Esta obra fue estrenada, en su versión original, en el teatro Romea de Barcelona, el 16 de noviembre de 1990, bajo la dirección de Ariel García-Valdés y con el siguiente REPARTO (por orden de aparición):
Restauración es una pieza insólita en el teatro hispánico contemporáneo: se trata de una experiencia imaginativa y singular de teatro poetico, que estiliza el marco histórico de la epoca de Alfonso XII en un juego sutil de perspectivas múltiples, basado, en palabras del autor, en lo que puede suceder cuando una noche de tormenta provoca encuentros casuales que en el fondo nada tienen de casuales.
Alfonso XII de España, apodado «el Pacificador» (Madrid, 28 de noviembre de 1857-El Pardo, 25 de noviembre de 1885), fue rey de España entre 1874 y 1885. Hijo de la reina Isabel II y del rey consorte Francisco de Asís de Borbón, con el inicio de su reinado terminó la Primera República y comenzó el período conocido como Restauración. Tras su muerte prematura a los veintisiete años, víctima de la tuberculosis, fue sucedido en el trono por su hijo póstumo, Alfonso XIII, cuya minoría de edad estuvo encabezada por la regencia de su madre, la reina viuda María Cristina.
Nació en el Palacio Real de Madrid el 28 de noviembre de 1857. En Madrid y en la corte circuló el rumor, también durante el embarazo, de que su verdadero padre no era el rey consorte, Francisco de Asís de Borbón, sino el entonces amante de la reina, el capitán de ingenieros Enrique Puigmoltó y Mayans, III conde de Torrefiel y I vizconde de Miranda, de ahí que en algunos medios populares se le llamara al recién nacido el Puigmoltejo.
Alfonso, que recibió el título de príncipe de Asturias tras su nacimiento, tenía cuatro hermanas: la infanta Isabel, condesa de Girgenti (1851-1931), la infanta María del Pilar (1861-1879), la infanta María de la Paz, princesa de Baviera (1862-1946) y la infanta María Eulalia, duquesa de Galliera (1864-1958). Fue bautizado el 7 de diciembre de 1857 en la capilla del Palacio Real de Madrid por el patriarca de las Indias, siendo su padrino el papa Pío IX representado por el nuncio, Lorenzo Barili.
Entre los preceptores del joven príncipe Alfonso se hallaban el duque de Sesto y el arzobispo de Burgos, este último elegido por la propia reina Isabel tras consultar con Pío IX.
El príncipe de Asturias Alfonso, a punto de cumplir los once años de edad, tuvo que abandonar España cuando la Revolución Gloriosa de septiembre de 1868 puso fin al reinado de su madre y dio inicio al Sexenio Democrático.19 La exreina se puso bajo la protección del emperador francés Napoleón III y junto a sus hijos estableció su residencia en París en el «hermoso» Palacio Basilewsky, que Isabel II compró con el dinero que había depositado durante su reinado en la Casa Rothschild de París y con un préstamo de la misma entidad por el valor de las joyas que se había llevado consigo,20 y que rebautizó con el castizo nombre de Palacio de Castilla, mientras que el rey consorte Francisco de Asís de Borbón se iba a vivir a un palacete en las afueras de la capital francesa tras haber formalizado su separación de la destronada reina.
El príncipe Alfonso fue matriculado en el elitista y privado colegio Stanislas y su formación política corrió a cargo de su preceptor Guillermo Morphy.
A fines de febrero de 1870 el príncipe viajó a Roma para recibir la primera comunión de Pío IX, pero sin lograr, como pretendía la exreina, que el papa reconociese públicamente a la dinastía Borbón como la legítima depositaria de los derechos al trono español y que condenara el «régimen revolucionario» establecido en España. Lo que sí se consiguió fue que de los cuarenta y tres miembros del episcopado español que se hallaban en Roma con motivo de la celebración del Concilio Vaticano I, treinta y nueve visitaran al príncipe, y que uno de ellos, el prestigioso arzobispo de Valladolid, el cardenal Juan Ignacio Moreno y Maisonave, le preparara para recibir la eucaristía.
Al mismo tiempo entre los partidarios de los Borbones, tanto dentro como fuera de España, se fue extendiendo la idea de que la restauración de la dinastía sólo sería posible si Isabel II abdicaba en el príncipe de Asturias.3031 Isabel II tardó un año en decidirse pero el 20 de junio de 1870 abdicó la Corona en favor de su hijo.
La guerra franco-prusiana motivó que la familia real española se trasladase transitoriamente a Ginebra, donde además de recibir clases particulares, Alfonso acudió a la Academia Pública de la ciudad cantonal. Como continuación de su educación se eligió la Real e Imperial Academia Teresiana de Viena (Collegium Theresianum). Durante su estancia en el Theresianum, desde febrero de 1872 hasta la finalización de sus estudios en junio de 1874, Morphy desempeñó un papel crucial en la formación del carácter e inteligencia del príncipe Alfonso. Ideó un programa de enseñanza en el que se prestaba especial atención a su formación humanística, a los ejercicios corporales y a las visitas a museos, fábricas y otros establecimientos y lugares de interés, además de instruirle en el derecho constitucional.
A mediados del siglo XVI existía en las inmediaciones de San Juan del Pie del Puerto, un ilustrado sacerdote de este nombre, nacido en Eyheralar, provincia de la Baja Navarra, y que distribuyó su vida entre el culto de Dios y el cultivo de las musas. Hombre de erudición, versado en el estudio de las humanidades, y muy amante de su país, lamentábase de que nadie hasta entonces hubiese pensado en escribir obra alguna en honor de la lengua euskara, "a fin de mostrar al universo entero que el vascuence, como los demás idiomas, se presta maravillosamente a las reglas del arte de escribir", y atribuía a este abandono, como única causa, el que nuestra lengua careciese de reputación, y el que las demás naciones supusieran que no se prestaba, como sus diversos idiomas, al lenguaje escrito. Su amor propio de vascongado le excitó, pues, a dar un mentís a los que tal sospechaban, y a demostrar por sí mismo de cuánto es capaz la lengua euskara en los diversos géneros de poesía, y llevado de este noble propósito, escribió y coleccionó diversas composiciones poéticas, que fueron impresas en Burdeos, en 1545, por Francisco Morpain, bajo el título de Linguae Vasconum Primitiae per Bernardum Dechepare, Rectorem Sancti Michaelis Veteris, (1) siendo esta la primera obra que vio la luz en lengua euskara.
(1) Un tomo en 4.° menor de 28 hojas.
De esta edición, verdaderamente rarísima y notable, sólo resta que se sepa un ejemplar, que se conserva cuidadosamente en la Biblioteca Imperial de París, en cuyo catálogo se halla inscrito con la acotación
Y 6194. P.-A.
De él se ha servido el erudito bibliófilo Mr. Gustavo Brunet, que dio un largo extracto de la obra de Echepare en las Actas de la Real Academia de Ciencias, Bellas-Letras y Artes de Burdeos, (2) y reprodujo poco después la obra completa, acompañando la mayor parte de las poesías de sus correspondientes traducciones francesas. (3)
Por último, recientemente se ha hecho en Bayona, bajo los auspicios del mismo vascófilo citado, una nueva reimpresión de esta obra, exactamente conforme con la edición primera de 1545. (4)
(3) Poésies Baques de Bernard Dechepare, recteur de Saint-Michel le Vieux. - Publiées d' aprés l' edition de Bordeaux, 1545, et traduites pour la premiére fois en français. - Extrait du Recueil des Actes de l' Académie. - Bordeaux, Henry Fayé, imprimeur et Lithographe, Rue Sainte-Catherine, 139. - 1847.
Las poesías de Echepare son de dos géneros completamente opuestos y diversos: místicas y religiosas unas, que tratan todas ellas de asuntos piadosos; amorosas las otras, y dictadas por una galantería que no deja de parecer verdaderamente extraña en la pluma de un sacerdote, hasta el punto de haber hecho dudar de su paternidad.
La primera parte de las poesías, titulada Doctrina Cristiana, contiene una serie de fragmentos, traducidos o imitados de los Salmos y preces de la Iglesia, que ofrecen la más pura moral, si bien respiran, en general, muy poca poesía; sus Hamar manamenduyac, (Los diez mandamientos de la ley de Dios), y una composición titulada Judicio generala, (el Juicio final),
llena de trasporte y de grandes imágenes, y notable por la inspiración que revela de los libros sagrados.
La segunda parte de la obra contiene doce poesías amorosas, ligeras y muy agradables en general, muy dignas de ser habidas en consideración, mucho más si se tiene en cuenta la época en que fueron escritas, y entre las que merecen citarse su Amorosen gaztiguya, llena de gracia poética, su Emazten favore, que es un caluroso elogio de la mujer; su Ezconduyen coplac, inspirada por un episodio de la vida de Echepare, y notable por la verdad de los sentimientos que respira y por la energía de su estilo; su Amoros gelosia, elegía, llena de pasión y de gracia; su Potaren galdacia, pequeño drama animado que constituye un idilio que recuerda los de Teócrito; su Amorez erreguericia, que encierra toda la gracia y la delicadeza de las antiguas églogas; su Amorosen Disputa, cuadro verdaderamente copiado d' aprés nature, y su Mossen Bernat Echepareren contuya, episodio en que da cuenta de una de sus aventuras personales. Termina la obra con un Contrapás y una Sautre'a (Sautrela), en favor de la lengua euskara, que son las composiciones de Echepare que, por su carácter especialísimo, he elegido para figurar en este tomo del Cancionero. En ellas, el autor de la primera obra impresa en vascuence, se muestra entusiasmado ante la idea de que el euskara ocupe un merecido rango entre las lenguas vivas, y la grata esperanza de que llegara a su apogeo y recorriera el mundo entero, pues suponía que “no había otro idioma alguno que pudiera igualarle.”
Hoy que tantas desgracias pesan sobre la noble tierra vascongada, séanos lícito dar consuelo a nuestro ánimo con tan felices recuerdos, y fortalecer nuestra fé con tan halagüeñas esperanzas.
Las poesías de Echepare, a la par del sabor y colorido especial que las caracteriza, recuerdan en ciertos pasajes los modelos clásicos, de cuyo estudio habían quedado no pocas reminiscencias al insigne poeta de
Eyheralar. He cotejado detenidamente los textos de las tres ediciones publicadas de sus obras, antes de reproducir las dos composiciones que verán a continuación los lectores del Cancionero, y he aceptado el texto que, en mi humilde sentir, juzgo el más puro, sin más que ligeros cambios de ortografía introducidos en beneficio de la claridad.
Heuscara ialgui adi canpora.
Contrapás (1)
por Bernardo de Echepare.
Heuscara
Ialgui (2) adi canpora. (a)
Garacico (3) herria
Benedica dadila,
Heuscarari emandio
Bearduyen (4) thornuya. (5. b)
(a) la edición de 1545 dice: Heuscara ialgui adi canpora.
La de Burdeos de 1847: Heuscara ialgui adi canpora.
La de Michel, (Le Pays Basque): Heuscara lalgui adi canpora.
(b) Tanto la edición de 1847 como la de Michel dicen:
Garacico herrira.
Benedica dadila
Heuscarari emandion (la 1.a)
Heuscarari emandioa (u 2.a) etc.
Heuscara
Ialgui adi plazara.
Berce (6) gendec ustezuten (c)
Ecin scriba zaiteyen,
Oray dute phorogatu
Enganatu cirela. (d)
Heuscara
Ialgui adi mundura.
Lengoagetan ohi (7) inzan (e)
Estimatze gutitan,
Orai aldiz hic beharduc
Ohoria (8) orotan. (9)
Heuscara
Habil (10) mundu gucira.
Berceac oroc izan dira
Bere goihen gradora,
Oray hura iganenda
Berce ororen gaynera.
(c) La edición de 1847 dice: Berce gendec usteçaten
Ecin scriba çayteyen... etc.
La de Michel:
Berce gendec usteçaten
Ecin scriba çaitela... etc.
(d) En las ediciones de 1545 y 1847 se lee: Euganatu cirela.
(e) “Lengoagetan ohi inçan, (Edic. de 1545 y 1847.)
Heuscaldun den guizon oroc alcha (19) beza buru-(ya (20)
Eci huien (21) lengoagia izanen da floria,
Prince eta iaun (22) handiec oroc haren galdia, (23)
Scribatus halbalute (24) iqhasteco desira.
(a) La edic. de 1545 dice bearduyan.
(b) La de 1747 (1847) dice içanoniz.
Desir hura cunplitu du Garacico naturac,
Eta haren adisquide orai Bordelen denac;
Lehen imprimizalia heuscararen hura da,
Basco oro obligatu iagoticoz hargana.
Etay (c) lelori, bai Lelo, leloa zaray, leloa.
Heuscara da campora (canpora) eta goacen oro danzara.
(c) En la edición de 1847, y en la de Michel se lee:
Etoy, y Et'oi respectivamente.
TRADUCCIÓN CASTELLANA.
Contrapás
por Bernardo de Echepare.
Euskara. Sal fuera. (1: ¡Lengua euskara! sal de tu oscuro rincón: ¡muéstrate al mundo!)
Bendito sea el pueblo de Garacy, que ha dado al euskara un vuelo conveniente, (o apropiado a su importancia.)
Euskara, muéstrate en público.
Las demás naciones juzgaban que no podía sometérsete al arte de escribir. Ahora verán probado (o demostrado) que se engañaron.
Euskara, parece en el mundo (o ve a recorrer el mundo.)
Entre las lenguas (vivas) estabas (o eras tenido) en poco aprecio; a tu vez, (o desde hoy) vas a merecer el honor, (de ser colocada sobre todas las demás.)
Euskara. Ve a recorrer el mundo entero.
Todas las lenguas han tenido su apogeo; éste ha llegado hoy para ti, y te colocarás sobre todas las demás.
Euskara. Todas las naciones han sabido estimar a los Bascos, aunque no conocían su lengua: ahora sabrán ya, (o podrán ver), lo que es el euskara.
Euskara. Si hasta ahora has permanecido sin ser impreso, en adelante vas a recorrer el mundo entero.
Euskara: no hay lengua alguna, ni la francesa ni otra alguna, que pueda igualarte a ti.
Euskara. Sal, pues, a bailar.
SAUTRELA.
(Balancé.)
El euskara ha salido a la luz, vamos todos a bailar.
¡oh, euskara! da gracias al país de Garacy, que te ha dado vuelo conveniente. Antes ocupabas el último rango entre las lenguas, hoy te está reservado el primero.
Los euskaldunas eran estimados por el mundo entero, pero su lengua era objeto de burla y menosprecio, porque no había sido escrito, (porque se creía que no podía ser escrito.) Ahora verán cuán bella es la lengua de los Euscaldunac.
Que todos los Euscaldunas levanten muy alta la cabeza, pues su idioma es flor de suave perfume. Los príncipes y los grandes señores reclaman que sea escrito, (impreso) para que puedan aprenderlo.
Sus deseos han sido satisfechos por un originario del país de Garacy, y por uno de sus amigos, que hoy reside en Burdeos. Este amigo es quien ha hecho el primero imprimir el euskara: que todo vascongado le conserve un eterno reconocimiento.
Y he aquí a Lelo, sí Lelo, tú eres Lelo, Lelo. (1)
El euskara ha visto la luz, vamos todos a bailar.
(1) Mr. Michel se inclina a creer que la terminación ésta es un recuerdo al inmortal jefe basco Lelo, en conmemoración de cuya trágica muerte refiere la tradición se acordó que todos los cantos nacionales euskaros comenzaran por una lamentación acerca del triste término de aquel héroe. Al ocuparme de los Cantos históricos daré más amplios detalles sobre lo que la tradición cuenta respecto a Lelo.
NOTAS FILOLÓGICAS Y GRAMATICALES.
(1) Contrapás, m, ant. cierto baile o paseo en la contradanza. Saltationis genus. (Dic. Academia Española.)
(2) Ialgi, jalgi, lab., bn. salir. Es sinónimo del verbo guip. atera. Empléase hoy más comúnmente en la forma ilki, ilkhi, ilkitzen.
(3) Garacico. Alude al país de Garacy.
(4) Beharduyen: Equivale a nuestro bearduben, bearzuben.
(12) La palabra Sautrela, procede indudablemente del verbo francés sauter, saltar, brincar. Tanto Mr. G. Brunet como Mr. Michel, han traducido la palabra Sautrela por Pas balancé, es decir, balancé, paso de rigodón.
(13) Laudatu, alabar. (N. E. laudere, laudes, latín)
(14) Hantic o andic, de allí.
(15) Uqhen, equendu, irten, salir.
(16) Baitinzan. Es el verbo izan reforzado con la afirmación bai.
(17) Véase la nota 11.
(18) Icasi, aprender.
(19) Alchatu, altchatu, altzatu, levantar. (N. E. alzar)
Bernardi Comitis Bisuldunensis, Willelmi filii, donatio ad ecclesiam S. Mariae Bisuldunens. de decima monetae *cusae in Bisulduno an. MLXXIV. (1074) (Vid. pág. 70.)
Ex arch. eccl. S. Mariae Bisuldun.
Notum sit omnibus hominibus presentibus, et futuris, quia ego Bernardus gratia Dei Comes recognosco, quoniam pater meus Willelmus Comes bonae memoriae dedit Domino Deo et Sancto Ligno Crucis, et Sanctae Mariae cujus ecclesia est consecrata juxta murus Bisulduni, ipsa moneta de praescripto Bisulduno, et ego teneo eam per benefitium praedictae Sanctae Mariae. Et propter hoc in nomine Domini, ego praedictus Bernardus, gratia Dei Comes, donator sum Domino Deo et Sancto Ligno Crucis et Sanctae Mariae et Sancto Michaeli, et Sancto Genesio, et omnibus Sanctis, quorum reliquiae sunt in praedicta ecclesia, propter eleemosinam, et propter animam praedicti patris mei Willelmi et fratris mei, vel omnium parentum meorum seu propter remedium animae meae de omnibus peccatis meis, ipsam decimam de ipsa moneta, quae fuerit facta in praedicto Bisulduno amodo et usque in sempiternum, tam de auro, quam de argento quam in monetatico, et in capite, ut praedictus locus Sanctae Mariae semper quiete teneat, et habeat et possideat sine blandimento de ullo homine vel foemina, in tali videlicet ratione, ut nec ego, nec aliquis Comes, qui futurus sit post me, neque Abbas, neque aliquis clericus possit ipsum praedictum decimum aliquo malo ingenio tollere, aut commutare vel alienare, neque per fabum, neque per ullum assensamentum, sed semper stet in dominio, et in communitate canonicae praedicti loci. Et si est homo, vel homines, foemina vel foeminas, qui tollat, aut tollant, aut tollere voluerint hoc superius scriptum, id est, ipsum decimum de ipsa moneta, in iram Dei Omnipotentis incurrat, et fiat participatio ejus cum Datan, et Abiron, et cum Juda traditore, qui Dominum tradidit, et sit anathema, maranatha. Et sicut superius scriptum est, sic trado in dominio, et potestate Sanctae Mariae, et aliorum Sanctorum sine ulla reservatione, et sine enganno. Quod si ego donator, aut ullus homo, vel foemina, qui contra hanc cartam donationis venerit ad inrumpendum, vox ejus in nullo proficiat, et pro temporali poena velut sacrilegus componat, et in antea ista scriptura donationis incomvulsa permaneat omnique tempore. Facta ista carta donationis quinto idus septembris anno decimo quinto regni Philippi Regis. = Sig+num Bernardi gratia Dei Comitis, qui istam cartam donationis fieri jussi, firmavi, et testes firmare rogavi. = Sig+num Raimundi Comitis, qui hoc donum laudo et firmo (a). Sig+num Arnalli Delorcio. = + Guillelmus Sacerdos, qui istam cartam donationis rogatus scripsi et subscripsi die et anno quo supra.
(a) Hunc Raymundum existimo fuisse Comitem Palliariensem: aut verius Raim. Berengarium huius nominis III. Comitem Barcinonensem, qui mortuo Bernardo Comite, et in comitatu Bisuldunensi successit, illiusque donationem ratam haberi voluit.