12) jaquingo; 

Ez berac ere, ez, (13) luque naico, (14) 

Confianza orretan nago, 

Amorio dun biotz oberic 

Euscal-errian ez dago. 


TRADUCCIÓN CASTELLANA.


PARA MI AMADA. (2: En castellano se hubiera dicho mejor A mi amada. (Nere maitiari.)) 

Una hermosa criatura vi en las calles de Donostiya: ¿cómo pasar por su lado sin decirla (siquiera) media palabra?

Su cuerpo era esbelto, sus pies iban por el aire, 

(apenas hollaban sus plantas el suelo) … Más linda no la he visto jamás ante mis ojos.

Blanco querubín sin igual, hija de la Euscal-erría, sin pensarlo hacia ti me guía (lleva) mi corazón. 

Ando constantemente queriendo verte; querida mía, ¡qué trabajo!... 

Aquí me tienes enloquecido (de amor), siempre pensando en ti. 

Los muchachos jóvenes preguntan: ¿dónde para ese ángel?

Nadie ha de saber cómo se llama mi amada.

Ni ella querría tampoco, (que yo lo hiciera saber).

Estoy en esta creencia.

Corazón más amoroso que el suyo no le hay en toda la Euscal-erría. 


NOTAS FILOLÓGICAS Y GRAMATICALES. (a: Con las abreviaturas guip., vizc. lab. y bn. queremos expresar los dialectos guipuzcoano, vizcaíno, labortano, (o de Labur) y bajo navarro, (o de Baigorri) en aquellas palabras en que convenga indicar las diferencias que suelen adoptar en cada uno de ellos.)

(1) Ume, hume, cume, criatura. Empléase lo mismo para los seres racionales, como para los brutos. Así se dice Ume eder bat, como el bardo, y también arcumea, (ari-cumea), cordero, chacur-cumea, perrito, aunch-umea, (cabrito), etc. - Para determinar los seres racionales exclusivamente existe además la palabra aur, aurra, niño o niña. 

(2) DONOSTIYA (Donostia). Nombre vascongado de la Ciudad de San Sebastián. 

(3) Erdi, erdia, erdiya, mitad. 

Erdicho, es un diminutivo que merece notarse, por ser privativo de la lengua vascongada.

(4) Esangabe, voz compuesta de esan, decir, y gabe, falta; esto es, sin decir.

(5) Liraña, liraiña, esbelto. - Liraintasuna, esbeltez. 

(o) Paregabea, voz compuesta de pare, igual, semejante, y gabe, falta; esto es, sin igual.

(7) Usteric gabe, sin pensar, sin querer, inadvertidamente.

(8) Nayan, gerundio del verbo Nai, querer. - Queriendo.

(9) Or, guip., hor, lab., bn., ahí. 

(10) Nabill, tiempo del verbo ibilli, andar. 

(11) Zoratu, choratu, enloquecer. 

Las palabras zoro, choro, empléanse generalmente para expresar la idea de simplicidad, (chifladura, en el tecnicismo de moda en el día), reservándose la palabra ero, (ezotú), para determinar más claramente la locura.

No obstante, empléase también la palabra zoratu, y así está usada en este caso, en el sentido de enloquecer de amor, de admiración. 

(12) Iñorchoc. Es un diminutivo del pronombre Iñor, iñorc, nadie. En el dial. vizc. se usa dicho pron. en la forma inor, inorc; nihor, nihork, en el lab., y nehor, nehork, en el bn.

(13) Ez berac ere, ez... Es muy familiar a los vascongados esta repetición de las negaciones.

(14) Nai, querer. Va unido el verbo a la negación ez, por lo que equivale a no querer.