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jueves, 18 de agosto de 2022

CARTA LXXVIII. Titular de esta catedral: qué significa en sus sellos la figura de un obispo.

CARTA LXXVIII. 

Titular de esta catedral: qué significa en sus sellos la figura de un obispo. Época del templo actual y su consagración: noticia de un arquitecto del siglo XII: qué eran los lambardos entre los trabajadores. Reliquias, pinturas &c. Qué es OBCEDA como parte de este edificio. Hermandad de esta iglesia con la de Palencia. 

Mi querido hermano: El titular de la catedral de Urgel desde lo antiguo hasta nuestros días siempre fue Santa María. La imagen primitiva de madera permaneció colocada en el altar mayor hasta el año 1631, en que se le substituyó otra de la misma materia: cosa que a mi juicio no debieran, estando entera como hoy se ve colocada en uno de los altares laterales pegados al coro desde el año 1644, donde la veneran con el título de Andorra, y no sé por qué. Representa a nuestra Señora sentada; y en esta actitud la dibujó siempre el capítulo en sus sellos; aunque en los últimos siglos la pintan alguna vez en pie. Esta mudanza que ya he observado en otras iglesias, conjeturo que pudo nacer de la mayor devoción que se introdujo hacia el siglo XIII para con el misterio de la asunción de esta Señora. De algunos obispos de fines de ese mismo siglo, y de los dos siguientes, he encontrado varios sellos con la figura de un obispo que tiene báculo en la mano izquierda, y la derecha en ademán de bendecir: expresando al pie en escudito separado de relieve, y lo más común en fondo al reverso del sello de cera, las armas de sus familias respectivas. Del mismo modo he hallado en otras iglesias representada la dignidad episcopal del que autorizaba las escrituras, como solían los reyes poner la imagen de la suya en sus diplomas. Y digo esto para desvanecer la creencia en que algunos están de que estas figuras episcopales se ponían en memoria de los santos obispos de esta iglesia Justo, Ermengol y Odón. Del templo antiguo dedicado por el obispo Sisebuto en el año 819 no queda rastro ni vestigio alguno; aunque es verosímil que estuviese donde el actual. Este es sin disputa el mismo que consagró el obispo Eriballo en el año 1040; no habiendo como no hay memoria de consagración posterior a que diese motivo otro nuevo edificio, y siendo el gusto y arquitectura de él tan propia de aquel tiempo, que aun cuando no tuviésemos la escritura que se extendió en aquella solemnidad, era imposible no atribuirlo a aquel siglo. Este documento se publicó ya en la Marca Hisp. (apend. núm. CCXX). La verdad de lo que allí se refiere queda grandemente confirmada con la noticia cierta de la consagración de otro altar que al mismo tiempo hizo Berenguer, obispo de Elna, uno de los asistentes a aquella solemnidad. Porque ya se sabe que mientras el obispo principal consagraba la ara máxima, los asistentes hacían lo mismo con las otras subalternas. Destruidos aquí los altares de que voy a hablar, recogieron sus reliquias, y con los pergaminitos que juntamente solían escribirse y dejar allí depositados, las encerraron en un cofre que estaba debajo del altar mayor; donde entre otras cosas se ha hallado la noticia que decía, y es de esta manera: anno ab incarnatione Domini nostri Jhesu Christi quadragesimo post millesimum, consecravit hoc altare in ore (honore) Dei omnipotentis, et Sancti Stephani, et Sancti Laurentii (era uno de los del claustro) Berengarius Helenensis episcopus, et condidit reliquias Sancti Felicis Mart. et aliorum sanctorum omnium. Prueba clara de que el obispo de Elna asistió a la consagración de la iglesia, y de que esta se hizo en el año 1040.

Tengo para mí que quien comenzó y llevó muy adelante la fábrica de este templo, fue el santo obispo Ermengol. Esto indican las actas de su consagración, donde dicen de él, cuando aún no era venerado como santo: Christi mater virgo adquirat delictis eius in coelis veniam, quod ipse in terris illi fabricavit ecclesiam, ipsam sedem Beatae Mariae iam dictam. Ni era posible que el obispo Eriballo, en solos cinco años que lo fue, pudiese levantar y dejar esta mole en estado de ser ya consagrada. Sin embargo la conclusión del templo es de fines del siglo XII, cuando el obispo Arnaldo de Perexens en 1175 hizo sobre ello contrata particular con un R. Lambardo, al cual creó obrero de la iglesia, dándole todas las rentas que a este oficio estaban consignadas, y ofreciéndole además durante su vida la porción canonical. Va copiada esta escritura del cartoral I de esta iglesia (a: Apend. n. XXIX), donde dice el obispo: “damus tibi R. Lambardo cibum canonicalem in omni vita tua, tali videlicet pacto, ut tu fideliter et sine omni enganno claudas nobis ecclesiam totam, et leves coclearia, sive campanilia, unum filum super omnes voltas, et facias ipsum cugul, bene et decenter cum omnibus sibi pertinentibus." El artífice ofreció concluir la obra desde la pascua de 1175 en que se hizo la escritura, usque ad VII annos, y emplear en ella aun en el invierno IIII lambardos, y añadir tot cementarios, cuantos fuesen menester para cumplir lo que ofrecía. Ni en Du-Cange ni en parte alguna he podido encontrar qué eran estos lambardos entre los arquitectos; porque parece claro que ese era nombre apelativo de persona. (Lambardo era el arquitecto; lombardo, lombardos, de la Lombardía; Lombarte; Llombart ?)

Consta el templo de tres naves, con su crucero, todo de construcción sencilla, y sin las costosas y arbitrarias labores que introdujo en el siglo XIV la arquitectura que llamamos alemana. El altar mayor es de gusto gótico, muy semejante al de la catedral de Barcelona, y viene a ser como una galería distribuida en casilicios adornados con follajes graciosos. Antes hablé de las reliquias halladas debajo del ara de este altar. Ahora añadiré que aquella arca fue reconocida jurídicamente a 21 de Mayo de 1800, y en ella se encontraron dos escrituras, de que conviene dar aquí razón. La primera es sobre la traslación de las reliquias a una arca nueva, hecha por el obispo Fr. Raimundo Trebailla, de cuyo tiempo es la letra del pergamino, y no del 10XV como se lee en él por equivocación del escribiente. Dice así: Anno dñi MXV (es MCCCXV) IIII nonas Ianuarii dnus Fr. R. Dei gratia episcopus Urgellensis, unâ cum venerabili capitulo, transtulit praesentes reliquias in praesenti caxia. Et fuerunt inventae reliquiae antea approbatae per scripturas antiquas... de capillis beati Johannis Baptistae, et de ossibus beate Columbae; et sunt in quadam picside eburnea. Item fuerunt inventae reliquiae beati Iacobi apostoli... Vincencii, ac beatorum confessorum Pauli Narbon. episcopi, et Sancti lusti: item ossa Sancti Narcissi, beati Valerii, et beati Ermengaudi episcopi et confessoris, ac plurimorum aliorum sanctorum. Esta memoria de reliquias de S. Ermengol prueba que la escritura no pudo hacerse en el año 1015, porque entonces aún vivía ese santo prelado. La otra escritura da noticia de dos reconocimientos de esas mismas reliquias, el uno hecho a 27 de Mayo de 1534, y el otro a 20 de Febrero de 1631. 

En la sacristía vi algunas pinturas buenas; entre las cuales es de mucho mérito un cuadro de la adúltera. Guárdanse también allí unos corporales con alguna señal de la sangre que milagrosamente se aumentó y rebosó de un cáliz consagrado al tiempo que un sacerdote estaba dudando de la verdad de su existencia en él. Dicen que este prodigio aconteció en Iborra, villa que antes era de esta diócesi, y ahora de la de Solsona (a: V. sup. pág. 32). 

Los claustros son de construcción del siglo XII, sino es una parte que se renovó a fines del XVI. En ellos está la iglesia parroquial que llaman de S. Miguel, trasladada allí en 1364 como dije; cuyo párroco en la administración de sacramentos y entierros de sus feligreses, debe entrar y salir por la catedral. La principal parroquia es la de S. Odón, llamada de S. Juan Evangelista antes que tuviese culto aquel santo obispo; está unida al canonicato o estatoría de S. Odón.

No sé a qué parte de este edificio corresponda la palabra Obceda, de la cual usó el conde de Urgel Ermengol IV en una donación que hizo a esta iglesia a 12 de Agosto del año XX del rey Felipe, era 1117, año de Cristo 1079, donde dice: dono domino Deo, sanctaeque suae DOMO, quae est fundata AD OBCEDAM ecclesiae sanctae Dei genitricis Mariae Sedis, intra quam consistunt altaria sacrata, scilicet, Sancti Sepulchri, Sanctique Iusti, et alia. A dicha capilla que llama domo da la iglesia de S. Esteban de Sosagarri, como verás en la copia adjunta (a: Apend. n. XXX). 

No es más clara la idea que nos da de esa domo, el testamento sacramental del obispo Guillermo Arnal de Monferrer, fecho en el año 1096, donde se lee que los testigos juraron supra altare Sancte Eulalie virginis, quod est fundatum intra satis parvam ecclesiolam AD OBCEDAM alme Dei genitricis Urgellensis sedis. Viendo estoy con mis ojos este edificio y sus ruinas adyacentes, mas no entiendo donde estaba esa iglesita, ni, lo que sería más importante, qué es lo que significaba esa OBCEDA, cuya declaración no he hallado ni en libro ni en literato alguno hasta ahora. (N. E. fragmento de la revista (https://hemerotecadigital.bne.es/hd/pdf?oid=0000008093 donde se propone la respuesta, hay que buscar las páginas donde pueda estar)

Tiene esta iglesia de tiempo inmemorial hermandad con la de Palencia, en virtud de la cual los canónigos de la una que se hallan presentes en la otra, reciben de ella la porción canonical, toman asiento en el coro &c. He visto en las actas capitulares la constitución con que el obispo Fr. Raimundo Trebailla, junto con el capítulo, renovó en 1325 la observancia de esta antigua costumbre, la cual dicen que se estableció interveniente domno comite Urgellensi, qui in ecclesia Vallisoleti (Valladolid) extitit, et est antiquitus tumulatus. Este conde era Ermengol VI que murió en 1154, y por sus heredamientos en Castilla y también por su sepultura fue apellidado el Castellano. Así que comenzó esta hermandad en el siglo XII. Según ella sabemos que fue tratado en el siglo XIV. Guillermo Arnaldo de Lordato, sacrista de esta iglesia y después su obispo, hallándose en Palencia en la comitiva del cardenal Sabinense, legado apostólico en España. También tenía hermandad con la catedral antigua de Pamias en Francia; de lo cual he visto varias cartas recomendándose mutuamente algunas personas. Otras muchas cosas tocantes a la historia de esta iglesia Urgelense, verás en el episcopologio que la abraza toda, con la noticia de sus sínodos, ritos &c. A Dios. 

viernes, 3 de enero de 2020

escut, Generalitat, Felipe V

Estupefacció nacionalista
descubren que el escudo de la Gene fue otorgado por Felipe V

https://www.dolcacatalunya.com/2015/05/estupefaccio-nacionalista-descubren-que-el-escudo-de-la-gene-fue-otorgado-por-felipe-v/


Així tapa el nacionalisme l’escut de Felip V amb l’escut de Felip V

Contábamos hace unos días cómo la Generalitat tapó el escudo de Felipe V con su emblema. Pero ahora resulta que el escudo de la Generalitat fue otorgado nada menos que… ¡por Felipe V! Lean, lean:
El “senyal del rey d’Aragó” eran las armas de dignidad real. Con el paso del tiempo su uso se fue territorializando por medio de concesiones reales. El primer municipio que luce las barras es el municipio de Milhau (Francia), por concesión de Alfonso II (1187).
¿Cuándo pasa el “senyal del rei d’Aragó”, a representar las instituciones catalanas? Desde siempre, el emblema había sido San Jorge. La documentación nos dice que en 1417 la Diputación encarga “que sien fets y renovats los segells de la scrivania de la diputació del general… ab lo qual se puxa empremtar e figurar la imatge de san Jordi a cavall qui mata lo drach… e aquest segell servesca a seguellar totes letres patents qui´s dressen a qualsevol persones… a papa e cardenals e al senyor rey…e altres persones reyals…”. Es evidente que las barras no eran el escudo oficial. Como tampoco lo era de las Cortes que -reunidas en Tortosa en 1430- ordenan pagar 65 florines de oro de Aragón al platero Pere Torralba por la ejecución de dos sellos “a on son esculpides les armes del dit general de Cathalunya, ço es sent Jordi a cavall qui mata o onciu lo drach…”.
300 años más tarde, iniciadas las cortes catalanas de 1701, no aparecía el sello por ningún lado. Parece que nadie lo recordaba, ”ni saverse qual se usave en les corts antecedents encara que aparexia poderse esculpir… la imatge del glorios Sant Jordi portant lo escut amb la creu…”. Tras acalorados debates, el 19 de octubre de 1701 se adopta el acuerdo de grabar uno nuevo con el “Escut de ditas quatre barras y corona real”, para solicitar la venia real de uso.
Detrás de ese extraño olvido hay que situar las convulsiones antiseñoriales como la “revolta dels barretines o de la terra”, el “avalot de les faves o los asedios campesinos de Barcelona en 1688 y 1689. Quizás interesaba un cambio de imagen que acercara la institución al pueblo más identificado con la realeza. Y nada más apropiado para conseguir la concesión real que el marco de las cortes catalanas, que juraron con vivas demostraciones de afecto y júbilo al nuevo rey Felipe V de Borbón, el 12 de octubre de 1701. Cortes que duraron hasta el 12 de Enero, y en las que se acordó además del uso del “escut de ditas quatre barras y corona real”, un donativo real de 12 millones pagaderos en 14 años, nombramiento de 14 títulos de marqueses y condes, 20 privilegios de nobleza, 20 de caballeros, y otros 20 de ciudadanos; todo ello entre grandes fiestas y regocijos populares, de manera que -como dice Macanaz- “no quedó a los catalanes nada que pedir, ni al rey cosa especial de concederles”.
Así que la Generalitat no lo sabe, pero al ocultar el escudo de Felipe V tapándolo con el de la Generalitat, en realidad le están haciendo el último homenaje al rey que concedió a la Generalitat el uso de su “senyal” como rey de Aragón. Si la Generalitat fuera consecuente, el Parlament debería rechazar el uso de las barras de Felipe V, las barras felipistas, por haber suprimido las instituciones tradicionales catalanas. Las cuales, por cierto, ahora ningún nacionalista querría, pues les parecen “medievales”; y las cuales son ridículas comparadas con el actual poder omnímodo de la Generalitat.
Aunque ya sabemos que el nacionalismo no va de coherencia, sino de ideología y fantasmagoría histórica.
Dolça i ocultada Catalunya…

//

Dels frens e altres apparellaments de cavals

Per tal con aquelles coses les quals per los princeps se fan pus leugerament per los sotsmeses son tretes en exemple: esguardador esser jutgam que en tots los nostres fets axi com real altea no poch ho requer honestament e temprada nos hajam axi que los savis en ben sien conformats e els no savis e avanitats entenens en temprança sien provocats. Hon sobrefluitats esquivants majorment en aquestes coses les quals ordinariament san a fer: volem que ordinariament si donchs per altra causa en altra manera fer no ho manavem quatre selles palafrenals ab lurs frens de les quals les dues ab nostre senyal real e les altres dues la una ab senyal de sent Georgi e laltra ab senyal antich de rey Darago sien a servey de nostra persona apparellades Ies dues de les quals hagen cuyrs cuberts de velluts daur e de seda comunits e les altres dues romanents hagen cuyrs no cuberts de velluts segons manera apparellada accedent a nostre desijament: de les dites empero dues selles havents cuyrs cuberts de vellut cascun any la una prop la festa de la Nativitat del glorios Salvador del humanal linatge sia feta e altra prop abans de la festa de Pentacosta aximateix sia feta e les romanents dues selles havents cuyrs no cuberts de vellut cascun any prop ans de la festa de la resurreccio de nostre Senyor la una esser feta ab aquest edicte laudable manam e laltra prop de la festa de Omnium Sanctorum volem esser complida: e apres sis almenys selles darmes destinades per servey de nostra persona hajam de les quals dues sien de nostre senyal real de tot en tot decorades e les altres a senyal de sent Jordi e les dues altres romanents al dit senyal antich de rey Darago. Manam encara que quatre mantes almenys continuament sien appareylades a cobrir les dites selles a servey de nostra persona destinades les dues de les quales sien a nostre senyal real en totes les lurs parts e les altres la una a senyal de sent Jordi e laltra al senyal antich Darago. En apres subjungim a les coses damunt dites que continuament hi sia copia de mantes e daltres coses necessaries a cavals e a les altres besties damunt dites. 

escut, Generalitat, Felipe V

Estupefacció nacionalista
descubren que el escudo de la Gene fue otorgado por Felipe V

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Així tapa el nacionalisme l’escut de Felip V amb l’escut de Felip V

Contábamos hace unos días cómo la Generalitat tapó el escudo de Felipe V con su emblema. Pero ahora resulta que el escudo de la Generalitat fue otorgado nada menos que… ¡por Felipe V! Lean, lean:
El “senyal del rey d’Aragó” eran las armas de dignidad real. Con el paso del tiempo su uso se fue territorializando por medio de concesiones reales. El primer municipio que luce las barras es el municipio de Milhau (Francia), por concesión de Alfonso II (1187).
¿Cuándo pasa el “senyal del rei d’Aragó”, a representar las instituciones catalanas? Desde siempre, el emblema había sido San Jorge. La documentación nos dice que en 1417 la Diputación encarga “que sien fets y renovats los segells de la scrivania de la diputació del general… ab lo qual se puxa empremtar e figurar la imatge de san Jordi a cavall qui mata lo drach… e aquest segell servesca a seguellar totes letres patents qui´s dressen a qualsevol persones… a papa e cardenals e al senyor rey…e altres persones reyals…”. Es evidente que las barras no eran el escudo oficial. Como tampoco lo era de las Cortes que -reunidas en Tortosa en 1430- ordenan pagar 65 florines de oro de Aragón al platero Pere Torralba por la ejecución de dos sellos “a on son esculpides les armes del dit general de Cathalunya, ço es sent Jordi a cavall qui mata o onciu lo drach…”.
300 años más tarde, iniciadas las cortes catalanas de 1701, no aparecía el sello por ningún lado. Parece que nadie lo recordaba, ”ni saverse qual se usave en les corts antecedents encara que aparexia poderse esculpir… la imatge del glorios Sant Jordi portant lo escut amb la creu…”. Tras acalorados debates, el 19 de octubre de 1701 se adopta el acuerdo de grabar uno nuevo con el “Escut de ditas quatre barras y corona real”, para solicitar la venia real de uso.
Detrás de ese extraño olvido hay que situar las convulsiones antiseñoriales como la “revolta dels barretines o de la terra”, el “avalot de les faves o los asedios campesinos de Barcelona en 1688 y 1689. Quizás interesaba un cambio de imagen que acercara la institución al pueblo más identificado con la realeza. Y nada más apropiado para conseguir la concesión real que el marco de las cortes catalanas, que juraron con vivas demostraciones de afecto y júbilo al nuevo rey Felipe V de Borbón, el 12 de octubre de 1701. Cortes que duraron hasta el 12 de Enero, y en las que se acordó además del uso del “escut de ditas quatre barras y corona real”, un donativo real de 12 millones pagaderos en 14 años, nombramiento de 14 títulos de marqueses y condes, 20 privilegios de nobleza, 20 de caballeros, y otros 20 de ciudadanos; todo ello entre grandes fiestas y regocijos populares, de manera que -como dice Macanaz- “no quedó a los catalanes nada que pedir, ni al rey cosa especial de concederles”.
Así que la Generalitat no lo sabe, pero al ocultar el escudo de Felipe V tapándolo con el de la Generalitat, en realidad le están haciendo el último homenaje al rey que concedió a la Generalitat el uso de su “senyal” como rey de Aragón. Si la Generalitat fuera consecuente, el Parlament debería rechazar el uso de las barras de Felipe V, las barras felipistas, por haber suprimido las instituciones tradicionales catalanas. Las cuales, por cierto, ahora ningún nacionalista querría, pues les parecen “medievales”; y las cuales son ridículas comparadas con el actual poder omnímodo de la Generalitat.
Aunque ya sabemos que el nacionalismo no va de coherencia, sino de ideología y fantasmagoría histórica.
Dolça i ocultada Catalunya…

//

Dels frens e altres apparellaments de cavals

Per tal con aquelles coses les quals per los princeps se fan pus leugerament per los sotsmeses son tretes en exemple: esguardador esser jutgam que en tots los nostres fets axi com real altea no poch ho requer honestament e temprada nos hajam axi que los savis en ben sien conformats e els no savis e avanitats entenens en temprança sien provocats. Hon sobrefluitats esquivants majorment en aquestes coses les quals ordinariament san a fer: volem que ordinariament si donchs per altra causa en altra manera fer no ho manavem quatre selles palafrenals ab lurs frens de les quals les dues ab nostre senyal real e les altres dues la una ab senyal de sent Georgi e laltra ab senyal antich de rey Darago sien a servey de nostra persona apparellades Ies dues de les quals hagen cuyrs cuberts de velluts daur e de seda comunits e les altres dues romanents hagen cuyrs no cuberts de velluts segons manera apparellada accedent a nostre desijament: de les dites empero dues selles havents cuyrs cuberts de vellut cascun any la una prop la festa de la Nativitat del glorios Salvador del humanal linatge sia feta e altra prop abans de la festa de Pentacosta aximateix sia feta e les romanents dues selles havents cuyrs no cuberts de vellut cascun any prop ans de la festa de la resurreccio de nostre Senyor la una esser feta ab aquest edicte laudable manam e laltra prop de la festa de Omnium Sanctorum volem esser complida: e apres sis almenys selles darmes destinades per servey de nostra persona hajam de les quals dues sien de nostre senyal real de tot en tot decorades e les altres a senyal de sent Jordi e les dues altres romanents al dit senyal antich de rey Darago. Manam encara que quatre mantes almenys continuament sien appareylades a cobrir les dites selles a servey de nostra persona destinades les dues de les quales sien a nostre senyal real en totes les lurs parts e les altres la una a senyal de sent Jordi e laltra al senyal antich Darago. En apres subjungim a les coses damunt dites que continuament hi sia copia de mantes e daltres coses necessaries a cavals e a les altres besties damunt dites. 

escut, Generalitat, Felipe V

Estupefacció nacionalista
descubren que el escudo de la Gene fue otorgado por Felipe V

https://www.dolcacatalunya.com/2015/05/estupefaccio-nacionalista-descubren-que-el-escudo-de-la-gene-fue-otorgado-por-felipe-v/


Així tapa el nacionalisme l’escut de Felip V amb l’escut de Felip V

Contábamos hace unos días cómo la Generalitat tapó el escudo de Felipe V con su emblema. Pero ahora resulta que el escudo de la Generalitat fue otorgado nada menos que… ¡por Felipe V! Lean, lean:
El “senyal del rey d’Aragó” eran las armas de dignidad real. Con el paso del tiempo su uso se fue territorializando por medio de concesiones reales. El primer municipio que luce las barras es el municipio de Milhau (Francia), por concesión de Alfonso II (1187).
¿Cuándo pasa el “senyal del rei d’Aragó”, a representar las instituciones catalanas? Desde siempre, el emblema había sido San Jorge. La documentación nos dice que en 1417 la Diputación encarga “que sien fets y renovats los segells de la scrivania de la diputació del general… ab lo qual se puxa empremtar e figurar la imatge de san Jordi a cavall qui mata lo drach… e aquest segell servesca a seguellar totes letres patents qui´s dressen a qualsevol persones… a papa e cardenals e al senyor rey…e altres persones reyals…”. Es evidente que las barras no eran el escudo oficial. Como tampoco lo era de las Cortes que -reunidas en Tortosa en 1430- ordenan pagar 65 florines de oro de Aragón al platero Pere Torralba por la ejecución de dos sellos “a on son esculpides les armes del dit general de Cathalunya, ço es sent Jordi a cavall qui mata o onciu lo drach…”.
300 años más tarde, iniciadas las cortes catalanas de 1701, no aparecía el sello por ningún lado. Parece que nadie lo recordaba, ”ni saverse qual se usave en les corts antecedents encara que aparexia poderse esculpir… la imatge del glorios Sant Jordi portant lo escut amb la creu…”. Tras acalorados debates, el 19 de octubre de 1701 se adopta el acuerdo de grabar uno nuevo con el “Escut de ditas quatre barras y corona real”, para solicitar la venia real de uso.
Detrás de ese extraño olvido hay que situar las convulsiones antiseñoriales como la “revolta dels barretines o de la terra”, el “avalot de les faves o los asedios campesinos de Barcelona en 1688 y 1689. Quizás interesaba un cambio de imagen que acercara la institución al pueblo más identificado con la realeza. Y nada más apropiado para conseguir la concesión real que el marco de las cortes catalanas, que juraron con vivas demostraciones de afecto y júbilo al nuevo rey Felipe V de Borbón, el 12 de octubre de 1701. Cortes que duraron hasta el 12 de Enero, y en las que se acordó además del uso del “escut de ditas quatre barras y corona real”, un donativo real de 12 millones pagaderos en 14 años, nombramiento de 14 títulos de marqueses y condes, 20 privilegios de nobleza, 20 de caballeros, y otros 20 de ciudadanos; todo ello entre grandes fiestas y regocijos populares, de manera que -como dice Macanaz- “no quedó a los catalanes nada que pedir, ni al rey cosa especial de concederles”.
Así que la Generalitat no lo sabe, pero al ocultar el escudo de Felipe V tapándolo con el de la Generalitat, en realidad le están haciendo el último homenaje al rey que concedió a la Generalitat el uso de su “senyal” como rey de Aragón. Si la Generalitat fuera consecuente, el Parlament debería rechazar el uso de las barras de Felipe V, las barras felipistas, por haber suprimido las instituciones tradicionales catalanas. Las cuales, por cierto, ahora ningún nacionalista querría, pues les parecen “medievales”; y las cuales son ridículas comparadas con el actual poder omnímodo de la Generalitat.
Aunque ya sabemos que el nacionalismo no va de coherencia, sino de ideología y fantasmagoría histórica.
Dolça i ocultada Catalunya…

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Dels frens e altres apparellaments de cavals

Per tal con aquelles coses les quals per los princeps se fan pus leugerament per los sotsmeses son tretes en exemple: esguardador esser jutgam que en tots los nostres fets axi com real altea no poch ho requer honestament e temprada nos hajam axi que los savis en ben sien conformats e els no savis e avanitats entenens en temprança sien provocats. Hon sobrefluitats esquivants majorment en aquestes coses les quals ordinariament san a fer: volem que ordinariament si donchs per altra causa en altra manera fer no ho manavem quatre selles palafrenals ab lurs frens de les quals les dues ab nostre senyal real e les altres dues la una ab senyal de sent Georgi e laltra ab senyal antich de rey Darago sien a servey de nostra persona apparellades Ies dues de les quals hagen cuyrs cuberts de velluts daur e de seda comunits e les altres dues romanents hagen cuyrs no cuberts de velluts segons manera apparellada accedent a nostre desijament: de les dites empero dues selles havents cuyrs cuberts de vellut cascun any la una prop la festa de la Nativitat del glorios Salvador del humanal linatge sia feta e altra prop abans de la festa de Pentacosta aximateix sia feta e les romanents dues selles havents cuyrs no cuberts de vellut cascun any prop ans de la festa de la resurreccio de nostre Senyor la una esser feta ab aquest edicte laudable manam e laltra prop de la festa de Omnium Sanctorum volem esser complida: e apres sis almenys selles darmes destinades per servey de nostra persona hajam de les quals dues sien de nostre senyal real de tot en tot decorades e les altres a senyal de sent Jordi e les dues altres romanents al dit senyal antich de rey Darago. Manam encara que quatre mantes almenys continuament sien appareylades a cobrir les dites selles a servey de nostra persona destinades les dues de les quales sien a nostre senyal real en totes les lurs parts e les altres la una a senyal de sent Jordi e laltra al senyal antich Darago. En apres subjungim a les coses damunt dites que continuament hi sia copia de mantes e daltres coses necessaries a cavals e a les altres besties damunt dites.