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viernes, 3 de enero de 2020

escut, Generalitat, Felipe V

Estupefacció nacionalista
descubren que el escudo de la Gene fue otorgado por Felipe V

https://www.dolcacatalunya.com/2015/05/estupefaccio-nacionalista-descubren-que-el-escudo-de-la-gene-fue-otorgado-por-felipe-v/


Així tapa el nacionalisme l’escut de Felip V amb l’escut de Felip V

Contábamos hace unos días cómo la Generalitat tapó el escudo de Felipe V con su emblema. Pero ahora resulta que el escudo de la Generalitat fue otorgado nada menos que… ¡por Felipe V! Lean, lean:
El “senyal del rey d’Aragó” eran las armas de dignidad real. Con el paso del tiempo su uso se fue territorializando por medio de concesiones reales. El primer municipio que luce las barras es el municipio de Milhau (Francia), por concesión de Alfonso II (1187).
¿Cuándo pasa el “senyal del rei d’Aragó”, a representar las instituciones catalanas? Desde siempre, el emblema había sido San Jorge. La documentación nos dice que en 1417 la Diputación encarga “que sien fets y renovats los segells de la scrivania de la diputació del general… ab lo qual se puxa empremtar e figurar la imatge de san Jordi a cavall qui mata lo drach… e aquest segell servesca a seguellar totes letres patents qui´s dressen a qualsevol persones… a papa e cardenals e al senyor rey…e altres persones reyals…”. Es evidente que las barras no eran el escudo oficial. Como tampoco lo era de las Cortes que -reunidas en Tortosa en 1430- ordenan pagar 65 florines de oro de Aragón al platero Pere Torralba por la ejecución de dos sellos “a on son esculpides les armes del dit general de Cathalunya, ço es sent Jordi a cavall qui mata o onciu lo drach…”.
300 años más tarde, iniciadas las cortes catalanas de 1701, no aparecía el sello por ningún lado. Parece que nadie lo recordaba, ”ni saverse qual se usave en les corts antecedents encara que aparexia poderse esculpir… la imatge del glorios Sant Jordi portant lo escut amb la creu…”. Tras acalorados debates, el 19 de octubre de 1701 se adopta el acuerdo de grabar uno nuevo con el “Escut de ditas quatre barras y corona real”, para solicitar la venia real de uso.
Detrás de ese extraño olvido hay que situar las convulsiones antiseñoriales como la “revolta dels barretines o de la terra”, el “avalot de les faves o los asedios campesinos de Barcelona en 1688 y 1689. Quizás interesaba un cambio de imagen que acercara la institución al pueblo más identificado con la realeza. Y nada más apropiado para conseguir la concesión real que el marco de las cortes catalanas, que juraron con vivas demostraciones de afecto y júbilo al nuevo rey Felipe V de Borbón, el 12 de octubre de 1701. Cortes que duraron hasta el 12 de Enero, y en las que se acordó además del uso del “escut de ditas quatre barras y corona real”, un donativo real de 12 millones pagaderos en 14 años, nombramiento de 14 títulos de marqueses y condes, 20 privilegios de nobleza, 20 de caballeros, y otros 20 de ciudadanos; todo ello entre grandes fiestas y regocijos populares, de manera que -como dice Macanaz- “no quedó a los catalanes nada que pedir, ni al rey cosa especial de concederles”.
Así que la Generalitat no lo sabe, pero al ocultar el escudo de Felipe V tapándolo con el de la Generalitat, en realidad le están haciendo el último homenaje al rey que concedió a la Generalitat el uso de su “senyal” como rey de Aragón. Si la Generalitat fuera consecuente, el Parlament debería rechazar el uso de las barras de Felipe V, las barras felipistas, por haber suprimido las instituciones tradicionales catalanas. Las cuales, por cierto, ahora ningún nacionalista querría, pues les parecen “medievales”; y las cuales son ridículas comparadas con el actual poder omnímodo de la Generalitat.
Aunque ya sabemos que el nacionalismo no va de coherencia, sino de ideología y fantasmagoría histórica.
Dolça i ocultada Catalunya…

//

Dels frens e altres apparellaments de cavals

Per tal con aquelles coses les quals per los princeps se fan pus leugerament per los sotsmeses son tretes en exemple: esguardador esser jutgam que en tots los nostres fets axi com real altea no poch ho requer honestament e temprada nos hajam axi que los savis en ben sien conformats e els no savis e avanitats entenens en temprança sien provocats. Hon sobrefluitats esquivants majorment en aquestes coses les quals ordinariament san a fer: volem que ordinariament si donchs per altra causa en altra manera fer no ho manavem quatre selles palafrenals ab lurs frens de les quals les dues ab nostre senyal real e les altres dues la una ab senyal de sent Georgi e laltra ab senyal antich de rey Darago sien a servey de nostra persona apparellades Ies dues de les quals hagen cuyrs cuberts de velluts daur e de seda comunits e les altres dues romanents hagen cuyrs no cuberts de velluts segons manera apparellada accedent a nostre desijament: de les dites empero dues selles havents cuyrs cuberts de vellut cascun any la una prop la festa de la Nativitat del glorios Salvador del humanal linatge sia feta e altra prop abans de la festa de Pentacosta aximateix sia feta e les romanents dues selles havents cuyrs no cuberts de vellut cascun any prop ans de la festa de la resurreccio de nostre Senyor la una esser feta ab aquest edicte laudable manam e laltra prop de la festa de Omnium Sanctorum volem esser complida: e apres sis almenys selles darmes destinades per servey de nostra persona hajam de les quals dues sien de nostre senyal real de tot en tot decorades e les altres a senyal de sent Jordi e les dues altres romanents al dit senyal antich de rey Darago. Manam encara que quatre mantes almenys continuament sien appareylades a cobrir les dites selles a servey de nostra persona destinades les dues de les quales sien a nostre senyal real en totes les lurs parts e les altres la una a senyal de sent Jordi e laltra al senyal antich Darago. En apres subjungim a les coses damunt dites que continuament hi sia copia de mantes e daltres coses necessaries a cavals e a les altres besties damunt dites. 

escut, Generalitat, Felipe V

Estupefacció nacionalista
descubren que el escudo de la Gene fue otorgado por Felipe V

https://www.dolcacatalunya.com/2015/05/estupefaccio-nacionalista-descubren-que-el-escudo-de-la-gene-fue-otorgado-por-felipe-v/


Així tapa el nacionalisme l’escut de Felip V amb l’escut de Felip V

Contábamos hace unos días cómo la Generalitat tapó el escudo de Felipe V con su emblema. Pero ahora resulta que el escudo de la Generalitat fue otorgado nada menos que… ¡por Felipe V! Lean, lean:
El “senyal del rey d’Aragó” eran las armas de dignidad real. Con el paso del tiempo su uso se fue territorializando por medio de concesiones reales. El primer municipio que luce las barras es el municipio de Milhau (Francia), por concesión de Alfonso II (1187).
¿Cuándo pasa el “senyal del rei d’Aragó”, a representar las instituciones catalanas? Desde siempre, el emblema había sido San Jorge. La documentación nos dice que en 1417 la Diputación encarga “que sien fets y renovats los segells de la scrivania de la diputació del general… ab lo qual se puxa empremtar e figurar la imatge de san Jordi a cavall qui mata lo drach… e aquest segell servesca a seguellar totes letres patents qui´s dressen a qualsevol persones… a papa e cardenals e al senyor rey…e altres persones reyals…”. Es evidente que las barras no eran el escudo oficial. Como tampoco lo era de las Cortes que -reunidas en Tortosa en 1430- ordenan pagar 65 florines de oro de Aragón al platero Pere Torralba por la ejecución de dos sellos “a on son esculpides les armes del dit general de Cathalunya, ço es sent Jordi a cavall qui mata o onciu lo drach…”.
300 años más tarde, iniciadas las cortes catalanas de 1701, no aparecía el sello por ningún lado. Parece que nadie lo recordaba, ”ni saverse qual se usave en les corts antecedents encara que aparexia poderse esculpir… la imatge del glorios Sant Jordi portant lo escut amb la creu…”. Tras acalorados debates, el 19 de octubre de 1701 se adopta el acuerdo de grabar uno nuevo con el “Escut de ditas quatre barras y corona real”, para solicitar la venia real de uso.
Detrás de ese extraño olvido hay que situar las convulsiones antiseñoriales como la “revolta dels barretines o de la terra”, el “avalot de les faves o los asedios campesinos de Barcelona en 1688 y 1689. Quizás interesaba un cambio de imagen que acercara la institución al pueblo más identificado con la realeza. Y nada más apropiado para conseguir la concesión real que el marco de las cortes catalanas, que juraron con vivas demostraciones de afecto y júbilo al nuevo rey Felipe V de Borbón, el 12 de octubre de 1701. Cortes que duraron hasta el 12 de Enero, y en las que se acordó además del uso del “escut de ditas quatre barras y corona real”, un donativo real de 12 millones pagaderos en 14 años, nombramiento de 14 títulos de marqueses y condes, 20 privilegios de nobleza, 20 de caballeros, y otros 20 de ciudadanos; todo ello entre grandes fiestas y regocijos populares, de manera que -como dice Macanaz- “no quedó a los catalanes nada que pedir, ni al rey cosa especial de concederles”.
Así que la Generalitat no lo sabe, pero al ocultar el escudo de Felipe V tapándolo con el de la Generalitat, en realidad le están haciendo el último homenaje al rey que concedió a la Generalitat el uso de su “senyal” como rey de Aragón. Si la Generalitat fuera consecuente, el Parlament debería rechazar el uso de las barras de Felipe V, las barras felipistas, por haber suprimido las instituciones tradicionales catalanas. Las cuales, por cierto, ahora ningún nacionalista querría, pues les parecen “medievales”; y las cuales son ridículas comparadas con el actual poder omnímodo de la Generalitat.
Aunque ya sabemos que el nacionalismo no va de coherencia, sino de ideología y fantasmagoría histórica.
Dolça i ocultada Catalunya…

//

Dels frens e altres apparellaments de cavals

Per tal con aquelles coses les quals per los princeps se fan pus leugerament per los sotsmeses son tretes en exemple: esguardador esser jutgam que en tots los nostres fets axi com real altea no poch ho requer honestament e temprada nos hajam axi que los savis en ben sien conformats e els no savis e avanitats entenens en temprança sien provocats. Hon sobrefluitats esquivants majorment en aquestes coses les quals ordinariament san a fer: volem que ordinariament si donchs per altra causa en altra manera fer no ho manavem quatre selles palafrenals ab lurs frens de les quals les dues ab nostre senyal real e les altres dues la una ab senyal de sent Georgi e laltra ab senyal antich de rey Darago sien a servey de nostra persona apparellades Ies dues de les quals hagen cuyrs cuberts de velluts daur e de seda comunits e les altres dues romanents hagen cuyrs no cuberts de velluts segons manera apparellada accedent a nostre desijament: de les dites empero dues selles havents cuyrs cuberts de vellut cascun any la una prop la festa de la Nativitat del glorios Salvador del humanal linatge sia feta e altra prop abans de la festa de Pentacosta aximateix sia feta e les romanents dues selles havents cuyrs no cuberts de vellut cascun any prop ans de la festa de la resurreccio de nostre Senyor la una esser feta ab aquest edicte laudable manam e laltra prop de la festa de Omnium Sanctorum volem esser complida: e apres sis almenys selles darmes destinades per servey de nostra persona hajam de les quals dues sien de nostre senyal real de tot en tot decorades e les altres a senyal de sent Jordi e les dues altres romanents al dit senyal antich de rey Darago. Manam encara que quatre mantes almenys continuament sien appareylades a cobrir les dites selles a servey de nostra persona destinades les dues de les quales sien a nostre senyal real en totes les lurs parts e les altres la una a senyal de sent Jordi e laltra al senyal antich Darago. En apres subjungim a les coses damunt dites que continuament hi sia copia de mantes e daltres coses necessaries a cavals e a les altres besties damunt dites. 

escut, Generalitat, Felipe V

Estupefacció nacionalista
descubren que el escudo de la Gene fue otorgado por Felipe V

https://www.dolcacatalunya.com/2015/05/estupefaccio-nacionalista-descubren-que-el-escudo-de-la-gene-fue-otorgado-por-felipe-v/


Així tapa el nacionalisme l’escut de Felip V amb l’escut de Felip V

Contábamos hace unos días cómo la Generalitat tapó el escudo de Felipe V con su emblema. Pero ahora resulta que el escudo de la Generalitat fue otorgado nada menos que… ¡por Felipe V! Lean, lean:
El “senyal del rey d’Aragó” eran las armas de dignidad real. Con el paso del tiempo su uso se fue territorializando por medio de concesiones reales. El primer municipio que luce las barras es el municipio de Milhau (Francia), por concesión de Alfonso II (1187).
¿Cuándo pasa el “senyal del rei d’Aragó”, a representar las instituciones catalanas? Desde siempre, el emblema había sido San Jorge. La documentación nos dice que en 1417 la Diputación encarga “que sien fets y renovats los segells de la scrivania de la diputació del general… ab lo qual se puxa empremtar e figurar la imatge de san Jordi a cavall qui mata lo drach… e aquest segell servesca a seguellar totes letres patents qui´s dressen a qualsevol persones… a papa e cardenals e al senyor rey…e altres persones reyals…”. Es evidente que las barras no eran el escudo oficial. Como tampoco lo era de las Cortes que -reunidas en Tortosa en 1430- ordenan pagar 65 florines de oro de Aragón al platero Pere Torralba por la ejecución de dos sellos “a on son esculpides les armes del dit general de Cathalunya, ço es sent Jordi a cavall qui mata o onciu lo drach…”.
300 años más tarde, iniciadas las cortes catalanas de 1701, no aparecía el sello por ningún lado. Parece que nadie lo recordaba, ”ni saverse qual se usave en les corts antecedents encara que aparexia poderse esculpir… la imatge del glorios Sant Jordi portant lo escut amb la creu…”. Tras acalorados debates, el 19 de octubre de 1701 se adopta el acuerdo de grabar uno nuevo con el “Escut de ditas quatre barras y corona real”, para solicitar la venia real de uso.
Detrás de ese extraño olvido hay que situar las convulsiones antiseñoriales como la “revolta dels barretines o de la terra”, el “avalot de les faves o los asedios campesinos de Barcelona en 1688 y 1689. Quizás interesaba un cambio de imagen que acercara la institución al pueblo más identificado con la realeza. Y nada más apropiado para conseguir la concesión real que el marco de las cortes catalanas, que juraron con vivas demostraciones de afecto y júbilo al nuevo rey Felipe V de Borbón, el 12 de octubre de 1701. Cortes que duraron hasta el 12 de Enero, y en las que se acordó además del uso del “escut de ditas quatre barras y corona real”, un donativo real de 12 millones pagaderos en 14 años, nombramiento de 14 títulos de marqueses y condes, 20 privilegios de nobleza, 20 de caballeros, y otros 20 de ciudadanos; todo ello entre grandes fiestas y regocijos populares, de manera que -como dice Macanaz- “no quedó a los catalanes nada que pedir, ni al rey cosa especial de concederles”.
Así que la Generalitat no lo sabe, pero al ocultar el escudo de Felipe V tapándolo con el de la Generalitat, en realidad le están haciendo el último homenaje al rey que concedió a la Generalitat el uso de su “senyal” como rey de Aragón. Si la Generalitat fuera consecuente, el Parlament debería rechazar el uso de las barras de Felipe V, las barras felipistas, por haber suprimido las instituciones tradicionales catalanas. Las cuales, por cierto, ahora ningún nacionalista querría, pues les parecen “medievales”; y las cuales son ridículas comparadas con el actual poder omnímodo de la Generalitat.
Aunque ya sabemos que el nacionalismo no va de coherencia, sino de ideología y fantasmagoría histórica.
Dolça i ocultada Catalunya…

//

Dels frens e altres apparellaments de cavals

Per tal con aquelles coses les quals per los princeps se fan pus leugerament per los sotsmeses son tretes en exemple: esguardador esser jutgam que en tots los nostres fets axi com real altea no poch ho requer honestament e temprada nos hajam axi que los savis en ben sien conformats e els no savis e avanitats entenens en temprança sien provocats. Hon sobrefluitats esquivants majorment en aquestes coses les quals ordinariament san a fer: volem que ordinariament si donchs per altra causa en altra manera fer no ho manavem quatre selles palafrenals ab lurs frens de les quals les dues ab nostre senyal real e les altres dues la una ab senyal de sent Georgi e laltra ab senyal antich de rey Darago sien a servey de nostra persona apparellades Ies dues de les quals hagen cuyrs cuberts de velluts daur e de seda comunits e les altres dues romanents hagen cuyrs no cuberts de velluts segons manera apparellada accedent a nostre desijament: de les dites empero dues selles havents cuyrs cuberts de vellut cascun any la una prop la festa de la Nativitat del glorios Salvador del humanal linatge sia feta e altra prop abans de la festa de Pentacosta aximateix sia feta e les romanents dues selles havents cuyrs no cuberts de vellut cascun any prop ans de la festa de la resurreccio de nostre Senyor la una esser feta ab aquest edicte laudable manam e laltra prop de la festa de Omnium Sanctorum volem esser complida: e apres sis almenys selles darmes destinades per servey de nostra persona hajam de les quals dues sien de nostre senyal real de tot en tot decorades e les altres a senyal de sent Jordi e les dues altres romanents al dit senyal antich de rey Darago. Manam encara que quatre mantes almenys continuament sien appareylades a cobrir les dites selles a servey de nostra persona destinades les dues de les quales sien a nostre senyal real en totes les lurs parts e les altres la una a senyal de sent Jordi e laltra al senyal antich Darago. En apres subjungim a les coses damunt dites que continuament hi sia copia de mantes e daltres coses necessaries a cavals e a les altres besties damunt dites.