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lunes, 21 de agosto de 2023

II. Edalen elheac. Poesía anónima.

II.

Edalen elheac.

Poesía anónima. 

(Dialecto bajo-navarro) 

Edalen elheac.

He aquí el análisis que ha hecho de esta composición, y las noticias que da acerca de ella el ilustrado profesor y filólogo M. Michel en su obra Le Pays Basque:

"Esta Canción, especie de diálogo declamado y cantado alternativamente, ha sido improvisado en una venta o posada. Cada parte del diálogo tiene su aire y medida diferentes; en una palabra, es un pout-pourri verdadero capricho de bebedores que quieren distraer el vino con las Musas, y que puede, sin exceso de atrevimiento, interpretarse así: "Uno de los actores comienza la canción a grito tendido, otro le sigue, y más tarde tercia un tercero que acaba de vaciar su vaso. Un bardo del grupo, excitado por estos cantos de trasnochados borrachos, les dirige amonestaciones, que son interrumpidas por uno de ellos; poco después todos en coro confiesan su falta y enumeran sus consecuencias; piensan en la acogida que han de hacerles sus esposas, cuyo recuerdo ha evocado el bardo. El culpable confiesa la verdad con una audacia semi-confidencial, y fiados de haber hallado el medio de salir de apuros, entréganse nuevamente a beber y a cantar.

Los tres versos que terminan esta composición merecen una observación. Imitar al canto del gallo, lanzar la provocación aquí estamos nosotros, y proclamar la localidad que se habita, son cosas muy comunes en el País Basco, principalmente en la Soule. Es un grito de desafío lanzado a todos los enemigos o envidiosos, y trae su origen de los peligros a los cuales se exponían los jóvenes que durante la noche iban a hacer el amor a las muchachas de otros pueblos, peligros que desafiaban y provocaban, indicando por el canto del gallo a la juventud del lugar, el objeto de la excursión nocturna y el nombre del audaz rondador." 

Pocas palabras debo añadir por mi parte al análisis que precede, restándome únicamente llamar la atención de los lectores sobre el extraño carácter de esta composición, verdadero capricho de bebedores, como manifiesta muy bien Mr. Michel. Algunas frases hay en ella, como las que constituyen los versos sexto y séptimo de la tercera estrofa, cuyo sentido íntimo no alcanzo a comprender, y me limito a dar una traducción literal de ellas, como ha hecho también a su vez el ilustrado filólogo ya citado. 

¿Quiénes son el autor o los autores de esta canción?

Lo ignoro en absoluto: del texto de la misma parece únicamente deducirse que eran habitantes del pueblo de Lantabat, perteneciente al distrito de Mauleon, en los Bajos-Pirineos.


Edalen (1) elheac. (2)

(Basa nafartarra.) 

La, la, la, la, la, la, la, len!

Mementoño (3) bat egon (4) gaiten.

- La, la, la, la, la, la, la, lu!, 

Oraino (5) untsa guituzu.


- Sarriño (6) joanen (7) guituzu. 

- Yoan behar eta ecin pharti,

Erori (8) eta ecin chuti... (9)

- Chacurrac haur (a)

Gathiac (10) ñaur (b)

Arnoac huntala (11) eman nu gaur.


Gaua zauzu pasatzen,

Arnoac gu trompatzen. 


(a) Haur. Es una imitación del ladrido del perro. (Chacurra o zacurra.)

Escríbese más comúnmente hau o au.

(b) Imitación del maullido del gato. Más comúnmente se escribe miau.


Campotic etchera ondoan, 

Andria ohian, (12) 

Colera handian,

Euscara burian, (13) 

Latina golkhuan, (14) 

Frantcesez mintzatzen: (15)

“Guizona,

Hordia, (16) 

Galdia, 

Non ago arren?" 

- Icho... o! (17) Arraila (18) niagon gaur. 

- Icho... o... o... o! Arnoac huntala eman ni gaur.


Roscalio cantoria

Eta tristura gabia, 

Amo hunin (19) daude:

Aberats (20) guirade, 

Tresor (21) guciac 

Orai guriac... 


Gaua zauzu pasatzen, etc.


Oillarrac (22) joitian (23) cucurrucu (c)

Ordian etcheraco (24) guira gu,

Batciec hala, 

Bertciec houla,

Errana (25) gatic acholaric (26) eztugu.


(c) Cucurrucu. voz imitativa del canto del gallo.


Cucurrucu 

Nor (27) guira gu?

Landibartarrac (28) guirade gu.


Gaua zauzu pasatzen, etc. 


TRADUCCIÓN CASTELLANA. (1) 

(1) El lector comprenderá perfectamente las dificultades que ofrece la versión de composiciones de esta índole, que sólo en la lengua original en que han sido escritas, y conociendo el carácter del país a que pertenecen, pueden tener algún valor. En la imposibilidad, pues, de ofrecer una traducción exacta, me limito a hacer una versión literal, ilustrándola con algunos comentarios, que dan alguna luz sobre algunas de las frases o puntos más oscuros para el lector profano. 


Propósitos de los bebedores. 

(Dialecto bajo-navarro.)


La, la, la, la, la, la, la, len! Permanezcamos aquí un momento más. 

- La, la, la, la, la, la, la, lu! Hasta ahora nos encontramos bien en este lugar. 

- Marcharemos dentro de un instante.

- Ha llegado la hora de retirarse, y ¡no poderse marchar!; ¡caerse y no poderse levantar!... El perro ladra, el gato maúlla y a mí el vino me ha puesto hoy en este estado. (2)

La noche va pasando, el vino nos engaña. (3)

Al salir cuando regresemos a nuestras casas, hallaremos a la esposa en su lecho, llena de cólera, el vascuence en la cabeza, el latín en el seno, y hablando el francés, (nos dirá): "Hombre, ebrio, perdido, dónde has estado hasta esta hora?

- Calla...! me encuentro agobiado, (rendido) esta noche. Calla... a... a! 

El vino me ha puesto en tal estado.

El canto del placer, exento de tristeza, se encuentra en el buen vino; somos ricos, todos los tesoros son nuestros en este momento. (4)

Ha llegado la hora de retirarse, ¡y no poderse marchar! ¡caerse y no poderse levantar!... El perro ladra, el gato maya, y a mí el vino me ha puesto hoy en este estado.

Cuando el gallo canta cucurrucu, entonces saldremos (de aquí), para nuestro hogar, los unos así, los otros asá. (5: Tambaleando de aquí para allá. Es decir, como podamos.) 

Ningún cuidado nos da por lo que pueden decir de nosotros. 


(2) Es decir, cada ser, cada objeto tienen sus propiedades particulares, y así como el perro ladra, y el gato maya o maúlla, el vino emborracha.

(3) Esto es, el vino nos atrae y nos tiene aquí.

(4) En el buen vino se encuentran la alegría y el placer, exentos de toda tristeza y de toda melancolía. En este momento, (ebrios como estamos), somos los hombres más ricos y más felices del mundo. Reflexión muy propia de borrachos. Por algo se ha dicho que el vino ahoga las penas

Cucurrucu. ¿Quién somos nosotros? Somos Landibarranos. 

Ha llegado la hora de retirarse..., etc.


NOTAS FILOLÓGICAS Y GRAMATICALES.

(1) Edale, edalea, guip., vizc., lab., bebedor, del verbo edan, beber, más comúnmente empleado hoy en el dial. guip. en la forma eran, por la transposición de la d en r. De la misma raíz proceden las voces edanerazo, eradan, edanazi, guip., vizc., edanarazi, lab., bn., edadan, bn., hacer beber; edari, edaria, en los div. dial., bebida, y edatoki, edatoquia, guip., abrevadero, (de edan-toqui.)

(2) Elhe, a, lab., bn., palabra, propósito, discurso, fábula.

Reconocen el mismo origen las voces elheka, bn., conversación, elhekatu, bn., hablar, conversar, elhesari, lab., alabanza, apología, y elhatari, lab., decidor.

(3) Mementoño... Es un diminutivo de la voz mementuba, o momentua. La lengua euskara tiene con (N. E. salto en la nota) igual significación, además de esta voz, las palabras *ichtampa, liparra y ergaya. 

(4) Egon, egondu, egoten, (lab. egoiten) en los div. dial.,  estar, permanecer. Egon se conjuga, bien en su forma regular, nago, ago, (o zaude en trato ya más cortés), dago, bien con ayuda del auxiliar: egoten naiz, egoten zera, egoten da, etc. 

(5) Oraino, lab., orano, bn., oraindic, oraindaño, guip., vizc., todavía, hasta ahora.

(6) Sarri, en los div. dial., pronto, enseguida, frecuentemente.

(7) Joan, joaten, guip., vizc., juan, juaten, vizc., bn., joan, joaiten, y goan o gan, gaten, lab., marchar, ir. 

(8) Erori, erortzen, en los div. dial., caer.

(9) Chut, chutik, chutitu, lab., bn.; zut, zutic, zutitu, guip., vizc., de pie, derecho, levantarse, ponerse en pie.

(10) Gathu, gatha, bn., lab., catu, cata, guip., vizc., gato.

(11) Huntala, bn., hunela, lab., onela, guip., de este modo.

(12) Oya, oia, guip., ohia, lab., bn., cama, lecho.

(13) Buru, burua, guip., vizc., buruia, lab., bn., cabeza.

(14) Golkho, golkha, bn., golko, golka, lab., colco, colca, guip., vizc., seno. 

(15) Mintza, mintzatu, mintzatzen. bn., lab., hablar.

(16) Hordi, hordia, bn., lab., ordia, (moscorra), guip. vizc., borracho.

(17) Ichó! imper. del verbo ichil, ichildu, ichilten, lab., bn., isil, isiltzen, guip., ichildu, ichilten, vizc., callar, callarse. 

(18) Arraila niagon gaur. Me hallo partido, agobiado o rendido, etc.

(19) Hunin por hunian, hounian u onian.

(20) Aberats, aberax, en los div. dial., rico. Esta palabra procede indudablemente de la voz aberea, ganado, como a su vez de la latina pecus vino pecunia, por estar antiguamente representada la riqueza por el ganado.

(21) Esta palabra no es otra que la francesa trésor, tesoro. La lengua euskara posee los equivalentes propios gordairua y urruchoa.

(22) Oillarra, bn., lab., ollarra, guip., vizc., el gallo. Indudablemente es voz compuesta de las dos ollo-arra, gallina-macho.

(23) Jo, joiten, bn., lab., jo, jotzen., guip., vizc., tocar, pegar Pouvreau traduce la frase Oillarrak jo du bn., por el gallo ha cantado.

(24) Etcheratu, bn., lab., echeratu, guip., vizc., retirarse o volver a casa.

(25) Errana, de erran, erraiten, bn., lab., decir, guip., vizc., ezan.

(26) Achol, achola, bn., lab., ajol, ajola, guip., cuidado.

Acholarik eztugu, no nos da cuidado o nada nos importa.

(27) Nor, ¿quién?

(28) Landibartarra (Landibartarrac), habitante del pueblo de Lantabat, (en vasco Landibarre), perteneciente al cantón de Iholdy, en el distrito de Mauleon, antigua provincia de Soule, (Bajos-Pirineos.)



viernes, 8 de enero de 2021

JORNADA NOVENA. NOVELA SEXTA.

JORNADA NOVENA. NOVELA SEXTA.

Dos joves se alberguen a casa de un. En la seua filla sen va un a gitás, y la seua dona se gite en l´atre. Lo que estabe en la filla se gite en son pare y lay conte tot, creén que parláe en lo seu compañ. Se arme un gran abalot, la dona, donánsen cuenta, se embutix al llit de la filla y después en algunes paraules los passifique a tots.

Calandrino, que datres vegades habíe fet riure mol a la compañía, lo mateix va fé esta vegada: y después de que les dames dixaren de parlá de les seues coses, la reina li va maná a Pánfilo que parlare, y ell va di:
Loables siñores, lo nom de la Niccolosa amada per Calandrino me ha portat a la memoria una historia de un atra Niccolosa, y to la contaré perque en ella voréu cóm una súbita inspirassió de una bona dona va evitá un gran escándol.

A los plans del Muñone va ñabé, no fa mol tems, un home bo que donabe als viandáns, per dinés, de minjá y beure; y encara que ere bastán pobre y teníe una casa menuda, alguna vegada, en cas de gran nessessidat, no a tots pero an algún conegut albergabe. Ara be, teníe este una mol hermosa femella, de la que teníe una joveneta hermosa y agradable, de quinse o setse añs, que encara no teníe home; l´atre ere un chiquet que encara no habíe cumplit l´añet, al que la mare donabe de mamá.
A la jove li habíe ficat los ulls a damún un mosset pincho y noble de la nostra siudat, que anabe mol assobín pel barri y la volíe fogosamen; y ella, que de sé amada per un jove tal com aquell mol se gloriabe y dell tamé se va enamorá; y moltes vegades en gust de cada una de les parts haguere tingut efecte aquell amor si Pinuccio, que aixina se díe lo jove, no se haguere refrenat pera no causá la deshonra de la jove y dell. Pero de día en día multiplicánse la seua passió, li va vindre lo dessich irrefrenable a Pinuccio de ajuntás en ella, y li va vindre al pensamén trobá lo modo de albergás a casa de son pare, pensán, com coneixíe la divisió de la venteta de la jove, podríe está en ella sense que dingú sen acatare; y en cuan li va vindre al ánim, sense mes tardá u va ficá en obra.
Ell, en un fiel amic de nom Adriano, que este amor coneixíe, prenén un día al caure la nit dos rocíns de llogué y ficánlos damún dos valijes, potsé plenes de palla, van eixí de Florencia, y donán una volta, cabalgán, a les planes del Muñone van arribá sén ya de nit; y entonses, fen vore que tornaben de la Romaña, cap a la venta van aná y van cridá al bon home; este, com los coneixíe mol be als dos, los va obrí la porta enseguida.
Pinuccio li va di: - Mira, tens que donámos albergue esta nit: pensabem que podríem arribá a casa, pero no ham pogut apurámos tan.
A lo que lo possadé va contestá:

- Pinuccio, be saps quínes comodidats ting pera albergá a hómens nobles com vatros; pero com esta hora tos ha agarrat aquí y no ña tems pera que pugáu aná a un atre puesto, tos albergaré de bona gana tan be com puga.

Apeánse, pos, los dos jovens, y entrán a la venteta, primé van acomodá los seus rocíns y después van sopá. A la venteta sol ñabíe una alcobeta a la que ñabíen tres llitets colocats com milló se podíe; y sol habíe quedat espay pera móures en estretó.
De estos tres catres, va fé lo home preparán un, lo menos roín, per als dos compañs, y los va fé gitá; después, al cap de un rato, sense dormí cap dells encara que féen vore que dormíen, va fé lo possadé gitás a la seua filla a un dels dos llits que quedaben y al atre se van embutí ell y la seua dona, y a la vora del camastro aon dormíen van ficá lo bressol del chiquet. Y están les coses de esta guisa dispostes, y habénu vist tot Pinuccio, después de un rato, pareixénli que tots estaben adormits, se va eixecá sense fé soroll y se va colocá al llitet aon la jove estabe tombada. Ella lo va acullí be, encara que en temó, y allí van chalá tan com van pugué. Y están aixina Pinuccio en la jove, va passá que un gat va fé caure un topí, y la dona, despertánse, se va eixecá, pensánse que no foren lladres, aixina a la oscurina, y sen va aná allí aon habíe sentit lo soroll.
Adriano, poc después, per una nessessidat natural se va eixecá y anán a satisféla va entropessá en la cuna, y com no podíe passá sense eixecála, la va alsá de aon estabe y la va ficá a la vora del llit aon ell dormíe; y fet alló per a lo que se habíe eixecat, va torná, sense preocupássen mes del bressol, y se va torná a gitá.
La dona, habén trobat lo topí per enterra, después de renegáli al gat, va torná a la alcobeta, y a paupóns va aná dreta cap al llit aon dormíe lo seu home; pero no trobán allí la cuna, se va di:

- ¡Ay, desgrassiada de mí! Mira lo que anaba a fé, casi me embutixgo al llit dels meus cliéns. Y trobán la cuna una mica mes allá, se va gitá al llit aon estabe Adriano sol, creén que se gitabe en lo seu home. Adriano, que encara no se habíe adormit después de eixecás, al sentíla la va ressibí be y alegremen; y sense di ni chut va tensá la ballesta y la va descarregá en gran plaé de la dona.
Después, pensánse Pinuccio que lo podríen enchampá en la jove, va voldre torná al seu llit, se va eixecá, y a paupontes, trobán lo bressol, va pensá que aquell llit ere lo dels possadés; per lo que, avansán un poc mes, se va gitá al del possadé, que en la entrada de Pinuccio se va despertá. Pinuccio, creén que estáe a la vora de Adriano, va di:
- ¡Be te dic que may hay tingut una cosa tan dolsa com Niccolosa! Per lo cos de Cristo, hay tingut en ella lo plaé mes gran que may un home ha tingut en cap dona; y te dic que hay baixat sis vegades a la vila desde que men hay anat de aquí.

Lo venté, sentín estes notissies y no agradánli massa, se va pensá:
- ¿Qué dimonis fa este aquí?-.

Después, mes enfadat que prudén, va di:

- Pinuccio, la teua ha sigut una gran villanía y no sé per qué tens que fém aixó; pero per lo cos de Cristo me la pagarás.
Pinuccio, que no ere lo jove mes sabut del món, al acatássen del seu error no va corre a enmendál com milló haguere pogut sino que va di:

- ¿Qué te hay de pagá? ¿Qué me podríes fé?

La dona del venté, que creíe que estabe en lo seu home, li va di a Adriano:
- ¡Escolta, los nostres cliéns están reñín per no sé qué!
Adriano, rién, va contestá: - Díxals en pas, van beure massa anit.
La dona, pareixénli que habíe sentit al seu home quirdá y sentín ara a Adriano, en seguida va vore aón estabe y en quí; per lo que, discretamen, sense di res, se va eixecá, y prenén la cuna del seu fillet, com la alcoba estabe encara a fosques, la va portá jun al llit aon dormíe la seua filla y a la vora della se va tombá; y, fén vore que se despertabe pel abalot del home, lo va cridá y li va preguntá qué passabe en Pinuccio.
Lo home va contestá:

- ¿No has sentit lo que diu que ha fet esta nit en Niccolosa?
La dona va di: - Mentix en tota la boca, que en Niccolosa no se ha gitat; que yo me hay tombat aquí en cuan no hay pogut dormí mes; y tú eres un animal per créuretu.
Bebéu tan per la nit que después ensomiéu y anéu de aquí cap allá sense enteráton y tos pareix que feu algo gran; ¡gran llástima es que no tos trenquéu lo coll! ¿Pero qué fa al teu llit Pinuccio? ¿Per qué no está al seu catre?
Adriano, veén que la dona discretamen la seua deshonra y la de la seua filla tapabe, va di:
- Pinuccio, te u hay dit mes de sen vegades, que no vaigues donán voltes, que este vissi teu de eixecát adormit, sonámbul, y contá fábules que ensomies te portará alguna vegada una desgrássia; ¡Tórna cap aquí!

Lo venté, sentín lo que díe la seua dona y lo que díe Adriano, va escomensá a créures que Pinuccio caminabe adormit; per lo que, agarránlo dels muscles, lo va escomensá a sacsá y a cridál, dién:

- Pinuccio, despértat, entórnaten al teu llit.

Pinuccio, habén sentit lo que se habíe dit, va escomensá, com si ensomiare, a di datres dessatinos; de lo que lo venté sen enríe mol. Al final, com encara lo sacsabe, va fé vore que se despertabe, y cridán a Adriano va di: - ¿Es ya de día, que me crides?

Adriano va di: - Sí, víne aquí.

Ell, fen vore que teníe molta son, se va eixecá del llit del venté y sen va entorná al llit en Adriano; y vingut lo día y eixecánse lo possadé, va escomensá a enríuressen y a enfótressen dell y dels seus somnis. Y aixina, bromeján, preparán los dos jovens los seus rocíns y ficánlos damún les valijes y habén begut en lo venté, puján a caball van acudí a Florencia, no menos conténs del modo en que la cosa habíe passat que de los efectes de la cosa. Y después, trobán atres víes, Pinuccio se va trobá en Niccolosa, que li afirmabe a sa mare que este verdaderamen ensomiabe; per lo que la dona, enrecordánsen de los abrassos de Adriano y de la ballestada, se creíe que ere la única que habíe velat.

Dos joves se alberguen a casa de un. En la seua filla sen va un a gitás, y la seua dona se gite en l´atre. Lo que estabe en la filla se gite en son pare y lay conte tot, creén que parláe en lo seu compañ. Se arme un gran abalot, la dona, donánsen cuenta, se embutix al llit de la filla y después en algunes paraules los passifique a tots.



JORNADA NOVENA. NOVELA SEXTA.

JORNADA NOVENA. NOVELA SEXTA.

Dos joves se alberguen a casa de un. En la seua filla sen va un a gitás, y la seua dona se gite en l´atre. Lo que estabe en la filla se gite en son pare y lay conte tot, creén que parláe en lo seu compañ. Se arme un gran abalot, la dona, donánsen cuenta, se embutix al llit de la filla y después en algunes paraules los passifique a tots.

Calandrino, que datres vegades habíe fet riure mol a la compañía, lo mateix va fé esta vegada: y después de que les dames dixaren de parlá de les seues coses, la reina li va maná a Pánfilo que parlare, y ell va di:
Loables siñores, lo nom de la Niccolosa amada per Calandrino me ha portat a la memoria una historia de un atra Niccolosa, y to la contaré perque en ella voréu cóm una súbita inspirassió de una bona dona va evitá un gran escándol.

A los plans del Muñone va ñabé, no fa mol tems, un home bo que donabe als viandáns, per dinés, de minjá y beure; y encara que ere bastán pobre y teníe una casa menuda, alguna vegada, en cas de gran nessessidat, no a tots pero an algún conegut albergabe. Ara be, teníe este una mol hermosa femella, de la que teníe una joveneta hermosa y agradable, de quinse o setse añs, que encara no teníe home; l´atre ere un chiquet que encara no habíe cumplit l´añet, al que la mare donabe de mamá.
A la jove li habíe ficat los ulls a damún un mosset pincho y noble de la nostra siudat, que anabe mol assobín pel barri y la volíe fogosamen; y ella, que de sé amada per un jove tal com aquell mol se gloriabe y dell tamé se va enamorá; y moltes vegades en gust de cada una de les parts haguere tingut efecte aquell amor si Pinuccio, que aixina se díe lo jove, no se haguere refrenat pera no causá la deshonra de la jove y dell. Pero de día en día multiplicánse la seua passió, li va vindre lo dessich irrefrenable a Pinuccio de ajuntás en ella, y li va vindre al pensamén trobá lo modo de albergás a casa de son pare, pensán, com coneixíe la divisió de la venteta de la jove, podríe está en ella sense que dingú sen acatare; y en cuan li va vindre al ánim, sense mes tardá u va ficá en obra.
Ell, en un fiel amic de nom Adriano, que este amor coneixíe, prenén un día al caure la nit dos rocíns de llogué y ficánlos damún dos valijes, potsé plenes de palla, van eixí de Florencia, y donán una volta, cabalgán, a les planes del Muñone van arribá sén ya de nit; y entonses, fen vore que tornaben de la Romaña, cap a la venta van aná y van cridá al bon home; este, com los coneixíe mol be als dos, los va obrí la porta enseguida.
Pinuccio li va di: - Mira, tens que donámos albergue esta nit: pensabem que podríem arribá a casa, pero no ham pogut apurámos tan.
A lo que lo possadé va contestá:

- Pinuccio, be saps quínes comodidats ting pera albergá a hómens nobles com vatros; pero com esta hora tos ha agarrat aquí y no ña tems pera que pugáu aná a un atre puesto, tos albergaré de bona gana tan be com puga.

Apeánse, pos, los dos jovens, y entrán a la venteta, primé van acomodá los seus rocíns y después van sopá. A la venteta sol ñabíe una alcobeta a la que ñabíen tres llitets colocats com milló se podíe; y sol habíe quedat espay pera móures en estretó.
De estos tres catres, va fé lo home preparán un, lo menos roín, per als dos compañs, y los va fé gitá; después, al cap de un rato, sense dormí cap dells encara que féen vore que dormíen, va fé lo possadé gitás a la seua filla a un dels dos llits que quedaben y al atre se van embutí ell y la seua dona, y a la vora del camastro aon dormíen van ficá lo bressol del chiquet. Y están les coses de esta guisa dispostes, y habénu vist tot Pinuccio, después de un rato, pareixénli que tots estaben adormits, se va eixecá sense fé soroll y se va colocá al llitet aon la jove estabe tombada. Ella lo va acullí be, encara que en temó, y allí van chalá tan com van pugué. Y están aixina Pinuccio en la jove, va passá que un gat va fé caure un topí, y la dona, despertánse, se va eixecá, pensánse que no foren lladres, aixina a la oscurina, y sen va aná allí aon habíe sentit lo soroll.
Adriano, poc después, per una nessessidat natural se va eixecá y anán a satisféla va entropessá en la cuna, y com no podíe passá sense eixecála, la va alsá de aon estabe y la va ficá a la vora del llit aon ell dormíe; y fet alló per a lo que se habíe eixecat, va torná, sense preocupássen mes del bressol, y se va torná a gitá.
La dona, habén trobat lo topí per enterra, después de renegáli al gat, va torná a la alcobeta, y a paupóns va aná dreta cap al llit aon dormíe lo seu home; pero no trobán allí la cuna, se va di:

- ¡Ay, desgrassiada de mí! Mira lo que anaba a fé, casi me embutixgo al llit dels meus cliéns. Y trobán la cuna una mica mes allá, se va gitá al llit aon estabe Adriano sol, creén que se gitabe en lo seu home. Adriano, que encara no se habíe adormit después de eixecás, al sentíla la va ressibí be y alegremen; y sense di ni chut va tensá la ballesta y la va descarregá en gran plaé de la dona.
Después, pensánse Pinuccio que lo podríen enchampá en la jove, va voldre torná al seu llit, se va eixecá, y a paupontes, trobán lo bressol, va pensá que aquell llit ere lo dels possadés; per lo que, avansán un poc mes, se va gitá al del possadé, que en la entrada de Pinuccio se va despertá. Pinuccio, creén que estáe a la vora de Adriano, va di:
- ¡Be te dic que may hay tingut una cosa tan dolsa com Niccolosa! Per lo cos de Cristo, hay tingut en ella lo plaé mes gran que may un home ha tingut en cap dona; y te dic que hay baixat sis vegades a la vila desde que men hay anat de aquí.

Lo venté, sentín estes notissies y no agradánli massa, se va pensá:
- ¿Qué dimonis fa este aquí?-.

Después, mes enfadat que prudén, va di:

- Pinuccio, la teua ha sigut una gran villanía y no sé per qué tens que fém aixó; pero per lo cos de Cristo me la pagarás.
Pinuccio, que no ere lo jove mes sabut del món, al acatássen del seu error no va corre a enmendál com milló haguere pogut sino que va di:

- ¿Qué te hay de pagá? ¿Qué me podríes fé?

La dona del venté, que creíe que estabe en lo seu home, li va di a Adriano:
- ¡Escolta, los nostres cliéns están reñín per no sé qué!
Adriano, rién, va contestá: - Díxals en pas, van beure massa anit.
La dona, pareixénli que habíe sentit al seu home quirdá y sentín ara a Adriano, en seguida va vore aón estabe y en quí; per lo que, discretamen, sense di res, se va eixecá, y prenén la cuna del seu fillet, com la alcoba estabe encara a fosques, la va portá jun al llit aon dormíe la seua filla y a la vora della se va tombá; y, fén vore que se despertabe pel abalot del home, lo va cridá y li va preguntá qué passabe en Pinuccio.
Lo home va contestá:

- ¿No has sentit lo que diu que ha fet esta nit en Niccolosa?
La dona va di: - Mentix en tota la boca, que en Niccolosa no se ha gitat; que yo me hay tombat aquí en cuan no hay pogut dormí mes; y tú eres un animal per créuretu.
Bebéu tan per la nit que después ensomiéu y anéu de aquí cap allá sense enteráton y tos pareix que feu algo gran; ¡gran llástima es que no tos trenquéu lo coll! ¿Pero qué fa al teu llit Pinuccio? ¿Per qué no está al seu catre?
Adriano, veén que la dona discretamen la seua deshonra y la de la seua filla tapabe, va di:
- Pinuccio, te u hay dit mes de sen vegades, que no vaigues donán voltes, que este vissi teu de eixecát adormit, sonámbul, y contá fábules que ensomies te portará alguna vegada una desgrássia; ¡Tórna cap aquí!

Lo venté, sentín lo que díe la seua dona y lo que díe Adriano, va escomensá a créures que Pinuccio caminabe adormit; per lo que, agarránlo dels muscles, lo va escomensá a sacsá y a cridál, dién:

- Pinuccio, despértat, entórnaten al teu llit.

Pinuccio, habén sentit lo que se habíe dit, va escomensá, com si ensomiare, a di datres dessatinos; de lo que lo venté sen enríe mol. Al final, com encara lo sacsabe, va fé vore que se despertabe, y cridán a Adriano va di: - ¿Es ya de día, que me crides?

Adriano va di: - Sí, víne aquí.

Ell, fen vore que teníe molta son, se va eixecá del llit del venté y sen va entorná al llit en Adriano; y vingut lo día y eixecánse lo possadé, va escomensá a enríuressen y a enfótressen dell y dels seus somnis. Y aixina, bromeján, preparán los dos jovens los seus rocíns y ficánlos damún les valijes y habén begut en lo venté, puján a caball van acudí a Florencia, no menos conténs del modo en que la cosa habíe passat que de los efectes de la cosa. Y después, trobán atres víes, Pinuccio se va trobá en Niccolosa, que li afirmabe a sa mare que este verdaderamen ensomiabe; per lo que la dona, enrecordánsen de los abrassos de Adriano y de la ballestada, se creíe que ere la única que habíe velat.

Dos joves se alberguen a casa de un. En la seua filla sen va un a gitás, y la seua dona se gite en l´atre. Lo que estabe en la filla se gite en son pare y lay conte tot, creén que parláe en lo seu compañ. Se arme un gran abalot, la dona, donánsen cuenta, se embutix al llit de la filla y después en algunes paraules los passifique a tots.